Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Final

Desperté por el escándalo en la parte superior; a mi lado Yeosang había desaparecido y sentí como mi corazón se estrujaba ante un mal presentimiento. Pesados pasos presurosos resonaron en el pasillo, la puerta se abrió con fuerza revelando una silueta oscura que se detuvo en el umbral. Con desespero buscó en la pared hasta encontrar la farola.

ㅡ ¡Sube rápido! ㅡDijo Hongjoong haciendo que me incorporara sobresaltada ㅡEsa chica está amenazando con saltar por la borda.

Por un momento me quedé congelada pensando en sus palabras. Yo había visto una mujer sobre las cartas y ahora el capitán abría la puerta con desespero hablando sobre una. Él también permaneció quieto mirándome a los ojos; la farola daba sombras oscuras a su rostro.

Insegura, hice el ademán de levantarme de la cama olvidándome por completo que lo único de que me cubría era la oscuridad de la estancia. Apenas incliné mi cuerpo hacia adelante, la fina manta rodó dejando al descubierto que mi corazón aún latía descarriado por Yeosang; por apenas unos segundos dudé si terminar de levantarme o volver a cubrirme. La farola cayó al suelo provocando que un pequeño chillido se escapara de mi boca mientras volvía a meterme bajo la manta.

ㅡ ¡Cuanto lo siento! ㅡApenas pude ver como el capitán cubría su rostro. ㅡ¡Me había olvidado de Yeosang! ㅡ La voz de Hongjoong sonaba temblorosa. ㅡYo... ¡Sucio bacalao! ¡Dijo que esperaría hasta que estuvieran casados! ㅡSe dió la vuelta y sus pasos se perdieron a medida que se alejaba.

No era momento para reírme de la ingenuidad del capitán. Con rapidez tomé el camisón que había perdido momentos antes y me apresure a subir a la cubierta. El escándalo se hacía más frenético resaltando sobre todo la voz de San.

ㅡ¡Bajenla! ¡Bajenla! ㅡSe mezclaban las voces de los hombres que se disponían en fila frente al pasamanos de babor.

ㅡ¡Quítate de allí! ¡No saltes! ㅡ Hablaba San tratando de parecer calmado, pero más bien se veía igual de desesperado que los demás. ㅡ ¡Te vas a matar! ㅡGritó dando un paso adelante. ㅡ¡He dicho que te bajes de allí! ㅡLa voz resonó por todo el barco rompiendo sobre las olas.

ㅡ¡No les creo! ¡¿Cuánto le han pagado a James por mí?! ㅡDecía la chica con voz llorosa, tambaleándose ante el viento ㅡ¡No dejaré que me toquen! ¡Voy a saltar y ustedes perderán el dinero que le dieron al general! ㅡSus manos se hicieron puños y su labio inferior tembló ㅡ ¡Prefiero morirme! ¡Quiero morirme!.

Toda la escena era extraña. ¿Cómo había llegado la muchacha al barco? Se veía que estaba lastimada; apenas apoyaba su pierna izquierda y su cuerpo era muy delgado. Tenía suerte de que la noche fuera poco ventosa porque un toque de la brisa la hubiera tirado abajo. Además aquella chica había hablado acerca de dinero... nosotros no teníamos dinero.

Vi como San se acercaba veloz a la intrusa, la cual apenas le vio dar un paso se dejó ir hacia el mar. El pirata corrió hasta el borde del barco llegando justo a tiempo para tomarla del brazo y hacerla caer sobre la cubierta. Los tripulantes pronunciaron clamores de victoria ante la azaña de San.

Las cosas habían pasado muy rápido, segundos después de tocar el suelo San ya llevaba a la muchacha sobre sus hombros como si de un saco de papas se tratase. Pasó a mi lado y siguió su camino hacia los camotes, todo aquello acompañado de los gritos desgarradores de la chica. Sus clamores resonaban en el barco angustiando mis pensamientos.

¿Qué clase de cosas le habían hecho, para que pidiera a gritos que la dejaran morir?

ㅡ¡Mile, Maldita sea ven aquí abajo! ㅡ Escuché gritar a San desde los camarotes. ㅡ ¡Ayúdame con esto!

Hice lo que me pedía.  A medida que bajaba podía escuchar más claramente como la chica hablaba aterrada pidiendo piedad a San. Palabras como "Por favor no me golpee, yo sola puedo quitarme la ropa " mutaban en un " Si se acerca le arrancaré sus partes a mordidas". Mi compañero desesperado trataba de calmarla, pero no lo lograba. Aumenté mi paso llevada por la curiosidad; quería saber de dónde había salido esa mujer, y si al igual que en mi lectura ella estaba rodeada de problemas.

San había visto a la chica tambalearse en el muelle durante su guardia. Me dijo que al notar que sangraba intentó ayudarla pero ella se negó, por lo que él la tomó a la fuerza llevándola al barco. San era un animal; agarrar a la chica y subirla al Illusion fue lo que ocasionó tal escándalo. La muchacha estaba asustada y él en vez de ayudarla solo había incrementado su miedo. Era un hombre impulsivo, siendo esto una de las ventajas que tenía a la hora de pelear; sin embargo en las situaciones delicadas aquella gran energía le jugaba en contra.

Ahora en el camarote yo trataba de arreglar la confusión causada por San. Con cuidado me acerqué a la muchacha notando como ante mi acción ella bajaba la guardia; los ojos le brillaban temblando dentro de sus cuencas, rodeados por las cejas fruncidas en una mueca oscura .

ㅡ¿Ellos te compraron? ㅡ Dijo con la voz rota de tanto gritar ㅡ¿Hay más mujeres aquí?.

ㅡNinguno de mis compañeros sería capaz de participar en algo tan sucio como el tráfico de mujeres ㅡAclaré sentándome frente a ella en el suelo. ㅡAquí solo somos tu y yo.

ㅡ¿Qué haces aquí? ㅡPreguntó alejándose un poco de mi ㅡ ¡No mientas! ¡Si esto es para engañarme será mejor que te ahorres tus palabras porque no voy a creerte! ㅡNegué con la cabeza.

ㅡEstoy comprometida con uno de ellos ㅡLe tomé las manos y ella impresionantemente lo permitió ㅡSomos un barco mercante, no traficamos personas ㅡ Los ojos de la muchacha comenzaron a llenarse poco a poco.

El cuerpo de la chica se agitaba mientras las gotas caían sobre su vestido sucio. ¿Que le habían hecho? Cada centímetro de su cuerpo estaba lleno de raspones, la sangre que San decía haber visto en realidad era lodo que le salpicaba sobre la falda. Con el corazón acongojado la abracé sintiendo cada uno de los huesos de su delgado cuerpo y ella se aferró a mi pecho sin dejar de llorar.

ㅡ¿Puedo pasar? ㅡLa cabeza de San se asomó a la puerta, provocando que la chica se tensara entre mis brazos ㅡ El capitán dice que podemos ofrecerle un baño a la chiquilla ㅡ Dijo entrando por completo a la habitación.

La muchacha comenzó a gritar como si de repente le hubieran clavado una daga. El sonido agudo rebotó en las paredes llegando estridente a mis oídos, mientras ella se aferraba aún más a mi. San al verlo se acercó con rapidez pero solo consiguió aumentar el volumen del lamento; algo en el pirata causaba en la chica reacciones exageradas. Con la mano le pedí a San que se acercara lentamente a nosotras, él obedeció con el rostro bañado en preocupación.

ㅡDame tu mano ㅡLe dije a San quien se encontraba agachado frente a nosotras. ㅡ¿Puedes darme la tuya?... Por favor  ㅡCon voz suave hablé a la chica que se posaba en mi pecho. ㅡYa no grites. Nadie aquí quiere dañarte.

La muchacha extendió sus dedos hacia mi y yo los uní con la mano de San. Con cuidado mi amigo acarició a la chica, su cara se arrugaba llena de agobio. Ante aquel toque ella trató de retirarse pero yo no lo permití; San podría ser algo brusco pero no era malo y ella debía entenderlo.

ㅡSintelas ㅡLe dije mientras evitaba que ella dejara de tomarlas. ㅡ¿Son acaso las manos de un monstruo? ㅡPregunté con suavidad .

ㅡLas personas también son Monstruos ㅡRespondió aun con lágrimas en los ojos ㅡCualquiera puede fácilmente esconderse detrás de caras buenas.

Aquello pareció tocar algo dentro de San. Su mirada tembló y las comisuras de sus labios se curvaron hacia abajo. Soltó las manos de la muchacha colocándolas con delicadeza sobre su falda, ella tensó todo su cuerpo y solo se relajó al verlo marchar. Permanecí junto a ella sabiendo que debajo de sus ropajes seguro habían heridas que debían curar;  no solo golpes en la piel sino también cosas dentro de su corazón.

ㅡ¿Quieres tomar un baño? ㅡ Pregunté con calma ㅡSi gustas puede ser lejos de los hombres para que te sientas más tranquila.

La chica asintió con la cabeza y la ayudé a levantarse con cuidado; su tobillo izquierdo se veía mal y le imposibilitaba apoyar del todo. Bajo cubierta Seonghwa tenía un barril enorme al que llamaba "El baño" quise pedir a alguno de los tripulantes para que lo llenara de agua pero no lo hice por miedo a que la chica comenzara gritar de nuevo.

Con paciencia desenrede sus cabellos y lavé su cuerpo; por suerte no tenía heridas muy graves. Cuando estuvo limpia la vestí con uno de mis camisones y la llevé hasta el camarote. Todo en ella daba la imagen de un cordero asustado: la mirada infantil se le llenaba de lágrimas, el cabello largo y negro le caía despeinado por la espalda como a las niñas del mercado; su rostro claramente decía que ya estaba por encima de la edad para casarse pero que no distaba mucho de ella.

ㅡ¿Cuál es tu nombre? ㅡHabló mientras me disponía a trenzar su cabello, su voz se escucha mucho más calmada. ㅡ¿El hombre que ha entrado antes es tu prometido?

ㅡYo soy Mile ㅡRespondí con suavidad pasando mis dedos entre su melena negra ㅡMi prometido es alguien más ㅡ Sonreí un poco en busca de darle algo de tranquilidad ㅡ Aquel hombre es San. Se que puede parecer aterrador, pero en este momento tú das más miedo que él. ¡Vaya gritos que pegas! ㅡSuspiré aliviada de que ahora estuviera más calmada.

De nuevo alguien se asomó a la puerta; esta vez la carita sucia de Hongjoong entró por la rendija. Si San le daba miedo entonces Hongjoong le aterraba; apenas lo vio corrió como un conejo asustado y se escondió bajo el pequeño escritorio donde Yeosang leía sus libros.

ㅡNo hombres aquí ㅡAclaré con firmeza ㅡ Solo puedes entrar si tienes tetas ㅡEl capitán observó su pecho y abriendo grande los ojos y negó con la cabeza pero igualmente entró.

Hongjoong tomó asiento a mi lado en la cama, con sigilo dirigió su mirada a la chica que hacía su cuerpo una bolita. Ni siquiera le habló a la muchacha, fingió que no existía y solo se centró en mí. Tomó mi mano y depositó dentro de ella el pequeño objeto de metal que normalmente llevaba Seonghwa.

ㅡLe he dicho a San que la chica es su propiedad ㅡSusurró a mi oído. ㅡAhora él debe decidir qué hacer con ella.

ㅡDile que no lo mencione ㅡMe acerqué a su oreja y el cuerpo del capitán se tensó un poco ㅡCreo que traficaron con ella.

ㅡDuerme hoy en mi habitación ㅡSe levantó de la cama dirigiéndose a la puerta. ㅡHace tiempo que no lo haces.

Observé la copia de la llave de Hongjoong que reposaba en mis manos. De nuevo quedé sola con la muchacha,ñ; desde su lugar levantó la cabeza y se aseguró de que nadie más estuviera cerca. Muchas cosas rondaban mi mente al pensar en la chica como una "Propiedad" ; ella no era un objeto pero estaba segura de que el capitán no decía aquellas palabras con mala intención. Hongjoong podía tener un vocabulario extenso, sin embargo a veces sonaba un poco brusco; pero aquellas palabras llenas de pensamiento posesivo solucionaban los problemas en el barco. Ahora San cuidaría de ella así como Yeosang cuido de mi.

ㅡ¿Él es tu prometido? ㅡDe nuevo su voz se escuchaba quebrada mientras repetía la pregunta.

ㅡÉl es el capitán, se llama Hongjoong ㅡTraté de suavizar un poco el aura rara que nos llenaba cada que alguien entraba al cuarto. ㅡ Y a diferencia de mi prometido, él no se baña.

ㅡ¿Y porque duermes en su cuarto? ㅡDe nuevo los ojos se le inundaron. ㅡ¿Él te compró?

Respire profundo buscando la forma de explicarle la situación a la chiquilla. Los demás cuartos estaban repletos de hombres y al darme la llave Hongjoong prácticamente aseguraba un cuarto libre de presencia masculina. Limpié con cuidado cada uno de los raspones de la muchacha contándole con tranquilidad que dormiríamos seguras y bajo llave lejos de los marinos, ella suspiró tranquila dejándose llevar a cubierta Para entrar al camarote de Hongjoong.

Dentro nos recostamos juntas en la cama; podía sentir como temblaba ligeramente mientras aún sollozaba. La puerta tenía pasado el pestillo, las sábanas estaban limpias y el ambiente era fresco, pero la chica seguía llorando. Ya no sabía qué hacer; quise decirle que todo estaba bien pero eso no le quitaría el miedo.

ㅡ¿Cómo te llamas? ㅡ Hablé girando en la cama. Las gaviotas comenzaban a chillar, estaba apunto de amanecer. ㅡ Aquí solo somos tu y yo. Y si no se como llamarte no podemos ser amigas.

ㅡ Susan ㅡDijo sonriendo un poco. ㅡMi nombre es Susan.

Se acercó aún más a mi cuerpo y se acurrucó a mi lado. La brisa golpeaba fuerte y mi mano acariciaba maternal los cabellos de la chiquilla. Ahora tenía una nueva compañera, dentro de mi todo vibró emocionado al saber que por fin el mundo me daba a una hermana a quien cuidar. Susan comenzó a adormilarse y yo cerré los ojos esperando que algún día ella fuera capaz de contar su historia.

No abandones el barco, nuestra travesía aun no ha terminado

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro