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4

Al final llegamos a casa, fue un día tedioso y largo, en especial la noche, que no pare de rememorar en las palabras hirientes de Chester, su obsesión por Sam causo su actuar improcedente en medio de la conversación, sin embargo, la aversión palpable en su mirada dirigida a mí fue espeluznante.

No merecía ser llamada de esa forma, yo no tuve la culpa. Ni siquiera sabía quién era en realidad él...

Pero no importa que tantas veces repitiera que no fue así, nadie me escuchaba. La sociedad me acuso con un dedo como sospechosa por desear ocultar mi situación delicada de los medios, recurriendo a rumores nocivos y deshonestos, chismes, habladurías...

En la sala estaba mi madre, unos minutos atrás hablaba locuaz por el teléfono, por suerte ahora ya no, tampoco divise ninguna presencia excepto nosotras, aprovecharía esta oportunidad para manifestarle lo que quería desde hace un tiempo. Todo sea por la poca salud mental restante.

—Mamá, yo quiero cambiarme de instituto —me atreví a exponer mi ensueño nerviosa, con el corazón en la boca. Inmóvil tal estatua, enfrente de ella, quien se encuentra sentada en el sofá, cómoda.

«¿Nada puede salir mal? ¿No?».

Ella levantó una ceja, algo disgustada desde mi criterio propio.

«Creo que a mil kilómetros de distancia se pueden ver las arrugas en su frente».

—¿Por qué quieres cambiarte de instituto ahora? —pregunto directa, sin tapujos.

Yo aprovecho el silencio para organizar mis palabras, para tener en claro lo que iba a decirle.

—Es que todos me miran y no hacen más que hablar a mis espaldas —le dije con total honestidad—, yo..quiero ir a un nuevo instituto.

Mi deseo es cursar en otra institución.

Después de lo sucedido con Chester, un pensamiento rondó por horas en mi cabeza y era el cambiarme de instituto. Sí, concuerdo de que esa no es una solución, menos la garantía de mejoría en un ambiente social, de estar sin recordar todos los putos días de clases a  mis amigas, a Sam, los días en los que era meramente feliz, tranquila.

Normalidad, eso me otorgaría la paz que requería lejos de miradas indiscretas.

—Eso es muy estúpido, Iris ¿Crees que huyendo de eso vas a cambiar algo? —reprochó.

—No, pero al menos puedo sentirme mejor, sin necesidad de soportar a los estudiantes observando con lástima, incluido mis antiguos amigos.

Quería traspasar el muro de hielo entre nosotras, exteriorizar mis sentimientos a mi madre sin que se mofara de ello, no conoce el enorme quiebre que propician sus actitudes conmigo y también para Arce, poco a poco se desvanecía mi voluntad en aferrarme a mi madre, por una relación ilusoria...

«Idiota, idiota, idiota, ¡idiota!». Inhale aire moderadamente, para disimular la punzada de pesar.

—No vas al instituto hacer amigos, Iris —debatió con frialdad, típico de ella—. Se supone que solo vas a estudiar —soltó con simpleza.

Claro, a ella no le importa, esto lo deja en evidencia.

—Pues no es un ambiente de estudio correcto ¿No te parece? —intente mediar.

No quería rendirme sin dar batalla o por lo menos comunicar mis argumentos, motivaciones.

Helena suspiro exasperada, o en su mayoría irritada por arruinar su día.

—Hasta ahora, te he cumplido todos y cada uno de tus caprichos ―froto el puente de su nariz con sus dedos hastiada―, no querías estudiar en el instituto que te elegí, perfecto, lo deje pasar, no querías participar en aquellas fiestas que, como hija de un Brown debías ir, pero no quisiste, bien; te deje en paz.

—Pero eso no tie..

Ella me corto sin dejarme explicar.

—No querías ir más al psicólogo, no insistí más. Y así, muchísimas cosas deje que hicieras, y ahora, quieres cambiarte de instituto —finaliza, con un semblante glacial, imperturbable.

Me quedé estática, en silencio, las palabras, aquellas que con tanto esfuerzo planeé decir, se esfumaron.

Me dije a mí misma que iba a luchar, pero cada vez que veía a Helena, solo tenía en vista su rostro como si fuera un letrero la palabra "decepción" escrita.

¿Dolía? Sí, pero eso quedó enterrado, a estas alturas no me

—No te voy a cambiar de instituto, Iris. —Sus ojos cafés me observaron fijo, escrutando.

Cero dudas, increíble, ya dicto la respuesta.

Parecía un capricho absurdo desde su perspectiva, mi madre ve una mocosa mimada, malcriada y yo una madre antipática, hostil.

El silencio total lleno el lugar, en serio no deseo continuar aquí, todo lo que intento no funciona, o tal vez soy muy estúpida en captar que ciertas cosas no se pueden arreglar con un "cambiar de instituto". Igual, lastima, ¿por qué no se da cuenta?

¿No les pasa que a veces te sientes impotente y a la vez como la mierda? Justo me sentía así.

—Está bien —al rendirme, di media vuelta y me conduje a mi habitación, enmudecida.

No me enoje, aunque estoy segura que ella pensara que sí.

Estaba cansada, muy cansada en el plano mental o eso creía. Porque unos instantes más tarde el escozor en mi pecho me hizo volver en sí.

¿Cómo es posible sentir tanto y a la vez no? Estaba a nada de llorar, me deslicé lentamente por la puerta de mi habitación y me encogí, sostuve mis piernas con fuerza como una niña pequeña, y justo en ese instante sentí una desolación completa.

Cuando creí finalmente que iba a llorar, no sucedió, las lágrimas no salían.

Vacía, hueca..como si no tuviera nada adentro, nada por lo que valiera la pena luchar, afligirme, porque ya había llorado tanto, demasiadas veces, que no percibía el precisar llorar, porque no le hallo significado al desahogo, ¿es necesario lamentarme de una pequeñez como esta? No lo tenía presente aún, sé que es pesado, te cuesta respirar, y el existir un definido e infinito caos.

En resumen, estoy vacía, hueca, lasitud habitual en cuanto al futuro, con el suplicio sentimental que arrastro desde hace tres años. Heridas que, con seguridad, durarían toda la vida. No lo sé.

«¿Por qué sigo aquí?». Me pregunte de golpe.

―No lo sé ―repetí en un murmuro desorientada,

Puede que mi mismo orgullo me impida cometer cualquier locura, así que si de algo sabía es que no tenía ni una escapatoria en este infierno llamado "mi vida". Uno en el cual se repetía el ciclo, una, otra y otra vez sin parar, no existía rumbo y el único pensamiento que se me cruzaba era "ponerle un fin a esto", puede que dejaría de repetirse el bucle, pero después una negativa se me hizo latente.

Ignoré el hecho en sentirme de esta manera.

La última vez que le conté a Helena sobre esto me llamo "estúpida" o "dramática", consciente que ella solo minimiza mi tormento psicológico, que solo proyecta sus inseguridades en mí.

Mi madre evadía esto porque yo le avergonzaba, no tiene idea como componer a su hija...

Cualquiera que fuesen las razones, tenía en mente que guardarle rencor es innecesario, en ocasiones es inevitable, no estar frustrada a punto de querer hacerle sentir el mismo dolor que yo.

Para que me entienda y mirara hacia mí con empatía, interés. Siempre busque su amor, al no obtenerlo era como vivir en la cruda, triste realidad, que una niña tonta de cinco años buscaba desesperadamente a su mamá y esta, la viera como molestia, obligación cuidar al ser su hija, su responsabilidad.

Recordar mi infancia me da coraje, dulce e inocente, no me percate del terrible oscuro hogar, mi entera familia disfuncional, era como estar ciega, sorda e ingenua.

¿Te ha pasado que después de tanto tiempo puedes ver con claridad todo el mal que te hicieron?

En mi historia, la diferencia está en que acontecía la esperanza de poder despejar las tonalidades grises del cielo, pero no fue así, se tornó peor y cuando abrí mis ojos de nuevo, vivir implicaría tanto como sufrir... El resumen reciente de diversos sucesos.

Sonreí para mí misma, enloquecida tal vez.

«Al menos estoy viva» pensé, una sonrisa amarga se dibujó en mi cara.

¿A qué costo?

Creo que era obvia la respuesta.

—¿Cassie? —llame su nombre atontado.

—Ehh... ¿Sucede algo? —Sus ojos se movieron huidizos.

El olor a alcohol, vómito y sudor inundaba el lugar, incluso ella exudaba estos asquerosos olores. Mi boca se abrió y mi quijada casi cae al piso, me atrevo afirmar que hasta las malditas moscas entrarían por lo sorprendido que quede.

Mis tíos salieron gracias a un caso y dejaron a Cassie, mi prima un año menos que yo a cargo de mis padres, pero a su vez tuvieron que salir por un caso también y me dejaron a mí a cargo de ella.

«Sí, me dejaron cuidando de una adolescente un año menor que yo, surrealista».

—Me estás jodiendo —fue lo primero que articule.

¿Qué mierda sucedió aquí mientras no estaba? ¿Cómo en menos de cuatro horas hay un montón de adolescentes alcoholizados, mugrientos y probablemente teniendo sexo en las habitaciones?

«Espera, ush».

Lo último casi me da ganas de vomitar. De solo imaginar que utilicen la habitación donde suelo quedarme, ¡Mierda! No es solo eso ¡La habitación de mis tíos!

«¡Pueden estarla usando para follar como conejos!».

—¿Cerraste con llave las habitaciones que usamos? —Me mordí el labio inferior inquieto, caminé en círculos nervioso.

—Enmn..sí —Junto sus manos sudorosas.

Detuve mis pasos, un suspiro aliviado salió de mis labios, al menos en eso no estoy jodido.

—Eso creo —confeso casi inaudible.

—¡Cassie! —exclame con los nervios crecientes otra vez, comprendiendo que estaría muerto si llegan sus padres y ven su mansión hecha mierda—. Joder, Cassie ¿Qué carajos hiciste?

—No seas aguafiestas Justin, podemos limpiarlo todo antes de que lleguen nuestros padres —trato de enmendar.

—¿Antes de que lleguen? ¿Se te ha olvidado lo que ocurrió la otra vez? —la silencie por un breve lapso mortal, en los que mi cabeza trabaja un millón por milisegundo.

Debía resolverlo, Cassie me había metido de cabeza, hundido en esta mierda miles de veces, pero hoy, se lució como nunca antes lo hizo.

«¡Felicidades Cassie, te mereces un premio a la mejor cagada del año!

Menuda mierda».

—No, pero esta vez la fiesta terminará temprano —se defendió, siendo inútil.

—¿Y eso cuándo será? —volví a preguntar, aunque ya conocía la respuesta—. ¿Cuándo quieran emborracharse a otro lado? ¿Cuándo ya estén sobrios? ¿O cuándo ya se les bajen las ganas de follar? —la bombardee de preguntas.

Noté como Cassie se quedó perpleja analizando la situación, palidece al no sospesar salida.

—Pues..

—No lo sabes —Un sudor frío corrió por mi nuca—. ¿Verdad?

—Justin, yo.. —trato de explicarse de nuevo, dudosa.

—No me jodas—solté sin pensar—. Estoy jodido y diría que tú también —le hice ver.

—¿Qué sería la vida sin un poco de riesgo? —dijo en vano, no pudiendo contradecirme en lo anterior.

—No me vengas con ese cuento Cassie —siseó.

—Vamos, no seas así. —Se acercó un poco a mí y me dió un codazo, con intenciones de aliviar el ambiente tenso entre nosotros.

Claro, como no tiene pelotas, por eso lo dice.

Al ver la amargura de mi cara Cassie formó una mueca de gracia, se va a reír de mí, lo sé.

«Maldita bruja pelirroja».

—No te rías, bruja —deje en vista mi descontento.

—Oh por Dios, Justin, ya eres un viejo decrépito. —Una risa palpable emergió de ella.

Ella se reía a carcajadas, muy despreocupada la verdad. Recordé que esa misma despreocupación casi me lleva a quedarme sin descendencia.

Yo la sostuve de sus hombros —¿Viejo decrépito? —inquirí ofendido, tomando sus hombros agitado, la pelirroja estalló en carcajadas—. ¡Axiel va a matarme! —La deje de inmediato para agarrar mis cabellos con frustración.

¿Cuál es el problema en dejar a un adolescente a cargo de otro? ¡Pues esto! ¿Quién mierda en su sano juicio me deja a cargo de cuidar un ser vivo? ¡Nadie! ¡Absolutamente nadie! ¡Incluso hasta el puto cactus que quedó a mi cuidado murió de sed! ¡De sed!

—Cálmate, primo —su voz salió neutra, pensando en que hacer—. Mi papá no te va hacer nada, él te ama, lo sabes.

—¿Me ama? —exprese sin creerle una pizca, no iba comerme ese cuento barato—. ¡¿Me ama?! ¡La última vez casi me corta las bolas Cassie! —exclamé de nuevo, siendo la última gota de paciencia que rebasó del vaso.

Axiel es un puto viejo sobreprotector con Cassie, ella es hija única, como yo. Pero al ser hija de la mujer que más ama en el mundo, y también un milagro que Emily tuviera a Cassie, razón por la cual es consentida.

Y Dios, si él viera esto va a matarme, cortarme lo que me cuelga entre las piernas.

Si bien me quería como un hijo y no ponía en duda su afecto de tío casi como un padre hacía a mí, Cassie era por así decirlo, la niñita de sus ojos.

Para todos en general, incluso yo era víctima de eso.

—Justin...—Cassie me observó expectante, con sus típicos ojos llorosos y manipuladores de cachorro.

Esta chica...pobre del novio que tenga.

No saldrá vivo de esta jauría de lobos que tiene por familia, pero aún peor, mi querida prima pelirroja lo pondría patas arriba si quedaba a su merced.

Cassandra Müller, es una belleza mortal, peligrosa, podía manipularte y tu ni enterado, yo soy la prueba viva de ello. Ella es la hermana menor que nunca tuve, viéndolo desde otro punto de vista, es mi prima y hermana. Crecimos juntos, por ende, el afecto es indudable en nuestros corazones, ella me ve como su hermano y yo, aunque jamás se lo digo frecuente, la veo igual.

Pero no, no podía dejarla hacer lo que quisiera conmigo ahora. Si cedía, ella seguiría haciendo desmadres en la mansión y por si no fuera poco, ella me llevaría directo al matadero o más bien, contribuir a castrarme.

—Por favor, Justin —Ella miro el suelo triste y desolada—. Justin, por favor, te prometo que será la última vez —rogo, volviendo su vista a mí.

Sus hermosos ojos esmeraldas me pedían a gritos que no dijera nada, que le ayude. Sentía que debía mantenerlo en secreto, pero eso la dejaría lograr estar ilesa.

—Cassie yo.. —busque maneras de negarme.

—Por favor —rogo, por último, cristalizando sus ojos—. Prometo presentarte a cada una de mis amigas interesadas —Jugo la carta de oro a su favor―. Varias de ellas me han pedido conocerte, ¿sí?

—No va funcionar —aclare desde ya con el menor interés en sus amigas.

—Voy a cubrirte cuando salgas sin decirle a mis tíos —Al ver mi negación, mejoró la oferta aún más—. Además, te cubriré cuando quieras salir con amigos, o no, mejor aún, seré tus ojos y oídos cuando quieras saber algo —se apresuró a decir, con la mejor propuesta a mí.

—No va funcionar, ya te dije.

—Por favor, Justin, haré cualquier cosa, solo dime... —la interrumpí poniendo una mano como señal para que se detuviera.

—No —me negué firme.

—¡Vamos! ¡Dime que quieres de mí! —exclamo desesperada.

Que bien, ahora ya se está dando cuenta de lo grave que es la situación.

«Sacare utilidad de su disposición».

—¿De ti? —Me cruce de brazos con una sonrisa, atento a cada una de sus palabras imprevisibles.

—Sí, de mí —concretó.

Viendo que ahora sí se toma enserio el hecho de que acaba de causar un caos y desastre en la mansión, que nos van a matar si se enteran, estoy seguro que Cassie cumplirá su promesa sin importar que. No me interesan sus propuestas y siguen sin interesarme, se me ocurrió la idea de hacerla sufrir y al mismo tiempo sacarle ventaja al máximo.

Así dejara ella de hacer cosas tan problemáticas con este pequeño susto, es como matar dos pájaros de un tiro.

Lo pensé de nuevo, pero... ¿Podría esta bruja pelirroja beneficiarme en el futuro incierto?

Uhmnn...sí, en algún momento crucial seria de ayuda, las posibilidades son múltiples.

Me daba algo de inseguridad lo que pasaría si hacía mal las cosas, antes incluso acercarme a esa castaña con reflejos cobrizos malhumorada equivaldría a peleas sin fin de su parte y posibles golpes ¿Podría mi prima llegar a ser útil con respecto a....eso?

¿Cassie sería capaz de ayudarme a estar a su lado? ¿De saber qué hacer para acercarme?

O, aunque sea, servir como una especie de as bajo la manga, ya que, si se hacían amigas, yo obtendría más oportunidades de interactuar con ella sin que me ignore.

«Tienes una misión y un objetivo en mente que ejecuar» me reitere suspicaz.

—¿Te harías amiga de alguien? —Fui directo al grano.

—¿Qué dijiste? —Pestañeo varias veces sin encajar las piezas.

Suspiré, esto no resultaría sencillo —Lo que escuchaste.

—¿Qué? ¿De quién me haría amiga? ¿Por qué? —preguntaba sin respirar.

—¿No dijiste que ibas hacer lo que sea? —me defendí, esquivando el interrogatorio.

—Sí, pero..

—Entonces no hay más que preguntar. —Me encogí de hombros y pasé por su lado abandonándola atrás.

Por su cara pasmada supe que Cassie estaba en schok, y sí, mi petición es extraña.

Pero que importa, lo que verdaderamente viene al caso es si pude utilizar muy bien esto y sacarle provecho, ¿no?

Y yo, en conclusión, lo consegui.

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