30
—Abigail y yo nos acostamos —revela de golpe como si nada y me ahogo al darle un trago al vaso qué me había dado de refresco. Por suerte, logro resolver ese pequeño problema y
—¿Qué mierda? ¿Cuándo fue eso? —pregunto disparado, este me ve impasible desde su lugar. Ambos estamos apoyados en el balcón que da vista a la playa, los chicos se habían ido a la tienda a comprar ciertos alimentos y chucherías, ya que nos estamos quedando en la casa de playa de la familia Frederick, así que supongo que por este motivo, Jake, decidió revelarme esto primero—. ¡Carajo! ¿Y por qué no nos habías dicho nada?
—¿Por qué tenía que decirles? —me cuestiona como si fuera ridículo.
—¿Cómo que por qué? —increpo—. ¡Ahora Bruce me debe cien dólares!
—Espera... ¿Ustedes habían apostado también por eso? —Su entrecejo se hunde, confundido, y yo me limito a encogerme de hombros.
—Oye, yo estaba de tu lado y a mí no me culpes —le hago ver—. Bruce había dicho que parecías un maldito monje al borde de alcanzar la máxima iluminación, a lo cual yo había dicho que era imposible que en todo este tiempo no hayas follado, porque vamos, que alguien sea reservado con eso no quiere decir que este en celibato perpetuo —le cuento y este pone los ojos en blanco.
—Todos ustedes son unos imbéciles.
—Gracias por el cumplido —decido ignorar su insulto, para centrarme en el problema que tiene—. ¿Entonces? ¿Hicieron como si nada hubiera pasado?
—Así es. —afirma.
—Entonces, ¿Por qué están enojados con el otro? Si te sirve de algo tengo mucha experiencia en la materia —dije sin pensarlo mucho y este se ríe frenético, desmoronando su faceta de poker qué mantiene las veinticuatro horas y, aunque sea a costa mía la burla, ver a mi mejor amigo libre de tensión por un rato me relaja.
—Si tu experiencia me va hacer quedar en la friendzone como tú, pues gracias, no lo quiero —dijo limpiándose una lágrima producto de la risa.
—No estoy en la friendzone. —Me cruzo de brazos y este niega divertido.
—Lo estas —refuta y me quedo en silencio—. Nunca había dicho nada porque creí que meter mis narices en tus asuntos como el resto no es mi problema, pero observo que ambos están en ese punto muerto del cual los dos no se atreven a dar el primer paso por miedo —finaliza y yo bufo porque casi dio en el blanco, excepto que ya las cosas empezaron a moverse.
—Hablé con ella y dijo que no quería nada por el tema de Sabrina —le relato, pero, pienso sobre ello tomando en cuenta lo sucedido hace unos tres días atrás—. No quiero una relación pasajera, si ese fuera el objetivo no estaría así.
—Resuelve eso entonces —contesta y me lanza una bolsa de frituras qué saca de una mesa dentro de la habitación de él—. Sé ese hombre que ella quiere y que necesita darle seguridad y estabilidad, yo siempre... eh, aunque suene cursi te he admirado porque no sería capaz de llevar la vida que tú tienes y menos balancear todo con la edad que tenemos, pero los temas sentimentales y amorosos no parecen ser tu fuerte —expresa destilando tanta sinceridad en su mirada castaña, que no hago más que asentir y escuchar, Jake es el más calificado para este tipo de conversaciones porque no se va por las ramas ni lo endulza, él es crudo y no se guarda nada—. Iris solo esta asustada de que termines comportándote como un patán con ella, es normal que sienta esa inseguridad —dijo con seriedad y asiento.
—No me comportaré así. —aseguro.
—Sé que no, pero ella no lo sabe —Pasa su mano por su cara como si se sintiera frustrado—. Mi caso con Abigail es distinto, la alejé y ella a mí aun más o así lo veo yo —se apresura en decir, como si el tema le quemara en el pecho.
—¿Cómo?
—Después de acostarnos ella me pidió llevar todo normal porque ambos estábamos borrachos en ese momento, el punto es que... no pude, bueno, no pudimos fingir eso y pues empecé a acercarme a ella, al inicio discutíamos mucho por idioteces pero nos llevábamos muy bien, pensé que íbamos a algo hasta que la vi besándose con un tipo cualquiera en una fiesta.
—Oh vaya... —No encuentro las palabras correctas para decirle, porque después de todo, yo le entendía. Años atrás estuve en una situación parecida, pero no con ese desenlace.
—No te voy a mentir, me sentía furioso y no pude aguantarme todo eso, por lo que hice lo mismo en esa maldita fiesta, me enrolle con una morena cualquiera —relata y un bufido amargo sale de sus labios—. Al día siguiente ella y yo discutimos, Abigail me aseguró que yo le había hecho lo mismo y que no podía culparla, pero yo no había hecho nada —Su entrecejo se hundió recordando aquella pelea—. Acordamos volver a empezar las cosas, pero ese tipo volvió aparecer de la nada y lo que me molesta es que ella parece confundida sobre a quien elegir o al menos eso note.
—¿Volvió a reencontrarse con el tipo de la fiesta? —pregunto sorprendido.
—Después descubrí que es su ex —agrega haciéndolo sonar aun peor y empiezo a entender porque Jake lo mantuvo en secreto—. Me siento patético porque parece que soy una maldita segunda opción para ella y se atreve a enojarse porque me acosté con otra chica —confiesa ahora mirándome—. Cuando ella me confundió, me hizo creer que había algo entre nosotros y mantuvo en secreto lo de su ex.
—Creo que es mejor no involucrarte más con ella hasta que sepa lo que quiere —comento siendo honesto y este ve a la nada, muy pensativo—. Si tú eres lo que ella quiere va a buscarte para aclarar las cosas y si no lo eres, pues mejor porque así ya te alejaste de esa situación.
—Suena sencillo —dijo meditando lo que le había dicho—, pero se me hace irritable que las cosas hayan terminado así y, no lo sé, ¿tal vez yo tenga algo de culpa? He estado pensando en eso por días y no he conseguido formular una respuesta.
—Pues te acostaste impulsivamente con una tipa que ni conoces, yo tú voy a chequearme —le recomiendo—. Actuaste por impulso, algo que no sueles hacer.
—Estoy sano —se apresura en refutar y reí por lo bajo al verlo crispado—. Lo estoy, ¿captas? No tengo ninguna enfermedad de transmisión sexual y no soy tan idiota para hacerlo sin condon, podré estar muriéndome por meterla pero no quiero críos y menos una ETS —recalca y no digo nada.
De repente, escucho un estruendo y ambos miramos hacia la puerta qué se encuentra abierta, Bruce esta al frente de nosotros con una expresión sorprendida y, a su lado, están Drake y Mike, el cual este último tenía demasiado tiempo sin ver.
—¡Hijos de puta! —nos insulta a ambos, Bruce, con aún bolsas llenas de comida nos señala vagamente con el dedo—. ¡Estaban chismeando sin mí! ¡¿Cómo se atreven?! —exclama indignado.
—¿Escucharon a escondidas? —les pregunto y estos no me contestan.
—Déjalo —dijo Jake calmado—. De una u otra forma se iban a enterar si no les decía —agrega y yo le veo con una ceja enarcada—. Seré directo, me involucré con Abigail, ¿bien? Todos tenían razón y no quise contarles nada hasta ahora porque desconocía como terminaría dicha interacción entre ambos.
La mayoría se muestra sorprendido, pero nos arreglamos para acomodarnos en la habitación de Jake para hablar y así nos embarcamos en una conversación sobre el tema, que va escalando en nuestros problemas personales de cada uno. Cuando Drake hace la pregunta del millón sobre Iris y yo, sé que no puedo evitarla porque todos me miran con interés, así que opto por sincerarme sin ahondar mucho.
—Sé que suena estúpido, pero espere mucho tiempo por ella. ¿Crees que me va afectar esperar un poco más? Pues no, necesito que ella me desee pero también que tenga sentimientos por mí —me defiendo ante los chicos, quiénes como los chismosos que son, me habían arrastrado a una reunión a la casa de Jake.
—Suenas como un loquito del centro —me acusa Bruce sentado en el sofá, a su lado está Mike viendo su teléfono, quién después de meses sin verle nos dio la sorpresa de visitar la ciudad otra vez.
—A mí se me hace muy tonto, solo es sexo —comenta Drake rascándose la nuca un poco confundido—. Aunque entiendo eso de que dices que no todo en una relación puede basarse en eso.
—¿Qué hablas? Si esa es la mejor parte de estar en una relación —se queja Bruce en medio de un bufido y Jake pone los ojos en blanco al escucharlo, a diferencia del resto él se mantiene callado—. Yo en mi puta vida estaría con alguien que aun no me he tirado, me interesaría saber la compatibilidad entre nuestros cuerpos primero y es que imagínate que no haya nada de química en esa área, sería como crucificar a mi pobre polla en vida, no, más bien sería como hacerle santa sepultura —finaliza haciendo una mueca como si eso fuese lo peor que pudiera pasarle.
—Pues le enseñas, genio —inquirió Mike y este niega estando en total desacuerdo.
«No por nada Bruce se tiro a la profesora, tiene gustos muy... pecualiares» pienso en silencio, y lo analizo entendiendo que simplemente él está reflejando sus gustos en los demás.
—No todo es sexo, Bruce —discrepo cruzado de brazos, mis ojos viajan por todos mis amigos, los cuáles tienen diferentes reacciones ante mis palabras decisivas. A ellos aun les impresiona que haya dejado ese patrón atrás.
—No puedo creer que uno de los más mujeriegos del grupo diga algo como esto —murmura Mike, por fin, quitando la vista de la pantalla de su teléfono y sus ojos azules me enfocan curiosos, llenos de intriga por mi actitud qué al parecer se le hacía novedosa.
—Desde el principio se me hizo raro cuando había dicho que no se iba a tirar a Sabrina, resulta que quería guardarse como novia de pueblo a su crush —expresa de nuevo el único rubio del grupo en un tono burlesco que no me pasa desapercibido—. Pareciera que le hicieron el amarre de agua de calzón —se mofa divertido con el asunto. No digo nada, pero en parte "ese" amarre ya se había hecho desde muchos años atrás, antes de siquiera tener el privilegio de estar entre sus piernas.
—Exceptuando su castidad, claro, tiene de todo menos pureza —interviene por primera vez, Jake. Este en especial abre una bolsa de frituras qué decide compartir con el resto y se quita sus lentes para recostarse en el sofá más a gusto.
—Esto es tan... raro, por lo menos tú, Bruce, espero que cuando decidas sentar cabeza nos avises con anticipación, así no nos enteramos a lo último —le pide Drake y el rubio hace un gesto de rechazo a la mera idea de tener novia.
—¿Qué clase mierda están diciendo? No pienso dejar mis andanzas por una vagina todavía, no voy a encadenarme así en los mejores años de mi vida —exclama indignado y ruedo los ojos ante su exagerado drama. A diferencia de Bruce, yo no le tengo miedo al compromiso, no es algo que me asuste, en realidad; me da miedo es enfrentarme al rechazo, por eso tenía la urgencia de hacer todo bien.
—Basta, ustedes sabían desde el principio que ella me gusta, no debería ser sorpresa —les reclamo llamando su atención.
—Claro que lo sabíamos, hasta el perro de la esquina lo sabe menos ella, es ridículo no lo sepa aún, pero no voy a cuestionar su ceguera —dijo Jake arrugando su entrecejo mientras el resto suelta risas casi imperceptibles.
—¿Por qué? —pregunto ahora apoyándome en una almohada del sofá, había rechazado comer frituras, así que vi como Bruce se comía mi parte bien a gusto.
—Porque no es culpa de ella no confiar en alguien con un historial como el de Justin, si yo fuera mujer y me llega un hombre con tales características yo dudaría mucho en creerle tales intenciones "románticas" —cuestiona y una sensación de culpabilidad emerge porque, bueno, no me arrepentía de casi nada en mi vida hasta ahora; pero debía admitir que el montón de relaciones tanto formal como informales que tuve a lo largo de todo este tiempo, fueron un poco turbulentas o con el objetivo de solo pasar el rato. Solo que algunas chicas se terminaban encaprichando, así que solía ser un problema lidiar con eso al final.
—Pues yo sí la cuestiono, ocupa que la refieran a un oftalmologo —señala Mike.
—¿Ven? Por eso es que no quise continuar así como Bruce —dije para que comprendieran mi punto—. Además, no quiero que todo se remonte a encuentros físicos.
—Vaya, por eso caíste en la abstinencia —apunta este metiéndose una fritura en la boca, Bruce me ve aún así escéptica por lo "tan lejos" qué llegué por ella. El reservar mis interacciones con las chicas incluso para el sexo casual le parecía irreal.
—Chicos, no hablen todos al mismo tiempo, pierdo el hilo del chisme —Suspira el moreno tratando de comprender, el tiempo lejos que estuvo de aquí sucedieron tantos hechos que Mike apenas y puede procesar todo.
—Bien, lo que estoy tratando de decir es que no quiero tener ese tipo de interacciones con ella, porque sería darle a entender que estuve detrás de ella porque solo quería eso —me explico breve y conciso sin decir ningún detalle. Ellos no sabían lo que había pasado el día anterior esa madrugada con Iris, pero, al ser mis mejores amigos intuían que algo había pasado, así que solo me remonte a hablar de que habíamos progresado y que quería que nuestra relación no sea física, sino también emocional.
Aun así, no puedo dispersar mi mente y destellos de ese momento sexual vinieron a mí donde ella estaba perdida en lo nuestro, su largo cabello tendido en la grama y su piel derritiéndose en mis manos producto de los vestigios del placer. Después de todo eso, la ayudé a volver a casa, aunque ella se negó rotundamente a que la lleve y tuvimos que contactar a su hermana menor para que la ayudara a ingresar con éxito a su habitación sin inconvenientes.
—Pues si tanto te preocupa que solo piense eso, entonces invítala formalmente a salir en citas y ya, no te compliques tanto —agrega como si nada, Jake—. Sé el hombre que ella espera de ti.
—Pues eso iba hacer —le afirmo con seriedad—. Haré hasta lo imposible porque todo salga bien.
—¿Y ya? ¿Esa es toda tu preocupación? —farfulla otra vez el rubio.
—Que sí, hombre, no soy tan idiota para no saber que ya es momento de iniciar el cortejo y si da resultados pedirle que sea mi novia —manifiesto pasando una mano por mi cara con hastío.
—¿Qué harás si se niega? —cuestiona de la nada Bruce, todos se quedan en un silencio sepulcral por su pregunta repentina. Tanto Drake como Jake lo ven como si quisieran matarlo por su bocota.
—Oye, Bruce, no seas tan rústico con él, no le ha invitado a un sitio todavía y ya le estas metiendo miedos —argumenta Mike viéndome de reojo, como si sintiera curiosidad por lo que siento.
—Es una realidad, no podemos ignorar eso —saca a relucir restando importante, aunque sus ojos me enfocan y en ellos puedo ver lejos de toda su impertinencia habitual preocupación por el tema—. Iris es una amiga que apreciamos bastante, pero, tú también eres nuestro mejor amigo y por eso quiero saber que podríamos hacer ante esa posibilidad —termina por decir y yo lo pienso por unos segundos.
—Pues... nada, no habría más, eso es todo —contesto áspero, esa mínima probabilidad me disgusta porque me quita el ánimo.
—¿Ves? Ya lo desanimaste, estúpido —Drake le da un codazo a Bruce y este se queja mientras se aleja. Todos nos vemos mutuamente con incomodidad y, aunque la intención en las palabras de Bruce es entendible, nadie había pensado y hablado sobre eso como ahora.
—Oye, no creo que eso suceda, pero si llegase a pasar te estaríamos apoyando para que puedas olvidar lo más rápido posible eso —dijo Jake en un tono sereno, para disipar la tensión.
—Gracias, supongo —dije sin más, no sabiendo que agregar al respecto.
—Que malos son, de verdad —recalca Drake y esta vez el rubio no se aguanta en defenderse.
—¡Tú también lo pensaste! —exclama ante el castaño y este reniega de tal cosa.
—Pero al menos yo no lo dije en voz alta, o sea, no soy tan desconsiderado como ustedes —los acusa.
—Era un tema que debíamos hablar en algún momento, ¿no? Estar entre una relación con dos de nuestros amigos es complicado porque si algo sale mal podría dividirnos y no quiero eso —puntualiza yendo directo al grano—. Por eso es que les dije que no me gustaría que anduvieran con las chicas, pero no, ustedes no pudieron mantener sus pollas en los pantalones —protesta.
—El burro hablando de orejas —En cada palabra, se denota el sarcasmo—. ¡Sí tú eres el más mujeriego de todos nosotros! Más bien, es un milagro que no haya pasado nada raro —objeta molesto.
—No me hagas reír, Drake —dijo sin contenerse—. Sí, es cierto que adoro mi vida de libertinaje pero yo nunca las vi así, yo siempre supe la diferencia entre amigas y las que no lo son. Puedo entender esto de Justin, quién ha estado detrás de la falda de Iris desde que somos unos putos mocosos, pero el hecho de que ustedes dos la hayan cagado no es otra cosa, no dije un carajo porque es su problema a quién se tiran y a quién no, ¡Pero me frustra el hecho de que jodan al grupo con esto! Tú, Drake, eres un maldito simp de Emma y a ella le importas una mierda, esta muy ocupada detrás de la polla de Campbell como para siquiera pensar que tú existes como algo más que un amigo.
»Y tú, Jake, debo decir que fue un golpe bajo confirmar mis sospechas de esa forma, porque vamos, soy un idiota pero no estoy ciego, ¿entiendes? Sé lo suficiente para ver cuando le tienes ganas a alguien —filtro en un tono sarcástico lo último y hace guiños con los dedos.
—No es tu...
—¿Qué no es mi problema? —lo interrumpe—. Pues no, ¡No es mi puto problema! Pero sí que lo es cuando incomodan a todos con sus problemas sentimentales, seamos realistas, Abigail se comió a su ex en tu cara. ¿Qué clase de oportunidades tienes tú? —le echa en cara y el rostro compungido de Jake me demuestra que le afectó lo que dijo Bruce.
—Bruce, estas yendo muy lejos —intervengo al notar como las caras de los enunciados se convierten en unas molestas y temo que la discusión escale a un problema mayor.
—¿Y qué? A diferencia de ustedes, yo si sé tener amigas —espeta y eso fue suficiente para que los tres discutieran, excepto Mike y yo que nos mantuvimos al margen del asunto.
—Gracias a Dios que Danna no me presta atención, no me contemplo en una situación como la de Justin —rebatió con el entrecejo hundido y suspiro ante la pelea de gallos qué se formó, pero aquella mención me descolocó por completo.
—Espera, ¿Tú y... Danna? —pregunto boquiabierto y, debido a mi sorpresa, todos se callan de inmediato al darse cuenta de aquella confesión. Tanto como Bruce, Drake, Jake y y nos vemos conmocionados.
—Sí, tuvimos algo si se podría decir así el tiempo que estuve en navidad —confiesa dejándonos pasmados, porque con esto ahora sería todo el grupo que esta involucrado.
—¡No nos contaste nada! En serio, los odio por ser unos cerrados de mierda —exclama Bruce, mientras pasa su mano por su cabello irritado.
—Deja de ser tan grosero, Bruce —le pide en suplicio Jake.
—Me importa un carajo —zanja de una sola vez–. Puedo dejar pasar muchas cosas, pero no que se traguen semejante chisme en potencia —comenta interesado en lo que tenía por decir Mike.
—¿Y entonces? ¿Por qué terminó todo? —indaga Drake, este esta un poco más calmado.
—¿De verdad preguntas? Es mi hermanastra, Drake —inquiere erguido en el sofá, pensando en sus palabras—. Según ella, no se ve en una relación tan problemática cuando incluso estoy en la universidad, y en un condado lejos de este —explica sin ahondar mucho en ello.
—La puedo entender, una relación a distancia y con tu hermanastro no se ve una opción muy atractiva que digamos —dijo levantándose del sofá, observo como Jake se coloca de nuevo sus lentes y decide abrir más la ventana al balcón.
—Exacto, o sea, no les niego que ella me atrae y mucho, pero, reconozco que no puedo ofrecerle lo que ella se merece a su edad. Porque aparte de que estudio lejos y soy su hermanastro, no estamos en la misma página de vida, lo mejor es dejarla ir —se explaya y todos le damos la razón, porque una relación así es muy complicada de sobrellevar.
—Quiero tu madurez, en serio, si alguien me gusta no podría dejarle irse así de mi vida —Mike observa al rubio al escuchar decir eso, ya que hace un momento estaba sumamente irritado.
—Si quieres madurar pues deja de hacer el ridículo —estipula Jake regresando a sentarse en el sofá.
—Jamás, me niego, me rehúso —dramatiza haciendo que la mayoría lo veamos incrédulos—. Eso va contra mis derechos de vida —agrega firme.
—Espera un momento. ¿Entonces ahora todos tenemos una especie de situación especial con alguna chica del grupo? —dije perplejo.
—Mierda, ¡Mierda! No había caído en cuenta en eso. ¿Cómo algo así pasó? Excepto Bruce, la mayoría está con alguna del grupo —recalca Jake.
—Justin e Iris, Drake y Emma, Jake y Abigail, para terminar de cagarla están Mike y Danna —musita Bruce con el entrecejo fruncido, no muy contento con el hecho.
—Solo quedarían Bruce y Melissa —determina Drake y todos le miramos expectantes.
—Por favor, dinos que no mentiste con eso de ser mujeriego porque si no es así...
—No, yo no tengo nada con nadie porque no soy como ustedes —dijo en descontento—. Yo no me fijo en mis supuestas "amigas" o en mi propia hermanastra —señala desde su asiento como si fuera un juez de estrado.
—Esto es sorprendente, no creí que todos terminaríamos así —susurro impactado.
—Excepto Justin, los demás estamos jodidos —Resopla recostado Drake y revuelve su cabello con una mano ansioso, después decide tomar un trago de Whisky sin miramientos—. Es una mierda...
—Pues no se si alegrarme o tener preocupación —agrego a la conversación.
—Alégrate, a diferencia de nosotros tú tienes muchísima más oportunidad que cualquiera de nosotros juntos —Drake le cede la botella a Jake y le da un trago, por un momento esto me recordó a los típicos escenarios donde se hacen círculos para desahogar sus penas, solo que esto no es un retiro ni alcohólicos anónimos.
—Que deprimente suena esto, Jake —Esta vez Bruce se muestra condolente con la situación.
—Es la cruel realidad, Bruce —La dureza en su voz es palpable y puedo entrever que le afecta y mucho—. Emma no quiere nada conmigo por estar detrás de ese imbécil, Mike no puede meterse porque es su hermanastra y Jake no quiere saber más nada de Abigail, después de que esta se mostró confundida —argumenta estoico—. En conclusión, el único con un chance real es Justin —termina por concluir y el silencio se vuelve a restaurar debido a las palabras de Drake.
Veo como a mi lado Bruce se ve nervioso, tal vez sentía remordimiento ahora por ser tan duro con los chicos, aunque no lo diga por este momento, sé que se disculpará porque su actitud impulsiva a veces le lleva a ser un bocazas, más de lo necesario para el gusto de algunos. Una de sus principales virtudes es su honestidad, es nuestro mejor amigo porque más allá de pasarla bien por ratos, es de esos amigos que jamás te abandona y busca ayudarte así sea dándote un golpe de realidad. Si bien también su crudeza es un defecto, él no miente ni intenta ser hipócrita con nosotros.
—Lo siento.
—Esa disculpa fue más rápida de lo que pensé —contesta Mike y los demás reímos bajo, al final este también se ríe ante su propia disculpa.
—No quiero perder a mis amigas —se desahoga alternando la mirada en cada uno—. Voy a parecer un marica, pero son mi único grupo de amigos. Salíamos todos juntos y la pasábamos bien, pero de un tiempo para acá después del campamento, ahora somos solo nosotros y es evidente el porqué... ninguno quiere cruzarse debido a sus problemas entre ustedes, y eso va a causar que una amistad que llevamos de años se arruine de un día para otro —finiquita por fin, con un semblante serio.
—No las vas a perder, Bruce —se apresura en decir Jake.
—Claro que sí, porque... carajo, en cada salida todo será incómodo por sus putos problemas personales, no es difícil deducir eso, poco a poco nos iremos distanciando... hasta que nos dejemos de hablar —Un suspiro bochornoso escapa de sus labios y decide continuar—, nunca quise eso, nos conocemos desde que somos críos y es triste que por una calentura terminemos así.
—Joder, ahora me siento mal —declara Drake decaído—. Yo no quise esto, Bruce —se sincera.
—Estas mierdas sentimentales no me van —aclara y pone mala cara ante ello—. Y maldita sea, sé que soné como una mujer histérica con su período —bromea con ligereza.
—Las chicas dirían que suenas como un puto misógino —añado recordándole eso.
—Iris diría que soy un hombre promedio siendo hombre —Todos reímos al unísono y este pone sus brazos detrás de su cabeza para apoyarse—. Y después yo le diría que se vaya a la cocina como broma.
—Prometo solucionar mi problema con Abigail —dijo de repente Jake, determinado en eso. Nadie dijo nada al respecto, y así el problema terminó, pasando en otros temas de conversación.
(...)
—Bruce es un idiota —recalca cuando nos encontramos alejados del resto un momento en la sala del comedor—. Pero de esos que te caen bien mientras mantenga la boca cerrada —concluye.
—Claro...
—Sabes que él no lo dijo en serio, ¿no? —dijo y me siento delatado en mis pensamientos más profundos—. Lo conoces, a veces hace comentarios de mierda y fuera de lugar, pero en el fondo se preocupa por cada uno a su manera —menciona viéndome fijamente, brindando seguridad en lo que dice—. Aunque intente corregirlo siempre dice lo que quiere, no se puede evitar —Suspira cansino y me reí.
—Jake, no eres su padre —dije a media sonrisa, porque aquella actitud de Jake en "corregir" siempre se me hacía rara, es como si estuviéramos con un anciano—. Entiendo que te preocupes, pero créeme que lo que dijo Bruce también es una posible realidad.
—Pues sí —acepta sopesando mis palabras—, solo que habían mejores formas de abordar el tema, eso es todo —acopla en otro suspiro—. Nos dijo verdades sin ningún tipo de tacto a todos, no sé si agradecer el choque de realidad o decirle que habían mejores maneras de comunicarlo.
—Tal vez, en parte, es lo que necesitamos para despertar —ahondo pensativo sobre ello, mientras organizo los platos para cenar en la mesa del comedor. Observar a mi alrededor es un hábito inherente en mí, pero no está demás que alguien me de su opinión desde su perspectiva como externo de la situación; y si bien amo la calma que podía obtener de Iris en mi propio tormento por el día a día de mi vida, no puedo ignorar los peligros que podrían acechar con un solo error de mi parte. Es agotador, por no decir asfixiante.
Balancear mi vida cotidiana con el trabajo de mis padres se había convertido en un reto difícil de cumplir.
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