Para ser sincero... desde que nací, no hubo al menos un sólo momento en mi vida en el que me haya enorgullecido de mí mismo.

Siempre carecí de amor propio, y no porque no haya intentado verme de otra forma, de hecho. Pero a medida que fuí creciendo, madurando, entendiendo cómo funciona el mundo... me dí cuenta que ese sentimiento no está hecho para todos.

Y que va más allá de simplemente sentirte satisfecho con tu físico, por cómo te ves, por cómo te vestiste en ese día.

Siempre me pregunté, si yo no era capaz de aceptarme a mí mismo... ¿cómo es posible que existiera alguien que si lo hiciera?

¿A quién le gustaría alguien cómo yo?

¿A quién le gustaría este desastre?

Y a lo largo de mi vida... he tenido que ver cómo el mundo ha jugado en mi contra.

Hubieron sucesos de los que nunca podré recuperarme realmente. Momentos de mi vida que se quedarán impregnados en mi mente y en mi corazón cómo cicatrices que no desaparecerán ni aunque muera y vuelva a nacer.

" — ¿Por qué no sólo te largas y ya? Nos harías un favor a todos si tan sólo desaparecieras de nuestras vidas de una puta vez."

" —Ya no me gustas, Jake. Tú no estás a mi nivel, nunca lo estuviste y yo ya no quiero fingir amar a alguien... cómo tú."

" —Y llevaré a Riki conmigo."

" —No hay día que odie más que ese en el que Heeseung llegó a nuestra casa y dijo que estaba saliendo contigo. (...) ¿Será por tu físico? ¿Te considera lindo? Entonces te destruiré hasta que ya no tengas un rostro."

Pasé la mayor parte de mi adolescencia sólo y culpándome diariamente por ser cómo soy. ¿Por qué no puedo ser cómo los demás chicos? ¿Si voy a servir sólo para tener hijos entonces por qué no puedo ser tan lindo cómo una chica? ¿Qué tengo de malo? ¿Por qué de todas las personas, yo?

Incluso cuándo fuí feliz al lado de la persona que más amaba, los pensamientos negativos seguían atormentando mi mente, esperando el momento en el que él me dejara, rompiendo uno por uno cada uno de los trozos que él se había esforzado tanto por volver a juntar.

No importaba si era el Jake Shim renovado o el destrozado, a diario seguía preguntándome lo mismo.

¿Por qué?

¿Por qué yo, Heeseung? ¿Qué viste en mí? ¿Qué tengo yo que no tienen todas esas chicas que se te acercan en el almuerzo o te animan en tus partidos de basketball? ¿Qué soy yo al lado de ellas?

Siempre creí que las preguntas en mi mente nunca recibirían una respuesta y que todo estaría bien si me guardaba todo para mí mismo.

Pero tarde o temprano esas inseguridades desataron un huracán en nuestras vidas.

Y cómo en toda historia mal contada, tú fuiste el villano.

O al menos eso creí, y fue eso lo que me llevó a cometer errores que hasta día de hoy tampoco dejan de atormentarme.

" —¡No, tú no lo sientes! ¡No sientes lo que es que tu novio te ignore de esta forma y te haga sentir abandonado durante cada minuto de tu miserable v-vida! ¡No lo sabes, Heeseung! ¡No sabes lo que es morirte de dolor por culpa de este niño y que los doctores te sigan diciendo que es completamente normal! "

"—¡L-lo siento, Riki...! ¡Lo siento tanto, bebé! Yo no quería... que esto terminara así..."

"—Aunque extrañe mucho a Ni-ki y muera por verlo... una parte de mí se siente asustada por regresar y que el me odie. (...) Estoy seguro de que está viviendo bien sin mí."

"—Papá está pidiendo ayuda en silencio.
—¡YO LO ESTUVE HACIENDO HACE AÑOS Y ¿DÓNDE ESTUVO ÉL?! "

Creí durante mucho tiempo que era el único que sufría.

Pensé que de los tres, yo fuí quién la pasó peor.

Creí durante años que Heeseung y Riki estarían bien sin mí.

Creí que no me necesitaban, y que estaban viviendo una cómoda y feliz vida sin mí junto a ellos.

Pero otra vez, estaba tan equivocado.

A diario me pregunto, ¿hay algo que pude haber hecho para evitar todo esto? Si no hubiera minimizado los sentimientos de las personas a mi al rededor, ¿las cosas habrían sido diferentes?

Aprendí.
Y lo hice de la peor forma.

Sentía que en ningún lugar encajaba. Ya no sabía a dónde ir porque en ningún lado era bienvenido. En ningún lugar era realmente feliz.

Y nunca lo dije pero, ver a Heeseung luego de quince años me terminó de destruir por completo. Ni siquiera el reencuentro con Ni-ki hizo que me sintiera mejor, porque cuándo lo veía, cuándo veía a los ojos a la persona que más amé en el mundo... sentí que morí.

Miraba en Heeseung todo lo que hicimos, todos nuestros momentos. Todo por lo que me esforcé tanto en olvidar, en dejar atrás. Cuándo lo miraba, me miraba a mí quince años atrás, tan indefenso, tan miserable, tan... inservible. Tan frágil. Alguien que no podía valerse por sí mismo, porque en cuánto una persona había llegado a amarme, me encapriché tanto que luego no lo quería dejar ir.

Porque no sólo lloré por haber soltado a mi hijo.

También sufrí, me amargué y lloré cómo desquiciado por haber perdido al amor de mi vida.

Porque tener un final feliz a tú lado es lo que más deseé.

El día que me contaste todo lo que sufriste y cómo todo eso te llevó a alejarte de mí, ese día quedó marcado en mi corazón cómo el día en el que más me decepcioné de mí mismo.

Me sentí tan ciego, tan inútil, tan... mal novio, el peor de todos. Aún me cuesta creer cómo pudiste soportar todo el dolor, la decepción, los comentarios hirientes no sólo de tu madre sino también de mí. Mi corazón se aprieta al recordar eso, y una ira inmensa recorre mi cuerpo porque me odio. Odio a mi yo adolescente que no pudo hacer nada por tí porque estaba ocupado culpándote, hiriéndote... pero también detesto a mi yo de ahora que vivió odiándote todo este tiempo por algo que nunca mereciste.

Siempre era yo al que debías cuidar. Siempre era yo al que debías hacer sonreír, al que debías consolar. Siempre debías escucharme a mí. Siempre era yo, yo, yo y yo.

Pero nunca fuiste tú.

Nunca pensé en preguntarte un simple "¿cómo estás?" "¿cómo te sientes?" "¿dormiste bien?" "¿quieres hablar de eso?" "¿eres feliz?"

Heeseung... ¿eres feliz?

Incluso ahora sigo sin preguntártelo, y es por eso que me decepciono aún más de mí.

Debo aprender a escuchar, a estar a tu lado siempre que lo necesites y cuándo no, a consolarte cuándo tus ánimos estén por los suelos, a recordarte lo hermoso que te ves cuándo estás feliz.

Debo aprender a dar.
Porque ya recibí suficiente de tí.

Desde que nos conocimos viviste dándome amor. Me diste un futuro, esperanzas, me diste sueños, me diste un hombro en el que apoyarme, me diste una mano de la que asegurarme, me diste la luna y las estrellas en cada sonrisa que me dedicaste. Y me diste el mejor regalo que podría recibir.

Me diste un hermoso bebé.

Nuestro bebé Ni-ki.

Esa pequeña-gran personita que me hace querer vivir. Ese asombroso chico que nos volvió a unir, quién hizo esto posible.

Me diste una familia, un hogar.

El primer lugar en el mundo al que siento que realmente pertenezco.

Así que gracias.

Prometo mejorar. Se lo prometo a los dos.

O mejor dicho... a los tres.

—Piensas demasiado.

Jake sonrió y agachó la mirada. Llevaba viendo fijamente la ventana unos largos minutos, metido en sus pensamientos.

Sintió los brazos de Heeseung abrazándolo por detrás, rodeando su cintura y apoyándose sobre su hombro, admirándolo con sus grandes ojos. Acarició su pequeña panza de dos meses y medio con cariño.

—¿En qué piensas?— preguntó mediante susurros antes de dejar un beso en su cuello.

—Heeseung...— el mayor hizo un sonido afirmativo, escuchándolo —¿Eres feliz?

Entonces, Heeseung detuvo las caricias. Se permitió pensar un poco antes de voltear a Jake lentamente, quedando cara a cara. El rostro del mayor estaba tranquilo, sereno, y luego sonrió en grande. Besó sus labios con cariño antes de contestar sobre sus labios.

—Lo soy. Y es gracias a tí.

Jake suspiró, sintiéndose aliviado por su respuesta. Se pegó a su pecho y rodeó su cuerpo con sus brazos, sintiendo sus latidos.

—¿Y si te hubiera preguntado eso hace muchos años, cuándo... cuándo sufrías en silencio... habrías respondido lo mismo?

Heeseung elevó una de sus manos y acarició el cabello de su esposo. —Por supuesto.

—No mientas.

—No estoy mintiendo— hizo que se separara para que lo viera a los ojos —Incluso cuándo tenía la nariz y las costillas rotas, era el hombre más feliz por el simple hecho de tenerte a mi lado después de cada golpiza.

—¿Cómo?— preguntó con una mirada triste —¿Cómo pudiste serlo?

El nunca se había sentido feliz durante la adolescencia mientras sus padres lo despreciaban. Ni una sola sonrisa apareció en su rostro y ni siquiera podía dormir bien sin llorar, así que no entendía cómo alguien cómo Heeseung, que sufrió toda las formas de agresión posible, pudo ser feliz.

El no podría.

—Porque cuándo recordaba por qué lo hacía... por quién soportaba, todo se volvía diferente.

Acarició su mejilla con su pulgar lentamente. Pidiéndole a Jake con la mirada que no se preocupara por eso. No ahora que estaban juntos, en paz.

—Cuándo te fuiste... no sonreí ni una sola vez más que con Riki cuándo era un niño. Estaba sano, sí, y mi mamá ya no me golpeaba... pero no era feliz. Lo comprendí desde el principio. Cuándo te fuiste, te llevaste mi felicidad contigo.

—¿Tú no...? ¿No hubo nadie que te haya hecho feliz cuándo yo no estaba?

Él tuvo a Chan y Felix, y aunque al principio había sido algo reservado con ellos debido a su corazón roto, al final terminó confiándole hasta su vida a los dos australianos. Ellos le devolvieron la felicidad. Hicieron que fuera capaz de sobrellevar su sufrimiento.

—Riki— respondió de inmediato —Lo miraba y me recordaba a tí, así que una parte de mí se sentía feliz, aunque lo que más me abrumaba era la culpa, la tristeza y el arrepentimiento. Pero no hubo nadie que me hiciera feliz completamente, nadie más que tú. Y devolviste la felicidad a mi vida en cuánto regresaste a mis brazos. Así que si, Jake, soy muy feliz.

Selló lo dicho con un beso, uno cargado de mucho amor, cómo todos los que se habían dado desde que Jake era un simple chico de dieciséis años.

—¡¿Qué opinan de este?!

Ni-ki hizo que se separaran abruptamente sacándoles un susto. El menor se acercó a ellos mostrándoles un traje en su ipad, al parecer quería comprarlo.

—Es igual a los anteriores que nos mostraste— dijo Jake apretando su nariz.

—¡Claro que no! Esta es otra marca, y además, la corbata que usaré será negra.

—¿Por qué tanto esfuerzo por un baile?— dijo su padre frunciendo el ceño —Ni siquiera recuerdo qué usé en mi graduación.

—Yo sí. Te veías tan guapo con tu trajecito, mi vida— dijo Jake haciendo sonreír a Heeseung y ganándose un beso en los labios.

Ni-ki rascó su nuca. Claro que no le diría a sus padres que planeaba pedirle finalmente a Jungwon que sea su novio el día del baile de despedida de su escuela, el cuál sería en unos días más.

No, ni loco.

—Es que yo... he estado muy interesado en moda últimamente, ¿entienden?

Sus padres chocaron miradas y soltaron una risitas divertidas. Ni-ki rodó sus ojos y se dió la vuelta para regresar a su habitación pero Jake lo tomó del brazo.

—Hey, no te enojes~.— lo atrajo con fuerza poniéndolo entre los dos cuerpos, siendo abrazado por sus dos padres creando un pequeño nidito de amor.

—¿Harás tus propios desfiles de grande?— preguntó Heeseung, ganándose un golpe por parte de Jake. —La moda se te da bien. Creo que serías un gran modelo o diseñador.

—Y yo creo que con lo que sea que uses te verás guapo, Nini. ¿Desde cuándo nuestra opinión importa tanto? Si quieres usar ese, adelante, estoy seguro de que te verás bien.

Ni-ki sonrió tímido y agachó su cabeza.
—Gracias papás, los quiero.

—Y nosotros a tí, pequeño mocoso.— respondió Heeseung.

Pronto Ni-ki salió de la cocina y regresó a su temporal habitación, dejando a Heeseung y Jake solos nuevamente.

—Hablando de mocosos... ¿cuándo se lo diremos?— preguntó Heeseung, refiriéndose al bebé.

Jake suspiró y se dió la vuelta para tomar un vaso y servirse agua. —No lo sé, yo... prefiero estar completamente seguro y llegar al tercer mes. Está tan emocionado con ese baile que no quiero robarle la ilusión tan pronto.

Heeseung asintió estando de acuerdo. Jake bebió el agua y dejó el vaso sobre el fregadero, volteó y se encontró con la mirada de Heeseung sobre él.

—¿Cómo está Yeonjun, por cierto? ¿No ha llamado?— cambió de tema.

—Lo está sobrellevando mejor de lo que pensé. Ya ha tenido que hacerse cargo de LHS antes, pero esta es la primera vez que lo hace por tanto tiempo.— dijo junto a una risa —Si no ha llamado es porque está repleto de trabajo y no quiere admitir que me necesita.

Jake sonrió —Más vale que le des un bono después de esto.

—Le daré vacaciones. Necesita un descanso y... pasar tiempo con Soobin.— Jake asintió.

Yeonjun había quedado a cargo de LHS y las construcciones de Dark Moon y Red Moon mientras Heeseung iba de luna de miel junto a Jake y su pequeño dumpling, en nada más y nada menos que República Dominicana para visitar la isla que Jake tanto quería.

—Pero sé que las cosas están yendo bien gracias a Kazuha. Dice que Yeonjun ha hecho que la obra avance más rápido e incluso solucionó un problema que tenía con los bancos.

—Kazuha es buena.— dijo Jake, siendo abrazado por Heeseung nuevamente.

—Claro que lo es. Nunca creí que una simple pasante sería mucho más competente que la mitad de mis empleados y pasaría a ser mi asistente a tan corta edad.

—Incluso ayudó a Felix con algunas cosas de la boda, aún cuándo eso estaba fuera de su horario laboral.— le recordó, elevando la cabeza para verlo.

Heeseung asintió con una sonrisa, sintiéndose agradecido de tener en su equipo a alguien cómo Kazuha.

Jake suspiró con fuerza, viendo el amanecer desde su sitio. Giró su cabeza y se encontró con el cuerpo de su hijo echado sobre la manta en la arena durmiendo plácidamente apoyando su cabeza sobre sus piernas flexionadas.

Acarició su cabello con cariño, admirando su impecable rostro. Lee Riki se estaba convirtiendo en un guapo hombre.

Y el gran bebé celoso llegó a su lado, apoyándose sobre su hombro, buscando atención.

Jake rió —¿No tienes sueño, hyung?

Su esposo negó con los ojos cerrados y un pequeño puchero. Era de madrugada, probablemente entre las cinco o seis de la mañana, pero la familia Lee había decidido pasar la noche en la playa porque eso era lo que Jake le había pedido a Heeseung el otro día. Ver el amanecer desde una isla en el Caribe.

¿Y quién era Heeseung para negarse ante los deseos de su amado?

Heeseung estaba seguro de que si Jake lo llamaba rana el estaba dispuesto a saltar.

—Danielle...— murmuró medio dormido —Quiero que Danielle nazca ya, para darle muchos besitos y comprarle el mundo entero.

Jake volvió a reír —¿Ah, sí? ¿Y qué tal si aparece un chico o una chica que también le ofrezca el mundo?

Eso hizo que el mayor abriera los ojos de golpe.

—Silencio, eso no pasará. No vivirán para contarlo.

—Okay papá celoso, ¿y qué harás cuando diga su primera palabra y sea "papá"?

—Me pondré a llorar cómo desquiciado y le daré muchos besitos.

—¿Y si dice mamá?

—Le daré muchos besitos.

—¿Y cuándo asista a su primer día de clases?

—Le daré muchos besitos.

—¿Y si es igual a tí?

—Le daré muchos besitos.

—¿Y cuándo ella te dé besitos?

—Le daré más besitos.

—¿Y si me los da a mí?

—Le daré besitos a los dos.

Ambos comenzaron a reír, viendo cómo el cielo poco a poco iba cambiando de color. Eso le recordó a su vida. El cómo la profunda e interminable oscuridad se convirtió en un sol resplandeciente, amaneciendo e iluminando su día, su vida, poco a poco.

—Heeseung... ¿eres feliz?— preguntó de nuevo, viendo el sol aparecer desde su lugar.

—Lo soy.— respondió de inmediato, dejando un suave beso sobre sus manos entrelazadas —Lo soy gracias a ustedes.

Jake sonrió sin despegar su vista del frente. Él también lo estaba. Él también se sentía feliz por el simple hecho de estar junto a las personas que más amaba.

No, nunca hubo un sólo momento de mi vida en el que me haya sentido orgulloso de mí mismo. Pero eso no importa, porque tengo a mi lado a mi mayor orgullo. Mi esposo y mi hijo.

Y si pudiera volver a elegirlos, lo haría una y otra vez, en todas mis vidas, en cada universo existente.

Heeseung, Riki y yo contra al mundo, mientras esperamos a nuestro próximo integrante.

Ya no sentiré más dolor.

Ya no más lágrimas de tristeza.

Hemos superado cada obstáculo, cada tormenta que nos mantuvo separados durante mucho tiempo. Hemos hecho de nuestras debilidades la forma más simple de perdonar, de olvidar, de superar y de mejorar. Hemos reconstruido nuestro hogar, ese que se había derrumbado aún sin haberlo empezado. Hemos hecho de nuestras vidas, el paraíso que tanto habíamos deseado. Después de todo... ninguno de nosotros la tuvo fácil.

Así que gracias, Heeseung, Riki, yogurtcito...

Gracias por darme lo que tanto soñé;

mi final feliz.

Y ahora por fin puedo decir que esos tontos e inexpertos chicos enamorados que no tenían ni una sola idea de lo que era el amor, o que no podían ni verse a los ojos sin apartar la mirada a los segundos o tomar sus manos sin sonrojarse, o quiénes pasaron más de mil horas viendo las estrellas durante la noche sin decir nada...

esos chicos finalmente vivieron felices para siempre.

Finalmente estamos en paz.

Agradecimientos ;

Holi a todos, soy Rin, la autora de Our Baby Ni-ki y toda la saga de esta (ojo piojo).

OBN finalmente llegó a su final :( y justo en este mes cumple un año desde que lo empecé a escribir, así que feliz cumpleaños a mi querido fanfic <3

Cómo ya mencioné antes, esta es mi primera historia 🥹 siempre me gustó leer, en especial historias de enhypen pero hace un año tuve así una inspiración HORRIBLE de escribir, o bueno intentar escribir y ver si tenía apoyo.

En fin, gracias por leer cada capítulo de este fic, gracias por darle una oportunidad y por comentar, por votar, por guardarla en sus listas de lecturas o por simplemente ser un lector fantasma juju, se les aprecia muuuuucho, los quiero muak 🫶🏻

Incluso si sólo es un fanfic creo que esta historia dejó muchas lecciones. El cómo la comunicación es tan importante en una relación, no sólo de pareja sino también de padre e hijo. Las cosas podrían haber sido diferentes si desde el principio Heeseung y Jake hubieran hablado de sus problemas, de sus inseguridades e incluso en el futuro si Ni-ki hubiera intentado acercarse a su padre y preguntarle directamente por qué no era feliz junto a Hyerin, quizás Hee hubiera decidido sincerarse y contarle la verdad. No sé, hubieron muchas cosas que me dejaron reflexionando hasta a mí y espero que la historia les haya transmitido el sentimiento que quise desde el principio.

¿Qué opinan de la historia en sí?
¿Qué opinan de los personajes y sus respectivos desarrollos?
¿Qué opinan de todo en general?
Me gustaría leer sus respuestas :)💗

Muchas, muchas, MUCHAS gracias por leer <3
Tengo otras historias publicadas en mi perfil por si gustan pasar a leerlas... y sobre la saga de OBN más adelante explicaré las demás historias y las publicaré, pero será una vez suba el epílogo !!

los kero :3 ♡
(rogelio también)