#043
¡AVISO!
el siguiente capítulo contiene
contenido +18 / smut.
¿Blanco... o negro?
¿Cuál debería usar? se preguntaba mientras admiraba ambas prendas sobre el colchón de su cama.
¿Cuál era el tipo de Heeseung?
¿A sus ojos cómo se veía?
¿Alguien tierno o sexy?
¿Cuál combinaría mejor con su cabello?
No lo sabía. No tenía idea de nada y no podía pedirle ayuda a alguien porque se moriría de vergüenza. Felix ni siquiera era una opción y apenas se había hecho cercano a su hermano cómo para traumarlo de esa forma. Debía tomar una decisión por sí mismo.
Terminó por suspirar y deslizar la bata de baño por su cuerpo. Acababa de ducharse y secar su cabello, lo siguiente que tenía planeado hacer era ponerse una de las lencerías y vestirse para salir en dirección a LHS y poder despedirse de buena forma de Heeseung.
Claro que no se iría a ninguna parte, pero había sido aceptado en la empresa de Lix por lo que oficialmente ya no tendría que trabajar más para Heeseung, aunque realmente no lo haya hecho del todo.
Tomó las bragas de la lencería blanca sintiendo sus mejillas calentarse. ¿Desde cuándo había sido tan atrevido? Nunca se consideró una persona tan pervertida ni había imaginado su cuerpo en una de estas cosas, pero cuándo se trataba de Heeseung... simplemente no podía evitarlo.
Comparó la prenda con su pálida piel y entonces se dió cuenta de que no llamaría mucho la atención. Estaba seguro de que se vería bien, pero no le parecía suficiente. Quería verse sexy, quería...
—¡Tú!— prácticamente invocó a la lencería negra, viéndola de reojo aún sobre las sábanas.
Miró con atención el conjunto y comenzó a ponersela, casi cerrando los ojos por la vergüenza que sentía en ese momento. Empezó poniéndose el sostén primero, notando cómo este no era simple y traía un tirante para separar sus senos mientras se conectaba en forma de "Y" con los otros dos tirantes que se sostenían de sus hombros.
Aún no quiso verse en el espejo, porque sentía que se arrepentiría en cualquier momento. Lo siguiente fueron las bragas negras con dos tirantes que se ajustaban a sus caderas. Las bragas eran transparentes, por lo que a pesar del color negro que combinaba el conjunto aún podía ver claramente su creciente erección de cerca.
Para terminar de vestir el conjunto se puso otros nuevos tirantes que sostenían un parte también transparente de tela que cubría una parte de su pequeña cintura y se conectaba con los tirantes en sus muslos. Finalmente levantó su vista y entonces admiró su imagen en el espejo.
No quería sonar engreído, pero nunca antes en su jodida vida se había visto tan hermoso, tan... sexy. Le gustaba lo que veía, y habiéndose desecho de su vergüenza para tratar de animarse a sí mismo, mordió su labio inferior al imaginar la reacción de Heeseung.
Se dió cuenta de que se estaba excitando de más, así que rápidamente fue a su cuarto de armario y buscó una camisa blanca de botones que por suerte tapaba su cuerpo. Se puso unos pantalones ajustados de color negro que débilmente cubrían su erección y arremangó las mangas de su camisa hasta la altura de sus codos. Peinó su cabello pacientemente y se echó una colonia completamente nueva, guardada exclusivamente para esta ocasión.
Se puso sus zapatos y se dirigió a la gaveta a un lado de su cama dónde tenía todas las cosas que necesitaría después en la oficina del mayor. Tomó las cosas y las guardó en su bolso, y antes de volver a cerrar la gaveta echó un vistazo a la tarjeta que había dejado el mayor al lado de un pequeño cheesecake en el desayunador. Por la mañana bajó a la cocina y vió que el postre traía una etiqueta que explicaba que era exclusivamente para él, luego miró la tarjeta y notó que esta traía una "A" al medio muy parecida a la que traía la "M" y que el mismo Heeseung le había dado junto a las flores del otro día.
Cerró la gaveta pensando en qué estaría tramando ahora el mayor. Una vez estuvo listo bajó hasta la sala de su casa dónde encontró a su hermano viendo lo que parecía ser algún tipo de anime.
—Josh, iré a ver a Heeseung. Pediré algo para cuándo Ni-ki venga, y no, no podrás pagar tú porque yo ya lo hice.— avisó.
Joshua vió a su hermano acercarse a la puerta, así que antes de dejarlo salir habló. —Déjame pagar aunque sea una vez.
—Mmm... puede que lo piense.— sonrió tiernamente y salió de su casa.
Subió al auto y respiró profundo un par de veces antes de emprender su viaje. Hoy haría de Heeseung el hombre más excitado del mundo.
Heeseung iba subiendo por el elevador mientras hacía estiramientos con su cuello en pequeños círculos. Cerró sus ojos buscando de alguna forma liberar todo el estrés acumulado de la mañana.
Llegó a su oficina y al entrar no esperó encontrarse con la imagen de su lindo esposo leyendo una revista con las piernas cruzadas sobre el sofá frente al ventanal. El mayor trancó inconscientemente la puerta y caminó con una mano en su bolsillo en dirección al más bajo, quién lo ignoraba completamente al estar tan concentrado leyendo.
—¿Ya no saludas?— pateó sin fuerza una de sus piernas.
Jake finalmente le miró y escondió su rostro detrás de la revista, viéndose muy tierno a los ojos de Heeseung. ¿Era otro de sus juegos?
—Buenas tardes, Señor Lee. Tengo pésimas noticias para usted.— respondió de pronto avergonzado.
Heeseung se sentó a su lado en el sofá sosteniéndose de uno de sus brazos y viéndole con atención, poniendo aún más nervioso a Jake.
—¿Qué pasa?— preguntó en voz baja.
Jake se mordió el labio tratando de controlarse y alejó el objeto de su rostro para voltear levemente su cabeza y notar el rostro contrario a tan sólo centímetros del suyo. Miró con detenimiento cada lunar en el rostro de Heeseung y sintió muchas ganas de besarlo. Era demasiado atractivo para ser real.
—Bebé.— lo sacó de sus pensamientos. —Me estás comiendo con la mirada.— se burló con una sonrisa mientras acortaba más la distancia entre ambos y acariciaba una de sus mejillas con su nariz.
Jake mordió su labio sin saber bien cómo decirlo, pero eso pasó a segundo plano cuándo inclinó un poco su cabeza y sus labios terminaron rozándose. Dejó un pequeño beso sobre sus labios, repitiendo la misma acción continuamente con una paciencia que irritaba a Heeseung. Los sonidos que emitían los besos al separarse estaban comenzando a encender al mayor pero cada vez que intentaba llevar el ritmo y hacer que duren más, el menor se separaba.
Jake sintió la mano de Heeseung acariciar su rodilla elevada, luego fue subiendo y bajando por su muslo mandándole corrientes eléctricas por todo el cuerpo. Abrió los ojos de golpe y con lentitud alejó por completo la mano del mayor, quién totalmente confundido frunció su entrecejo y apartó su rostro cuándo Jake pensaba volver a besarlo.
—¿Qué juegas?— preguntó con confusión. Jake parecía querer lanzarse sobre él y luego se apartaba. Era un maldito juego.
Jake entonces se levantó de su lugar y caminó sin decir nada hasta sentarse sobre el escritorio de Heeseung, dónde ya no había una ventanal que los observara. Tomó unos cuántos papeles y los guardó en una de las gavetas, dónde también dejó todas las fotos de Riki y suyas que el mayor tenía sobre la mesa junto a su teléfono. Se deshizo de todos los materiales que utilizaba y agradeció que el mayor no fuera alguien tan coleccionista porque cuándo menos lo esperó no quedaba nada más que él y la computadora sobre el escritorio.
Jake se volteó de nuevo y cruzó una de sus piernas mientras se apoyaba sobre sus brazos detrás de él. Ladeó su cabeza hacia un lado y sonrió coqueto al mayor.
—Aún me debes un sexo salvaje contra el escritorio.
Heeseung volvió a caminar a su dirección y Jake se permitió admirarlo con detenimiento otra vez. Traía puesto un traje completamente negro, sin corbata y la camisa del mismo color. Su cabello negro tapando parte de su frente y notándose menos desarreglado que el propio. Los piercings en su oreja sobresalían aún más por el traje y sus ojos destacaban casi del mismo color. Estaba jugando con fuego, pero honestamente era un juego muy divertido.
—¿Quieres hacer esto hoy?— preguntó fríamente levantando su mentón con uno de su dedos.
—Vamos a hacer esto hoy.— corrigió sonriendo aún más grande.
Heeseung estaba viendo una nueva versión de Jake. Había pasado de ser el tierno e inexperto chico de su primera vez al hombre que parecía aceptar todo lo que quisiera hacerle con tal de satisfacerlo, en su segunda ronda de sexo. Luego había sido él mismo quién le hizo pasar un buen rato en Jeju y ahora parecía querer ser quién llevara el control.
Y tan sólo la idea de eso lo estaba poniendo duro.
Heeseung sonrió al escuchar su respuesta, intentó acercarse para besar los labios del menor pero este lo detuvo al posar ambas manos sobre su pecho.
—¿Debo ser más claro?— dijo con molestia. —Esta vez harás lo que yo te diga.
Heeseung sintió lo que eso provocó en él. Bajó su mirada a su entrepierna y vió un claro bulto sobresalir de su pantalón. Posó su lengua por el interior de su mejilla y asintió viendo nuevamente a Jake, quién tenía la vista fija en su erección.
—Entonces dime qué hacer.
Jake volvió a mirarle y entonces una idea surgió dentro de su mente.
—Siéntate.— le indicó mientras se paraba de su lugar y movía la computadora al sofá más cercano.
Heeseung rodeó el escritorio y se sentó sobre su silla, viendo cómo el menor ahora se subía al escritorio de nuevo y abría las piernas dejándolas una a cada lado del mayor.
Heeseung se acercó más en su silla preguntándose se si debería ignorar el pedido de Shim y acariciar sus esbeltas piernas con sus propias manos porque simplemente no podía evitarlo, pero entonces, Jake se agachó desde su lugar en dirección al pantalón del mayor, posicionando sus manos en el borde de este. Quiso preguntar qué pasaba por su mente pero se mantuvo callado hasta que sintió cómo Jake se deshacía de su cinturón. Se recompuso en su lugar y le mostró el objeto con una gran sonrisa impregnada en su rostro.
—Manos atrás.— exigió.
Heeseung obedeció al instante aún dirigiéndole una mirada fría a Jake, quién sonrió aún más al verlo tan sumiso.
Lo siguiente que sintió el mayor fue el cuerpo de Jake por encima del suyo, pues se había abalanzado sobre él y había caído contra su regazo. Pegó su rostro contra su hombro derecho y rodeó el cuerpo del mayor con sus brazos mientras aprisionaba sus manos en su espalda con el cinturón. Se restregó peligrosamente contra la entrepierna del mayor y soltó un pequeño gemido contra su oído al sentir el gran bulto contra su trasero. Sonó demasiado melodioso para Heeseung, tan cerca y seductor que sintió escalofríos por todo su cuerpo.
Jake le desabotonó uno de los botones de su camisa para dejar expuesta su piel y así comenzar a dejar pequeños besos sobre esta. Heeseung cerró sus ojos al sentir las mordidas del menor que pronto fueron curadas con besos húmedos. Lo vió alejarse para dirigir ahora sus labios a los propios, comenzando por fin un beso salvaje y demandante por parte de Jake.
Heeseung sintió que no podía soportarlo más al sentir sus continuos roces bajo las telas de sus ropas, así que intentó safarse del agarre del cinturón mientras daba una estocada falsa contra el trasero del menor, lo cuál fue una pésima idea.
Jake rió separándose del beso. —¿Estás desesperado, Ethan?— inquirió con un tono de superioridad, penetrando dentro de Heeseung con sólo la mirada. —¿Tanto me necesita tu amiguito?
Heeseung asintió frenéticamente, luciendo muy desesperado a los ojos del menor quién sonrió divertido.
—Entonces aguanta un poco más.— se alejó por completo de su cuerpo para volver a sentarse sobre el escritorio. Heeseung pensaba quejarse y pedirle que regresara, pero entonces lo vió desvestirse.
Se quitó sus zapatos y calcetines rápidamente, luego comenzó a desabotonar con lentitud su camisa sin darle mucha vista al mayor. Una vez terminó de desabotonarse, el aire se quedó atorado en los pulmones de Lee al ver cómo el menor abría poco a poco su camisa.
Lo vió usar un pequeño sostén que se ajustaba a su cuerpo exquisitamente. Jake no se quitó por completo la camisa y más bien la posó por detrás de sus hombros para darle mejor vista a Heeseung de lo que estaba usando, quién no podía apartar la mirada de su cuerpo.
—¿T-tú...
—¿Qué? ¿Es demasiado para tí?— hizo un puchero y ladeó su cabeza. —¿No quieres ver la parte de abajo?
—¡N-no es eso!— Jake miró al mayor sonrojarse de más. Sus orejas y sus mejillas se inundaban de un fuerte color rojo y su calor corporal se sentía entre el corto espacio que los separaba. Vió a su miembro sufrir por debajo de su pantalón y cómo su respiración se volvía torpe al mismo tiempo que su cuerpo se tensaba. Lo estaba consiguiendo. Lo estaba poniendo cómo quería.
Jake volvió a sonreír y sus dedos viajaron al cierre de su pantalón, el cuál comenzó a bajar con algo de lentitud dejando expuesta le tela en su cintura, pero entonces, volvió a subirlo con rapidez. Heeseung le miró molesto y el se permitió tomarse su tiempo mientras se ponía de pie a un lado suyo y devolvía sus manos al borde de su pantalón.
—¿Tienes alguna idea de cuántas personas fantasean contigo?— preguntó mientras caminaba lentamente al rededor del mayor. Se detuvo detrás de él y se inclinó para susurrar contra su oído. —¿En tus propios bares, en el estupido internet, en cada jodida revista que leo e incluso aquí?
Heeseung no sabía de qué diablos estaba hablando el menor, realmente nunca le había prestado atención a eso y más bien juraba que ya a nadie le resultaba ardiente debido a la revelación de su orientación.
—¿Así que eso era lo que leías hace un rato?— evadió la pregunta sin saber bien qué responder.
Jake rió desde su lugar y mordió el lóbulo de su oreja mientras bajaba una de su manos a la altura de las contrarias y las llevaba en dirección a su propio miembro, haciendo a Heeseung cerrar sus ojos ante la sensación. Con su otra mano tomó la mandíbula del mayor y siguió hablando contra su oído.
—Lee Heeseung de Corea del Sur entra al top 20 de los hombres más sexys del mundo por sexto año consecutivo.— repitió las mismas palabras que leyó. —Al menos el 63% de las mujeres en el país desean acostarse con él y un 47% mundialmente. Eso sin ser realmente una celebridad.
Heeseung volvió a acariciar el miembro del menor con uno de sus pulgares sintiéndose muy frustrado porque realmente quería verlo, tenerlo cerca. Jake se separó abruptamente y ahora se posó a su lado derecho, dónde finalmente tomó el borde de su pantalón y comenzó a bajarlo con lentitud, ignorando la mirada de Lee.
—Pero incluso si todo el mundo se muriera por una cogida tuya, tú siempre me escogerías a mí, ¿no?— preguntó con altanería. —Sólo yo puedo tenerte, porque sólo yo te puedo hacer sentir así de bien.
El pantalón llegó a la altura de sus tobillos y se deshizo de su camisa que comenzaba a estorbar. Levantó su cabeza, sin querer perderse la reacción de Heeseung quién miraba con los ojos desorbitados la parte baja de su cuerpo.
Salió de su pantalón y lo dejó en el suelo. Heeseung suspiró con fuerza y sus ojos no paraban de ver las pequeñas bragas que apenas podían retener la erección del contrario. Esos tirantes que se ajustaban a su pequeña cintura presumiendo aún más el hermoso cuerpo de su amado. Todo eso era sólo suyo.
Caminó hasta estar lo suficientemente cerca de Heeseung, dejando que lo admirara con sus ojos tanto cómo quisiera y sus manos comenzaron a picar de desesperación por querer tocarlo. Dió media vuelta, dándole vista a Heeseung de lo que era su trasero casi desnudo.
Volvió a sentarse sobre su regazo, posicionando sus brazos al rededor de su cuello e irguiéndose en una posición demasiado seductora a los ojos de Heeseung. Jake volvió a restregarse contra él, esta vez gimiendo con más fuerza y continuidad al sentir el gran miembro del mayor a tan sólo un frágil e insignificante pedazo de tela.
—¿Quieres... tocar?— preguntó con dificultad. Sintió su propio miembro golpear contra el estómago del mayor. —¿Quieres usarme a todo tu maldito gusto?
Heeseung movió sus caderas violentamente contra el trasero de Jake sacándole un gemido a ambos. Sabía que podía safarse del cinturón si usaba un poco más de fuerza, pero estaba seguro de que terminaría muy mal todo si desobedecía a Jake al menos una vez.
—Es lo que más deseo en este momento.— contestó casi en un gruñido.
—Entonces ruega.
Jake se acercó a su boca y mordió su labio inferior, haciendo boquear al mayor y aprovechó el acceso libre para ingresar su lengua. Llevó sus manos al pecho contrario y acarició sobre la tela de su camisa sus marcados pectorales. Sintió su miembro doler de placer, desabotonó lo que restaba de su camisa y dejó expuesta la piel del mayor una vez más.
Sabía que no tenía mucho tiempo así que llevó su lengua a cada parte del pecho del mayor y comenzó a lamer en pequeños círculos y chupar cómo se le diera la gana. Besó sus marcados abdominales y volvió a elevarse para besar de nueva cuenta su cuello al mismo tiempo que volvía a abotonar su camisa.
—Jake, d-déjame.... porfavor, déjame tocarte.— pidió mordiendo sus labios. Jake negó con su cabeza desde su lugar. —Vamos... te necesito. Necesito... tomarte por completo y hacerte llorar de placer. Quiero que sientas cómo te rompes en dos con mí dentro de tí. Carajo, quiero admirar ese maldito traje de cerca y romperlo en pedazos para apoderarme de tí.— dijo todo lo que llevaba pensando en todo el rato, sintiéndose avergonzado porque no era él quién acostumbraba a rogar.
—¿Hasta que ya no pueda caminar?— preguntó viéndole a los ojos con una tierna sonrisa en su rostro.
Heeseung rió divertido y asintió con su cabeza.
—Hasta que ya no puedas caminar.
Jake besó una vez más sus labios mientras comenzaba a liberar sus manos en su espalda. Una vez estuvo sin ataduras revisó los brazos del mayor y besó con cariño las marcas rojas que había dejado.
Heeseung finalmente pudo disfrutar del tacto en el cuerpo del menor, sintiendo cómo con cada segundo que pasaba su cuerpo se prendía aún más. Posó sus palmas sobre el trasero del menor y las amoldó con fuerza, arrancándole deliciosos gemidos viendo con su blanquecina piel estaba siendo maltratada.
—Te ves precioso.— dijo contra sus labios. —Mierda, acabas de cumplir con mi mayor fantasía, bebé.
—Heeseung...— sus cejas se fruncieron y un puchero apareció en sus labios, sintiendo cómo el mayor seguía moldeando su trasero a su gusto, sin piedad y sin importarle cuan roja estaba dejando su piel.
—¿Te gusta cuándo te recuerdo que eres hermoso, no es así?— cerró sus ojos al sentir ahora las manos de Heeseung en su cintura, atrayéndolo violentamente su miembro el cuál golpeó con fuerza entre su entrada. —Sabes lo que me vuelve loco y te aprovechas de eso. Estás igual de demente que yo.
—Heeseung...
—¿Disfrutas de esto, huh?— recibió una palmada más en una de sus mejillas traseras. Jake gimió alto sin sentir ningún tipo de pudor, motivando a Lee a seguir haciendo lo mismo.
—Me vestí así sólo para tí... ¿n-no crees que merezco un premio?— hizo un nuevo puchero. —Porfavor, ambos sabemos que no podemos seguir resistiéndonos.
Heeseung asintió con su cabeza y dejó un pequeño beso sobre los labios del menor. —Es por eso que hoy te daré el mejor sexo de tu vida.
Pronto sintió su cuerpo ser levantado con facilidad y nuevamente yacía sentado sobre el escritorio. Heeseung recorrió sus piernas con sus grandes manos y jugó con los tirantes de las bragas de Jake, haciendo que el menor cerrara sus piernas en un intento de no correrse tan pronto. Heeseung se interpuso entre ellas una vez las había alejado y agachó su rostro hasta estar a la altura de su miembro, dónde comenzó a lamer sobre la frágil tela de las bragas.
Jake jadeó y cerró sus ojos mientras disfrutaba de la deliciosa sensación. Sus piernas temblaron y sus muslos dolieron de la excitación. Llevó sus manos a la altura del cabello contrario y comenzó a jalar de él mientras sentía la habilidosa lengua de Lee sobre su entrepierna.
—A-amor, sí...— boqueó y frunció el ceño. Heeseung incómodamente levantó su vista desde su lugar sólo para ver la reacción del menor y se sintió complacido al verlo así de perdido en las sensaciones. Pero ahora se le había ocurrido algo aún más divertido.
Jake abrió los ojos de golpe cuándo dejó de sentir las lamidas del mayor. Le reclamó con un pequeño sonido infantil pero entonces los ojos de Heeseung oscurecieron más que la noche.
—No quiero que me veas. Quiero que te concentres sólo en lo bien que te hago sentir.— dijo con voz grave.
Llevó sus manos a una de las gavetas y buscó con su mirada el objeto que utilizaría. Jake visualizó un antifaz de color negro que el mayor sostenía con dos de sus dedos mientras sonreía de lado.
—Póntelo.— le ordenó pasándole el antifaz. Jake tomó el objeto entre sus manos y antes de ponérselo le dió una última mirada a Lee.
Por supuesto que no podía ver nada, pero en cuánto sintió la lengua del mayor nuevamente en su entrepierna las sensaciones explotaron dentro de sí con más fuerza que antes. Ni siquiera notó cuándo comenzó a gemir de nuevo y echó su cabeza hacia atrás.
Heeseung bajó con sus dientes parte de la braga para liberar el erecto miembro del menor, el cuál se pegó a su estómago con una rapidez impresionante. Dió una nueva lamida, pero esta vez lo hizo directamente sobre el miembro llevándose gotas de presemen a la boca. Volvió a guardar el miembro entre las bragas y arregló los tirantes ignorando los reclamos del menor. Comenzó a besar sus muslos con detenimiento y elevó su rostro sólo para volver a besar los labios del menor.
—Ponte en cuatro por mí.— susurró seductoramente contra su oído.
Tal vez era por el hecho de que no podía ver nada el que sus sentidos auditivos se potencializaran al cien, pero Jake juró sentir escalofríos en cada parte de su cuerpo en ese momento. Tembló desde su lugar y asintió torpemente. Heeseung lo ayudó a ponerse en la posición que quería y se aseguró de evitar que sus rodillas dolieran de más debido al duro material.
Heeseung se levantó y jaló al menor por su cintura dejando su trasero a toda su disposición a tan sólo centímetros de su rostro. Besó sus mejillas de nuevo y jugó un poco con los tirantes de las bragas antes de bajarlas por completo y hacerlas caer a la altura de sus rodillas dobladas. Heeseung abrió sus piernas y estiró la piel de sus mejillas para darle vista completa de su entrada, y entonces no desperdició ni un sólo segundo más. Su lengua recorría cada parte del agujero del menor, quién sólo sabía jadear y suspirar con fuerza mientras se concentraba únicamente en la lengua de Lee, en lo bien que cabía dentro de él y en las falsas estocadas que daba en su interior.
—Ah... Oh my fucking... God!!!— su espalda se arqueó sensualmente y su cuerpo tuvo que ser sostenido por una de las manos de Lee porque sentía que podría desmayarse de placer en cualquier momento.
Heeseung lamió de arriba hacia abajo en la entrada del menor y una vez estuvo en la parte más elevada de esta comenzó a dejar besos sobre su piel hasta llegar a la parte trasera de su cintura, dónde también se encargó de bajar los tirantes y deshacerse de ellos.
Hizo que Jake se volteara y ahora se recostara sobre la mesa. Notó su respiración entrecortada y el cómo sus rodillas brillaban de un rojo vivo por la posición anterior. Nuevamente jaló al menor por sus tobillos y muslos y se aprovechó de su altura para besar su pecho a la vez que jugaba con uno de sus pezones por debajo del sostén.
—J-just... do it! Oh my- Hee, please...— comenzó a rogar por ser atendido de una vez por todas, pero el mayor seguía ignorándolo, y honestamente Jake no sabía que tan malo sería desobedecerlo.
Pronto sintió las manos de Lee en su espalda y el cómo desabrochó su sostén para exponer sus pequeños senos. Lo lanzó a un lado de la oficina o quién sabe dónde, lo único que sabía era que la lengua del mayor comenzó lamer el pezon con el que jugaba anteriormente y eso lo hacía sentir jodidamente bien.
Luego de jugar con los senos del menor, finalmente se agachó a la altura de su miembro otra vez y fue rápido al introducirlo a su boca mientras se quitaba el saco y lo dejaba tirado en el suelo. Jake gimió aliviado y arqueó su espalda nuevamente en busca de más contacto. Heeseung subía y bajaba lentamente por toda la longitud y luego comenzaba un rápido vaivén, repetía esa misma acción una y otra vez casi metódicamente pero el menor estaba demasiado hundido en el placer cómo para siquiera notarlo.
Dobló una de sus rodillas al sentir que se liberaría pronto. Pequeños gemidos salían de su boca y sus manos se dirigieron ciegamente al cabello del mayor para ayudarlo con la velocidad.
Heeseung sacó el miembro de su boca y se permitió recuperar el aliento mientras masturbaba al menor con su zurda. Pronto el líquido seminal comenzó a dispararse sin control por todas partes. Heeseung sonrió complacido al ver el desastre de espasmos que dejaba salir el menor seguido de un fuerte gemido. Lamió las gotas que cayeron en su rostro y estaban a su alcance, mientras veía cómo el pecho de su pequeño esposo subía y bajaba con desesperación en busca de aire.
—Lo hiciste tan bien, bebé.— halagó acariciando su rodilla aún doblada.
Jake se quitó el antifaz y se sentó con rapidez para besar salvajemente al mayor, no sin antes notar las pequeñas gotas de semen que habían caído en su cabello.
—Es tu turno.— ofreció tocando débilmente la erección del contrario. Heeseung asintió e iba a comenzar a desvestirse hasta que el menor lo detuvo y le sonrió con picardía.
—Tengo mi propio método.— guiñó uno de sus ojos y pensó en ponerse de pie para alcanzar su bolso pero entonces recordó que estaba desnudo y había un gran ventanal a centímetros de él y además sus piernas no parecían estar cerca de recuperar las fuerzas.
Hizo ojitos para el mayor y señaló con su cabeza el sofá que contenía su bolso. Heeseung lo entendió rápido y caminó hasta llevárselo de regreso.
Lo siguiente que vió el mayor casi lo dejó sin aliento. Jake acababa de sacar un vibrador de color rosa junto a un bote de lubricante.
Dios, este cachorrito iba a matarlo algún día.
—Conecta tu celular con esto.— sacudió el vibrador con una angelical sonrisa.
Heeseung quedó estático durante largos segundos hasta que reaccionó y sacó su celular de dónde Jake lo había guardado anteriormente. No sabía qué hacer realmente así que le pasó el teléfono al menor, quién le descargó una aplicación curiosamente del mismo color del vibrador y en menos de un minuto esta ya estaba instalada por completo. Encendió el vibrador e hizo lo mismo con el bluetooth del teléfono del mayor, y cuándo ya estuvo todo listo le pasó nuevamente el aparato y comenzó a explicarle cómo podía cambiar la velocidad a su gusto.
—¿Estás seguro de esto?— preguntó algo confundido. —Para ser sincero... nunca he jugado con algo así.
Jake rió con fuerza y acarició la mejilla del mayor. Heeseung vió su negro cabello caer sobre su frente hasta casi tapar por completo sus ojos. Jake se veía hermoso.
—Por supuesto que no lo has hecho, y te puedo asegurar que estás muy equivocado si crees que eres el más pervertido de los dos.— volvió a sonreír. —Pero ya verás que después querrás jugar con él todo el tiempo.
Sin decir más tomó el bote de lubricante y esparció una generosa cantidad sobre sus dedos. Se puso de pie y se dió la vuelta para apoyar su pecho contra el escritorio y llevar sus propios dedos a su entrada. Boqueó mientras se estimulaba a sí mismo, dándole la mejor de las vistas a Heeseung quién sólo podía pensar en lo lleno de sorpresas que estaba el menor.
Sacó sus dos dedos de su interior y alcanzó el vibrador para meterlo lentamente con mucha facilidad. Un especie de hule largo quedó sobrante y Heeseung supuso que serviría para sacar el objeto una vez dejaran de usarlo. Vió al menor apoyarse entre sus codos y doblar su cuello lo más que podía para conectar sus miradas.
—E-empieza lento.— exigió.
Heeseung pensó en una mejor idea. Se agachó hasta recoger su cinturón del suelo y se lo mostró a Jake con una sonrisa ladina.
—Súbete bien primero.— le ordenó con frialdad en su voz, pero en sus ojos Jake sólo podía notar la diversión que tenía anticipada.
Jake obedeció y se apoyó mejor en la mesa hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo. Heeseung se posicionó a un lado de él y tomó su brazos con fuerza hasta dejarlos sobre su espalda, usó el cinturón para retener sus brazos.
Una vez tuvo a Jake cómo quería, el mayor se sentó sobre su silla nuevamente y cruzó una de sus piernas sintiéndose satisfecho. Tomó su celular y después de darle una última mirada al menor, tocó el botón de lentitud. Jake gimió despacio y comenzó removerse en su lugar, volteó su cabeza para ver la imagen de su pareja quién no hacía más que verle con superioridad.
Dobló los dedos de sus pies con fuerza al igual que los de sus manos amarradas. Mordió su labio mientras sentía su punto sensible vibrar en su interior, haciéndole sentir cosquillas de placer.
Heeseung deslizó su dedo por la pantalla subiendo un poco la intensidad. Jake arqueó su espalda gimiendo sin control, su mejilla se pegó aún más al escritorio intentando safarse del cinturón pero la mirada que le dirigió el mayor le advirtió que no lo hiciera.
—¿Cuántas veces has jugado con esto?— preguntó arrastrando las palabras suavemente. Con su mano izquierda abrió el botón de su pantalón dejando a la luz su notable erección bajo la tela de su boxer.
—¡N-no!— prácticamente gritó el menor en modo de queja al ver que se masturbaría viéndolo a él, cosa que se suponía que no debía hacer.
—Responde.— dijo mientras subía un poco más la velocidad.
—¡A-ah!— Jake gimió y se removió con fuerza. Entreabrió sus labios y el sonrojo en sus mejillas era cada vez más notorio así cómo su propia erección que se pegó nuevamente a su estómago. —N-no lo sé....— cerró sus ojos y jaló de sus labios con fuerza —U-unas cuántas veces antes de que.... Ni-ki me encontrara y-Fuck!
—¿Y luego?— preguntó ronco. Suspiró con fuerza al restregar su propia erección contra su mano, viendo al menor en todo momento.
Jake quería saltar de dónde estaba y decirle que eso debía hacerlo él. Él era quién debía hacerse cargo de su maldito pene pero el vibrador no lo dejaba actuar debidamente.
—Una sóla vez cuándo... c-cuándo...— sus miradas se encontraron nuevamente. Los ojos de Jake habían comenzando a lagrimear debido al placer y los de Heeseung contenían un fuego que nunca había visto antes. —Esa vez... cuándo dijiste mi lenguaje corporal hablaba por mí.— cerró sus ojos en un intento de ocultar su vergüenza. —Te fuiste y no te hiciste cargo.
Heeseung subió la velocidad casi hasta el nivel más alto. Jake juntó sus piernas al ser penetrado de esa forma, sabía que estaba muy cerca de correrse así que blanqueó sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás. Heeseung bajó la velocidad drásticamente y Jake estuvo cerca de reclamarle si no fuera porque pronto vió cómo su semen caía cómo cascadas sobre el suelo y parte del escritorio.
Estaba confundido.
¿Por qué su cuerpo reaccionó de esa forma?
Heeseung notó la confusión en su rostro mientras respiraba con dificultad. Sonrió de lado y se levantó de su asiento para acariciar su mejilla con cariño.
—Cómo una montaña rusa de emociones.— guiñó uno de sus ojos y se agachó para aprisionar sus labios en un beso demandante.
Jake quiso safarse del agarre en sus manos en medio del beso pero Heeseung se lo impidió nuevamente y lo tomó de su cuello con fuerza antes de voltearlo contra el escritorio. Caminó hasta posicionarse detrás de sus piernas y jaló de ellas dejando así nuevamente su trasero a toda su disposición. Bajó su ropa interior liberando así su gran erección y la alineó contra su agujero aún ocupado por el vibrador. Jaló del hule cuidadosamente hasta sacar el artefacto por completo. Jake mordió sus labios con fuerza hasta sentir el sabor de la sangre escurriendo entre sus dientes.
—Si estoy siendo muy brusco sólo dilo. Pararé con cualquier cosa que te moleste.— le dijo cómo si tratara de recordarle lo importante que era para él su bienestar. Jake sabía muy bien que Heeseung era un tipo muy atento en el sexo por más demandante que fuera, así que sonrió con ternura y asintió sintiéndose un poco desesperado por volver a sentir el pene de su esposo.
—Lo único que me molesta es que aún no me hayas cogido.— rió un poco.
Heeseung fue entrando lentamente en el menor hasta que toda su longitud estuviera dentro. Jake se removió y levantó sus piernas un poco mientras Heeseung movía su pelvis rítmicamente. La habitación se llenó del sonido de sus cuerpos chocando con fuerza y los gemidos altos del menor junto a los suyos.
Jaló de los cabellos del menor para levantarlo un poco y este entendió la orden de inmediato, por lo que tocó el suelo con sus pies siendo sostenido por Heeseung en todo momento y una vez estuvo parado frente a él, las fuertes estocadas volvieron a hacerse pesente haciéndolo boquear durante un momento sin emitir un solo sonido.
Heeseung lo tomó por la cintura y pegó aún más sus cuerpos. Jake recostó la parte trasera de su cabeza en el hombro del mayor sintiendo cómo si en el momento en que lo soltara desvanecería en el suelo. Heeseung dió una estocada justo en el punto sensible del menor pues este gimió agudo contra su oído y lo sintió temblar entre sus brazos.
El mayor intensificó sus movimientos y tomó el pene del menor para evitar que se corriera otra vez. Rodeó el glande con su mano y siguió golpeando su próstata al mismo tiempo que sentía que sus piernas se desgarrarían en cualquier momento.
Se detuvo abruptamente escuchando sus respiraciones agitadas. Salió del menor solamente para tomarlo con fuerza por su cintura y caminó hasta llegar a la silla dónde se sentó y posó a Shim sobre su regazo. Este parecía no poder moverse por sí mismo debido a la falta de energía, pero el dolor en su entrepierna le recordó lo cerca que estaba de su tercer orgasmo así que tanteó el miembro del mayor sobre su entrada y lo metió por sí mismo. Heeseung posó sus manos sobre su cintura y lo ayudó a subir y bajar sobre él empezando lento y luego subiendo la velocidad de sus movimientos.
Jake pegó sus frentes al mismo tiempo que jadeaba sobre la cara del contrario, notando lo húmedos que estaban sus cabellos debido al sudor bajando por sus cuerpos. Heeseung besó nuevamente sus labios y golpeó fuerte contra Jake haciendo que este gritara contra su propia boca. El gemido logró que Heeseung se corriera dentro de él y gimiera de la forma más sexy que Jake podría imaginarse, y fue esto lo que hizo que él mismo soltara su semen sobre la camisa del mayor.
Terminó cayendo exhausto sobre su hombro sintiendo su cuerpo temblar con fuerza y apenas pudiendo recuperar el aliento. Heeseung quitó el cinturón de las muñecas del menor y arropó su cuerpo con sus brazos mientras cerraba sus ojos permitiéndose también respirar por la boca. Quería agradecerle a Jake de alguna forma por tremenda ronda de sexo así que acarició su cabeza con cariño.
Cuándo ambos estuvieron mejor, Jake posó débilmente sus dolientes brazos sobre los hombros del mayor para apoyarse y salir de él. Se separaron un poco sólo para ver cómo se quejaba levemente de su parte baja en su inútil intento de levantarse.
—No te muevas, bebé. Lo haré por tí.— mencionó el mayor con dulzura a la vez que guardaba su miembro de vuelta a su pantalón y lo atraía de nueva cuenta a su regazo.
Recogió su saco para ponerlo sobre sus hombros tapando así el pequeño cuerpo de su amado. Hizo a un lado el cabello mojado de Jake que tapaba sus ojitos y finalmente lo levantó por sus muslos. Jake cerró sus ojos y volvió a recostarse sobre el hombro contrario sintiendo cómo este caminaba con él en sus brazos.
Heeseung tomó el control de las cortinas para cerrarlas automáticamente y darles más privacidad sin preocuparse por quién los vería al otro lado del ventanal. Se sentó sobre el sofá y abrazó a Jake con fuerza.
—Te amo, gracias.— dijo contra su oído.
Jake se removió y le miró aún recostado sobre su hombro. —En serio me dejaste inválido.
Heeseung rió y pegó sus narices en un tierno beso esquimal moviéndose de un lado a otro.
—¿Qué excusa le darás a tu hermano y nuestro Riki?
—Mmm... digamos que.... me arrolló un camión.— ambos rieron cómplices en la cara del otro y volvieron a unir sus labios en un dulce beso cargado de amor post-sexo.
—Sobre las malas noticias que traía para tí...— comenzó diciendo el menor.
—Cierto, ¿qué pasa?— preguntó elevando sus cejas.
—No es nada malo, pero me aceptaron en la empresa de Lix.— sonrió algo tímido.
Heeseung abrió sus ojos totalmente sorprendido y posteriormente sonrió en grande. —Eso es genial, amor. ¿Por qué sería una mala noticia para mí?
Jake evitó su mirada y jugó con su dedo sobre el pecho del mayor. —Porque... ya no trabajaré para tí. Ya no tendrás a este guapo asistente para servirte.
Heeseung rió haciendo que sus ojos se achicaran por lo que acababa de oír. —¿Qué estás diciendo? Ni siquiera venías a trabajar tan seguido.... además, mi hermoso asistente aún puede servirme en casa. Aunque lo más probable es que sea yo quién te sirva a-
—Deja de decir eso. Sólo me recuerda a la vez que Ni-ki nos interrumpió porque no sabía la capital de México.— ambos rieron divertidos.
—Eres mi precioso ángel, claro que me sentiré feliz por tí y orgulloso por todo lo que logres y te haga feliz.— dijo suavemente haciendo que Jake volviera a verlo. —Tú felicidad es la mía, así cómo lo es tu tristeza pero lo que más deseo en este mundo es que nunca vuelvas a sentirse triste, y más si es por mi culpa. Reconozco tu talento y me pareces el mejor en lo que haces, así que estoy muy feliz de que los demás también aprecien eso.
Jake no sabía que decir ante todo lo que escuchaba. Heeseung siempre fue así de lindo con él, siempre sabía qué decir en cualquier momento y sobretodo, siempre le hacía sentir así de especial. Siempre había sido el primero en ver más allá que los demás, incluso que él mismo.
—Cuándo te pedí que dejaras la escuela me sentí tan mal porque creí que arruinaría tu futuro al arrebatarte tus sueños. Pero mírate, incluso cuándo no tenías a Riki a tu lado y yo me comportaba cómo un completo idiota... tú seguiste adelante y te convertiste en un excelente estudiante, en uno casi perfecto que pocas veces cometía errores. Eres un profesional, mi amor, y estoy muy orgulloso de tí.
Shim hizo un pequeño puchero aguantando las ganas de llorar y entonces abrazó al mayor con fuerza tanto cómo la posición en la que estaban se lo permitiera.
—Gracias, gracias.— cerró sus ojos y se permitió soltar una pequeña lágrima. Heeseung había convertido sus lágrimas de tristeza en lágrimas de alegría, y honestamente nunca creyó que podría llorar de amor hasta este momento.
Eres el hombre perfecto, Heeseung. Y estoy tan agradecido contigo por escogerme a mí entre todas las personas.
—Cómo celebración de tu nuevo empleo y cómo me acabas de dar el mejor sexo de mi vida, eso sin mencionar que también pude ver tu hermoso cuerpo en una lencería... te daré un pequeño premio en este preciso momento.— dijo con una sonrisa.
Jake se separó y le miró con duda así que metió su mano a una de las bolsas del interior de su saco y retiró dos tarjetas de color blanco. Se las mostró al menor y este las tomó entre sus manos. Se recompuso en su lugar y comenzó a examinarlas haciendo que Heeseung se muriera de ternura por lo extremadamente adorable que se veía vistiendo su prenda que le quedaba grande hasta hacer desaparecer sus deditos.
—Son dos "R".— dijo casi cómo una afirmación. Heeseung asintió con su cabeza. —En la mañana me dejaste una "A" y antes, en el ramo... había una "M".— Heeseung volvió a asentir y entonces Jake mordió su labio inferior tratando de descifrar al mayor.
—No pienses mucho en eso. No será divertido si lo haces.— tocó la punta de su nariz con su dedo.
—¿Son las iniciales de los hijos que tendremos?— preguntó más cómo una broma pero vió al mayor ponerse serio de repente.
—¿Tendremos hijos? ¿Estás embarazado?
Jake rió pero no se molestó en responder. —Para "M" me gusta Megan, para "A" Aiden y las dos "R" supongo que serán gemelos así que pueden ser Rachel y Rose.— sonrió divertido y fue ahí cuándo el mayor entendió que se trataba de una broma.
—Deja de jugar con mis sentimientos de esa forma, Shim.— entrecerró sus ojos.
—Soy Lee, precioso.— dijo dejando un pequeño sobre sus labios para posteriormente recostarse sobre su hombro otra vez, ignorando a propósito la reacción del mayor ante lo dicho.
No era idiota, sabía bien el mensaje que esas tarjetas estaban transmitiendole indirectamente y honestamente moría de emoción por recibir pronto el resto de las letras.
Con ese beso y esas palabras le estaba dando el "sí".
🌷; ustedes que creen el jake si está preñado o no
óiganme yo no sé qué está pasando con el heejake últimamente pero anda bien potente y yo vivo por eso. el video por el año nuevo lunar, el corazón del concierto en tailandia, hee diciendo que casi se enamora de jake porque se veía sexy, ellos construyendo legos juntos, las fotos q se tomaron junto a sus hijos (wonki) en aquella maquina, compartiendo lentes en el avión y el video q subió hee de jake hoy en weverse estoy: 😍😍 mis padres gente, se aman mucho 💘💘💘
y ya volviendo al fic, probablemente ya saben cuál es la dinámica del heejake en el sexo pero iwal lo voy a explicar porque kero. hee es el más fetichista de los dos (obvio) y jake el más pervertido, obviamente es pq cuándo estaba en australia pasaba tiempo con el felix y salía mucho mientras q hee nunca se acostó con nadie más q jake y 🤮🤮🤮 hyerin🤮🤮. jake es el pasivo de los dos y es muy sumiso con hee pero también es de esos pasivos dominantes cuando quiere. hee por otro lado es el activo dominante la mayor parte del tiempo pero es sumiso si así lo quiere jake pero no dura mucho tiempo xq le gusta tener el control, además es muy atento con jake y le gusta los mimitos después del sexo 💗💗💗
otra cosa es que ambos "acordaron" (no se menciona en la historia) no usar apodos cómo "perra" y "puta" ni tampoco insultarse mientras lo hacen pq a mí personalmente no me gusta mcho leer ese tipo de cosas lol, así que no esperen leer eso en este fic. les gusta más los apodos bonitos y que el otro les diga q lo hicieron bien 🥺🥺💗💗💗 ahr
bueno ya mucho texto. gracias por leer y vayan preparando ya sus trajes para la boda 💋
Rin.
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