#037
Una buena recomendación musical para este capítulo : Bad Liar de Imagine Dragons ♡.
Lo primero que vió al salir de la sala mientras limpiaba sus lágrimas fue a un Park Sunghoon en vivo y en directo con un peluche de cachorro en sus manos.
Heeseung se descolocó por completo. ¿Qué hacía Sunghoon ahí? ¿Se dió cuenta de lo que había pasado con Jake? Y oh no... aún no le había agradecido por la grabación que subió a sus redes sociales.
—¿Cómo está?— fue lo que preguntó el peliblanco una vez se había acercado.
Heeseung sentía que estaba viendo a un fantasma. Realmente la última vez que habló con Sunghoon había sido en su graduación, y de ahí, cada quién por su rumbo. Era extraño.
—Él...— señaló la puerta débilmente. —Está bien, pero aún necesita descansar.
—¿No quieres contarme los detalles?— preguntó con una pequeña sonrisa. Heeseung se dió cuenta de que debía ser más específico pues es lo menos que podía hacer por su amigo... o ex-amigo.
—¿Es para él?— prefirió cambiar de tema.
Sunghoon levantó el peluche. —¿No crees que se parecen?
Heeseung medio sonrió. Sunghoon no podía creer cómo aún después de tantos años no podía sacarle una buena sonrisa al mayor.
—Se lo pondré a un lado de su cama.— dijo.
Sunghoon volteó y dejó el objeto de felpa a un lado de Ni-ki, quién aún dormía. Sacudió su cabeza hacia un lado indicándole a Heeseung que lo siguiera afuera.
—Supongo que te enteraste por Riki.
Pateó incómodamente una de las piedras en el estacionamiento del hospital, no queriendo realimente ver la cara de Sunghoon al hablar después de mucho tiempo.
—Hace un tiempo... él fué a mí casa y buscó respuestas sobre su separación.— respondió tranquilamente. —Desde entonces hemos estado en contacto a veces... y dijo algo sobre que Jake había sido llevado a emergencias.
Heeseung suspiró. —Todo cae por su propio peso, supongo.
Sunghoon le volteó a ver con las cejas fruncidas. ¿Ahora de qué estaba hablando?
Heeseung al notar la confusión de su amigo decidió ser más claro. —Me refiero a toda esta situación. Le oculté secretos a mi hijo, a mis amigos y a Jake. Me alejé de todos y creí que todo estaría bien si fingía que nada pasó..., pero en cuánto Riki creció y se dió cuenta de las cosas, quiso saber más y más hasta dar con Jake, quién también buscaba respuestas y acudieron a tí, una de las personas que ignoré todo este tiempo porque tampoco sabía cómo verte a la cara sin querer contarte todo. Ahora estamos aquí. Todos a los que les mentí y lastimé están aquí... y sólo puedo pensar en lo diferente que habría sido todo si le hubiera contado a alguien antes sobre lo de mi madre.
Sunghoon escuchó al mayor con atención. Luego metió las manos a los bolsillos de su pantalón y suspiró.
—Guardar un secreto así de grande fue probablemente lo más estúpido que hayas hecho.— dijo y Heeseung sonrió de lado sabiendo que era cierto. —Pero eso es lo que nosotros te hicimos hacer.
Lee frunció su ceño y le miró.
—Estabas rodeado de mucha gente, pero ninguno de nosotros pudo escucharte cuándo más lo necesitaste.— siguió diciendo. —Y es por eso que no te culpo.
Heeseung no sabía qué decir. Sólo se limitó a dirigir su vista al cielo de la noche. No miraba ninguna estrella, y su corazón se contrajo al imaginar que habían desaparecido porque sólo brillaban cuándo Jake se sentía bien.
—Soobin dijo que tardarán un tiempo en extraer por completo la droga.— cambió de tema nuevamente. —Ni siquiera recuerda el coreano o a Ni-ki.
—Pero volverá a recordarlos.— aseguró.
Heeseung asintió. —Por supuesto que lo hará. Creo fielmente en eso.
—¿Y qué pasó con ellas?
Vió a Heeseung suspirar con fuerza.
—Las encerraron junto a los demás hombres que lo drogaron y la maestra. K dijo que esta vez no habrá nada que las salve. Jay también hará que esta vez si las encarcelen.
Sunghoon sonrió y palmeó el hombro de su amigo.
—K siempre cumple sus promesas, así que confía en lo que te dijo.
Heeseung asintió. La verdad es que al ser esa su única alternativa, no tenía más opción que confiar en K y su abogado.
—Tal vez no esté para cuándo se mejore... pero asegúrate de saludarlo de mi parte. Y tampoco olvides el cachorro.
—Claro.
Heeseung recordó otra cosa importante.
—Oye... gracias por lo de la grabación. Nos ayudaste mucho.
Sunghoon volvió a sonreír, cerrando levemente sus ojos al hacerlo. —Sentí que les debía una.
—Aún así... c-creo que me gustaría que... ya sabes.— rascó nerviosamente su nuca. —Volvieramos a ser cómo antes.
Park otra vez sonrió divertido. —¿Crees?
Heeseung finalmente sonrió.
—Eso creo.
A medida pasaba el tiempo, Jake podía movilizarse más hasta llegar al punto en el que pudiera sentarse y comer sin prisa sobre la cama. Fue recordando ciertas cosas gracias a la ayuda del doctor, quién ahora ubicaba y recordaba cómo Soobin.
Estaba en Corea, por lo que también recordó el idioma. Era diestro. Su nombre era Jake Shim y creció en Australia, pero lamentablemente... también recordó a su familia en ese país. Ahora todos sus recuerdos se reducían hasta ese punto. Australia.
Durante algunos períodos de esos dos días había visto a ese mismo hombre que tomó su rostro en aquel horrible lugar. También era el mismo que lloraba por él y que lo besó en los labios el primer día.
Ahora que sentía menos los efectos de la droga, su cerebro podía pensar mejor y conectar los datos. Lo más probable es que ese hombre sea su pareja. ¿Pero cuál era su nombre?
—No te sobreesfuerces.— escuchó al mismo hombre decir sentado en la silla a un lado suyo.
Jake volteó a verlo con curiosidad. ¿Estaban conectados o algo así? ¿Cómo sabía que trataba de recordar algo?
Vió al hombre sonreír. Vaya, pero qué hermosa sonrisa.
—Irás recordando todo poco a poco, no te preocupes.
—Está bien.— dijo simple.
Heeseung había evitado mantener una conversación con Jake hasta ahora porque no quería intervenir de alguna manera en el proceso de la extracción, pero ahora le resultaba imposible quedarse callado viéndolo tan perdido y confundido.
—¿Necesitas... algo?— preguntó con incomodidad.
—A tí.— respondió.
Heeseung casi se cae de la silla.
¿Había escuchado bien?
—¿Qué?
—Tu nombre.— aclaró. —Necesito saberlo.
—Ah...
Rascó su nuca sin saber bien qué hacer. No sabía si estaba bien decirle ese tipo de cosas a Jake para ayudar a recordarlo. Prefería que lo hiciera por sí solo.
—No puedo hacerlo... recordarás mi nombre, no sientas prisa.
—¿Eres mi novio o algo así?— preguntó, tan directo y confundido cómo se había sentido desde que despertó. —Eres guapo.
Heeseung sonrió. —Estamos... en un nivel más alto que simples "novios" pero aún no estamos casados.— respondió. —Aún no.
—Significa que pronto lo estaremos.
—Así es.— sonrió aún más grande.
—Quiero... recordarte. ¿Cómo nos conocimos? ¿Cómo te llamas? Vamos... ayúdame. Si eres mi pareja definitivamente querré recordarte.
—No te aceleres, ¿sí? Todo sucederá a su debido tiempo. Prometo que pronto lo harás.
Jake no se sentía satisfecho con esa respuesta. No entendía por qué tardaban tanto en sacarle la droga. ¿Por qué tiene que recordar a la estúpida de su familia y no al que parece ser su no novio pero tampoco esposo?
—Hees-... digo, tú, hombre cualquiera, debes abandonar el lugar durante unas horas. Seguiremos con la extracción de la escopolamina.— dijo Soobin quién había llegado a la sala en la que se encontraba Jake.
El australiano vió a Heeseung. No quería que se fuera. Quería que se mantuviera ahí a su lado tal cómo lo había hecho estos últimos días.
—¿Cuánto tiempo tardará?— alcanzó a escuchar la conversación que mantenían ellos dos lejos de él.
—Entre ocho a diez horas la extracción y... debe guardar reposo durante otro tiempo más.— respondió Choi.
—¿Tendré que regresar el Sábado?
—Tal vez. Pero si te hace sentir mejor... es probable que para ese momento el ya haya recuperado el 80% de su memoria. Lo que te incluye.
Heeseung sonrió aliviado. —¿Y qué pasa con el resto?
—Son solo cosas que no tienen tanta importancia, pero las recordará conforme pase el tiempo. Es decir, puede que para fin de mes la droga ya no tenga ningún efecto en él porque la mayoría se habrá ido. Si con la siguiente extracción él recupera el 80% de la memoria, entonces podrá regresar a casa.
A Heeseung le dieron ganas de abrazar a Soobin.
Dios, ahora solo quedaba esperar lo mejor para su Jakey.
Y si todo lograba salir bien... puede ser que la casa a la que planeaban regresar no era necesariamente el apartamento de Jake.
—Acudiste a las personas correctas, Lee. No hay nada que esperamos más en este momento que la recuperación de nuestro amigo. Me alegra saber que servimos de ayuda, y el que nos hayas tomado en cuenta significa mucho para nosotr-
—JAKEY SE PONDRÁ BIEN, ¿VERDAD HEESEUNG?— lloriqueó Felix en su pecho.
Bien, tal vez pedirle a Chan y Felix que lo ayudaran con la mudanza a su nueva casa no había sido la mejor de las ideas. Felix estaba demasiado sensible y preocupado por Jake, y aunque Chan quería aparentar estar tranquilo ante la situación, también se notaba lo preocupado que estaba.
—Claro que lo hará, por eso es necesario prepararle un regalo para cuando regrese.
Felix se alejó y limpió sus lágrimas. —Tienes razón.
—Estoy emocionado por ver las fotos que Jake dijo que pegaste en su habitación.— dijo Chan. —Eres tan detallista.
Heeseung se sonrojó un poco. Claro que era detallista cuándo se trataba de Jake. Estuvo a punto de comprarle una estrella, sin exagerar.
—Bien, manos a la obra.
Los tres comenzaron a llevar las cajas de mudanza hasta la parte de abajo del edificio dónde los esperaba un camión que llevaría todo al otro lado de la ciudad. La casa quedaría un poco largo de su empresa y sus bares, pero no le importaba si con eso podría vivir con su familia en la casa que Jake siempre soñó.
Le indicó el camino a uno de los trabajadores que llevaban los muebles más grandes dentro del camión. Al voltear, admiró el edificio de cerca. Subió la mirada hasta la parte más alta y no hizo más que sonreír a boca cerrada y negar con su cabeza.
"Aún sigo sin entender por qué quieres comprar todo un estupido edificio."
"Simplemente quise sacar ganancias de un lugar que no sean mis clubes o bares. ¿Tienes idea de cuántas personas se hospedan en ese lugar?"
"No, pero si se que un tal Shim Jaeyun vive ahí y se que tiene que ver mucho con tu decisión. ¿Estás tramando algo, Lee Heeseung?"
Recordó esa conversación con Yeonjun.
Había comprado todo un maldito edificio sólo por querer sentir a Jake cerca. Realmente estaba loco.
Pues ahora en cuánto saliera de ese hospital podía despertar todas las mañanas y verlo a su lado. Podían desayunar o comer cualquier comida juntos. Podían jugar videojuegos con Ni-ki o cualquier cosa que su hijo quisiera. La idea de vivir juntos en su nueva casa le hacía sentir feliz y pleno.
Sentía paz, por primera vez en mucho tiempo.
Jake abrió sus ojos lentamente, acostumbrándose a la luz del sol que entraba por una de las ventanas y era amortiguada por las cortinas. Se dió cuenta que había despertado de su reposo luego de la extracción, por lo que rápidamente se sentó en la camilla y volteó hacia su lado derecho, buscando con la mirada al mismo hombre que había estado sentado a su lado todo este tiempo.
—Heeseung...— susurró al no verlo en la silla.
Una ola de tristeza lo invadió. Sus ojos rápidamente se cristalizaron sin saber bien por qué le dolía tanto no verlo ahí. Tal vez no sabía que había despertado y fue al baño. Tal vez no había almorzado y fue a buscar algo para comer. Tal vez... tal vez...
—Heeseung.— volvió a llamar con un nudo en su garganta.
Ahora podía recordarlo claramente.
A él y a su hijo.
Y es por eso que lloraba.
Recordó todo lo que pasó en sus vidas desde que se conocieron. Recordó todas las veces que el mayor se escabullía de sus clases con tal de tener un poco de tiempo junto a Jake en la biblioteca de su escuela. Recordó todas las veces que vieron el cielo nocturno sobre ellos en el campo que nadie visitaba, el que era exclusivamente para ellos dos. Recordó sus primeros besos y las veces que se tomaron de la mano tímidamente. Cuándo comenzaron a salir, su aniversario, su primera vez juntos, cuándo se enteraron de que serían padres, el nacimiento de Riki..., cuándo terminaron, cuándo se fue a Australia, cuándo lloraba y maldecía a Heeseung todas las noches, cuándo regresó y Ni-ki lo encontró; ese día en este mismo hospital dónde vió a Heeseung por primera vez en mucho tiempo y lo enfrentó, cuándo trabajó para él, cuándo Ni-ki escapó y ellos lo buscaron juntos, ese beso en el hotel, cuándo Heeseung le confesó todo en el mismo parque dónde habían hablado por primera vez, cuándo comenzaron a vivir juntos, sus demás besos, la forma en que lo sostenía, el te amo en su apartamento, la cena en la terraza, su mirada esa noche en la que terminó el juicio..., esas manos tomándole el rostro frente a los policías, esos labios besándolo en esta misma camilla... y las palabras que dijo mientras lloraba. Ahí estaba. Lo recordaba todo.
—¡Heeseung!— lloró aún más fuerte.
Era cómo si una serie de flashbacks continuos hubieran aparecido en su mente en ese momento y se sentía horrible.
Lo siguiente que vió fue a una enfermera entrar por la puerta de su sala. Se notaba sorprendida, cómo si no esperaba ver a Jake despierto en ese momento.
—¿Está todo bien? ¿Le pasa algo?— preguntó preocupada. —Hace pocas horas terminamos la extracción, pero... creímos que despertaría más tarde.
Jake tragó saliva con algo de dificultad. No le importaba si la droga seguía en sí o ya no, lo único que quería era a su esposo a su lado.
—Traiga a Heeseung.— pidió. —Tráigalo en este instante.
La mujer le miró confundida. —C-claro... llamaremos al señor Lee, pero antes debemos asegurarnos de que la extracción haya sido un éxit-
—Pueden hacerlo después, ¿verdad?— la interrumpió. —Por favor...
La enfermera suspiró y decidió darse por vencida.
—Consultaré esto con el Dr. Choi. Por favor no se mueva.
Salió de la sala bajo la atenta mirada de Jake.
Heeseung no recuerda una vez que haya corrido tanto cómo lo había hecho ahora. Estaba terminando algunos detalles en la nueva casa cuándo había recibido una llamada de parte Soobin que le avisaba que Jake acababa de despertar, y al parecer, preguntaba por él.
Pasó por los pasillos a paso rápido. Buscó la sala en la que se encontraba su pareja y entonces, entró tan desesperado cómo también se encontraba el otro por verlo.
—Jakey.— susurró al verlo sentado en la camilla, jugando ansiosamente con sus manos.
Jake rápidamente levantó su mirada y estiró sus brazos, buscando un abrazo que el mayor no dudo en darle. Ambos sintieron la agitación en el cuerpo del otro.
Lo habían hecho de nuevo.
Aún con otro intento más que había hecho el destino por separarlos, ahí se encontraban ambos ; regresando a los brazos del otro.
—Amor...— susurró Lee contra su oído. —¿Cómo te sientes?
Jake se separó un poco del mayor, haciéndole un espacio para que se sentara junto a él en la cama. Pasó sus manos por su cabello, al parecer se había despeinado al correr por las calles cómo loco dejando su auto atrás en medio del tráfico.
—Ya recuerdo todo.— respondió. —Te recuerdo a tí, a Riki... y a nuestro cerdito.— rió, contagiando al contrario.
—Dios, estoy feliz de que todo haya salido bien.— dijo con una sonrisa en sus labios. —Me preocupaba tener que recordarte todo cómo en los libros.
Jake también sonrió. —Mi metabolismo no es tan inútil después de todo.
Heeseung se acercó para abrazarlo de nuevo. Jake apoyó su mentón en el hombro contrario, armándose de valor para decir lo siguiente.
—Hay algo... que también recuerdo.— dijo.
Heeseung hizo que se separaran y le miró con una ceja alzada. No dijo nada, dándole permiso a Jake para que siguiera hablando.
—¿Tú... en serio te arrepientes?
Heeseung le miró cómo si no entendiera de qué estaba hablando, así que agachó la mirada y decidió ser más claro.
—Dijiste que te arrepentías de haberme hablado ese día en los columpios, y también dijiste que deseabas nunca haberme pedido que saliera contigo.— dijo con voz baja. —¿Lo decías en serio?
Heeseung recordó lo que había dicho, fue esa vez cuándo juró escuchar un "Hmm" de parte de Jake. ¿Será que la parte consciente de Jake le había regañado o quería decirle algo pero su boca no lo dejaba?
—Yo...— no sabía que decir. En ese momento se encontraba muy desesperado. No sabía que Jake iba a recordarlo, pero esa era la verdad que traía muy dentro suyo. —En ese momento sentí cómo si...
Buscó la forma de decirlo, pero no encontraba las palabras. Jake pareció entenderlo.
—¿Cómo si todo esto fue por culpa tuya?
Heeseung suspiró. —Sí.
—¿Y crees que si estuviera con alguien más, entonces yo estaría bien?
A Heeseung no le gustaba cómo sonaba eso, pero era cierto.
¿Y así pensabas mudarte con la persona que lastimaste tantas veces? ¿cuándo no puedes ni siquiera protegerla de tu madre?
—Creo que muy en el fondo sé que... no puedo ser la persona que quieres que sea.— dijo. —Estar conmigo sólo te ha traído problemas y dolor, y esto nunca parará si no lo detenem-
—¿Detener qué?— lo cortó. —¿Nuestra relación?
Heeseung se levantó de la camilla. Se dió la vuelta pensando bien las cosas. Evitó la mirada de Jake a toda costa.
—¿Piensas alejarme de nuevo?— preguntó incrédulo. —¿Lo harás otra vez?
El mayor volvió a mirarle. No sabía si negar o asentir. Estaba claro que lo que quería estaba muy lejos de ser lo mejor para Jake.
—¿Cuántas veces te he hecho llorar?— sonrió con tristeza. —¿Cuántas veces te he lastimado?
—Lo estás haciendo ahora.
—Es inevitable pensar en eso cuándo lo único que hecho por tí y Riki es darles una vida que no merecen. Mírame, Jake.— siguió sonriendo sin sentirse realmente feliz. —¿A quién ves?
—¿Pues tu a quién crees?
—A un desastre.— respondió. —No importa si soy el Heeseung de diecinueve o treinta y cuatro años, sigo sin poder darte lo que mereces.
—¿Y qué es lo que yo merezco?
—Mereces a alguien que te haga creer en el amor.— no se tomó ni un segundo en responder. —Mereces a alguien que te haga feliz y no deje que el dolor llegue a tu vida.
—¿Y crees que contigo no es así?— preguntó tranquilo. Quería demostrarle a Heeseung que no necesitaba a nada más que él en su vida. Lo haría sin necesidad de gritar y pelear.
—¿Cómo puedo pensar eso de mí cuándo ni siquiera puedo protegerte? Lo único en lo que soy bueno es en hacerte sufrir. En no cumplir mis promesas. En darte una vida que no mereces, en... jugar con tus sentimientos-
—No estás protegiéndome, Hee, no lo estás haciendo. Estás buscando una salida que no beneficiará a ninguno de los tres.
Heeseung entonces se quedó callado. Era cierto, estaba tomando la decisión nuevamente sin pensar en nada más que "lo mejor" para Jake, incluso cuándo eso conllevaba hacer algo que ninguno de los dos quería y que al final terminaría perjudicando también a Riki.
—Tú me amas y yo te amo. ¿Por qué eso no es suficiente para tí?
Otra vez no recibió ninguna respuesta.
Jake se removió un poco en la camilla de modo que pudiera estar más cerca del mayor. Tomó su mano con delicadeza y habló con voz suave —Para mí eres perfecto, hyung. Eres a quién merezco. Y te quiero para mí.
Heeseung le miró con tristeza —Jake... no soy quien crees que soy. No soy a quien ves, no soy quien parezco que soy. Tú no me conoces, yo no... recuerdas a mi yo de diecisiete años, ¿no?, era feliz, Jake. Vivía bien, mi familia estaba bien, mi padre-... él estaba vivo y tú estabas bien. Todo estaba bien.— su voz salió desesperada y ahogada, cómo si estuviera aguantando mucho las ganas de llorar. Volvió a sonreír —Y dos años después te deseché cómo si fueras sólo un trozo de papel.
Shim dejó un ligero apretón en su mano y esperó unos cuantos segundos antes de acercarse a esta y dejar un pequeño beso sobre ella.
—Eso está en el pasado ahora... y yo deseo que ahí se mantenga para siempre.— explicó con suavidad y posteriormente sonrió ladinamente —¿Es peligroso estar contigo? Entonces pienso arriesgarme. Quiero arriesgarme. Porque quiero volver a sentir lo que es estar contigo. Ser tu... novio, esposo, lo que sea. Quiero pasar el resto de mis días contigo y realmente no me importa si esto al final siempre terminará mal.— negó con la cabeza y soltó una risa —Quiero estar contigo ahora, en este momento. No me importa nada más.
Heeseung se mantuvo callado y agachó su mirada al suelo, incluso intentó alejar su mano de Jake. Esto molestó un poco al australiano.
—Heeseung, mírame.— exigió. —No voy a dejar que vuelvas a terminar conmigo.
Heeseung percibió la molestia y la seguridad en los ojos y voz del menor. Otra vez no dijo nada, sólo se limitó a escucharlo.
—No voy a dejar que vuelvas a terminar conmigo.— repitió. —Si el destino no quiere que estemos juntos, ¿eso a quién carajos le importa? Ya lo dije. Quiero estar contigo y nada podrá evitar eso.
Heeseung entonces se dejó caer sobre la camilla. Volvió a sentarse al lado de Jake y se recostó sobre la pared.
—Graci-
—Y ni se te ocurra agradecerme.— lo cortó.
Heeseung sonrió y buscó la mano de Jake. Ambos entrelazaron sus manos y Jake aprovechó la corta distancia para besar los labios del mayor con delicadeza.
—Estamos juntos en esto, recuérdalo.— aseguró. —Y no dejaré que nada más te haga dudar de lo que es mejor para mí, porque te puedo asegurar que yo sólo estaré bien si estoy contigo, así cómo ahora.
Heeseung puso un mechón del cabello del menor detrás de su oreja, le miró con ternura y adoración y entonces volvió a besar sus labios.
Y es ahora, en este preciso momento en la sala de un hospital, dónde Heeseung finalmente sepultó por completo todas las dudas e inseguridades que sintió desde joven hasta ese día.
Era mucho más fuerte el amor que sentía por Jake que cualquier pensamiento negativo que llegara a su cabeza. Ni siquiera podían compararse.
Además... le había prometido al Jake de hace unas horas que en algún momento iban a casarse. Y tal vez no tenía que esperar mucho para que eso sucediera.
—Te amo, Jake.— susurró contra sus labios.
—Y yo te amo a tí, Heeseung.— dijo con una sonrisa.
Heeseung ensanchó su sonrisa y atrajo aún más cerca al menor.
—Dijiste que soy muy Sirio, Vega y Adhara, ¿no?— preguntó contra su pecho. —Ya sé lo que significa...
El mayor alzó sus cejas y le miró expectante.
—Pero prefiero oírte a tí decirlo.
Lee soltó una risa y pinchó suavemente la mejilla del menor.
—Eres la estrella más brillante cómo Sirio, eres aún más luminoso que el sol cómo Vega y eres igual de puro cómo Adhara.
—Dios, que hombre tan inteligente y cursi. ¿Quién te enseñó todo eso?
—El amor de mi vida.
Ambos volvieron a reír y besarse. Se mantuvieron así hasta que la puerta se abrió y un Ni-ki cargando un gran oso de peluche entró haciendo que se separaran.
—¡Mamá, despertaste!— corrió hasta la camilla y se lanzó sobre Jake para abrazarlo con fuerza. —¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?
Jake volteó hacia Heeseung. —¿Quién es el?— preguntó con voz fingida.
—Un niño de por ahí.— respondió el mayor.
—¡Oigan!— se quejó Riki. —¿No me reconoces en serio?
Jake rió. —Estoy bromeando, bebé, claro que lo hago.
Ni-ki suspiró aliviado y sonrió. —¿Ya nos podemos ir de aquí? Vamos, vamos, vamos.
—Espera un poco.— rió. —¿Por qué tan desesperado?
Heeseung sabía que Ni-ki no era el mejor para guardar secretos, así que tomó el gran peluche y se lo lanzó a Jake.
—Mira lo que te compró tu hijo.
—También soy tu hijo.— dijo Riki. Heeseung le hizo una señal para que guardara silencio.
—Es muy lindo, gracias nini.— acarició su mejilla con cariño.
Heeseung sabía que en cualquier momento entraría Soobin y los correría del lugar para revisar a Jake, así que se acercó a su pequeña familia y los abrazó con fuerza y algo de dificultad debido a la posición. Jake y Ni-ki se vieron confundidos entre ellos pero terminaron alzándose de hombros y correspondieron el abrazo.
—Los quiero.— susurró Ni-ki, sintiéndose feliz de poder hacer esto con sus padres aunque tal vez antes nunca hubiera imaginado que iba a poder hacerlo.
—Y nosotros a tí.— respondieron al unísono.
Después de todo, aún seguía siendo sólo ellos tres contra el mundo.
🌷; ya basta de drama y que empiece la boda
esta última parte del cap me recuerda a esa escena de spiderman donde gwen le dice a peter "si por no querer perderme no puedo estar contigo, ¿eso a quién beneficia?" jaja estoy llorando
Rin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro