#035
—Hee, trata de escucharme. Esto podría sentenciar por completo el-
—No.— apresuró más su paso sin darle oportunidad a Jake de alcanzarle.
Shim también caminó más rápido y se puso frente a él, consiguiendo que se detenga. Le miró suplicante, que al menos considere su idea.
—Te pedí que me escucharas.— le regañó con suavidad.
—Y yo te digo que no quiero hacerlo.— le dijo con frialdad en su voz pasando por su lado.
Jake suspiró y jaló de la bolsa de compras de Heeseung, consiguiendo que se detuviera de nuevo. El mayor apretó su mandíbula y le miró con frialdad. Amaba todo de Jake, de veras, pero su terquedad era algo que nunca pudo soportar. Un no es un no.
—Sé que no puedo obligarte, pero al menos piénsalo. Hyerin irá muy preparada en el último día, y nosotros ya usamos todos nuestros recursos. Si hace algo y engaña aún más a la gente será nuestro fin. Pueden hasta quitarnos a Riki...
—Eso no pasará. No dejaré que eso pase.— respondió. —Buscaremos otra alternativa, pero no me hagas hacerlo.
—Por favor.— rogó Jake de nuevo.
Heeseung hizo una mueca y volvió a voltearse para caminar.
—Mejor dime qué quieres almorzar. Se supone que era una salida tranquila de compras, no de cómo convencerme a recordar mi vergonzoso pasado.
—No es vergonzoso.— le corrigió una vez había regresado a su lado. —Son tus sentimientos más privados, nadie se reirá de eso.
—Exacto, Jake, mis cartas de suicidio y dolor son cosas privadas, y por eso tengo todo el derecho de decidir si quiero mostrarlas al mundo o no.— le dirigió una rápida mirada de advertencia. —Ni siquiera planeaba mostrártelas a tí. Fuiste tú quién las encontró.
—Ya te dije que no planeo obligarte, pero si lo piensas mejor, puede ser una muy buena forma de que ganes-
—No quiero ganar.— le interrumpió. —Desde el principio te dije que me daría igual cómo resultara esto siempre y cuándo ustedes dos estuvieran a salvo. Además, tu mismo viste lo que me pasó cuándo me pediste una explicación de lo que significaban esas notas. No podría hablar de eso frente a un juez, mi ex-esposa y probablemente mi madre, quién seguramente verá la transmisión. Miles de personas también lo verán y yo estoy completamente bien así ahora. Con que sólo tú sepas las veces que quise morirme.
Jake se mantuvo callado y lo pensó detenidamente. Genial, estaba siendo desconsiderado de nuevo.
Vaya forma de olvidar el pasado, Jaeyun.— se regañó mentalmente.
—Quiero comer pasta.— fue lo único que dijo.
Heeseung le miró con curiosidad, notando cómo el menor no se atrevía a dirigirle la mirada. Parecía un cachorrito recién regañado. Medio sonrió y pasó la bolsa a su otra mano para usar la izquierda, la cuál ahora estaba libre para tomar su mano. La sintió caliente, combinando tan bien con las suyas que normalmente se mantenían frías.
—Lo siento, Jake, pero no puedo hacerlo.
—Descuida.— susurró. —Perdón por ser tan insistente.
Heeseung detuvo su andar y volteó hacia todos los lados del centro comercial para asegurarse de que nadie los estuviera observando. Se agachó hasta la altura de Jake y besó su mejilla con cariño.
—Sólo olvidémoslo.— también susurró. —Te llevaré al mejor restaurante italiano.
Jake sonrió aún incómodo por su comportamiento anterior. Esperó a que volvieran a caminar en dirección a la salida para pegarse más al hombro de Heeseung y sentir su calidez corporal.
En el último día del juicio el tribunal logró reconocer la evidencia falsa. En cuánto supieron que el equipo Lim contaba con el apoyo del gobierno, empezaron a replantear las opciones de castigo sobre el culpable. No podían tomarse la libertad de castigar severamente a Hyerin por difamación y agresión siendo que los padres de esta eran personas tan importantes en el gobierno de la república. Qué hilarante, no podían hacerlo ni porque se demoninaran a sí mismos cómo "la corte suprema de justicia".
El juez comenzó desmintiendo lo de la hermana de Hyerin, lo cuál fue todo un triunfo para Jake. Pero Jay y Heeseung no se encontraban del todo satisfechos, pues a diferencia de los anteriores días, el juez se notaba más a favor de Lim.
—Según nuestra investigación, creemos que la difamación de Lim Hyerin contra Lee Heeseung se trató de una inocente forma de hacerse cargo de su hijastro, pues durante su tiempo de relación cuidó a Lee Riki cómo a su hijo mientras su otro padre lo abandonó.— dictó seriamente y le dirigió una mirada a Jake.
Heeseung tuvo que parpadear para tratar de procesar lo que acababa de decir. ¿Era en serio? ¿Ahora culpaban a Jake de abandono?
—Según lo que el mismo Jake Shim dijo durante el primer día, nunca hizo el esfuerzo durante quince años de ver a su hijo. También la declaración de Lee Riki nos dijo que realmente nunca se hizo cargo de él para enseñarle al menos las cosas básicas que un niño cualquiera aprendería. Y aunque el chico no haya estado del todo satisfecho con su infancia, al menos Hyerin estuvo a su lado.
Jake le miró totalmente ofendido. Genial, ¿ahora todo era culpa suya? ¿Se habían pasado por el culo las declaraciones de Riki y las muestras de agresión?
Jay se levantó de su lugar igual de cabreado que Heeseung y Jake.
—¿Qué pasó con las declaraciones pasadas de Riki? Él dijo y demostró lo mal que lo pasó todo estos años viviendo con esa mujer. ¡La mamá de Heeseung obligó a Jake a irse! ¡No puede tergiversar las palabras-
—No lo estoy haciendo, señor Park. No niego las acusaciones de violencia física contra al chico aún con las evidencias mostradas y la grabación del señor Park Sunghoon. Pero no hay realmente pruebas que comprueben lo que dicen sobre la madre de Lee Heeseung y su separación. Si no tienen pruebas no hay forma de creerlo.
El lugar quedó en silencio. Heeseung cerró los ojos frustrado. Tenía razón Jake, llevar las notas de suicidio habría sido una gran idea para dar por terminado el caso ahora, pero no podía hacerlo. Era demasiado para él.
—Podemos presentar cargos contra ambas partes. Abuso y violencia física hacia Hyerin y hacia Riki. Pero no podemos hacer nada contra Lee Haemin, quién ni siquiera ha estado presente para defenderse.
Jake mordía sus labios consumido por la rabia. Estaba pensando en algo que le diera vuelta a la situación, pero nada se le ocurría. ¿Qué más necesitaba ese maldito juez además de pruebas físicas, grabaciones, papeles y declaraciones? Estaba a nada de perder el control y pegarle con ese martillo de madera que tenía.
A Heeseung le resultaba muy extraña toda esta situación, desde cómo mágicamente el juez parecía ser controlado por alguien más con tal de perjudicarlo a él y a su familia, hasta la forma de actuar de Hyerin, cómo si no estuviera realmente feliz con la idea de ser la única de las mujeres que tenía que pagarlo todo. Cómo si escuchar que su ex-suegra y aliada no sería castigada le resultara poco satisfactorio.
Pero había algo que le resultaba aún más extraño todavía. Y eso era el hecho de que Yunjin, una de sus anteriores empleadas y la chica de la que prometió hacerse cargo en el pasado, le haya avisado que asistiría al juicio cómo espectadora.
¿Por qué había decidido ir? Ya no trabajaba para él.
Con algo de duda Yunjin se fue levantando de su lugar, llamando la atención del juez.
—¿Sí?
Todos los presentes voltearon hacia la chica. Esta jugaba nerviosamente con sus manos y buscó la mirada de Heeseung con desesperación. Lee frunció su ceño y le miró con duda, claramente pidiendo una explicación.
—Puedo... ¿puedo ayudar con el caso?— preguntó casi inaudible.
Las personas a sus lados la miraron con desaprobación, cómo si dijeran "¿que se cree ella?".
—Yunjin...— la llamó Heeseung. —¿Qué haces?
—Tiene el derecho de hablar sólo si su información es provechosa y puede servir de algo en el caso, señorita.— dijo el juez.
—Lo es.— respondió segura.
Pronto se encontraba sentada en el lugar de declaración. Heeseung seguía estudiándola con atención y Jake estudiaba a Heeseung. Se veía que esa chica estaba cerca de ser algo importante para Heeseung, si no es que ya lo era.
Yunjin usó la pantalla de multimedia para mostrar lo que tenía. También era una grabación, pero este traía un video consigo. En la pantalla se pudo ver claramente a Hyerin y Haemin, sentadas una frente a la otra en el comedor.
"Lo siento, Lim, pero el acuerdo entre nosotros ha llegado a su fin. Fue a petición del mismo Heeseung. Intenté hacerlo razonar pero se negó totalmente a darte otra oportunidad. Eres una idiota si creíste que ibas a salirte con la tuya al meterte con su hijo."
Se alcanzó a escuchar en el video. Jake abrió los ojos sorprendido. Era la madre de Heeseung quién hablaba.
"¿No es eso lo que usted también hizo?"
"¿Acaso crees que Riki habría dicho algo si hubiera sido solo yo quién le hacía eso? Lo habría convencido de no decir nada, pero viniste tú a joder todo y desquitarte con él sólo por ser el heredero. Estaba claro que tarde o temprano todo esto pasaría."
De nuevo todos se sorprendieron y comenzaron a murmurar cosas. Ya está. Hyerin no era la única que maltrató a su hijo.
"¡Ese mocoso no merece quedarse con el negocio familiar! ¡No sabe absolutamente nada sobre el control de la empresa! ¡Si tan sólo pudiera tener hijos le aseguraría que el futuro de LHS estaría en buenas manos!"
"Pero no puedes, y eso es lo que hizo que Heeseung perdiera el interés en tí."
Oh, ahora todo tenía sentido.
"¡¿Está culpándome por ser estéril?! ¡Si tanto deseaba a una puta que solo sirviera para parir hijos debió haber buscado a otra Serin y no a un niña de apenas dieciocho años que nunca había tenido sexo!"
—¿Cómo puede hablar así de otra mujer?— se escuchó entre el público.
"No juegues tu papel de victima ahora, Lim, porque fuiste tú quién aceptó el acuerdo ante la sola mención de dinero, prestigio y fama. Tampoco puedes echarme en cara lo de tu virginidad perdida porque Heeseung no te tocó ni una sola vez hasta que tuviste veintidós años, cuándo descubrimos que no podías embarazarte por más que intentaran. Sabía que había cometido un grave error en ese tiempo al escoger la esposa de mi hijo, pero ya no había nada más que hacer. Y sobre lo de Serin... me gustaría que tuvieras más respeto hacia ella. Si lo que quieres es elevarte un poco el ego déjame decirte una cosa. Serin abandonó este lugar sin ser tocada una sola vez por Heeseung. Al menos le serviste para pasar un buen rato de sexo contigo, ya sabes... sin consecuencias."
"¡¿Y eso de qué mierda me sirve?!"
"¿No es obvio? Te estoy dando una oportunidad para detener a Heeseung con toda esta mierda del divorcio. Si le mencionas que lo demandarás por violencia sexual, tal vez reconsidere sus opciones."
"No voy a escucharla. La última vez que me dejé llevar por señoras cómo usted fue con mi madre cuándo me hizo ver este matrimonio cómo un estupido cuento de hadas."
"Entonces ya no eres bienvenida en mi casa. Toma tus cosas y lárgate."
"¡No puede hacerme esto! ¡Se lo diré a mis padres y ellos harán que usted y el imbecil de su hijo paguen por est-"
"Tu maldita familia ya no nos beneficia en lo absoluto. Si a alguien le debes tu estúpida carrera de actriz es a nosotros."
Lo siguiente que se ve en el video fue a Hyerin salir del lugar hecha furia, luego la grabación terminó y sólo se pudo apreciar la pantalla oscura, cómo si Yunjin acabara de poner la cámara de su celular bocabajo.
—Lo siento... pero para mí Lee Haemin no es inocente.— dijo la chica con claro nerviosismo. —Vi muchas veces cómo trataba con desprecio a Riki, y tal cómo vieron en el video... sé que todo esto de la demanda es obra de ella.
—¡¿Y tú quién mierda te crees que eres?!— gritó molesta Hyerin mientras se acercaba a ella queriendo hacerle daño. Los policías en el lugar fueron más rápidos y la tomaron de los brazos para regresarla a su lugar. —¡No eres más que una maldita sirvienta! ¡No mereces trabajar para Haemin y yo! ¿¡Es así cómo nos pagas?!
—Orden.— exigió el juez, pero se vió interrumpido por Heeseung, quién se levantó también de su lugar viendo con molestia a Lim.
—¡No vuelvas a hablarle así!— gritó. —¡No te atrevas a insultarla de nuevo, ¿oíste?!
Jake tomó a Heeseung del brazo y susurró palabras para tranquilizarlo. Heeseung se detuvo pero siguió viendo a la pelinegra con molestia.
—Así que además de abusadora y mentirosa, también es una presumida y cree que por trabajar en una casa eres inferior a ella, wah, de verdad que esa mujer es despreciable.— susurró alguien más.
Hyerin vió a todos con rencor. Nada estaba saliendo bien. Heeseung no podía ganar esto, no podía.
Yunjin volvió a hablar una vez las cosas se habían calmado un poco.
—Mi madre solía trabajar para el señor Lee. Ella... prácticamente crió a Riki. Lo cuidaba mientras el señor Lee iba a la universidad. Lo alimentaba, limpiaba, le enseñó... muchas cosas, y lo sé porque cuándo yo salía de la escuela e iba a la casa de los Lee para ayudar a mi madre con el trabajo, muchas veces jugué y cuidé de él también. Era un bebé. Estoy segura de que él no lo recuerda.— dijo.
Entonces Jake se dió cuenta del por qué esa chica parecía ser cercana e importante para Heeseung. Su madre era la mujer que le había mencionado el día que le confesó todo.
—Cuándo ella murió, el señor Lee me mandó a traer y desde entonces he vivido en su casa. Era una de sus trabajadoras antes de que se fuera junto a Riki. Él... es la mejor persona que he conocido en mi vida después de mi madre.
Heeseung miró sorprendido a Yunjin.
Nunca le habían dicho eso.
Nunca había sido la mejor persona en la vida de alguien.
—Se ha hecho cargo de mí todos estos años incluso cuándo ya no soy una niña..., ha pagado todos mis estudios y mis clases de canto. Gracias a él puedo estudiar en una buena universidad y comer cómo una reina, aunque sé que no pertenezco a esta familia.— una lágrima bajó por su mejilla. En su mirada todo lo que se podía notar era agradecimiento.
—Es por eso que hago esto por él, aunque mi jefa sea Haemin. Pero probablemente... ya no lo sea más.— sonrió un poco. —Quiero que todos sepan la buena persona que es Lee Heeseung. Para una persona cómo yo que nunca ha tenido un padre, ver a alguien así de amable y dispuesto por darte un lugar para vivir y que se preocupe por tu bienestar, salud y estudios... eso me parece increíble. Me hace sentir cómo si fuera la persona más afortunada del mundo aunque realmente no tenga familia.— se limpió el rastro de lágrimas con sus dedos, logrando tocar el corazón de todos en el lugar.
—Estoy muy agradecida con usted, señor Lee.— dijo mirando fijamente a Heeseung. —Y realmente espero que todos sepan quién es la verdadera victima aquí.
Heeseung no sabía qué decir.
La señora Huh había sido demasiado buena con él y su hijo. Tal cómo Yunjin se acababa de expresar sobre él, así se había sentido con la señora Huh, y es por eso que cumplió con su último deseo.
Con al menos uno de ellos.
—El tribunal ha tomado su decisión.— dictó el juez luego de un largo tiempo de espera.
Jake buscó la mano de Heeseung a su lado. Apretaron juntos su agarre, buscándose dar apoyo mutuamente. Realmente no sabían qué esperar.
—Los involucrados, Lim Hyerin y Lee Heeseung presentaron distintos cargos mutuamente sobre temas cómo abuso físico, sexual y mental, violencia intrafamiliar y alienación parental. Dichas denuncias fueron investigadas y se descubrió que el señor Jake Shim es quién verdaderamente dió a luz a Lee Riki y se desmintió la supuesta existencia de Lim Haeyoon. A base de pruebas se descubrió que el único abuso que se llevó a cabo fue el de Lim Hyerin y Lee Haemin contra Lee Riki según la declaración de este. Dicho acto causó revuelo entre el público y defensores de menores de edad por lo que dichas actitudes merecen ser corregidas y castigadas sin objeción...
Era hora. Llegó el momento.
Heeseung juraba que podía escuchar las manecillas de su reloj moverse. Podía escuchar el aire o los pasos de las hormigas. Era exagerado, pero así se sentía. Había demasiada tensión y el tiempo iba muy lento.
—Es por eso...— siguió diciendo. —Que se le aplicará una orden de alejamiento a Lim Hyerin.— fue lo que dijo.
Heeseung entonces dejó de respirar. Soltó la mano de Jake y hasta los latidos de su corazón se detuvieron.
¿Qué? ¿Una orden de alejamiento? ¿Eso era lo único que merecía?
—Con respecto al señor Lee, deberá pagar una condena de 500 millones de wones por indemninación compensatoria.
—¿Qué?— Jay se volvió loco. —¡¿Maltratan a Heeseung y Riki por años y es lo único que reciben?! ¡¿Una maldita orden de alejamiento?!
Heeseung se mantuvo tranquilo y Jake no podía entenderlo. Vió al mayor rascar el respaldar de su mano con fuerza hasta dejar de color rojizo la zona. Lo ha visto hacerlo antes. Lo hizo cuándo vió las noticias ese día y... cuándo convulsionó en su oficina.
Oh no.
—Haz que se detenga.— le pidió mediante susurros.
Jake no sabía si se refería a Jay o a la situación en general. ¿Cuál era el maldito problema de este tribunal? ¿Las dejaría libres por ahí sabiendo lo que le hicieron a las personas que más amaba?
—¡Su deber cómo la corte suprema de justicia es resolver este caso de la forma más justa posible! ¡No soy idiota, sé que el gobierno te está influenciando!— gritó Park totalmente cabreado.
Esto para él era una derrota. Nunca antes había perdido un caso, pero lejos de eso también le parecía muy injusto para Heeseung.
—¡Es por eso que ya nadie confía en ustedes, son unos putos sinvergüenzas! ¡¿Estas mujeres le hicieron daño a mis clientes y ellos tienen que pagar?! ¡¿Dónde quedó su maldito sentido común?!
—Jake, haz que se detenga.— repitió Heeseung con voz débil.
Jake actuó rápido y tomó a Jay del brazo para hacer que lo viera.
—D-déjalo así...
—¡No! ¡Esto no puede acabar así! ¡Tenemos pruebas y todo! ¡Esa chica grabó sus propias palabras, ¿por qué mierda lo ignoran?!
—¡NO LO SÉ!— gritó Jake, lo suficientemente fuerte para que todos en la sala lo miraran. —¡SÉ QUE MERECEN MÁS QUE ESTO PORQUE, MALDITA SEA, LE HICIERON DAÑO A MI HIJO Y MI ESPOSO! ¡YO TAMPOCO LO ENTIENDO PERO ES LO QUE EL JODIDO TRIBUNAL QUIERE Y NO TENEMOS MÁS OPCIÓN QUE ACEPTARLO!
El pecho de Shim subía y bajaba con desesperación buscando oxígeno. De sus ojos salían lágrimas de amargura por todo lo que estaba sucediendo. También quería protestar por la estúpida sentencia, pero no quería ver a Heeseung temblar de nuevo.
Ni siquiera notó que lo había llamado mi esposo.
—El quiere que paremos.— rogó sin aliento.
Jay entendió que era lo que su cliente quería, así que no tuvo más opción que aceptar.
Honestamente era muy decepcionante.
Ni-ki miraba de reojo a sus padres frente a él en el comedor. Todo estaba tranquilo y callado. Sabía a qué se debía, y eso lo llenaba de ira.
Los tres comían sin decir nada. Heeseung masticaba sin levantar la cabeza y Jake lo hacía mirando un punto fijo en la nada. Era bastante incómodo, pero no se podía esperar nada más luego de lo que acababa de pasar.
Una llamada en el teléfono de Heeseung fue lo que cortó el silencio. Lee tomó el aparato y se levantó de su lugar para responder. Jake lo seguía con la mirada.
—¿Papá está bien?— preguntó Ni-ki preocupado.
Jake suspiró. —Supongo que es el más decepcionado. Le preocupa mucho el hecho de que ninguno haya ido a la cárcel y ahora el peligro que corremos es aún más grande.
—Me siento tan mal por él.— le miró triste. —No hay forma de que vivamos tranquilos ahora.
Jake volvió a suspirar y se encogió de hombros.
—Espero que las cosas cambien para bien. Y que esa orden de alejamiento si sirva de algo.
Por otro lado Heeseung se apoyó en una de las paredes más alejadas de la cocina. Escuchó la voz de su mejor amigo.
—Ví lo que pasó. Lo siento mucho amigo, todos sabemos que merecían más.
Heeseung chasqueó la lengua. —¿Me llamarás sólo para darme tu lástima?
Yeonjun rió. —Tan gracioso cómo siempre, Heeseunggie.— Heeseung sonrió. —Hablo en serio, sólo que no sé que decirte realmente.
—Estoy demasiado preocupado. Tengo esta horrible sensación de que algo pasará y no sé qué es. Ya nada será igual, ellas definitivamente querrán quedarse con LHS o hacer algo, no lo sé, no tengo ni puta idea y yo... me siento tan inútil. Quiero protegerlos, Yeon, es lo único que quiero... que estén a salvo.
—Amigo, cálmate ¿sí? Debe ser sólo el sabor agridulce que el juicio dejó en tí, pero ya pasará-
Heeseung negó aunque sabía bien que su amigo no podía verlo. —Me está carcomiendo por dentro y no sé cómo hacer que pare.— cerró sus ojos y golpeó su cabeza levemente contra la pared. —Lo único que quiero es ser feliz con mi familia.
—Y prometo que lo serás.
Jake pensó que el silencio no duraría tanto, pero hasta que ambos ya se encontraban recostados en la cama muy lejos del otro supo que definitivamente algo estaba molestando al mayor.
—Hee— le llamó.
Heeseung se volteó y le miró. Jake se fue acercando más y más hasta que sus cuerpos estuvieron casi rozándose. Levantó su brazo y lo llevó hacia el sedoso cabello del mayor. Fué acariciando lentamente hasta llevar su mano a su mejilla.
—Está bien.— sonrió. Aún en la oscuridad su sonrisa era igual de hermosa que siempre para Heeseung. Tan curativa. —Estaremos bien, no te preocupes.
—No estoy seguro de eso.
—Pero yo sí.— volvió a sonreír. —Ahora todo cambiará para nosotros, créeme. Podemos volver a empezar y ser mejores padres que antes. Podemos volver a salir y... hasta llegar a casarnos.— su mano fue bajando por su cuerpo hasta tomar la contraria y entrelazar sus dedos. —No suena mal, ¿no?
Heeseung le miró aún con preocupación. Por alguna razón no estaba seguro de lo que escuchaba.
—Si algo te preocupa, sólo dímelo.— dijo. —Seré quién te escuche ahora. Siempre estaré para tí.
"Siempre estaré para tí."
¿Por qué eso sonaba tan triste?
—Jake yo...
—¿Sí?
Quería decírselo de nuevo. Quería decirle te amo. Quería demostrarle cuánto lo adoraba. Quería pedirle que nunca se fuera, y a la vez prometerle que nunca se iría.
Quería hacer algo, pero su cuerpo no reaccionaba. Simplemente se limitó a acercarse aún más cerca de él y depositar un beso en sus labios. Cerró sus ojos y apoyó sus frentes juntas. Quería permanecer así para siempre. Quería que sólo fueran ellos dos... y su pequeño dumpling contra el mundo. Quería que su familia dejara de sufrir.
Pero aún con todos los sentimientos y pensamientos confusos que traía dentro de sí, nunca imaginó que se arrepentiría de no haberle dicho a Jake cuánto lo amaba esa noche.
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