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#030

Ni-ki veía encantado el video de sus papás besándose una y otra vez. Probablemente con los años esto le resulte incómodo y sienta cringe de sí mismo, pero por ahora disfrutaría de las migajas.

Iba tan concentrado en lo suyo que cuándo Nicholas pegó un frenazo tuvo que sostenerse del asiento delantero con fuerza para no caer.

—¿Qué es eso?— preguntó Wang entrecerrando los ojos.

Ni-ki volteó hacia la ventana a su lado, notando a unas cuántas personas cerca de Full Moon con carteles y pancartas mientras gritaban algo que no entendía.

—¿Ese es papá?— preguntó frunciendo el ceño.

Una mujer sostenía un cartel con la cara de Heeseung. Cabe destacar que la cara de este se encontraba manchada de tinta roja, señalándola con un cuchillo en sus manos.

Ni-ki miró atemorizado la escena. ¿Estaban dando a entender qué querían matar a su padre...?

—¿P-por qué... por qué lo odian?— preguntó estupefacto.

—Tenemos que salir de aquí.— dijo Nicholas mientras desviaba el auto y daba la vuelta, aún cuándo las leyes de tránsito indicaban que esto estaba prohibido.

Ni-ki permaneció boquiabierto. ¿Qué estaba pasando?

—Está bien, señor. Ya llevo a Riki de regreso.— escuchó a Nicholas decir.

—¿Estás hablando con papá? ¿L-le preguntaste que pasa? Yo no sé que está pasando Nicho, estoy-

—Riki.— le miró por el espejo colgante. —Mantén la calma y escúchame bien.

Ni-ki asintió y pasó saliva.

—Tú padre está metido en graves problemas.— dijo. —En realidad me sorprendió que hoy estuviera tan normal, cómo si no supiera lo que pasaba. Pero supongo que ya se enteró.

—¿Enterarse de qué?

Nicholas no sabía cómo decírselo, así que optó por pasarle el periódico que traía consigo a un lado. Riki leyó el editorial con los ojos más que abiertos. ¿Su padre recibió más de una demanda de parte de Hyerin? ¿Ella lo acusaba de violencia? Y no sólo eso...

—Yo no... ¡Y-yo no hice eso!— exclamó con impotencia. —¡Es mentira! ¡Yo no le dije nada! ¡¿Cómo conoce a mamá?!

¿Cómo se había enterado de que su padre tenía algo con Jake? ¿Por qué de repente dice ser su madre? ¿Qué planeaba? ¿Su abuela tenía que ver con esto? ¿Lo hacían cómo venganza?

—Todos... lo odian.— dijo triste. —El no merece esto. Papá solo merece ser feliz, no esta mierda.— aguantó sus ganas de llorar. —¿Por qué nadie le cree?

—Habemos personas que le creemos.— contestó Nicholas.

Desde el día en que cuidó a Jaeyun en Honey Moon mientras este trabajaba para Heeseung, Nicholas comenzó a sospechar de que ellos dos se traían algo, especialmente por la forma en que reaccionó Heeseung al descubrirlos en su oficina. Era la primera vez que veía a su jefe nervioso y preocupado. Además, no lo despidió a pesar de haber dejado su encomendado puesto, con la simple condición de no decir nada de lo que vió.

Pensó que se trataba de una infidelidad, así que aún sabiendo lo moralmente mal que estaba guardar ese secreto lo hizo porque realmente necesitaba ese trabajo, su familia (ahora de cuatro) lo necesitaba. Sin embargo, su curiosidad aumentó inevitablemente al día siguiente, cuándo Ni-ki fue a la oficina de Jaeyun para verlo, lo cuál era completamente extraño si se trataba de un simple trabajador de su padre.

La forma en que Jaeyun le hablaba a Ni-ki, con cariño pero a la vez con clara incomodidad, delataba mucho que aún no tenían mucha confianza entre ellos, o más bien, Jaeyun no tenía mucha confianza con Riki. Tiempo después Jaeyun fue mágicamente ascendido al puesto de asistente de Heeseung, aún cuándo este había recalcado no necesitar la ayuda de nadie más cuándo ya tenía a Yeonjun a su lado.

Nicholas sabía que Jaeyun y Heeseung tenían algún tipo de conexión entre ellos que los mantenía unidos al otro, así que pensando en todas las demás posibilidades, llegó a sospechar de que Jaeyun era quién realmente dió a luz Riki. Simplemente fue una loca teoría que tuvo.

Sin embargo, el que le haya pedido recoger a Riki en el hogar de su empleado, dónde al parecer también estaban viviendo era un hecho que no podía ignorar.

Y ahora, cuándo en momentos antes el pequeño Lee dijo «¿Cómo conoce a mamá?», se dió cuenta de que estaba en lo correcto. Jaeyun era su verdadera madre. Y no sólo eso, ahora también se enteró de que recibía también el nombre de Jake Shim.

A menos que ambos sean personas completamente distintas y estaba siendo delulu.

Ni-ki bufó. —¿Viste cuántas personas habían afuera de Full Moon? Ese ni siquiera es el local más famoso de papá. Nosotros no somos nada al lado de ellos.

—El que hayan muchas personas ahí no quiere decir que todas crean en lo que dice Hyerin.— dijo con la mirada seria. —Simplemente están confundidas. No saben en qué creer.

—Tenían carteles de odio hacia papá, se veía que lo odian-

—Eso es lo que parece. Pero no es así.— la seguridad en su voz le hizo creer a Riki que estaba en lo cierto. —Las personas tienden a meterse en líos que no les conciernen en lo absoluto. Personas que ni siquiera conocían a tu padre o a la misma Hyerin están comentando sobre la situación, sin siquiera tomarse el costo de investigar un poco. Eso es lo que somos. Una sociedad fácil de convencer y engañar.

—Pero supongo que leyeron los comentarios de Hyerin. Sus acciones deben basarse en eso...

—Las declaraciones de Hyerin fueron simplemente la luz verde para permitirles opinar al respecto, porque eso es lo que ella quería: llamar la atención. Y el hecho de que tu padre no haya dicho nada aún sólo les da más razones para creer en lo que les parece más fácil. Porque es más correcto creer en la victima.

—Pero la verdadera victima es papá. Están creando rumores sobre él que no son ciertos. ¡Incluso dijeron mentiras sobre mí!

—Las personas que viste hace un rato no saben de esto, así que podría decirse que están en todo su derecho de exigir una respuesta por parte de tu padre. Sin embargo, esto normalmente a nadie le interesaría. Hay muchos casos de abusos que si son ciertos que han sido ignorados por la policía, pero la gente únicamente se queja de esto por el internet. Nadie sale a pedir justicia por las victimas, porque a nadie realmente le interesa.

Ni-ki agachó su cabeza sabiendo que eso era muy cierto.

Recordó las palabras de Jungwon sobre la justicia en Corea. Es por eso que el ni siquiera intentaba acusar a su padre, porque sabía que físicamente nadie le respaldaría.

Era más lo que las personas hablaban por el internet que lo que realmente hacían en su día a día.

Caminan por las calles con una sonrisa. Van a la escuela o trabajan. Ríen y hablan con sus amigos cercanos. Hacen todo esto y más, y los ves sin imaginarte lo que realmente escriben en sus celulares. No tienes idea de que le hacen la vida imposible a alguien mediante sus comentarios hirientes. No te imaginas que esas personas son las mismas que le desean la muerte a otras.

Porque al final del día, no es nuestro verdadero yo quién se oculta detrás de una pantalla. Nuestro verdadero yo sale a la luz cuándo estamos a solas. Cuándo mostramos lo peor de nosotros a quienes ni siquiera nos conocen.

Somos unos monstruos cuándo sentimos que tenemos todo el poder presionando un par de teclas. Pero no somos más que unas gallinas al estar frente a los demás.

Y es por eso que el mundo está tan jodido.

—Quizás no lo notas, pero estas personas han sido influenciadas por alguien más. Ninguna de ellas pediría justicia por voluntad propia. Tienen sus obligaciones y su propia vida. Ni los más obsesionados fanáticos saldrían a defender a su ídolo de ese modo.

—¿Qué estás tratando de decir?

Wang suspiró. —Lo que quiero es que alguien los motivó a hacerlo. Reconocí a al menos tres miembros del gobierno entre ellos, obviamente no tan importantes. Influenciaron a alguien para hacerlo, y esa persona influenció a unas cuantas más y así hasta crear esas estampidas que ves. Las primeras personas recibieron una recompensa por convencer a ciertas personas, pero las últimas no reciben nada a cambio porque obviamente no saben que esto es una farsa. Simplemente hacen lo que los demás hacen para seguir la corriente y hacer lo que creen correcto. Cómo ya mencioné, somos fáciles de engañar.

Ni-ki asintió entendiendo.

Pasados los minutos en los que no pudieron avanzar casi nada debido al desastre que hacían las personas en las calles, unos oficiales de policía se acercaron al auto y le indicaron a Nicholas que se detuviera. El taiwanes acató la orden y dejó que los hombres hicieran su trabajo y revisaran el vehículo.

Nicholas se bajó del auto mientras sacaba su billetera para mostrar su licencia de conducción. Ni-ki se mantuvo quieto en su lugar viendo todo con atención, hasta que uno de los oficiales abrió la puerta trasera y le avisó que también debía revisarlo.

Nicholas sabía que algo estaba mal, así que cuándo notó que el señor quiso desabrochar el cinturón del menor, le gritó con todas sus fuerzas que saliera de ahí.

—¡Riki! ¡Corre!

Ni-ki actuó rápido y se desabrochó de su cinturón, posteriormente abrió la puerta a su derecha con rapidez y corrió tan rápido como pudo, dejando atrás sus pertenencias y al guardaespaldas de su padre.

Volteó sólo para notar cómo el hombre le seguía de cerca e intentaba alcanzarlo, por lo que aceleró tanto cómo sus piernas se lo permitieron hasta que lo dejaron completamente exhausto y tuvo que detenerse para recuperar el aliento. Notó que el oficial ya no lo seguía, así que caminó un poco más hasta llegar a un lugar lleno de personas, en caso de que quisieran secuestrarlo.

Llegó a un centro comercial con su pecho subiendo y bajando rítmicamente ante el cansancio que sentía. Su vista se posó en cada tienda del lugar pensando a dónde debería ir ahora o si debería llamar a sus padres.

—D-disculpe... ¿puedo usar su teléfono? Debo llamar a...— le habló a una señora que tomaba fotos de su hija pequeña mientras esta hacía muecas a un lado de la fuente. Al ver que era Ni-ki quién le hablaba le interrumpió sin dejarlo terminar la frase.

—¡Eres Lee Riki! ¡No puede ser! ¿Necesitas llamar a Hyerin?— preguntó mediante gritos, llamando la atención de quiénes pasaban a su lado.

Pronto Ni-ki fue rodeado por varias personas preguntando por su madrastra o sí se había perdido al escapar de la casa de su padre. Ni-ki no sabía qué hacer o decir. Necesitaba a sus padre con él, sentía cómo si podría explotar en ese mismo momento por todas las voces que entraban en su mente.

—Y-yo...

—Muchas gracias por encontrar a Riki, Hyerin lo ha estado buscando desde hace días.— dijo una voz grave a sus espaldas. Ni-ki intentó voltear pero el hombre lo sostuvo fuerte por sus hombros. —Lo llevaré a casa ahora. Su madre está preocupada por él.

Las personas sonrieron victoriosos y aplaudieron. Creían que se haría justicia para Hyerin y Ni-ki. Eso era lo que creían.

—Camina.— le exigió el hombre, su voz casi taladrando los oídos del menor.

Ni-ki no tuvo más opción que caminar a su lado, sin saber a dónde se dirigían realmente.

El hombre lo llevó a la planta de arriba, dónde se situaban los baños del lugar. Entró al que indicaba que era sólo para uso de hombres y casi al instante sintió a dos siluetas más cerrar con fuerza la puerta y trancarla.

Ni-ki tembló cuándo el hombre lo empujó contra una silla y jaló sus brazos hacia atrás para impedirle movilizarse.

—Finalmente regresaste a mí, querido hijo.— escuchó de repente la voz de Hyerin. Logró verla caminando hacia él con una sonrisa de satisfacción en su rostro, mientras Ni-ki aún intentaba soltarse.

—¡Eres una mentirosa! ¡¿Qué rayos fue lo que hiciste?!

Ella rió. —No fué lo que yo hice, cariño, fué lo que hiciste.— mostró la libreta que traía consigo.

Ni-ki abrió grande sus ojos.
¿Cómo consiguió ella eso?

—¿De dónde-

—Shhh.— le calló. —Quién va a responder mis preguntas eres tú, ¿entendiste?. Tu decides si hacer más grande el problema o acabar con esto de una vez.

—Acabemos con esto de una vez.— respondió de inmediato.

Ella volvió a reír. —Bien... si así lo quieres.— posteriormente abrió la libreta y mostró la página dónde Ni-ki hablaba de Jake. —¿Quién es él y dónde puedo encontrarlo?

Ni-ki sudó frío. De ninguna manera abriría la boca para perjudicar a su mamá.

—¡Responde ya niño idiota!— gritó exasperada, pisando fuerte desde su lugar. —Si no quieres que te torture cómo tu abuela hizo con tu padre colabora un poco.

—¡Es mi verdadera mamá, tu misma lo leíste!— confesó con los ojos cerrados.

Hyerin soltó una risa seca. —Por supuesto que lo sé, idiota, quiero que me digas dónde diablos está ese tal Jake Shim. ¿Está con Heeseung ahora? ¿Dónde viven? Sé que lo sabes así que habla.

—Sí ya sabes la verdad, ¿entonces por qué haces esto?— preguntó mediante susurros. —Papá nunca te ha hecho nada malo.

—¿Consideras el haberme engañado algo bueno?

—Tú lo has hecho más veces con él, no creas que no lo he notado. Al menos papá lo ha hecho con alguien que realmente ama.

—¡No estamos hablando de mí sino del asqueroso de Jake!— tomó su barbilla con fuerza sacándole un quejido a Ni-ki.

La mujer notó caer el celular del menor de su bolsillo. Lo tomó con una sonrisa en su rostro.

—¿Debes hablar mucho con él, no?— le mostró el aparato a Ni-ki. —Desbloquealo y dame lo que quiero.

Las manos de Ni-ki fueron soltadas pero aún así no levantó sus brazos. No le daría a Hyerin el contacto de Jake.

—¡¿No me escuchaste?! ¡Dame su puto número! ¡No puedo irme de aquí si no tengo nada de ese estupido! ¡Haemin me matará!

—Que lo haga.— dijo inconscientemente. —Poco me importa tu vida.

Hyerin no lo soportó más y soltó una cachetada sobre la mejilla del chico, consiguiendo que Riki tosiera por el impacto pero aún así no planeaba devolvérselo.

—¿Qué clase de imbecil no tiene la opción de desbloquear el teléfono con su cara?— preguntó al intentar hacerlo unas cuantas veces. —Yoon, intenta desbloquear con los seis dígitos. Seguramente es algo simple cómo 1,2,3.— exigió al hombre detrás de Riki.

Ni-ki sintió un gran temor apoderarse de él. Su clave no era tan fácil, pero aún así temía que el hombre lograra desbloquearlo y entonces ver el video que grabó de sus padres besándose esa mañana.

—No tenemos mucho tiempo, así que dime todo lo que sabes sobre Jake o te llevaré a casa a hacerte la vida imposible conmigo. Decide rápido.— dijo contra su rostro.

Ni-ki otra vez no sabía qué hacer. Había salvado a dos chicos en una situación similar. Lejos de los demás, en los baños, viéndolos sentirse débiles y sin ninguna idea de cómo salir de ahí. Deseaba con todas sus fuerzas que alguien hiciera lo mismo por él. Deseaba que alguien cruzara esa puerta guardada por esos hombres y detuviera a Hyerin.

Lo deseaba, lo deseaba tanto...

—Sí planeas extorsionar a alguien dentro de los baños, al menos asegúrate de que no haya nadie primero.— dijo una voz que reconocía bien.

Pronto un hombre pasó por detrás suyo y se paró frente al lavamanos para... pues lavar sus manos.

Ni-ki miraba el reflejo del hombre frente al espejo. Este estaba tranquilo, cómo si alguien no estuviera a punto de ser golpeado severamente.

—¿Quién carajos eres tú? Sal de aquí.— exigió la mujer.

—Se nota...— sacudió sus manos para secarlas naturalmente, salpicando un poco de agua sobre el rostro de la pelinegra. —... que el patinaje artístico no es uno de tus intereses.

—Sunghoon hyung.— susurró Ni-ki con una sonrisa.

Sunghoon le devolvió la sonrisa a boca cerrada y lo ayudó a levantarse de la silla. El hombre a sus espaldas hizo el amague de detenerlo pero Sunghoon lo intimidó con la mirada.

—¿Q-qué crees que haces?

—¿Yo?— preguntó inocente mientras pasaba a un lado de Lim con dirección a la puerta. —Salvando a Riki de tus garras, ¿no es obvio?

Palmeó los hombros del adolescente ignorando por completo a los guardias en la puerta al abrirla cómo si nada y sacarlo de ahí, pero luego regresó al lado de la mujer arrebatándole el teléfono en sus manos.

—Y me parece que esto no es tuyo.— dijo con una sonrisa.

Nuevamente salió del lugar sabiendo bien que las personas que dejaba atrás le miraban atónitos. Era cómo si su sola presencia les hizo sentir inferiores.

Sunghoon se sentía cómo un jodido Jack Frost con ese cabello.

Park notó que al caminar por el lugar varias personas se le quedaban viendo al más joven, así que lo atrajo más a sí mismo con intención de protegerlo.

Al salir del centro comercial se dirigieron al estacionamiento dónde estaba el auto del mayor. Ni-ki entró al asiento de copiloto en total silencio. Sunghoon lo entendió pues cualquiera quedaría en shock después de lo vivido por el menor.

Pasaron unos minutos de viaje dónde ninguno de los dos dijo absolutamente nada. Park no era tan abierto a las conversaciones y conforme pasaba el tiempo se hacía cada vez más introvertido, por lo que era un total reto para él tratar de animar al menor de alguna forma.

—No te hicieron daño, ¿verdad?— preguntó con la vista al frente.

Ni-ki, quién estaba cabizbajo, negó. —Sólo fue un golpe, pero nada que no haya hecho antes.

Sunghoon se sintió mal por no haber salido antes del baño. Y por haber grabado lo dicho por la mujer en lugar de defender al chico.

—Lo siento. Debí haber salido antes.

—No te preocupes, gracias por salvarme.

Sunghoon suspiró. —¿Tienes... a dónde ir ahora? ¿Quieres ir a mi casa?

—La casa de Jake queda un poco lejos, así que si no te molesta puedo quedarme contigo hasta que todas estas personas se metan en sus propios asuntos.

Park sonrió de lado. —Heeseung si que está metido en graves problemas.

—Cosa que no merece para nada. Todo es por esa estupida mujer y mi estupida abuela. Espero que el día de juicio todos se den cuentas que son unas ratas mentirosas.

—¿Tu padre está preparado para eso?

Ni-ki suspiró. —No lo sé. Sólo espero que no piense en la tonta posibilidad de aceptar todo con tal de no perjudicar a Jake... o a mí.

—Heeseung siempre fué así.— comentó. —En mis recuerdos vive cómo el hombre más enamorado de Jake. Estaba literalmente loco por él.— soltó una risa.

Ni-ki le miró. —Todavía están enamorados. Creo que están esperando a que todo esto acabe para volver a empezar.

Sunghoon se puso serio nuevamente. —¿No te parece muy fácil? Cómo sí...

—¿Cómo sí Jake está olvidando lo que papá le hizo?— Sunghoon se sintió mal por cómo sonó, pero terminó asintiendo porque eso es lo que realmente pensaba. —Tú y yo sabemos que algo le pasó a mi papá... Hyerin dijo que me torturaría cómo mi abuela lo hizo con él, así que ya es un hecho de que sufrió mucho.

—Lo más probable es que hizo eso para protegerte o proteger a Jake, no lo sé, es demasiado complicado entender a Heeseung, especialmente porque siempre cree que pueda hacerlo todo él sólo.— suspiró. —O al menos así era antes.

—¿Qué más era él?— preguntó interesado. —¿Cómo lo recuerdas?

Sunghoon rascó su cabeza nerviosamente. Riki era la primera persona con la que hablaba tanto sobre su pasado.

—Mhm pues... tu padre era cómo un bloque de hielo. Era muy popular en la escuela y llamaba mucho la atención de las personas porque era bueno en todo, cómo si fuera perfecto, pero nunca se interesaba en nada más que en sus estudios o la música. Obviamente eramos amigos pero no es cómo si con nosotros era diferente. Simplemente era así por naturaleza, un ser frío.

Ni-ki quería gritar ante la idea de comparar a Jake cómo el sol que derritió el frío corazón de su padre.

—Pero un día llegó sonriendo cómo un idiota. Los chicos y yo creímos que estaba enfermo, pero entonces nos dijo que se había enamorado del chico recién llegado de Australia.

Listo, iba a gritar.

—Puedo jurar que de sus ojos salían corazones. Era el primer día de Jake ahí y Heeseung ya estaba listo para casarse con él. Estaba literalmente loco.— rió nuevamente. —Me hablaba de él todo el tiempo, de lo lindo que era y de las muchas ganas que tenía de hablarle. Un día hasta me pateó en los huevos por decir que Jake era muy guapo. Aparte de loco, era un gran celoso. O todavía es, no tengo idea.

Ni-ki se preguntaba si su padre seguía siendo celoso.

—¿Tienes idea de cómo se declararon o algo así?— preguntó con curiosidad.

Sunghoon sonrió. —Es mejor que te lo cuenten ellos mismos.

Ni-ki no estaba seguro de si eso pasaría algún día, pero se aseguraría de pedirles un story time de toda su historia de amor en la escuela.

Pero para eso debía esperar un poco más.

—Muchas gracias por cuidar de Riki, señor.— Nicholas hizo una reverencia ante Park, quien de lejos veía al pequeño Lee ingresar a su auto.

—No es nada. Dile a Heeseung que cuide mejor a su hijo. Su esposa es una loca.

Nicholas no estaba seguro de sí realmente debía decírselo a su jefe. No quería perder su trabajo por culpa de ese cosplay de Jack Frost.

Sunghoon rió. —Es un chiste. Saluda a Heeseung y Jake de mi parte.

—Claro.— Nicholas nuevamente se despidió y fue en dirección a su auto.

Sunghoon esperó hasta perderlos de vista, con la mente más que perdida en sus pensamientos.

» ¿Debería... ayudar a Heeseung?

—Que idiota, ni siquiera te ha de recordar.

» Soy Park Sunghoon, soy imposible de olvidar.

—También imposible de soportar. Guarda esa grabación sólo por si acaso, pero ni se te ocurra poner en riesgo tu carrera que tantos años te costó conseguir.

» Pero antes debí ayudar a Heeseung en lugar de huir, y también debí contarle a Jake lo que vi sin pensar en que me entrometería de más en su relación.

—No me digas que piensas en devolverles el favor ahora...

¿Acaso pensaba hacerlo?

Lo que más había querido Ni-ki desde que se enteró de todo lo sucedido era llegar a casa de Jake y abrazar fuertemente a sus padres. Quería sentirse protegido y dejarles claro que Hyerin mintió sobre lo que supuestamente el había dicho.

Tuvo que ponerse la chaqueta de Nicholas sobre su cara para que nadie lo viera ingresar al edificio. Era literalmente invisible a los ojos de los demás antes de que todo esto pasara, pero ahora resulta que era la persona más importante del momento.

Tocó la puerta de su hogar un par de veces antes de ser adentrado rápidamente por alguien. Ese alguien era el rubio de los australianos.

—¿Estás bien? ¿Estás herido? Escuché lo que esa bruja te hizo. Me encargaré de robar su chimbo de gas, no te preocupes.— Felix revisaba cada parte de su cuerpo para asegurarse de que no estaba herido.

Bang rápidamente empujó a Felix lejos.

—¿Quieres algo? ¿Agua? ¿Quieres dormir? ¿Takis? ¿Quieres takis? ¡Rápido, consigan takis para el niño!

Jake empujó lejos a Chris y tomó a su hijo por las mejillas.

—¡Bebé! ¿Cómo estás? ¿Estás bien?— rápidamente lo atrajo a su cuerpo, abrazándolo fuertemente por sobre sus hombros y sintiendo los brazos de este tomarlo con fuerza. Escuchó a su hijo respirar entrecortado, así que de inmediato supo que estaba aguantándose las ganas de llorar. —Déjalo salir, mi amor, no te aguantes-

—¿D-dónde está papá?— preguntó.

Jake se alejó levemente para verle el rostro. Notó lo desesperado que estaba Riki por ver a su padre, lo notó en su mirada.

—Está arriba... supongo que durmiendo o algo así. No lo sé, no ha podido descansar...

Ni-ki se sintió mal por su padre. Se alejó completamente de Jake y subió las escaleras con rapidez, dirigiéndose a la habitación de Jake dónde habían dormido los tres juntos la noche anterior, sin embargo, no estaba ahí. Riki frunció su ceño y salió de la habitación, esta vez dirigiéndose a la suya, justo dónde encontró a su padre.

Este estaba viendo cada dibujo de Riki bebé que Jake había hecho y le había mostrado a su hijo. Riki se los había quedado porque no soportaba que Jake los tuviera ahí guindados cuándo ya lo tenía a él frente a sus ojos.

—Papá.— le llamó, su voz casi rompiéndose por completo.

Heeseung levantó su vista y se encontró con su hijo, sintiendo el alma entera regresarle al cuerpo con tan sólo verlo.

El mayor no dijo nada y simplemente se fue acercándo a su hijo. Esto habría asustado mucho a Riki antes, cuándo ni siquiera tenía la atención de su padre. Pero no ahora.

Heeseung en lugar de atraerlo a él y arroparlo con sus brazos se acercó cada vez más y más hasta ser el quién quede a la altura de su hombro al agacharse un poco, rodeándolo de igual manera con sus largos brazos para sentir cerca el calor de su hijo.

Ni-ki no lo soportó más y comenzó a llorar fuerte frente a su padre. Nuevamente lo hizo. Porque sólo con él podía mostrarse así de vulnerable.

—P-papá, Hyerin... e-ella... ¡la odio tanto!— lloriqueó. Heeseung sintió un nudo en su garganta que no podía soportar.

Ver sufrir a su hijo era la peor sensación del mundo.

—Tú no merces nada de esto... yo solo quiero que vivas feliz, sin preocuparte por nada...— Heeseung acarició el cabello largo de su hijo y también se permitió llorar con él.

—No te preocupes por eso, hijo. Papá lo va a arreglar.

Ni-ki asintió frenéticamente porque estaba seguro de eso. Estaba seguro de que su padre demostraría lo fuerte que era. Estaba seguro de que todo saldría bien.

—Te amo mucho, Riki.— dijo contra el oído de su pequeño.

Ni-ki sintió cálido su corazón.
Sintió que esto ya había pasado antes...

Quizás cuando tenía cuatro años y se había caído al intentar dominar su bicicleta de rueditas. Su padre había llegado a su lado para consolarle, patear la bicicleta y susurrarle lo mucho que lo amaba y que todo estaría bien. Prometiéndole a su hijo que pronto aprendería a dominar todas las bicicletas del mundo y entonces ese pequeño e insignificante triciclo lloraría de celos.

Obviamente no recordaba eso.
Simplemente se le hacía familiar ese sentimiento.

El sentimiento de protección que sólo sentiría en los brazos de su padre.

Mientras que con Jake se sentía seguro, con su padre se sentía protegido. Y había creído todo este tiempo que eso era lo mismo, pero ahora descubrió que no era así. Los necesitaba a los dos para sentirse el doble de bien. Los necesitaba a ambos para sentirse amado.

No podía soportar vivir con solo uno de los sentimientos durante toda una tonta semana. Quería sentir esa cómoda combinación durante toda su vida.

Deseaba que sus padres fueran eternos.

Pronto sintió el calor de alguien más envolviéndolos por encima de ellos. Era Jake, abrazando a Heeseung por su espalda y por ende consiguiendo que sus propios brazos rodeen el cuello de su hijo.

A Jake le partía el corazón viendo a ambos Lee's llorar por el miedo que sentían. Quería protegerlos de todo lo malo. Quería cuidarlos hasta que sintiera que el mundo ya no podía hacer nada más para lastimarlos.

Y él se encargaría de que sea así.

🌷; especial de hoon por el cumple de mi wawa <3 también contará como especial de ni-ki por su cumple pq el próximo cap no creo que se centre tanto en él 🤨

en fin, feliz cumpleaños mis hoonki  ♡🥳

en este cap tmb di un pequeño spoiler de que al terminar este fic subiré otro que contará la historia de amor del heejake antes de su separación pq lo necesito 😔 pero no es esa la segunda temporada que tengo planeada jej

Rin.

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