#021
Jake no podía creer lo que leía.
¿Eso acaso eran cartas de odio y suicidio...?
Sí, no había duda de eso, pero el australiano estaba tratando de engañarse a sí mismo haciéndose creer que no era cierto. Pero todo estaba tan bien escondido... en una habitación que suponía que nadie más que el mayor usaba, en el lugar más escondido y alejado de esa enorme casa... nada parecía indicarle que se trataba de una broma.
"AYÚDAME"
¿Por qué Heeseung le pedía ayuda? El fue quien lo dejó...
¿Y por qué esa nota nunca llegó a él?
Jake tenía tantas preguntas en su mente y la imagen de un joven Heeseung escribiéndo todo esto mientras lloraba o se cortaba le golpeaba el pecho fuertemente.
Tomó algunas de las notas y las llevó consigo.
Necesitaba una explicación de Heeseung.
Mientras buscaba al mayor en cada tienda de videojuegos que veía, tal como le había dicho Hyerin que hiciera, una llamada por parte de Yeonjun cayó en su celular y este le avisó que Heeseung había regresado a LHS. Jake fué hasta el lugar y se dirigió a la oficina del mayor, donde milagrosamente no se encontraba Hyerin por lo que podía hablar privadamente con el.
—Hey... Yeonjun dijo que me buscabas.— dijo el mayor al ver a Jake entrar y trancar la puerta, frunció el ceño ante la última acción. —¿Qué pas-
—¿Qué es esto?— preguntó con un tono más molesto del que deseaba usar, pero es que se encontraba desesperado. Puso sobre el escritorio las notas que encontró en el ático del mayor y este cambió su expresión seria por una de asombro y... ¿miedo?
—¿D-dónde...? ¿Tú...? ¿De dónde s-sacaste eso...?
—¿Eso importa?— frunció el ceño. —¿Lo hiciste tú?
Heeseung se mantuvo en silencio durante unos segundos y luego negó.
—¡Deja de mentir!— gritó. —¡Todo lo que dice aquí, sobre nuestra ruptura y nuestro hijo...! ¡Todo es real! ¡Sólo tu pudiste hacerlo!
—Perdón...— cerró los ojos y suspiró. —Perdón, ¿sí?
Jake no sabía que más decir así que sólo se dedicó a verle con reproche.
—Eso... son cosas que hice cuándo tenía ¿diecinueve? ¿veinte?... no lo sé, son estupideces, no le tomes importancia.
—¡Ibas a matarte!
Heeseung abrió los ojos y le vió con una expresión que Jake no pudo descifrar, estaba demasiado frustrado para siquiera intentarlo.
—¿Por qué querías morir?
—¿Qué sentido tenía seguir viviendo?— dijo en susurros, casi inaudible. —Sin tí.
Jake tragó duro. —Tú fuiste el que lo quiso así.
—Basta.
—Tú fuiste el que acabó con todo lo bueno de nuestra relación.
—Jake.
—Tú fuiste quién dijo que no podía seguir con alguien como yo.
—Ya bast-
—¿Por qué? Sí al final del día pareces más miserable que yo— dijo totalmente serio —¿Por qué hiciste todo esto? ¿Por qué aún las guardas?
—Cierra la boca, Jake, por favor ya cállate.— tomó su cabeza entre sus manos pero el menor se acercó más.
—¿Por qué terminaste conmigo y luego actúas como si fueras la víctima?
—¡YA CÁLLATE MALDITA SEA!— gritó fuertemente mientras soltó un golpe sobre el material de su escritorio, botando unas cuántas cosas que poco le importan.
—¡NO! ¡Tú me vas a escuchar y vas a darme una buena explicación porque es lo menos que puedes hacer por mí!— gritó de vuelta. —¡Y no vuelvas a decirme que me calle! ¿oíste? ¡¿Eres lo suficientemente hombre para tocarme pero no para decirme que significa todo esto?!
—¡Tienes ojos! ¿no es así? y un cerebro también... conecta los datos, Jake, estoy seguro de que lo sabes.
—Pero quiero que tú mismo me lo digas.— respondió. —Aún tienes mis cosas. Las ví con mis propios ojos... pero luego te veo ahora como un hombre exitoso y saludable y me hace preguntarme qué pasó con el Lee Heeseung que juraba amarme para que de repente se haya querido matar por el simple hecho de que vivirá sin mí, algo que tú mismo decidiste.
Heeseung se levantó de su lugar abruptamente y cerró los ojos ante el mareo que ocasionó la acción. Sintió punzada tras punzada dentro de su cabeza y estaba a nada de gritar más fuerte pero no quería lastimar más a Shim.
—¡Habla, maldita sea!
Lo siguiente que vió Jake fue a un Lee Heeseung caerse de lado mientras aún tomaba su cabeza y temblaba cual gelatina. Rápidamente se agachó para revisarle y logró ver que aún seguía despierto, pero sacudiendo su cabeza mientras emitía sonidos extraños.
—H-heeseung ¿estás bien?— preguntó totalmente asustado. Obviamente no recibió respuesta por parte del contrario y eso le asustó más.
—¿Me escuchas? ¡Heeseung! ¡Hee...
El cuerpo del mayor comenzó a sacudirse con más fuerza y fue ahí cuando Jake se dió cuenta de que estaba convulsionando. Tomó su cara entre sus manos y acarició sus mejillas con sus pulgares, tratando de dirigir la perdida mirada contraria sobre la suya.
Heeseung cerró los ojos con una lentitud torturosa pero curiosamente aún seguía respirando, esto Jake lo sabía por la forma en que su pecho subía y bajaba, como tratando con desespero encontrar todo el oxígeno posible.
—¡Heeseung!— siguió llamando pero el contrario no respondía.
Rápidamente tomó su celular y marcó el número de Yeonjun, quién respondió casi al instante.
—¡Hyung! ¡E-es Heeseung! Se desmayó o algo así... n-no lo sé pero se está moviendo raro.— le dijo con voz temblorosa. —¡Llama a una ambulancia rápido!
Todo pasó demasiado rápido. Los de primeros auxilios entraron a la oficina y se llevaron a Heeseung sobre una camilla. Jake estaba a punto de subir con él en la ambulancia, pero Yeonjun le tomó del brazo y lo metió a su auto. Actualmente el mayor se encontraba manejando como loco con dirección al hospital, el cuál quedaba un poco lejos de su lugar de trabajo.
—¿Cómo sucedió?— preguntó con la vista fija al frente.
—N-no lo sé... de repente se cayó.— respondió.
—Algo tuvo que haber pasado y me pareció escuchar gritos provenientes de su oficina.
—Bueno... peleamos.— respondió apenado.
—¿Pelearon?— repitió. Jake asintió. —¿O tú peleaste con él?
Jake le vió con el ceño fruncido. —Peleamos. Los dos. El me gritó y yo hice lo mismo.
—¿Y de qué estaban peleando?
Jake bufó. Le estaba empezando a molestar el interés de Yeonjun hacia lo que pasaba entre ellos dos.
—No es de tu incumbencia.
Yeonjun le dirigió una mirada fría durante unos cortos segundos y luego volvió a ver el camino frente a él. —Claro que lo es. Mi amigo al que considero prácticamente mi hermano volvió a convulsionar, incluso cuando llevaba años sin hacerlo. Si hiciste algo para provocarlo necesito saberlo.
¿Hermano? ¿Tan amigos eran que Yeonjun lo consideraba su hermano? ¿Por qué Yeonjun querría ser amigo de alguien tan nefasto como Heeseung?— pensó Jake.
—No hice nada, ¿okey? necesitaba respuestas, es todo.
El camino volvió a estar en completo silencio y se mantuvo así hasta que llegaron al hospital, dónde Heeseung había llegado cerca de diez minutos antes.
El auto se aparcó frente al lugar y Jake estuvo a punto de bajarse cuando Yeonjun lo detuvo nuevamente tomándole de la muñeca.
—Si vas a ir solo para empeorar las cosas y joderle más la cabeza con tu estupidos comentarios, ni se te ocurra bajarte de este auto.— le vió con una última mirada de advertencia. —Tú sabes bien que eres su única debilidad. No seas tan duro con él.
Lo soltó y salió del auto. Jake dejó salir un bufido y también bajó del vehículo.
Estuvieron esperando por una noticia de Lee durante cuatro largas horas dónde ni siquiera se volteaban a ver al otro. Jake no entendía por qué le molestaba tanto ver a Yeonjun así, tan preocuado por su amigo que parecía estar a punto de llorar si no le daban una actualización pronto. Quizás era porque sabía que Heeseung no merecía tener a alguien tan leal como él en su vida.
Si... quizás era eso.
Por otro lado Yeonjun no quería volver a ver a Jake ni en pintura. El claramente había oído la intensa pelea que tuvieron ambos menores en la oficina. Es decir... su oficina estaba literalmente al lado de la de Heeseung, tenían suerte que solamente ellos se encontraban en la parte alta del edificio y que nadie más los había escuchado.
Yeonjun había intentado entrar a la oficina al escuchar el "Ibas a matarte" de Jake, pero por alguna razón la puerta estaba trancada y los contrarios se encontraban demasiado concentrados en lo suyo como para notar que Choi quería entrar.
Yeonjun siempre consideró a Jake alguien angelical. Desde que estaba en la secundaria, donde Heeseung primero lo introdujo como el chico que le gustaba y luego como su novio, Yeonjun quería cuidarlo de todo lo malo.
Los días que Heeseung faltaba a la escuela, Yeonjun lo trataba de incluir en su grupo de amigos (especialmente porque era amigo de Soobin). Cuándo lo veía recaído se encargaba de hacerle reír con cualquier payasada que se le ocurriera con tal de ver esa brillante sonrisa que tanto le gustaba a su amigo. Y cuando Jake estaba embarazado se volvió incluso más intenso. Hubo más de una ocasión en la que el mayor le hablaba a la pancita de Jake cuándo nadie más que Heeseung y sus amigos cercanos los veía y espantaba a todo aquel que asustara de más a Jake con sus historias porque sabía que eso podía afectar su embarazo. También cuidaba de él todo el tiempo evitando que alguien lo golpeara accidentalmente y a veces actuaba incluso más paranoico que el mismo Heeseung. Después de todo se trataba del hijo de su mejor amigo.
Es por eso que cuándo lo vió de regreso se sintió feliz no solo por su amigo, sino también por el mismo. Sin embargo, esta nueva versión de Jake le resultaba tan irritante, incluso cuándo entendía bien que el cambio de actitud surgió gracias a lo antes pasado.
—Hyung.— el doctor Choi Soobin llamó la atención de Yeonjun. —Heeseung ya despertó.
Yeonjun suspiró aliviado y se levantó. —Gracias.
Soobin sonrió mostrando sus hoyuelos y su mirada cayó en Jake.
Casi se mea.
—¡¡¿¿QUÉ??!!— gritó y Yeonjun lo tomó de los hombros para callarlo. Dios, se encontraban en un puto hospital.
—¡No puede ser! ¡Tú eres...! ¡Eres tú! ¡Eres...
—Jake.— le susurró Yeonjun.
—¡Jake!— gritó nuevamente. —¡Oh Dios, cuánto tiempo! Hace poco ví a tu hijo... ¿verdad que está muy gigante? yo por poco y no lo reconozco, aunque claro que lo reconocí porque es el hijo de Heeseung, es súper obvio y... no trato de decir que no es tu hijo pero osea, estuviste perdido durante mucho tiempo y luego llegas de la nada, entonces no puedes culparme por no encontrar el parecido entre tú y Riki... aunque pensándolo bien no se parece mucho a ambos. ¿Has visto a Song Kang? siento que Riki parece más hijo de él que de Heeseung, pero son solo pensamientos locos... ahora que lo recuerdo, solía confundirlos mucho a ustedes dos, es decir, ¡eran iguales! cómo gemelos... ¿Por qué se gustaron? era como gustarse a sí mismo... ¿te imaginas si todo este tiempo fueran hermanos? que turbio sería es-
—Soobin, cálmate ¿sí?— le tranquilizó el mayor.
Jake sonrió. —Ha pasado... mucho tiempo. Es bueno verte de nuevo.
—Lo sé.— sonrió el más alto.
Finalmente se dirigieron a la sala dónde descansaba Lee. Este se encontraba despierto pero en estado vegetativo. Yeonjun, quién ya había visto al menor en este estado antes, se acercó cuidadosamente y no le dijo nada. Sabía que Heeseung se abrumaba muy fácilmente luego de un ataque epiléptico.
—¡Hyung!— por otro lado Jake no sabía como tratar con el mayor al verlo de esta forma. —¿Qué te pasó? ¿Q-qué te dijeron los doctores?
—Jake, shhh.— Choi le hizo una seña para callarlo. —¿Cómo te sientes?— le preguntó suavemente.
—Mhm.— fue lo único que pudo responder. Pasados los años con este trastorno, Heeseung se acostumbró a despertar en tan solo horas y recordar la mayoría de las cosas de su vida, sin embargo, por lo general le costaba recuperar el habla durante unas horas más.
—Debes descansar.— dijo el mayor. —Pero aquí. Es mejor que estés bajo la supervisión de los doctores. Nada de que en casa tienes toda la "atención médica" que necesitas.
Heeseung arrugó el entrecejo en respuesta.
—¿Puedes dejarnos solos?— le pidió el australiano al mayor. Este no estaba muy de acuerdo con la idea pero vió a Heeseung asentir. Salió de la habitación dirigiéndole una última mirada a Jake.
—Así que...— se sentó en el borde de la camilla, cerca de sus pies. —Lo de las notas...
Heeseung cerró los ojos y suspiró.
—No... te lo puedo decir... ahora.— respondió.
Jake rodó sus ojos. —¿Y cuándo piensas hacerlo?
Heeseung esperó unos segundos antes de responder. —No lo sé... tal vez cuándo no esté internado en un maldito hospital después de colapsar repentinamente en mi oficina. O cuándo no esté en riesgo de un derrame.
Jake entonces se dió cuenta de lo desconsiderado que estaba siendo.
—Lo siento.— se disculpó. —Bien... cuándo salgas de aquí y te sientas mejor tienes que decírmelo todo ¿de acuerdo?— Heeseung asintió. —Así que ahor-
Yeonjun entró a la habitación con la respiración acelerada.
—Tu madre está aquí.— dijo.
Heeseung abrió sus ojos grande y con toda la debilidad que sentía se sentó en la camilla.
—Jake... tienes que irte.
—Espera, ¿puedes hablar?— preguntó sorprendido el mayor. —Olvídenlo. Jake, ven conmigo.
—¿Qué?— Jake se levantó pero aún así permaneció con el ceño fruncido. —¿Por qué?
—Solo ven conmigo.— le tomó del brazo pero el menor se safó rápidamente de su agarre. —Jake...
—Hazle caso.— habló esta vez Heeseung. Jake volteó su cabeza hacia él. —Jake, sal de aquí rápido.
—Pero... ¿por qué?
—No hay tiempo para eso, vámonos.— el mayor nuevamente tomó a Jake del brazo y esta vez se aseguró de jalarlo con todas sus fuerzas consiguiendo que Shim avanzara unos cuantos pasos, sin embargo, este aún veía a Heeseung pidiéndole en silencio una explicación.
—Vete.— dijo el mayor, completamente cansado de la situación.
Jake le vió sin creerle.
—Que te jodan.— dijo antes de salir por la puerta por el mismo, safándose bruscamente de Yeonjun.
Subió al auto del mayor con el entrecejo fruncido a más no poder y con unas ganas inmensas de llorar. Dios, cuánto odiaba a Heeseung.
Segundos después el mayor llegó a su lado y encendió la máquina.
—No quiero ir a mi casa.— dijo con los brazos cruzados. Yeonjun sintió una especie de deja vu, ya había vivido esa situación antes pero con el Lee menor.
—¿A donde irás entonces?— preguntó, como lo hizo esa noche.
Jake lo pensó unos segundos y sacó su celular, encontrándose con una mensaje de Hyunjun quien horas antes le había preguntado si podían verse ese día. Le escribió una respuesta y luego volteó hacia Choi.
—A la casa de Lim Hyunjun.
Yeonjun le vió con confusión pero prefirió no hacer ningún comentario al respecto. Salió del estacionamiento del hospital y salió con dirección a la casa del estupido cuñado de Heeseung.
"Voy hacia tu casa. Necesito desestresarme y esta vez no habrá ningún Lee Heeseung que nos interrumpa."
Jake llevaba meses sin acostarse con alguien.
Ni siquiera recuerda cuándo fue la última que lo hizo o con quién, pero definitivamente se sentía jodidamente bien ser penetrado con fuerza por alguien tan habilidoso como Hyunjun.
El menor ni siquiera había abierto la puerta del todo para recibir a Jake en su casa cuándo este se le lanzó encima para besarlo desesperadamente. No mentía cuándo decía que quería sacarse a Heeseung de su cabeza y qué mejor forma que metiéndose con el hermano de su esposa.
Hyunjun golpeaba su próstata con vigor, y eso debería hacerlo sentir satisfecho, pero lejos de lo que esperó, imaginó que él era otra persona, consiguiendo dejar disfrutar del momento. Imaginó que quién estaba sobre él acorralándolo en la cama era nada más y nada menos que el hombre a quién había maldecido antes.
Su mente viajó más allá de lo que Lim le estaba dando y recordó el firme pecho de Heeseung, ese dónde sus pectorales se marcaban exquisitamente por encima de su camisa formal. Recordó esas grandes y habilidosas manos, esa morena piel... lo bien que se sentía cuándo Heeseung aspiraba el aroma de su cuello.
Lejos de sentirse "desetresado" se sintió estúpidamente abrumado porque lo que más deseaba era que Heeseung lo hiciera sentir amado en este momento, quería que Heeseung le hiciera sentir bien como lo hizo en su primer aniversario, quería tanto retroceder el tiempo a ese momento... pero en lugar de eso se encontraba en el cuarto de un chico que ya conocía cómo un player, gimiendo porque su cuerpo lo necesitaba pero no porque quería hacerlo, pensando en su ex novio al parecer epiléptico que vegetaba en la sala de un hospital.
Hyunjun salió de él y arrojó el condón dentro del basurero en su cuarto de baño. Jake comenzó a respirar erradamente mientras limpiaba el sudor que bajaba de su frente. El menor volvió a llegar a su lado en la cama y le abrazó, Jake acomodó su cabeza sobre su pecho desnudo.
Ambos estuvieron en esa posición tranquilizándose hasta que Lim escuchó unos sollozos salir de los labios hinchados del mayor.
—¿Q-qué pasa?— preguntó preocupado. —¿Te dolió? ¿Fuí muy duro?
Jake solo negó con su cabeza y siguió llorando.
De ninguna manera le diría que lloraba porque se sentía tan estupido al no poder dejar de pensar en Heeseung durante ni un solo segundo. No le diría que lloraba al recordar su sufrimiento de joven, al recordar todas esas veces que lloró toda la noche hasta quedarse dormido porque Heeseung ya no lo amaba. No le diría que se sentía tan decepcionado de sí mismo porque ni siquiera pudo seguir los consejos de Chris y Felix al pie de la letra, porque a las malas aprendió que de ninguna manera podía amar a alguien más que Lee Heeseung. Incluso cuándo también lo odiaba.
Después de todo, regresar a Corea si fue una mala idea.
🌷; uy q ganas de pegarle unos buenos combos al jk del principio y luego darle un abracito
en fin, gracias por leer <3 honestamente no me gustó para nada como narré este cap y siento q escribo re mal para lo que se merece esta historia 🚶🏻♀️
recuerden votar por enha en los MAMA 🫶🏻
Rin.
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