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#015

Heeseung cargaba al australiano quien descansaba su cabeza sobre su hombro derecho.

Mantuvo sus manos por debajo de los muslos contrarios para poder levantar su peso, y sacó de su bolsillo la tarjeta que serviría para abrir la puerta del apartamento del menor. Como pudo se acercó para pasar la llave por la cerradura, pero Jake en un acto completamente repentino levantó su cabeza haciendo que la mandíbula de Lee chocara con ella, sacándole un estruendoso quejido y consiguiendo que la tarjeta cayera al suelo.

—¡Maldita se- — cortó sus palabras al ver la cara divertida de Shim.

—¿Sabes cuál es el café más peligroso del mundo?— preguntó aguantándose las ganas de reír. —¡EL EX-PRESO!— y entonces, soltó escandalosas carcajadas.

—¿Qué?— preguntó confundido Heeseung, acariciando su mandíbula.

—¡EL EX-PRESO!— gritó el menor riendo de nuevo.

Heeseung le tapó la boca con su mano. —Si, ya entendí. Tu chiste fue muy gracioso, es incluso mejor que los anteriores veintitrés que contaste en el camino, pero entiende que hay gente que está durmiendo, así que guarda silencio.

Jake asintió embobado y lamió la mano del más alto.

—¿¡Qué rayos?!— alejó su mano.

—Shhhh. — el australiano puso uno de sus dedos sobre su propia boca para acompañar el gesto. —Los vecinos están durmiendo.— repitió divertido.

Heeseung soltó un suspiro y negó con su cabeza. Trató de agacharse para tomar la tarjeta pero no lo consiguió, y a cambio, obtuvo a un Jake encima suyo, con sus piernas a cada lado de sus caderas y su cabeza sobre su pecho, pues habían caído hacia atrás.

—Ouch.— se quejó nuevamente sobando su cabeza con una mano y posando la otra sobre la espalda del menor. Jake solo rió divertido ante la situación.

—Esta es la noche más difícil de mi vida.— dijo con los ojos cerrados. Hizo a un lado al australiano y se levantó tomando la tarjeta y arregló su traje. —¿Qué? ¿No piensas levantarte de ahí?

Jake le vió con un puchero en sus labios. —Mamá oso quiere que lo levantes.

—¿Quién es mamá oso?

Jake se señaló a sí mismo. —Es porque nini es bebé oso.

—¿Y quién carajos es nini?— el mayor arrugó el entrecejo. Ni siquiera sabía por qué le seguía la corriente a un muy borracho Jake.

Jake soltó un quejido. —¿Eres idiota o algo? ¡Estoy hablando de Ni-ki!

Heeseung entonces entendió. Recordó como Jake solía llamar "nini" a su barriguita cuando creía que nadie lo veía.

—Si tú eres mamá oso y Riki es bebé oso, ¿eso quiere decir que yo soy papá oso?— preguntó.

Pero Jake negó casi al instante. —No, es Song Kang.

Heeseung le vió sin poder creer que un actor ocupara su lugar.

—¿Bromeas? Ese tal Song Kang ni siquiera pudo quedarse con Jojo.— alegó molesto. —Es todo un fracasado.

—¡Jojo es una estúpida que no lo merecía!— pataleó el menor.

—Papá oso soy yo.— dijo Heeseung, ignorándolo.

—¡Pero yo quiero que sea Song Kang!— y entonces, el menor comenzó a llorar escandalosamente.

Heeseung rápidamente se agachó para taparle la boca de nuevo. —¡Te dije que no hagas ruido!— gritó en un susurro, pero el menor le vió con ojos cristalizados. Heeseung se murió de ternura.

—Yo quiero que Song Kang sea el papá de nini.— sorbió su nariz una vez Heeseung alejó su mano.

—Es que ni siquiera se parecen.

—De hecho si...— respondió el menor con una sonrisa. A Heeseung le sorprendió la rapidez con la que cambió su estado de ánimo. —Mi hijo es tan guapo, y lo será aún más cuando crezca.

—Es porque tiene al papá más visual.

—Sí, Song Kang.

Heeseung apretó su mandíbula y en un movimiento rápido cargó al menor nuevamente. Esta vez tuvo éxito al abrir la puerta, así que se adentró al apartamento del menor y lo recostó en la cama de la primera habitación que encontró.

Ayudó a Jake a quitarse el saco y la corbata, dejando tiradas las prendas en algún lugar de la habitación.

—¡Ya! ¡Lee Heeseung! ¿Qué te he dicho de dejar la ropa tirada así?— se quejó el menor sin recordar que la última vez que se lo había dicho había sido hace más de diez años atrás.

Heeseung recogió las prendas rápidamente y las puso sobre la cama. Luego forzó una sonrisa.

—¿Contento?

Jake asintió. —Abre las ventanas, quiero ver el cielo.

—La vista de noche es horrible. Escogiste mal la ubicación del apartamento.

—¡Pero yo quiero ver el cielo!

Heeseung suspiró de nueva cuenta e hizo lo que el menor pidió. Luego regresó y prendió una de las lámparas al lado de su cama.

—Duérmete. No me iré hasta que lo hagas.

—Pero yo no quiero dormir.

—Estoy empezando a creer que estamos en desacuerdo en la mayoría de las cosas.

Heeseung se sentó a su lado y acarició su platinado cabello.

—¿Cuándo te lo pintaste así?

—Días antes de venir a Corea. Antes lo tuve rubio. Deberías haberme visto, seguramente te habría hecho olvidar a tu esposa.

Heeseung abrió sus ojos sorprendido. Jake en definitiva era una persona muy peligrosa cuando decía todo lo que pensaba.

—También estoy empezando a creer que no podemos hablar sin poner las cosas incómodas.— soltó un suspiro. —¿Y si te canto? Solías dormirte así.

Jake asintió cerrando sus ojos.

—Cántame la que dice "saoco, papi, saocoooo"

Heeseung le vió como si tuviera tres cabezas. Jake abrió los ojos al notar que Heeseung no estaba cantando.

—¡Cántame-la-de-Saoko!— pidió golpeando su brazo en cada palabra.

—¡No sé de que rayos estás hablando!— se defendió. —¿No quieres oír una de Justin Bieber?

Los ojos del menor brillaron. —¡SÍ! ¡Amo a JB! Es papá oso 2.

—Adiós.— dijo Heeseung saliendo de la habitación.

Alcanzó a escuchar los gritos desesperados del menor desde las escaleras, así que regresó casi de inmediato a la entrada de su habitación para ver como el australiano seguía luchando con el sueño.

—¡Jake duérmete ya! ¡Me estás haciendo perder la cabeza!— alegó con algo de molestia, sin embargo el contrario solo rió bajito.

—Está bien...— cerró sus ojos nuevamente.  —Buenas noches, abuelo oso.

Heeseung suspiró ruidosamente. —Si aún estuviéramos juntos te castigaría por esto como no te lo imaginas.— susurró para sí mismo, por lo que el contrario no pudo escucharlo.

Heeseung permaneció unos minutos más en la puerta hasta ver que el menor no volvió a hablar o moverse, por lo que supuso que ya había caído dormido. Se dió la vuelta mientras jalaba la puerta para cerrarla, pero antes de hacerlo volvió a escuchar la voz del men0r.

—Hee...— lo llamó con suavidad. Heeseung casi al instante volteó. Jake le veía desde su cama con los ojitos adormilados.

—¿Sí?

—Te amo.

Heeseung se sorprendió... no, prácticamente quedó paralizado por lo que el menor le acababa de decir. Y estuvo tanto tiempo parado en la entrada sin parpadear que ni siquiera notó cuando este había caído dormido, esta vez de verdad.

Cuando por fin pudo reaccionar cerró la puerta y caminó parecido a una especie de zombie, con los labios levemente separados y su corazón latiendo a mil por hora. Estaba más que perplejo.

Ni-ki no había podido sacar de su cabeza lo que escuchó en la oficina de Jake el día anterior, por lo que tampoco había podido parar de pensar en algún plan para hacer que Jake y su padre pasen tiempo juntos frente a sus propios ojos.

Si bien ambos se habían puesto de acuerdo con "compartir" a Ni-ki, en ningún momento acordaron tener que verse entre ellos en algún lugar fuera del trabajo, por lo que inevitablemente era imposible que existiera una forma de coincidir por voluntad de ambos.

Sin embargo... podían hacerlo accidentalmente.

Sonrió con malicia al recordar su idea, llamando la atención de su maestra quién se aseguraba de ver que todos los estudiantes se mantengan concentrados en sus exámenes.

—Lee.— le llamó. Automáticamente entre seis y siete estudiantes levantaron su cabeza.

—Quiero decir... Lee Riki. — el aludido le vió con sorpresa. —Concéntrense en su examen.

—Ya terminé.— dijo con confianza.

La maestra le vió sin creerle. —¿Ah sí? ¿Y por qué no lo ha entregado?

—Porque Jungwon aún no lo ha hecho.— respondió sin vergüenza alguna. Seguidamente se escucharon murmuros entre los estudiantes y el pelimorado se sonrojó ante las miradas que le dirigían.

—E-eso no tiene nada que ver...— se defendió. Ni-ki le vió sin entender que había hecho mal. —Puedes salir, te alcanzo afuera.

Ni-ki entonces se levantó para entregar su hoja y salió con la mochila colgando solamente de uno de sus hombros, con el ceño levemente frunció ante la confusión.

Esperó por Jungwon afuera, quien salió unos minutos después con la cabeza gacha.

—Hola.— le saludó el menor con una sonrisa.

Jungwon le vió por unos segundos y luego apartó la mirada avergonzado. —¿Por qué esperabas a que lo hiciera yo primero? No puedes ser tan dependiente de alguien...— dijo con un tono suave.

Ni-ki rió. —No dependo de tí.— acarició la cabeza contraria. —E-es decir... si dependo de ti, pero de forma sana... solo estaba esperándote porque quería invitarte a un lugar.

—¿A dónde?— enarcó una ceja desconfiado.

—A casa de Jake.

—Ni-ki, ya te lo he dicho... no me gusta estorbar. Además, tú estás viviendo con tu padre esta semana.

—Hmm... no recuerdo haberte dicho alguna vez que estorbabas.— rió. —Y sí, estoy viviendo con papá, pero Jake nos invitó a comer.— mintió descaradamente.

—¿Qué? ¿T-tú papá irá a casa de Jake?

Ni-ki negó con diversión. Jungwon era tan tierno. —Me refiero a tí y a mí.— Jungwon entonces entendió, pero aún así se negó con mucha inseguridad.  —Jungwon, míralo de esta forma.— se acercó más a él. Yang se sorprendió ante la cercanía. —Es cómo si te estuviera invitando a salir.

—¿Q-qué?

—Si esta fuera una cita conmigo, ¿aceptarías?

Jungwon sintió su cuerpo temblar y la forma en que Ni-ki le miraba no ayudaba para nada. El menor parpadeó en cámara lenta para hacer más dramática su mirada insistente.

—¿...S-sí?

—Bien. Porque es una cita.— le tomó del brazo y salió de la escuela. Jungwon trató de seguirle el paso.

—E-espera Ni-ki... ¿cómo que es una cita? ¿No dijiste que iríamos a la casa de Jake?

—Pues... mentí.— rió. Jungwon le vió con fingida molestias. Ni-ki al notarlo detuvo su andar y sonrió. Ambos estaban ahora en la orilla de la calle. —Tenía miedo que no aceptaras si te lo decía así como así. Además, quiero que me ayudes con algo.

Jungwon sonrió con algo de decepción.

Que tonto, ¿de verdad creíste que te invitaría a salir en serio?

C-claro... dime.

—En realidad será una cita entre papá y Jake. Tú le dirás a Jake que quieres hablar con él a solas en Chamber 5 y yo llevaré a papá porque quiero "pasar tiempo de padre e hijo"— hizo comillas con sus dedos.

—Olvidas un pequeño-gran detalle.— mencionó el mayor. —Jake nunca creerá que alguien como yo tenga el dinero para hacer una reservación ahí.

Ni-ki alzó los hombros. —Jake no juzga así a las personas.

Jungwon suspiró. —Está bien, supongamos que la diosa oveja se compadece de mí y Jake me cree, ¿entonces que haré cuando tus padres se encuentren?

—Comerás con nosotros.— respondió sencillamente el más alto. —Fingiremos sorpresa de vernos al otro y como yo realmente quiero probar la lasaña de ese lugar, papá no tendrá más opción que comer con Jake.

Jungwon enarcó una ceja sin estar del todo convencido de que el plan del menor funcionara.

—¿Por qué haces esto?— le preguntó. —Conociste a tu madre, como tanto querías. Vives con el, como tanto rogabas que pasará. ¿Por qué ahora quieres que se lleve bien con tu padre? ¿No te molesta todo lo que le hizo él a Jake? ¿Lo qué te hizo a tí?

Ni-ki cambió su expresión a una seria. —¿En serio no lo entiendes?— se alejó un poco de él y le miró incrédulo. —¡Estoy haciendo esto para que regresen!

—¿Pero por qué?— Jungwon le preguntó con suavidad y confusión, no queriendo herir mucho a Ni-ki con sus palabras. —Tu papá está casado. Su matrimonio es de las más populares de Seúl. El ya tiene pareja, ¿por qué quieres que se separe de ella?.

—Porque ella no merece a papá.— respondió firmemente. —¿Sabes dónde está Hyerin en este momento?— el mayor negó. —En Italia. Grabando la segunda temporada de su estúpida película y seguramente acostándose con su manager.

Jungwon pudo notar la molestia en la mirada del más joven. Quiso abrir la boca para decir algo pero fue interrumpido.

—Y no sólo con él. Mientras papá se mata en el trabajo y pasa noches sin dormir, sin regresar a casa, ella está de fiesta con sus amigos, divirtiéndose como si ese anillo en su dedo no significara nada para ella. ¿Y sabes qué? el mundo es tan injusto que todos los seguidores de esa mujer creen que mi padre es un maldito infiel cuándo en realidad es el único leal en esa relación.— Jungwon se sintió pequeño en su lugar. Nunca había escuchado a Ni-ki hablar así de su padre, pues, cada vez que lo hacía era para quejarse o mencionar lo intimidante que podía llegar a ser. —Y lo peor de todo... es que el se ha mantenido callado todo este tiempo.

Pasados los segundos de sus declaraciones, Ni-ki dejó salir un suspiro y relajó sus hombros.

—Claro que le creo a Jake, no creo que por nada se haya ido al otro lado del mundo con tal de alejarse de mi padre.— apretó los labios. —Pero también confío en papá. Y si, por supuesto que sé que nunca en mi jodida vida me ha tratado como a un hijo...— rió con amargura mientras negaba con su cabeza. —... pero tampoco creo que por nada haya contratado a Jake en su trabajo cuando existen innumerable cantidad de arquitectos y diseñadores aquí en Seúl.— hizo una pausa. —Y tampoco creo que sea esa clase de persona.

> Aún no he escuchado su versión de la historia.

Tal como Ni-ki le había dicho, Jungwon le pidió a Jake encontrarse en Chamber 5  a la hora de la cena. Shim se alarmó cuando el menor le dijo eso, y pensó que Yang finalmente le contaría sobre el abuso que sufre en la escuela o en cualquier otro lugar, por lo que se vistió lo más casual posible para dar la imagen de alguien "confiable" y se dirigió al lugar indicado.

Se encontró con el menor en la parte alta del restaurante, donde ninguna mesa estaba ocupada más que la de en medio, justo donde se situaba Yang.

—Hola.— saludó sentándose frente a él.

Jungwon brincó en su lugar y luego le dirigió una sonrisa nerviosa. —H-hola.

—¿Cómo has estado?

—Eh... yo... bien(?. Quiero decir, he estado bien.— aclaró su garganta y alcanzó uno de los vasos con agua.

Jake rió pero luego se alarmó cuando el menor se acabó el agua en solo segundos.

—Oye, pudiste haberte ahogado. ¿Seguro que estás bien? Te ves pálido.

—¡No!— gritó, posteriormente recuperando el color rojizo en sus mejillas al avergonzarse. —Estoy bien, de verdad. Lo juro.

Jake suspiró. —Escucha, Jungwon, se que no somos tan cercanos, pero te aseguro que si tú-

—¿Jake?— alguien interrumpió sus palabras.

Jake volteó al reconocer esa voz. Y realmente esperó encontrarse con Heeseung, pero se sorprendió completamente al ver también a Ni-ki a su lado.

—¿Qué hacen aquí?— fue lo único que pudo preguntar.

—Riki quería comer aquí.— contestó el mayor. —¿Tú que haces aquí?

—Jungwon quería verme aquí.

El mencionado quería esconderse debajo de la mesa.

—¡Mamá! ¡Qué bueno encontrarte aquí!— gritó el menor de los cuatro, cortando la tensión. Se acercó para abrazar a Jake y luego vió a Jungwon.

—Hola, Jungwon.— dijo robóticamente.

—Hola, Ni-ki.— sonrió haciendo una mueca.

Jake los vió con los ojos entrecerrados.

—¿Ustedes planearon esto?

Eh? Pfff. Claro que no. Papá quería probar la lasaña de aquí.

—¿Yo?— se señaló el mayor de todos.

—¿El?— preguntaron Jake y Jungwon al unísono.

—Sí, el.

Heeseung enarcó una ceja.
Ni-ki definitivamente había planeado todo esto.

—Sí, últimamente estoy muy interesado en la comida italiana.— dijo jalando una de las sillas de la mesa y sentándose en ella sorprendiendo a los demás.

Ni-ki se sentó a su lado quedando frente a Jungwon, fallando en el intento de ocultar su sonrisa.

Su plan estaba siendo un éxito.

Hoy sería un gran día.

🌷;  ola vivo por los abs de jake

dejen sus predicciones sobre el plan de ni-ki 😏

Rin.

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