Asustados era decir poco. YoonGi empujó a TaeHyung mientras ambos intentaban salir de la habitación con la mayor rapidez posible.

—Joder. ¿Por qué no se abre la puerta?

Se escuchó la risa macabra de quien estaba detrás de JiMin el cual permaneció quieto, muerto de miedo, congelado.

— No podéis salir sin mi permiso.

— ¿Q-quién eres? —preguntó JiMin sin atreverse a girarse, las caras asustadas de su amigos ya eran lo suficientemente aterradoras.

— Mi nombre es JungKook. Os he estado viendo desde hace un tiempo y esta oportunidad fue perfecta.

—¿P-perfecta para qué? —preguntó Tae.

El cuerpo del pelirrosa se estremeció cuando notó dos manos heladas sobre sus hombros.

— Para estar con JiMin.

Lágrimas descendían por las mejillas del nombrado mientras sus amigos horrorizados intentaban huir. Sus esfuerzos fueron en vano. JungKook les golpeó dejándoles inconscientes.

— No te preocupes, amor.

JiMin no dejaba de temblar y llorar. Las manos del contrario tocaron su rostro apartando las lágrimas.

—No voy a dañarte, JiMin. Eres importante para mí.

— Todo esto es una pesadilla. — trató de convencerse.

— No lo es cariño. ¿Sabes? Siempre te he amado.

— ¿Q-qué dices?

— Mi pequeño Minie. Siempre he cuidado de ti. Siempre he estado ahí, detrás tuya. Y siempre te voy a proteger. 

La vela volvió a prenderse dejando que el pelirrosa admirara al contrario. La piel pálida, un cabello oscuro, quizás negro y sus ojos de un tono café. Entonces los labios del contrario se posaron sobre los suyos. Cerró los ojos y se vio envuelto en la oscuridad.

Cuando despertó sus ojos se sentían cansados. Se desperezó en la cama. Estaba tumbado en la cama de la habitación de invitados de la familia Min. En la cama de al lado dormía Taehyung con la boca babeando y la pierna colgando. Se levantó y caminó fuera de la habitación. No recordaba mucho de la noche anterior. Habían estado hablando sobre el novio de Tae, pero tras eso todo estaba borroso.

Se sentó en el sofá y encendió la televisión.

— Tras la noche de brujas, muchos comentan sus sucesos sin explicación lógica. Algunos dicen haber visto fantasmas, ruidos extraños y pesadillas largas. La policía recibió varios llamados durante toda la noche. Y según apuntan los indicios, se desconoce al autor del desenterramiento de un cuerpo en el cementerio.

— Por otro lado, los niños fueron quienes más se divirtieron y se busca a los responsables de empapelar la casa del alcalde...