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"Jabalí salvaje de Uihk "
[Bestias porcinas de apetito voraz, son omnivoros y se alimentan tanto de pequeños roedores, carroña o cultivos, estas bestias son muy abundantes en el bosque de Uihk gracias a su gran número de crías por camadas, las hembras suelen ser mas grandes que los machos una vez que dan a luz, pues se vuelven muy sobreprotectoras, aunque esto solo las hace mas apetitosas tanto para sus predadores como para los humanos que las describen como una suave carne que se derrite en tu boca]
-Silencio..ahí hay un par-.
Allen estaba cansado de esos dos, desde que Alessia y Erick habían comenzado a platicar durante su camino al bosque Uihk, no se habían callado ni un segundo.
Una no paraba de hablar sobre su aldea natal, y el otro no paraba de presumir lo buen mago que era.
Esto al espadachín ya lo estaba hartando, y más de una vez se había planteado abandonarlos y volverse un aventurero solitario.
Ladeo los ojos y le dio un ligero golpecito a su compañera para llamar su atención.
-Sopenca, que me hagan caso-.
Señaló a un par de jabalíes salvajes y sonrió al ver la mirada molesta de Alissa.
-Dejemos que el nuevo nos enseñe sus "grandes habilidades", quiero ver si no es un charlatán-.
Alissa se emociono por al fin ver los poderes de Erick, y este se puso un poco nervioso, sonrió y se adelantó mientras observaba al par de jabalíes pastando tranquilamente.
En caso de peligro, sus compañeros hiban armados con una katana y una navaja, ambos estaban en la misma posición económica que el, y el, avergonzado no podía decirles la verdad.
Sus únicos bienes eran aquellos libros que robo, su ropa, y ya..prácticamente no llevaba nada más con el, por lo que en dado caso..lo cual era muy probable...si se quedara sin mana, ellos tendrían que ayudarlo cuando cayera inconsciente.
Ya que si...aquel mago renegado tenía un secreto, y ese, era el motivo por el cual decidió dejar su gremio.
Nunca..pero nunca, destacó por su gran habilidad con la magia, apenas y se sabía uno que otro truco, pero sus reservas de mana eran tan pobres y el tan débil que cuando usaba un ataque mágico potente se desmayaba por un día entero.
No podía permitir que sus nuevos compañeros se dieran cuenta de esto, ya que era muy probable que lo abandonarán por ser tan patético.
No....Erick frunció el ceño y camino decidido mientras Alessia le daba ánimos desde atrás.
Ella le había contado todo, desde la misión jugosa para la cual querían prepararse, hasta el hecho de que su equipamiento era demasiado pobre, por lo que, decidido a mostrarles su valor, quería ser de utilidad para que su nuevo equipo lo apreciara.
El par de cerditos salvajes, como los había llamado Marshall, voltearon a verlo y gruñeron mientras rascaban la tierra con sus patas delanteras.
Median apenas un metro de altos, y se veían muy robustos, por lo que trago saliva, en parte por los nervios, y por el hambre.
-¡¡Tu puedes Erick, demuéstrales tu poder!!-.
Lo animo Alessia mientras Allen entrecerraba los ojos con una mirada burlona que no paraba de juzgarlo.
-¡¡Muy bien!!, ¡¡Aquí va!!-.
Levantó sus palmas y las apunto al par de jabalíes mientras éstos se lanzaban contra el, y Erick no podia hacer otra cosa más que temblar por los nervios.
Cuando vio que las bestias no parecían querer detenerse por su pose intimidante, gruño por lo bajo y se decidió a atacar.
Esta era su habilidad más útil..y solo podía utilizarla tres veces antes de caer noqueado.
Apretó sus dientes y dio un grito para recuperar su valor.
No estaba dispuesto a quedar en ridículo con esos dos.
-¡¡¡Choque gélido!!!-.
De sus palmas salió disparada una borrosa esfera celeste hecha de cientos de copos de hielo compactados en un pequeña pelota de diez centímetros, esta impacto en el hocico de uno de ellos y el animal bufo antes de rodar abruptamente al intentar detenerse.
La bestia se sacudió con fuerza cuando noto que su cabeza comenzaba a paralizarse, sus ojos se llenaron de pequeñas partículas de hielo, cubriéndose rápidamente de escarcha, saliva cristalizada comenzó a salir por su hocico, y el animal gruño de dolor.
La otra criatura no tuvo un final diferente, esta vez el choque gélido le dio en una pata y el animal se doblo sobre su propio peso cuando se fracturó aquella extremidad gracias al intenso frio que la recubria por dentro y por fuera.
Ambos jabalíes habían sido incapacitados, y Erick sonrió triunfal mientras recibia los alegres cumplidos y felicitaciones de Alessia.
La cazadora se apresuro a rajarles la yugular y les dio una muerte rápida, mientras Allen preparaba la soga para atar sus cuerpos.
-Mmmm, con estos serian cuatro monedas de cobre y 2 kilos de carne, mínimo habrá que conseguir treinta monedas de cobre, quizás un poco menos, después de todo este es nuestro primer trabajo y no podemos cargar tantos jabalíes...mmm- .
El espadachin medito la situación y busco cálculos para aquella tarea, no parecía haber limites en el número de bestias cazadas, así que podían tomar ese trabajo todo el tiempo que quisieran.
-¿Tu cuantos crees que puedas cargar Erick?, veo que si eres un mago de primera, jaja, jamás había visto a alguien usando magia, que privilegio-.
El mago reconoció tanto un halago por su poder mágico, como un reto para su condición física,
Miro a Alessia y esta le sonrió.
Esa chica siempre parecía tan feliz, que incluso el no podía estar de mal humor.
-Bueno..quizas dos o tres, la fuerza no es mi especialidad, lo es más la inteligencia jeje, ya que incluso bueno-.
Se rasco la nuca un poco nervioso, no queriendo revelar que estaba demasiado exhausto por usar dos choques gélidos, Erick estaba haciendo un gran esfuerzo por reprimir su respiración pesada, por lo que tomo a los jabalíes y comenzó a cargarlos.
-Bien...pues serán dos, yo y Allen llevaremos más, no me es problema cargar cuatro, ¿y tu Allen?-.
-Cinco están bien...-.
-¡Excelente, vayamos a cazarlos y luego volvemos al pueblo!-.
El grupo se dispuso a seguir cazando, y su lazo se volvió un poco más fuerte, Erick se sintió extrañamente contento por haberlos conocido, y silbo al ritmo de la canción de Alessia.
..............
- 🎶Corre, corre , niñita, que el lobo te esta cazando, corre, corre, niñita, que el lobo te esta alcanzando, escondete en ese arbol, y reza al cielo, para que cuando sus fauces se esten cerrando, antes te trage el suelo🎶-.
-Llevas cantando eso todo el puto dia-.
Se quejo Allen mientras masticaba un trozo de carne de jabalí.
La fogata que habían formado era lo suficientemente potente para iluminar su campamento improvisado, y eso alejaba tanto a los insectos como a las bestias no deseadas.
El mago se carcajeo y casi se atragantó con su porción, y el espadachin lo ayudo dándole golpes en la espalda.
-*Cof, coffjjjkhh*, jaja...ahora que lo pienso Alessia, esa canción es un tanto siniestra-.
-Jeee, supongo que si, pero crecí escuchando ese tipo de desgracias cantadas para niños jeje...
¿no es así Allen?-.
Allen bebió un poco de agua que le ofreció Erick y asintió.
Ambos venían de una aldea al sur del reino de Valyan, y habían viajado tanto gracias a que estaban cazando a un monstruo.
...La criatura que arrasó con casi todo su hogar...
-Pues tienen buena tonada, ¿y ahora?, ¿acampamos en el bosque?, es muy noche para intentar volver al pueblo, sería muy peligroso-.
-Concuerdo contigo Erick, no sabemos que tipo de personas hayan llegado aquí, se que muchos se aprovechan de los más débiles, ah habido varios asesinatos en el bosque gracias a que es muy extenso, es fácil echarle la culpa a las bestias o monstruos, así que si...debemos tener cuidado especialmente en la noche-.
Allen le paso la cantimplora a su compañera, y contemplo las chispas de la fogata en silencio.
Su mirada revelaba los recuerdos de tantos jóvenes asesinados que el y Alessia encontraron durante su rastreo.
Con solo dos semanas lograron saber como identificar los muertos por ese monstruo y a aquellos que fueron asesinados por personas o demás bestias.
-Hay muchos desgraciados por aquí...pero somos tres, no creo que puedan contra nosotros jajaja-.
La chica bostezo y se tallo los ojos, durante su cacería de jabalíes habían conseguido matar a trece, uno ya se lo habían cenado, y a otro lo habían descuartizado para usarlo como cebo para una trampa que irían a ver tiempo después.
Los once restantes les servirían para comerciar, Erick quería seguir pagando el cuartucho, ya que si bien dormir a la intemperie como sus compañeros no era tan malo, era más fácil que le robaran esos textos mágicos.
-Aun me sorprende que hayas matado a tantos jabalíes usando solo piedras, jaja, eres impresionante Allen-.
Allen sonrió con un poco de vergüenza, y miro hacia abajo, había matado a cuatro jabalíes a pedradas dándoles en la frente con mucha precisión, y a otros dos a punta de golpes usando piedras gruesas.
No podía darse el lujo de desgastar aún más su katana, ya que era seguro que de usarla contra esa carne gruesa, se partiría su única arma.
Si...piedras eran un equipo excelente siempre y cuando las sujetará bien.
Y la cazadora...bueno, ella tenia su navaja especial y mato a la mayoría sin mucho esfuerzo.
El mago no había vuelto a usar más magia, dado que sus compañeros lo notaron un poco agitado, comprendieron que debían dejarlo reponerse, y luego, hicieron la fogata para preparar la cena y descansar un poco.
.........
Alessia y Erick dormían tranquilamente mientras Allen entrecerraba sus ojos poco a poco, avivaba las llamas y suspiraba.
Ya dormiría un poco al amanecer, primero debía cuidar a sus amigos y vigilar su mercancía.
-Si...esto podría funcionar-.
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