°26
Boarkh se abalanzo contra el lobo desterrado más cercano.
Valderius se trabo con el intentando apartar los fuertes brazos que se cerraban sobre el. Y clavo su pico de guerra entre las costillas del hombre bestia.
Este soltó un rugido anti natural y consiguió golpear con su codo la cabeza de Valderius. El guerrero salió disparado contra una pared repleta de esqueletos, y se quedó aturdido por un buen rato.
Zaragoza no podía moverse de donde estaba, y ni Wolgrank ni Warperin que eran los que más cerca de el estaban tuvieron tiempo de reaccionar.
Boarkh termino de aplastar a su compañero de armas, y el cuerpo de Zaragoza dio un espasmo final mientras sus entrañas eran pulverizadas y sus ojos se salían de sus órbitas.
Wolgrank soltó un rugido endemoniado y clavo el filo de su hacha en la espalda del monstruo. Este media fácilmente dos cabezas más de alto que el guerrero humano, por lo que agachó la mirada y le dedico una terrible sonrisa a su rival.
-¡¡No son más que carne picada!!-.
Boarkh hundió sus zarpas en el estómago de Wolgrank, y lo alzó en el aire mientras preparaba su otra mano. Estaba a punto de atravezar al líder de los lobos salvajes, cuando una lanza se hundio en su costado.
Uriek gritaba con gran esfuerzo, mientras hundía aún más la punta de su lanza hasta hacer que el poste atravezara la carne. La punta de su lanza destelleo con la luz del orbe de poder, y Boarkh se hallaba completamente ensartado.
Esto no pareció frenar a la bestia monstruosa, y de un barrido, Boarkh arrojó a líder y guerrero contra una pila de huesos. Resoplo con rabia y cargo contra los demás humanos que le hacían frente.
Sus heridas sangraban demasiado, pero la bestia no reducio su violenta marcha bestial. Atrapó la cabeza de Warperin, y le rompió el cuello girandola en un ángulo grotesco.
No pudo celebrar aquella muerte, pues sintió un dolor desgarrador que le taladro el cerebro. Bajo la mirada, y se descubrió de rodillas en el suelo con un profundo tajo en la rodilla.
Valderius le había destrozado la carne y el hueso usando todas sus fuerzas para dejar caer su pico de guerra contra el. Batallo para sacar el arma, pero esto le fue suficiente a Boarkh para sujetarlo por el cuello y elevarlo en el aire.
-Ajjjhhkj..agghhkj..aaahhjjajajajaaaa-.
Consiguió reír. El lobo desterrado miraba a los ojos al monstruo que había asesinado a sus compañeros, y no veía más que la condena a la que aquel ser se había arrojado. La maligna oscuridad se arremolinaba en aquellos penosos ojos humanos, y el hombre no pudo evitar reír ante lo patética de aquella alma.
-..Aghhhhh...¡pudrahhjj..en el infierno!-.
Boarkh le separo la cabeza del cuerpo, y se puso de pie con dificultad. Wolgrank y Uriek aún estaban poniéndose de pie con mucho esfuerzo. Pero Boarkh les ganó ventaja y avanzo hasta ellos con un brillo asesino en los ojos.
Los dos guerreros se miraron por unos breves momentos, y asintieron con un vigor inquebrantable.
La hacha de Wolgrank había volado durante la pelea, y se perdió entre los restos y escombros en el suelo. Así que desenvaino una espada corta mientras su guerrero hacia lo mismo.
Boarkh presentaba las heridas infringidas por sus hombres. Y eso le levantaba el ánimo al líder de los lobos desterrados. Si podía darle muerte a aquel que le había arrebatado a tres de los suyos, estaría en paz con su alma arrepentida.
-¡¡¡Muere, maldito engendro del infierno!!!-.
Boarkh intento esquivar el tajo, pero recibió un corte profundo en su pecho que le cruzó de lado a lado rompiendo la punta de la lanza que lo atravezaba. Aún así, consiguió asirse a un brazo de aquel que lo atacaba, y le desgarro los músculos con un fuerte apretón. Derribada, la bestia uso aquella fuerza de caída para arrojar a su presa contra las paredes rocosas, y un fuerte ruido agolpado atemorizo los oídos de Uriek.
El guerrero soltó un grito rabioso, y descargo su espada una y otra vez contra Boarkh. Este recibió múltiples tajos que mancharon de sangre el suelo, los huesos de los goblins y hasta a el propio lobo desterrado. Pero en un instante, el monstruo cambio de forma para convertirse en un enorme jabalí curtido de músculos destrozados por cortes profundos. Tambaleandose, logro reunir la fuerza suficiente para tomar distancia y embestir al lobo desterrado, logrando destrozarle la coraza del cuello y enterrarlo en el montón de restos óseos tan antiguos como aquellas ruinas.
El monstruo jabalí trastabillo hasta caer frente al pilar de oro macizo, y contemplo el orbe de poder que fungia como sello para su amo.
Sintió el frío recorrer su cuerpo, y por un momento su mente quedó en blanco.
Se preguntó que hacia en ese lugar, y porque las llamas del caldero de su amada no le daban calor en la choza montañes donde vivían.
Por unos breves instantes se dejó llevar por los vividos recuerdos, pero su disfrute nostalgico duro poco.
El horror de su amada siendo asesinada por aquellos cazadores de bruja le acuchillo el corazón.
Con rabia absoluta se forzó así mismo a ponerse de pie, y volvió a su forma humanoide mientras sentía el calor recorriendo sus músculos. Ya habría tiempo para dejar que el dolor lo derrumbase, pero ahora estaba demasiado cerca de cumplir con una de las encomiendas de su amo, y no estaba dispuesto a retrasarse más.
Con sus dos manos sujeto ambos lados del pilar, y sintió como este le quemaba el alma. Boarkh estaba imbuido por la escencia de su señor, y eso hacia que la magia protectora del sello lo quemase vivo.
Aun así, no le fue difícil ejercer su fuerza monstruosa para destrozar el pilar de oro macizo. Éste tintineo mientras las luces runicas perdían y ganaban intensidad. Hasta que el orbe mismo brillo con un aura sin igual.
Boarkh sonrió de manera perversa, y estiro sus manos para tocar aquella esfera de poder puro. Sintió como esta lo evitaba al tacto, pero su esquive mágico solo duro unos breves momentos.
El siervo de la oscuridad cerró su mano sobre aquel sello, y la explosión de mana le voló la carne. Casi perdió por completo el brazo, pero su tarea estaba hecha.
Atrreuxh le dijo que algo así podría pasar, por lo que no se mostró demasiado afectado. Frunció el rostro por el dolor, pero se obligo así mismo a recuperar su actitud ferrea.
Era hora de salir de ahí, y ya no había nada que le impidiese hacerlo.
...................
Un silencio sepulcral había llenado aquella cámara subterránea. Cuyo brillo había desaparecido cuando su pilar fue destruido.
Un hombre carraspeo y gruño de dolor sintiendo como las punzadas en su cuello le taladraban el cerebro.
Se obligó a ponerse de pie, y no vio más que la pura oscuridad.
Uriek estaba completamente solo, o eso creía.
Una respiración pesada le llamo la atención, y corriendo sin importarle tropezar con los escombros y huesos del suelo. Socorrio a su líder.
No podía ver muy bien a Wolgrank. Pero a juzgar por lo húmedo de su cuerpo y el olor a hierro. Podía suponer que su líder estaba bañado en sangre.
Wolgrank estaba inconsciente, y necesitaria atención médica urgentemente. Ni uno solo de sus demás compañeros había sobrevivido a aquel ataque. Por lo que tendría que arriesgarse a salir de aquel nido goblin cuidando sus espaldas y cargando a su líder.
De todas formas. Uriek se culpo así mismo por no haber muerto como el resto de sus hermanos de batalla. Pero si había sido el único en sobrevivir casi ileso, tenía el deber de asistir a su líder, ¡Y vaya que lo haría!.
Con dificultad aguerrida cargo a Wolgrank sobre su espalda, y sintiendo el cuerpo adolorido y cansado, dio paso tras paso para recorrer la cámara y superar el gran boquete que alguna vez había sido un túnel semi derrumbado.
El silencio acompaño el ruido pesado de sus pasos. Y el lobo desterrado no se detuvo hasta que se topo de frente con el cadáver de Gulltank.
El guerrero había luchado hasta el final, y su gran cuerpo estaba lleno de zarpasos profundos. Había tenido gran dificultad para luchar en un pasaje tan estrecho, pero aun así lo había dado todo por proteger a sus compañeros. Su cuerpo estaba empapado en sangre, y Uriek le cerró los ojos, susurrandole palabras de despedida diciendole que había hecho un gran trabajo.
El solo no podría sacar a todos sus hermanos de batalla. Por lo que ya volvería.
Con el corazón en la mano, Uriek anduvo buscando la salida de aquel nido goblin. Topandose varias veces con los cadáveres de grupos enteros de goblins masacrados, o los cuerpos agonizantes de aventureros envenenados.
Solo el murmullo de aquellos estertores le llegaba a los oídos...no había nada más en aquellas cuevas y pasillos oscuros.
Cuando al fin vio la luz del día. El ruido de vítores llegó hasta el. Logrando hacer que diese un brinco hacia atrás, sobresaltado por el bullicio de los aventureros sobrevivientes que celebraban su victoria en el nido goblin.
No muchos se preguntaban el porque habían acabado en la guarida de los Hojas malditas. Pues estaban demasiado ocupados ocultando sus traumas celebrando una victoria colectiva.
Se le había dado muerte hasta al último piel verde en aquella cueva cavernosa. Y cada uno se reunía con su grupo, recelosos del poco botín que habían conseguido de los goblins o de los aventureros caidos.
Moka y Maurice socorrieron a Wolgrank una vez que vieron al tambaleante Uriek, y la guerrera salvaje lloro en silencio la muerte de Valderius una vez que el lobo desterrado sobreviviente narrara lo acontecido.
Los mercenarios prohibieron la entrada a la cueva, y un destacamento de estos entró para recuperar aquello por lo que habían ido desde un principio.
Habían usado a los que juzgaron los mejores candidatos como carne de cañon, y una vez terminado el primer acto era hora de hacer valer su sueldo.
............
Wolgrank gimoteo mientras le trataban el brazo. El zarpaso de Boarkh le había vuelto la carne jirones, y sentía todo el cuerpo adolorido. Tenia el abdomen vendadi, y habia perdido muchisima sangre. Sus guerreros lo habían tratado lo mejor posible, y esperaban una mejora en el para moverlo del bosque e ir directo al pueblo para que Masías lo atendiera mejor.
Uriek silbaba una vieja canción de cuna, mientras veía a lo lejos la entrada de la cueva.
Moka había peleado con uno de los mercenarios de las tres familias, pues no le habían permitido el paso para intentar recuperar el cuerpo de Valderius. Maurice la tranquilizo por el momento, y velaban a su líder mientras este se maldecía así mismo por la pérdida de tantos guerreros.
.......
En una de las tiendas de campaña de los mercenarios. Un hombre de barba lustrosa y un parche en el ojo canturreo mientras le daban el informe de todas las bajas.
Antes de que toda esa masacre sucediera. Parte de la incursión de aventureros fue frenada por los mercenarios, y se dividió la acometida para que solo un tercio de todos aquellos efectivos entrara en la guarida goblin.
Se les convenció de no participar en el último momento, pues así reducirían las sospechas del porque se mintió para la acometida contra los distintos clanes goblins.
La verdad era que ni siquiera los mercenarios sabían porque se había hecho tal maniobra. Pero no les importaban las vidas perdidas de aquellos jóvenes inexpertos.
La vida era cruel y dura, y deberían estar preparados antes de lanzarse a un sitio desconocido.
Solo los más curtidos habían sobrevivido, e incluso esos se peleaban por el poco botín encontrado ahí.
Las tres familias obraban de formas misteriosas...y poco a poco, los aventureros en Uihk hiban pagando las consecuencias.
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