°14
Allen gruñó, molesto al ver que se habían perdido. Erick no quería admitirlo, pero en su intento de volver tras sus pasos al intentar reunirse con los demás, debieron internarse más en el bosque.
Lo que era peor, seguramente en dirección al peligro.
En un momento estaban intentando orientarse, y de pronto Erick lanzaba una ráfaga helada de magia intentando frenar a una imponente bestia de gran tamaño.
Era un jabalí bruto. Frenético y macizo qye casi lo arrolla en una carga atronadora de poderosas patas y pezuñas machacadoras.
El mago se salvo por los pelos dando un salto hacia un lado, y le proporciono al espadachín el tiempo suficiente para desenvainar su espada Zhambike.
Allen escudriño la neblina. Entrecerrando los ojos y...
¡Zajkh!
De un tajo le rebano la punta del hocico al jabalí monstruoso.
Su chillido infernal solo lo impulso a descargar un nuevo tajo. Y, con gran satisfacción comprobó lo efectiva y letal de su arma.
Había trasado una mortífera línea desde un lateral de la cabeza hasta el otro. En un corte momentáneamente limpio hasta que un reguero de sangre brotará de la herida y la bestia tropezo totalmente ciega..y pronto muerta.
Erick se pego a su espalda y le dijo con voz tensa.
-Aun hay mas-.
Allen se sorprendió así mismo apretando aún más su espada en cuanto se percató de que eso era verdad.
Una manada salvaje de imponentes cerdos de guerra se cernio sobre ellos en un circulo de muerte que poco a poco comenzó a volverse más estrecho.
Erick no perdió el tiempo. Y con un control calculador sobre sus nervios, con total precisión manejo su magia elemental para descargar una potente carga helada sobre tres bestias.
La que estuvo en el medio, dio un respingo póstumo mientras sus ojos se nublaban por completo y sus pulmones se comprimian por el shock gélido.
Las otras dos solo se vieron ralentizadas. Aunque el espadachin no desperdicio tal suceso.
Con poco más de cuatro movimientos. Descargo tajos lineales con una brusquedad desesperada. Resquebrajo las heladas capas que recubrian la tosca piel de esas bestias, consiguiendo penetrar en la piel y carne para rematar partiendo los huesos.
El circulo que los rodeaba pareció enfurecerse más. Y para sorpresa suya se disperso momentáneamente.
Erick quiso preparar una carga gélida más. Pero las bestias se lo pensaron mejor y desaparecieron en la espesa niebla.
...Todo quedo en un silencio...de vez en cuando interrumpido por los bramidos lastimeros del jabali que luchaba por respirar algo que no fuese su propia sangre debido a que su sistema respiratorio había sido fragmentado por su repentino congelamiento.
Allen no bajo la guardia. Mirando a todas direcciones mientras su respiración acelerada y ojos rapaces le conferian un aspecto feroz.
El mago se concentro en las fluctuaciones mágicas del ambiente, y percibió cierto cambio aberrante que se incrementaba más y más.
Erick frunció el ceño, entre aterrado y asqueado. Causando que Allen se pusiese aún más alerta cuando vio que el mago preparaba una esfera de hielo y como un psicópata miraba hacia todas partes no decidiendo a donde lanzar su ataque.
Finalmente. A punto estuvo de arrojarlo a las dos figuras humanas que se acercaron rengueantes por entre la penumbra neblinosa. Y en un acto reflejo Erick logró disipar su magia antes de lanzarla contra ellos.
-Anda..que es un jodido mago-.
Dijo Alverius en cuanto vio como casi lo congelan vivo como al enorme jabalí en el suelo.
Moka sonrió al ver la efectividad de esos dos para darle muerte a semejantes bestias, y se apresuro en saludarlos con respeto.
-Yo Moka de los lobos desterrados. Ser un gran gusto conocer guerreros dignos-.
Allen correspondió al saludo un tanto confuso por tener que chocar el puño de la guerrera con el suyo. Pero pronto Erick hizo lo mismo.
-Tu muy frío.. ¿Ser cadáver andante?-.
Le dijo la guerrera al mago cuando sintió su tacto gélido.
Valderius estuvo a punto de saludarlos del mismo modo también. Pero una bestia cargo contra ellos de manera sorpresa, y. Con un movimiento complementado con un grito de guerra salvaje. Moka decapito de cuajo a la gran bestia rumiante.
-Con ese..ya van diez entonces-.
Comento el Ex zapador. Agudizando el oído y preparándose para acabar con el resto de la manada.
-Faltan cuatro más..-.
Erick se sorprendió al ver las heridas de esos dos. Pero se sorprendió aún más al llegar a la conclusión de que seguramente ellos ya habrían matado a otros cinco jabalíes brutos ellos solos.
El aspecto ensangrentado de Valderius le confería un aura sanguinaria, y la mirada feroz de Moka demostraba su energía guerrera.
Con respeto. Ambos aventureros los saludaron como correspondía al modo de los lobos desterrados, y se prepararon para darle caza a los jabalíes restantes.
...........................
Lejos de ahí...
Una increíble partida de caza masiva comenzó a peinar grandes áreas del borde cercano al pueblo de Uihk.
Muchos aventureros novatos llegaban con grupos enteros de jóvenes promesas para intentar obtener un poco de fama y gloria.
La noticia de la existencia de una criatura legendaria los había motivado en gran manera. Y habían llegado de todas partes.
Aunque ese día en especifico..más de un cuarto de aquellos aventureros fueron masacrados por las oleadas y oleadas de bestias que las profundidas del bosque Uihk tenía ocultas.
"Los centenares de Uihk".
Así era como se recordaría aquel fatídico día en el que mas de cien jabalíes de Uihk arrazaron la partida de caza de un gran contingente de novatos en hordas de igual número cuando la anterior era eliminada.
Un acre olor a muerte les llegó a todos antes de que el caos se desatará. Y la masacre tocó a sus puertas cuando incluso las bestias lograron llegar al pueblo.
Para su suerte. No todos los guerreros de elite habían decidió ir a lo profundo del bosque ese día. Y se habían quedado a relajarse y sumergirse en el ocio.
Fue una ventaja contar con ellos para eliminar a todas las bestias que invadieron el pueblo..y una bendición muy grande que ninguno de aquellos jabalíes fuera de la estirpe bruta.
Nadie se explicó como es que fue posible tal acontecimiento...
Solo vieron como más de la mitad de los aventureros novatos que habían llegado tomaron sus cosas al final del día y se marcharon. Tan malheridos como traumatizados.
-¡¡Yijuuu!!, ¡¡¿A eso le llamas horda?, que patético!!-.
Rugia un guerrero completamente vendado del cuerpo por unas antiguas heridas de explosión mágica.
-¡¡Venga bosquecito. Se que tienes criaturas mejores que estos simples chanchitos!!-.
Francis Rovadán estaba ansioso por unirse a las misiones con el resto de sus camaradas lobos desterrados.
-Eh, Joder..no retes al bosque tío, que nos la puedes liar parda-.
Le dijo uno de sus compañeros. Pero el extasiado guerrero solo le sonrió y levanto el cuerpo del jabalí de Uihk más grande que mato para comenzar a vitorear mientras recorrira el campo repleto de bestias y aventureros novatos muertos.
-¡¡¡Wuuuuuuuuuuh. Soy el mejor!!!-.
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