Capítulo único

Hoy era el gran día donde se celebraría al nuevo fuhrer de Amestris, todos los que habían peleado valientemente contra el homunculo Kim Bratley, mas toda ciudad Central, estaban presentes.

Winry había ido porque le pidieron que fuera, pero no se terminaba por sentir del todo agusto, pues estaba sola en medio de esa gran multitud. Al llegar habló bastante con Mei chang, Al y algunas más que conocía por los Elric, pero mas tarde cada uno de ellos ya estaba siendo solicitado por alguien más y no es que le molestara, pero su prometido o mas conocido con Edward Elric, no le tomaba ni la mas mínima atención. A veces llegaba a preguntarse si esa confesión en la estación de tren había sido una broma, pero luego le venía el pensamiento de que Ed no era precisamente el tipo de chico que expresa su cariño igual que una persona normal.

A decir verdad, estaba un poco nerviosa sobre si su vestimenta era la adecuada cuando llegó, se había puesto un vestido negro largo ceñido al cuerpo con escote más de peinado un "tomate" peinado hacia atrás (agarrando la chasquilla). En el momento de mirarse al espejo pensó que se le veía realmente bien, pero dudo cuando Ed no dijo nada al respecto. En la fiesta comprobó que se había preocupado por nada al ver a un grupo de chicas, estaban hablando muy animadas entre ellas mirando a una dirección en particular.

Sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero en ese momento realmente no le importo con tal de salir de su aburrimiento.

—Miren a ese chico rubio de allá— exclamó una sonrojada.

En esa dirección veía muchos chicos rubios, pero solo uno llamaba su atención. No podría ser que esas mujeres estuvieran mirando al mismo hombre, ¿verdad?

—¿El de la coleta? ¡es muy guapo!

Con esas descripciones le quedó más que claro que, estaban mirando a Edward. Le sorprendía que fuera tan popular, pues años atrás la gente solo hablaba de él para burlarse de su estatura o referirse a su talento como alquimista estatal y admitía que a veces ella también lo llamaba enano, sin embargo, él ya no era ninguna de esas cosas. Ahora el era mucho mas alto que ella, y había perdido su alquimia.

"¿El siempre se vio tan genial para los demás? quién diría que algún día las mujeres lo iban a mirar con ojos ardientes" pensó mirándolo.

—¡Oye, bonita!— una voz perteneciente a un borracho que nunca había visto en su vida la llamó.

"¿Que le pasa a este señor?"

—¿Cómo te llamas? si estas sola pasemos el rato juntos— tomó la mano de Winry tambaleándose.

Estaba tan borracho, que incluso que se había atado la corbata en la cabeza, que por cierto era calva.

En su vida un hombre había intentado sobrepasarse con ella porque siempre llevaba un llave inglesa consigo o estaba cubierta de aceite. Nada mas un par de veces algunos muchachos le coquetearon un poco.

—Oye tu, calvo— dijo una voz tenebrosa— ¿tienes algún asunto con mi esposa?— preguntó la enfurecida voz de Ed.

Con una mano rodeaba la espalda de la rubia, tenía un aura oscura que rugía "no te le acerques, bastardo o te matare"

El pobre hombre salió corriendo al sentir que su vida estaba en peligro, gritando que lo sentía. Solo en cuanto estuvo lo suficientemente lejos, Edward la soltó. Winry solo lo miro un poco sonrojada susurrar maldiciones.

"Parece que sí estaba al pendiente de mi"

—En serio, ¿no eres muy descuidada?— le dijo aun echando humos.

—Eh si, lo siento— respondió ella, aun algo desconcertada por su repentino rescate.

Mientras caminaban juntos, soltó un pequeño suspiro, el cual su prometido vio. Se sintió un poco mal, pensando que sus palabras la habían ofendido.

—Winry— la llamó— yo solo quise decir que... quiero que me muestres solo a mi ese tipo de figura y ropa— miró hacia otro lado con un pequeño sonrojo— ahh desde un principio no debimos haber venido.

Las palabras tan bochornosas que acababa de decir apenas le movieron, mientras a la ojiazul esas palabras le impactaron fuertemente.

"Dios, cómo puede decir algo así tan fácil?" pensó roja de la vergüenza con el corazón latiendo a mil.

"Ese maldito, se atrevió a tocarla con sus sucias manos, tal parece que voy a tener que cuidarla de esos insectos" pensaba Edward abrazando a su chica de la espalda con un aura oscura rodeandolo.

Alphonse y Mei Chang, que estaban mirando de lejos, veían atónitos como la frase "La ira supera a la vergüenza" se aplicaba perfectamente bien en el mayor de los Elric.

—Miralo hablar así, aun cuando es tan tímido— negaba Al con una sonrisita.

—¡Oh, es tan..!— decía con corazones en los ojos la chica del panda.

F i n

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Hola hola!

¿Que tal les pareció? la verdad no estaba inspirada, pero de verdad que quería escribir esto y como soy olvidadiza, mejor lo hice al tiro.

Les recuerdo que, a todo aquel que disfrute de los fanfic EdWin le invito a leer mi historia "Entre amor y pasión" de la pareja. En mi perfil tambien podran encontrar algunas obras más de ellos dos.

Las críticas constructivas y posibles ideas de correcciones son siempre muy bien bienvenidas.

Voten y comenten.

~Sayonara