*En la mente de Gustavo*

Sentí un calor de mil demonios. Me encandiló la luz del sol y tapé un poco con la mano el resplandor. Miré hacia los costados confundido, estaba en las ruinas del Pucará de Tilcara.

-¡Corte!- Se aproximó Alfredo Lois -Gus, ¿Qué pasó? ¿Porque te tapaste?-

-Emm, no se. ¿Qué estamos haciendo acá? ¿Qué hago vestido así?- Señalé mi ropa.

-Ayyy este chico- Tapó su rostro - ¡¡¡Estamos grabando Cuando Pase el Temblor querido!!!- Gritó fuertisimo

-Bueno, tranquilo que no soy tu hijo- Contesté un poco molesto.

-¡Dale Gustavo que nos estamos cagando de calor!- Zeta me tiró con su tapado negro.

-¡Estoy muriéndome de sed y es tu propia piel...! Ok no- Rió Charly.

Una luz volvió a encandilarme, cuando pude recuperar la vista sentí muchísimo frío y me encontré en la quinta que habíamos comprado con los chicos en el 96 para grabar Nada Personal.
Estaba recostado en un colchón húmedo, casi mojado, tapado hasta el cuello y vestido con el mismo saco que me había tirado Zeta hasta hace un momento. Sentía que temblaba bruzcamente, el frío era sorprendente; ya había olvidado que se sentía dormir en el suelo y encima mojados.

-¿Chicos?- Asomé un poco la cebza entre las colchas.

-¿Qué sucede?- escuché la voz de Charly.

-¡Tengo frío! ¿No tenemos otra colcha?- Seguía temblando.

-No Gus- Bostezó Zeta.

-Yo también- Añadió Charly -Quememos algo, que se yo, tengo mucho frío. Creo que de esta noche no paso-

-Dale, vamos a buscar algo- Nos levantamos a las rastras junto a Charly.

Encontramos tiradas unas revistas viejas y suplementos deportivos.

-¡Mirá Gus! Acá está el amor de tu vida- Me mostró la foto de un tipo en boxers.

-Si como no- Rodeé los ojos - ¡¡Y esta es tu novia!!- Levanté una hoja que promocionaba una marca de brackets y salía una mina con los dientes torsidos.

-¿Celoso?- Charly levantó algunos diarios y los llevó adentro de la casa.

Entramos de nuevo al tempano de hielo que era esa quinta. Llevamos al medio de los tres colchones una chapa bastante grande para poder allí quemar las revistas y así calentarnos un poco. Escuchamos un ruido rarísimo, como una tos ronca y ahogada. Charly comenzó a reírse de forma desencajada. El ruido eran los ronquidos espantosos de Zeta que se había dormido profundamente.
La sangre volvió a nuestros cuerpos luego de encender esa mini-fogata. Ahora si nos acostamos y pudimos dormir un poco más calientes. Rogando a la virgen y a los dioses que no nos quemáramos vivos.

*Fuera de la mente de Gustavo*

La familia de Gustavo y sus amigos habían ambientado la habitación en donde él se encontraba con cosas que utilizaba diariamente y que hicieran que el quisiera volver.

-Su vuelta nos puede tomar por sorpresa. A parte, los doctores nos pidieron que ambientáramos el lugar como su casa, para que él sienta las ganas de volver y que luche todo lo que pueda para regresar con nosotros- Lisa Cerati había salido del hospital para contar un poco lo que sucedía allá adentro.

-Lisa, ¿Tu quieres que vuelva a pesar de las secuelas que pueden traer?- Preguntó un periodista.

-Yo solo quiero que pase lo que tenga que pasar. La verdad que sería hermoso que vuelva, pero a veces también hay que dejar ir-

Ella volvió a entrar al edificio que tenía en terapia intensiva a ese guitarrista por el que todos velaban día tras día.
Como una princesa ella se sentó unos minutos al lado del cuerpo de su padre. Dormido, igual que hace dos meses. No había señales de que pudiera despertar, pero tampoco de que fuera el momento de irse.

-Bueno, Pa, ya estoy aquí, estamos solos. Por favor, dame un indicio para tener fe- Agarró fuerte su mano y se quedó mirando atenta su rostro, esperando alguna mueca o gesto de parte de él.

"En la mente de Gustavo"

Esuché a mi hija, Lisa me estaba llamando. Apreté mis ojos y traté de escuchar de donde venía su voz. Cuando los abrí me encontré en una habitación de hospital. Lisa estaba sentada tomando mi mano, aun que no la sentía. Me acerqué un poco a ella y miré sus ojos grises. Ella siempre tan hermosa, igual que su madre.

-No llores, estoy seguro de que nos vamos a volver a ver muy pronto- Pude acariciar su rostro.

-Te amo Pa- ¡Me escuchó! No puede ser ¡Creo que pudo oírme!. Pero no me miraba, no se movía. Estaba quieta. Solo vi que cayó una lágrima de su ojo.

Mierda. Ahora todos lloran por mi. ¡No quiero que lloren por mi! ¡Todo es culpa mía! No quiero que vengan a verme si van a llorar. Me siento culpable de lo sucedido.

Una fuerza hacía que me acostara y volviera a mi cuerpo. Creo que había muerto por un segundo.

Me inundó la oscuridad -¡Quiero volver! ¡No quiero estar así! ¡No quiero morir! ¡Quiero despertar!- Comencé a gritar y patalear en la nada.

-¿Para que quieres volver? Tu no apreciabas tu vida, te la pasabas fumando y drogandote, ¿Para que vas a volver? si vas a seguir en la misma- Escuché la voz delicada de una mujer, no supe quien era.

-Pe... Pero yo si quiero volver. Ya aprendí la lección. No quiero seguir así. ¡No puedo! No lo merezco- Sentía como lágrimas caían por mis mejillas.

-¿No has notado el daño que le causaste a tus amigos? Charly y Zeta fueron los únicos que te apoyaron cuando en el 2002 te querían tirar abajo. ¿Tu que hiciste? Diste media vuelta e hiciste oídos sordos- Una imagen corría delante mis ojos, eran esos recuerdos que tenía guardados en mi memoria -Sin embargo, ellos cinco años más tarde volvieron a juntarse con tigo e hicieron Me Verás Volver-

Yo seguía en silencio. Esa voz tenía razón, la cagué y aun así mis amigos sabiendo que yo era un hijo de puta me seguían hablando.

-¿Recuerdas esto?- Otra imagen comenzó a rodar -Tú, cuando Adrián, Leandro y Tweety quisieron festejar para el cumpleaños de Anita; vos no participaste en nada. Solo les diste la espalda y te fuiste a tu casa. Anita necesitaba compañía porque había terminado con su novio y los demás le hicieron esa fiesta sorpresa mientras que tu ni te presentaste-

Bajé la cabeza y no quise mirar más, mi mejor amiga aparecía llorando cuando dijeron que no había querido ir.

-Y esto sucedió hace unos meses- Vi una nueva imagen -Por tu egocentrismo obligaste al conductor de la trafic a que manejara en la niebla y culpa de eso la camioneta se dio vuelta y así fue como terminaste acá.
Anita se quebró y todos tus amigos que iban con tigo en esa trafic sufrieron heridas- La imagen desapareció -Ahora, ¿Tú crees que mereces seguir vivo?- Preguntó esa voz.

Cerré los ojos -Puedo remediarlo, solo... Dejame volver y prometo ser una mejor persona, haré que los demás me perdonen por lo estúpido que he sido-

-No te vas a ir Gustavo, pero tampoco vas a volver-

-¿Qué?- Estoy cada vez más asustado -¿Voy a quedarme aquí para siempre?-

-No, solamente que no es momento de volver-