Querido Josh otro invierno que no estás y se siente tu ausencia como no tienes idea.

Justo ahora caen pequeños y preciosos copos de nieve como diminutas motitas de algodón.

La noche se ha puesto su oscuro velo ,ausente de estrellas y tan fría como una vez lo estuvo mi corazón.

Aunque mentiría si dijera que me he librado de cada fragmento de hielo que atrapa mi interior.

Abrazada por la luz de las farolas y la brisa nocturna aquí estoy en el porche.¿Adivinas en que lugar precisamente?. Sobre la casa de Max. Se me escapa una sonrisa cada vez que pienso en ese travieso perro .

Debe estar dentro , acostado junto a la chimenea como hace cada invierno.Verdaderamente odia el frío ,no se parece en nada a su dueña.

Casi sin percatarme el tiempo ha pasado a toda velocidad. Está inmenso y horita no cabe en su casita, sí, esa casita que tú y yo le construimos. Aún sigue en pie y no ha dado señales de que vaya a caer por el momento, al parecer si teníamos un lado de arquitectos .

Hoy toda la familia se encuentra en la casa.Bruce a traído a la pequeña Jamie que está preciosa cada día y se parece un montón a su padre, nadie se atreverá a contradecir lo obvio.Te lo aseguro va a ser una chica bella en todos los sentidos. Y yo seré la tía más orgullosa del mundo, la consentiré siempre , y me culparé si un día se vuelve una chiquilla malcriada,aunque estoy cien por ciento segura de que eso no sucederá.Bruce tiene el control de la situación, es una magnifica madre, Josh, la admiro tanto .Aunque nunca se le he hecho saber , es increíble y tan solo verla me ha hecho fuerte cada día.

Andrew también ha venido junto con tus padres. Cada vez que aparece frente a mí creo que eres tú que sonríes y me dices : “Todo está bien, solo era una pesadilla".

Si,porque por muy fuerte que sea soy débil cuando se trata de ti.

Y siempre suelto una que otra lágrimilla al volver a la realidad .

Pero a la vez son tan diferentes que da escalofríos.Andrew solo brinda fugaces sonrisas ,es extremadamente serio y posee tanta madures que muchas veces olvido que solo tiene veinticuatro años.

Tu madre lo está sobrellevando como puede, y tu padre me sería imposible decirte, ya sabes cómo es, nunca fue una persona abierta, no expresaba lo que sentía por lo que recuerdo que muchas veces nos tomaba por sorpresa cuando hacía algo que nadie se esperaba.

Kattie ha llegado hace unas horas de la ciudad, ha traído un nuevo novio. Parece una persona guay
_ como  decía Bruce  sarcásticamente _y se ven muy felices juntos, ojalá esta vez sí haiga boda,y no ocurra como hace años.

Me parece que fue ayer mismo cuando Kattie nos propuso pagarnos una buena suma de dinero si interrumpiamos su boda con el baboso de Grett. No quería ensuciarse las manos en una ruptura por lo que nada mejor que usar a la mocosa de su hermana y su amigo.

Ambos en medio de una tormenta de nieve aparecimos en aquella boda con botas , pasamontañas , los ridículos pantalones de cuadros a juego que nos hizo tu abuela  y unos abrigos inmensos sin olvidar las bufandas de ganchillo que nos hacía usar Jenn , tu extraña vecina que vivía con un montón de gatos.

Nos divertimos tanto que casi olvidamos que teníamos que salir corriendo antes que nuestros padres nos atrapacen.

Una mañana cuando te fui a visitar al hospital de repente sacastes un feo cuaderno marrón . Fruncí el ceño e inevitablemente hice una mueca.

—¿Qué es?—te pregunté observándolo con duda.

Dibujaste en tu pálido rostro una de esas típicas sonrisas que me llenaban de calides. Tus ojos verdes un tanto apagado me observaron un rato como si quisieran ver hasta mi alma.Lo admito, cuando me mirabas así cada centímetro de mi cuerpo se estremecía,mi corazón saltaba como loco y me preguntaba si alguna vez serías capaz de sentir por mi lo mismo que yo sentía por ti.

—Para ti—respondiste ladeando la cabeza ,me lo tendiste y lo tomé sin dejar de mirarlo con sospecha.

Asentí aún sin comprender lo que era y lo abrí solo para encontrarme puras páginas en blanco.

Reí bajito y negué con la cabeza
—¿Es otra de tus bromas?—gruñí fingiendo molestia.

Me miraste diferente, nunca había visto tanta seriedad en aquellos ojos que jamás olvidaré.

—No lo es—negaste mostrando una sonrisa de labios cerrados.La tristeza que bañó todo tu rostro me sorprendió y confundió un poco, aunque sospechaba que pronto saldría aquel tema prohibido,el que  deseaba que nunca surgiese— Es un regalo que he estado esperado darte en el momento adecuado—sacudí la cabeza y mis ojos se llenaron de lágrimas .

«Por favor, no digas esas palabras»_suplicaba en mi interior.

—Se que quieres decirme muchas cosas , pero no te atreves. Te conozco, Heather
—bajé la cabeza intentando esconder mi dolor de ti.Tomastes con cuidado mis manos y dejastes entre ellas el cuaderno marrón—También sé que no me las dirás aunque te suplique—un sollozo escapó de lo más profundo de mi pecho, mis hombros temblaron y me aferré con todas mis fuerzas a tus manos como si así lograse que no te me escaparas para siempre—Por favor, escribe en él todo lo que una vez quisiste decirme y nunca tuviste el valor.

—No te he escondido nada, Joshua—respondí entre lágrimas, aún con la terquedad que me caracteriza.

—Por favor, Heather,prométeme que al menos serás sincera con este cuaderno.

Una fugaz sonrisa se asomó por mis labios al oírte,eras tan ocurrente , incluso faltando días para morir, procurabas  sacarme sonrisas y tenerme haciendo promesas conociendo claramente que odiaba hacerlas por temor a no poder cumplirlas.

Fiel a mis ideas y terca te quería,por lo que asentí y acepté tu regalo.

—Lo prometo , Joshua—nuestros ojos conectaron y te miré con toda la intensidad del mundo, esperando y deseando que vieras mi sinceridad atreves de mis ojos marrones, esos que llamabas bonitos.

Sonreiste con una ternura que aún llevo gravada en mi alma y acariciastes mi mejilla
—Gracias, Heather.

Ese día al salir de allí me encontré con Bruce,hiba a visitarte .Me quedé observandola desde lejos, era preciosa ,su cabello rubio caía como una hermosa cascada de rizos brillantes y cedosos hasta la cintura, llevaba un vestido de flores sencillo donde se podía ver su prominente vientre . Traía una sonrisa de emoción escrita en todo su rostro,quizás estaba sufriendo tanto como yo, incluso más, pero no lo demostraba.Daba lo mejor de ella y procuraba envolverte con todo aquella positividad y alegría.

Me quedé viéndola un rato asfixiada entre el dolor y la impotencia.Ambos se querían tanto que sería un crimen intentar romper aquella relación.

Nunca te confesé mis sentimientos y a pesar de que muchas veces sentí que debía hacerlo antes que fuese tarde y me regañaba por no atreverme,me di cuenta justo en aquel instante que había tomado la decisión correcta.

Tal vez en el pasado me hubiese sentido derrotada, que acababa de perder una guerra sin haber luchado siquiera, pero no fue así.

Solté la cuerda y seguí adelante porque a veces mantener hace más daño que dejar ir.

Bruce y tú merecían ser feliz .

Por fin me atreví a escribir en tu cuaderno marrón.

Quizás a partir de hoy mi vida de un giro, algo nuevo suceda y me haga temblar hasta destruir mis miedos.

Estoy nerviosa.

Demasiado.

El motivo es Elijah.

Un chico que llevo conociendo hace un tiempo.Sí, mi novio ,suena extraño , pero no me parecía tan real hasta hace un rato.

Es como el típico chico de las películas melosas que veíamos los fines de semana.Le gusta darme flores, abrirme la puertas, ponerme su abrigo y todo eso que yo llamaba cursilerías.

Llevaba su abrigo puesto cuando
encontré con una pequeña cajita de terciopelo dentro del bolsillo.

¡Había un anillo!

¡Un hermoso anillo !

¡Me va a proponer matrimonio!

Aún no lo creo.

Y temo darle una respuesta totalmente diferente a lo que siento.
Estoy algo confundida, tal vez sea la emoción , pero no paro de darle vueltas al asunto.

Si estuvieses aquí me despeinarías el cabello y después con una fingida seriedad no propicia de ti ,dirías:
—Heather ¿Lo quieres?.

Me quedaría pensando un largo rato hasta que asentiría , porque sí lo quiero

—Puede ser—respondería.

Como me entiendes a la perfección reirías —Entonces ve a por ello.

Una mañana cuando apenas éramos niños y jugábamos en la nieve me dijiste que si un día me casaba cantarías en mi boda la canción que yo quisiera.Habiamos terminado de hacer un muñeco que nos quedó torcido y un poco feo. Reí ante tu comentario y te dije:

—Nunca me casaré

Blanqueaste los ojos—Eso decimos todos—intentaste imitar a tu vecina Jenn y ambos términamos riendo.

—Josh, no permitiré que arruines mi boda.

—Por supuesto que lo harás, si yo también te concederé ese permiso.

Por burlarte de mí te lancé una bola de nieve y eché a correr esperando que me atrapaces.

Nunca pensé decir esto, pero...Josh, cuanto quisiera haberte tenido aquí para que arruinaras mi boda.

Te pediría una de las canciones más infantiles que existen y sé que estarías muy dispuesto hacerlo. Tu hermano rodaría los ojos de tan solo oírte ,tú madre te animaría hacerlo y tu padre a pesar que se mostrara serio te apoyaría con todo el corazón.

Todos nos divertiríamos y no dudariamos en hacerte coro.

De solo imaginármelo me ha sacado una sonrisa.

Gracias por ser mi amigo , Joshua Reynolds.

Tal vez no estés a mi lado este invierno, pero te llevaré en mi corazón.

                                      Heather

La puerta de la casa se abrió y apareció a través de ella un chico de cabello castaño y ojos miel.
Su alta figura estaba envuelta en un oscuro y abrigado atuendo.Traia en sus manos un gorro rosa muy bonito y una bufanda a juego con este.Deslizó la vista por todo el porche en busca de la chica que  se había escapado de su lado en un parpadeo.

La noche estaba muy fría y la nieve había aumentado lo suficiente para estar dentro de la casa  bajo el calor de una manta y con una tasa de chocolate caliente ,no para quedarse a la intemperie .Pero Heather era como una especie exótica,tan diferente y única , elegiría la segunda opción sin dudar.

Sonrió al hallarla acurrucada sobre la casita de Max y caminó hacia ella un poco enfadado,no era adecuado quedarse allí unos minutos más o  enfermaría.

—Heather.

La chica cerró con cuidado el cuaderno  marrón y se volteó a verlo.

Su cabello castaño oscuro estaba cubierto de copitos de nieve ,los rizos se percibían húmedos ,las mejillas y nariz habían tomado un color rosa y sus ojos parecían tristes.

—Te he estado buscando.

Observó el chico unos largos segundos como si se hubiese perdido en los recuerdos.Le dedicó una sonrisa de labios cerrados y se bajó de donde estaba para dirigirse a él.

—Estaba disfrutando de la nieve
—le respondió ella.

Elijah le  colocó con cuidado el gorrito después de apartar la nieve de sus rizos—Hace mucho frío,no deberías estar afuera tanto tiempo—luego la ayudó a envolverse la bufanda—Podemos verla desde dentro.

Heather asintió y lo miró con ternura . Sentía que este chico se preocupaba mucho por ella y la quería un montón .

Elijah tomó las manos de Heather, que entre las suyas se veían diminutas y las sopló intentando calentarlas .

Entrelazó sus dedos con los de ella —Vamos,estás muy fría.

—De acuerdo—Heather gruñó como una chiquilla y lo siguió aferrada a él, decidida a no soltarlo nunca.

Quizás debería darle otra oportunidad al amor.La idea ya no le parecía tan absurda ni terrorífica . Sí, aún estaba un tanto asustada por el futuro,pero a su lado sosteniendo su mano podía llegar lejos.Se lanzaría con todo y como decía su querido Josh :Si lo quieres,ve a por ello.

Historia escrita para el concurso de  One Shots Awards

EditorialSalem