"Todo y nada"
[Dorian]
— Ahg — dije después de haber golpeado la pared.
Salí del baño y me encontré a Havana quien al verme se acercó a mí.
— ¡Hola! ¿has visto a Freddy? — me acerqué a ella.
— Ah si, pero no sé a dónde fue — me giré a ambos lados pero no lo veía.
— ¿Qué ha pasado? — preguntó cómo si supiera que algo andaba mal.
— Eh, nada — respondí jugando con mi camiseta.
— Se fué, ¿cierto? cuéntame qué pasó — me tomó de la mano y nos sentamos en unas sillas largas que estaban cerca.
— Que vergüenza — solté con las manos en mi rostro.
— No te conozco lo suficiente, en realidad ni te conozco pero si Freddy se fué sin mi es por que algo pasó — ella pidió dos vasos con agua.
— Fué una estupidez, lo llamé cómo alguien más — dije con la vista en el vaso por la vergüenza.
Ella suspiró — ¿Quién es él? — preguntó tomando agua también.
— Brais — susurré y creí que no me escucharía.
— ¿El hermano de Harry? — preguntó y solo asentí — ¿Pasó algo entre ustedes? — preguntó.
— Todo y nada — respondí siendo sincero.
Aunque para mí había sido todo, me había hecho sentir todo y me había hecho ver todo de manera distinta en realidad nunca nos habíamos besado, solo roces, miradas y silencios.
— Te gusta mucho, ¿verdad? — preguntó y la miré, me pregunté a mi mismo si debería confiarle todo esto pero no tenía a quien más contárselo.
— Más de lo que quisiera — respondí.
— ¿Te gusta Freddy? — preguntó directamente y me desequilibre un poco.
Pensé en una respuesta que no sonará mal pero que tampoco sonara que no me importaba por que claro que lo hacía.
— Sorprendentemente, sí — respondí.
— No voy a negarte que Freddy es un chico increíble, pero si no es lo que quieres, por más perfecto que parezca no te hará igual de feliz — sentí que sus palabras me abrazaban, quería abrazarla pero estaba claro que no era momento.
— No quiero lastimarlo — le dije.
— Es peor si continúas y lo lastimas después, estoy segura que él ahora no entenderá incluso él te dió la opción — su sonrisa parecía tan sincera que me sentía en confianza.
— ¿Y si no salen bien las cosas con Brais? Estaría dejando el único chico que realmente se ha interesado por mi — la sensación de perder y perder abrumaba mi pecho.
— Las cosas con Brais funcionarán, es cuestión de tiempo y que hablen bien, estoy segura — me dijo.
— Ojalá estuviera así de seguro — volví a beber agua.
— Nada que valga la pena es fácil.
— Eres la segunda persona que me dice eso hoy — le miré sorprendido.
— ¿No te parece suficiente señal? — rió bebiendo agua de nuevo.
— Lo seguiré pensando, pero muchas gracias por esto, son muy pocas personas las que se han quedado a escucharme — puse mi mano sobre la suya y ella se echó a abrazarme sin problema.
— Espero tomes una buena desición.
Los dos caminamos de regreso a la mesa y estaban ahí todos los chicos.
— Ya pagamos la cuenta, creo que podemos irnos — dijo Harry.
— ¿Y Freddy? — preguntó Dereck.
— Tuvo que irse, pidió que me disculpara por él — explicó Havana.
— Que lástima — dijo Harry y se puso de pie — ¿Dónde está Brais? — preguntó.
— Allá viene, fue al baño — sentí la sangre subir a mi rostro y el sudor aparecer en mis manos.
— Ya podemos irnos — dijo y sonrió para Dereck, ni siquiera se molestó en mirarme.
¿Estuvo dentro del baño todo el tiempo? Por favor no, por favor no.
Sentí demasiada vergüenza tan solo de pensar que él había escuchado lo que había pasado ahí, llamé a otro chico con su nombre mientras me besaba y si eso no era suficiente el chico me había hecho elegir entre ambos.
Maldije para mí mismo y el camino fue más incómodo de lo normal. Sentí que me había expuesto de una manera muy fuerte y no dejaba de pasarme por la cabeza él dentro del cubículo escuchando como lo mencioné, como no puedo superarlo para así ignorame después.
Llegamos a casa y me bajé lo más rápido que pude del auto para entrar a la casa.
— Estoy cansadísimo — le expliqué a mamá porque de otra manera me obligaría a cenar — Voy a subir, te amo — me despedí lo más rápido que pude.
No quería ni siquiera que los demás me vieran a la cara, me sentía demasiado avergonzado.
Una vez en mi cuarto maldecí por milésima vez, es que no entendía como me podía ir tan mal en tan poco tiempo.
**
Eran casi más doce del día y yo estaba sentado en una de las sillas tomando el sol a un lado de la alberca.
En la alberca estaban Harry y Dereck nadando y peleando por cualquier cosa.
No me había encontrado a Brais en toda la mañana y estaba más que agradecido con eso.
— Hey — dijo Harry acercándose a la orilla de la alberca — ¿Por qué no entras al agua?
— Estoy bien aquí — respondí sin mirarlo.
— Es cierto, no te he visto entrar en todo el verano — dijo Dereck también.
— Pues no me gusta — respondí acomodándome las gafas de sol.
— Entra — insistió una vez más Harry.
— No, estoy bien así — respondí de nuevo.
— ¿No vas a entrar? — preguntó.
La alberca medía unos tres metros de profundidad, yo no sé nadar, jamás aprendí por qué nunca me fe necesario, entrar a esa alberca sería una acción suicida.
— No — respondí.
— Ayúdame Dereck — dijo Harry y ambos salieron del agua.
— Hey, no — dije poniéndome de pie para huir.
— No seas miedoso Dorian — insistió Dereck.
— No, no — repetí mientras ambos me tomaban y acercaban al agua.
Eran mil veces más fuertes que yo y no se les dificultó mucho lanzarme de una vez por todas al agua sin siquiera poder decir que no sabía nadar.
No logré sostenerme de nada y sentí mi cuerpo caer eso tres metros hacia abajo al mismo tiempo que me ahogaba, siempre me preguntaba en las películas por qué no aguantaban tanto la respiración y ahí, en plena desesperación solo pude intentar gritar mientras el agua se adentraba en mi cuerpo.
Comencé a moverme muy rápido debajo del agua pero mis pies se resbalaban al tocar las paredes y me llenaba de una desesperación horrible. Aún no entendiste como los imbéciles aún no sé daban cuenta que habían cometido un error.
Sentí un dolor de cabeza enorme atravesarme, la nariz y la garganta me ardían más que nunca y ya no podía ver debajo del agua.
Entonces agradecí que alguno de ellos tuviera el cerebro al menos del tamaño de una nuez y se les pasará por la cabeza que estaba ahogándome.
Sentí que tiraban de mi brazo y comenzamos a flotar, me sacaron del agua y yo intentaba escupir toda el agua que había tomado, sentí mis orejas destaparse y unas enormes ganas de toser.
Cuando mi vista dejó de estar nublada logré ver la silueta de alguien frente a mí que daba leves golpes en mis mejillas.
Me sorprendí tanto de que fuera Brais quien estaba frente a mí que volví a ahogarme con el agua acumulada.
Él no me dijo nada y se giró hasta donde estaban Harry y Dereck quienes miraban preocupados la escena.
— ¡¿Qué les pasa?! — preguntó Brais dándome la espalda.
— No pensé que no supiera nadar — respondió Dereck despacio sin saber que responder muy bien.
— ¡Nunca piensa nada! — volvió a gritar enojado.
Incluso Harry notó que su enojo era demasiado así que intervino.
— Hey, él tampoco lo hizo solo — Harry estaba preocupado.
— Vayanse a la mierda los dos — dijo y se metió a la cabaña.
Me levanté y noté que mi respiración estaba mucho mejor que hace un rato y Harry se acercó para ayudarme a levantarme.
— Perdón, no sabía que no nadabas — dijo y nos sentamos en una banca.
— No fue mi intención — dijo Dereck también.
— No se preocupen, debí decírselos — intenté quitarles la culpa.
Todos entramos a cenar y Brais no bajó para hacerlo, pensar en él lanzándose al agua para sacarme me revolvía el estómago incluso quitándome el hambre.
Subí a mi habitación y Dereck estaba ahí también, ojalá pudiera volver a cuando nos llevábamos bien.
— Hey, ¿has hablado con Brais? — preguntó apenas entré.
— No, ni siquiera me dejas acercarme a él — respondí siendo directo.
— No me habla desde lo de la piscina — explicó.
— No es asunto mío — respondí tirándome en la cama.
— Si es asunto tuyo — dijo y se acercó a mi cama.
— Claro que no Dereck — contradije.
— Habla con él, dile que no estás molesto — me dijo.
— ¿Qué? ¿por qué haría eso? — pregunté.
— Por favor — pidió.
— No, pídele disculpas tú — le dije.
— Dorian, habla con él, dile que me hable — volvió a decir.
— No — dije otra vez.
— Entonces le diré a tus padres lo tuyo — amenazó por segunda vez.
Sentí una punzada en mi pecho que me hizo saber que aún no estaba listo para eso.
— Deja de hacer eso Dereck — le dije.
— Solo habla con él — pidió.
— Estoy arto de esto — susurré accediendo.
Yo me preguntó cómo es que soy tan débil ante las demás personas, que no importa cuánto me lastimen o que me digan siempre termino cayendo.
Siempre hago lo que no quiero, y está vez es el miedo el que me controla, ni siquiera es Dereck, bien podría ir y hablar con mis padres ahora y acabar con esto, pero claro, ser un cobarde no me lo permite.
Al menos esto me hacía dejar un poco clara la desición que debía tomar, aún estaba Freddy ahí dispuesto a quererme sin salir del closet y sin ninguna amenaza pero esa frase aún me hacía pensar.
Nada que valga la pena es fácil.
¿Por qué vales tanto la pena Brais?
**
Holaa!
Ayer estuve viendo las estadísticas de la historia y me leen de varias partes, ¿ustedes de dónde son? yo obviamente de México jajaja.
Por cierto, tengo que decirles que el próximo capítulo estará un poco intenso he.
Muchas gracias por leer y comentar tanto:(❤️❤️
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