[Dorian]

— ¿Por qué no bailas Jefferson? Solo me miras extraño — le pregunté con mis brazos cruzados.

— No me gusta bailar — respondió tomando de su vaso.

Seguí bailando sin salir de su vista, tal vez no estaba haciendo el mejor baile de mi vida pero mi cerebro ya no funcionaba al cien, y los movimientos de mi cadera nunca habían sido malos.

Su vista no se despegó de mi, él reía y tomaba tragos sentado en la silla. Me preguntaba que pensaba mientras me veía, pensaba que era un idiota o que era sexy, que era gracioso o que quería llevarme a su casa y hacerme lo que quisiera.

El alcohol me hacía sentir deseos superiores a lo que podía controlar, así que antes de pensarlo lo suficiente para arrepentirme caminé hacia él.

Estuve muy cerca de tomarlo por su suéter rojo y acercarlo a mí, pero un chico tiró su bebida encima de nosotros como si fuera esa su intención.

— ¿Qué te pasa? ¿Por qué no te fijas? — toda le exitacion que había sentido hace apenas segundos había desaparecido y se había convertido en rabia.

— ¡Tú te atravesaste pendejo! — me gritó el otro chico.

— Si te fijaras por dónde vas te habrías dado cuenta que estaba aquí — me acerqué a él intentando enfrentarlo.

— No es mi puto problema — respondió el otro chico sin un poco de temor.

Estoy cien por ciento seguro de que mi comportamiento en ese momento era por el alcohol por qué de ninguna otra manera me habría atrevido a sembrarle tremendo puñetazo en la cara a ese tipo.

Retrocedí de inmediato al ver que iba a responder con otro golpe, pero gracias a todas las fuerzas celestiales Jefferson se metió entre nosotros y logro separarnos.

Sacudí mi mano por el dolor, nunca había golpeado a alguien y menos tan fuerte.

— Mejor vete hermano — le dijo y el chico me miró.

Le sonreí tiernamente, sabiendo que no haría nada mientras Jefferson aún estuviera entre nosotros.

El chico decidió darse la vuelta y lo perdí entre la gente, la verdad agradecí que no quisiera más problemas por qué yo no iba a poder contra él.

— ¿Estás pendejo? Ese wey iba a partirte el culo — Jefferson estaba un poco molesto.

Si supiera que el único que quiero que me parta el culo es él.

— Podía con él — le respondí.

— Claro que no, con razón Harry me envió a que te cuidara — dijo tomando más de su vaso.

— ¿Harry? — pregunté confundido.

— Si, él no tiene mucha confianza en Mitch.

— ¿En Mitch? — me pareció estúpido — Pero si Mitch es súper tierno y adorable.

— Esos son los peores — alzó los hombros.

Maldita sea, yo siempre terminaba siendo influenciado por las demás personas y ahora pondría mucha más atención a todo lo que haga.

— ¿Puedo tomar otro? — pregunté ya que él era quien los estaba pagando.

— No lo creo — me dijo — Ya estás muy tomado — dijo al mismo tiempo que recibía un nuevo trago.

Tomé rápidamente su vaso y me alejé antes de que pudiera quitarmelo y me lo tomé todo de un solo trago. Al hacerlo perdí el poco equilibrio que me quedaba y tuve que sentarme en la silla más cercana.

— Hey, te dije que no — se acercó a mi.

— Perdón — le dije al ver que tenía razón.

— Vamos al baño, esto se te tiene que bajar o Harry me va a matar — pase mi brazo por sus hombros y comenzamos a caminar entre la gente.

La luz blanca me hizo retroceder y creó un dolor de cabeza horrible, quise regresar a dónde solo veía las siluetas de las personas.

— ¿Quién putas inventó la luz blanca? — pregunté con mi manos ocultando mis ojos para disminuir el dolor.

Escuché como su risa hacía eco en el baño que aparentemente estaba solo.

— Lávate la cara un poco y dime si te sientes mejor — ordenó y yo obedecí.

Abrí la llave de agua y comencé a mojar toda mi cara. Se sentía extraño por que era como si no sintiera nada, era como si el agua se resbalara sin tocarme ni un poquito.
Me ahogué un poco así que decidí tomar un poco de aire.

Pise mis manos a un lado de la llave y observé en el espejo a Jefferson recargado en la pared detrás de mí.

Su cabello pelirrojo se veía mucho más despeinado que antes, pero más rojo que cualquier otro que haya visto. Las ganas que tenía de robarle un beso eran demasiado enormes, y el alcohol solo me animaba a hacerlo.

Me di la vuelta y lo observé con descaro sin un poco de vergüenza.

— ¿Qué? — me preguntó.

Comencé a acercarme a él, estaba claro que estaba mal, yo lo sabía que era amigo de Harry y solo estaba aquí por eso, pero la otra parte de mi era la que veía sus labios a solo un diminuto espacio.

— ¿Solo estás aquí por qué Harry te envío? — le pregunté.

— Al principio si, pero luego fue muy divertido — si esto no era una señal entonces no sé que más podría ser — Pero no le digas que te deje tomar así, no sabía que no tomabas alcohol.

— Hay muchas cosas de mi que no sabes — le dije intentando ocultar mi sonrisa.

— ¿Qué cosas? — preguntó.

— Prefiero demostrarlo.

Su mirada no me detuvo, tomé su rostro con mis manos, tuve que alzarme un poco en puntillas pero llegué, acaricié mis labios con los suyos lentamente con miedo.

Y la razón del miedo llegó.

— ¡Dorian! — escuché que alguien me llamó.

— ¿Qué te pasa? — me preguntó Jefferson.

— ¿De qué? — le pregunté sin ver quién había entrado a los baños.

— No soy gay Dorian, y perdón si te hice creer eso, — él comenzó a caminar hacia la salida — Y no le digas a Harry sobre esto.

Jefferson salió del baño demasiado molesto, le di una patada a la pared que me dolió como una chingada.

— ¿A cuántos más piensas ligarte hoy? — era Brais quien había entrado al baño.

— ¿Te interesa? — le pregunté.

Volví a la llave del agua y moje mi cabello intentando peinarlo con desesperación.

— ¿Por qué haces esto? Parece que lo haces a propósito — me dijo poniéndose detrás de mí.

— ¿Y qué si lo hago? ¿Por qué te importa? — me giré para enfrentarlo.

— Y todavía preguntas — respondió dándome la espalda.

— Sí, si pregunto — respondí perdiendo la paciencia — No entiendo por qué tú si puedes estar paseando por todos lados de la mano con Dereck, restregandome en la cara lo que nosotros no podemos ser — sentí que estaba más enojado que cualquier cosa — ¿Pero yo no puedo ligarme a algunos chicos?

— Tomaste, ¿verdad? — me preguntó evadiendo todo lo que dije.

— Claro, es que tú no sabes decir las cosas sin haber tomado, — tal vez cruzaría la línea pero sentía demasía coraje — Por que si tú hubieras tomado entonces dirías "Besame Dorian, me tienes aquí" — arremede esas frases que no olvidaba, cómo si no me importaran.

Noté como su expresión cambió, pero aún así no quise cambiar la mía.
Pasó de estar enojado a sorprendido, tal vez un poco descepcionado.
Y luego, volvió a estar enojado.

— De acuerdo — dijo alzando los brazos — Entonces ve y cogete a quien se te ponga en frente por no saber estar solo.

Sentí una punzada en mi pecho que jamás había sentido, era como si alguien me lanzará a un vacío o me atravesaran el pecho con un millón de cuchillas.

— No, — le dije — No juzgues mi manera de reparar ¡lo que tú rompiste!

— ¿Yo? ¿por querer besarte? — se acercó a mí y yo solo pude retroceder — Tal ves fuiste tú cuando te negaste y huiste de mi.

No puedo explicar mis acciones, yo desearía pensar que fue por los efectos del alcohol pero estos se habían ido después de besar a Jefferson. Con la misma mano derecha, intenté darle un puñetazo en la cara a Brais pero sus reflejos fueron mucho mejores que los del chico de la bebida así que logro quitarse.

— ¿Qué te pasa? — me preguntó sin poder creerselo.

Tomó con fuerza mis dos manos y las pegó a la pared, estaba claro que mi fuerza contra la de él, era en absoluto una miseria.

— ¡Eres un idiota! — le grité aunque lo tenía a solo centímetros de mí.

Sentí demasiadas ganas de llorar, tal vez era la impotencia de no poder golpearlo, tal vez era el coraje de no poder andar de la mano con él, incluso tal vez podía ser por no poder tomar su rostro y besarlo una y otra y otra vez.

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La verdad no sé que decirles hoy, estuvo bien intenso el capítulo ajsjaj.

Gracias por todo su apoyo neta, y a los que me dijeron que ojalá no me encargarán tanga tarea, ¡Gracias! No me encargaron casi nada ajajj los amo<3

Valen.