Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Promesa"

[Dorian]

— ¿Qué carajos Brais? — solté sin pensar.

— Yo tampoco tenía idea.

Quise pensar lo mejor pero no pude, apareció un dolor de cabeza enorme e intenté mantenerme sin expresión para no hacerlo sentir mal pero fué inútil.
Mis ojos comenzaron a enrojecerse de inmediato y por más que intentará evitarlo seguían ahí.

— Dorian, no tiene que ser malo — intento explicarse.

— Tenía miedo de que no funcionará estando a dos horas, ahora dime cómo vamos a vernos si te irás hasta Francia — le dije.

Él se quedó en silencio y lo entendí, ni siquiera yo sabía que decir.

— Hay muchas relaciones a distancia —dijo despacio.

— No funcionan Brais, siempre dicen que funcionan pero no es así — solté rápidamente.

— Haremos que funcione, no somos como los demás — puso su mano en mi pierna.

Odiaba esta parte de mi en la que nadie podía hacerme cambiar de opinión y me enojaba con todos.

— Eso se dice siempre pero Brais seamos, estaremos ocupados en muchas cosas, eres un año mayor ya entraras a la universidad no quiero tener que quitarte tiempo que puedes utilizar en ti — le expliqué.

— No importa si estoy aquí o en otro pinche planeta Dorian, el tiempo que tengo para ti lo voy a tener siempre.

Ya no quise decir nada más, no era su culpa y mi plan no era hacerlo sentir mal así que si seguía hablando acabaríamos mal.

— Mañana hablaremos mejor.

Me recosté en la cama y me cubrí con las mangas, él me imitó.

— Abrázame — le pedí.

Se acercó a mí de la manera en la que lo necesitaba.

— Me tienes aquí, te lo digo ahora y te lo diré desde Francia si es necesario — besó mi hombro.

**

Desperté por la luz del sol y me removí en la cama unos segundos, Brais ya no estaba en la cama, supuse se había ido a su habitación pues no nos dejaban dormir juntos.

Me duché porque el día parecía mucho más caluroso que de costumbre.

Cuando salí bajé y solo estaba Harry en la sala de la cabaña.

— ¿Dónde están todos? — pregunté y me senté.

— Parece que acamparemos esta noche de nuevo y fueron a ver si el lugar era seguro — dijo concentrándose en las piezas del rompecabezas frente a él.

— ¿Acampar de nuevo? Maldita sea — solté — ¿Tú por qué te quedaste? — pregunté.

— Brais necesitaba comprar algo y me pidió que me quedara para cuando despertarás no estuvieras solo — sonreí sin poder evitarlo.

— No quiero perderlo — le dije ayudando a acomodar algunas piezas.

— Ya te dijo lo de Francia — afirmó.

Asentí.

— Me da miedo pensar que estará tan lejos, no tengo puta idea de la geografía así que no se exactamente pero Francia suena lejos — dije intentando prestar más atención en las piezas que en mi.

— Por favor, estuvieron como pendejos más de un mes engañandose el uno al otro sobre sus sentimientos para que digas que no podrán estar juntos virtualmente si eres ¡adicto! a las redes sociales — dijo dejando de prestar atención a la mesa.

— Es que, es diferente — le dije.

— No lo es, nunca había conocido a dos personas que de conectarán como ustedes, y me dan celos de lo que tienen — rió — Él enfrentó a mi padre por ti — me apuntó — Cosa que ni siquiera yo logré, no te preocupes por simples kilómetros, ambos son imanes y ni yo ni Dereck ni mi padre ni nadie va a poder meterse entre eso.

Sentí que estaba viendo una versión de mi propia vida en la que no reconocía el Harry que tenía frente a mí haciéndome sentir valiente y con la mayor seguridad que haya sentido en mi vida.

— Gracias — fue lo que pude decir — Me haces sentir que de verdad funcionará.

— Estoy seguro que si — siguió dividiendo piezas.

— ¿Y que hay de Havanna? ¿Cómo harán para seguirse viendo después de esto? — pregunté.

— No lo haremos — dijo cambiando su expresión totalmente.

— ¿Qué?

— Decidimos que terminar era mejor, ella está viajando constantemente tal vez algún día me la encuentre.

— ¿Por qué crees que lo mío con Brais funcionará si no crees en lo tuyo con Havana? — pregunté.

— Te lo dije, nunca había visto algo como lo de ustedes — respondió sonriendo.

— Supongo que tenemos suerte — dije.

— Me tengo que ir — se puso de pie — Puedes acabar esto si quieres — apuntó al rompecabezas.

— ¿A dónde irás? — pregunté.

— Veré a Havanna.

— ¿Por qué?

— Iremos a comer algo, ya no la veré de nuevo — respondió tomando sus llaves.

— Pero aún falta una semana para irnos — respondí.

— Ella se va mañana por la mañana — me dijo, sentí la pesadez en sus palabras.

— ¿Te ha dicho algo de Freddy? — pregunté.

— Lo último que supe fue que te deseaba lo mejor, parece que tuvo que ir a Barcelona por algo de trabajo — mencionó.

— Oh, me alegra — respondí.

— Si, pero no te preocupes por ello, Havana dijo que se lo había tomado mejor de lo que esperaba.

— Volverás antes de irnos al campamento, ¿cierto? — pregunté.

— Intentaré — respondió y se fue.

***

Después de cuatro horas en las que por fin entendí el nombre del rompecabezas, Brais y yo terminamos rendidos frente a la mesa y la gran imagen de una bonita cebra.

— No puedo creer que haya tardado cuatro horas armando esto — me dijo cansado.

— Lo peor es que tendremos que guardarlo de nuevo — respondí.

— No, dentro de la caja había algo, yo lo compré aunque Harry me lo haya robado — rió.

— ¿Por qué compraste esto? — le pregunté.

— No lo sé, — respondió buscando en la caja — Esto, — dijo sacando una botella que parecía pegamento.

— ¿Para qué es eso? — pregunté.

— Este liquido lo ponemos encima y hará que las piezas se queden pegadas, así puedes llevarlo a casa y colgarlo en alguna pared — respondió derramando todo el líquido.

— Me parece buena idea — respondí observando.

— Niños, necesito que alisten sus cosas para la noche, nos vamos en una hora — mencionó mamá.

— Dejemos esto secar y vamos arriba — me dijo y eso hicimos.

— Está ves no llevaré la de Spider man — sonreí buscando una buena pijama.

— Iré por mi mochila — me dijo y salió de la habitación.

Después de que ambos teníamos las mochilas listas nos hicieron bajar y subir a los autos.

Brais y yo compartíamos el asiento en el auto de Harry a pesar de que había lugar atrás suficiente.

— Y pensar lo incómodo que era ir en el auto contigo — le dije a Brais.

— No sabes cuánto me alegro de poder por fin estar así contigo — me dijo y no pide evitar besarlo.

— Dejen eso para después, — dijo Harry pagando el auto.

— ¿Qué sucede? — pregunté.

— ¿Vas a bajarnos por besarnos? Creí que ya había pasado tu etapa homofobica — le dijo Brais.

— En primer lugar, nunca fui homofóbico, y en segundo lugar, estamos perdidos.

— ¿Qué? — pregunté.

— Harry te dije exactamente dónde era — Harry bajó del auto y Brais lo imitó.

— Debí haber ido con ustedes en la mañana, no sé dónde estamos — dijo Harry peinando su cabello.

Bajé del auto también y al intentar buscar algo que me indicara el lugar en el que nos encontrábamos solo había carretera y árboles.

— ¿De verdad no saben dónde estamos? — le pregunté a Brais un poco atemorizado.

— Avancemos con el auto, aún recuerdo el nombre del lugar podemos preguntar a alguien.

***

Después de casi dos horas después un buen hombre nos explicó cómo llevar al lugar y nos fuimos directamente pues mis padres estarían bastante preocupados.

— Eres un idiota — le dijo Brais a Harry.

— Supongo que es de familia — sonrió falsamente.

Llegamos al lugar y la fogata ya estaba encendida pues ya había anochecido hace media hora.

— ¿Dónde estuvieron? llegaron dos horas tarde — reprochó mamá.

— Dos alienígenas nos raptaron — dijo Harry sarcástico.

— Harry — regaño su madre.

— ¿Pues que va a ser ma? Nos perdimos.

— No era difícil, pero bueno a quien se le ocurrió enviar tres pendejos en un solo auto — soltó Paige.

— Paige, esas palabras —la regañó mi papá y ella solo alzó los hombros.

— Dejen sus cosas, estábamos hablando en la fogata, únanse — nos dijo la madre de Harry.

Dejé mis cosas en la casita que ya estaba armada gracias al cielo pues no querría internar armarla otra vez.

— Tus padres estaban contandonos porque este lugar es tan especial — dijo la madre de Harry.

— ¿Y por qué lo es? — pregunté.

— Oh, yo sé la historia — dijo Brais llegando a mi lado.

— Fue aquí donde le pedí matrimonio a tu madre — dijo papá tomando de la mano a mi mamá — Desde entonces no habíamos venido aquí pero ahora que estás cerca de cumplir dieciocho me pareció bueno que lo conocieras.

La historia de amor de mis padres era la más increíble, honesta y romántica que yo había visto en mi vida, y lo mejor, que yo era el fruto de todo ese amor.

***

Ya habíamos ido todos a dormir, está vez Brais y yo no habíamos compartido casita pues nuestros padres habían puesto nuevas reglas sobre nosotros.

Estaba jugando con mis calcetines cuando una pequeña luz apareció frente a mí casita, Brais apareció y me indicó que lo siguiera y claro que lo obedecí.

Caminamos algunos metros y una ves lo suficientemente lejos pude preguntarle.

— ¿A dónde vamos?

— Ahorita lo verás — dijo y seguimos caminando.

Caminamos durante unos quince minutos hasta que frente a mí, había un puente de madre para cruzar un lago grande que se veía alumbrado por la luna.

— Que bonito es aquí — le dije.

— Lo es — me dijo, me tomó de la mano y me llevó hasta el puente donde nos sentamos con los pies al agua, aunque era lo suficientemente algo como para no mojarnos ni un poco.

— Está mañana hablé con Harry sobre esto, y me ayudó a convencerme — le dije.

— Harry puede ser un estúpido, pero un estúpido sincero.

— Ya me di cuenta — sonreí — Francia ya no suena tan lejano.

— Francia no importa, solo importamos nosotros — me dijo sujetando mi mano.

Quería decirle que lo amaba pero sentía miedo pues esto era una palabra muy fuerte y aunque la hayamos dicho por el momento antes, está vez quería decirles demasiado sincero.

— Te traje aquí para darte algo — dijo metiendo la mano en su bolsillo — Compré esto está mañana — dijo mostrando una cadena con una B en ella.

— Esto es — dije sin poder creer que alguien podía regalarme algo tan bonito.

— Sé que es algo egoísta que sea una B y no una D pero D te recordará a Dereck y no quiero eso — dijo y ambos soltamos una carcajada.

— ¿Puedes ponermelo? — pregunté y eso hizo.

— Este collar es un collar de promesa, no quise asustarte un anillo.

— Es muy bonito, de verdad — sonreí tomándolo entre mis manos — ¿Promesa de qué?

— Promesa de todo, promesa de que esto durará a pesar de la distancia, promesa de que seremos los mismos con el pasar de los años, promesa de que seré para ti y serás para mí.

— Promesa — le dije intentando no derramar ninguna lágrima.

**

Otra vez perdón por las lentas actualizaciones:(

Ya falta poco para volver a la realidad y dejar atrás el verano, ¿qué creen que pase?

Los amo mucho❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro