"Estoy dormido"
Dorian.
Era Megan, mi hermana menor quien había presenciado esa mierda y había corrido a la terraza. Le seguí sin Harry, la alcance poco antes de entrar a la cabaña.
— Espera — le dije la tomé del brazo.
— Vete a la chingada Dorian — dijo intentando soltarse.
— ¿Qué te pasa? — le dije, la verdad era que casi nunca hablaba así.
— Pues qué fue eso, no mames — me dijo molesta, mucho al parecer.
— ¿Pues no estás viendo?
— Pues si, pero — lo pensó — ¿Por qué no me dijiste nada?
La verdad era que nunca pensé decirle a ninguno de mi familia, mamá era muy linda, nos amaba y de eso jamás tendré dudas, pero así mismo fué criada por su abuela, a la antigua con una idea de la homosexualidad demasiado errónea, no podría entenderlo, de papá, bueno ni siquiera sé qué opina sobre ello ya que el tema nunca ha sido tocado, pero el miedo de la desepcion me persigue cada que pienso en hablar, soy su único hijo, desepcionarlo es lo último que quiero, aunque hablado sobre Megan, no sé por que jamás se lo dije, creo que fue por que realmente no había mucha confianza, yo pasaba todo el día fuera de casa, el poco tiempo que estaba ahí lo pasaba en el celular, digamos que no sé nada de ella y ella nada de mi.
— No lo sé, jamás hablábamos, ¿cómo iba a decírtelo?
— Soy tu hermana Dorian, ¿no podías confiar un poco?
— Ni siquiera parecemos hermanos Megan, espero no lo tomes a mal, pero ni siquiera sé la puta fecha de tu cumpleaños.
Ella se quedó callada un segundo, sabía que decía la verdad.
— ¿Por qué nos alejamos tanto? ¿En qué momento? — me preguntó, seria y con tanta sinceridad que sentí un poco de pena.
— No lo sé, solo pasó, cuando volví a ponerte atención, eras demasiado grande para jugar con carritos — le dije.
Ella soltó una risa algo floja pero ahí estaba.
— Perdón por no decirte nada — dije, este era el momento con el que más sinceridad hablaba en mi vida.
— Perdóname también, estuvimos alejados tanto tiempo que ni siquiera recuerdo como era cuando estábamos juntos — ella ya estaba un poco más relajada.
— Ah yo si lo recuerdo, peleabamos por que me querías hacer cocinar y yo quería jugar a las carreras — ella se rió muchísimo.
— Yo adoraba esa cocinita y ¡tu la rompiste! — al parecer recordó por que me soltó un golpe fuerte en el brazo.
— Y funciono, jugamos carreras por años— reí sobando mi brazo.
— Me alegra saber — dijo, y sabía a qué se refería.
— Me alegra que alguien más lo sepa — y era verdad.
Tal vez para muchos no sería la gran cosa, salir del closet con Megan para mí si era la gran cosa, al menos una parte, por mínima que sea, de mi familia, me conocía, me conocía realmente.
— Pero hay algo más que tienes que hacer — me preocupe al instante.
— No le diré a papá y mamá, aún no he pensado ni como — dije de inmediato y tan rápido que parecía rapero.
— No pendejo, eso lo entiendo — dijo — Pero si sería bueno que le dijeras a Brais.
Me detuve un instante a pensar todo lo que había sucedido antes de abrirme con Paige. Había besado a Harry, al poderosisimo Harry, brillante, guapo y perfecto (pero homofóbico no tan homofóbico) Harry. Pero aunque eso fuera genial, y sus labios y besos no hayan sido desagradables, él seguía siendo hermano de Brais, el Brais en el que no dejo de pensar desde que nuestros labios solo rozaron, ese solo roce me hace sentir mucho mejor que el beso de cualquier persona.
— No, no puedo decirle — dije de inmediato.
— ¿Por qué? — cuestionó.
— Por que va a molestarse, demasiado.
— Si un amigo mío supiera que mi hermano es gay, me hubiera gustado que me lo dijeran — entendí su indirecta pero había algo que aún no entendía.
— Pero Harry no es gay — le dije — Es homofóbico.
— No parecía muy homofóbico hace unos minutos.
— Pero — intenté decir algo pero, ¿que podía decir? Harry me había besado, ¿eso lo había gay?
— Dicelo Dorian, o lo haré yo.
Mierda.
Una vez más estaba perdido, es que no puedo hacer nada bien, de verdad. Por poco le bajo el novio a Dereck y ahora me beso con el hermano del que me gusta que es casi novio de mi amigo, la puta madre.
Subí a mi habitación, Dereck se había apoderado de la mayoría de mi habitación, había un montón de pantalones negros ¿por qué tantos? Si yo solo lo veía con uno todos los días. Me quité la camiseta para tirarme a la cama y pensar un poco, aunque no se me dé tanto. ¿Había significado algo para Harry ese beso? o ¿había sigo un maldigo capricho para molestarme?
Ni siquiera podía dudar lo mucho que Brais se molestaría, es que mierda, no sé ni por que lo hice, contarle a Brais lo que pasó solo haría que él se alejara de mi, y con justa razón, pero eso significaría que pasaría mucho más tiempo con Dereck, y yo no quiero eso, yo lo quiero conmigo.
Hacía demasiada calor así que me levanté de la cama para buscar algo de ropa y bañarme, tal vez me relajaría o podría dormir un poco. Me levanté y caminé hasta los cajones pero antes de llegar algo puntiagudo y horrible se encajó en mi pie.
— ¡Puta madre! — grité.
Era la hebilla del cinturón de Dereck que estaba tirado en el estúpido suelo.
— Puto Dereck — dije caminando hasta llegar por mi ropa.
Entre a la regadera, el dolor se bajó un poco y me permitió pensar, un poco también. Es que no tenía opción, debía decírselo, de todos modos va a enterarse y es mejor que sea por mi a que sea por Paige.
Pero, ¿cómo se lo digo?
— Brais, besé a tu sexy hermano — dije a la pared.
Ni siquiera suena bien.
— Brais, besé a Harry — repetí con más seriedad.
Va a soltarme un chingadazo.
— Brais, sé que llevamos poco tiempo de...
Puta madre, no voy a decirle que me gusta solo tengo que decírselo y ya. Vamos ¿qué puede pasar? no creo que se moleste tanto.
Lo máximo que podría pasar es una discusión más de las que seguro tienen todos los días así que sí.
Cerré la ducha, sacudí mi cabello y enrede la toalla en mi cintura para vestirme afuera. No creo que sea tan difícil contarle, fue un beso y ya, no tiene nada de malo, él se besó con Dereck, además no somos nada, no puede enojarse, además Harry es muy sexy, así que sí, voy a decírselo.
— Tardas una hora bañándote.
— ¿Qué haces aquí pendejo? — Brais se había infiltrado en mi habitación y estaba sentado plácidamente en mi cama.
— Estoy aburrido — dijo.
— Voy a cambiarme — era obvio, ¿por qué tenía que decirlo?
— No voy a verte — se acostó en la cama y me dió la espalda.
— No vas a dormir aquí — advertí.
Comencé a ponerme el boxer lo más rápido que pude, una camiseta azul y un pantalón corto.
— ¿Por qué no? Yo dormí muy bien — me dijo.
Me dolió el estómago pero no era una sensación mala, era ¿nervios? no lo sé, sentía mis piernas temblar y mi cerebro no procesaba todo lo que él decía. Era cuatro simples palabras que para mí parecían todo.
— ¿Y Dereck? — pregunté.
— No lo sé — respondió.
— Ya puedes voltear — le dije dejando la toalla por un lado.
Él se giró.
— ¿Crees que de verdad le guste a Dereck? — preguntó mientras yo intentaba peinar o arreglar mi cabello frente al espejo.
Yo me preguntaba lo mismo que él, no sabía por que me lo preguntaba a mi, ¿cómo podría saberlo? siendo sincero esperaba que no le gustara igual que a mí.
— No lo sé Brais, tu deberías darte cuenta de eso.
— Eso intento pero a veces es demasiado serio, no sé expresa demasiado — era adorable verlo así de preocupado.
Como me gustaría se preocupara por mí.
— Si vas a dormir aquí tienes que bañarte, hace demasiada calor — le dije estirando mi cuerpo al mismo tiempo que soltaba un bostezo.
Él hizo un pequeño berrinche, parecía un niño pequeño al que tenías que perseguir para que entrara al baño.
— No seas chiflado Brais — escuché la voz de Dereck.
Maldecí por que ya no estábamos solos.
Brais se sentó en la cama y le sonrió.
— ¿Puedes dormir en mi cuarto otra vez? — preguntó.
Por favor Dereck, dí que sí.
— Esta bien — dijo entrando al cuarto — Pero — dijo acercándose a él.
Acercándose demasiado a él. No tanto Dereck, por favor.
— Pero, ¿qué? — había picardía en la mirada de Brais, eso me mataba por dentro.
¿No se daban cuenta que estaba yo ahí? ¿No sé daban cuenta que mi cuerpo no podía moverse? ¿No escuchaban ni corazón? ¿No escuchaban lo triste que estaba? ¿No sentían mi impotencia?
— Mañana saldremos, solo tú y yo — Dereck besó sus labios.
Eso bastó para que yo me girara y volviera al espejo, pero no había nada que ver en mí, solo pude prestar atención a lo idiota que me veía, automáticamente comencé a compararme con él, ¿que tenía que yo no?
Sentí un poco más de coraje que tristeza y sentí ese impulso de querer interrumpir.
— Métete a bañar Brais o dormirás en la terraza — le dije.
— Está bien — alzó los brazos anunciando paz.
— Te veo mañana ¿okay? — Brais asintió, besó sus labios, fue corto pero me dolió — Duerme bien.
Brais lo acompañó a su habitación por su ropa y me quedé unos minutos solo, sin poder controlarme dí algunas vueltas intentando calmarme, intentando respirar con tranquilidad, esto estaba matandome, sentí que quería abrazarlo y no soltarlo, que quería alejarlo de todos, nunca me había sentido tan egoísta, tan posesivo sobre alguien, no me gustaba esto, no me gustaba sentirme inseguro.
Entró a bañarse y yo me acosté en la cama, la madera del techo estaba cansada de mi, cansada de que la tomara como un refugio de mi mente, esa madera sabía lo que pensaba, esa madera sabía cuánto deseaba tenerlo cerca.
Creo que me dormir algunos minutos por qué sentí como se media en la cama, ni siquiera pidió permiso, y me alivió que no lo hiciera.
Me removí hacía un lado para no estorbarle.
— Creí que estabas dormido — susurró.
Las luces de toda la cabaña estaban apagadas, probablemente no había nadie dormido, solo él y yo.
Por alguna extraña razón las palabras de Megan reclamando que le dijera a Brais sobre el beso con Harry aparecieron en mi cabeza. Y con eso, el beso que Harry me había dado, ¿de verdad lo había hecho solo para callarme?, ¿de verdad me gusta tanto?
¿Me gusta más que Brais?
— Estoy dormido — respondí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro