[Dorian]

Tres semanas antes de que acabe el verano.

Estaba dando vueltas por la cama sin poder conciliar el sueño, desde hace días no había podido dormir bien con la presencia de Dereck en mi habitación. Amenzante todo el tiempo, vigilando todo el tiempo, como si deseara que desapareciera, solucionar eso no me dejaba dormir.

Observé la madera del techo de nuevo, si, había vuelto a contarle todo lo que me pasaba a ese techo viejo que estaba conmigo más que cualquier cosa. Frote mis ojos con los dedos pero mi inquietud no me dejaba.

Aún recordaba en mi mente cuando hablé con Brais y no pude decirle la verdad, aún sentía su mirada desepcionada clavada en mí.

Días antes.

- Brais, ¿puedo pasar? - pregunté en el marco de la puerta intentando no incomodar.

- Si, pasa - se sentó en la cama.

Sentí mis piernas temblar un poco, mi cerebro diciéndome que estaba mal, que debía decirle la verdad, pero el miedo era mayor, mayor que yo.

- Creo que deberíamos hablar sobre... - no supe cómo llamarlo.

- Entiendo - dijo y agradecí que lo entendiera.

- Yo, - hablaba muy despacio para no equivocarme, soy muy torpe hablando - Sé que estás con Dereck, pero también sé que quieres estar conmigo - había mejores palabras pero fueron las que primero pensé.

- Es diferente - me dijo.

- ¿Qué hay de diferente? - pregunté.

- Tú.

Sonreí sin querer, pero no fue una sonrisa feliz, fue más bien de tristeza.

- Está bien que quieras estar con Dereck, yo - de nuevo una pausa, de nuevo sin saber que decir - Yo ya no me meteré más.

Él se quedó en silencio, su mirada se perdió por el suelo de la habitación, en ese momento quise saber que pensaba, quise poder leer su mirada y que me dijera lo que quería oír.

- Lo entiendo - me dijo, ambos decíamos palabras cortas, tal vez ninguno quería hablar.

- Quiero dejarte ser feliz - eso sí surgió fácil, como si de verdad lo sintiera, en realidad solo quería que fuera feliz conmigo, aunque fuera egoísta.

- Gracias - dijo aún sin verme y lo agradecí, del contrario no podría seguir - Perdón por reclamarte la otra noche.

- No importa, perdón si te hice creer que era por ti - claro que era por ti - No sabía que ibas a molestarte - lo sabía pero eso quería.

- No volverá a pasar - me dijo.

Sentí un nudo en la garganta que no me dejaba solo, que estaba presente ahí y en algún momento iba a soltarse y no iba a parar.

- Dorian, ¿está todo bien? - la pregunta me aceleró.

- Si, ¿por qué? - respondí de inmediato.

- No lo sé, estás extraño - su mirada me analizaba y supe que debía salir de ahí o terminaría arruinando todo.

- Solo quería decirte eso - comencé a hablar más rápido de lo normal - Y que estoy saliendo con un chico.

Sabía que lo iba a arruinar, solo bastaba que sus ojos verdes me mirarán un segundo para hacerme sentir en caos y decir cosas estúpidas.

Era así como funciona mi cerebro, siento pánico y suelto estupideces.

- ¿Con quién? - me preguntó con el ceño fruncido.

Piensa Dorian, ya la cagaste ahora dí algo.

- Eso no importa - le dije, - Por eso quería hablar contigo, lo que fue esto ya fué, ahora estoy con alguien y tú también.

En realidad no, pero era la mejor manera de tenerlo lejos, sabía que él estaba igual de confundido que yo.

- ¿Es Mitch? - me preguntó.

- Si - respondí.

Estoy en problemas. Mi actitud me cansaba todo el tiempo, siempre evadia las cosas, siempre mentía, y en lugar de desmentir, mentía más.

- Está bien - dijo él.

De nuevo me miró, sus ojos verdes y grandes me observaban como si quisieran ver más allá, yo también quisiera ver más allá.

Tenía sus ojos en mi, sentí mi cuerpo estremecerse, mi corazón me decía que no lo dejara, que le dijera que todo era una mentira, que la única persona con la que quería estar era la única que no podía tener, él.

- ¿Seremos amigos? - preguntó aún con su mirada en mí.

- Si, no tiene que ser incómodo - respondí.

- Bien - me dijo cortante.

- Bien - repetí en un susurro.

Me puse de pie, ya no había nada que decir, o bueno, ya no había mentiras que inventar, cosas por decir habría siempre.
Me detuve antes de salir y lo miré, sabía que era mirada no me dejaría en paz, sabía que hacía mal, sabía que solo pensaba en mi pero, no soy lo suficientemente seguro como para cambiar esto.

Finalmente con una leve sonrisa salí de la habitación, cerré la puerta pero me quedé ahí, pensando.

Recargue mi espalda en la puerta, quería entrar de nuevo y besarlo como había estado pensando desde ese día, quería abrazarlo y no soltarlo, quería poder decirle al mundo que lo quería, que lo necesitaba, pero las palabras de Dereck volvieron, el te amo de papá, volvió, el miedo volvió y no sé irá fácilmente.

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Ya no quería pensar en eso, ya no quería recordarme lo cobarde que era ni el poder que Dereck tenía sobre mi en estos momentos, ahora ni siquiera podía dormir en la misma habitación que él.

Me puse las sandalias junto a la cama para salir, apenas tomé la perilla Dereck se removió.

- ¿A dónde vas? - preguntó. Eso preguntaba todo el tiempo.

- No voy con Brais, - le dije - Voy con Harry.

Después de escucharme no le importó lo que dijera, solo le importaba que no fuera con él.

Salí por el pasillo y caminé hasta la habitación de Harry que estaba hasta al final del pasillo, frente a la de Brais. Me detuve frente a su puerta y pensé en el día que intentó besarme.

¿Cómo se atrevió? Tal vez sin ese roce de labios no estaría matandome por estar con él, o tal vez de otra manera me habría dado cuenta que no existía mejor persona para mí que él.

Dí dos leves toques en la puerta de Harry, no hubo respuesta así que la abrí y él estaba despierto.

- ¿Qué haces despierto? - le pregunte.

- ¿Que haces aquí? - preguntó evitando mi pregunta.

- Dereck no me deja dormir - le dije.

Tampoco le había contado nada a Harry sobre la amenaza de Dereck, sentí que su opinión sería la misma, era obvio que iba a proteger a su hermano antes que cualquier cosa, incluso que mí. Así que de todos modos alejarme de Brais era siempre la única opción.

- ¿Puedo dormir aquí? - le pregunté.

- ¿Sabes por qué elegí la única habitación sola? - me preguntó.

- No me importa, voy a dormir aquí - tomé algunas mantas que estaban en el mueble y las estendi en el suelo.

No pareció importarle, a pesar de que él piso era muy duro comparado con su cama era mucho más cómodo que dormir con Dereck.

Estando a punto de dormir una duda lo invadió, algo que aún no tenía respuesta, algo que era extraño y que no me había preguntado antes.

- Harry - lo llamé.

- ¿Que quieres? - preguntó con voz ronca.

- ¿Por qué te comportaste como un homofóbico de mierda al comienzo? - le pregunté.

Soltó un suspiro vacío, lo miré aunque solo visualice su silueta por la oscuridad, estaba mirando el techo.

- ¿Harry? - volví a preguntar.

- Es largo de explicar - dijo, sentí aún más curiosidad, al menos había una razón.

- Puedo escuchar - insistí.

Soltó un quejido, estaba claro que no quería hablarlo pero yo necesitaba saberlo, en mi cabeza aún no entendía por qué me había insultado tantas veces y después iba a besarme.

- Está bien, pero lo que te diga no se lo puedes decir a nadie - se giró hacía mi.

¿Acaso...

- No soy gay - dijo rápido - Antes de lo pienses si quiera, soy heterosexual.

- No parecía eso cuando-

No me dejó terminar.

- A eso voy, mi familia es muy cristiana, demasiado diría yo, está claro que sus ideas no son las mismas que las nuestras, no hace faltas pertenecer a la comunidad para saber quiénes están en contra - asentí - Descubrí que Brais era gay hace como dos años, tuve miedo de que mis papás lo odiaran o lo hicieran cambiar, por eso fui yo quien le dejo claro que nadie lo aceptaría, para que ni siquiera pensara en salir del closet.

- ¿Dices que si sale del closet su familia no lo permitiría? - pregunté.

- Exacto - respondió.

- Entonces no eres homofóbico - era más una afirmación.

- No - respondió.

- ¿Y por qué haces todo esto? ¿No sería mejor para ti arruinar a Brais? Sé que no se llevan muy bien - los escuchaba discutir al menos tres veces al día, o en una hora.

- Nos odiamos, pero al final somos hermanos - sonrió - Brais es una persona muy inteligente, es intimidante aunque él no lo crea.

- Él siempre cree que tú eres mejor - le dije.

- Lo sé, siempre intento ser mejor, soy el mejor en las fiestas, el mejor consiguiendo chicas, el mejor en natación, en fútbol, voleibol, basquetbol, y béisbol, soy el mejor en muchas cosas, pero Brais es mejor en lo importante.

- ¿Lo importante? - pregunté.

- Las fiestas van a acabarse, las chicas me dejarán, envejeceré - hizo una pausa - A mi todo eso se me va a acabar pero, a él, la inteligencia, la carisma, la amabilidad, esa no se irá, Brais será Brais para siempre.

- No solo eres bueno en eso Harry, tienes todo para ser mejor en lo que quieras - le dije.

- No, yo no-

- Claro que si, no eres un idiota, eres inteligente, tal vez te cueste más ser amable pero, puedes no ser tan amargado a veces - él rió y me tranquilizó un poco.

- Ya veo por qué Brais te quiere tanto - me dijo.

Solo me hizo recordar lo mucho que nos queríamos, y lo mucho que no podíamos estar junto.

Él notó mi silencio así que habló.

- Nunca lo había visto tan feliz como cuando está contigo - dijo y sentí el color en mis mejillas de inmediato - No dejes que Brais sea un idiota en esto, él puede equivocarse pero ambos saben que quieren estar juntos y Dereck solo es un problema del cual deshacerse.

Brais no es el que se equivoca, ese soy yo.

- Creo que ya debería dormir - le dije dando la espalda.

- No lo dejes ir tan fácil Dorian, Brais vale la pena, mucho.

Claro que lo vale, Brais lo vale todo, aunque tal vez yo para él ya no.

**

Les dije que iba a volver pronto, no cómo One Direction xd :c

Gracias por leer y esperar tanto<3

Feliz día del niño 2020 jajsajj