"Brais"
[Dorian]
— Oh por dios, ¿qué haces aquí? — pregunté poniéndome de pie para saludarlo.
— Me dijeron que tendría una cita con un chico lindo — sonrió.
— Pues te mintieron, la cita es conmigo — le sonreí de regreso.
El rió un poco y se sentó a mi lado, en ese momento dejé de ponerle atención al resto de la mesa y solo a él, como si solo estuviéramos nosotros.
— Creí que me llamarías — me dijo girandose hacia mi para verme mejor.
— ¿Se te olvida que acá no hay señal? Yo te hubiera llamado de inmediato — me sonrojé un poco por admitirlo.
— Bueno, ¿y que ordenaran para comer? — preguntó Harry frente a nosotros.
Por un momento volví la vista a Brais quien parecía demasiado concentrado en el menú, más que todos.
¿No sientes celos? ¿Estás tan molesto conmigo que esto no te importa?
— No lo sé, — tomé el menú en mis manos — ¿Qué ordenaras tú? — le pregunté a, esperen, ¿cómo se llama?
— Creo que tacos, hace mucho que no como unos — me respondió con la vista en el menú — ¿Pedimos lo mismo? — me preguntó, ésta vez viéndome.
— Claro — sonreí.
Admito que me gustaba demasiado como me trataba, parecía demasiado amable que me sorprendía. ¿Tan mal me había tratado la vida?
— Entonces, ¿se conocían? — está vez Havana se dirigió a nosotros.
— Algo así — respondí.
— ¿Cómo algo así? — preguntó.
— Le di mi número pero nunca llamó — le dijo él y ella rió un poco, al parecer no le había contado eso.
— Bueno, a Dorian no se le olvida respirar por que se lo recuerda su madre — dijo Harry.
— Vaya, un poco más de un mes y ya me conoces tanto — le sonreí.
— Bueno y ¿eres mesero? — preguntó Harry.
Sonreí un poco para mí mismo por qué parecía mi padre haciendo las típicas preguntas para conocerlo.
— En realidad no, mi padre es el dueño del restaurante y en vacaciones le ayudo un poco por que es cuando más gente lo visita — el mesero llegó a la mesa al mismo tiempo que el terminaba de hablar.
— Ohh — asintió con la cabeza con la vista en su platillo.
— Oye, — le dije en voz baja comenzando a comer — ¿cómo te llamas?
Él no pudo evitar soltar una risa que llamó la atención de todos y sentí algo de pena por eso.
— Me llamo Freddy, mucho gusto — me dió su mano.
— Cállate, tu tampoco sabes cómo me llamo — le respondí.
— Dorian — dijo y me sorprendí.
— ¿Cómo lo sabes? — le pregunté.
— Harry lo acaba de decir — rió más — De verdad eres muy distraído.
Incluso yo me sorprendía de lo pendejo que podía llegar a ser.
— Y ¿qué estudias? — le pregunté.
Toda la mesa nos volteó a ver, al parecer él era el centro de atención y cualquier cosa relacionada con él les interesaba, incluso llegué a sentirme incómodo.
— Estoy estudiando diseño gráfico pero creo que pronto la dejaré — tomó de su bebida.
— ¿Por qué? — le pregunté.
— Es mi segunda carrera, además quiero tomarme un poco más de tiempo para el modelaje y la música.
— ¿Modelas? — le pregunté.
— Si, hasta ahora nada grande pero por eso quiero darle más atención.
— Oh vaya — me sorprendí.
Cómo era posible que estuviera teniendo una cita con un chico así, gracias Havana.
— Si, ¿y tú? ¿qué haces? — me preguntó.
¿cómo le digo que solo sé de redes sociales y en la escuela me va de la mierda?
— Pues no mucho la verdad — intenté acortar el tema.
— Cuéntame — insistió.
Suspiré — Pues en la escuela no me va muy bien, de hecho estás vacaciones son mi culpa por qué no hago más que estar en redes sociales — debía ser honesto, al menos con él.
— Ohh, ¿pero estás bien con tu familia?
— Algo así — casi al instante miré a Dereck en la mesa y sentí el miedo de nuevo, el de mi familia arruinada por mi.
— ¿Algo así? — preguntó.
— Aún no salgo del closet — admití.
Él alzó las cejas sorprendido y puso su mano en mi pierna, sentí el calor al instante pero era un calor bonito.
— ¿Alguien más de aquí no lo ha hecho? — preguntó al resto de la mesa.
— De hecho ninguno — dijo Harry.
— Con mi padre tenemos una asociación para personas de la comunidad que son rechazadas por su familia, si en algún momento necesitan algo — me miró directamente a mi — No duden en decirme.
Me sentí tan pequeño y tan protegido por él que sin pensarlo deje un beso en sus labios.
— Voy al baño — Brais se levantó de la mesa y lo perdí de vista en el final del pasillo.
— Vaya Freddy, tu historial parece de un anciano.
Él soltó una pequeña risa de nuevo y me gustó mucho prestar atención a las líneas de sus ojos.
— Paso mucho tiempo solo y me gusta resaltar — lo dijo sin cuidado.
En ningún momento quitó su mano de mi pierna y eso me hizo sentir demasiado bien, mejor de lo que esperaba.
Acabando de comer fuimos a una barra de bebidas que estaban en un lado. Cada uno tomó una bebida pero yo no quería hacerlo, si volvía a beber sabría cómo terminaría todo esto y no quería terminar humillado cómo la anterior vez, menos con un chico como él.
— ¿Cuántos años tienes? — me preguntó.
— Diesciete — le respondí y él bebió — ¿Y tú?
— Veinticinco — sonrió.
— Oh por dios, eres mayor a lo que creía — le dije.
— Lo sé, creí que eras mayor pero para no hay problema — dijo pidiendo un trago más.
— Pídeme uno — le dije.
Ocho años de diferencia eran demasiados, pero él no parecía de esa edad, todo lo contrario, parecía un chico totalmente normal.
— No puedes beber, tienes diesciete — me regañó.
— Y tú no puedes salir conmigo, tengo diesciete — dije bebiendo el trago.
Este trago era diferente a los que había bebido antes, ni siquiera notaba lo agrio del alcohol era tan dulce que seguí bebiendo.
El alcohol me hacía sentir demasiada calor, solo fueron cinco tragos los que hicieron que comenzara a pensar en cosas estúpidas y reírme solo con mis pensamientos.
— Hey, no bebas más — me dijo quitándome el vaso.
— ¡Dorian! — gritó Harry detrás de mí — ¿Por qué chingados estás bebiendo otra vez?
— ¡Fue poco! — me defendí.
— ¿Otra vez? — preguntó Freddy.
— Dorian no sabe tomar, vayan al baño intenta que se le baje un poco o tu padre va a asesinarme — Harry nos quitó los tragos a ambos.
Freddy me tomo con sus brazos fuertes y nos dirigimos hasta los baños, ni siquiera pude sentirme mal por beber o sentirme ridiculizado. Solo pude pensar en lo increíble y perfecto que lucía el chico a mi lado, tan inteligente, soñador y guapo.
— Freddy — susurré antes de llegar al baño.
— Dime — dijo intentando abrir el baño.
— ¿Por qué eres tan guapo? — pregunté y él sonrió lindo, cómo todo el tiempo.
Entramos al baño y con la luz blanca pude notar todos los detalles de su rostro y lo bonito que podía ser. Sus cejas eran marcadas mucho más que las que haya visto antes, tenía ojos oscuros y pestañas largas, tus labios se veían rosas por la bebida y me pregunté si sabría igual.
Lo miré a los ojos y sabía que pensaba lo mismo.
— ¿Puedo besarte? — preguntó.
Me pareció demasiado adorable su mirada mientras pedía permiso.
Asentí de inmediato y pase mis brazos sobre sus hombros. Él me apegó a la pared y ajustó su manos a mis caderas. Mis labios buscaron los suyos y sentí su alientos mezclarse con el mío.
Tomé su rostro con mis manos y los acerqué más a mi, sentía que lo necesitaba más cerca cada que sus labios hacia un movimiento nuevo.
Él apretaba mis caderas y yo hundía mis manos en su cabello, nunca había besado a nadie así, nunca había sentido el calor subirme por el cuerpo y necesitar más de una persona.
Busqué con mis manos los botones de su camiseta pero sus manos me detuvieron.
— Dorian, estás tomado, no podemos hacer esto — dijo viéndome a los ojos.
— Pero lo quiero — susurré.
— No, solo estás algo ebrio, yo-
No lo dejé terminar de verdad quería eso, al menos en ese momento era lo que necesitaba.
Él no dijo más, le quite la chaqueta que traía encima y desabotoné los primeros botones. Él metió sus manos por mis camiseta y sentí mi piel estremecerse. Sus labios dejaron los míos y se aprovecharon de mi cuello, era todo nuevo lo que sentía, ni siquiera tenía miedo que alguien entrara, solo pensaba en como hacía para hacerme sentir así y lo mucho que me agradaba.
— Brais — solté cuando me tocó.
Sus movimientos se detuvieron y en ese momento me di cuenta del error tan grande que había cometido.
— Freddy, yo-
— ¿Brais? — preguntó separándose de mi.
— Yo, estoy borracho Freddy no es-
— Eso es peor, ¿cómo vas a llamarme de otra manera Dorian? — era claro que estaba molesto y tenía toda la razón.
— Perdóname, no quería — le dije sinceramente.
— No sé que pase con ese chico pero no voy a ser un reemplazo — tomó la chaqueta del suelo y se la puso — Arregla las cosas, no puedes pensar en los dos al mismo tiempo, si me quieres olvídate de él, si lo quieres olvídate de mí.
— Freddy por favor — le dije antes de que se fuera.
— Espero saber de ti, eres un chico increíble pero no puedo así.
— Te entiendo pero-
— Tienes cosas que pensar — dijo finalmente y me dejó ahí solo.
Brais ni siquiera me había hablado en todo el día, ni siquiera me había visto ni había hecho nada, maldita sea, ¿por qué tenía que decir su nombre? ¿por qué él?
Maldije por dentro por unos minutos dentro del baño hasta que supe el lugar en el que me encontraba, Freddy es perfecto en todos los sentidos no puedo dejarlo ir solo así, no puedo dejar que alguien tan lindo y amable como él piense mal de mi.
Pero alejarme de Brais totalmente era algo extraño de hacer, incluso sería difícil las últimas dos semanas que quedaban.
Las últimas dos semanas con él.
**
Holis!
Muchas gracias por leer, los amo mucho<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro