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Advertencia: Este fic (Seguramente, no estoy seguro) tendrá una serie de RedFlang que bajo ninguna situación deben ser romantizadas o vistas como algo positivo, estas estarán con el fin de respetar la personalidad de Minos, ya que algo que me gusta de este shippeo, es que nadie le suaviza, ni romantiza sus rasgos de psicópata, y aun así hay un buen desarrollo en el ship, claro, no hare que lo golpee o algo así, pero si habrán esas capaz de toxicidad ligera.
Este fic, en si es una idea que tengo para una Sub-Trama... Desde finales del 2019... La pensé usar en 2 fic, a la final lo hare aparte... Quiero a su vez, tocar un poco el tema del pasado de Minos antes de ser un espectro, que lo llevo a ser como es, como he visto de en algunos fic.
Como ya vieron. Ship Principal:
Minos x Albafica.
Otros Ships:
Manigoldo x Regulus.
Hasgard/Aldebarán x Dohko.
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De noche, donde la negrura apenas era disimulada por la luna. El mayor sonido que se llegada a percibir en las calles de esa oscura cuidad era el de los zapatos del ex espectro de grifo al caminar. Su visto estaba enteramente indiferente sabiendo que los de Athena habían ganado, el lienzo perdido había sido destruido, el había sido expulsado de los templos malignos y Alone había sido derrotado.
Tendría que adaptarse ahora que estaba totalmente lejos del ejército de Hades, sintiendo remordimiento que solo Capricornio, Virgo, Scorpio, Géminis y Sagitario murieron a manos de su dios.
Terminando su camino guiado por las malas lenguas entro a lo que le dijeron que era un bar. Detallando el lugar notando que fue enviado a una cuidad cerca de pertenecer a la alta sociedad en ese mundo, pero poco le importo. Entre tanto lujo a la vista que trasmitía una vista perfecta siempre había oculta la mugre perteneciente los más bajos instintos humanos, que la "alta sociedad" no estaba lejos de pertenecer.
Suspiro. Dejarse llevar por la locura que ese chico tenia, y aceptar ayudarlo fingiendo ser Hades, tras misteriosamente haber conseguido robar sus poderes, no supo cómo, solo que termino aliándose a él al ver todo lo que su mente tenía preparada con los poderes de su señor.
Se dejo llevar, le ayudo y en consecuencia dejo que un alma mayoritariamente pura se corrompiera con el poder de un dios, terminando loco. Consiguió que formara su propio ejército de espectros traidores que le juraran lealtad. Alone le había prometido una "Salvación" que si los Santos de Athena querían pelear al estar en su contra, que peleen con sangre, sudor y lagrimas, que lo hagan, ya que su derrota los llevaría a la salvación que el jurada.
Minos inclusive termino borrando todos sus crímenes para evitar que sea castigado por haber tomado el lugar de un dios, como un agradecimiento.
Todos sus pecados le alimentaron mucho el ego a ese niño. Ahora seguramente estaría muerto.
Alone fue piadoso con él, para su sorpresa tras intentar detenerlo al verlo matar a medio ejercito que les quedada sin entender nada, ¿Esa era la salvación que quería? ¿Esas eran sus promesas? ¿Dónde quedo su plan para derrotar Athena tras miles de años sumando fallos de su propio gran hades intentándolo? Tenía que darle el reconocimiento por esas grandes ideas de las cuales su dios estaba lejos de usar, lástima que no se concretaron.
Minos estaba completamente indignado al verlo.
Su primer intento fue ayudar a Pandora que ya estaba inconsciente y detener al joven pintor, pero siendo muy poco útil ya que tenia los poderes de su señor Hades. Acercándose a él por la espalda, para terminar susurrando un "Gracias" a la par que con un pequeño beso de agradecimiento, en vez de matarlo a él también, lo transporto a este extravagante pueblo humano.
Entre ellas ese lugar al que los aldeanos, amablemente al ver a un hombre perdido y bien arreglado le indicaron de sus existencia tras varias preguntas.
Era un lugar fama de ser peligroso y de "mala muerte" De cierta forma perfecto para él. Que le vieran el titulo de juez cuando la armadura despertó era adecuado, muchas veces en su infancia quiso poder impartir un castigo.
Entrando al lugar. Rápidamente muchos ojos se toparon sobre él, sin tomarles atención Minos se sentó en la barra, manteniendo un porte elegante sonriendo sin mayores expresiones solicito ver al dueño del local.
Pregunta rara, más para alguien que era la primera vez que entrada en ese lugar. Su cara era totalmente nueva y desconocida. Más, fue complacido. Por la misma razón, era algo extrañado que solicitara eso.
Mirando de arriba abajo a Minos, muchos pensaban que se tratada de un hombre importante pero esa aura de arrogancia y seguridad como si fuera la gran cosa podía ser molesta para varios allí aunque apenas haya dicho palabra.
- ¿Qué te puedo ofrecer? - Tenia una cara de querer golpear al peli-plata frente a él a la mínima escusa. Cruzándose de brazos mirando por encima a Minos.
Sonriendo falsamente, Minos hablo.
- Vine a que me entregues todo este lugar, ahora yo soy el dueño.
Muchos rieron al escuchar eso, pocos eran tan cínicos y arrogantes para hacer ese tipo de declaraciones así de la nada, pero antes de que el verdadero líber allí pudiera volver a abrir la boca, los hilos de Minos enredaron su cuerpo, presionando cuello, piernas y brazos en una tortura lenta hasta que empezó a sangrar, bajo el miedo de todos en el lugar.
- ¡Demonio! - Algunos fueron los valientes que intentaron atacarlo. Indiferentemente Minos libero al hombre del castigo que de una de sus manos pero manteniendo la otra, extendiéndola para amarrar los cuellos de los hombres que venían hacia a él y colgándolos del techo, cortándoles lentamente la respiración poco a poco.
- ¿Alguna objeción a su nuevo Jefe? - No hubo respuestas. Complacido Minos libero al hombre, disfrutando de su expresión de incertidumbre y terror, aunque ganas de matarlo no le quedaban, así el miedo en las caras de los todos los presentes sería peor. Pero lo necesitada vivo. Ganas de contradecirlo no les quedarían, porque eran corderos de matadero en sus manos. - Llévame y muéstrame todo lo que tengo que hacer. - Extendiendo su mano pidió condescendiente, siendo complacido.
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En el santuario, más específicamente en los pasillos del templo de Piscis, el guardián de este, sentando en la sala personal que ocupada en su templo donde sus rosas tomaban sol y aire. Frente de él su compañero y amigo del cuarto templo se encontrada sentando frente a él mirándose a los ojos en lo que era una conversación debido a las dubas de Piscis.
- La verdad no entiendo que le pasa a Shion, parece que a estado evitando hablar conmigo cada que termino mis deberes en el santuario. ¿Qué será lo que recelosamente me oculta? - Se atrevió a preguntar.
Albafica ha tomado algo más de confianza con sus compañeros esas 3 semanas donde al despertar, notada como la batalla termino, esto principalmente porque no se sentía cómodo notando como todos los sobrevivientes estaban buscando volver a la normalidad mientras este se recluía por su sangre, ya con algunos compañeros de armas había tenido varios encuentros que destruían su soledad, de hecho, podía decir que no todo el tiempo estuvo solo, ya que había logrado relacionarse con varios compañeros de una forma u otra, así que decidió romper su paranoia y tomar la iniciativa por su cuenta de ser él quien se acercara más a ellos para serles de útil, claro que, con su sana distancia.
Las heridas de los brazos, piernas y pecho del Santo de Piscis habían mejorado mucho, ya ni cicatrices quedaban sobre su piel. Si bien no lo había matado pues su pelea quedo inconclusa, Minos si lo lastimo lo suficiente para dejarlo fuera de combate largo rato.
- No sé como decírtelo. Aunque lo hemos estado discutiendo a menor medida, a la par que reparados el santuario. Shion no ha querido hablar el tema con nadie más que Dohko. - Manigoldo expreso, a su lado y siendo rodeado por el brazo derecho del santo de cáncer, estaba Regulus. - Pero lo que pasa es que de las 108 cuentas se supone que encierran las almas de los espectros, 3 cuentas quedaron vacías, por lo tanto, hay 3 espectros vivos. Solo que no tenemos el más mínimo rastro de quienes serán, o que harán ahora. - Había que ser francos.
- Que desgracia, veo que ni aun con tanto no pudimos derrotar del todo a Hades. - Se llevo la mano a la cabeza, sintiendo un dolor en el cuerpo tras escuchar eso. - Detesto haber quedado inconsciente tanto rato. - Se lamento. - ¿Por qué Shion apenas ha querido decir algo? - Eso no lo alcanzada a comprender.
- Supongo que fue porque está ocupado como nuevo patriarca. - El que hablo fue Regulus. - Nuestras heridas aun no sanan por completo, ¿No? Si hay espectros vivos no tienen posibilidad de provocar peligro porque no está Hades, solo estarían vagando por la tierra. - Concluyo, teniendo que darle la razón en parte.
- Es cierto, mi pequeño rey. Pero algo le tengo que dar de razón a Albafica, son un peligro, no importa que sean 3 los espectros vivos, es mejor tenerlos controlados. Lástima que no sabemos dónde empezar a buscarlos, y el santuario aun no está en todas sus funciones para dedicarnos a eso. - Desgraciadamente la mente de Shion estaba en otro lado. Para bien o para mal tenían que esperar.
- Cambiando de tema... - El santo de piscis tomo la iniciativa, se estaban desviando a un tema que terminaría en angustia para los 3. Esta guerra les había cobrado muchos seres queridos y familiares, esto sería retomar ese asunto. Era mejor relajarse un poco, y en un principio había buscado la compañía de Manigoldo para eso, despues de todo era su amigo. Mirando a los 2 santos frente a él, sabiendo de la relación cercana que ambos tenían.
- Y. ¿Ustedes que harán ahora? Son pareja ¿No? Ya pueden estar juntos sin problemas. -
- Manigoldo me debe un perro. - Regulus declaro, haciendo reír a piscis. Siendo seguido por el propio cáncer. - Es solo una idea, aun tengo que convérselo. - Codeo a su novio, perdiendo su sonrisa tras eso en una mirada totalmente decaida.
- ¿Pasa algo? Parece que te deprimiste de un momento a otro.
- Solo me acorde de algo. He de admitir que me va tristeza que tanto mi tío como padre, Tenma, Yato y Asmita que eran mis amigos, ya no están conmigo.
- Hey pequeño rey, yo no te dejare solo tan rápido. No es lo mismo, pero... - Moviendo su mano tarareo, mirando a su pareja sonriendo acercándolo más a él con su brazo que estaba alrededor de sus hombros, besando su frente.
Era la primera vez que Regulus mencionaba sobre eso.
Aunque su relación no era que se pueda decir muy vieja, debido a que no llevaban más de un año. La adoración que llegada a expresar Manigoldo, aunque a su extravagante e incluso prepotente manera de ser, por él muchas veces proclamado como prodigio entre los Santos de oro era algo... Que este no ocultada. A su vez, algo que tuvo que enfrentar sabiendo que si no era un niño, era un hombre de 20 años, seguía siendo el más joven entre los Santos, sea como su amigo, un fuerte compañero y recientemente su novio. Cáncer había prometido quedarse a su lado, ya con la muerte de varios de sus compañeros.
- Lo sé. Descuida, no me siento mal, o me molesta pero si me... Estaba consciente que muy posible esto pasara, aunque igual me deja un poco decaído.
- Y sobre el perro, no creo que Shion lo permita.
Sonriendo Albafica volvió a hablar. - Yo igual los entiendo. Empecé a enviarle cartas a mi primo desde hace unos días.
- ¿Primo? ¿De qué me perdí? - Manigoldo rio.
- Como tal no es mi primo, pero nos tratamos como tal. Ya que él fue adoptado por el hermano de mi maestro, así como yo por Lugonis. - Explico.
Por un rato, la conversación se dirigió a ese lado.
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