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4.11 La fiesta de disfraces.

Mona se encontraba en casa de Albedo, había jugado con Klee a pasear en la bicicleta, ambas estaban cansadas, así que cayeron como piedra en la cama de la pequeña ya que habían ido a jugar con sus muñecas en la cama.

Ninguno de los tres lo pensaba, solo que era como si Albedo y Mona estuvieran casados, puesto que siempre iba ella a su casa, la misma estaba sola salvo por Klee, que sería como su pequeña niña. Hacían una linda pareja, sin duda. Él las miró dormidas, así que solo sonrió y fue a sentarse al sillón mientras el té se preparaba.

Leía el periódico, cosa que rara vez hacía, solo lo hacía para matar el tiempo, y es que sí, era como una familia: madre e hija dormidas después de jugar, el padre leyendo el periódico en el sillón mientras prepara algo de entremés. La pequeña siesta acabó más bien pronto, siendo de 20 minutos, la primera en despertar fue Mona.

Ella se estiró, viendo que Klee seguía dormida, así que solo sonrió y comenzó a hacerle cosquillas, la pequeña se comenzó a reír a la vez que se despertaba. Albedo escuchó la risa de su hermana, así que solo sonrió mientras seguía leyendo. Su sesión de oxigeno ya había pasado.

Apenas despertaron, comenzaron a jugar nuevamente, la más grande de las niñas fue y cerró la puerta, asegurándose que el muchacho no escuchara.

-Oye, ¿me puedes hacer un favor?

-Oh, por supuesto, Klee lo hará. -Sonrió ella.

-Habrá una fiesta de disfraces en nuestra prepa, ¿puedes hacerle una sugerencia de disfraz a tu hermanito?

-¿De qué lo quieres ver disfrazado? -Mona solo sonrió ante la pregunta.

Llegado el momento de retirarse, la muchacha le dio varios besos en la mejilla a Klee, ya se habían encariñado bastante, a Albedo solo le dio un abrazo y un beso en la mejilla, aunque el abrazó duró algunos segundos más de lo habitual.

-¿Albedo?

-Nada. Me perdí en mis pensamientos. -Sonrió él, separándose del abrazo. -Te esperamos el sábado, nos vemos en la fiesta del lunes.

-Ahí te veré. -Sonrió ella. Ya tenía pensada una idea de disfraz, pero claro, no era nuevo, ya lo había usado en alguna otra fiesta más personal con amigas.

Pasado el rato, Albedo bebía té, y nuevamente como si fuera una ratoncita, Klee se asomó por la puerta de su cuarto, corriendo rápidamente hasta aventarse a su cama, en la que él le dio un abrazo.

Claro que sabía que no era coincidencia que ella estuviera ahí, ¿le pediría helado? ¿Quizá algún bombón? ¿O simplemente que le leyera un cuento?

Nada de eso, la petición era más bien más personal. La pequeña solo sonrió, pues Mona se lo había pedido y no quería fallarle.

Xiao y Ayaka, por su parte, visitaban una tienda militar, pues su disfraz era algo parecido a una de esas temáticas. Ambos tenían un uniforme, una boina vasca, la que de hecho Ayaka ya tenía una en su closet, así como botas, al igual que el muchacho, solo faltaba una cosa en especial.

-¿Sabes de costura?

-Un poco, ¿por qué preguntas? -Respondió ella.

-Me gustaría hacerlo más realista. -Sonrió él.

-Oh, ya sé a qué te refieres. -Ayaka regresó la sonrisa.

Por su parte, Aether también revisaba su closet, probándose algunos disfraces para ver si todavía le quedaban. Encontró uno en especial, estaba en un maletín debajo de su cama, así que apenas lo tuvo en sus manos, rememoró una escena de una película que le gustaba mucho. Se probó el disfraz, le gustaba como se veía, aunque eso sí, se colocó varios calcetines en la entrepierna para que no se le viera el paquete, cosa lógica.

En cuanto a Sacarosa, ella paseaba con Richy mientras veían los disfraces que rentarían, por lo mismo es que irían a juego, la temática era lo que no tenían definido. El muchacho dejaría que su amada escogiera, pues sin duda el que ambos fueran de algo que le gustara, le parecía la mejor de las ideas.

Apenas ella encontró un disfraz que le gustó, sonrió con notorio gusto y alegría, Richy fue y, al verlo, supo de inmediato cuál escoger para que fueran a juego.

Noelle, que más que usar disfraz, haría una variación de su uniforme de trabajo, pues era parecido al de una criada, así que usando una falda más esponjosa de color negro que, algunos detalles que arreglaba con frazadas que tenía, por fin hizo un buen disfraz casero de criada, del que se sentía orgullosa.

Cayendo el lunes, todos prepararon sus disfraces, Lumine miraba a Aether, simplemente se empezó a carcajear al verlo, él se puso rojo de la vergüenza y del enojo, enchinando su mirada.

-Sigo sin saber por qué no irás.

-Porque Tartaglia me invitó a comer pastel de Halloween y a tomar una malteada, eso suena muy rico. Aparte, no tengo disfraz y él debe cuidar de sus hermanos, ellos se disfrazaran y nosotros seremos jueces.

-Ok...suena buena bien. Yo me iré. -Aether abrió al ventana, y como su disfraz era del hombre araña, hizo el típico gesto de lanzar la telaraña, lo que le causó más gracia a Lumine. Para desquitarse, y cómo sí había comprado lanzadores de espuma, le llenó el rostro a su hermana, haciéndola enojar.

La fiesta sería ya en la tarde, solo que todos acordaron ir disfrazados desde esa mañana para ir haciendo las pruebas de quién podría ganar, ya que, en el sentido más estricto de la palabra, quizá fueran muchos participantes, de ahí que no le encontraran problema.

Algunos quizá no fueran disfrazados sino que se cambiarían en la escuela misma, lo que sonaba también agradable. Albedo era de esos, pues la noche anterior, cuando se probó el disfraz, se sentía más bien fuera de su zona cómoda. Se miraba al espejo. Su disfraz era de casaca roja. Se veía apuesto, y más con el cabello hecho una colita de caballo. Tenía su espada, su pistola, su sombrero tricornio, de hecho se veía muy apuesto.

-Klee, ¿por qué querías verme vestido así?

-Oh, es que Klee quería que fueras un juguete más suyo. Mona parece una muñeca enorme, ¡y tú pareces un soldadito de juguete!

-Aww, me pareces tan tierna. Sigh, está bien, lo usaré, y te enviaré fotos estando con ella, ¿de acuerdo?

-¡A Klee le gusta la idea!

El disfraz lo tenía en su mochila, él estaba con un gesto de inconformidad, seguía sintiéndose inseguro de que fuera una buena idea, ¿y si se reían de él? ¿O si a Mona le causaba gracia? Lo que no sabía es que todo era planeado por ella. Quería ver a su soldadito de porcelana.

Algunos, como se ha dicho, ya iban disfrazados, y llamaban mucho la atención, el punto era que él estaba nervioso de si la muchacha ya tendría puesto su disfraz, cosa que no era así, pues apenas la vio, notó que llevaba puesto el uniforme, lo que no le alegró del todo. Solo era cuestión de ser paciente y esperar.

Curiosamente, ella también se sentía un poco decepcionada, de verdad sentía mucha curiosidad de verlo disfrazado, solo que tendría que esperarse. Ni siquiera le preguntaría qué llevaría puesto, deseaba que fuera total sorpresa. Confiaba en Klee lo suficiente para saber que ella logró su encargo. Ahora solo le debía un pequeño pastel de chocolate.

Aether llamaba bastante la atención, y más con sus lanzadores de espuma, que era hasta un punto divertido y daba para muchos chistes de doble sentido. Amber lo elogiaba, pues se veía bastante marcado del cuerpo, especialmente de su zona de atrás. Algunos más venían disfrazados también, un poco mejor, un poco peor, el punto es que todos eran fotografiados, los que se venían con el mismo disfraz también lo hacían, o los que se habían puesto de acuerdo para irse vestidos de algún grupo en particular.

En fin, las clases eran lo importante, así que mejor no distraerse de lo que se tenía que hacer en concreto. Estando todos listos para las clases, se dejaron esos asuntos de fuera y se centraron todos en lo importante.

Todos estaban emocionados en las últimas dos clases, algunos incluso aprovecharon el receso para cambiarse, o ponerse el disfraz solo a la mitad, eso no era el caso de Mona ni de Albedo, así como tampoco el de Noelle, ellos seguían con su uniforme integro.

La pajarita de alas rotas miró a Albedo, cuestionándolo.

-¿Y tú disfraz?

-Prefiero ponérmelo cuando comience la fiesta. Y tú...¿no te dijeron nada por venir de Catwoman?

-Jeje, por ahora no. -Rió ella. -Ya veremos cuál es tu disfraz, Albedo. -Ella se fue de forma coqueta, el muchacho tragó saliva. Al ver a Mona, estaba ya convencido de que quizá no iría a la fiesta, lo que le ponía triste. Aunque también se sentía nervioso de si se vería lo suficientemente estúpido como para ganarse burlas de sus compañeros. Seguía sin sentirse del todo cómodo con la decisión de Klee. Le había prometido fotos, que era lo peor...

Apenas terminaron ahora sí las clases, algunos chicos de la tarde iban llegando ya, entre ellos estaban Xiao y Ayaka. Él iba disfrazado del Che Guevara con una barba falsa, mientras que ella se caracterizó como Aleida March, la segunda esposa de Guevara. Se veían lindos, especialmente porque ella lo abrazaba del brazo. Noelle, al poco rato, ya estaba disfrazada de criada, y Albedo...Albedo se encontraba en los vestidores de los compañeros de futbol, Razor y Bennett se encontraban afuera del mismo.

-Viejo, te tardas los años, ¿qué tanto haces? -Bennett estaba disfrazado como zombi, la verdad es que le quedaba bien.

-¿El disfraz es complicado de poner? -Preguntó Razor, que iba como leñador con una piel de lobo encima.

-No sé...siento que me veo estúpido, por amor a Dios. Última vez que le hago caso a Klee...

-Sal, deja de llorar. -El muchacho hizo caso, salió vestido como casaca roja, tanto Razor como Bennett se miraron, haciendo un gesto de aprobación para, posteriormente, levantar el pulgar.

-Te ves chido.

-¿Por qué te verías estúpido? La verdad es que me da la impresión de que conquistarás algunos corazones.

-Je, yo iré a cazar la zorra. -Sonrió Bennett, altanero.

-¿Fuiste al club de marxismo?

-No, pero escuché que así dicen ellos y me causó gracia. (Nota, Federico Engels, uno de los padres del socialismo científico, era un don Juan en su juventud, y en sus cartas dice "fui a cazar la zorra" cuando se refiere a que fue a conquistar unas muchachas :v)

El muchacho se vio por última vez en el espejo, peinándose de coleta, como lo demandaba el disfraz, poniéndose el mosquete en el hombro.

No veía a Mona por ningún lado, así que ya se había hecho a la idea de que ella se retiró, lo que lo dejó triste. Sentía curiosidad de qué disfraz era el que usaría. Lo que era verdad, pues de por sí el muchacho ya parecía un muñequito de porcelana que llamaba la atención de las mujeres, ahora con mayor sentido, pues sí que parecía todo un galán.

Le tomaban varias fotos, donde posaba con su rifle o sin él, la fiesta era realmente animada, todos bailaban, bebían, cantaban, pues por la música no había que preocuparse en lo mínimo.

Aether no tenía puesta la máscara, y cuando Noelle le preguntó "a ver cuándo me envuelves con tu telaraña" él se sonrojó, dando una sonrisita tonta pero tierna.

Mona iba entrando a la fiesta, llevaba un vestido al estilo inglés del siglo XVIII, justamente como Albedo, cosa que era de verdad una enorme coincidencia, pues quizá él no sería un noble o un aristócrata, sin embargo, pegaba.

Xiao tenía un puro en sus labios mientras sonreía, decía que solo era papel maché enrollado...quizá no era del todo cierto pero se lo pasaban. Bailaba junto con Ayaka de forma divertida.

Llegando Sacarosa y Richy, casi todos los hombres se le quedaron viendo de forma no muy amable, pues ella se veía hermosa, sin duda era candidata a ser la reina del baile, lo más irónico de todo, es que ella estaba sonrojada hasta las orejas, pues era el centro de atención. Su vestido era de hada, y solo para no mostrar tanto las piernas, se puso medias, los que aun así le daban cierta credibilidad al disfraz.

Por su parte, Richy era Merlín, con su barba falsa, su sombrero, era una versión moderna del mismo, por lo mismo es que no se veía para nada anticuado, y lo más lindo de todo es que es como si ambos fueran pareja de aventuras, por eso de que sus disfraces hacían juego.

Albedo bebía de forma tranquila un poco de ponche, en la barra, melancólico. Mientras él estaba en ese estado, otro muchacho bailaba con Mona, Razor se dio cuenta de ello, así que apenas terminó la canción, tomó la mano de la muchacha, apartando respetuosamente al otro chico.

-¿Me permite esta pieza?

-¿Un leñador bailando con una señorita de la nobleza? Hum, qué escándalo. -Sonrió ella, aceptando la invitación.

El baile no era muy movido, pero Razor hacía de las suyas para que fueran en dirección a donde se encontraba Albedo, como él estaba de espaldas, no se le veía la cara, claro, por lo que sería una sorpresa cuando Mona lo viera. Razor sonreía de forma maquiavélica, tratando de disimularlo lo más posible.

Bennett bailaba con Fischl, ella iba vestida de princesa, pero no de lo típico, pues su vestido, minimalista pero hermoso, era de color negro, y el que bailara con un zombi, hacía que fuera de lo más extraño ver a esa pareja. De cualquier manera, resultaban tiernos.

Llegando casi al lugar, Razor se volteó, su plan se pondría en marcha.

-¡Albedo! -Farfulló. El mencionado lo volteó a ver. -Le presento a su nuevo acompañante. -Le dijo a Mona, arrojándola contra el muchacho.

Ella cayó en su pecho, sus manos tocaban el mismo, a Albedo casi se le cae el sombrero, pero alcanzó a tomarla de los hombros para que no se dieran un buen golpe. Ambos se sonrojaron de inmediato, verlo así peinado, con el sombrero, bajó la vista y lo vio por completo, ella quedaba sorprendida.

Y ni hablar del chico, que si de por sí ya estaba enamorado de Mona, verla con tan hermoso vestido hizo que la llama de su amor se avivara como si le hubieran soplado con una fragua.

Fue un momento de silencio para ellos a pesar de todo el bullicio que había en el lugar, el muchacho, sabiendo que era su oportunidad de una en un millón, le ofreció la mano a Mona.

-¿Me permites esta pieza?

-Por supuesto...

A pesar de no ser canciones románticas, los dos se tomaron de las manos y comenzaron a bailar hombro con hombro, mientras que todos los demás, o bailaban tomados de las manos o frente a frente, incluso en grupos. Sacarosa y Richy eran de esos últimos, pues debido a que bailaban en un grupo de amigos, ella pudo ver cómo es que su enamorado y su rival a muerte bailaban de manera tan romántica. Su expresión cambió a mal. Richy se dio cuenta de eso.

-Vamos por ponche, Sacarosa, estoy sediento. -Sonrió él, tomándola de la mano para evitar que ella los viera, incluso impidiéndole que los viera al llamar su atención de forma repetida.

Apenas llegaron a la barra, él sirvió los vasos, no encontrando nada que pudiera ayudarla, pues ella miraba a la nada, triste, abatida, era claro que ahora Mona lo miraba con ojos de amor, esos con los que la propia chica lo miraba de vez en cuando. Richy la tomó del hombro.

-Deberías alegrarte. Tu mejor amigo enamoró a la chica de la que llevaba años enamorado. Pensé que ya lo habías dicho...que no merecías menos, y que él no podía dar el ancho en amarte.

-Sí, lo dije, Richy. ¿Podemos salir? No me siento cómoda aquí. -Fue todo lo que dijo.

Los mencionados seguían abrazados prácticamente, muchos los miraban con ternura, pues hacían juego, y es que era sabido de sobra que Albedo estaba enamorado de Mona y que bailaran juntos de esa forma, daba gusto. Aether los miró, sonriendo. No sentía celos, de hecho le deseaba buena suerte a Albedo, quizá ahora que podía ser novio de esa chica que tanto quería, podía perdonarlo, o eso era lo que esperaba.

Acabando el baile, decidieron tomar un descanso, yéndose a una zona oculta de la escuela. Ambos miraban al suelo, o simple y llanamente no se querían mirar a los ojos. Mona estaba tan nerviosa que no pasaba otra cosa por su mente como no fuera fumar, eso para relajarse, o al menos para tener la sensación que era lo que hacía.

Llegado el momento, ella se fijó para todos lados, sacando un cigarro de su cajetilla, la que tenía oculta entre sus senos, el muchacho se percató de eso, y se sonrojó, pues el vestido dejaba ver su escote. El mismo era blanco, ligero, y ella llevaba un sombrero que la hacía ver muy linda, así como un corsé que no le ajustaba la figura, pero sí la realzaba.

Comenzó a fumar de forma desesperada, ahí, tomó el valor suficiente para romper el hielo. Miró de arriba abajo a Albedo, viendo su disfraz de forma detallada. Sonrió.

-Te ves muy guapo, Albedo. -Mencionó, un poco apenada, fumando de su tabaco.

-Tú te ves...preciosa. Bueno, siempre te ves así, y-y ahora que luces así, y-yo creo... pienso que, si no es mucho atrevimiento, es que te ves muy linda. Ha-hacemos pareja con el disfraz.

-Sí, eres un soldadito de plomo y yo soy una muñequita de porcelana, diría Klee. -Ella no ocultó una risa. -Sabes, no es coincidencia que Klee te haya pedido que fueras disfrazado así como vas, sé que ella te lo pidió.

-En efecto, ella lo hizo. ¿Cómo lo sabes?

-Se lo pedí. -Se sonrojó. Era la primera vez que Albedo veía a Mona sonrojarse, y le parecía de lo más preciosa. -Quería verte disfrazado de soldadito de plomo. Bueno, hay que tomarnos fotografías, no podemos esperar un solo segundo más. -Ella arrojó la colilla de su cigarro, tomando al muchacho para regresar al jaleo, él continuó, aferrando su agarre con suavidad y confianza.

Fueron a tomarse fotos como se lo pidió, se veían como si se hubieran puesto de acuerdo en los disfraces. En efecto, era el soldado que protegía a su amada de todo peligro con la fuerza de su corazón y de su bayoneta, ella usaba su abanico para cubrirse la cara, teniendo un bello sonrojo cada que veía a Albedo con esos ojos de enamorada que ahora se posaban en su rostro.

Llegado el momento más esperado por todos, era hora de la votación para ver quién era el rey y reina del baile. El muchacho notó a su competencia, estaba reñida, el disfraz de Che de Xiao era bastante bueno, hasta tenía la banda de "M-26-07" y Aether no se quedaba atrás con su disfraz de hombre araña. Que, pensándolo bien, Albedo ya no tenía muchas ganas de desarrollarlo.

En cuanto a las mujeres, las dos más destacadas, como no era raro, eran Mona y Sacarosa, ambas se iban a competir el título de reina de la fiesta.

Primero sería la votación del rey, y conforme se iban contando los votos, se dieron cuenta que la cosa no estaría muy reñida. Mona votó, sin pensárselo dos veces, por Albedo. Y, al terminarse la votación, en efecto, él quedó como ganador por un margen de 10 votos de un total de 80.

Ahora tocaba a las mujeres, la decisión era complicada. Albedo votó por Mona, claro, pues era su muñequita de porcelana. En este caso, la votación sí fue muy cerrada, ahora eran una diferencia de solo dos votos a favor de Sacarosa.

Cuando se enunció eso, el muchacho se fue para atrás, ya que si Mona era su reina, el baile final sería de lo más precioso. Vio a su amiga, le sonrió de forma afable, como él sabía hacerlo, ella se notaba triste, aunque no podía mostrarse así, por lo que mejoró su expresión de forma notoria, aunque más a la fuerza que de buena gana.

Fueron coronados, como no resultaba extraño, Mona estaba a un lado de Richy, enojada y con un poco de celos. Él, por su lado, estaba triste y se sentía mal por Sacarosa, pues aquello era como un tiro en el pie, solo que dado por otra persona. Lo único malo es que el baile de ambos era relativamente bueno, Albedo se la pasaba bien, eso sí. Sacarosa, solo lo sacaba porque era obligatorio.

Apenas terminaron, él dio una reverencia, como era debido, solo que ella simplemente asentó tímidamente con la cabeza, retirándose de forma brusca y apresurada. Las únicas fotos que les tomaron, fueron durante el baile, pues después, ella se negó. Comprendieron su razón, y no la molestaron más con ese asunto.

Mona fumaba afuera de la escuela al terminar todo, era clara su molestia y su cansancio, Xiao y Ayaka fumaban puros cerca de ella, pues quedaba perfecto con el uniforme que llevaban puesto. Sonreían agradablemente.

Albedo llegó por detrás y tomó de los hombros a la muchacha, ella volteó y sus ojos de enamorada regresaron a su rostro, así como un pequeño rubor y una buena sonrisa

-Soy el caballero de la blanca luna y a vos he venido a buscar.

-¿Caballero? Pero si de lo último que tienes pinta es de Quijote, mientras que yo parezco doncella de la blanca luna.

-Bueno, en eso tienes razón. Solo que lo escuché en una canción y no pude evitarlo. -Rió.

-No importa, está bien. Te ves muy guapo, Albedo. No pensé que Klee fuera a cumplir su promesa...aunque bueno, tuve que comprarle un peluche por esa razón.

-Sí, eso explica por qué no lo había visto antes. Solo dime, ¿por qué querías verme disfrazado así? ¿Por qué no pedírmelo directamente?

-Temía que dijeras que no. Y de lo otro...no lo sé, será atrevido lo que te diré, es que desde que te conocí, me pareciste un muñequito de porcelana.

-¿Ah sí? -Se sonrojó él.

-Sí, así me pareces. Me debo ir ya, guardaré las fotos muy bien para que no se pierdan. Nos vemos mañana. -Ella lo tomó de los hombros y le dio un beso en la mejilla, uno muy lindo, que incluso hizo que él se pusiera tan rojo como su casaca. Ella se marchó de inmediato, cubriéndose con su abanico, ocultando que estaba apenada, y cuando pudo dar un respiro, se llevó la mano al pecho, incrédula de lo que acababa de pasar esa noche.

Llegando a su casa, se desmaquilló, se quitó el vestido y se tumbó en su semidesnudez en la cama, llevándose una almohada al rostro, llorando sin remedio ni consuelo. se había enamorado de Albedo, por más que apostaba que nunca lo haría y que él jamás podría enamorarla, poco a poco se percató que había sido un fracaso total esa sentencia.

Curiosamente, el muchacho llegó a su casa a hacer un festejo en privado. Se quitó la casaca y la arrojó contra su cama, tomando una almohada para apretarla con fuerza, emocionado, tanto así que incluso comenzó a toser, así que se relajó bastante para que no le diera un ataque de tos. Estaba más que feliz y alegre, Klee se notaba feliz de ver a su hermano y a su mejor amiga vestidos como si fueran juguetes suyos.

El muchacho le jaló una mejilla al dejarse comprar por un peluche, aunque al final de todo, la agradeció, pues la cosa indicaba que iba por un excelentísimo camino para él. Se acostó en su cama, con las manos detrás de su cabeza, mirando al techo, sonriendo.

Ya anhelaba el día de mañana para poder estar con ella.
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Los que me pidieron que Mona no se enamorara de Albedo: la decepción, la traición, hermano >:'v

Uyy, aquí la cosa se puso buena 👀 pues creo que a muchos les caerá de sorpresa el que siempre sí Mona se enamoré del Albedito, y yo creo que más el hecho de que haya llorado al final del capítulo, ¿por qué será? 🤔

Ujujuy, solo yo sé esa respuesta (creo :v) así que espero que a pesar de todo, les haya gustado el cap, no se me había ocurrido hacer algo así en todo lo que llevamos de historia xd

Nos vemos el viernes, los quiero mucho. Voten y comenten...aunque siento que me lloverán madrazos por lo que hice, ¡no me arrepiento de nada! >:v

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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