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3.21 Nueva vida.

Habían pasado algunas semanas desde aquel encuentro entre Ayaka y Lumine, ambas ya estaban más tranquilas la una con respecto a la otra. Algunas veces, la primera de ellas podría estar hablando con Xiao, con algunas risas, solían encontrarse seguido cuando fumaban en la azotea de la escuela, eso sí no cambiaba.

Lo que sí es que, al menos Xiao, ya casi no solía fumar, otra vez había bajado la cantidad de cigarros que fumaba, e incluso pensaba dejarlo pronto al ya no estar tan estresado como antes.

Esos encuentros ya no ponían tan celosa a Lumine, lo que en realidad era un logro, pues seguía teniendo algunos poquitos celos de otras chicas, pero de Ayaka, ya no.

Ese día sucedía algo curioso, Tartaglia entraba a la escuela con un ramo de flores, era un día 11, y ese mismo día era aniversario entre ambos cuando eran novios. Lumine lo vio apenas entró por la puerta, y se llevó una enorme sorpresa al notar que el muchacho caminaba hacia ella, poniéndose nerviosa, ¿eran para ella?

-Lumine. -Le dijo, sonriéndole.

-Ta-Tartaglia, y-yo... -Pensando que se detendría frente a ella, sorpresivamente, él siguió de largo, lo que la dejó confusa por unos segundos, y cuando volteó a ver detrás suya, escuchó un pequeño grito de emoción que era de una mujer sin duda.

Al verlo, Tartaglia abrazaba a Xinyan a la vez que le daba el ramo de rosas que, de hecho, era bastante bonito, ambos se dieron un beso en los labios, cerrando los ojos y sin dejar de abrazarse.

La muchacha quedó boquiabierta, no dando fe de lo que miraba. Sintió un poco de celos, pero al final solo sonrió para sí misma, pues era un tesoro que había poseído y que despreció. Nada más le alegraba el corazón que alguien hubiera logrado hacer que Tartaglia volviera a estar enamorado.

Retirándose a su salón, en estado de shock todavía, encontró que Ganyu y Keqing escuchaban música de unos mismos audífonos, seguidamente, Fischl charlaba con un chico del equipo de futbol, al que le llegó un balonazo en la cabeza, lo que a ella le dio risa, pero solo para acariciarle la zona del golpe mientras lo consolaba.

Todo resultaba ahora nuevo tras un año de amores contrariados donde habían pasado tantas cosas y conocieron facetas suyas que jamás se imaginaron podían tener, en realidad incluso ahora les asustaba que habían cometido tantos pecados, por suerte todo había salido relativamente bien.

Siempre se preguntarían si estar juntos era la mejor decisión, pero ya lo estaban, solo el tiempo lo diría, sin embargo, estaban decididos a dar lo mejor de sí para que ya nada pudiera salir mal otra vez.

Zhongli llegaba caminando lentamente, se estaba recuperando del infarto, e incluso varios alumnos de todos los grupos lo ayudaban con sus deberes con tal de que no volviera a recaer. Al verlo, Ninguang solo negó con la cabeza a la vez que se cruzaba de brazos y movía un pie arriba y abajo.

-¿Te lo dije o no te lo dije? Si me hubieras hecho caso, nada de esto habría sucedido.

-Oye, todo fue por culpa de esa bruj...de esa señora. Fue la cereza del pastel, pero yo me encontraba perfectamente en mi ritmo de trabajo.

-De cualquier forma ya pasó. Mira el lado positivo, al menos me saldré con la mía y no tendrás tanto trabajo ahora.

-Hum, por desgracia para mí, saliste ganando. -Ambos rieron para comenzar a caminar a dirección.

Ahora solo faltaba el más importante, Lumine no lo encontraba por ningún lado, lo que ya era de extrañarse, pues su presencia siempre había destacado por la de cualquiera, y no siempre por las mejores razones.

Vio a Ayaka hablando con un chico alto, de cabellos rubios y ojos verdes, ambos se notaban muy alegres, incluso la muchacha se cubría el rostro con uno de sus libros, lo que era más que tierno. Cuando las dos chicas se vieron a los ojos, se sonrieron, y la de blancos cabellos, sabiendo a quién buscaba su contraria, simplemente le señaló hacía arriba. Eso indicaba lo más obvio de todo.

Ella, muy alegre, fue hasta la azotea de la escuela, abriendo la puerta para encontrarse a Xiao sentado en el suelo de forma muy campechana a la vez que fumaba un cigarro, solo como si estuviera inconforme. Al verse, ambos se sonrieron.

-Que sorpresa verte por aquí. -Le dijo.

-Sí, también a ti. -Le respondió, con una pequeña risa.

Él se levantó para darle un abrazo y un beso en la mejilla, el que Lumine recibió bastante gustosa.

-Te lo daría en los labios, pero sé que no te gusta que te deje el sabor a cigarro en la boca. Supongo que eso podremos dejarlo para después.

-Sí, tal vez. Tu padre está allá abajo, las clases van a comenzar en no más de cinco minutos, ¿qué haces aquí?

-En realidad eso me he preguntado por 16 años, ¿qué demonios vine a hacer aquí? Supongo que tarde que temprano encontraré la respuesta. Pero ahora solo me importa una cosa.

-¿Cuál?

-Estar un rato contigo. -Él le tomó de la mano, haciendo que sus dedos se entrelazaran. -Hoy amanecí con un poco de tedio, ¿qué dices si eres la chica que me iLumine esta noche? Digo, saldremos temprano, papá irá al hospital y Ganyu y Keqing tendrán una cita...así que tenemos la casa para nosotros.

-Qué pícaro eres. -Rió la chica, dándole un beso de patito.

-Oye, no seas malpensada, quería que fuéramos a ver películas a mi casa, digo, en realidad hay mucho por hacer todavía.

-Sí claro. -Lumine le enchinó los ojos a la vez que le jalaba una oreja. -Te conozco mejor que nadie, y sé que no te referías a eso, Xiao.

-Bueno, sí quería ir a ver películas pero...tal vez no solo a eso. -Él empezó a hacer ademanes mientras se comenzaba a reír, ambos novios se dieron un abrazo para que el muchacho le diera un beso en la frente.

Lo mejor que podían hacer en ese momento era ir a clases, como no podía ser extraño. Aquí lo mejor de todo es lo que lo hacía caminando tomados de la mano, y cuando se encontraron con Zhongli en uno de los pasillos, él simplemente sonrió de lado.

Le recordaba tanto a él y a Guizhong, pero a su modo, claro. Al final solo se alzó de hombros, sonriendo y siguiendo con su camino.

-Solo no hagan nada que pueda enojar al profesor Diluc. No queremos más infartados en esta escuela.

-Claro que no. -Dijeron, a la vez.

Llegando al salón, Tartaglia tenía en sus manos un reloj de bolsillo con un grabado de corazón en el mismo, Fischl le preguntaba un poco, y ciertamente la historia era bastante linda.

Él y Xinyan se habían "declarado" la noche anterior, dándose un beso en los labios mientras tenían una cita, pero como eso no estaba planeado, el muchacho le dijo que mañana se le declararía como Dios manda. Y sí, le dio un ramo de rosas hecho y derecho, mientras que ella optó por un regalo que tenía incluso desde antes.

Realmente los presentes quedaron enternecidos, y Lumine sintió especial calma en su corazón. Si bien era cierto que Tartaglia la había olvidado bastante más pronto de lo que cualquiera de los dos se hubiera esperado, en realidad eso estaba bien.

Ella estaba segura que Xinyan jamás lo haría llorar o jugaría con sus sentimientos, o al menos ella tenía esa espina. Y ciertamente, cuando la chica luminosa tenía una buena espina, las cosas salían más o menos bien. Solo le deseaba lo mejor al que fue su primer novio.

-Que alegrón que tengas a Xinyan como novia. -Le dijo. Es bastante bonita, aparte es la única morena, hasta eso que destaca muchísimo.

-En realidad siempre me llamó la atención. -Rió él. -Pero como estaba contigo, pues no le hablé. Realmente es bastante más cínica de lo que parece, apenas supo que habíamos terminado y se fue a consolarme, y ya se imaginarán en qué sentido.

-Caras vemos, corazones no sabemos. -Dijo Fischl, observándose las uñas.

-Sí, en eso tienes razón. Tan tranquila que se ve.

La obra ahora había sido propuesta por Tartaglia, y en realidad también quería actuar como protagonista. La misma era una muy especial, al tratarse de la favorita de Xinyan. Ya comenzaba muy pronto a ser deferente con ella, pero eso parecía ser algo de su personalidad en sí.

Lumine prefirió no ser la pareja de Tartaglia, ella tendría un rol más secundario junto con Xiao. Fischl o alguna otra chica del club podía tener el papel de ser la pareja del muchacho. Eso sí, se notaba que ahora él estaba mucho más atento que otras veces, lo que en realidad era completamente comprensible.

Tampoco es que él tuviera muchos errores, había dicho que incluso leía el guion con Xinyan, de ahí que lo hubiera aprendido más rápido que lo demás, cosa curiosa si se tiene en cuenta que, por ejemplo, ella no sería parte del casting. Otro detalle es que sí que se encargaría de musicalizar la obra, por lo mismo es que leía el guion, para darse una idea más o menos de cómo ir formando la música.

Suerte que no estaban juntos, o de lo contrario se pondrían bastante melosos. Xinyan era muchísimo más cariñosa que Lumine, o al menos su forma de expresar el cariño que sentía por su novio era representado por muchos besos y abrazos de todo tipo, por lo mismo es que siempre se les veía de empalagosos.

Apenas terminó la escuela, pues ya poco podía quedar ahí, Xiao se iba quitando la corbata, tocaría esperar a su padre, pues él todavía tardaba unos diez minutos más en salir. Para quitarse el estrés de todo el día de estudios, él prendió un cigarro, a lo que por obvias razones, Lumine se le quedó viendo feo.

-Pensé que dijiste que ya no fumarías.

-Y yo pensé que dijiste que dejarías de ser tan bonita. -Le respondió él, campechano. -Solo será uno y ya, no es gran problema. -Xiao prendió el cigarro, su contraria se tapó la nariz para apartarse un poco, pero él río y, con cigarro en la boca, la tomó de las manos.

-Xiao, ¿qué rayos haces? -Cuestionó ella, negando con la cabeza a la vez que sonreía.

-Vamos a bailar, quizá eso me ayude más a quitarme el tedio de las clases.

-No con ese cigarro de la boca.

-Puedo hacer ambas cosas a la vez. -Como pudo, Xiao fumaba del cigarro sin usar las manos, arrojando el humo para arriba, de ahí que el mismo no se le fuera a la cara a Lumine. -¿Lo ves?

-Siento que es mala idea. -Ella no podía evitar que su contrario moviera su cuerpo, por lo que bailaba de forma involuntaria, pero igual lo hacía bien. -Vamos, ¿dónde es que aprendiste a bailar?

-Es mejor que no lo sepas. -Volvió a fumar su cigarro, eso hasta que se cansó del mismo, sacándoselo de la boca para dejarlo en su mano. -Ya me estaba hartando de esa cosa, pero eso no es lo importante.

-Xiao, ¿cuántas veces tendré que dejes de fumar?

-Eso por ahora me da igual. -El muchacho le dio un beso rápido en los labios. -No podía darte un beso, que es lo que deseaba.

-Jum, no creas que siendo romántico podrás escaparte de mí. Deberías dejar de fumar, eso no es saludable.

-El estrés tampoco lo es y me la vivo estresado. O bueno, ya no tanto. -Sin darse cuenta, el cigarro le quemó un poco la mano a Xiao, por lo que soltó rápidamente la de Lumine a la vez que daba un pequeño quejido de dolor, ella solo se carcajeó de él, sonrojándolo.

-Sí, claro. El mismo vicio te dice que mejor lo dejes ir, creo que no hay otra señal para eso.

-En vez de que me consueles. Hum. -Él le dio un pequeño mordisco en la mejilla, lo que a ella le sorprendió pero solo la hizo reír más.

-¿Qué te sucede hoy? Estás más cariñoso de lo normal.

-No me creerías si te lo dijera. -Él le dio un beso en la nariz, mirando a la puerta, la misma por la que salían Ganyu, Keqing y Zhongli, quienes los miraron con desaprobación.

-Aquí no, chicos. Xiao, hora de irnos. Iré calentando el motor...ustedes dos. -Señaló rápidamente a las novias. -No se excedan mucho al despedirse.

-¡Pa-papá! -Exclamó la chica de los cabellos azules, la de cabellera morada solo río, tomándola de la cadera.

-Supongo que nos veremos mañana, ¿no es así?

-Pues sí...mañana, ¿qué haremos mañana?

-No lo sé, será martes, no saldremos temprano, ¿pero y si inventamos un pretexto para estar juntos?

-Que tengo tanta tarea que debo quedarme en casa de Ganyu...que es la misma que la tuya.

-Cuando se trata de mentir, somos muy ingeniosos. -Ambos se sonrieron para darse un beso en los labios de forma rápida, de ahí ambos se despidieron.

Ya todo resultaba bastante mejor, eran ingeniosos para mentir, sí, pero no se mentían a ellos ni a las personas que les importaban en los asuntos de relevancia en su vida.

Para la mañana siguiente, Xiao despertó con bastante animo de hacer algo creativo para Lumine, por lo mismo es que, llevándose una mano al mentón, se le ocurrió una buena idea. Usando su celular y la tarjeta de débito de su padre, como no podía ser de otra manera, haría algo que, no es que tuviera un motivo especial, pero que quería hacer sin duda.

Lumine, pasada una hora, se preparaba para ir a la escuela, poniéndose sus aretes y la pulsera que Tartaglia le había regalado el día de sus 15 años, lo que no se esperaba es que alguien tocara la puerta de la casa. No había nadie, así que de manera forzosa, tuvo que ir a abrir la puerta, aunque estuviera a medio peinar y sin tener todavía bien puesto el uniforme.

-¿Quién? -Preguntó al abrir, llevándose la sorpresa de que no era nadie. Solo que, al mirar abajo, se dio cuenta de lo interesante: un arreglo floral.

El mismo era pequeño, pero muy majo a la vez, ella lo recogió sin problemas, llevándolo hasta su mesa de noche, percatándose que había una pequeña nota. Las flores eran claveles y lirios, además de una sola rosa roja en la parte central del arreglo.

La pequeña nota era algo simple, venía en un pequeño papel. "Para la chica a la que espero no romperle otra vez el corazón" El firmante era Xiao, por supuesto.

Ese detalle era muy bueno para iniciar el día, y vaya sino lo creía así. Todavía no veía a su enamorado y ya sentía ganas de besarlo y abrazarlo. Claro que ella no se dejaría comprar solo con unas rosas, lo que deseaba es que el amor que Xiao le tuviera se lo demostrara de forma constante y no solo con palabras o pequeños gestos, sino con algunas acciones que esperaba hiciera o bien no hiciera. Ya más o menos el lector se puede ir dando una idea de a qué se refiere el autor.

Su encuentro en la escuela fue como algunas otras veces, ella lo buscaba por todas partes, no lo encontraba por ninguna, y no siendo que fue hasta la azotea que ahí lo miró, pero ahora no fumando, sino solo sentado en el suelo, mirando techo.

Ella fue y puso de cuclillas a un lado suyo, eso sí, haciendo que se miraran a los ojos.

-Gracias por las flores. Se me hicieron tan bonitas.

-Dicen que cuando se mandan con un afecto de verdad, las mismas durarán mucho. Espero que así sea...pero fue porque me costó un trabajo encontrar un arreglo me diera la sensación de que te gustaría.

-Oye, un regalo es un regalo. -Como pudo, la muchacha le dio un beso en los labios, uno que fue al revés por la posición en la que estaban, una que recordaba mucho a cierto súper héroe que está relacionado con las arañas.

-¿Entonces hoy te escaparás a mi casa?

-Sin duda. ¿Pero qué crees que te diga tu padre?

-Tendremos que pedirle a Ganyu que sea nuestra Celestina.

Ambos rieron para darse un nuevo beso que fue muy dulce, pero no tenían tiempo para tal, preferían centrarse en lo que era más importante, en realidad.

Para en un primer momento, Ganyu se negó bastante a prestarse a una mentira así, ¿para qué quería quedarse Lumine en su casa? Nada bueno podía salir de ahí. Si es que ella supiera que su primito ya había hecho muchas cosas en esa casa, y lo peor es que estando ella en la habitación contigua.

Ese detalle claro que jamás se lo contaría...tal vez a Lumine sí, pero a su prima no. Lo único que la convenció es que Keqing ya se había quedado a dormir en la casa, y si es que las novias habían tenido alguna intimidad en ese cuarto, era cosa que a Xiao no le interesaba saber, reconociendo que eso era secreto de su prima.

La realidad era que no, pues en todas las ocasiones que ambas tuvieron alguna intimidad, fue en la casa de Keqing, a sabiendas de que ahí nadie se daría cuenta, pero ese es otro detalle.

Obtenida la cómplice, era momento de poner las fichas a jugar.

Apenas fue la hora de la salida, Ganyu y Lumine fueron juntas con Zhongli a decirle lo que "sucedía". Él aceptó, pero haciéndosele particularmente extraño. Era maestro, más o menos sabía cuándo algún colega suyo dejaba mucha tarea, pero como en ese entonces él, por cuestiones de salud, casi no había estado al pendiente de esos asuntos, se lo terminó de creer, con un poco de dificultad.

Las dos chicas se encerraron en el cuarto de Ganyu, preparando todo para cuando Zhongli se fuera a dormir, confiaba en su sobrina, a la que ahora llamaba hija, así que no se le pasó por ningún lado el hecho de que todo fuera un plan para que los novios se encontraran.

-Si lo van a hacer...que sea tarde, no quiero escuchar ruidos extraños mientras trato de dormir.

-Ganyu, no lo haremos. -Rió ella. -O bueno, al menos no es mi plan...ya veremos qué sale, pero trataré de tener bien quieto a tu primito.

-Que ahora es mi hermano de manera oficial. -Suspiró la chica. -Solo lo haré porque un día podré cobrarme el favor.

-Hecho.

Llegadas las once de la noche, la invitada salió de manera silenciosa del cuarto de Ganyu para infiltrarse en el importante, que era el de Xiao, claramente. Apenas abrió la puerta, él estaba ya en pijama, con la sábana encima, solo saludó a su contraria con la mano.

-Al menos la ropa de dormir de Ganyu te quedó bien. -Rió él, silencioso.

-¿Qué es lo que planeabas exactamente? Yo sé más o menos qué quiero hacer...pero tú, tú me provocas duda.

-Solo ven, acuéstate. -Ella hizo lo pedido, dándole la espalda a su contrario, quien la abrazó así, besándole una mejilla. -Hay tanto por lo que debo disculparme.

-Eso ya quedó en el pasado. La única forma en que puedes pedirme perdón, es no haciéndolo de nuevo.

-Sí, en eso tienes razón. Ciertamente pudimos esperar hasta el sábado, pero no lo sé...

-¿Querías pasar una noche a mi lado? Porque yo contigo, sí. -Sonrió ella.

-Yo también, por eso te mandé el arreglo. No sé por qué, pero quería estar a tu lado todo el día, y eso incluía hasta el próximo amanecer.

-Se antojaba desde hace tiempo. Solo hay una cosa que me molestará para siempre, o bueno, mientras vivas aquí.

-¿Qué no tendremos rienda suelta?

-No, no es eso. Que en este cuarto y en esta cama también hiciste el amor con Ayaka. -Él solo se contuvo una risa.

-Y dale con eso...

Ambos se miraron a los ojos, dándose un pequeño beso en los labios, sonriendo. Tras eso, se dispondrían a dormir así: abrazados, protegidos del frío.

A eso de las doce, Ganyu entró ya que había olvidado algo en el cuarto de Xiao, deseaba con todas sus ganas no encontrarse con alguna escena que la fuera a traumar, pero no, de hecho nada podía ser más pacífico.

Ambos enamorados estaban juntos, abrazados de cucharita, roncaban un poco, se tomaban de una mano y, además, compartían la colcha, cosa en la que cualquiera pensaría que también discutían.

Ella solo los miró, enternecida. Los había visto juntos de tantas formas diferentes, y el retornar a la vez que los vio juntos por vez primera, le traía tantos recuerdos.

-Son felices ahora...el corazón de Xiao ya ha sanado, Lumine solo lo quiere a él...tantas cosas por las que pasaron, pero después de todo ahora están así. Espero sea así por un buen tiempo...

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A la mierda, tilin. El final estuvo bastante lindo :'v, aunque nadie se imaginó que terminaría así por lo turbulento del arco xD

Pues bien, este es el capítulo final del arco, ahora sigue el de Albedo uwu

Perdón por no publicar la semana pasada cuando dije que sí lo iba a hacer, la verdad tuve un montón de problemas para escribir, de hecho pensé que hoy no iba a publicar, pero aquí estamos. uwu

Me tomaré esta semana de descanso para planear el arco, ya más o menos tenía una idea en concreto, pero me falta mucho hilarla, además de que necesitamos una cantidad enorme de contexto. Pues bien, así cierra la historia entre Xiao, Lumine, Ayaka y Tartaglia, muchos quedaron insatisfechos con el resultado, otros más desertaron, pero en fin, solo es una parte de la historia, y me sirve de retro alimentación para saber qué hacer y qué no hacer xdxd

Nos vemos el próximo lunes...espero, con eso que ya no sé ni qué me pasará entre semana, ya estoy de vacaciones así que tal vez tenga más tiempo para pensar.

Siempre tuyo:

-Arturo.

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