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3.20.1 La despedida.

Ninguang se había ofrecido a llevar a los muchachos a casa de Zhongli, quizá mañana, una vez estuviera relativamente mejor, pudieran hablar con él sin problemas, claro, por uso del celular, que en realidad era lo importante.

Ayaka iba con ellos, especialmente porque deseaba hacerle compañía a su antiguo enamorado. Ella incluso lo había dicho, no rompió esa promesa que le hizo hacía más de un año.

Al ser ya tarde, pues pasaban de las 12 de la noche, Ganyu le dio la opción de que se quedara a dormir esa noche, la chica aceptó, pues no es que ese departamento fuera desconocido para ella, lo conocía de sobra.

-El día fue largo y agotador...sin duda me iré a dormir como no lo he hecho en meses. -Sonrió de forma cansada la chica de cabellos azules.

En cuanto los dos antiguos enamorados quedaron solos, se sonrieron de forma comprensiva.

-Gracias por venir a verme aunque no tenías la obligación. Supongo que no solo hablas de dientes para afuera respecto a ser una mejor persona.

-Nunca lo haría. Solo dime donde dormir, lo demás no debería preocuparte mucho.

-En mi cuarto está bien, al final de todo ya lo conoces. -Rió él. -Yo dormiré en el de mi papá. Aprovechando que no está...

-No te sientas intranquilo, Xiao. Él estará bien, y no es que yo lo hubiera salvado, fue tu madre, con que tú tuvieras puesto su collar estaba bien todo lo demás.

-Eso no podré saberlo nunca...y prefiero que así sea. En fin, si Ganyu pudiera prestarte alguna pijama, no lo sé. Iré a preguntarle, son de estatura parecida.

Dicho y hecho, Ganyu le dio algo de ropa de cama a su buena compañera, la que entró al cuarto de Xiao a cambiarse. Él deseaba darle las buenas noches, pero prefirió que la cosa se quedara así. Él también estaba cansado y con ganas de dormir, y eso fue justamente lo que hizo.

Apagó las luces de toda la casa y entró a la habitación de su padre con tal de quedarse dormido, sintiéndose tranquilo como Ayaka le había pedido. Sin embargo, a eso de las 3 de la mañana, la puerta de su cuarto se abrió, él simplemente no reaccionó, estaba más que dormido, incluso roncaba.

Lo único que lo despertó, y eso a medias, fue sentir que alguien lo abrazaba por detrás. Él sonrió, pensó que estaba soñando. ¿Sería su madre que lo venía a visitar y a asegurarle de que todo estaría bien?

Al abrir los ojos y voltearse, se llevó la sorpresa que Ayaka se encontraba a su lado, con los ojos cerrados. Él se hizo para atrás, la muchacha abrió sus orbes azules.

-¿Ayaka? ¿Qué haces aquí?

-Extrañaba cómo se sentía dormir contigo, me traía mucha calma. -Ella lo abrazó de nuevo, el chico no se resistió. -Quise aprovechar ya que seguramente no tendré una oportunidad así de nuevo.

-Pensé que tú...ya me habías dejado atrás.

-Xiao, ¿cuántas veces te lo debo decir? Te amaré siempre, eres el amor de mi vida, pero si yo no soy el tuyo, ¿qué puedo hacer? Solo resignarme y dejarte ser feliz.

-No te negaré que eso me hace sentir mal. -Aunque Xiao pensó que la única intensión de Ayaka sería la de dormir a su lado sin más, pronto se dio cuenta de su error.

Al bajar la vista, la blusa de dormir de la chica estaba desabotonada, su seno derecho quedaba completamente al descubierto, y la chica se acercó a él para que sus entrepiernas estuvieran juntas. Por si poco fuera, Ayaka tomó una de sus manos, llevándola hasta su trasero, él se exaltó.

-¿Puedo pedirte una cosa, Xiao?

-Depende de cual sea...

-Hazme el amor una última vez... -Ella se abalanzó sobre sus labios, comenzando a besarlo, incluso encimándose sobre él. Pasados los segundo de besos y caricias, la muchacha se arrodilló en la cama para quitarse la blusa, dejando al descubierto su torso. -Quisiera entregarme a ti para demostrarte lo mucho que te amo...

-Ayaka...fuiste la mejor de las novias, solo que mi corazón ya le pertenecía a alguien más y no lo sabía en el momento.

-Por ahora no la menciones. Quiero que solo seamos tú y yo.

Más besos comenzaron a pasar por sus labios y su cuerpo, no se escuchaba nada en la calle, el silencio reinaba en esa noche, salvo en aquel cuarto donde los dos jóvenes se encontraban.

Conforme se fueron quedando sin ropa, Xiao quedó sobre Ayaka, ella lo tomaba de las mejillas, besándolo con los ojos cerrados, extrañaba con todo su corazón ese tipo de noches, donde los dos hacían el amor. Por primera vez, Xiao tendría sexo con Ayaka; ella siempre le haría el amor.

-Hazme el amor, Xiao. Quiero que me hagas tuya, recibir tus besos, tus caricias, eso me llenaría de felicidad como no tienes idea.

-Pero no tengo condones.

-Xiao, ahora no me importa, no quiero desperdiciar la última oportunidad que me queda de compartir una noche hermosa contigo.

-Entonces ahí voy...dime si te lastimo.

Apenas el muchacho entró en el cuerpo de Ayaka, ella dio un gemido a la vez que apretaba los ojos y abrazaba con más fuerza a su contrario.

Se tomaron de las manos, lo harían como ya se sabían de memoria: de forma romántica y con tranquilidad. Cada movimiento causaba en Ayaka una mezcla de placer y felicidad, era consiente que este momento podía no repetirse jamás, así que estaba feliz de gozarlo una vez más.

-¿Cómo se siente mi vagina?

-Tan caliente...nunca antes lo hicimos sin condón y realmente me parece algo más placentero. Te puedo sentir como nunca lo hice.

Ella enredó sus piernas en la cadera del muchacho, tomándolo del cabello con suavidad a la vez que le abrazaba la espalda y le besaba la mejilla con cariño.

Su ritmo era lento, casi armónico había que decir, ambos gemían silenciosamente, él le besaba el cuello, lo que encendía a Ayaka, la que pasaba sus manos por el cuerpo de su enamorado con desesperación, tocándolo una vez más como lo anhelaba desde hacía mucho tiempo.

Él quería cambiar de posición, se arrodilló en la cama, tomando de las piernas a su contraria, la que lo seguía teniendo enredado, empezó a moverse de atrás para adelante, mirándola en la obscuridad: sus ojos estaban cerrados, su cuerpo se movía con cada movimiento a la vez que se tapaba la boca para no gemir fuerte al haber otra persona en casa.

-N-no me aprietes mucho, siento que podría terminar más pronto. También me gustaría que este momento durara por buen tiempo.

-Está bien, Xiao. Quisiera complacerte más, pero tienes razón. Él la tomó de la mejilla, Ayaka estaba sonrojada, sonreía con ternura, ambos se dieron un beso en el que su lengua estuvo de por medio, ese beso lo habían reservado solo para ocasiones así, no para ninguna otra.

Tomándola detrás de la cabeza y llevando una mano a su abdomen, el muchacho aceleró un poco su ritmo, sin dejar de besarla, era realmente hermoso el tan solo observarlos, hacían el amor con inocencia y sin ningún morbo, como siempre había sido con ellos, lo que era lo mejor.

Xiao levantó su torso, Ayaka se sentó sobre él, abrazándolo con fuerza así como él lo hacía, ambos se besaban con los ojos cerrados, y solo por juguetear, ella le tomó el trasero, apretándolo un poco, sonriendo mientras lo hacía.

El sonrojo que apareció en el rostro del chico no pudo ser más tierno, y es que ella se separó del beso, mirándolo directamente a los ojos.

-Ten por seguro que esa expresión tuya siempre se me quedará grabada en el corazón. -Le dio un pequeño beso en la nariz. -Si bien no podré ser siempre la que te de felicidad...me alegra como no tienes una idea el que haya sido quien te sacó el infierno en el que estabas y que tu corazón finalmente conociera el amor.

-Nunca te lo agradecí...pero tienes razón al final de todo.

-Mi sueño era hacerte feliz, lo logré, Xiao. ¿Eres feliz?

-Lo fui desde que te conocí.

-Me regocija escucharte decir eso.

Ella comenzó a dejar de ser pasiva, por lo mismo es que sus movimientos entraron en acción, eran cortos y rápidos, Xiao abría los ojos y tiraba la cabeza para atrás por el placer que sentía, era tan evidente, tan grande, los dos se volvieron a besar en los labios con mucha vehemencia, como ya estaban acostumbrados desde hacía un tiempo.

-Xiao, en este momento soy tuya, mi cuerpo es tuyo, te lo doy de manera voluntaria, hazme lo que quieras, no te detengas.

Lo siguiente que sucedió en aquella cama, es que Ayaka se arrodillo en la cama, colocando sus manos en el colchón mientras Xiao la tomaba de los costados, juntando su cuerpo al suyo mientras movía su cadera, golpeando su entrepierna con el trasero de Ayaka.

Ambos se tapaban la boca para no gemir, por suerte el colchón no era como el del cuarto de Xiao, ese rechinaba de tanto uso, éste quedaba más nuevo.

Lo hacían tratando de no ser descubiertos e, irónicamente, les gustaba sentir esa adrenalina de saber que si Ganyu despertaba, evidentemente iría a ver qué sucedía. Si los descubría, la que se les iba a armar. El autor ya lo ha dicho: lo prohibido siempre es más placentero.

-Más, quiero más de ti. -Susurró ella, despapándose la boca de forma rápida.

Por cosa de que de seguir así no podrían contener más sus gemidos, ambos se recostaron de lado, el muchacho tomó una de las piernas de su compañera de noche para levantarla y así comenzar a hacerle el amor nuevamente.

Estando así, él le besaba la mejilla, ella lo tomaba de los cabellos como podía, tomándose con sus manos sueltas, solo así podían tocarse como quisieran especialmente Xiao, que tenía a su alcance todo el cuerpo de Ayaka solo para él, incluso ella misma se lo había dicho, y sí, en eso no se equivocaba.

Trataban de besarse como podía, pero les resultaba incomodo, por lo que siguieron tapándose la boca para que no hubiera un sonido que se colara por accidente hacía el otro cuarto, ya estaban cansándose, especialmente después de ese largo día.

Finalmente lográndolo, ambos se dieron un beso de lengua al haberse acomodado de mejor manera, cerraban sus ojos, tomándose de una mano sin detener los movimientos que hacían, era un logro que así fuera, pero lo estaban consiguiendo.

Sintiendo que no podría más estando así, Xiao prefirió cambiar la posición quedando una vez más sobre Ayaka a la vez que se abrazaban por igual, dándose un beso de lengua que en realidad les caía bien.

-Creo que ya no me quedará más tiempo.

-Mientras lo podamos disfrutar, no importa si es mucho o poco. Para ser la última vez que haremos el amor, no me estoy quedando con ganas de más.

Ambos se volvieron a besar, pero conforme los segundos fueron pasando, Xiao apretó los ojos, sabiendo lo que pasaría, empezó a gemir un poco más fuerte.

-A-Ayaka...ya no soporto más.

-Déjalo dentro de mí, esta noche no importa nada. -Pidió, gimiendo. -Quisiera saber qué se siente que el amor de mi vida termine dentro de mí.

Apenas terminó, el muchacho dio un gemido, dejando su pene dentro de la vagina de Ayaka mientras lo hacía, ella sonrió. Él quedó agotado, tardando unos segundos en reaccionar, ¿lo que había hecho estuvo bien? ¿Podrían haber consecuencias? Cualquiera pensaría que sí, la realidad es que tal cosa es dudosa que fuera a suceder.

-X-Xiao, puedo sentirlo, puedo sentir como terminas, es curioso, no sé cómo describirlo, pero me gusta. Lo siento resbalar por mi interior. (Los anti Ayaka: maldita gata rompehogares, quiere quedarse embarazada para amarrar a Xiao D:)

Ambos se recostaron en la cama, abrazándose, besándose hasta que se quedaron dormidos profundamente. Todo había acabado por ahora, mañana sería otro día y lo de esa noche, en sí, no había ocurrido para ellos, pero sí para los demás.

Apenas ella despertó para la mañana siguiente, y se refugió en el pecho de su contrario, como si fuera una pequeña niña que busca aferrarse a algo.

Seguían desnudos, así se habían dormido, Ayaka sabía que, de no hacer algo, esperaría un hijo de Xiao en los próximos meses. Nunca se planteó la idea de tener una familia con él, pues lo suyo siempre fue más a lo inmediato, y ahora que se presentaba la oportunidad, ¿no la aprovecharía?

Ni siquiera lo pensó, no le haría eso al que fue el amor de su vida. No tenía corazón, y sería ir en contra de todo lo que le profesó. Apenas pudiera, tomaría el medicamento para impedir el embarazo. De cualquier forma, buscaría algo para beberse y así garantizar su éxito.

El chico finalmente despertó, ella lo terminó de espabilar con un beso en los labios, iniciando su mañana de la manera más tierna que había en la vida. Era la primera vez que sucedía algo así en su vida, sería su último beso, pero no por ello no sería el mejor o el más memorable.

-Buenos días, Xiao. –Sonrió ella, comenzando a vestirse de manera inmediata.

-Pensé que...era un sueño. No importa ya, quizá me arrepienta después, pero no negaré que fue lindo.

-Lo sé, fue muy lindo. Xiao, ¿puedo pedirte algo?

-Claro.

-Rompe la promesa que me hiciste. –El chico sintió un golpe en su corazón, no se esperaba esa propuesta de ella. –Nunca fui el amor de tu vida, y si lo analizo, tal vez tú tampoco seas el mío. No quiero complicarte más la vida, y escúchame atentamente porque será la última vez que te lo diga: te amo, Xiao. No quiero que me digas lo mismo, dile eso a Lumine. –Ayaka comenzó a llorar. –Sé feliz con ella, espero que pueda darte la felicidad que yo te di, incluso mucho más, porque eso es lo que mereces. No quiero que nunca vuelvas a ser ese chico depresivo y sin ganas de vivir, sé una persona rebelde, amable, que defiende a los demás porque lo piensa como lo correcto.

-Ayaka...no llores, por favor. Perdóname por jugar con tu corazón, no te merezco, y no creo ser el amor de tu vida, porque el amor de tu vida nunca te romperá el corazón.

-Megszakad a szívem. No lo eres, y no lo forzaré, de cualquier manera, te doy las gracias por todos los momentos que pasamos juntos, nunca los olvidaré.

-¿Crees que yo sí? Tampoco lo haré.

Ambos se dieron un abrazo bastante fuerte, esa sería la despedida de la rebelde y el miserable. ¿Qué puede decir el autor sobre esto? Simple, que él prefería a Ayaka, pues su amor era tan puro, tan sincero, ella tenía como su único ideal hacer de Xiao el chico más feliz del mundo, y lo logró, pero algunas cosas nunca se superan, especialmente si se trata de la primera persona que te trato con humanidad y cariño. Las segundas se recuerdan con fervor, pero los detalles se olvidan con el tiempo.

Comiendo junto con Ganyu, y siendo algo que ninguno de los dos se esperaba, pues estaban por partir de la escuela, el celular del muchacho sonó, era una videollamada, y quien la realizaba era su padre. Él tomó el celular de golpe, contestando lo más rápido posible.

-¡Es papá, Ganyu, ven rápido! –Le dijo, la muchacha se lanzó a su lado. Apenas lo vieron, ambos lloraron de alegría de verlo vivo, se notaba cansado, pero estaba ahí, sonriéndoles. -¡Papá! –Gritaron los dos a la vez.

-Niños, que alegría me da verlos. –Tosió él. –Este vaquero todavía no se irá a ningún lado. Vi a tu madre, Xiao. Ganyu, no tienes la menor peregrina idea de la regañada que me dio tu tía, me dijo que había hecho un trabajo terrible, y no puedo negar que se equivoca, realmente creo que sus bofetadas y palabras me dolieron más que el corazón antes del infarto. Sin embargo, me dijo que todavía tenía tiempo de componer las cosas, y como ahora estabas tú, no podía fallarle. Le alegra mucho que ahora vivas con nosotros, para ella también eres su hija y que ama y te acepta como eres, o eso me dijo, realmente le pareces una muchacha tan linda. –Al ver a Xiao, lo hizo con una expresión constante de sospecha. –Y en cuanto a ti, me dijo que has estado haciendo mal, que te decidieras de una maldita vez, no sé de qué habla, pero cuando esté en casa, ten por seguro que no escaparás de algunas preguntas que quiero hacerte.

-¡Hazme las que quieras, papá, pero regresa a casa, por favor! –Le dijo, llorando.

-Lo haré, lo haré. Te diré todo lo que quieras.

-Mis niños, tengan un poco de paciencia, los veré pronto, se los prometo. –Sonrió, para comenzar a despedirse de ellos.

Apenas finalizó la llamada, los dos hermanos, y ahora sí hermanos, se miraron a los ojos, llorando a borbotones para darse un buen abrazo. Sin duda, ese collar había hecho más cosas de las que cualquiera hubiera pensado.

Curiosamente, Zhongli llevaba puesto el collar, así que en realidad no tendrían que preocuparse de mucho. Alguien muy en específico lo estaba cuidando.

Después de esa llamada, unos segundos después le llamó Lumine, apenas y se acordaba de ella, puesto que todo lo anterior le hizo olvidarse de cualquier cosa como no fuera su padre o Ayaka, de ahí que le respondiera.

Ella claramente notó que había dejado de llorar hacía poco, lo que la alarmó, eso solo significaba que las cosas habían salido mal. Por suerte, nada de eso tenía que ver con lo que en realidad pasó. Le pidió que mejor lo hablaran en privado, eso era lo mejor. Ahora no le ocultaría ese secreto.

La muchacha fue a comprar algún regalo para Zhongli, algo con lo que pudiera desearle que se recuperara, y sabiendo que necesaria bastante tiempo para descansar, prefirió comprarle un libro, para que lo leyera en sus ratos de aburrimiento.

Al final de cuentas, era su suegro, tenía que tenerle alguna consideración, y tomando en cuenta todo lo pasado y lo mucho que Xiao habría sufrido, apoyar a su padre sería apoyarlo a él de forma indirecta, así que, una vez estuviera en casa, le ayudaría en cualquier cosa que necesitara.

Se preguntaba porque él había llorado si todo salió bien, sospechaba porqué, pero necesitaba confirmarlo.

Viéndose en la escuela, ella fue corriendo a abrazarlo, él regresó el gesto.

-Qué bueno que todo salió bien con tu padre. Seguramente tu madre lo ayudo a que no se muriera.

-Sí, te sorprenderá pero Ayaka tuvo que ver en eso.

-¿Ayaka? ¿Fuiste a verla?

-Lumine, eres la chica más celosa que conozco. –Se rió él.

-¿Conoces a otras chicas, perro? –Le respondió en tono de burla.

Al explicarle qué tenía que ver ella en todo ese asunto, ahora la que se sintió mal fue Lumine. Siendo una especie de responsabilidad con su novio, no estuvo para apoyarlo cuando más lo necesitaba. Después de todo, quizá y la chica de cabello blanco sí que tenía razón.

-Pero no es todo...Ayaka pasó la noche en mi casa y ella y yo...lo hicimos. –El rostro de sobresalto de Lumine fue muy notorio. –Me dijo que quería que fuera una última vez, que le diera un último beso, y se lo cumplí, por los viejos tiempos. Ella ya no estará aferrada a mí, quizá te lo diga a ti también y te dé su propia versión.

-Xiao, quisiera enojarme, pero no tengo derecho. Le hice lo mismo a Tartaglia y a Ayaka...me molesta, sí, pero no puedo reclamar nada. Sigh...solo porque será la última vez, y si vuelve a pasar, esta vez no te lo perdonaré, ¿me oyes bien?

-Sí, Lumine. No pasará otra vez, tienes mi palabra. No lo sé...me siento liberado de esa carga, de saber que ya no tengo que sentirme culpable, al menos ya pasó.

-Ojalá así sea, Xiao...ojalá que sí.

Él rió, dándole algunos besos en la mejilla que ella le negó. Estaba enojada en ese momento, no es que pudiera hacerse algo más en ese estado.

Al ver a Ayaka por los pasillos de la escuela, ella la saludó con una sonrisa, lo que la sorprendió, ¿se burlaría de ella? Parecía que no, no hubo otro gesto o alguna mala cara. Solo esperaría a ver si es que le decía algo con respecto a lo de la noche anterior.

La clase del profesor Zhongli, por muy evidentes razones, fue hora libre, como nadie se lo había esperado, nadie preparó nada para esa hora, así que no había muchas cosas por hacer. Xiao aprovecharía para ir por un muy necesario cigarro, fumaría en la azotea de la escuela como era normal. Lumine no lo acompañó por la sencilla razón de que odiaba verlo fumar, así que pasó de eso.

Prefirió quedarse hablando con Fischl, preguntándole su opinión al respecto de lo ocurrido. La misma fue simple: "no actué como debí actuar".

Su enamorado tardó un poco más de lo que se tenía previsto, por lo mismo es que se extrañó un poco de tal cosa, pero no quería pensar mucho en eso, mejor se centró en hablar con su compañera.

-Realmente todos nos llevamos un buen susto, muchos apenas supieron que Xiao era hijo del profesor Zhongli. Por suerte, Ninguang ya ha dicho que él está bien, pero que tardará algunas semanas en reincorporarse por muy evidentes razones.

-Lo curioso es que ella le ha pedido muchas veces que tome un descanso...y solo por ser obligado lo tomará.

-Y si no lo es, dudo que lo tome. –Rió ella. Después de todo, era muy probable que algo así sucediera.

Al llegar Xiao, él le dio una pequeña nota a Lumine, lo que se le hizo un lindo detalle...hasta que vio el nombre del remitente.

-Ayaka me pidió que te la diera. Me la encontré en la azotea. Y antes de que lo preguntes, no, no nos besamos, ni siquiera me llamó de forma linda.

-Je, cómo se esperaba de Lumine, siempre celosa.

-No lo soy. Tch.

Al abrir la nota, la misma era simple...muy simple, de hecho. Solamente decía "te espero en el la parte trasera de las canchas de futbol rápido". Decidió ir ya que quería escuchar que tenía por decirle, pero los recuerdos de esas situaciones, la verdad es que no eran precisamente buenos, más precisamente el primer encuentro que tuvieron.

No iba con la disposición de pelear o discutir, quería escuchar que tenía su contraria para decir, cuidando de qué pasaría con lo que hablarían.

Ciertamente, no esperaba que le dijera algo bueno, quizá solo quería presumirle que logró que Xiao le fuera infiel con ella. Sabía que tampoco llegar a esos extremos era lo mejor, así que prefirió tranquilizarse y dejar que las cosas fluyeran de forma natural.

Llegado ese momento, la chica llegó incluso antes que Ayaka, lo que la sorprendió. Espero, y cuando su contraria llegó, ésta le sonrió con amabilidad.

-Pensé que no ibas a venir. Sé que no te agrado y...con lo que Xiao ya te dijo, me parece menos.

-Me dijo que te alejarás de él, ¿eso es verdad?

-Vamos, vamos, Lumine. No te sientas a la defensiva porque yo no busco atacarte. No me alejaré de él, pasé tantos momentos tan lindos a su lado que quisiera no romper relaciones con Xiao. Sin embargo...ya no lo buscaré por algo sentimental. Comprendí que yo no soy el amor de su vida, y probablemente tú tampoco, pero eso no lo puedo saber, así que prefiero dejarlo que experimente y, si lo llegas a ser, estaré feliz por él.

-Ayaka...no pensé que tú...

-Admítelo, Lumine, piensas que soy una gata rompe hogares, o que soy una arrastrada por Xiao, o incluso una manipuladora. Pero no, yo solo lo amaba de forma sincera. –Ayaka comenzó a llorar. –Nunca lo aparté de ti por mi conveniencia, me dolía tanto verlo sufrir, quería que fuera feliz, solamente por eso lo hice: por la felicidad de Xiao. Ahora que él ya no es como cuando lo conocimos, que ya conoce el amor y la comprensión, puedo dejarlo ir. Me gustaría amarlo hasta que no sienta nada por él, pero fue al revés, y está bien, no me aferraré a él porque no es mío, jamás lo fue, y nunca quise tenerlo solo para mí, solo te pido una cosa, que si no la cumples, definitivamente no podré perdonarte nunca. Por favor, hazlo feliz, que nunca esté triste otra vez, que no se sienta abandonado por la vida, es lo menos que se merece después de tantos años de soledad, ¿me lo prometes, Lumine?

-Y-yo...te lo prometo, Ayaka. Haré de Xiao una persona feliz. ¿Así que siempre fue por eso? Pensé que era por tu egoísmo, por tu arrogancia o que incluso estabas obsesionada con él...

-Lumine, me perdonarás por decir la verdad pero la egoísta y arrogante siempre fuiste tú. Querías moldearlo a tu manera, sin respetar sus sentimientos, solo pensaste en los tuyos. Déjalo ser, Lumine, también te pido que eso me lo prometas.

-No estoy de acuerdo con lo primero, pero con lo segundo...¿qué puedo hacer ya? Parece que nunca cambiará.

-Y eso me hace feliz. Siempre estaré para él, siempre quiero apoyarlo cuando se sienta mal, no quiero suplantarte, es que le hice una promesa y no deseo romperla jamás. Incluso si tu relación con él acaba algún día y él lo sufre, yo lo consolaré, pero no para atraerlo a mí, sino para que pueda volver a levantarse.

-Te juzgue mal, Ayaka. Él me dijo que eras muy noble, y en realidad es verdad. Cuenta conmigo, no se me olvidará lo que me pides que haga por él.

Al final, las enemigas a muerte se pudieron reconciliar. Ninguna de ellas fue lo que su contraria pensó que sería.

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Jooo, apenas si lo conseguí acabar a tiempo :'v

En fin, quizá después haga un final donde Ayaka se quede con Xiao, como es el primer fic que abarca ese ship, no puedo dejar que acabe así sin más :'v

O puede que le dé un final feliz en mi otro fic, con eso que tengo el "what if" en mi poder -ríe maquiavélicamente- 

Este final es más que nada para demostrar que Ayaka no era malvada, y para satisfacer a los team Ayaka ya que nunca les di un lemmon xd, quizá después haga el flashback de cuando fue su primera vez, eso también me faltó, pero regresando a lo principal, ella solo quería que Xiao fuera feliz, no estaba obsesionada con él como muchos afirmaban, sino con que estuviera contento y pudiera salir de ese pozo en el que estaba.

Quizá la próxima semana solo publique un capítulo, tengo que ponerme al corriente con varias cosas, más que nada voy atrasado con el fic, apenas y pude acabarlo para tenerlo listo para hoy. Grazzie por su comprensión, estaré ocupado ya por ser final de semestre y se me viene un poco pesadito, así que dejaré de escribir por un rato, ojalá no sea mucho tiempo.

Nos vemos...no sé que día, porque me acabo de acordar que tengo bastante tarea que no se hará sola... :'C

Siempre tuyo:

-Arturo.

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