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3.11 Actualidad.

Xiao caminaba hacía la azotea, ese lugar que conocía bastante bien por estar acompañado de la persona que mejor lo conocía, e inclusive un poco mejor que él. Lo que recién pasó no podía quedarse así como si nunca hubiera pasado, era en realidad muy importante.

Saber que le hizo tanto daño a la persona que más llegó a amar en su momento le causaba sentimientos encontrados. A diferencia de su padre, él no estaba seguro de que mereciera ser perdonado, ni por asomo, pues ahí no había mentiras de terceros, sino únicamente suyas y nada más.

Ya casi no fumaba, pero ese día lo necesitaba mucho, era algo completamente necesario, y al encontrarse con Ayaka, quien lo recibió con un abrazó, fue lo primero que le pidió, por supuesto.

-Pensé que ya no fumarías. -Se extrañó, teniendo ella su propio cigarrillo en la boca.

-Elegí un mal día para dejar de fumar... -Suspiró, prendiéndolo apenas lo tuvo en sus manos. -Tenemos que hablar, es algo muy serio y hoy aprendí que ocultar cosas a las personas que me importan los puede lastimar más que si lo saben, aunque sea algo doloroso.

La sonrisa de la muchacha se borró por completo, y su confianza en qué pasaría después de estar ahí se vio nublada, pues vaya que la cosa se ponía tensa en menos de un segundo. Teniendo bastante temor de qué le diría, ella asentó con la cabeza, queriendo saber qué tendría por decirle.

-Es difícil decirlo, especialmente por lo que me ya me habías dicho...pero besé a Lumine, y en realidad no te puedo negar que era algo que quería que pasara, y que para ser la primera vez que la besé, en realidad me resultó maravilloso.

Ayaka comenzó a respirar más rápido, sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, el cigarro que tenía se le cayó de las manos, llevándose la misma a la boca.

-A pesar de lo que te dije, a pesar de lo que tú mismo te dijiste...lo hiciste. La amas, ¿no es así? Sabes, Xiao...te amo más que ella, mucho más que ella, seguramente soy la persona que más te amará en tu vida...y por eso, si te estorbo, si interfiero con tus sentimientos, sería mejor que me alejara de ti.

-No. -Sentenció él, de golpe, abrazándola. -No te irás de mi lado, Ayaka...descubrí que hice sufrir mucho a Lumine, dañé su corazón y me fui como si nada. No tienes la culpa de ello, solo yo, debí decirle lo que en verdad sentía y que tú ocupabas más espacio en mi corazón. Estoy seguro que me odia, y no merezco su amor. Perdóname por lo que hice, Ayaka, no debí besar a Lumine. -Lo abrazó con más fuerza. -Ya lastimé a una persona muy querida para mí...no dejaré que sean dos, ¿de acuerdo?

-Prométeme que así será...

-No te lo prometo a ti, Ayaka. Me lo prometo a mí mismo, pues no quiero mentir jamás, ni tampoco ocultarte secretos a ti ni a nadie.

-Xiao... eso es lo que me gusta de ti, que siempre buscas cómo ir cambiando y siendo mejor. -Ella se limpió las lágrimas. -Te perdono, pero con la única condición de que, cuando dejes de amarme, me lo digas de inmediato, o si te empiezas a enamorar de otra mujer, también dímelo. Si hice que te enamoraras de mí una vez teniendo todas las de perder, ¿por qué no podré una vez más teniendo las de ganar?

-Así lo haré, no lo dudes. -Él le dio un beso en los labios, el mismo que fue respondido con bastante calma, pues ahora siendo la chica consiente de la situación, trataría de renovar su relación.

Por lado de los otros tortolitos, es notorio que con el pasar de las semanas en su relación de novios, la misma no solo no perdió fuerza, sino que se acrecentó. Tartaglia era lo más parecido a un chico excesivamente deferente con ella, pues la llenaba de besos, abrazos, flores y peluches, invitándola siempre que era posible al cine, a tomar algo juntos, y ahí recaía su encanto.

Lumine lo había domado, pues no podía negarse a absolutamente nada de lo que ella le pedía, ya fuera que no se peleara, que midiera más su temperamento, quería hacer que fuera un muchacho más tranquilo en muchos aspectos, pero lo que sí jamás pudo domarle, fue su actitud hasta cierto punto aniñada que lo caracterizaba muy de sobra.

De cualquier forma, ella no negaba que le gustaba esa actitud, pues la divertía mucho, y es que ahí recaía su encanto, era la personalidad más genuina que llegó a tener con alguien, y era con ella, la primera chica de la que se había enamorado a primera vista.

La conocía tan bien, pues se habían permitido cosas tan personales, como en los besos más intensos llegaban incluso a veces tocarse un poco el cuerpo, de manera muy medida, pues estando en su plena juventud, evidentemente se deseaban en el ámbito sexual y no solo en el sentimental, siendo curiosamente Lumine la que más avivaba ese fuego.

Uno pensaría que Tartaglia, por ser chico, sería el que iniciara con las insinuaciones, pero no, pues él respetaba mucho a Lumine y no haría nada que a ella no le pareciera correcto.

La realidad no dicha por las mujeres, o en general por la sociedad, es que ellas, como se ha dicho antes, solo quieren divertirse, y también pueden llegar a desear sexo o cosas relacionadas con el mismo, sin que por ello sea algo malo, es solo que se encuentra muy por debajo del agua al ser un tabú.

Lumine, sin bien no era deseosa de tener sexo a su edad...no negaba que otras cosas sí le fueran más atractivas, como los besos mientras tocaba el cuerpo de Tartaglia, que vaya sino era para desear.

Al ser cargador de cajas o acomodador de las mismas, sus brazos estaban muy desarrollados, al igual que su espalda. En una ocasión, en casa de la chica, mientras su hermano trabajaba y sus padres estaban fuera, ella recibía los besos del muchacho a la vez que sus suaves y delicadas manos tocaban ese cuerpo masculino que le gustaba mucho.

Cambiando de tema, o regresando al mismo, es por eso que él ya sabía detectar cuando su novia estaba enojada, triste o simplemente cansada, pues era alguien expresiva y, por si poco fuera, además ya la había visto en todas sus facetas.

Esa misma tarde, más precisamente a la salida, se dio cuenta de ello, por lo que tomó su mano, dándole un beso a la misma para luego mirarla a los ojos.

-¿Te pasa algo? Tus ojos están un poco hinchados, y te ves más decaída de lo normal.

-Sigh...es una tontería, Tartaglia, un asunto que no debería importarme. De cualquier manera, tengo que hablar contigo de manera muy seria...no quisiera hacerte algo que me hicieron a mí.

-Sin problema. Me preocupa más el qué te hicieron que lo que me vayas a decir. -Mencionó él, como si lo dijera jugando, pero en realidad era algo muy enserio para él.

-Es respecto a Xiao. Recuerdas que él me gustaba, ¿no?

-Sí, siempre me pregunté qué pasó para que incluso te dejaras de hablar con él. No es que me alegre...pero tampoco me interesaba mucho.

-Lo que pasó es que me cambió por Ayaka, eso fue lo que pasó. -Respondió ella, enojada. -Nunca supe qué intensiones tenía conmigo, pero al final se fue con ella, dejándome con el corazón roto...pero también medio enamorada.

-¿Lumine? -El muchacho frunció el ceño, preocupado. -¿Todavía lo quieres?

-Sí y no... -Ella lo abrazó. -No te cambiaría por él, no te lastimaría como él me lastimó a mí. -Hizo una pequeña pausa. -Es solo que, a pesar del rencor que le tengo, no puedo olvidarlo, no puedo superarlo todavía.

-Es cuestión de tiempo, Lumine. No negaré que eso me pone celoso, pero no me enojaré ni contigo ni con él por la decisión que tomes, pues es solo tuya, aunque si lo prefieres a él, en realidad será culpa mía. Chica, él tanto que te hizo sufrir, y yo que tanto te he procurado, y todavía te lo preguntas. Solo me queda seguir procurándote, no más.

-Lo que tampoco puedo superar es que odio cuando tienes razón. -Se rió ella, rompiendo la tensión, además del abrazo, para tomarlo de la mano. -No podría compararte con él, reconozco que me has dado mucho cariño y amor pero...el corazón no es racional, ese es el único defecto que tenemos los humanos.

-Pero sí lo es la cabeza. -Él le tocó la frente con un dedo. -Si actúas con esto antes que con esto. -Ese dedo fue a su pecho. -Te evitarás muchos dolores.

-Ese solo fue un pretexto para tocarme los pechos. -Lumine sudó la gota gorda.

-¡O-oye, solo fue un dedo, y aparte te digo la verdad! -Se rió. -De verdad te digo, me alegra mucho que seas honesta conmigo. -Un beso terminó en la mejilla de la chica. -Hora de irnos, mañana será otro día y dejarás de tener esos asuntos en la cabeza.

Como era de esperarse, el chico estuvo de meloso por todo el camino de regreso a casa, y es que sí era muy tierno verlos al ser una escena que ya se sabían algunos choferes de memoria.

Él, cansado por su trabajo y la escuela, recostaba su cabeza en el hombro de la chica, teniendo una posición incómoda en el autobús, pero no importaba al ser algo muy bello para él. Se tomaba de las manos, hablaban de cualquier cosa que se les ocurriera.

Lo bello ocurría cuando estaban ya casi a nada de bajar, pues él, en esa misma posición, solo estiraba un poco el cuello para darle un beso en la mejilla a Lumine y decirle "te quiero, señorita", para después cerrar los ojos unos segundos y levantarse despidiéndose con un beso en la mano y otro en los labios, sonriéndole, e incluso despidiéndose con la mano una vez se encontraba en la acera, volteándose para saludar al pequeño Teucer.

No es que así fueran todas las veces, solo cuando terminaba más cansado, por lo mismo es que se disfrutaba mucho cuando sucedía, al menos de ambas partes.

Esa misma noche, Lumine llegó a casa viéndose el dorso de la mano, esa misma que Tartaglia besó momentos atrás, solamente se discutía internamente si valía la pena seguir pensando en Xiao. (los team Tartaglia: no, chinga tu madre >:v)

<<Al final de cuentas...tiene razón, ¿por qué lo extrañaría si se portó tan mal conmigo? Pero ese estúpido beso, ¿por qué se lo di cuando en realidad no me lo iba a dar en los labios? Después de todo...solamente era curiosidad, esta estúpida sensación se me quitará en unos días, o incluso mañana deje de pensar en ello>>

Pasadas las semanas, el pronóstico de Lumine no fue acertado. El verlo actuar, el estar cerca de él. Lo que sí que se cumplió fue que, como lo previó antes del desastre, es que ese contacto que tenía con él iba acrecentando, si bien a un ritmo casi inapercibido, esa sensación de amor que tenía por Xiao.

Al contárselo a Fischl, que seguramente tendría más respuestas que el propio Tartaglia o Ganyu y Keqing, ella le respondería con algo muy certero, pero que sería equivalente a una realidad muy dura de aceptar, especialmente para ella.

-Maldita sea, Lumine, vaya que te odias. Tienes como novio al chico más "simpático" que podrás conocer en tu vida y, por otro lado, tienes a alguien que te hizo llorar, sufrir, que te cambió por otra chica y que dejó de hablarte, que te mintió, te ocultó cosas, ¿y lo sigues extrañando? Valórate más, por favor.

-Me odio por eso...¿pero por qué no puedo superar a ese idiota? ¿Me habrá embrujado con algo?

-Vamos, no digas tonterías. -Fischl la tomó del hombro. -Creo que al final te gusta porque Xiao es un chico que se hace amar, también era muy lindo contigo y tú con él. Pienso que harían una buena pareja, y tuvieron tan buena química, aparte no dudo que sea buen novio, puedes preguntarle a Ayaka qué tal y seguramente hablará maravillas de él. Añoras que las cosas salieran diferentes...pero la realidad es esta, y si lo sigues amando con todo y lo que te hizo, realmente me dejarás decepcionada porque mereces algo mejor.

-Tartaglia me dijo algo parecido. -Ella rió de forma triste. -Me da la impresión de que todos tienen razón y yo estoy mal, pero aun así quiero probar que puedo estar acertada, y no obstante una parte de mí me dice que me detenga porque puede salir muy mal.

Tal cual como si fuera una chica de secundaria, Lumine le pidió a Fischl que le preguntara a Ayaka cómo era Xiao de novio. Sorpresivamente para ambas, ella tardó un poco en hablar, quedándose pensativa un segundo.

Claramente no quería decir que las cosas con él estaban yendo mal, o que la relación había sufrido un punto de desgaste y que no todo estaba siendo color de rosa. De cualquier forma, decir que no había problema, era algo jodido, pues ella tenía que actuar a como diera lugar para salvar su relación.

Eso sí, dijo que en realidad ella siempre estaría enamorada de Xiao al verlo como un chico, si bien no perfecto ni por asomo, sí que tenía muchas cualidades positivas. Ella, malamente, y con los recientes sucesos, iba despertando del sueño idealista en el que estaba inmersa.

-Nos hemos amado mucho, nos apoyamos el uno al otro y hacemos cosas que no con cualquiera, solo falta un poco de confianza. No sé si las demás chicas te lo habrán dicho ya pero...él no ha querido hacer el amor conmigo a pesar de que es lo que más deseo en mi relación con él.

-¡¿Eh?! Vaya que eres abierta a ese tipo de temas. -Expresó Fischl, sorprendida.

-Lo amo, y quiero darle todo de mí; mi tiempo, mi amor, mi cuerpo. Sé que puedo decir ese tipo de cosas porque soy joven y no sé nada de la vida, pero si lo hago y no me arrepiento en un futuro, no negaré que será lo mejor.

-¿Podrías casarte con él? -Ella alzó una ceja.

-Pensar en el matrimonio por ahora no me interesa. Mi relación con Xiao irá avanzando conforme a los meses, hablar de casarnos es muy pronto todavía. Pero si tuviera la oportunidad...no dudes que me lo pensaría mucho.

-¿No tienes miedo que te lastime? -Preguntó Fischl, claramente a posta.

-Obvio que sí. Solo que el amor no es posesión. Si un día se enamora de alguien más o simplemente quiere dejar de compartir su tiempo conmigo, lo respetaré... -Ayaka quedó en silencio unos segundos. -Claro que me dolerá, pero me dolería más que él sufriera por mi culpa. Nunca lo limitaré por mis deseos...o ya no más.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Para conquistarlo hice cosas de las que no me siento orgullosa, pero que tenía que hacer, y aunque me arrepiento algunas veces, pienso que fue lo que tenía que hacer. En el amor y en la guerra todo se vale, y jugar sucio es rastrero pero garantiza la victoria.

Ahora quien quedó pensativa fue Fischl, ¿le había jugado sucio a Lumine? El lector sabrá muy de sobra que sí, que así fue, y ya quedará en el juicio del mismo decidir si fue inmoral, sucio o era algo necesario y justificado pero que Lumine no fue lo suficientemente lista como para aplicarlo así. (ya veo la guerra en los comentarios -se oculta bajo un bunker poniendose un casquito-)

Al contarle más o menos a qué se refería, y lo hecho durante la pequeña guerra que libró por el corazón de su enamorado, algunas cosas le parecieron, en realidad, normales y que incluso la misma Fischl aplicaría...pero hubo otras que se la pensó, como aislarlo en sus momentos de mayor necesidad de afecto de la mayor cantidad de personas que fuera posible, pero que esa fue su pieza clave para que él mismo fuera quién se le declarara.

-Así que él...fue quien se te declaró.

-Sí. Le dije que siempre estaría para él, que secaría sus lágrimas y lo acompañaría en todo momento, bueno o malo, y si un día términos, quisiera seguir con mi promesa.

-Estás loca por él. -Rió la chica.

-No. Solo lo amo mucho, eso es todo. No quiero ser una madre para él, quiero ser su novia, con lo que ello representa.

Vaya que la información recibida era mucho para cuestionarse varias cosas. Ahora, desde la perspectiva de Ayaka, Fischl se había dado cuenta que Xiao en realidad poco o nada podía reprochar ahora mismo, pues fue él quien tomó la decisión de la mujer que sería su pareja.

Eso se lo ocultaría a Lumine, no quería herirla más de lo que ya estaba respecto a ese tema, pero a la vez le parecía excesivamente cruel no decirle, ya que así solo podría acelerarse la decisión de mandar a volar de una vez y para siempre a ese chico que un día fue un miserable.

Una razón para ocultárselo, es que ella pensaba que podría tener el efecto contrario. Más que lastimarla, podría hacer que incluso le gustara más y que sus sentimientos por él se avivarán un poco más. Con eso que a ella parecía le gustaba que la maltrataran...

El tiempo para tomar una decisión se le vino abajo cuando Tartaglia, buscando algunas respuestas para el comportamiento extraño de Lumine de las últimas semanas, le preguntó a ella, que era una amiga cercana.

Antes de Fischl, el muchacho se dirigió con Ganyu y Keqing, mismas que no le pudieron dar una respuesta, y al final de todo no era mentira...en realidad estaban más ocupadas en sus propios temas.

Dudaba mucho de sí decirle lo que pasó esa vez, la decisión recaía en la propia Lumine, el único detallito de nada era que, para responder a su pregunta, tenía que decirlo. Lo haría de manera que fuera, ¿cómo decirlo? "Suave".

-Ella y Xiao tuvieron un problema. Lumine explotó porque, según me dijo, él le comentó algo de cuando se gustaban, pero no le sentó muy bien, así que le contó todo lo que la hizo sufrir por su indecisión.

-Ah... -Tartaglia puso un semblante triste. -Así que era por eso que de veces la veía llorar. Nunca me dijo por qué sucedía, simplemente me la topaba, la veía llorar y sentía la necesidad de abrazarla y decirle que todo estaría bien.

-Habla con ella, es lo mejor. No sé qué se trae entre manos Xiao, no dudo que también puede lastimar a Ayaka. Platiqué con ella y está loca de amor por él, y siento que ella solo avivó el fuego para que el emo no se pudiera decidir.

-En realidad no puedo estar enojado con ella. Al final de todo, fue el detonante para que Xiao se separara de Lumine.

-Al final de cuentas, tienes razón. Si no hubiera sido por su intervención, tú y Lumine no serían novios. Aun así...me sigo preguntando qué es lo que quiere Lumine.

-Lo mismo hago yo. Sigh...¿crees que pueda serme infiel? Yo lo dudo, pero siempre hay facetas que nunca se conocen de una persona, así que no lo sé.

-Tampoco estoy segura.

-Entiendo...te lo agradezco mucho, Fischl. La comunicación es básica, y no lo había pensado.

-Puedo decirte que Lumine también no es buena comunicándose, así que ten eso en cuenta.

Esa fue la intervención de Fischl en el tema, que si bien no fue muy larga, en realidad había mucho para arreglar todavía. Lo que más trabajo le costaba, era decirle a la chica la verdad respecto a que Xiao, de manera abierta, le había propuesto su noviazgo a Ayaka.

De ahí que también a la muchacha de cabellos de nieve le doliera mucho el que ahora ya no solo su enamorado, sino su novio, pudiera enamorarse de otra chica, pues el amor es caprichoso como nada más lo es en la vida.

Todo quedaba en manos de Tartaglia, él podría hacer que el retorno de los viejos sentimientos se apagara, aunque no sabía cómo. Bien es sabido que, por más que un hombre sea diligente con una mujer, ella lo puede reemplazar, por más amor que le dé y viceversa, de ahí que no estuviera tan seguro en que eso le diera buenos resultados.

Al final de cuentas, las conversaciones incomodas ayudan en muchos aspectos de la vida cotidiana, así sea algo de lo más torpe, pero siempre son necesarias, y ese momento era uno de ellos.

La sesión de besos entre la parejita se daba, el muchacho cayó en cuenta que había algo distinto, no era como días anteriores, y eso lo llegaba notando desde hacía ya un tiempo, por lo que él se separó del beso, frunciendo el ceño con preocupación, sabiendo que era el momento ideal para hablar de ese tema que no quería pero debía hablar.

-¿Pasa algo? Te noto diferente, Lumine. Fue desde ese día que te dije que te veías triste.

-No, todo está bien. -Sonrió ella, queriendo convencerse de lo mismo.

-Fischl me dijo que tuviste una discusión con Xiao, ¿por qué fue? Me dijo también lo mal que te trató.

-Esa chismosa... -Una vena se le marcó en la frente a la chica. -Pues sí...pasó algo y me enojé como no tienes idea, realmente no dudo que haya sido la vez que más enojada estuviera en mi vida.

-Y ese algo, ¿qué fue?

-Hum... -No quería decirle que fue un beso, pero tampoco podía mentirle. -No lo he podido superar del todo. Quiero convencerme de que ya no lo amo pero...me cuesta trabajo. -Algunas lágrimas amenazaban con salir, así como la voz de la muchacha se rompió. -Si me odias por eso y quieres dejarme, está bien, lo entenderé. No quiero pagar con la misma moneda que me pagaron a mí, te quiero y me gusta que seas mi novio, solo que no sé la razón por la que no puedo superar a ese torpe a pesar de todo lo que me hizo. No te merezco, Tartaglia...no siendo tú como eres.

-Así que era eso... -Él cerró los ojos y le dio un pequeño beso a su contraria. -No digas esas cosas, te pueden gustar cuantos chicos haya en el mundo, y está bien, siempre habrá alguien que te llame la atención, y más si es prohibido, o es algo que no puedes poseer. Solo te pido que cuando lo prefieras a él me lo digas a mí, no me gustaría que me fueras infiel, y si eres más feliz con él, me lamentaré por no ser suficiente para ti. Si te das cuenta que no es lo buscabas y te decepcionas de lo que suceda, todavía podría estar para ti...solo depende de la situación, no te garantizo estar siempre para ti.

Ella se rompió a llorar, golpeando el pecho de Tartaglia, quien se sorprendió a mal, ¿esas palabras le habían herido? No de la manera que él pensaba, pero sí había algo que a Lumine le dolía.

-No te merezco...no debería dudar en elegirte a ti, y me tienes de tonta haciéndolo. De verdad, perdóname, soy alguien horrible, deberías conseguirte algo mejor que yo.

-Lumine, siendo yo como soy, ¿si no mereciera algo mejor no crees que ya lo hubiera buscado? Tú siempre serás la chica más bella para mí, y empiezo a creer que, más que tratar de cambiar a los demás, deberías por cambiar algunas cosas de ti, y si yo puedo ayudarte con eso, lo haré con todo el gusto del mundo y con mucha paciencia.

Una vez lo dijo Ayaka retomando al guerrillero heroico, pero ahora lo repite el autor ya que es la situación perfecta que más de alguno debería cuestionarse siempre al amanecer, y esa misma es: "si todos los días nos arreglamos el cabello ¿por qué no el corazón?"

Esa empezaría a ser la tarea de Lumine para consigo misma...el detalle recae en si puede ser posible tal desafío.

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En este último segmento a Tartaglia se le salió lo simp :v

Aquí el arco comenzará a ser bastante enredado, habrá promesas rotas, lágrimas, y odios bastante acrecentados, solo lo adelanto porque estará intenso.

Siento que los dos team me van a matar, pero ya lo veremos, todavía hay mucha tela de dónde cortar, y ciertamente pienso que Lumine no se tiene amor propio porque bueno...el ver cómo ella sufrió por culpa del emo hizo que incluso muchos se evangelizaran al team Tartaglia, dice mucho, quién sabe si algunos retornen al team Xiao, o quizá todos me quieran golpear por lo que pasará :'v

Cuando digo que la cosa se pondrá intensa, no miento, se pondrá intensa en más de un sentido.

Nos vemos el lunes, de hecho estoy pensando en un capítulo especial de Xiao y Ayaka, estoy esperando una cosa que es una sorpresa, así que no digo más

Siempre tuyo:

-Arturo.

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