Aether salía del baño, confundido, nervioso, temeroso de encarar a esa muchacha que ya había fotografiado antes, que conocía todas las facciones de su rostro, de los movimientos de su sonrisa. La creía conocer, pero siempre habrá algo desconocido ante unos ojos que no permiten ver más allá de lo mundano.

¿Qué era eso desconocido? Uno puede forzar la vista para que las cosas se aclararen aunque sean de lo más diáfanas, en este caso, era sobre la belleza de Amber.

Nunca antes la había visto tan bella, tan radiante, tan luminosa. Esa sonrisa llena de vida y júbilo pocas veces se podría ver no solo en Amber, sino en cualquier muchacha.

Era irreal, más que mágico, ¿cómo es que jamás se había dado cuenta? La tristeza trae consigo una ceguera inevitable que nos impide ver lo más bello, pero cuando se cae, volvemos a ver las luces de una manera completamente nueva.

El autor ahora dice, y no solamente dice, sino que lo apuesta, que si Aether hubiera visto antes a Amber que a Mona, se hubiera quedado enamorada de la primera. Ahora que volvía a ver después de todo el dolor, sucedió lo que quizá hubiera pasado en un comienzo.

Apenas salió, Amber se acercó a él, mirándolo preocupada, empeorando la situación que él desviara la mirada y se notara nervioso hasta en su sombra.

-¿Qué te pasó? ¿Te sientes mal?

-Se me pasará, estoy convencido de ello, no te preocupes. Como dije, me mareé, no es grave. -Seguía intentando engañarse a sí mismo.

Con ese semblante entre asustado y sorprendido a mal, la muchacha daba la impresión de parecer una ovejita inmaculada, por lo que su belleza resaltaba más y más. Las flores, cuando apenas se abren, son de lo más hermosas, especialmente si son rojas y de textura sedosa. Habría que precisar que no había rosa más roja ni más bella que ella, mucho más que cualquier rosa recién abierta.

Era difícil comprender ese significado, pero ya estaba en el corazón del muchacho. Como diría el buen Platón, faltaba redescubrir lo que ya sabemos y se encuentra en las Ideas, salvo que Aether tendría que buscarlo en su corazón, que parecía estar vacío.

"Pienso luego existo" famosa frase que más de uno en la audiencia ha de conocer. El muchacho pensó un momento que estaba enamorado de su mejor amiga, así fuera para descartar esa idea de inmediato. Sin embargo, aquello que parecía imposible, comenzó a existir en ese preciso momento.

Ambos fueron a su salón, él no quería decir apenas nada, se sentía incómodo, pensaba y repensaba lo que sentía su corazón, tratando de enterrarlo inmediatamente, pero, por más tierra que echara, jamás lograría nada, era un hoyo que no se llenaría a menos que fuera con amor.

-¿Puedo ver la fotografía que tomaste? Pareciste sorprendido, ¿salí bonita? -Preguntó ella, un poco apenada.

-Ba-bastante, si tengo que decir algo. -No la miró a los ojos siguió fijo en su frente, sacando de su mochila la cámara, Amber se miró y no daba fe de lo que veía ahí.

Si alguna vez se había sentido fea, ya no tenía por qué hacerlo nunca más. Sin duda alguna, parecía la chica más linda que alguien pudiera ver con esa sonrisa tan autentica y ese peinado tan espectacular. Cualquiera podría enamorarse de ella, y eso abarca a cualquiera, sin equivoco alguno.

-Vaya, que hermosa me veo, eso me impresiona mucho. -Dijo ella, emocionada. -¿Podré enamorar a alguien con esta fotografía? -Preguntó ella, mirándolo directamente, él desvió sus ojos a su frente, no podía verla a los gemelos.

-S-sí, lo apuesto, es más, iré a llevarla de una vez a la dirección editorial, ¡nos vemos luego!

Escapando de la escena, Amber se extrañó, solamente esperaba que algún chico le dijera algún cumplido, sintiéndose completamente impaciente de que eso ya sucediera.

Se preguntaba de forma ferviente si ella podría enamorarse del chico que se enamorara de ella. ¿Sería atractivo? ¿Lo conocería? Quizá las preguntas se le respondieran pronto, o eso ella esperaba.

Aether, que iba caminando apresuradamente, no se percató que, doblando en una esquina, Bennett estaba frente a él, así que chocaron de frente los dos buenos amigos.

Por primera vez, en vez de enojarse con él por una situación así, le estuvo agradecido.

-¡Oh, Aether, lo siento de nuevo, debí estar más...!

-¡Olvida eso, tengo que hablar contigo de manera urgente, ¿escuchaste?!

-¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Pareces desesperado!

-¡Simplemente me pasó algo y quiero respuestas!

Ambos fueron a un rincón un tanto apartado de la escuela donde nadie los escucharía, Bennett miraba de una forma confundida, pensaba que, tras tanta melancolía y poemas incompletos, su amigo ya se había vuelto loco.

Cuando estuvieron en un lugar apartado, Aether le mostró la fotografía de Amber, al muchacho le brillaron los ojos.

-Oh, ¿esa es Amber? Se ve muy bonita, de hecho me sorprende que no tenga novio con lo linda que es, ¿le gustan las mujeres?

-No, es otra cosa. Cuando tomé esa fotografía, es como si me hubiera enamorado de ella, pero no puede ser, y-yo no me puedo enamorar de Amber.

-¿Por qué? Es tu amiga, los amigos a veces se enamoran, ¿se te hace fea? ¿No te agradaba del todo?

-¡Para nada! Es solo que...¿por qué no podría...? Ya lo había pensado, ella es hermosa, su personalidad es muy linda y me sorprende que no tenga novio...¿qué me impide que me enamoré de ella?

-Tú dime, yo no puedo saber qué sientes, amigo.

-Simplemente creo que estaba tan sorprendido que no supe cómo reaccionar...¿pero afectará mi relación con ella? No puedo verla a los ojos sin ponerme nervioso, me puse pálido de solo ver lo hermosa que era, no sé si...

-¿Y sentiste que el piso entero se te movía? ¿Cómo si estuvieras mareado? ¿Incluso sudaste frío? Je, amigo, no te trates de engañar, es amor real, sí, es real.

Bennett rió un poco para después darle una palmada en el hombro. Estaba feliz, seguramente ese Aether triste y melancólico desapareciera, lo que era para agradecerse.

Sin embargo, él se sentía muy confundido. No queriendo crear malentendidos con Amber, pues eso sería catastrófico, prefirió mantenerse escéptico de sus sentimientos para asegurarse de que fuera reales, según lo mencionó su amigo. Si era amor real, tenía que averiguarlo.

Lo que resultaba de lo más curioso es que con Mona no se lo dudó un solo segundo, la vio y supo que estaba enamorado de ella, ¿por qué con Amber tenía duda si ella tenía todo lo necesario para enamorar a cualquiera, según ya se ha mencionado hasta el cansancio?

Ese día, por más que trató, no pudo dejar de mirarla, todas las profesoras la halagaban, y los profesores también hacían alguna mención por ahí.

Amber se había transformado en el centro de atención, su plan había funcionado...a medias. Ningún chico le había dicho algo todavía, fuera bueno o malo.

Al mirarla, se percató que, conforme pasaba el tiempo, su semblante más se apagaba, y en sus ojos se expresaba una gran consternación, una que era realmente grande.

Ese sentimiento que deseaba que fuera efímero y desapareciera como una brisa en verano, no se fue, se acrecentó, se notó más conforme pasaban las horas y el sol se levantaba más en el cielo.

Conforme más hacía calor en el exterior, también lo hacía en su interior: en su corazón.

Terminó llevando la fotografía a la dirección editorial, donde Ganyu, a pensar de faltar dos horas para que entrara a la sus clases, ya se había presentado.

-Hola. -Sonrió ella, Aether todavía seguía un poco consternado.

-Ah, Aether. Justamente me preguntaba por ti, ¿vienes a dejar...?

-Sí, justamente. La reseña semanal, la redacté con un estilo diferente, ojalá no les moleste. -La muchacha tomó la nota, sorprendiéndose mucho, aunque con una sonrisa en sus labios.

-Es divertida, la directora tendrá la última palabra. Respecto a la fotografía...

-Aquí. -Él entregó la cámara, Ganyu quedó muy asombrada.

-Wow...¿es la misma chica que ya salió dos veces en la gaceta? Se llama Amber, ¿verdad? ¿Es tu novia o por qué le tomas fotos tan seguido.

-¡N-no es mi novia!...

-Tranquilo, ¿te desagrada tanto? -Preguntó ella, preocupada.

-Para nada...tengo dilemas del corazón con ella, eso es todo.

-¿Te rechazó?

Pensar en la idea del rechazó hizo que el corazón se le encogiera al muchacho, y lo golpeó muy duro al ser una realidad muy realista, valga la redundancia.

Si no estaba enamorado de la chica, ¿por qué preocuparse de ser rechazado por ella? Solamente alguien de verdad enamorado, lo estaría, a cualquier otro no le iría ni le venía. Otro punto para el amor.

-La verdad es que...creo que me gusta, pero no lo sé. Ella quiere tener novio, pero no tiene suerte en el amor, yo soy su mejor amigo, ¿qué tal si se decepciona de que yo lo sea? ¿Qué tal si me ve como un bicho raro si le digo mis sentimientos?

-Cometerías un error si se lo dices ahora a pesar de que son cercanos. Eres sensato al preferir aclararte lo que sientes a jugar con ella...si lo sabré yo. -Ganyu hizo un gesto de molestia, resoplando. -No importa, lo terminarás sabiendo tarde que temprano, el mundo no se acabara mañana, tómate el tiempo que necesites para saber si te gusta o solo te llama la atención de forma pasajera.

-Tomaré tu consejo...gracias. -Sonrió él, cansado.

Sin nada más que hacer, y siendo hora del club, seguramente platicarlo con algunos amigos más sería lo ideal, todo con tal de aclararse lo que en verdad sentía y no arruinar una buena amistad.

En la clase se encontraban, como no podía ser de otra manera, Ayaka, Sacarosa, y Xingqiu, alguien que solía leer muchas novelas de amor, posiblemente él tendría la respuesta.

Tras deliberar un poco, y casi como si fuera un caso que tratara un crimen terrible, cada uno tenía su propio punto de vista, que no era del todo parecido, malamente.

Ayaka pensaba que seguramente confundía el amor, con el paso del tiempo, y si es que Amber seguía viniendo así peinada a la escuela, la sorpresa pasaría.

Sacarosa aseguraba, muy por su parte, que tal vez podía ser amor, faltaba regarlo para posteriormente cosecharlo. Sin embargo, si no lo regaba, podía dejarlo morir y todo seguiría como si nada.

Xingqiu, aquel que era más romántico incluso que Aether, daba ya por sentado que era un amor real, lo mismo que le dijo Bennett por el hecho de que sentía lo que Mona alguna vez le hizo sentir, y él la llegó a amar con mucha fuerza, pero no con toda la que tenía.

-Dijiste que ella podía ser el amor de tu vida, y Amber te hace sentir algo parecido...me parece sospechoso. -Mencionó él, mirándose las uñas para luego soplárselas, como si estuviera orgulloso de sí mismo.

-La emoción puede ser muy fuerte, además antes le tomó fotografías, cuando estaba peinada como siempre, debe ser por el cambio de estilo. -Arremetió Ayaka.

-Dinos, Aether. -Pidió Sacarosa. -¿La habías visto antes con ese peinado o cuando la fotografiaste fue la primera vez?

-Me la encontré en la entrada. -Explicó él. -Le dije que se veía linda pero que prefería su peinado de siempre...todo fue por esa fotografía, sonrió de una manera hermosa, como nunca la había visto, y en sus ojos había un algo, no sé, pero era hermoso. No sé qué me pase, y tengo miedo de lastimarla si es que doy un paso en falso y resulta que todo era mentira.

-Como siempre, eres considerado con los demás, lo que está bien...pero ahora ¿qué demonios si estás enamorado de ella? A nadie matarás si es así. -Sonrió Ayaka. -Con mi Xiao, fue amor a primera vista, él me negó, y sí, me lastimó mucho cuando eso pasó, pero supo que de verdad me amaba y nos sobrepusimos a eso, ¿qué tal si piensas que no es verdad y al final sí lo es? ¿Qué pierdes si te enamoras de ella?

-Puede que su amistad...y no quiero eso.

-Quizá, pero eso no lo puedes saber, compañero.

Aquel temor era lo que lo paralizaba a tomar una decisión. Ser o no ser, dirían por ahí, aquí sería ser o no ser un enamorado.

Las palabras de Ayaka eran sabías como siempre, y realmente no se podía esperar otra cosa de ella, que llevaba ya unos ocho meses con su novio.

Todavía queda una última opción, y era realmente la más sensata, y no solamente la más sensata, que era algo que caracterizaba al muchacho, sino incluso la que podría resultar la más conveniente para él.

Esa opción era nada más y nada menos que aceptar sus sentimientos por Amber, pero no hacer absolutamente nada, ni decirle nada, actuar como si todo fuera normal. En pocas palabras, ocultar su amor de forma exterior, pero aceptarlo de forma interna.

Si es que lo aceptaba dejaría de torturarse, en cuanto hubiera algún pequeño atisbo de que ese sentimiento se desaparecería, lo dejaría como una simplemente anécdota, algo que podría contar después en una conversación posterior como algo que podría ser gracioso.

Sin embargo, el problema recaía en que ese sentimiento, una vez aceptado, no solo no desapareciera, sino que incluso fuera creciendo, como la figura de un político cubano que, irónicamente, siempre que se atacaba, no hacía sino más que engrandecerse.

Después podría resultar doloroso el no hacer nada al respecto. Esa fotografía que ahora publicaba para la Gaceta podría hacer que alguien más se enamorara de Amber, y que posteriormente ella se enamorara de ese alguien, que no era Aether, por supuesto.

Sería como ponerse la soga al cuello: ella le contaría que ya amaba a alguien, el cómo le cortejaba, cuánto lo amaba, la experiencia del primer beso, las citas, la vez que hicieran el amor...y se lo diría sin saber que él sentía algo por ella.

El solo hecho de pensarlo le laceraba el corazón de una forma inimaginable, ya no sabía ni qué hacer. Todo era como un plan: paso a paso.

Lo primero ya había sido cumplido: aceptar que sentía algo por su mejor amiga, pero no decir ni actuar de forma alguna. Para evitarse cualquier cosa, iría a la sala de publicaciones de Renana a pedirle a Ganyu o a quién estuviera ahí que no imprimieran la foto de Amber para que no fuera equivalente a darse un tiro al pie.

Podría retrasar que llegara su príncipe azul, pero de hacerla esperar unas semanas más -que ella ya llevaba esperando años por uno- no sería nada en comparación de que él sufriría si es que alguien más se enamoraba de ella y él quedara en segundos términos.

Con todo eso en mente, lo ideal era actuar.

No importaba nada, Aether salió como rayo del club con la única dirección de publicaciones de Renana, llegando de forma inmediata, respirando hondo y agitado. Keqing y Ganyu se le quedaron viendo extrañadas.

-¿Sucedía algo? -Preguntó la chica de los cabellos morados.

-¡S-sí! ¡Perdón, chicas, pero no le pedí permiso a Amber para publicar su foto, le dije ya que pensé que así podría tener su príncipe azul, pero ella se enojó y me dijo que fue muy desconsiderado de mi parte el no haberle preguntado!

Tras lo dicho, las dos amigas quedaron blancas como un papel, ¿el por qué? Ya se había impreso el tiraje de la Gaceta, y ya iban por la mitad de los números.

-¡Aether, eres un desgraciado! ¡¿Por qué siempre tienes que darnos problemas?! -Exclamó Keqing, enojadísima, tomando una de las Gacetas para tratar de golpear a su buen camarada, siendo detenida por Ganyu.

-¡E-espera, yo también soy responsable, no le pregunté si Amber estaba de acuerdo, como ya habíamos puesto fotos de ella, lo creí muy obvio!

-¡Perdón, perdón, perdón, les juro que no volverá a pasar!

-Tch. De cualquier forma no importa, ya fueron aprobados por la directora Ninguang y ya están impresos, la siguiente semana el equipo editorial deberá publicar una disculpa para ella en primera plana... ¡redactada por ti! -Keqing le dio golpe a Aether con su libreta de notas, uno que tenía bien merecido.

El muchacho se fue completamente derrotado: había sido regañado, insultado y golpeado. Pero lo peor no era eso...su peor temor se había cumplido: las probabilidades de que alguien más se enamorara de Amber eran altísimas. Lo peor, es que él mismo había sido el autor de todo ello.

Confiaba en que pasarían algunos días y ese supuesto sentimiento de amor se le pasaría, era casi seguro para él.

Cuando las clases junto a Amber se reanudaron, es decir, tras el club, él notó que su enamorada tenía los ojos un poco hinchados, ¿qué habría pasado? Nadie lo sabía.

Cabe mencionar que, de hecho, la chica había vuelto a su peinado de siempre, algo que le extrañó y a la vez le reconfortó tanto pero tanto, ya que volvía a ver a la que siempre le parecía la mejor versión de ella: la sencilla, pero tan atractiva a la vez.

Lo afirmaba, y ahora con sus ojos de enamorado, no veía otra cosa que no fuera perfección en ella, cuando menos se lo esperó, ya bostezaba de amor por ella, viéndola tan hermosa, tan colorada de sus mejillas, con esa sensación que parecía una conejilla inocente y activa.

Daba algo, más allá de su listón, podría ser su rostro o su personalidad, pero de verdad daba el aire de una conejita, lo que era tierno para cualquiera, pero ahora más para Aether.

Curiosamente, tras días de un vacío de ideas, se le vino a la mente un poema que empezó a redactar rápidamente, con briosa alegría, teniéndolo listo en ocho minutos de la clase, suerte la suya que no fue atrapado.

Lo releyó y le pareció una de sus mejores obras, la dejó reservada. Ahora el enamorado sí tenía a quién escribirle, de la manera más impensada incluso para él mismo, pero ya no había de otra.

Acabándose las clases, y mientras se apresuraba junto con Noelle para ir al trabajo, ella le dio otro pastelillo que "le había sobrado".

-A veces pienso que me quieres comer. -Rió él, guardando el pastelillo en su mochila.

-¿Por qué lo dices? -Preguntó ella, sonrojada. Pensó que se refería a "comérselo a besos".

-Me das cosas que engordan. Si no anduviera de aquí para allá, parecería cochino para noche buena, y quien me comería serías tú.

-¡Oh, lo siento, no había pensado en tu salud!...¿te gustan las galletas de avena? Al final de todo, son más sanas que cualquier cosa, o podría intentar con un pastel de zanahoria o de manzana. -Ella miró al suelo, un tanto apenada.

-No te preocupes, Noelle, solo bromeaba. -Aether le acarició los cabellos. -Tengo una última cosa que hacer, en seguida regreso, me comeré el pastelillo a la hora del descanso.

Tras irse, ella se despidió con entusiasmo, viéndolo con ojos de enamorada. Lo amaba, y esas pequeñas bromas torpes, tras la aclaración, le resultaban lindas y que le dejaban lindos recuerdos en su corazón.

Por alguna extraña razón, Aether tenía la necesidad de despedirse de Amber, se sentía nervioso, por supuesto, queriéndole preguntar por cómo le había ido con su enamorado, si es que alguien coqueteó o dedicó un halago, por pequeño que fuera.

Claramente él deseaba con toda su desesperación que no, que ningún chico le dijo algo, y el hecho de pensar su respuesta en caso afirmativo, le hacía que un nudo se le formara en la garganta.

De hecho sí que se le formó, pues cuando llegó al club de arquería, un posible lugar donde pudiera estar ella, la encontró detrás de unos casilleros, llorando de forma desconsolada.

Había algo de sentido, ella se notaba triste desde unas horas atrás, ¿pero por qué era? El aura de tristeza se contagiaba a su alrededor, parecía no haber alegría en esa pequeña zona del mundo.

-A-Amber...

-¿De verdad soy tan fea? -Preguntó ella, destrozada, sin parar de llorar. -Hice todo para que algún chico me dijera que le parecía linda, que me hiciera algún halago, ¿por qué nadie me lo dijo?...¿soy tan fea que, haga lo que haga, nadie me dirá nunca que soy linda?

-Las chicas lo hicieron...

-Son amigas, lo dirán por compromiso.

-Yo te dije que...

-¡También eres mi amigo! -Farfulló, sin dejar de llorar. -¡Claro que me dirás que soy linda ya que eres mi amigo, si también piensas que soy fea jamás me lo dirás ya que ningún amigo le haría pasar un mal rato a alguien que le importa!

-Ay, Amber... -Rió él, entre dolido y de verdad divertido. -¿De verdad sabes cómo es un amigo hombre? Le he dicho a Bennett "conozco a cinco feos y tú eres cuatro de ellos". A Razor siempre le achaco que come como animal, y a Albedo una vez le dije que tiene cejas de mujer. Si te digo que eres bonita, serán las palabras más sinceras que escucharás de mí, y si te digo que eres más feo que un pug, serán la más grande mentira que te diré. Amber, tú eres una chica muy bonita, y seguramente le rompiste el corazón a más de un chico ya que te ven y te dicen "Dios mío, Amber es la chica más hermosa que he visto en mi vida, jamás tendré oportunidad con ella, no merece a un chico como yo". ¿Entiendes lo que te digo?

-¿Entonces conoces cinco feos y Bennett es cuatro de ellos? -Rió la muchacha, secándose las lágrimas a la vez que lo miraba a los ojos.

-¿Ah? Oh, bueno...sí, una vez se lo dije, creo que fue una vez que me hizo enojar ya que llevamos paraguas y se nos voló por tanto viento que hacía.

Ella se levantó del piso, limpiándose los últimos rastros de tristeza de la cara, Aether la miró con compresión, deseaba que nadie la elogiara por su peinado, pero ahora se sentía como el más grande idiota por desearle eso a su mejor amiga ya que, en su egoísmo, nunca pensó que ella pudiera resultar tan dolida.

Ambos se dieron un abrazo para poder tranquilizarse, pues vaya que fue doloroso para el muchacho ver a su mejor amiga sufrir de esa manera. Le parecía de lo más gracioso, mientras ella se creía una chica fea, para él, no había en ese momento mujer más bella que conociera, incluso más que ya-saben-quién.

Para rematar, y aunque sería equivalente a una grosería de las fuertes, Aether le regaló a Amber el pastelillo que Noelle le preparó. Le llegó un desagradable Deja vú al recordar que había sucedido algo parecido con Sacarosa días antes, pero mientras su amiga pudiera sentirse mejor, el sacrificio valía toda la pena.

Pediría disculpas, seguramente Noelle lo entendería, sería equivalente a pedir perdón por consolar a alguien que lo necesita, se puede pasar, claro que sí.

Tomaría una decisión, si bien muy arriesgada y estúpida, era lo mejor, con tal de que Amber pudiera dejar de estar triste, valía la pena. Lo que se preguntaba ¿era conveniente a futuro? Estaba por verse, por supuesto.

______________________________________

En el próximo capítulo se explica por qué nuestra caballero exploradora favorita no tiene ni un solo pretendiente, así que no os desespereís xd (de hecho, Beidou bb tiene aceto español 7u7 o eso dejan a entender sus diálogos en la tetera, ya veremos si esa traducción se mantiene cuando salga en la historia, pero eso es...etzitante :v)

Ahora, me gustaría hacer énfasis en esto de que Aether parece estar confundido con sus sentimientos. A un amigo le pasó algo parecido, ya que pensó que estaba enamorado de una amiga en común, pero no, era solo impresión, así que, en general, hay que saber distinguir el amorts de la impresión, ya que una es pasajera y la otra es para siempre uwu por eso es que se menciona en la historia, uno puede lastimar a una persona importante al confundir nuestros sentimientos. 

Los team Noelle dirán "ya valió madres >:v" oh, tal vez no, eso ya se verá jsjsjs ella también tendrá sus momentos, y su protagonismo estará compartido con el de Amber.

Sin más, nos vemos el lunes, en ese cap se introducirá un elemento MUY importante para la historia, especialmente en cuanto a Amber se trata. Los que hayan leído el prólogo, quizá ya se den una idea xd

Siempre tuyo:

-Arturo.