2.14 Expedición poco convencional, parte 2.
Mona miraba las estrellas, tomando varias fotografías, aunque se veía desanimada, ciertamente. O más que desanimada, todavía se veía preocupada.
Ayaka se acercó a ella para tomarla del hombro, sonriéndole.
-No te preocupes por él. Sacarosa lo cuida, ya mejoró, pero no podrá salir de ahí.
-Y eso es lo que me desagrada...se supone que ambos íbamos a ver las estrellas juntos y a hacer anotaciones sobre las mismas...iba a ser un buen trabajo académico. –Suspiró la muchacha, triste.
-¿Te gusta Albedo? –Rió Ayaka de forma pilla.
-Prefiero no tocar ese tema, no es nada en especial.
En la fogata, la misma era alimentada por los leños que se habían encontrado tirados, de ahí que la misma estuviera bien viva y calentando fuerte.
Ahí mismo se encontraban Aether y Amber, además de Noelle. Hu tao y Bennett lanzaban fuegos artificiales pequeños, divirtiéndose a lo grande.
-¡Oigan, vengan, todavía quedan bastantes! –Gritó Hu Tao, riendo, Bennett se había quemado un poco la mano al tomar uno que ya se había quemado, pero por la misma obscuridad no se había dado cuenta de ello.
-¡Agh, maldita sea con esta porquería! –Ante su grito, incluso se pudo escuchar la risa de Albedo dentro de la casa de campaña, acompañada de una pequeña tos.
Noelle fue ya que le dio curiosidad, por lo que Aether y Amber quedaron solos, así él aprovecho para que juntarse a ella, pegándose un poco.
-¿El poeta viene con nosotros? –Preguntó ella.
-No podría decírtelo... -Aquella era otra pista; Albedo estaba enamorado de Mona y Bennett de Fischl, solo queda él, que parecía intentar coquetearle de vez en cuando. –Lo que sí te puedo decir es que...vaya que hay muchas estrellas.
-Sí, Mona instaló un pequeño telescopio para poder verlas más de cerca. Se ve muy desanimada.
-Seguramente quería verlas junto con Albedo, quien sabe. En todo caso, también me siento mal por él...¿de qué estará enfermo? ¿Será un resfriado?
-Ni idea. Sin embargo...¿no te dan celos de que Mona quiera pasar tiempo con Albedo? –Ella alzó sus dos cejas, retadora.
-Realmente no...ya superé a Mona, y si ella y mi mejor amigo son felices, por mí que lo sean, me alegraría mucho.
Eso le aclaraba las cosas a Amber. La forma evasiva de responder a sus preguntas con el poeta, el que ya no estuviera enamorado de Mona, los pequeños coqueteos, la forma de describir los sentimientos de éste, el hecho de que parecía ser que nadie podía escribir un poema tan bueno como no fuera él.
Aquella era una sensación extraña, ya se sabía a Aether de memoria por ser buenos amigos. Era guapo, carismático, alegre y amable, tenía algunas pretendientes, o eso parecía.
Sin embargo, la pregunta era vital: ¿ella podría amarlo? ¿Qué haría falta para que tal cosa sucediera? Evidentemente, faltaba el momento. No "un momento"; sino, el momento.
-Ojalá tengamos todo el tiempo para ver las estrellas. –Dijo Amber, mirando al cielo.
-Es muy pintoresco, sin duda. Y la luna se puso muy coqueta la noche de hoy.
-¿Y si le mandas una foto al poeta para que vea este cielo y me escriba un poema en base a esto? ¿Qué crees que me diría?
-Hum...quisiera decirte que...que tu rostro es como el cielo nocturno, y las pecas que lo adornan son como una mar de estrellas, y tus ojos, aquellos que me asombran, son las lunas que en la gran noche me alumbran.
Amber, inevitablemente, se sonrojó apenas procesó ese pequeño verso, que era solo uno, pero que bastaba para hacerle latir el corazón de manera fuerte.
-¡A-Aether, qué cosas dices! –Exclamó ella, echándose aire con las manos.
-¡Oh, perdón, me perdí en las estrellas y divagué cosas sin darme cuenta!...Perdón si te molesta eso...espera, ¿estás sonrojada?
-Es el reflejo de la fogata, no te creas. –Ella lo miró de nuevo, juntándose un poco más a él. –Pero acaba esa línea que dijiste, por favor.
-¿En qué me quedé? No me acuerdo, lo improvisé así sin más...
-"Y tus ojos, aquellos que me asombran, son las lunas que en la gran noche me alumbran." Sigue esa idea si puedes...
-Bien...podría ser que...
Noelle miraba aquella escena desde el lugar donde se encontraba, sintiéndose muy dolida. Aether le dedicaba poemas a Amber por su propio gusto, no como con ella, que fue una petición, y fue un poema bello y romántico.
Hu Tao la tomó del hombro, haciendo que prendieran otros fuegos artificiales, los que eran leña para el romántico momento de su enamorado...y otra chica.
Solo se preguntaba si habría forma de remediar esa situación, esperando que sí lo fuera.
Independientemente de ello, Mona seguía mirando las estrellas, haciendo anotaciones y usando el equipo que se suponía usaría Albedo, preguntándose qué tanto harían él y Sacarosa ahí, solos, en esa casa.
No encontraba sentido darle vueltas a ese asunto, no era mucho de su importancia, mejor se centraba en lo suyo.
Acabados los fuegos artificiales, los cuentos de terror alrededor de la fogata y las anécdotas, se sentía de verdad la ausencia de Sacarosa y de Albedo, a los que de vez en cuando se les echaba una mirada rápida.
Aether fue y abrió una de las "ventanas" de la tienda, topándose con una escena que le conmovió el corazón: los dos dormían profundamente tomados de la mano...uno de los sueños de Sacarosa se había cumplido, y más hermoso todavía porque los dos sonreían.
Él se fue secándose una pequeña humedad que se acumuló en sus ojos. Le daba tanta felicidad verlos así. No debía cantar victoria, esos sentimientos eran de ellos y nada más.
Llegada la hora de dormir, cada quien se fue a su casa de campaña. Bennett también tenía una hamaca, la que puso al lado de la de Aether, así que ellos dos la pasarían bien. Amber usaba un saco de dormir, con el que se ganó algunas risas de sus amigas, ya que se veía muy linda con él puesto.
-Awww. Pareces niña pequeña. –Sonrió Ayaka, acariciándole la cabeza.
-Claro que no. –Ella frunció el ceño, ganándose más burlas de sus amigas.
Aether solamente sonrió con algo de ternura, llevándose una grata sorpresa al ver a Amber de esa manera. Ambos se irían a dormir pensando el uno en el otro.
-Buenas noches, compañero. –Digo Bennett, arropándose en su hamaca.
-Descansa...
Y así, el muchacho se llevó las manos detrás de la cabeza, mirando el cielo nocturno, cobijado y acostado en su hamaca, contemplando la inmensidad de la bóveda celeste en su más grande amplitud.
Para la mañana siguiente, todos se levantaron a las ocho, por lo que se apresuraron para desayunar lo que llevaban, que era, malamente, poco. Ayaka tuvo que ingeniárselas una vez más, usando su rifle para dispararle a un pato que volaba por la zona, al que logró matar de un tiro muy bien dado en la cabeza.
-Pobre patito. –Lloró Sacarosa mientras lo comía. Ayaka se había encargado de desplumarlo, destriparlo y de colocarlo en la fogata para que se rostizara.
-Empiezo a creer que Ayaka se toma demasiado enserio su papel de guerrillera... -Mencionó Bennett, comiendo una barra energética para llenar el vacío que tenía todavía.
-Al menos eso nos ayudó con la comida...
Albedo ya se sentía mejor, su tos se había calmado, aunque Ayaka platicaba con él y parecía hacerlo de manera muy seria, incluso casi hasta enojada, así que cuando los dos terminaron de hablar, se sentaron de nuevo en la fogata.
La mañana era fresca y agradable, había pequeñas corrientes de aire puro y fresco, más no frío, y se sentía un ambiente muy agradable. Ya casi llegaba la zona de retirarse.
Aether y Amber miraban algunas flores muy lindas, las que, de hecho, fotografiaban para tener un lindo recuerdo de ese día. Estaban muy juntos, casi hombro con hombro admirando las flores, y los árboles, así como también el cielo de color azul.
Sonreían cada que miraban un paisaje muy lindo, él pensaba en los poemas que podría escribir teniendo tanto material de donde tomar, sin duda.
Mientras Albedo pescaba, él y Mona veían las fotografías tomadas la noche anterior por ella, viéndose animados, sobre todo la chica, aunque los ojos del muchacho se distraían, no viendo las fotografías, ni el lago, ni a la chica. Era otra cosa que ahora el autor se guarda para después.
-No quiero imaginar si Klee hubiera venido. Seguramente le hubiera gustado mucho pescar, estaría muy contenta ahora, sin duda. –Sonrió Mona.
-Menos mal se quedó en casa...si me hubiera puesto malo frente a ella. –Hubo un pequeño silencio. –Mejor no pensar en eso.
-Y no amaneciste más enfermo, ¿qué tenías? ¿Infección pulmonar? No pensé que el té te ayudara tanto con eso.
-Ojalá fuera eso...
-¿Eh? –Mona hizo una cara de cuestionamiento. –¿Qué quieres decir con...?
-¡Eh, mira, picó uno! –Sonrió el muchacho, sacándolo lo más pronto que pudo para luego ponerlo en un recipiente de metal vacío. -Vamos, no hagamos esperar a los demás, todavía no han terminado.
La muchacha se quedó pensativa, esperaría hablar con Ayaka de regreso por el camino, ya que ella parecía saber qué tenía Albedo en realidad. Aquello ya le parecía más que raro.
Todo quedó cocido a un buen fuego, el que se mantenía estable gracias a Ayaka, quien lo alimentaba constantemente y cocinaba todo, ya que también le quitó las escamas al pescado para que se pudiera comer, que había sido con un cuchillo que ella tenía colgado en el cinturón.
Ya poco quedaba recoger una vez acabado el desayuno, todavía quedaba regresar, que ahora sería más sencillo al ser una bajada, pero había solo un problema: era regresar por el mismo camino de antes, y Albedo parecía tener problemas con ello.
Todo el equipo fue recogido, las casas guardadas y los utensilios de cocina ya equipados, por esa misma razón, todos se pusieron en marcha para regresar.
La formación en la vanguardia ahora era: Ayaka, Noelle y Mona. En el medio eran Aether, Amber, Hu Tao y Bennett. En retaguardia solamente constaban Albedo y Sacarosa, que, de hecho, iban un poco distantes de los demás, charlaban más bien solos.
Lo que era Amber y Aether, ellos platicaban de la noche de ayer y algunas cosas más del poeta, lo que era, por parte de la chica, más que nada "por mero compromiso" ya sabía, más o menos, cuál era la verdad detrás de eso, o tenía la seguridad de que así sería.
Y tras lo de ayer...la cosa le quedaba más clara que el agua. Ya no tenía duda, para ella Aether era el poeta desconocido.
El pequeño poema que él le había improvisado, de esa forma tan natural, e incluso sorpresiva, evidenció lo que ya era evidente de por sí: algunas cosas eran parecidas entre las formas de los versos. Era obvio, sin Xingqiu, no se podía maquillar ese hecho, lo que delataba los versos descuidados, románticos y aventureros, al igual que los otros del poeta desconocido.
Solo quedaba una pregunta en su cabeza: ¿por qué mentirle de esa manera? Amber no se sentía molesta, solamente dudaba del por qué su amigo le había mentido, no parecía tener razón de hacerlo.
-Siempre me he preguntado, ¿por qué se esconde? ¿Qué teme?
-Ya te lo había dicho. Tiene miedo de que no lo veas como otra cosa, que quedes decepcionada de que sea él y no otro. Un día los presentaré, no lo dudes. –Sonrió él.
-Incluso ya pudimos estar los dos juntos y yo no haber dado cuenta... -La pregunta había sido respondida.
El detalle era, ¿Amber se sentía decepcionada de que fuera Aether? Eso no lo sabía...o no todavía, y ella ya tenía una idea de cómo saberlo.
El recorrido fue más sencillo ahora para Albedo al saber que lo mejor era tener un trapo húmedo en la nariz y en la boca, siendo auxiliado por Sacarosa.
En ese camino estrecho lleno de polvo, telarañas y ramas, Hu Tao quitó una rama, la que de inmediato le dio en la cara a Bennett, haciéndolo gritar. Todos rieron, y acabado ese recorrido, Ayaka revisó al muchacho para saber si no le había entrado nada a los ojos o a la nariz, lo que no parecía ser el caso.
Una vez llegaron al punto de descanso, Noelle se apresuró y fue directamente con Aether para que estuvieran juntos, Amber igual los acompañaba, y de hecho era convincente.
Ella dejaría clara la situación.
-Fue cansado, ¿no? –Suspiró ella, recargando su cabeza en el regazo del muchacho, lo que a él le sorprendió.
-No tanto como ayer. –Los dos se miraron a los ojos, ella sonrió tiernamente, lo que contagió al muchacho en automático.
-¿Me acaricias la cabeza, por favor? –Pidió Noelle, sin dejar de parecer tierna.
-¿Cómo a un gato? Je, será gracioso. –Él hizo lo pedido, mirando a Amber, con una sonrisa, lo disfrutaba, aunque le extrañaba que su amiga tuviera esa enorme "cercanía".
Amber sonrió, acercándose discretamente, comenzando a hacerle cosquillas a Noelle, la que comenzó a reír, retorciéndose sobre sí misma mientras lo hacía.
-Sí, igual que a un gato. –Sonrió la chica del listón, sin dejar de mover sus dedos.
Ayaka y Hu Tao miraban esa escena con gracia, tomando algunas fotografías y desarmando el rifle de aire para guardarlo, que era lo más indicando conforme se acercaban a lugares donde más gente podría verlos.
-No dudo que a Xiao le gustaría mucho verte así. Algo me dice que tu fantasía es verlo así vestido a él.
-Un poco. Le he prestado mi boina, y la verdad es que se ve muy guapo con ella. Lo único malo es que no lo dejaron venir, pero hasta yo misma acepto que fue lo mejor. Luego vendré sola con él, perder la virginidad con él en un lugar tan bonito como ese sería maravilloso.
-Realmente no lo puedo negar. Solamente me pregunto qué pasará después de este viaje. Mira nada más, el amor está en el aire. –Sonrió ella, mirando a Albedo y Sacarosa platicando juntos, a Aether y Amber continuando su faena con Noelle.
-Lo mismo me lo estoy empezando a preguntar yo.
Reanudada la marcha, y una vez llegados a la entrada del bosque, cada uno se despidió con un abrazo de sus contrarios, y cuando llegó el momento en que Aether y Albedo lo hicieran, los dos parecieron dudar un momento, para que únicamente se dieran un fuerte abrazo que duró varios segundos.
-Cuídate, amigo. Ve al médico a revísate esa tos, no hagas como si nada.
-Lo haré, no te preocupes por ello...amigo.
En cuanto tocó el turno de que Aether y Mona se abrazaran, lo hicieron sin recelos, se lo dieron con amor, con ese poco que quedaba en sus corazones, y conforme fueron rompiendo la distancia entre ellos, éste quedó finalmente extinto, las cadenas se rompían deliberadamente, ya no quedaba nada que los amarrara, como no fuera únicamente los bellos recuerdos de su noviazgo que, sin duda, siempre atesorarían, ya que valía toda la pena haberlo vivido.
Siguiendo ahora Amber, ella dio un abrazo más fuerte de lo habitual, cerrando sus ojos mientras lo hacía. Ya conocía a su poeta, aquel que incluso con solo mirar las estrellas podía dedicarle los más bellos poemas a su enamorada. Faltaba tiempo, tiempo solamente.
Él fue con Noelle ya que el trabajo llamaba, a pesar de estar cansados, sin bañarse, con los dientes sucios y más cosas, tendrían que ir, aunque no lo quisieran.
-Hay una cosa que no entiendo muy bien en literatura. Tú eres el más inteligente en esa material, ¿podrías ayudarme con el ensayo?
-¿De verdad me preguntas eso? Claro que te ayudaré, Noelle. Eres mi mejor amiga, y no dudes que te ayudaré en lo que sea necesario. –Sonrió él, acariciándole el cabello.
-¿Puede ser en mi casa? Después de todo, mañana es día libre, no habrá clases por ser feriado, todo saldrá bien, y haré algunos pastelillos.
-Sin problemas, aparte sé de memoria que están muy ricos.
Sin saberlo, Aether había caído en una trampa.
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El próximo capítulo estará bastante intenso, si debo adelantarlo. No diré nada, pero los del team Noelle estarán saltando de alegría ya que la trama se centrara ahora en ese ship, ¿por qué? Ots' yo tendré mis razones.
Respecto a lo de Amber, también tendrá un desenlace (más o menos), al final del arco, ya que habrá un salto temporal después de un suceso importante que por ahora no mencionaré, así que realmente la ganadora de ser novia de Aether es una decisión que pende de un hilo...
Como pueden ver, ya se va abriendo de manera fuerte la trama sobre el arco de Albedo, que no sé si poner hasta el último o penúltimo, ya que el orden en que se haga puede cambiar el cómo se aborda. En fin, ya tendrán una idea de qué puede ir, seguramente se preguntarán qué enfermedad tiene Albedo, y vi un comentario que consideraba al asma como el mal que ataca al príncipe de la calisa. Eso se verá al final del arco de Aether ya que bueno, ambos estarán unidos de cierta forma.
Para los que se pregunten cómo se vería Ayaka colegiala ❤
Nos vemos el viernes, simps de Noelle. (lo dice un megasimp de Noelle que hasta la tiene de fondo de pantalla :v)
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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