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1.4 Alguien ajeno se intenta colar en la vida de Xiao.

Adelantemos un poco el tiempo ya que aquí no hay en realidad algo interesante para contar, pues sino más bien hasta los primeros ensayos de la obra que actuarían esa ocasión.

Se habían discutido varias opciones, pero no había acuerdos. El joven Xiao, sintiéndose capaz de, pidió que le dieran algunos días para escribir un guion.

Algunos miembros del club, incluido un miembro que a él le caía particularmente mal, veían con escepticismo esa idea.

Este miembro era un muchacho alto, pelirrojo, bastante delgado y con una sonrisa que denotaba mucha confianza en sí mismo. Era Tartaglia, alguien que usaba zapatos de muy buena calidad, se notaba que era alguien de dinero, algo que a Xiao le recordaba un poco a la familia de Ganyu.

Pero no era solo por eso, sino debido a una gran altanería que tenía. Eran polos totalmente opuestos...excepto porque ambos se la pasaban metiéndose en problemas.

El autor ya ha mencionado que a Xiao no le iba ni le venía lo que dijeran de él, se trataba de un joven reservado y callado, alguien a quien no le gustaba mucho estar en compañía, pero sumamente problemático.

Tartaglia era extrovertido, le gustaba mucho saber que era el joven con mayor popularidad entre las chicas (compitiendo directamente con Xiao), y siempre quería estar acompañado, especialmente si era de mujeres. Eso sí, también era muy problemático debido a su altanería.

Tarde que temprano estos dos polos van a chocar, pero por ahora no será el caso, a pesar de que Xiao se molestó bastante de los comentarios que Tartaglia le hizo respecto de la idea.

-¿De verdad crees tener la capacidad de igualar a los clásicos asiáticos o a los trágicos griegos? Vaya que eres idealista, amigo. -Dijo él, con una sonrisa molesta en el rostro.

-¿Tienes miedo de que no estés a mi altura? -Preguntó Xiao, de forma estoica.

-Pero si te saco 25 centímetros, enano. -Rió Tartaglia.

-25 centímetros será lo que te meteré por el trasero si vuelves a burlarte de mí.(😂😂😂😂😂)

Inmediatamente chocaron, los dos ya se estaban preparando para lanzarse a los puños de no ser por Lumine, quien tomó nuevamente a Xiao del pecho y lo hizo para atrás. Fischl no se quedó atrás y se interpuso delante de Tartaglia.

Xiao lo miraba con un gesto de inconformidad a la vez que Tartaglia respondía con una sonrisa que ocultaba su enojo. Un rayo se cruzó entre ambas miradas. La guerra, apenas iniciada la paz, había empezado otra vez.

Al final se eligió que siempre sí se haría lo del guion, le dieron una semana a Xiao, y si éste era del gusto de los miembros, lo interpretarían.

Saliendo del club, Lumine fue caminando apresuradamente, poniéndose a la par de Xiao.

-¿De qué harás el guion?

-Todavía no lo sé. Quizá una tragedia o un drama.

-¿Te puedo pedir un favor?

-¿Un favor?...bueno, está bien. -Era la primera vez que alguien le pedía un favor a Xiao.

-¿Puedes hacer que el malo de la historia sea una mujer? -Ella juntó sus dos manos, inclinándose un poco delante de él. -Me gusta mucho interpretar a las villanas, no me gusta ser la chica buena, sé que pido mucho, pero por favor.

-Si insistes...claro.

-¡Gracias! -Ella le dio un rápido abrazo, algo que sacudió a Xiao de pies a cabeza. Le llegó el olor del perfume de Lumine directamente a su nariz, era un olor muy delicioso a almendra dulce y un pequeño toque a vainilla.

Ambos fueron charlando al salón, pero Xiao se sentía un poco extraño, ya que el corazón le latía bastante rápido a pesar de no haber corrido ni por estar asustado, ¿Qué le pasaba exactamente?

No estaba enamorado de Lumine ni mucho menos, reconocía que ella era muy bella, pero faltaba ese chispazo que encendiera las llamas del amor en su joven corazón que hasta ahora solo conocía odio y rencor.

-Ya verás que Tartaglia está equivocado, tú harás una buena obra, lo sé. Ten paciencia...no quiero que se peleen en medio salón del club.

-Ese tipo tiene una gran boca que me gustaría golpearle, así sea un poco.

-Vamos, ¿Por qué no mejor resuelven sus diferencias hablando?

-Ja. -Xiao puso cara de incredulidad. -Pedir las cosas por favor no soluciona los problemas del mundo. Si lo sabré yo.

-No estoy de acuerdo.

-Si estás de acuerdo o no, no me importa.

-Grosero. -Lumine infló una mejilla, Xiao rió de forma sarcástica.

-Casi siempre digo lo que pienso sin preguntarme si está bien o mal. No quise ser grosero, perdón.

-Ganyu me lo dijo también. Ustedes son primos, ¿no?

-Así es, pero la quiero como si fuera mi hermana.

-Aww, que lindo. ¿Por qué lo dices?

-No tengo porque decirte, Lumine.

-¡Oye!

-¡Perdón, me volvió a pasar! -Una nueva risa sarcástica salió de sus labios, ella le pellizcó el brazo con la suficiente fuerza para que le doliera bastante, aunque Xiao pareció no inmutarse en lo más mínimo.

Ganyu notó el extraño acercamiento que los dos tenían. Ella y Lumine eran las únicas personas que solían hablarle a Xiao ya que, de ahí en fuera, nadie se le acercaba ya por su mirada de miedo o por la reputación de violento que se cargaba.

A muchos les sorprendió cómo es que, de intentar golpearla, ahora Xiao se notaba más "dócil" al lado de Lumine, tanto así que su mirada dejaba de dar ese miedo que inspiraba.

Sin embargo, su reputación de violento subió de nuevo cuando Xiao vio cómo es que un muchacho de tercer año molestaba a una de sus compañeras, algo que le molestó bastante.

Este idiota estaba demasiado cerca de la chica, ella se notaba muy incómoda, él la sujetaba de la cintura, se notaba que invadía demasiado su espacio personal, le ofrecía dinero si es que salía con él. Xiao no soportó más ese espectáculo, así que actuó.

-Oye, aléjate de ella, idiota, ¿no ves que solo la incomodas? Eres repugnante. -Se notaba que Xiao lo decía con notorio asco por la forma en que lo decía.

-¿Tú qué te metes? ¿No ves que estoy platicando con la señorita? -La chica lo volteó a ver con una cara de "ayuda", por lo que Xiao solo lo tomó del hombro para apartarlo de forma violenta. -¡Oye, ¿quieres que te golpeé esa cara de drogadicto que tienes?!

-Adelante. -Xiao puso la mejilla, sin dejar de mirar con esos ojos llenos de ojeras y con una expresión estoica. -Si no me tumbas al primer golpe, te voy a destrozar la cara, así que inténtalo.

-Oye, vamos a calmarnos un poco.

-Lárgate, degenerado. -Dicho y hecho, con una última mirada de amenaza, el tipo prefirió irse sin decir más, aunque con las manos en alto para dejar ver que se rendía. Xiao volteó a ver ya un poco más calmado a la chica. -Si te vuelve a molestar dime y le daré su merecido, ¿de acuerdo?

-S-sí... -Ella se notaba también nerviosa, pues esos ojos intimidaban a cualquiera.

Esa misma noche Xiao volvía a pelar, pues aquel tipo, queriendo venganza por haberlo expuesto como un cobarde, le llegó por detrás, dándole una patada en la parte trasera de la rodilla, algo que lo dejó bastante lastimado.

Sin embargo, en cuanto Xiao se volteó, respondió con un upper cut directamente en el mentón que casi tumba de llenó a su oponente.

La pelea duro poco, Lumine, en cuanto vio a Xiao dándose de golpes contra un chico de tercer año, fue corriendo a tratar de calmar las cosas, pero apenas llegó y vio que Xiao había agarrado del chaleco al tipo, dándole una de golpes en el rostro hasta que lo dejó derribado con un ojo morado, la mejilla inflamada y sangre en la nariz.

Lo que era él tenía magullados los nudillos, un moretón en su parpado derecho y algunos raspones en su mejilla.

Lumine lo vio y parecía que veía a un demonio, pues se notaba sumamente enojado, los ojos inyectados en ira y la respiración de un animal tras correr para comerse a su presa.

No parecía que veía la cara de ese chico de grandes ojeras, sino que daba la impresión de que tenía esa máscara verde de demonio. Lumine supo que algo andaba mal en él.

-¡Xiao! ¡Por favor, tranquilízate! -Ella lo tomó de una mano y empezó a correr lejos de la escena, pues la gente comenzaba a aglomerarse, aunque el ritmo era más bien lento ya que el muchacho cojeaba de la pierna que le patearon.

Él no pensaba, pasaban por su cabeza los recuerdos de las veces que le habían dado de golpes siendo un niño, y lo bien que se sentía el desquitarse, descargar todo ese enojo acumulado por años en lo que eran actos "de justicia".

El autor prefiere no dejar su opinión de si las golpizas que Xiao le daba a los abusones, como el caso del sujeto al que acaba de darle una buena paliza, está bien o mal, si eso lo hacía un hombre de bien o un violento de mal, eso es más que nada para la reflexión del lector.

Lo que sí es que Xiao...se había convertido en un padrino desde hacía muchísimo tiempo, ya que todo aquel que buscara justicia acudía a él para que le diera su merecido a los que se aprovechaban de los más débiles.

Una vez que la distancia era suficiente, Lumine miró a Xiao con bastante preocupación, él no la quería mirar a los ojos, le daba un poco de pena. Ella lo tomó de la mejilla, causando que él la tomara de la mano para quitársela, exclamando un "Ouch".

-Xiao, ¿Qué pasó? Sales de un problema y te metes en otro.

-Él empezó. Yo me defendí, eso es todo.

-¿Qué quieres decir?

-Vi cómo estaba acosando a una chica...le dije que la dejaba en paz y se fuera o le daría una paliza, y parece que lo asusté lo suficiente para que no quisiera pelearme limpiamente, me llegó por la espalda.

-Debo decir que hiciste lo correcto de una manera incorrecta, Xiao. -Lumine se llevó una mano a la frente, tallándosela. -Ven, hay una farmacia aquí cerca, no te puedes quedar así.

Ella lo tomó de la mano, encaminándolo de forma lenta pero segura, pues la pierna del muchacho no daba para más.

Llegaron, en efecto, a una farmacia cercana, Lumine compró una botella pequeña de alcohol, un pequeño paquete de algodón desmaquillante y vendajes adhesivos.

-No es necesario que gastes en mí. -Le dijo Xiao, teniendo una mano en la pierna.

-No te quedarás con todo el algodón, ¿Sabes? También me servirá. Es una forma de pagarte el favor que te pedí.

-Ya hasta lo había olvidado.

Saliendo de la farmacia, y a pesar de que solo podían ver por la luz que emitían los anuncios, Lumine se puso rápidamente a preparar todo para curarle la mejilla a Xiao.

-Espera. -Él escupió al suelo, causando una cara de desagrado en Lumine.

-¿Por qué hiciste eso? -Preguntó ella, con asco.

-Para saber si no tengo cortada la mejilla por dentro.

-Pudiste hacerlo de otra manera. Sigh, como sea, te va a arder.

-Ya estoy acostumbrado al dolor, así que... -En cuanto el algodón hizo contacto con la mejilla de Xiao, él abrió los ojos, poniéndose rojo de la cara y mordiéndose la corbata para no gritar.

Lumine soltó una risita mientras lo hacía, él puso ojos de querer matarla, pero era un dolor necesario.

-¡Lumine, esto me lo voy a cobrar! -Masculló, mordiéndose el labio a la vez que respiraba pesadamente por la nariz, ella le volvió a pasar el algodón por la otra herida, haciendo que él volviera a tener que morderse la corbata.

-Ah, pero al señor le gusta pelearse. No llores, y quédate quieto. -Ella sujetaba cuidadosamente detrás de la cabeza, intentando que no se moviera. -Listo, no sé por qué haces tanto drama.

-Te odio... -Suspiró Xiao a la vez que se limpiaba la humedad de los ojos. -Gracias...supongo.

-No hay de qué. Solo no se te ocurra pelearte un día antes de la obra...sería una mala pasada que suceda algo así.

-Tch. Suelo hacer lo que me prohíben, así que no cuentes con eso.

-Ay, Xiao. Eres un bruto.

-A mucha honra.

Para el día siguiente, no era raro que Xiao tuviera que hacer servicio escolar a modo de castigo por pelearse, él seguía teniendo los vendajes que Lumine le había hecho, pero también cojeaba todavía.

Tenía que regar las plantas de toda una sección de la escuela, y en cuanto tuviera bien la pierna, cargaría bultos de fertilizante. Usaba el uniforme de deportes, tenía la chamarra puesta ya que, de lo contrario, se le verían las marcas y cicatrices que tenía en los brazos, por lo que prefería ahorrarse preguntas si no las mostraba.

Sin esperárselo, en realidad, él vio a una figura que le era bien parecida, pues se trataba de Lumine.

-Hola. -Sonrió ella, animada.

-Hola. -Respondió, sin ganas en su voz y sin apartar la vista de su trabajo.

-¿Por qué no te quitas la chamarra? Hoy hace demasiado calor, siento que me derrito.

-Mis razones tendré, Lumine.

-Bien, no insistiré más. -Ella lo miró más detalladamente del rostro. -Oye, no sería mal enfermera, no tienes el rostro inflamado.

-Eso fue por mi padre. En realidad lo que me hiciste me enrojeció el rostro y me lo inflamó un poco.

-Ay... -Ella se cubrió el rostro con las manos. -Perdón.

-No te preocupes. Hiciste lo que creíste correcto. Sin embargo...¿Qué haces aquí? Es muy temprano todavía.

-El torpe de mi hermano olvidó algo importante en la casa y vine a traérselo, y sabiendo que estabas aquí, pensé que estarías aburrido si estabas solo.

-Hace mucho tiempo llegué a la conclusión que era mejor estar solo que acompañado.

-¿Ah sí? ¿Por qué lo dices?

Xiao recordaba que, siempre que no estaba solo, era porque alguien de su familia le golpeaba, por lo que simplemente cerró los ojos y suspiró pesadamente, casi como si quisiera que el agua que caía de la manguera se llevara esos pensamientos.

-Por nada en especial. Prefiero mil veces estar solo a rodeado de idiotas como el de ayer.

-Siendo así, ¿te molesta el que esté contigo?

-Me da igual... -Xiao pensó un segundo su respuesta. -¡Perdón, no te lo tomes a mal! No somos muy cercanos, así que la verdad es que no lo había pensado. Por cierto, ya empecé el guion y...¿te interesa saber quién abre la obra?

-Por supuesto que sí. -Lumine sonrió de oreja a oreja, aun a sabiendas de que Xiao no la miraba, pues él estaba de espaldas a ella.

-Tu personaje...

La conversación que tuvieron fue sobre la obra de teatro que llevaba escribiendo Xiao. El personaje femenino que era el villano estaba basado en su tía, pues una vida miserable da mucho material para escribir.

Lumine se sintió bastante impresionada al saber lo malvado que sería su personaje, tanto así que pensó que quizá le costaría trabajo interpretarlo.

-Yo tendré ese papel cuésteme lo cueste. -Miró ella de forma retadora, el muchacho se llevó una mano al hombro.

-En lo personal no tienes pinta de villana.

-¡Oye, yo puedo ser muy mala si me lo propongo!

-Seguro, eso dicen todos.

Xiao no se había dado cuenta cuándo terminó con todas las plantas únicamente al momento que Lumine le dijo que regaba una cuya tierra estaba mojada, sinónimo de que ya la había regado. El muchacho se perdió en la conversación sin tener tal intención, simplemente le era tan agradable esa compañía que se había colado en su vida, pero todavía faltaba darse cuenta de ello, ya que las cosas evidentes son las que más tardamos en descubrir.

Siendo ya casi la hora de entrar, Xiao y Lumine caminaban juntos a una velocidad un poco más lenta de lo normal, pues la pierna le seguía cojeando al muchacho, y ahora de peor forma.

Ganyu los miraba desde la lejanía, se sentía muy bien al saber que su primo por fin se abría con otras personas, ya que no se veía tan serio como antes.

Por otra parte, Tartaglia miró a Xiao cuando lo tuvo frente a sí, le sonrió tras ver su pierna cojeando.

-Dicen que dejaste con traumas a ese tipo tras la paliza que le pusiste. Aunque...no te fue muy bien.

-Si me hubiera peleado limpio no tendría esto. -El muchacho se dio un manotazo en su pierna mala. -Pero siempre habrá cobardes.

-Hum...la verdad es que me emociona pensar quién de los dos ganaría una pelea, ¿a ti no?

-A diferencia de ti, yo no peleo por nada. -Sin más, Xiao se retiró, Tartaglia no dejó de sonreír.

-Un día nos encontraremos, enano. Solo no me vayas a decepcionar.

Lumine torció los ojos a la vez que negaba la cabeza para tomar del hombro a Xiao, quien, casi como si él ya conociera el sentir de sus manos, no sobrereaccionó como la última vez.

Ganyu hacía de las suyas, por lo que, y a escondidas de ese par, iba apresuradamente a su salón, en el cual el profesor Zhongli se apresuraba para dar clase. Se notaba de mal humor, además de que le temblaba una mano, causado por el enorme estrés al que se sometía por ser director.

-Señor tí...

-Ganyu, ya sabes lo que opino de eso. -Interrumpió él.

-Sigh...profesor Zhongli, supe que el sorteo para las parejas de trabajo en equipo es hoy, ¿no?

-Así es, Ganyu, ¿por qué preguntas? -El hombre, que se veía de unos casi 40 años señaló con el dedo a la vez que sonreía de forma jovial pero cansada. -Imagino que quieres que te ponga con algún chico que te gusta. Lo siento, pero tu madre me mataría si se llega a enterar.

-¡No es eso! -Ganyu hizo un puchero. -O bueno...no exactamente, pero es relacionado. Quería que Xiao estuviera junto con Lumine.

-Ni me hables de ese chico, estoy muy enojado con él. Dos peleas en menos de un mes, ¿qué es lo que le sucede?

-Creo que usted tiene la obligación de preguntárselo, profesor.

-¿Cómo director o cómo...?

-No lo sé, dígame usted. El punto es que ellos dos deben estar juntos, ¡Le prometo que el trabajo que hagan ambos será el mejor de todos! Por favor...

-Hum...de acuerdo.

A los pocos segundos de acabada esa conversación, la curiosa pareja de esa chica tan luminosa como un rayo de sol y aquel muchacho de semblante tan sombrío como la noche entraron por la puerta al mismo tiempo, ya que la misma era lo suficientemente ancha.

El profesor Zhongli y Xiao se miraron directamente a los ojos, pero ambos desviaron la mirada de forma inmediata, el primero de ellos estando enojado y el segundo un poco decepcionado.

El lector ya habrá intuido que la relación de ellos dos no solo era la de profesor y alumno...sino lazos de otra índole más profunda y que los unía de una forma bastante especifica.

Se trataba, pues, de la relación de padre e hijo.

¿Pero por qué dentro de la escuela nadie sabía de ese hecho más que la propia Ganyu y algunos profesores? Simple: ¿cómo hacer pública una relación de ese tipo si es que habían estado 15 años separados, sin apenas conocerse?

Zhongli, como director, era muy estricto, dándole mucha importancia al orden en la escuela, y todo aquello que rompiera con ese orden y esa paz, le ponía de muy mal humor.

Siendo Xiao un joven rebelde y peleonero...vaya que no podía ser peor. Aparte, él era su hijo, ¿el hijo del correctísimo director era alguien a quien le gustaba romper las reglas? Eso sonaría muy provocador por donde se le mirara.

De ahí que su de por sí tensa relación fuera peor.

Zhongli estaba muy inseguro de que la petición de Ganyu fuera algo prudente, y cuando estaba por nombrar a la pareja de Lumine, que era al azar, él la miró, ella le guiñó el ojo de forma disimulada.

-Lumine...veamos, veamos. -Zhongli dejó caer su pluma, como si fuera al azar. Curiosamente la que debía ser pareja de Lumine era la misma Ganyu, pero él se llevó una mano a la nariz, tomando de nuevo su pluma con esa mano temblorosa. -Tu pareja será Xiao.

Los dos mencionados se miraron, él alzó una ceja de forma estoica y ella sonrió a la vez que se acomodaba un mechón de cabello.

Vaya jaleo en el que se acaban de meter.

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El Xiao resultó más problemático de lo que parecía jsjsjs

Como lo dije, ya ahora empieza a aparecer Lumine, que es uno de los personajes principales del fic, solamente que aquí es un personaje secundario, ya después va a adquirir verdadero protagonismo uwu

¿Cómo la vieron? En este cap tuvo bastante interacción con el emo, espero les vaya gustando la representación de Xiao ¿es fiel al original? Sin más que decir, me despido, voten si les gustó uwu

Nos vemos el viernes.

Siempre tuyo:

-Arturo.

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