Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1.13 Empujón.

De ese romántico baile ya habían pasado casi dos meses, en los cuales, sin falta alguna, Xiao y Ayaka se habían vuelto como uña y carne: inseparables.

Naturalmente los dos tenían citas, ya no se besaban como había pedido el muchacho, de lo que se arrepentía profundamente. Daba la casualidad de que no supo qué era lo que tenía hasta se lo prohibió.

Salían a grafitear, ya fueran edificios de gobierno, estaciones de policía o cuarteles del ejército, lo que era muy peligroso, siendo por eso mismo que lo disfrutaban tanto.

Ayaka vestida de vándala se veía también muy linda, pues tenía puesta una chamarra negra, se ponía la capucha y una mascarilla de tela que le tapaba la cara. Cuando acabaron su faena, los dos tiraron las latas de pintura en el primer sitio que vieron, a pesar de la mascarilla, se notaba que Ayaka le sonreía afablemente al muchacho.

Fue un detalle rebeldemente lindo, pues Xiao había pintado a un guerrillero heroico y su rebelde compañera pintó a su querida guerrillera argentina. De ahí, ambos se fueron corriendo en medio de la noche.

Es menester mencionar que su relación con Lumine no fue brillante en época, si bien sí que tenían sus momentos tiernos, no era nada comparado con Ayaka. Lo único que no había cambiado era que Xiao seguía un poco indeciso, sabiendo que amaba a las dos mujeres, pero no si Lumine lo amaba.

Tenía la sospecha, pero nada confirmado como con Ayaka, y la misma chica se lo había dicho ya. Como era de esperarse, la indecisión, sumado al miedo al rechazo, era lo que impedía que se decidiera del todo.

Si se declaraba a Lumine y era rechazado podía ir con Ayaka sin más...¿pero y si ella lo aceptaba? Ahí estaba el detalle.

Una cosa es la amistad, otra es el noviazgo, no se debe juzgar, bajo ningún concepto, que la forma de tratar a una novia debe ser la misma como cuando era una amiga. Eso puede molestar, pues la mujer siente que no se le da su lugar y que no tiene nada de especial a los ojos del hombre que sí es especial para ella.

Complicaciones de las relaciones de pareja, nada más.

Sin embargo, eso no era lo que más le preocupaba en ese momento, pues necesitamos una introducción breve a lo ocurrido en las semanas que han pasado.

Xiao seguía siendo ese justiciero heroico que protegía a los más débiles de los que se pasaban de listos. Muchos, con tan solo escuchar la primera advertencia, se detenían, pues la reputación del muchacho era implacable y voraz.

Aquellos que no le tomaban la importancia que sí merecía, tenían su escarmiento ya cuando él los amenazaba sin piedad, casi todos paraban ahí.

Empero, los más confiados, seguían, y llegada la hora de aprender la paliza, ahí era momento, y como recomendó Ayaka, de ahora sí usar la violencia ya cuando los intentos de hacerlo por medio de las palabras resultaban en vano.

Con mala suerte que en esa ocasión, y justamente cuando estaba empezando la pelea, el profesor Diluc, en compañía de la profesora Jean descubrieron a ambos jóvenes peleando.

Xiao tenía agarrado al tipejo de la corbata, le soltaba golpes furiosos en la nariz, mientras que el otro se medio defendía ahorcándolo.

Evidentemente en cuanto la gruesa y amenazante voz del profesor Diluc grito "deténganse" el otro chico quedó en blanco, lo que fue aprovechado por Xiao para darle un golpe fulminante.

Diluc tuvo que correr a agarrar al chico de los brazos, no estaba calmado, quería seguir golpeando a su oponente a pesar de lo mal que lo dejó.

Llegando a casa, Zhongli azotó la puerta de la casa, Xiao tenía un ojo morado y un pequeño corte en el labio.

-¡No puedo creer lo que hiciste! ¡La maestra Jean estaba asustada de tu comportamiento, me dijo que parecías un animal! ¡Mañana resolveremos este asunto en la escuela, no tiene caso que sea aquí!

Xiao, desoyendo todo aquello que le dijeron, azotó la puerta de su cuarto y se encerró en la misma, Zhongli tocó a la misma con fuerza, pero era de esperarse que no contestó.

-Igual que su madre. –Suspiró. -¡Al menos ven a cenar y dime por qué te peleaste!

-¡No tengo hambre, así que déjame en paz!

-Igual a Guizhong. –Dando una risita, Zhongli se talló la frente con enojo, comenzando a toser con algo de fuerza. Su estómago comenzaba a hacerse un desastre.

A la mañana siguiente, Xiao estaba en la dirección, con un pedazo de cinta medica en el labio y una venda en el pómulo del ojo que tenía morado. En la misma sala se encontraba Diluc y la subdirectora Ninguang.

-¡Director Zhongli, usted conoce el reglamento, lo ha cumplido a carta cabal por 10 años sin falta alguna, sé que Xiao es su hijo, pero lo que hizo merece la expulsión!

-Lo que el profesor Diluc dice tiene razón, pelearse es baja instantánea, pero creo prudente que le dejemos explicarse. –Midió Ninguang, en un tono más moderado. –Dinos, Xiao, ¿Qué pasó para que...?

-Molestaba a una chica...ella me dijo que le escondía sus lentes y se burlaba de su peinado. Le dije que dejara de hacerlo, se rió y se dio la vuelta. Al día siguiente esa chica me lo dijo de nuevo...así que fui a decirle que si no se detenía le iría muy mal, me tomó del cuello y me soltó un golpe. –El muchacho se señaló el ojo.

-¿Lo hiciste para defender a tu compañera?

-Se puede decir que ella es responsable en cierto sentido, su obligación era decirme a mí o a Kaeya para que le pusiéramos un correctivo a ese muchacho. -Diluc estaba cruzado de brazos, enojado todavía.

-¡Si me lo dijo antes a mí, es porque ustedes no le inspiran confianza! ¡Ella temía que la ignoraran o que la llamaran mentirosa, por eso me lo pidió primero a mí!

-Xiao, cálmate. –Ninguang lo tomó del hombro, acariciándole del mismo.

-Como sea, chico. Eso pensó ella, pero al menos yo jamás ignoraría una cosa así. –Ante la respuesta de su contrario, Xiao dio una pequeña risa burlona. –Tu actitud no te está ayudando. Director, si yo fuera usted, lo expulsaría, pues ya se ha peleado antes, pero ahora fue más grave lo que hizo.

-Yo...no sé.

-¡Zhongli, durante todos tus años como director nunca has faltado al reglamento, entiendo que es difícil, pero tu hijo merece que lo expulses! Siempre hemos esperado lo mejor porque tú has sido el director.

-Si tengo que tomar esta responsabilidad por ser director...entonces renuncio. –Ante la afirmación, todos quedaron bien sorprendidos, inclusive Xiao, que se sentía seguro de que su padre, al odiarlo, le daría mucho placer expulsarlo. -Si ya no se puede esperar lo mejor de mí, ya no merezco el puesto.

-Zh-Zhongli...¿estás jugando?

-No, Ninguang...mi última petición como director es que se retiren, redactaré mi renuncia y mañana mismo la presentaré al Consejo.

Al salir los tres de la dirección, Diluc solo negó con la cabeza, retirándose bastante enojado, Ninguang abrazó a Xiao, acariciándole la cabeza.

Los tres se sentían completamente abrumados, especialmente el muchacho. Su padre hizo todo lo contrario de lo que pensó que haría, y eso lo dejaba con sentimientos encontrados.

Por un momento se sintió un poco culpable, diez años y un más que seguro reconocimiento por sus servicios se vieron esfumados por su culpa.

Aquello le hizo caer en cuenta de algo muy seguro: ahora Zhongli lo odiaría más.

Nuevamente en casa, Zhongli llegaba quitándose la corbata, ninguno de los dos se había dicho palabra o tan siquiera mirado a los ojos. Querían preguntarse algunas cosas, pero no se atrevían.

-¿Estás enojado?...

-Decir que estoy enojado contigo es muy poco, Xiao. Probablemente jamás en mi vida me había sentido tan enojado, pero no creo tener el derecho de recriminarte algo. Es más, yo debo de recriminarme demasiadas cosas. Estoy agotado y la verdad no me siento con ganas de hablar de esto...

¿Qué se recriminaba Zhongli? Simple: no haber estado al lado de su hijo por tantos años. Diez años que pudo estar a su lado se fueron más o menos al demonio, así que la verdad es que no había valido la pena.

Lo que tal vez sí valdría la pena sería lo que pasaría a partir de ese momento. El puesto de director le consumía demasiado tiempo, pero ahora Zhongli ya no lo era.

Ahora tendría eso de lo que siempre careció: tiempo.

La noticia había corrido como pólvora: el director Zhongli había renunciado sin razón aparente. Fuera de los presentes de aquella escena, nadie sabía la verdad, pero, ya fuera o no de manera consiente, se cometió un error.

El cargo de director se ejercía durante cinco años desde que se resultaba electo en elecciones que hacían los maestros, Zhongli estaba a pocos meses de acabar su segundo mandato, pero había sido reelecto para un tercero. Sin embargo, ahora las cosas se ponían de cabeza.

Lo que resultaba curioso es que, en su carta de renuncia, había escrito algo muy en concreto. "Consciente de que se esperaba de mí un tercer cargo como director, y siempre y cuando el Consejo lo acepte y avale, cedo la totalidad de mis votos a la subdirectora Ninguang".

Aquello, como era de esperase, dio de qué hablar, y mucho. Rumores de un supuesto amorío entre ambos fue cosa que hasta entre los profesores menos serios daban por sentado.

Y cuando Ninguang aceptó el cargo, teniendo como asesor especial a Zhongli, fue casi como si aquello resultara cierto.

Lumine conocía ese tema, pero prefería no comentárselo a Xiao ya que, debido al tema de su madre fallecida, lo consideraba como un ultrajo a su honor de hijo.

-¿Listo para la obra de teatro? –Preguntó ella, seleccionando un tema ajeno a ese hecho.

-Realmente no importa, no es como que vaya a actuar, ¿Qué hay de ti?

-Me siento lista. Me da la impresión de que hiciste el personaje a mi medida. –Sonrió la muchacha.

-Fue coincidencia... -La única razón por la cual Xiao no renegaba de su amor por Lumine, era que verla actuar lo enloquecía, y más siendo en un personaje que le salía tan natural.

El autor quiere recordar que Xiao se había enamorado de Lumine de una manera tal que ella podía interpretar cualquier papel y seguiría amándola sin dudar.

Aquel era de los últimos ensayos, las cosas salían bien, pero el muchacho solamente se centraba en Lumine, en su forma de actuar, de hacer los movimientos, todo le salía tan perfectamente, era muy bello verlo.

No obstante, se preguntó una cosa en concreto, ¿cómo sería si Ayaka actuara en su lugar? ¿Se enamoraría más de ella que de Lumine? Quería verla actuar, ahora que se lo pensaba bastante.

Necesitaba un pequeño empujón para terminar de convencerse de ser su novio, la indecisión ya lo comenzaba a carcomer.

Aquel pequeño empujón llegaría, curiosamente, el mismo día de la obra. En el desayuno, que era de los poquísimos que había tenido hasta entonces con Zhongli, ambos se encontraban en la cocina, el mayor de los dos preparaba el desayuno.

-Creo que no fue mala idea renunciar después de todo, ¿sabes? Ahora paso más tiempo contigo, chico, duermo más, no me siento tan estresado como antes...creo que debí haberlo hecho hace tiempo.

-Al final de todo es la primera vez que desayunamos juntos...

-Y no será la última. Me iré temprano solamente martes y jueves, que son días muy pesados. La ahora directora ha descentralizado las tareas, ella no estará tan ocupada como yo lo estuve.

-¿Por qué lo dices?

-Tu madre siempre confió en que yo sería director de la escuela y que bajo mi mandato se lograrían muchas cosas...tuvo razón, siempre lo hice por ella. Estaba obsesionado con que todo saliera bien que tomé responsabilidades que no me tocaban, no sé si ella hubiera estado de acuerdo. De cualquier forma...me empiezo a preguntar si hice bien o mal en hacerlo.

Xiao quedó pensativo ante esas palabras, ahora pasaría más tiempo con Zhongli de forma un poco relativa, cosa de dos horas, pero su padre quería aprovecharlas al máximo, buscando una forma de acercarse a su hijo.

El problema es que no sabía cómo hacerlo...

Una vez a la hora de la obra de teatro, Ayaka se sentó al lado de Xiao, sonriendo afablemente, gesto que él regreso.

-El letrero de la entrada muestra que tú escribiste la obra.

-Sí, fui yo. Siento que es una basura, pero todos me dicen que está muy interesante.

-No te subestimes, Xiao. Todo estará bien, a la gente le gustará, incluso más que la anterior.

-Eso espero...

Como faltaban unos minutos, el muchacho salió a toda prisa a fumarse un cigarro para relajarse los nervios. Era una marca que a él le disgustaba, ya que contenía una capsula con saborizante, así que, ¿Qué hizo él? Simple, le arrancó el filtro, creyendo que no sería mala idea.

El autor desaconseja enormemente que fumen, y mucho más si es sin filtro. A los pocos minutos, Xiao se sintió un poco más cansado que de costumbre, además de más mareado.

Llegada la hora, y finalmente estrenándose la obra, Ayaka notó que Xiao no le quitaba los ojos de encima a Lumine, algo que la puso más o menos celosa, ya que recordaba que ella no era la única que ocupaba un espacio en el corazón de su enamorado.

La obra era magnifica, la misma terminaba en tragedia, pues Lumine, la villana, se salía con la suya matando al protagonista, en este caso Tartaglia, y encerrando para siempre a la amada, que se trataba de Fischl.

-¡Arderás en el infierno, maldita!

-Quizá... -Lumine fingió que le pisaba la mano a Fischl para darle una cachetada más o menos fuerte, que a más de un espectador le dolió. (Bennett: esta perra está loca). –Pero tú te pudrirás para siempre en una celda...y sin él.

La risa malvada de Lumine pareció de lo más natural que más de uno pensó que era verdad, pero ella recordaba una situación muy graciosa con su hermano Aether, solamente fue cosa de darle ese tono de maldad.

El telón se cerró, y como era de esperarse, el público estalló el salón en aplausos, Xiao se había levantado incluso para hacerlo, Ayaka infló un poco su mejilla.

Seguidamente de eso, el telón se volvió a abrir, los presentes saludaron y sonrieron para hacer una reverencia, Lumine sonrió especialmente a Xiao, que a pesar de que el mareo y una sensación de malestar le perduraban, no le impidieron aplaudir.

La directora Ninguang subió al escenario, sonriendo y tomando del hombro a Lumine.

-Bueno, no puedo decir si esta vez fue mejor, pero definitivamente nadie pensó que podías ser tan malvada, Lumine.

-Siento que el personaje fue hecho a mí medida. –Ella miró a Xiao. –Pero supuestamente solo fue coincidencia.

-Lo hicieron excelente, aunque vaya final más dramático. Eso me recuerda, Xiao debería estar en el club de letras, se le da muy bien escribir drama. Un aplauso también para él.

Ante los aplausos, el muchacho solamente sonrió tímidamente, Ayaka era quien le aplaudía con más entusiasmo. Zhongli también aplaudía, sin duda alguna se sentía sumamente orgulloso de su hijo. Malamente, no había forma de expresarlo para él.

-¿Algunas palabras que quiera decir, profesor Zhongli? –Preguntó Ninguang, Xiao inmediatamente volteó a ver su padre.

-Bu-buen trabajo...fue una buena actuación. –Parecía que diría algo más, pero las palabras no salieron de su boca.

El sentimiento que pasó por el corazón de Xiao es difícil de describir, sintió un enorme vacío en su pecho, una fuerte bofetada en su mejilla y también un escupitajo en la cara. Se limitó a mirar al suelo, Ayaka se sorprendió bastante, tomando de la mano a su contrario.

-¿Xiao?

-Bien...un último aplauso para el guionista, directores y actores. Si cualquiera hubiera faltado, no tendríamos la excelente obra que hoy disfrutamos.

A pesar de su sonrisa publica, se notaba que la directora Ninguang estaba muy enojada. No hay que indagar mucho para saber que sí que se sentía muy furiosa con Zhongli.

Acabando la faena, ella notó que Xiao se veía bastante decepcionado, incluso triste, suspiró pesado, poniéndose una máscara de la utilería en la cara para que no se le vieran los ojos, ciertamente, llorosos.

-Xiao. –Mencionó Ninguang, pero él se cubrió más el rostro. –Sé que la relación entre tú y tu padre es algo en lo que no me debo meter, pero soy su amiga desde hace tiempo, y sé que él, a pesar de que no te lo dijo, está orgulloso de ti.

-¿Y a quién le importa?...si de verdad lo estuviera, no sentiría vergüenza de decírmelo.

-No seas tan duro con él. Zhongli es muy...cabeza dura, por decir poco. No es bueno expresando sus sentimientos, y desde que lo conozco, así ha sido, incluso con tu madre.

-Eso no me interesa, ¿de verdad ni un "fue un guion interesante" me pudo decir? Usted lo escuchó... "buena actuación". Como siempre, me desprecia. –Fue muy claro cómo es que por una de las mejillas de Xiao bajaba una lagrima, aparte de que empezaba a tener contracciones en su pecho. –Déjeme solo...por favor, directora.

Unos tacones sonaban cerca para después dejar de escucharse. Cuando eso pasó, Xiao se acostó de lado para comenzar a llorar lo más silenciosamente que pudo.

Tenía una vez más la esperanza de que su padre finalmente lo aceptara, le reconociera, pero otra vez volvía a fallar.

Es innecesario decir que, en cuanto Ninguang tuvo frente a sí a Zhongli, y sin una aparente explicación, le soltó una cachetada que lo dejó completamente desconcertado.

Él la miró con cuestionamiento, lo que indignó más a Ninguang, así que otra bofetada resonó en dirección.

-¡Lo hiciste llorar!

-¿A quién...?

-¡¿A quién más?! ¡A ese pobre muchacho que llamas tu hijo!

-Ya me imagino por qué es...pensé que a él no le importaba mi opinión, y creí...

-"Creí" "Creí" Siempre dices lo mismo. ¡Guizhong te mataría a golpes por hacerle eso a su hijo!

-¿Cómo se lo digo, Ninguang? Quiero decirle a Xiao que lo amo, que estoy orgulloso de él, que es lo que más atesoro en la vida y que quiero compartir momentos con él tras 15 años de no vernos...pero no sé cómo hacerlo

-Solamente dile eso, Zhongli, ni siquiera es difícil.

-M-me da vergüenza, ¿Qué tal si me rechaza? ¿Y si a pesar de eso me sigue odiando? No podría soportarlo...

-Está bien ser penoso...lo que no está bien es ser pendejo.

Sin más, Ninguang tomó aire de forma pesada, retirándose sumamente molesta. Zhongli se talló la mejilla, con los ojos lagrimeantes.

Ahora sabía que hizo llorar a su propio hijo, algo que no tenía perdón de él, de Dios, y mucho menos de Guizhong.

-Si no me odiaba antes...ahora sí que lo hace. ¿Por qué Guizhong tuvo que morir? ¿Por qué no fui yo? Ella le hubiera dado la vida que merece.

Sin poder soportar un segundo más, Zhongli echó su pecho a su escritorio, cubriéndose los ojos con los brazos, soltándose a llorar tratando de hacer el menor ruido posible.

Si él hubiera muerto, su hijo no pasaría por tanto dolor y tormento, viviría con una madre amorosa que siempre le tendría las mayores atenciones.

Curiosamente, padre e hijo compartían un mismo pensamiento "muerto, él estaría mejor". Nada más lejos de la realidad. 

Con el muchacho las cosas no eran diferentes, él estaba tirado en el piso de aquel lugar de presentaciones, la sensación de haber sido golpeado muy duro todavía perduraba, y estaba casi seguro de que seguiría así por un buen rato.

Nada de eso, un pequeño rayo de luz se colaría en su corazón en cuanto sintió una mano en su hombro que lo volteaba suavemente.

Sus ojos se hincharon un poco, puesto rojos al igual que parte de su cara, así que la expresión de sorpresa a mal de la persona que lo encontró fue de, justamente, de amarga impresión.

-Xiao...

-Déjame solo, Ayaka, por favor.

-No lo haré. –Respondió ella, un poco enojada. -Quizá lo que te diré suene cliché de las novelas de amor pero, y te lo digo enserio y con el corazón...siempre que estés sufriendo quiero estar junto a ti, sentir tu dolor como propio, llorar contigo si es necesario, pero jamás dejarte a tu suerte. Me has dicho que has estado solo y sí, mírate, estás solo, sin nadie que te ayude o tan siquiera te compadezca, ¡pero yo quiero acompañarte no solo cuando estás feliz, sino cuando te sientes mal, cuando te sientas miserable; secar tus lágrimas cuando llores de la risa o de la tristeza, verte morirte del susto o verte queriendo morir de verdad! Te lo digo enserio...no te dejaré solo, y mientras todos te dan la espalda, yo estaré a tu lado. Por favor, no me pidas algo así.

-Ayaka... -El muchacho hizo un puchero para después soltarse a llorar con tristeza, ella lo abrazó con toda la fuerza que tenía, acariciándole la cabeza y la espalda, sintiendo en su corazón el dolor que atormentaba a su amado de forma impiadosa.

Le habían dado la espalda, y la única que se volteó para darle la mano fue Ayaka...o eso a sus ojos.

Fue ahí que el muchacho se decidió completamente a hacer algo que hasta ese entonces solo cabía en las vacilaciones. Cuando uno está en lo más bajo, tratará de volver a la superficie de cualquier manera.

Xiao se separó del abrazo, mirando a Ayaka directamente a sus gemelos, ella tenía unas pequeñas lagrimitas en sus ojos y el rostro levemente enrojecido por su llanto.

Él la tomó de las mejillas para acercarla a su rostro, robándole el más necesario de los besos: el que cura una herida. La chica quedaba sorprendida a más no poder, sus parpados quedaban abiertos, y durante todo lo que duro aquel robo nunca los cerró, ya que sintió que le transmitieron algo que las palabras no pueden describir, aunque se pueden sintetizar en una palabra o en mil, de todos modos resultaría de lo más ameno.

Eso que los labios de su enamorado le transmitieron fueron grandes sentimientos de amor.

Separándose, Xiao abrió los ojos, soltando las mejillas de Ayaka para tomarla de ambas manos. Él se puso sobre una rodilla, ya que reposaba sobre ambas.

-Levántate, por favor... -Su contraria hizo lo pedido, aunque confundida. –Ayaka...me he dado cuenta que siempre que estoy a tu lado todo me parece nuevo, iluminas mi sombría vida, le has dado color algo que no lo tenía. Dime qué más te gustaría hacer conmigo, y a todo lo que me propongas te responderé con gusto que sí, que sí quiero siempre que esté contigo, porque me he dado cuenta que tengo que estar junto a ti. A tu lado todo me parece bueno aunque pueda no serlo. Y-yo...quisiera preguntarte algo en concreto...¿qu-quieres ser mi pareja?

Ella soltó la sonrisa más radiante y feliz que nunca antes había dado, por lo que, con unas lágrimas bajando de sus mejillas, respondió meneando la cabeza "sí".

El muchacho se levantó con una sonrisa también, por lo que ambos se abrazaron una vez más, besándose con desesperación y con ansias de amarse con locura, necesidad y fidelidad.

Ayaka interrumpió el beso para decir lo que quería comentar en ese momento, serían las primeras palabras que diría como la primera novia de Xiao. Ésta era una nueva primera experiencia que compartirían juntos.

-No se te olvide...soy la única persona que, sin importar qué, siempre estará a tu lado. En tus victorias o derrotas, cuenta conmigo.

-Lo haré...confiaré en que siempre estarás a mi lado. 
______________________________________

Los team Lumine: ando buscando un cabrón, para partirle su madre. El mismo suelo que pisa hoy lo va a llenar de sangre, para quitarle la vida ya se me está haciendo tardeeeeeeeeeee.

Los team Ayaka: neta que chingón!!!!!

Los que no son parte de ningún team: ¿y ahora qué?

Woooow siento que hubo muchos datos y muchas cosas que pasaron en casi 4 mil palabras, espero no haberlos sofocado de tanta información, incluso yo mismo acepto que fue demasiado xd

Ya en dos semanas más acabamos el arco de Xiao :'0 como ya saben el siguiente es el de Aether, y si se dan cuenta, Xiao evolucionó muchísimo como personaje, de ser un emo vengador ahora es felih pero todavía faltan varias cosas que afectarán a la trama de forma futura, así que esto todavía no acaba. 

Nos vemos el lunes, voten, comenten y guarden sus picas y antorchas por favor :'3

Siempre tuyo:

-Arturo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro