— Señorita Brooke, ¿ya se va?— me llamaron con una sonrisa, allí estaba detrás su tío Donald sonriéndome sin darse cuenta del sarcasmo del señor De Luna, Joe me miró sin comprender lo que ocurría Entre nosotros y soportando el impulso de levantar la mano para golpearlo suspiré para soportar el impulso que sentí.

— ¿Y luego que? ¿me va a impedir la salida? —le respondí sarcástica y antes de cruzar la puerta me sostuvo del brazo.

— Calma "gordita", usted tiene negocios que hablar conmigo— me dijo susurrándome al oído haciendo que mi ceja se levantara.

— ¡déjala!— le dijo Joe apartando su mano de mi brazo— ella no es gordita y mucho menos va a hablar negocios contigo — le amenazó y él nos miró y empezó a reírse por la escena.

El sentir el apoyo de Joe defendiéndome hacía sonreír sonrojada y orgullosa.

— ¿Y éste niño gótico? Veamos, hijo tuyo no es...—señaló calculando nuestras edades—¿te gustan así de niños?

— Ya cállate "Señor De Luna" es mi hijo, deja de joder y dime que quieres antes que hagamos una escena.

— Ya veo, era cierto que eras madrastra pero no imaginé que aún siguieras en "eso"... ten—dijo extendiéndome un ticket y yo levanté la ceja extrañada.

— ¿Aja? ¿Y esto?

— Es mi cuenta..— respondió y yo me hundí entre hombros aun sin comprender.

— Mi automóvil ¿Qué esperabas mi chocolatito? así que esta en el estacionamiento del Hotel, lo quiero lavado y que le arregles el parachoques y lo mandes a pulir— ordenó con firmeza

— ¿Cómo quieres que te arregle esa mierda si...

— Silencio— siseo y sonrió— ¿Quieres que le diga a tu abuelito? Según tengo entendido que estuviste en prisión por mal carácter— se burló amenazándome yo gire los ojos y lo miré fijamente cómo sus palabras eran bastante "Filosas".

— Está bien ¿ es todo?— pregunté sarcástica y sin decirme nada tomé a Joe y camine con rapidez alejándome de la situación y de escuchar sus idioteces.

— Ey, chocolatito ¿por qué te cortaste el cabello? En las fotos de Instagram te quedaba mejor el cabello largo— dijo en forma de burla.

Regresándome hacía él con rapidez arroje la factura a un lado y De Luna lo atrapó en sus manos. Ni crea él que iba a limpiar su porquería de carro y cómo si le importará mi cabello. Habían pasado como 5 meses que lo corté cortado y la primera critica negativa que me daban de frente era él. ¿Por qué tenía que conseguirme con un dolor en mi ovario en este momento de la vida?

— ¿Era él de quién hablabas? Mira la forma que re habló, le diré a ..

— No le digas nada a Dominic, solo vamos a casa que me duelen los pies...— le interrumpí antes que hiciera de un tormenta esta situación —¿quieres conducir?— pregunté y él suspiró girando los ojos.

— Tengo catorce...

— Está bien, aburrido. Vamos a pedir un taxi.— propuse y él tomó mi bolso para ayudarme con el peso.

Nada había cambiado para mi realmente, seguían los mismos apodos, la misma critica de mi cuerpo incluso con los socios del Hotel. Solo comentaban si yo era más baja, más oscurita o simplemente todo era una critica; incluso hasta por mis rizos.

—¿No quieres un hermanito?— le pregunté de la nada a Joe y él estalló de la risa.

— Se nota que estas cansada Eli, solo sígueme contando que hizo el idiota de tu compañero.

— Aparté de decirme gordita, chocolatito me mojó mis zapatos — me quejé exhibiendo los tacones de mi mamá y él trató de ocultar la risa.

Pero con ese ataque terrorista a mis zapatos odiaba a Louis sin siquiera conocerlo completamente y es que él era igual a todos los viejos de la junta directiva, un prejuicioso bastante estirado y sólo que con más cabello y más joven.

Al llegar a casa sólo quería arrojarme en la cama y recibir un dulce masaje de Dominic y dormir hasta que sea otro día y esperaba que el imbécil no estuviera en la oficina.

Abriendo la puerta y arrojando mi brassier a un lado eran mis tacones que rebotaban del suelo a un lado.

Pero mi vista se posó en una melena castaña que estaba en el sofá y delante estaba Dominic con el rostro bastante incómodo detrás de su supuesta cara de "estoy bien"...

Al verme él se rascaba la cabeza y me señaló a la visita.

Ya había imaginado esta escena en mi mente varías veces, pero jamás pensé que se materializara... ¿Recuerdan los sueños que muchas veces son recurrentes o esa vez que el Horóscopo dice que te dejarán?

Estaba ocurriendo...

¡Joder, lo que faltaba! Me estaba dejando.

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