En la arena Ra se encontraba totalmente sorprendido por el ingenio que ha demostrado tener el humano, incluso está impidiendo en este mismo momento poder tratar su herida, si seguía así lo más seguro es que acabe muriendo, la herida puede esperar, ya está medianamente quemada para soportar y evitar el sangrado, ahora debe de volver a centrarse en el ataque, no volverá a ser humillado por la humanidad.

Midas se encontraba de nuevo a unos pocos centímetros de su enemigo, tan cerca, pero a la vez tan lejos de acabar con la batalla de una vez por todas hasta que en ese momento el Dios del Sol no usó su omnipotencia, estaba totalmente expuesto a su lanza divina que lo convertiría en oro, "¡Roble!" Gritó Ra y de repente apareció un roble gigantesco justo en medio de ambos, haciendo que la lanza convierta en oro a ese roble que funcionó como escudo.

"¡Increíble! Ra a usado uno de sus dones, el de la llamada, ya que él fue quién le dio un nombre a cada ser vivo"

En ese momento Ra usó su omnipotencia al instante de que su rival golpease el gran árbol y de una gran parada mandó al rey a estrellarse contra ese mismo roble que, al ser de oro, hizo más daño.

Las gradas de las divinidades entraron en alegría ante esa demostración de poder del líder del panteón egipcio.

En las gradas egipcias los dioses suspiraron aliviados, pero a la vez sabían la razón de por qué no usó ese don antes, y es que solo lo puede usar una vez cada cinco minutos, y cinco minutos en una batalla es muchísimo, pero eso no tendrían porqué saberlo la humanidad.

En la arena Ra se preparaba para una segunda patada, pero al ver que Midas reaccionó rápido se movió hacia atrás para evitar sorpresas desagradables, debía de ser lo más cuidadoso posible.

Midas estaba sangrando por varias partes de la cara, entre ellas la nariz estaba rota, un río de color rojo bajaba de su boca y con él algunos dientes y su frente estaba en las últimas, un golpe más y acabaría muriendo, tuvo suerte de que pudo ahuyentar a Ra por girarse rápidamente, pero la verdad es que se estaba tambaleando, pero eso debía disimularlo si no quería ser acribillado a golpes por su rival.

En las gradas humanas todos estaban en silencio a excepción de Zoe la cual estaba animando a su padre, Gordias la había convencerla para quitarse esa cara siniestra de la mente, al fin y al cabo, sea un loco o no, es su padre y también un representante de la humanidad, había que animarlo.

En el balcón de las valkirias Goll estaba con las manos tapando su cara de la impresión y el miedo de que la humanidad vuelva a perder la primera batalla al igual que en el anterior Ragnarok, pero rápidamente se dio palmadas en los cachetes para volver a centrarse en lo que pasa en la arena en vez de hacer lo de antes y dar por perdido ya los combates.

Midas agarró firmemente su arma cambia formas con aspecto actual de lanza, la empezó y apuntó a su enemigo, no tenía más opción que cargar contra él por muy predecible que sea, no tenía más opciones si no quería que sus heridas le pasen factura con el paso de los minutos, hubo un momento en el que quiso desmayarse, darse por vencido, sentía su frente a punto de explotar, pero nadie detendría su venganza, sobre todo ahora que también significa defender a su especie, incluida su familia.

"¡Todavía no has acabado conmigo maldito Dios!" Gritó Midas con una voz dolorida y temblorosa, todo el mundo le miró en ese momento con curiosidad y sorpresa, Ra también estuvo dispuesto a escuchar desde una distancia segura mientras disimuladamente preparaba su siguiente golpe. Pero no se esperaba que en vez de hablar cargase contra él haciendo que su omnipresencia se active y esquive el golpe a duras penas.

Todo el mundo lo veía, Heimdall estaba sin palabras, la humanidad en ese entonces no vio a un rey egoísta, sino a un guerrero como lo fue cualquiera que haya peleado en el Ragnarok, aunque sea por motivos egoístas al fin y al cabo, todo el mundo quedó conmovida al ver que Midas no se rendía y ponía al Dios del Sol en apuros cada vez que podía, entonces escucharon a la pequeña Zoe animando a su padre a pleno pulmón, un hombre decidió unirse a los gritos de ánimo, luego lo hizo una mujer, y así en un abrir y cerrar de ojos todas las gradas humanas estaban animando a su representante.

Midas estaba perplejo, nunca habían tenido verdadera fe en él incluso cuando era rey de Fligia, ahora entendía todo, no sólo era una venganza suya hacia los dioses, sino que su deber es vengar a toda la humanidad por cada cosa que los dioses han hecho, eso solo hizo que la adrenalina le haga ignorar sus heridas y aumentó su velocidad.

Fue en ese momento en el que Ra empezó a sudar del cansancio, estaba usando demasiado su omnipresencia y el Sol ya no brilla tan fuertemente como antes, cada vez estaba más cerca suya, y esos vítores de la humanidad, ese ánimo que son capaces de transmitir, eso le abrió los ojos, era igual que aquella vez.

(Flashback. Egipto Siglo XVI a.c.)

Ra era amado por todos los egipcios, era perfecto, un Dios que bajó del cielo para guiarlos hacia la prosperidad, y así había sido durante muchos años hasta que tanto él como todos notaron una horrible noticia, el Dios y faraón Amón-Ra estaba envejeciendo.

Un día Ra se levantó e hizo lo de siempre, notar su vejez en el mundo terrenal y charlar con sus compañeros dioses como Isis, Osiris, Seth o Neftis, pero cuando salió a saludar a su amado pueblo humano algo era distinto a lo habitual.

"¿Qué ocurre?" Notó al darse cuenta que todo el pueblo estaba soltando risitas mientras él paseaba por las calles de la gran ciudad, esas risas se convirtieron en burla y por mucho que amenazaba y castigaba no pudo salvarse de lo que le venía.

"¿Y ese es el poderoso Ra?"

"Ya no es ni la sombra de lo que era"

"Creo que es hora de que el pájaro de jubile o se le caerán las plumas de la cabeza"

Insultos y más insultos le decían constantemente, él no lo entendía, se supone que los humanos lo amaban y él también los apreciaba, ¿Qué había cambiado para merecer ese trato? Eso hirió el corazón del Dio del Sol para siempre y tenía una idea para desahogarse, la venganza.

Días más tarde los dioses egipcios caminaban tranquilamente con curiosidad por saber la razón de que su señor Ra los hay convocado a todos, sobre todo porque siempre daba razones válidas pero esta vez ni eso, simplemente les dijo de venir y ellos, aunque les entorpezca su función debían de obedecer.

"¿Me pregunto por qué Ra-sama nos ha llamado a todos?" Se preguntó Isis mientras Seth negaba con la cabeza para decir que tampoco sabía, al igual que el resto a excepción de Sobek, el cual había escuchado todo debido a que es el Dios de los faraones y por ende conoce todo lo hacen y dicen estos.

Pero al llegar a la sala todos se quedaron de piedra al ver a Ra totalmente exhausto y un gran agujero en la pared, algo grave había pasado.

"¿Qué ha ocurrido Ra-sama?" Preguntó Horus, pero Ra simplemente los miró con neutralidad. "La humanidad se ha burlado de mí una y otra vez sin dejarme tranquilo, han traicionado mi confianza" esa respuesta hizo que todos los dioses temieran lo peor, pero siguieron escuchando.

"He creado a una diosa violenta y destructiva llamada Sekmet, destruirá a toda la población" dijo tratando se sonar frío, pero fallando ya que se notaba que en realidad le dolía hacer eso.

Los demás se quedaron estupefactos ante lo que acababan de escuchar hasta que un grito de un hombre de afuera llamó la atención, esa diosa ya había comenzado su matanza y no se iba a detener a no ser que Ra hiciera algo.

"¡Eso es demasiado cruel Ra-sama!" Se quejó Osiris haciendo que Ra mire hacia otro lado con tristeza.

"Debe parar esto, o será demasiado tarde" aconsejó Osiris, haciendo que todos vean al gran y anciano Ra llorando.

"Vosotros no sabéis lo que se siente el tener que hacer esto a un pueblo que has visto crecer, prosperar y adorarte, gritar tu nombre con júbilo, pero debo de ser firme ante eso y no mostrar debilidad, la humanidad ha herido para siempre mi confianza, y si no hago algo seguramente algún otro Dios tomará el destino por su mano y lo hará." Explicó empezando con tristeza y terminando de manera firme.

El resto de dioses parecían totalmente confundidos, ninguno era consciente de que a Ra le importaba tanto la humanidad, ellos habían escuchado de dioses que quieren a los mortales, como Baldur en el norte de Europa o el pobre Prometeo en Grecia, pero pensar que el dios principal de un panteón también era algo difícil de creer.

Osiris se acercó al dios del sol con cierta pena, parece extraño, pero lo compadece. "No creo que exterminarlos sea algo bueno, si la humanidad es como su hijo, debe castigarlos con sequías o destrucción, pero matarlos no es correcto" explicó tranquilamente haciendo que el Dios y faraón Ra entre en razón, "Está bien, pero no creo poder seguir siendo el faraón de mortales tan desagradecidos" dijo con pena mientras rápidamente iba a calamar a Sekmet con varias tinajas de alcohol.

(Ra calmó a Sekmet, apodada Bastet y luego le dio el trono, a petición de Isis, al hijo de ésta llamado Horus, el Dios del Sol abandonó el plano terrenal para siempre y se limitó a hacer su función junto a otros dioses del Sol como Helios, pero su herida nunca se fue, todo lo contrario, con el paso de los milenios su cariño por la humanidad se convirtió en desprecio, considerándolos unos hipócritas desagradecidos, y así pensó hasta la actualidad)

(Fin del Flashback)

En ese momento Midas volvía a cargar contra Ra, éste gastó lo poco que le quedaba de energía en esquivarlo mientras toda la arena presenciaba como el Dios Ra estaba llorando de repente, incluso Midas se quedó confuso, pero no podía parar, debía seguir atacando antes o en cuanto su adrenalina finalice seguramente el dolor de sus heridas se notarán mucho más.

"¡¿Qué Demonios?! Ra ha empezado a llorar de repente mientras Midas no detiene sus ataques.

Ra se sintió estúpido en ese momento, había estado viviendo en el pasado todo el tiempo, todo por un solo error de la humanidad, pero al girarse y verlos aún con todos los egipcios le seguían rezando en silencio, estaba conmovido.

En el balcón egipcio los dioses ya podían intuir porqué estaba llorando, Nut era la menos sorprendida mientras Batet era la que más.

"Ra-sama céntrese en la batalla" animó la diosa leona mientras Osiris parecía sonreír en silencio, ya entendía la predicción de Nut sobre el desenlace de la batalla.

"¡Aún así no perderé!" Gritó el Dios del Sol esquivando sin omnipresencia una estocada de su adversario.

"Llegó la hora de usarlo, ¡Aunque me cueste la salud!" Volvió a gritar, haciendo que los humanos se asusten porque el dios todavía tenía un as bajo la manga, los dioses no egipcios parecían entre interesados y preocupados por su última palabra mientras los egipcios solo pudieron llevarse las manos a la cabeza.

Antes de que Midas pudiera volver a atacar Ra cerró los ojos y empezó a flotar en el aire, de repente su ojo apareció del Sol y, horrorizando a todos, empezó a incrustarse en el pecho de Ra.

"¡Ra se está fusionando con su ojo flotante!"

En esta transformación se vio al dios quejarse de dolor por lo que le estaba sucediendo, pero a la vez su cuerpo cambió, una armadura dorada con un Sol salió y ropas faraónicas cubrieron el resto de su cuerpo, su cabeza creció al punto de no parecerse a un águila sino a una especie de fénix, junto a sus plumas ahora rojas.

Bajó al suelo haciendo que un cráter se cree por el poder.

En el balcón griego nunca antes lo habían visto con esa transformación a excepción de Nut la cual pareció sorprenderse. "Parece que ha decidido usarla, la transformación Amón-Rá" dijo mientras sonreía, los demás dioses la miraron, Sobek parecía fascinado por el nuevo poder que desprendía Ra, pero Nut continuó hablando.

"Aunque en esa forma tenga un poder nunca antes visto, tiene los minutos contados, debido a que su ojo flotante se incrustó en su pecho sus órganos están no están funcionando correctamente, es decir, solo tiene 2 minutos o su salud se verá afectada al punto de no retorno, o simplemente morirá, eso depende de lo que suceda, a la batalla no le quedarán más de 1 minuto, lo preveo" dijo sentenciando mientras todos empezaron a ver de nuevo lo que iba a ocurrir y cómo iba a concluir esto.

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Hola a todos, soy el escritor, solo iba a decir que en el siguiente capítulo terminará la primera ronda, además, me gustaría que me dijeras a través de los comentarios como os está pareciendo cada capítulo, ahora sin nada más que decir, adios.