
Intermedio y Presentaciones de la Sexta Ronda
En el balcón griego, poco después de que Zeus se marchara, los presentes vieron como el antiguo cuerpo de Lilith usado por Satanás se convertía en cristal para desaparecer de una vez por todas del cosmos, Perséfone sonrió mientras se levantaba.
"Bueno, debo volver al inframundo, ¿Quieres venir Beelzebub?" Preguntó al señor de la gula y este negó la cabeza mientras veía con una sonrisa que el cuerpo de su tan ansiado enemigo ya se había desvanecido, la reina del inframundo se encogió de hombros y salió del balcón.
Asmodeus por su parte sabía que no debería alegrarse por la muerte de su amo, pero después de saber lo que le hizo, no pudo evitarlo, aunque ahora se generaba un problema peor, ahora que tanto Lilith como Satanás han muerto, el trono del inframundo va a quedar sin nadie que lo suceda, seguramente habrá alguna guerra civil por decidirlo en cuanto se corra la voz de lo que ha ocurrido.
Mientras tanto, Perséfone fue detenida por una figura conocida, era otro dios griego que vivía en el inframundo y autoproclamado como su guardaespaldas personal. "Saludos, tío Adamas, ¿Ocurre algo?" Saludó la reina del inframundo mientras en mencionado bajó la cabeza cómicamente.
"Ya ni siquiera te molestas en llamarme Adamantino, pero bueno, sólo quería comentarte sobre lo que seguramente ocurrirá con la muerte del gobernante del infierno" Dijo cambiando su rostro a uno serio mientras Perséfone también parecía tomarse las cosas con extrema importancia.
"La ausencia de un líder podría provocar una guerra que se extienda al inframundo que gobiernas, ¿Debemos intervenir militarmente y aumentar la seguridad en la frontera?" Preguntó mientras miraba a los ojos a su sobrina y esposa de su fallecido hermano, desde que Hades murió y Perséfone pasó por el sufrimiento de la pérdida, Adamas se prometió aconsejar y proteger a esa mujer con su vida como agradecimiento a Hades.
"Es una buena idea, pero no hagáis nada más a no ser que los demonios del infierno nos declaren la guerra, no es asunto nuestro lo que suceda allí" Dijo ella mientras había un portal hacia el inframundo, Adamas asintió con una sonrisa y ambos pasaron el portal para volver de nuevo al hogar de los muertos.
Mientras esto ocurría, en la enfermería Goll veía como las enfermeras ángel habían vendado y curado su brazo herido, al parecer no tenía ningún daño más, al contrario de Nut, quién seguía en el quirófano, debían de asegurarse de que el aura y la presión ejercida sobre sus huesos y órganos no tuviera secuelas a largo plazo, por ello todavía no podía verla siquiera, Goll simplemente se encontraba esperando para ver si la pequeña diosa con la que hizo volund está bien.
Hasta que de repente escuchó un montón de pasos acercándose hacia ella con una rapidez monstruosa, eran sus hermanas y Nostradamus, aunque también se podía ver a Buda yendo más tranquilo con un caramelo en su boca mientras Nostradamus parecía totalmente inmóvil ya que estaba siendo llevado por Buda.
"¡Goll!" Gritaron todas sus hermanas para acto seguido saltar a abrazarla como si fuera un peluche a excepción de Hrist quién parecía cambiar su personalidad ahora que sabían que su hermana estaba bien, fue tierno ver que incluso Hlokk saltó a abrazar a su hermanita, aunque se tuvieron que aparta al escuchar un gemido de dolor proveniente de la pequeña valkiria, fue entonces que se dieron cuenta de su brazo vendado.
"Las enfermeras dicen que podría haber perdido el brazo, pero parece que lograron intervenir en el momento justo y ya no hay de que temer" Dijo Goll con una sonrisa suave mientras miraba su brazo vendado.
"Siempre me sorprendes, Goll" Dijo Nostradamus quien pareció volver a entrar en razón, todavía tenía marcas de haber llorado y eso hizo que la pequeña valkiria se sienta algo emocionada al ver el grado de preocupación que tenía el vidente francés por ella.
Nostradamus abrazó a Goll mientras soltaba más lágrimas, eso contrastaba mucho con su personalidad normalmente burlona, era de la pocas veces que se alegraba de que Goll tuviera la costumbre de contradecir sus predicciones.
Todas las valkirias estaban también preocupadas por as consecuencias que tendría hacer un volund por otra persona distinta, pero aparentemente a Goll no le pasaba nada, o al menos eso parecía.
"¿La diosa pequeñaja está bien?" Preguntó Buda mientras miraba la puerta del quirófano, la pequeña Goll asintió mientras respondía. "Según me dijeron las enfermeras, solo iban a asegurarse de que las secuelas del aura de Satanás tendrían consecuencias a largo plazo, pero parece que su vida no corre peligro" Dijo con una sonrisa tranquila, eso era algo que habían notado sus hermanas, desde que empezó el primer Ragnarok, ella nunca había estado tan tranquila, eso era algo bueno.
"Goll, querida hermana, me gustaría castigarte por lo que hiciste, pero supongo que no es momento para eso, debes ir a elegir al siguiente peleador humano" Dijo Hrist con una sonrisa para nada tranquilizadora que hizo a Goll abrir los ojos con algo de miedo.
"Lo siento chicas, pero quiero quedarme a esperar que Nut se recupere, os diré el siguiente peleador que quiero que luche" Dijo ella mientras miraba a sus hermanas con algo de temblor en su cuerpo, su inseguridad había vuelto, Nostradamus por alguna razón se sentía molesto por ello mientras las hermanas parecían no estar de acuerdo, fue Buda quien rompió el silencio incómodo.
"Tranquilas, yo me quedaré con ella, de todos modos, tenía pensado esperar y asegurarme de que Nut estuviera bien, cuidaré de la pequeña mimada de Brunilde" Dijo Buda mientras nombraba el nombre de la fallecida hermana mayor con algo de nostalgia.
Hrist suspiró mientras parecía entrar en razón. "Está bien, dinos quien quieres que pelee" Dijo con algo de cansancio, pero también con una sonrisa cariñosa, el resto de hermanas todavía estaban sorprendidas.
Goll contestó con la mano en el mentón. "Los dioses irán con todo lo que tengan ahora que van por detrás, debo mandar a uno de nuestros mejores representantes" Dijo ella con algo de inseguridad por no estar segura si era buena idea mandarlo ya, el resto de hermanas estaban expectantes. "Hablo del mayor conquistador de la historia"
Mientras esto ocurría, en la arena de combate Heimdall estaba presenciando como los ángeles reparaban el campo y preparaban el nuevo que tendría lugar, sobre todo ahora que el peleador divino había reclamado una arena distinta.
"Heimdall, quiero hablar contigo" Dijo una voz reconocible para cualquier ser consciente, se trataba del padre del cosmos, Zeus.
El comentarista parecía confuso ante la aparición de Zeus justo ahora, pero se acercó para escuchar lo que debía de decirle. "¿Qué desea Zeus-sama? Estamos preparando todo para la sexta ronda, ya me han comunicado al pelador hindú que peleará" Preguntó mientras notaba como el padre del cosmos lucía sumamente enojado, cosa que incomodó a Heimdall.
"Verás, como tú siempre estás presente a una corta distancia de los enfrentamientos, me gustaría que me ayudases con una cosa" Dijo, desconcertando aún más a Heimdall mientras notaba como el dios griego sacaba un objeto de forma puntiaguda. "Esto es una pequeña aguja con un potente veneno, cuando el dios hindú tenga la delantera en la sexta ronda, lánzala cuidadosamente hacia la piel del humano para que muera y así ganar la ronda sin sospechas" Explicó Zeus, provocando que Heimdall se quede sin palabras.
"¿Me está diciendo que haga trampas?" Preguntó, incapaz de creer lo que estaba escuchando, uno de los dioses más orgullosos le estaba pidiendo romper las normas que ellos mismos establecieron al crear el torneo.
"Tanto tú como yo sabemos que si llegamos a perder el torneo seremos borrados por los dioses infinitos, debemos ganar las rondas restantes, aunque eso signifique hacer trampa, estamos hablando de supervivencia" Dijo mientras trataba de entregarle la aguja al comentarista, pero éste retrocedió mientras fruncía el ceño.
"Yo solo obedezco a mi líder de panteón Thor-sama, lo que usted me está pidiendo sería algo que él nunca aceptaría, por lo que no puedo hacerlo Zeus-sama" Terminó por decir Heimdall con bastante miedo por lo que le pueda pasar, pero si decide ayudar se convertirían en unos monstruos egoístas, cosa que muchos dioses quieren enmendar.
Al escuchar eso, Zeus empezó a aumentar de tamaño y a crecer sus músculos mientras se acercaba al comentarista con intención de obligarlo, debían de ganar, al fin y al cabo, fue idea del propio Zeus lo de iniciar un segundo torneo.
Pero antes de poder hacerlo otra voz se hizo presente. "¡¿Qué ocurre aquí?!" El responsable del grito no era otro que el líder del panteón hindú, Shiva, el cual iba acompañado de sus esposas y su hijo Ganesha debido a las dificultades de tener un solo brazo conllevaba.
"No tengo tiempo para esto" Susurró Zeus mientras volvía a su tamaño normal y empezaba a andar de vuelta a los pasillos. "No ocurre nada Shiva, solo iba a hablar de un tema con Heimdall, ¿Qué haces tú aquí?" Dijo el padre del cosmos mientras notaba un entusiasmo en Shiva.
"¿No es obvio? Alguien de mi panteón, de mis amigos, va a pelear, debo asegurarme de que las condiciones de arena que pidió se cumplen al pie de la letra" Dijo mientras notaba unas risitas provenientes de las tres esposas del dios de la destrucción y una mirada de orgullo del dios elefante hijo de éste.
Zeus simplemente le devolvió la risa y se fue, tarde o temprano los demás dioses entrarían en razón si las cosas seguían así.
Unos minutos después, en otro lugar algo más privado, para ser más específico la habitación de espera que le hicieron a Gilgamesh, se encontraba éste mismo totalmente recuperado a excepción de su brazo perdido, a su lado se encontraba Enkidu, el amor de su vida, su reencuentro fue glorioso, ellos volvían a estar juntos, y esta vez para siempre.
La pareja se estaba mostrando afecto mutuo mientras, de repente, una pantalla se encendió ante ellos para retransmitir la sexta ronda, los dos amantes dejaron sus caricias y se miraron entre ellos con ilusión, a ambos le encantaban los buenos enfrentamientos y querían ver que pasará ahora en el Ragnarok.
Los balcones y gradas se volvían a llenar lentamente después del descanso a excepción de Goll y Buda, quienes seguían esperando en el pasillo que conduce al quirófano para asegurar el estado de Nut.
El balcón griego notó como Zeus seguía de mal humor, haciendo que Hermes se incline un poco hacia Ares, quién también parecía estar incómodo, incluso su esposa Hera no sabía que decir para calmar a su infiel esposo, Atenea simplemente lo ignoraba y prestaba atención con asombro los cambios que había sufrido la arena.
En el balcón hindú Shiva se encontraba tumbado sobre una plataforma cómoda en compañía de sus esposas mientras Ganesha se sentaba en un asiento de piedra, el dios de la destrucción miró la arena con nostalgia mientras sonreía.
"Ánimo, amigo mío" Dijo mientras escuchaba a Heimdall llegar en una silla voladora.
"¡A petición del dios la sexta ronda tendrá lugar en una recreación de la cima de la montaña Svarga, la más alta de la India donde Shiva se coronó como dios supremo hindú!"
Tras decir eso todos parecieron sorprenderse, no sólo porque había confirmado que el siguiente peleador sería hindú, sino por elegir un lugar como ese, estaba totalmente elevado al punto que la ronda solo podía ser vista por la gente de los balcones y los demás tendrían que presenciarlo a través de pantallas.
Heimdall procedió a presentar al dios mientras la puerta se habría.
"Representando a los dioses tenemos a un dios muy amigo de Shiva que lo abandonó durante muchos años pero volvió más fuerte que nunca".
Comenzó a presentar mientras veían como el dios era subido por una plataforma hacia la plataforma que representaba la cima del Svarga, todos parecían saber ya que quien se trataba, aunque eso no sustituyó su sorpresa.
"El Dios de la Tormenta viene a igualar el marcador, ¡Rudra!"
Los dioses entraron en furor mientras animaban al mencionado dios de cuatro brazos, quien parecía sonriente pero más serio que Shiva cuando le tocó pelear en el anterior torneo.
Acto seguido la puerta de la humanidad se empezó a abrir, mostrando a una figura montada en caballo y un montón de personas de las gradas con armadura antigua occidental empezaban a golpear sus lanzas contra el suelo en señal de respeto.
"¡Este hombre logró conquistar medio mundo conocido mientras llevaba a su patria, Macedonia, a su máximo esplendor! De hecho, aceptó pelear en la cima del Svarga con la condición de poder pelear a caballo"
Todos lo reconocieron cuando la plataforma lo subió junto a su caballo a la cima, donde Rudra lo miró fijamente con una sonrisa.
"El mayor conquistador de la historia, ¡Alejandro Magno!"
Todos vieron a un joven de poco más de veinte años con una lanza en mano y montado en un robusto corcel, con su cara se podía notar también su gran ego y confianza, tanto que miró a Rudra por encima de él como si fuera uno de sus súbditos. "Tengamos una pelea honorable y entretenida" Dijo el conquistado con una sonrisa.
Rudra se sorprendió un poco, pero le devolvió la sonrisa. "Por supuesto, hagamos que el público se quede afónico de tanto gritar de la emoción" Dijo con emoción mientras ambos se quedaban mirando.
"¡Que la sexta ronda del Ragnarok comience!"
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Sexta Ronda, Rudra vs Alejandro Magno.
Por cierto, quiero comunicar que dentro de unos días subiré un pequeño fanfic de Shuumatsu, será un What If... del primer torneo, la única pista que daré es que tendrá de protagonista a Adamas.
Ahora sin nada más que decir, adiós.
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