Intermedio y Presentaciones de la decimotercera ronda
Nut se giró para mirar rápidamente a las valkirias mientras se mantenía alerta ante la presencia de Mammón. "¡Vosotras! ¡Goll me dijo que busquéis a Arturo! ¡Será el siguiente!" Ordenó Nut, Hlokk reaccionó rápidamente e indicó a sus hermanas que también comiencen a correr.
"¡No vais a ninguna parte!" Gritó Mammón mientras intentaba agarrar a alguna de las valkirias, pero la diosa reaccionó rápidamente y le propició una patada al demonio, sirviendo de distracción para que las valkirias pudieran escapar por los pasillos.
"¡Yo soy tu oponente!" Gritó Nut, siendo consciente de que estaban llamando la atención de humanos con asientos cercanos, pero eso no importaba ahora.
"Esa patada ha estado bien, pero te hará falta mucho más que eso, además, a mí no me engañarás, no tienes acceso a armas bendecidas como ocurrió con Satanás" Habló Mammón mientras comenzaba a prepararse para pelear, Nut se preparó e intentó darle otra potente patada al demonio de la codicia, pero, para sorpresa de la propia cúpula celeste, su pierna fue detenida en seco por el brazo libre del demonio mientras el otro continuaba agarrando el saco que porta, quedando Nut boca abajo, sujeta por el demonio.
"Solo derrotaste a Satanás porque tuviste suerte, conmigo no será así" Habló Mammón mientras comenzaba a apretar el pie de la diosa, intentando romperle los huesos y así hacerla agonizar, haciendo que ésta grite un poco, ahora mismo no estaba en forma, su cuerpo todavía seguía dañado por dentro debido a la presión interna que sintió, y aunque los huesos de su pie no sufrieron gran daño, la fuerza de ese demonio es monstruosa, debía de invocar una constelación o le rompería el pie, pero debía de ser una no demasiado poderosa pues continuaba con secuelas como ya se ha mencionado anteriormente.
"¡Leo Minor!" Recitó Nut, haciendo que su armadura comience a brillar y un león adolescente aparezca enfrente de Mammón, abalanzándose sobre éste.
"Interesante" Dijo Mammón mientras lanzaba a Nut contra la pared y confrontaba al león de frente, el cual se lanzó con ferocidad, pero, inesperadamente, Mammón agarró su saco y con gran rapidez lo extendió hacia el león, entrando la fiera constelación dentro de aquel saco.
"¡Vacío de la codicia!" Recitó Mammón mientras su saco comenzaba a emitir un aura negra y la figura del león desaparecía en un abrir y cerrar de ojos.
"No siento su presencia, ¿Qué has hecho?" Preguntó Nut con confusión, Mammón rió mientras observaba que su enemiga se levantaba lentamente después de haber sido estampada contra la pared.
"Todo lo que entre en mi saco se convertirá en parte de mí, sus recuerdos, sus sentimientos, todo será mío, pero como era una simple invocación no hay mucho que rescatar, y tú serás la siguiente" Habló Mammón, Nut no comprendía del todo, pero trató de recomponerse e invocar otra constelación, pero Mammón la agarró del cuello, levantándola con suma facilidad, Nut trataba de defenderse, pero no podía hacer nada, sintiendo gran rabia en el proceso. "Cuanta pena das, si pudiera sentir tal sentimiento estaría emocionado, ¡Eres débil!" Gritaba Mammón mientras reía como un demente.
Nut emitió un gruñido de rabia mientras trataba de zafarse del agarre de Mammón, pero era imposible, y eso solo hizo más que empeorar cuando observó que el demonio comenzó a acercar su saco con su otro brazo.
"Goll, deshaz del volunt" Habló débilmente Nut con rabia, pero la mencionada no estaba dispuesta a hacerlo, enojando a la cúpula celeste.
Pero todo esto fue interrumpido cuando una figura extremadamente rápida se acercó y golpeó con un bastón la cabeza de Mammón, haciéndole daño y soltando a Nut en el proceso.
La diosa cayó al suelo con brusquedad, escupiendo algo de sangre por la fragilidad de sus órganos internos, pero pudo ver quién era su salvador, y sus ojos no pudieron abrirse más ante lo que vió.
"¡Malditos demonios! ¡Estáis arruinando el torneo en el que podré vengarme de Buda!" Gritó una figura de estatura media (pero mucho más alto que Nut) que cualquier persona reconocería por su aspecto de primate, ropa asiática y bastón capaz de aumentar su longitud, se trata de Sun Wukong, perteneciente al panteón chino, rey mono que dió muchos problemas a los dioses en cuanto apareció y que también está en la lista de peleadores.
"¿Por qué me has salvado?" Preguntó Nut con confusión con una voz ronca por estar siendo agarrada por el cuello anteriormente, el rey mono rió como su característico animal mientras contestaba.
"No iba a permitir que demonios maten gente justo cuando yo voy a pelear" Anunció Sun Wukong, totalmente consciente de que la líder de las valkirias ha hecho volunt con Nut.
"Maldito mono" Se quejó Mammón, pero fue interrumpido cuando Sun Wukong se lanzó a por él con una velocidad monstruosa que tomó por sorpresa al propio demonio, el cual fue golpeado nuevamente, provocando que caiga a la arena desde el balcón.
"Qué poder tan monstruoso" Habló Nut totalmente impresionada, pues ella no había podido hacer mucho contra él, ¿Y éste será el próximo representante de los dioses? Los humanos lo tienen difícil entonces.
"Bueno, bajaré a la arena por adelantado, ¡Avisa al humano que yo ya estoy listo!" Gritó Sun Wukong mientras gritaba de forma muy parecida a un chimpancé mientras saltaba hacia la arena.
La duodécima ronda acababa de terminar y la arena continuaba con el hogar destrozado, tanto Heimdall como los espectadores (los cuales no les dió tiempo de marcharse a los pasillos para el intermedio) observaron con conmoción lo que acababa de suceder.
"¿Qué? ¿Qué está ocurriendo? La arena ni siquiera está modificada"
"¡Escuchen todos, estamos bajo ataque de demonios, no vayan hacia los pasillos bajo ningún concepto!" Gritó Nut desde el balcón, provocando conmoción en todo el mundo, comenzando a entrar en pánico gran parte del público.
"Esto se supone que sería un trabajo fácil" Habló Mammón mientras un portal se abría debajo de él y desaparecía, dejando a Sun Wukong con rabia.
"Ha huido, maldito cobarde" Se quejó Sun Wukong, pero el pánico del público comenzó a resultar molesto, por lo que emitió un gritó de chimpancé para que todo el mundo cierre la boca, funcionando.
"¡Cállense todos!" Gritó el rey mono, haciendo que una voz nueva de una a la conversación, siendo ésta la de Hermes.
"Tranquilidad en el público, mi padre Zeus me ha envíado un mensaje comunicando que tanto él como otras grandes personas como Buda, Thor o Jesucristo están conteniendo a los demonios, debemos continuar con el torneo cuanto antes mientras ellos resisten" Habló Hermes, provocando algo de tranquilidad en las masas, sabiendo que estaban bien protegidos.
Heimdal supo reaccionar rápido y habló para calmar el ambiente.
"¡Ya lo han oído! Aquí estamos a salvo y nuestro deber es continuar con el torneo, ¡Y parece que el decimotercer representante de la deidades es Sun Wukong! Como vamos con prisa y la arena sigue siendo apta, en cuanto aparezca el participante humano la ronda dará comienzo"
Habló Heimdall mientras Sun Wukong saludaba al público con una sonrisa pilla.
"¡También escuchen! ¡Todos los dioses y humanos capaces de pelear y sin miedo a la muerte pueden ayudarnos a contener a esos demonios, pero corren el riesgo de morir!" Comunicó Hermes con firmeza muy poco común en él.
Hubo muchas habladurías entre todos, únicamente los humanos de los asientos de honor tuvieron el valor de levantarse y comenzar a marchar hacia los pasillos, con los dioses era todo lo contrario, los balcones comenzaban a vaciarse.
"Quédense aquí preciosas, Rudra y yo vamos a matar demonios" Habló Shiva desde el panteón hindú a sus esposas, haciendo que Rudra miró con preocupación a su amigo.
"Shiva, yo, al menos, pude conservar dos brazos, tú solo tienes uno para pelear" Habló Rudra, pero Shiva no cedió.
"¡Y las dos piernas! No me hace falta nada más, además, debo de hacerlo, Ganesha murió en este torneo y debo de defenderlo a toda costa" Habló Shiva de forma algo triste, haciendo que Rudra asienta y ambos comiencen a caminar hacia los pasillos.
En el balcón griego, el propio Hermes comenzó a caminar, yendo Ares también detrás. "¡Padre, por muy tramposo que hayas sido, iremos a ayudarte!" Gritó el dios de la guerra, pero Adamas y Perséfone dudaban más.
"Mi deber es protegerte, debemos quedarnos aquí junto a Hera y Dioniso (el cual sigue dormido por el alcohol desde la primera ronda)" Habló el ahora llamado Adamantino, con Hades muerto él debía asegurarse de que la esposa de su hermano siga viva cueste lo que cueste, pero su percepción cambió cuando Perséfone le habló.
"Adamas, te daré una última órden" Habló Perséfone mientras su voz se notaba dolida y rabiosa.
"Yo me quedaré aquí, pero ve allí y mata a esos hijos de puta que nos han robado el reino que gobernó mi esposo" Le ordenó Perséfone con enojo y deseos de venganza por la impotencia que sentía todavía, Adamas comprendió lo que siente, además de que él también quiere venganza, cumpliría el último deseo de su señora y castigaría a esos demonios.
Con esas ideas él también partió hacia la batalla.
El panteón mesoamericano también partió la mayoría a la batalla, todos encabezados por Tonatiuh, el cual tiene el deseo de quemar hasta la muerte a esos demonios por perturbar la paz que él intenta conseguir después de haber vencido a Moisés.
Mientras los dioses partían a la batalla junto a unos pocos humanos valientes, en el balcón de las valkirias, Nut se sentó en un asiento con dificultad mientras el volunt se deshacía, mostrando de nuevo a Goll, notablemente preocupada por la diosa egipcia.
"Mierda, no he servido para nada" Se quejó Nut con rabia, por fin había logrado un objetivo en la vida y no estaba logrando luchar por ello, Goll negó con la cabeza mientras revisaba con detalle que su amiga estuviera bien.
"Todavía estabas débil, sabía que esto no era buena idea" Habló Goll entre balbuceos, los cuales fueron interrumpidos cuando Nut posó una de sus manos en los cachetes de la valkiria.
"Ve a buscar a tus hermanas y asegúrate de que no les ocurre nada, seguramente hay más demonios sueltos, debéis encontrar a Arturo y que llegue a la arena" Habló Nut, haciendo que Goll dude un poco, pero bastó una mirada de la diosa egipcia para convencer a la valkiria, en el balcón estaría más segura.
"Y ten cuidado tú también, no quiero que mi única amiga verdadera en milenios muera" Habló Nut con una sonrisa, Goll notó que unas lágrimas escapaban por sus ojos, pero se mantuvo firme y comenzó a correr hacia los pasillos.
En el interior de los pasillos del coliseo, Hlokk y el resto de las hermanas valkirias buscaban al legendario rey Arturo como unas locas, sin éxito aparente pues todavía no lo localizaban.
"¿Dónde está?" Preguntó Alvitr mientras parecía la más desesperada de todas, aunque Hlokk intentó tranquilizarla fue en vano.
"¿Buscáis a alguien? ¡Qué casualidad! Justo nosotros os estábamos buscando a vosotras, escapar de Mammón no basta" Habló una voz pero que se refirió a él en plural, Hlokk se maldijo mientras observaba a un demonio grotesco que parece ser algún tipo de amalgama.
"Nosotros somos Legión, y os vamos a apoderar de vuestros aspectos, os mataremos y luego mataremos a vuestra hermanita" Habló el demonio en plural mientras se acercaba con malas intenciones.
"No te acerques" Habló Hlokk con mucho miedo que ya no se esforzaba por ocultar, estaba temblando, y ya no estaba Nut para protegerlas, quizá debieron quedarse y ayudar, pero ella entendió que solo serían un estorbo y tenían una misión importante.
Pero la fortuna dio nuevamente un golpe de suerte pues alguien muy robusto apareció con sigilo detrás de Legión y partió al demonio en dos con una espada gigante, haciendo que el demonio grite de dolor.
"Muchas gracias" Agradecieron las valkirias a las vez, Hlokk reconoció a ese hombre aún con su poco conocimiento de historia comparado con su hermana, se trataba de un hombre de mediana edad con una gran corona en la cabeza que lleva la realeza inglesa, acompañado de una armadura blanca y una espada gigantesca, es el Rey Arturo junto a su espada divina Excalibur.
"No es nada señoritas, pero parece que esto no ha acabado" Habló el hombre de forma seria mientras se giraba y observaba como la amalgama, al estar hecho de los fragmentos de muchas almas en pena convertidas en carne, comenzó a unirse nuevamente como si no fuera nada.
Arturo se preparó junto a su fiel espada mientras miraba fijamente a Legión, él era el único humano que no solicitó ningún arma divina, pues ya la tiene, Excalibur es un arma con propiedades divinas, y de las más fuertes registradas.
"¡Nos has hecho mucho daño! ¡Te mataremos!" Gritó Legión, el cual como ya empezaba a recomponerse también recuperó la capacidad de hablar, Arturo sonrió mientras miraba al demonio.
"No creo, de hecho, vienen refuerzos" Dijo el hombre, haciendo que Legión note como algo lo golpea desde atrás, no siendo suficiente para volver a separarlo, pero sí lo hizo caer al suelo.
Hlokk se alegró al ver a un dios junto a un humano, el dios se trata de Horus mientras era seguido por Jack.
"Todo es un caos, los demonios pequeños nos han hechos separarnos en cuestión de segundos" Habló Horus mientras observaba a las valkirias y Arturo, Jack sonrió cuando vio a Hlokk.
"¡Más molestias!" Gritó Legión mientras se levantaba, fue entonces que Hlokk recordó la razón por la cual buscaban a Arturo.
"¡Arturo! Debes de ir a pelear ahora" Comunicó Hlokk, el rey asintió cuando vio que las valkirias estaban a salvo con Horus y Jack y comenzó a correr hacia la arena.
Horus comenzó a combatir contra Legión mientras Jack se acercaba a Hlokk, la cual se llevó sus manos a su cuello inconscientemente por el trauma todavía encerrado en su cerebro.
Pero debía de ser firme, no era momento para llorar. "Hermanas, hacerse a un lado" Dijo Hlokk mientras se acercaba ella también a Jack, el inglés iba a agarrar el cuello de la pequeña, pero Hlokk se adelantó y fue ella la que ahora agarró el cuello de Jack, no lo suficientemente fuerte como para hacerle daño, pero sí para que Jack lo note.
"Ésta vez soy yo la que te acepta para hacer volunt" Dijo Hlokk, provocando que Jack sonriera mientras respondía con placer.
"Me reconforta saberlo, my lady" Habló Jack mientras, al instante, ocurría el volunt y Jack volvía a obtener aquellos guantes capaces de convertir cualquier cosa en un arma divina.
Goll y Arturo fueron por caminos distintos en los laberínticos pasillos del coliseo, por lo que la valkiria continuó buscando mientras el rey entraba en la arena de un salto.
"¡Aquí está el peleador humano! ¡Qué es ni más ni menos que el Rey Arturo!"
Los espectadores, tratando de centrarse en el combate, animaron al rey inglés, gran leyenda dentro del mundo humano por ser el ejemplo del rey perfecto, justamente contra Sun Wukong, ejemplo de un rey caótico que hacía lo que le apetecía por el mero hecho de molestar.
"¿Tú serás mi oponente? ¿Me pregunto cuánto aguantarás en pie hasta que dè la victoria final del torneo?" Habló el rey mono con una sonrisa confiada y burlesca, Arturo no contestó directamente, sino que le dedicó una mirada afilada que le comunicaba sin necesidad de palabras sus intenciones.
"¡Que la decimotercera ronda del Ragnarok comience!"
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Decimotercera ronda: Sun Wukong vs Rey Arturo.
Hasta aquí el capítulo, espero que os haya gustado, me gustaría que comenten su opinión, lo agradecería mucho.
Como han podido ver, aparte de la ronda, también tendremos las peleas varias que hay en los pasillos en los que humanos y dioses pelean contra demonios para que el torneo pueda continuar, por lo que se espera que la ronda sea bien larga.
Ahora, sin nada más que decir, adiós.
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