En la enfermería, Buda y Jack esperaban en la entrada medio derruida, no querían interrumpir ningún momento de las valkirias entre hermanas, hasta que el humano divinizado fue llamado por un ángel enfermero.

"Señor Buda, Nostradamus ha despertado" Avisó el enfermero, haciendo que Buda suspire y asienta.

"Tendré que dejarte solo, amigo inglés, tengo que ver a ese chico ahora que ha despertado, hay cosas que me tiene que explicar" Explicó Buda mientras se despedía con la mano, Jack notó que éste se tambaleó un poco antes de comenzar a caminar, quizá la pelea contra Astaroth lo había dejado herido, aunque eso significaba que la valkiria Alvitr también podría estarlo, como no estaba seguro decidió no hacer nada, simplemente pidió amablemente un té y esperó.

Buda entró en la habitación de la enfermería donde se encontraba Nostradamus, el cual estaba con una mirada vacía, el humano divinizado no pudo decir nada, pues Nostradamus habló en cuanto se dió cuenta de su presencia.

"Se supone que el aprecio que le tiene Göll a Nut provocaría que intentase defenderla de un demonio, Arturo se sacrificaría para salvarla y Sun Wukong provocaría el fin de la humanidad y la victoria de los dioses, ¿Qué ha pasado entonces?" Preguntó el pequeño humano con el rostro inexpresivo, Buda contestó con un poco de incomodidad.

"Pasó gran parte de tu predicción, pero, Sun Wukong ha cedido su victoria a la humanidad, parece que aprecia mucho a un monje y éste lo hizo dejar la ira a un lado, me alegro por él, la verdad" Habló el humano divinizado, provocando que Nostradamus abra los ojos durante unos breves instantes antes de suspirar y apoyar su cabeza contra la almohada de la cama donde se encontraba, quedándose tumbado en el proceso.

"Venga, anímate pequeño trapito, ¿Acaso no te alegras del empate? Además, el humano que queda por pelear es Jesús, ese hombre es literalmente uno de mis mejores amigos, seguro que lo hará bien" Buda trató de relajar el ambiente, pero Nostradamus contestó con la voz sombría.

"Sea quién sea el ganador de este torneo, esto no va a terminar bien" Esas palabras provocaron que Buda levantase una ceja con curiosidad y también mucha intriga, pudiendo imaginarse las razones por las que había dicho eso.

"¿Es una predicción?" Preguntó Buda, provocando que Nostradamus levantara nuevamente su cuerpo para ver fijamente a quién tenía delante, negando con la cabeza.

"No, simplemente es un hecho" Fue una respuesta tan simple y plana por parte de Nostradamus que lo único que hizo fue provocar más incertidumbre a Buda, el cual frunció el ceño mientras pensaba, a su vez, le hizo un gesto de despedida a Nostradamus y se fue, él parecía o no querer dar más información o directamente no tenerla, y eso solo provocaba aún más dudas en el humano divinizado.

Mientras tanto, en otra habitación de la enfermería, Rudra se encontraba en coma, vivo, pero todavía inconsciente, éste era observado por varios miembros del panteón hindú y del panteón mesoamericano, entre ellos, las esposas de Shiva, Tonatiuh o Tlaloc.

"Si llega a despertar, seguramente no se alegrará mucho de saber que su mejor amigo se ha sacrificado" Dijo Tlaloc con pena.

"Lo mejor es quedarnos aquí hasta que despierte o nos consuma todo si perdemos la última ronda, hay pantallas en todas las habitaciones donde podemos presenciar la ronda" Propuso Tonatiuh, a lo que el resto de los presentes asintieron, las esposas de Shiva no paraban de llorar, cuando llegaron corriendo, ya no quedaba nada de su esposo, ya se había desvanecido de la faz del universo.

Entre estas, Parvati parecía la más afectada, pues había perdido a su hijo Ganesha anteriormente, y ahora a su esposo.

Inesperadamente, se acercó a Tonatiuh, el cual la miró comprensivamente, esperando pacientemente lo que fuese a hacer o decir una de las esposas de Shiva.

"Tú fuiste uno de los que estuvieron en sus últimos momentos, ¿Fue feliz?" Preguntó Parvati con la voz rota, sollozando varias veces mientras formulaba su oración, el dios hindú la miró, compadeciéndose, y contestó.

"Sí, fue feliz" Fue una respuesta corta pero concisa, eso provocó que Parvati asienta, tratando de ser fuerte y de aguantar el dolor emocional, era lo que Shiva seguro que les pediría, que sean fuertes y sigan bailando con alegría y pasión.

En este momento había tristeza y melancolía en la enfermería, pues, en otra habitación, se encontraban las valkirias con preocupación por su hermana menor, a la cual ya habían tratado sus heridas los ángeles enfermeros con gran eficacia, teniendo vendajes en varias partes de su cuerpo y varios agujeros en donde antes habían dientes, además de dolores persistentes en su cuerpo, pues tenía varios huesos rotos.

"¿¡De verdad estás bien!? ¡¿Cómo se te ocurre enfrentar a un demonio por tu cuenta?! ¡¿Acaso no has pensado en cómo reaccionaríamos todas si murieras" Esos gritos eran de Hlokk, las cual se estaba desahogando con su hermana por hacerla preocupar tanto, el resto de la hermanas estaban igual de tristes y preocupadas por el estado de salud de su querida hermanita.

"Lo lamento, pero Nut estaba en peligro y debía de hacer algo" Contestó Göll con la voz algo más baja de lo normal, con algo de remordimiento también por ver a sus hermanas tan preocupadas.

Al escuchar esa contestación, Hlokk retrocedió un poco, mirando a su hermana menor (la cual estaba sentada en su cama de hospital/enfermería) con un rostro que demostraba no comprender nada.

"¿¡No entiendo!? ¿¡Por qué arriesgarías tu vida a tal extremo por ella!?" Exclamó Hlokk sin comprender y con una mirada extremadamente confusa y preocupada, lágrimas brotaban de sus ojos, dejando a Göll con completo silencio durante unos incómodos y tensos minutos.

"No sé exactamente la razón, simplemente siento que es una amiga muy preciada, y no podía dejar que muriera, hablando de eso, ¿Cómo está ella?" Göll se acordó que a Nut la llevaron a una especie de quirófano improvisado y no ha vuelto a saber de ella.

Hlokk miró a Göll con rabia mientras más lágrimas salían de sus ojos, estuvo a punto de golpearla con su espejo, pero rápidamente bajó el brazo y se dio la vuelta.

"¿¡Y yo qué sé!? A diferencia de ti, yo priorizo a mis hermanas, al final has logrado tu objetivo, te has vuelto igual que Brunilde" La rabia y dolor sentimental de Hlokk salió a flote, diciendo palabras muy duras para Göll, la cual no tuvo tiempo de contestar nada, pues acto seguido, la undécima valkiria salió corriendo de la sala, y le siguieron sus hermanas, todas con expresiones tristes y apagadas, las cuales salieron para seguir y consolar a su hermana Hlokk, dejando sola a Göll, en su cama de enfermería.

"Lo lamento mucho" Susurró Göll antes de tumbarse y cerrar los ojos.

"Acepto tus disculpas" De repente, una voz desconocida para Göll se hizo presente en la sala junto a un portal, la valkiria se asustó y, en un acto reflejo, comenzó a retroceder desde su cama.

Del portal salió un ser que hizo estremecerse aún más a la pequeña y herida valkiria, ese era el demonio que asesinó a Arturo.

"¡¿Tú?!" Göll estaba horrorizada, el demonio rió un poco mientras hacía algo que provocó confusión en la valkiria, le hizo una reverencia.

"Saludos, Valkiria, soy Abadón, y he venido a agradecerle por lo que hizo, y a disculparme por haber asesinado a su representante" Habló cortésmente el demonio mientras, después de hacer la reverencia, se arrodillada como un caballero a su rey, provocando aún más confusión en Göll.

"¿Qué?" Fue lo único que pudo decir la valkiria, provocando que Abadón ría.

"Astaroth y la mayoría de pecados capitales están muertos, los demonios sobrevivientes estamos camino a una democracia, todo por tu decisión de haber organizado este torneo" Esa explicación llenó a Göll de dudas, Abadón respondió de inmediato al observar el rostro de la valkiria.

"Los demonios no sentimos aprecio por nadie que no seamos nosotros mismos, pero, por eso mismo, hemos visto que un único gobernante en el infierno siempre termina en desgracia para todos, por el bien egoísta de cada demonio, estamos creando una especie de democracia, todo esto es gracias a ti, el infierno de Satanás terminó por su propia arrogancia, Jesucristo asesinó al 80% de los demonios que nos servían de mano de obra y el propio Satanás, Lilith era peor, y Astaroth... creo que sabes cómo ha acabado" La explicación todavía llenaba a Göll de dudas, parece que los demonios han encontrado formas de velar por su propio bien a través de dejar la monarquía de un rey.

"Está bien... felicidades, supongo" Göll reaccionó de forma tranquila pero también incómoda, aún así, no quería enojar a ese demonio, por lo que trató de no ser grosera, aunque por dentro, estaba muerta de miedo todavía.

"Por favor, no finja agradecimiento, estoy aquí porque sabemos cómo ha acabado esa diosa por la culpa de los demonios, y también podemos curarla mucho mejor que esos ángeles" Esas palabras provocaron que Göll observe al demonio con atención y seriedad.

"No lo haces por buena voluntad, ¿Qué quieres de mí?" La valkiria dejó atrás su miedo y le respondió sin rodeos provocando que Abadón sonría y responda con la misma educación y sutileza.

"Nada, no quiero nada..." Dijo Abadón mientras se excusaba y enseñaba sus manos vacías, esto provocó que Göll conteste con cansancio.

"No estoy interesada en tu ayuda, márchate ahora mismo" Dijo la valkiria, provocando que Abadón comience a encogerse de hombros.

"Vale, si es lo que quieres, salvadora, solo quiero que sepas que, en el infierno serás bienvenida si bajas algún día, salvadora de demonios" Ese último título lo dijo con una sonrisa diabólica mientras hacía otra reverencia, Göll lo miró con ira, haciendo que éste cree un portal, pero antes de irse, comentó algo más.

"Ah, si buscas la salvación la la humanidad, ve despidiéndote de esa diosa aún si se recupera, decide bien en qué bando estás" Esas palabras seguramente eran puramente para herir a Göll, lo cual funcionó, pues ésta se quedó pensando, sabiendo eso perfectamente.

"No soy tan estúpida como para negociar con demonios, pero... quizá sí funcione hablar con el opuesto" Göll tuvo una idea arriesgada, pero era la única opción, por mucho que Nut desee morir al final de este torneo, la valkiria, por primera vez, se permitió ser un poco egoísta, iba a salvarla, por lo que, miró hacia arriba y, después de algunos minutos de temblar y pensar si realmente era una buena idea, comenzó a gritar.

"¡Dioses infinitos, sé que pueden escucharme, quiero hablar con vosotros ahora mismo!" Gritó Göll a pleno pulmón, provocando que, segundos después, una luz celestial aparezca en frente de la cama de Göll y, de ella salga el ángel San Gabriel.

"Mis amos escuchan, valkiria" Habló el ángel, provocando que Göll, sabiendo que ahora ya no hay vuelta atrás, se armó de valor nuevamente y habló.

"Quiero que la diosa Nut no sea exterminada en caso de que la humanidad gane el torneo, pues ella también ayudó a la humanidad al igual que Buda y nosotras las valkirias" Göll habló sin rodeos, el ángel se mantuvo estático durante unos segundos, seguramente esperando a que sus le envíen la respuesta a su mente, hasta que finalmente contestó.

"Mis amos se niegan rotundamente, la diosa Nut no será ninguna excepción, aunque haya participado en una ronda, no malgastes saliva" Esa respuesta, desestabilizó a la valkiria, la cual miró hacia abajo, tratando de pensar.

"Debe de haber alguna manera" Susurró Göll, pero fue interrumpida cuando San Gabriel habló.

"Además, no ve que está dañando a tus hermanas, creo que debería centrarse en ello en vez de tratar de salvar a una diosa que apenas conoce" Este fue un consejo genuino por parte del ángel, haciendo que a la valkiria se le aparezcan en su mente los recuerdos de cómo habían reaccionado sus hermanas al ver cómo acabó, quizá el ángel tenía razón, quizá Hlokk tenía razón, pues ella había sacrificado a su hermana Hrist y se había puesto en peligro varias veces en este torneo al igual que Hlokk y el resto de sus hermanas.

De repente, la voz de San Gabriel volvió a sacar a Göll de sus pensamientos. "Los dioses infinitos me han comunicado que, cuando la última ronda esté por finalizar, volveré a aparecer ante ti, dispuestos a negociar, pero antes, te recomiendan hablar con la propia Nut del tema, según dicen mis amos, ella ha logrado sobrevivir y despertará alrededor de diez minutos, es una diosa muy resistente tanto en poder como en fuerza de voluntad" Y, con eso dicho, San Gabriel desapareció de otro destello, dejando pensativa a Göll, ¿Qué debería hacer?

Al mismo tiempo, el campo de batalla ya estaba reparado, para esta última ronda, con el fin de que sea lo más justo posible, será un ambiente plano, todos los espectadores se fijaron en lo vacíos que estaban varios panteones, Heimdall se encontraba en el centro de la arena, y habló con temblor en su voz.

"Los demonios han sido erradicados, pero tres dioses muy importantes han caído en este conflicto: Thor, Zeus y Shiva"

Todo fue un caos de lágrimas en cuanto se dijo eso, los dioses estaban llorando mientras los humanos no daban crédito e, incluso, algunos creyentes de Shiva también derramaron algunas lágrimas.

Heimdall parecía estar también muy afectado, pues se notaba que todavía estaba derramando alguna lágrima por la pérdida de Thor. El panteón griego lloró en silencio también la muerte de Zeus, esperando que, al menos, hubiera disfrutado sus últimos momentos, en especial Ares y Hermes fueron los más afectados, Adamas y Perséfone agradecieron en silencio, pues, aunque Adamas había exterminado varios demonios menores, seguramente Zeus hizo mucho más que él.

"Llegó el momento en el que debe comenzar la última ronda, del lado de la humanidad tenemos a uno de los seres humanos más legendarios y reconocidos de la historia"

Comenzó a presentar Heimdall, conservando su profesionalidad ante todo y abriéndose la puerta de la humanidad.

"Hijo de uno de los tres dioses infinitos, esparció su palabra y transmitió bondad y comprensión, pero acabó muriendo ante la codicia humana"

Continuó presentando Heimdall mientras se observaba que un hombre vestido con una toga entraba en la arena con una cruz gigante en sus hombros.

"¡El último representante de la humanidad será aquel que resucitó en cuerpo y alma! ¡La personificación de las creencias cristianas! ¡Jesús de Nazaret!"

La gran mayoría de humanos gritaron en furor en cuanto lo vieron, Jesucristo sonrió mirando a las gradas mientras todavía llevaba una especie de cruz gigante en su hombro, parecía que esa iba a ser su arma para la pelea.

"Y representando a los dioses tenemos a un ser extremadamente poderoso también, el cual estuvo contenido en el mismísimo infierno"

Muchos de los espectadores se estremecieron al escuchar eso, viendo como surge un ser de fuego de gigantesco tamaño, el cual derretía todo lo que hacía contacto con su cuerpo.

"Los dioses nórdicos hemos confíado en que este gigante de fuego también desea pelear por su supervivencia, y su poder es tan fuerte que muchos dioses e incluso demonios no tendrían ninguna oportunidad contra él"

Mucha gente ya reconoció al gigante de fuego, palideciendo al instante mientras éste reía sin parar al ver las reacciones del público.

"¡El último representante de las divinidades será el gigante de fuego que trae caos y muerte consigo, aquel que quiero provocar el fin de todo! ¡Surt!"

Heimdall lo presentó con mucho temblor en su voz, sabiendo lo terrible que es ese ser, Surt dejó su risa para bajar la mirada y observar fijamente a su rival.

"Llegó el momento de provocar el propósito de mi existencia, la destrucción de toda la vida existente, ¡El verdadero Ragnarok!" Gritó Surt, provocando que Jesucristo suelte la cruz que llevaba en el hombro y devuelva la mirada al gigante de fuego.

"Me aseguraré de que eso no pase" Fue su contestación, provocando que Suert le mire desafiante y deseando empezar ya.

"¡Que la última ronda del Ragnarok, comience!"

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Y aquí termina el capítulo.

Sinceramente, he reescrito este capítulo como 5 veces porque no me convencía del todo y todavía esta versión no sé si es correcta o buena, espero que os guste, por favor, den su opinión, lo apreciaría mucho para mejorar. 

Aquí empieza la última ronda del torneo, pero todavía hay varios enigmas que todavía no se han resuelto, ¿Qué ocurrirá? ¿Acaso habrá continuación? 

No puedo decir nada todavía, pero eso será respondido dentro de muy poco pues la historia está cerca de acabarse. 

Por último, os agradezco por apoyar esta historia, muchas gracias. 

Ahora, sin nada más que decir, adiós.