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Final de la Octava Ronda

Platón observaba como Ganesha también estaba intentando acabar ya con la batalla, sobre todo ahora que solo era cuestión de tiempo que se quede sin fuerzas para continuar peleando por la pérdida de sangre y las heridas en su estómago perforado.

"Voy a acabar con esto ya" Dijo Ganesha mientras estiraba su trompa con intención de atrapar a Platón, cosa que consiguió, de hecho, lo agarró del cuello con intención de estrangularlo.

"¡Ganesha agarra a Platón del cuello con su trompa! ¿Será este el final de la octava ronda?"

Platón notaba como se estaba quedando sin aire en cuestión de centésimas de segundos, debía usar la fuerza que le quedaba para darle la vuelta a la batalla, y gracias a todas las dudas resueltas ya tenía un plan entre manos de todo o nada.

"Humano, tu filosofía no te salvará de esta" Dijo Ganesha mientras trataba de apretar más su agarre hasta que noto un dolor horrible en su trompa, cosa que lo hizo gritar de dolor y lanzar a Platón por los aires.

Todos quedaron con los ojos muy abiertos cuando vieron que el colmillo de elefante estaba clavado en la trompa de Ganesha, Platón había usado la poca fuerza que le quedaba para arrancarse el colmillo y clavarlo en la trompa de su adversario.

Ganesha se empezó a retorcer de dolor mientras con dos de sus cuatro brazos se quitaba el colmillo y lo lanzaba lejos de él, el dolor que estaba sintiendo es comparable perforar las fosas nasales de un humano, no la nariz, sino el propio aparato respiratorio.

"¡Ganesha sufre un gran daño en la trompa! ¿Pero Platón seguirá con fuerzas para pelear?"

Todos, tanto humanos como dioses observaron como Platón comenzaba levantarse lentamente desde el suelo donde había caído. "¡La filosofía nunca será derrotada!"

Todos quedaron con la boca abierta cuando lo vieron levantarse, incluso con el agujero en su estómago, cualquier persona normal habría perdido el conocimiento, pero, al igual que el resto de peleadores de la humanidad, son la élite de las capacidades que pueden alcanzar los mortales.

"¡No te confíes!" Gritó Ganesha entre quejidos mientras volvía a invocar la trompa de caracol para tocarla y curar la grave herida en su trompa.

"¡Ahora! ¡Mundo de las ideas!" Gritó Platón y de repente todos vieron como el filósofo desaparecía de donde se encontraba y aparecía donde se encontraba Ganesha, el cual estaba sosteniendo su trompa con sus dos brazos de arriba y sosteniendo la trompa de caracol con sus brazos inferiores.

"¡¿Cómo Platón ha ido tan deprisa?!"

Aunque Heimdall fue quien lo dijo en voz alta todos se preguntaban lo mismo en ese momento, Goll estaba estupefacta también, se supone que el mundo de las ideas le da al usuario unas capacidades físicas tan grandes como sus ideales durante únicamente cinco segundos aunque solo se puede usar cuando el usuario es incapaz de mover su cuerpo correctamente, además de no poder ser utilizado más de una vez o su cerebro podría ser dañado permanentemente, en otras palabras, la fuerza de tu voluntad e ideales te dan fuerza cuando las cosas van mal para tu cuerpo. Platón había guardado su as bajo la manga para cuando hubiera respondido todas sus dudas sobre Ganesha.

Volviendo a la arena, esa velocidad sobrenatural pilló a Ganesha totalmente desprevenido, el dios elefante notó la fuerza que había obtenido de repente, por lo que atrajo hacia él nuevamente el hacha que había utilizado antes (con sus dos brazos de arriba, soltando su trompa herida en el proceso) y trató de bloquear el golpe en caso de ir a su cabeza o corazón.

Hubo un choque de poder increíble que generó una ráfaga de aire monumental, pero el puñetazo de Platón partió la hoja filosa del hacha, aunque en el proceso Ganesha se salvó de un golpe mortal, retrocediendo también varios metros al punto de casi caerse.

"¡Menudo choque de poder! ¡Pero Ganesha ha logrado mantenerse firme!"

El dios elefante observaba que su trompa seguía seriamente dañada, doliendo y sangrando casa vez más, necesitaba sanar sus heridas de inmediato con la trompa de caracol, pero cuando se dio cuenta, observó que sus manos estaban desnudas, la trompa se le había caído después del impacto y no se había dado cuenta.

"Esto es lo que hace la filosofía" Oyó Ganesha, girándose y viendo como Platón volvía a tambalearse de nuevo al punto de caerse en cualquier momento, pero poseía la trompa de caracol en sus manos, el filósofo griego se lo había jugado todo a que por el golpe se le cayera el objeto sanador y había sido el caso, todo gracias al análisis exhaustivo que hizo anteriormente sobre su rival.

Antes de que Ganesha pudiera hacer desaparecer la trompa Platón la toco, haciendo que las heridas que había sufrido empezasen a desaparecer como si nunca hubieran existido, era cierto que el filósofo sintió un cansancio mental cuando la utilizó, pero no era nada que no pudiera soportar.

"Y ahora..." Platón tiró el objeto antes de que Platón pudiera reaccionar y le dio un puñetazo con fuerza destrozando la trompa de caracol y así evitando que su rival pueda curarse.

"¡No!" Fue lo único que pudo decir Ganesha al respecto cuando reaccionó, no había sido lo suficientemente veloz mentalmente para verlo venir, ¿Acaso la filosofía había logrado que la batalla diera un giro de 180 grados?

"¡Parece que Platón ha vuelto a ponerse por delante en la batalla! ¿Cómo terminará esto?"

Ganesha miraba lo ocurrido con tristeza, había recuperado la manzana dorada pero su trompa de caracol había sido destruida, debía mantenerse firme, pero la destrucción del instrumento le afectó, hasta que escuchó una voz proveniente del balcón hindú.

"¡No te rindas Ganesha! ¡Gana esta batalla, no porque seas mi hijo sino para demostrar como de sabio y listo eres, hazlo por ti!" Esas fueron las palabras que dio Shiva desde su asiento, Ganesha se sentía emocionado pero decidido ante lo escuchado, su padre tenia razón.

"¡No me rendiré! ¡Humano, acabemos con esto de una vez por todas!" Dijo Ganesha con el ceño fruncido, pero no se parecía en nada al dios elefante del inicio de la batalla, seguía siendo igual de sabio, solo que ahora poseía una determinación aún más firme que antes.

"¡Demostremos quien es más sabio!" Gritó Platón también mientras se preparaba, ahora que sus heridas estaban sanadas parecía tener toda la ventaja, pero nunca debía de confiarse, eso de incultos, él seguiría usando su filosofía y las respuestas hasta el final, y ganará.

"Llegó la hora de volver a invocarlo" Dijo Ganesha mientras en sus brazos de abajo aparecía una gran soga, la misma con la que ahorcó a ese dios hace tanto tiempo, después de eso se prometió tantas cosas, entre ellas no volver a invocar la soga jamás, pero ese era un Ganesha engullido por muchos sentimientos, el dios elefante se ahora se mostraba sereno ante su decisión, si debía de acabar de nuevo con una vida usando la soga, que así sea.

Platón observó el arma de su oponente, ideal para matarlo aun habiendo sanado todas sus heridas, debía de tener cuidado, rápidamente repasó todas las respuestas que reunió sobre Ganesha e ideó otro plan de todo o nada, pero esta vez para acabar ya con el dios elefante y zanjar la octava ronda de una vez por todas.

"¡La tensión se siente en el ambiente! Parece que a la batalla no le quedarán más de cinco minutos"

Platón había terminado de repasar e idear, era el momento de demostrar a las deidades el poder de la filosofía definitivamente, y con ello comenzó a correr directo hacia su adversario.

"Nadie puede escapar de la soga" Dijo Ganesha mientras la gran cuerda comenzaba a moverse como si tuviera vida propia con intenciones de atrapar el cuello del filósofo griego, el mencionado ya sabía que esa cuerda tendría algún tipo de capacidad especial que lo haría difícil de esquivar, pero las respuestas estaban con él.

Platón cambió el rumbo de su carrera, comenzando a correr por los alrededores de la arena de combate mientras la soga lo seguía, el filósofo estaba atrapado en esa persecución infinita hasta ser capturado.

"Platón corre tratando de esquivar la soga, ¿Será éste su final?"

En las gradas de la humanidad, Aristóteles continuó sonriendo, no sabía con certeza que clase de estrategia tiene su maestro entre manos, pero de seguro le dará la victoria, en cuanto respecta a respuestas y filosofía, Platón nunca dejará que ninguna de las dos se le escapen de su alcance.

Mientras que, en el balcón hindú, Parvati estaba mirando la arena con total preocupación mientras derramaba algunas lágrimas, Shiva, por el contrario, no estaba preocupado, sino que, confió en su hijo plenamente.

"Rudra, he vuelto" Dijo Tlaloc mientras se sentaba de nuevo, la sorpresa al dios de la tormenta estaba preparada, aunque su sonrisa se desvaneció cuando notó su rostro serio, aunque en el fondo, incluso Rudra tenía plena confianza en que el hijo de su mejor amigo se hará con la victoria.

Volviendo a la arena, Platón finalmente, después de varios minutos fue alcanzado por la soga, la cual lo empezó a estrangular rápidamente.

"He ganado, humano, peleaste bien" Dijo Ganesha mientras miraba la escena y la soga se acercaba un poco a su usuario para que éste observase mejor como su enemigo era asesinado.

"¡Lo mismo digo!" Gritó Platón con su último aliento mientras arrojaba algo con sus últimas fuerzas hacia Ganesha, impactando en el corazón de éste como una especie de cuchilla arrojadiza, provocando un grito de dolor del dios elefante.

El colmillo de elefante arrojado por Ganesha cuando se clavó en su trompa, el dios hindú nunca la hizo desaparecer y Platón la buscó mientras evitaba a la soga.

En cuanto Ganesha gritó de dolor la soga soltó a Platón, el cual empezó a toser fuertemente mientras se agarraba la garganta, Platón había deducido que la soga no estaba viva, sino que estaba conectada con las hondas cerebrales que el dios le daba, básicamente, telepatía, y como Ganesha en vez de darle órdenes a su instrumento pensó en el dolor que sentía, la soga dejó de estrangularlo.

"¡El colmillo ha impactado en el corazón de Ganesha!"

"¡Hijo mío!" Gritaron Parvati y Shiva al mismo tiempo, este último perdiendo la compostura en cuanto vio la escena que acababa de suceder.

Ganesha se arrodilló mientras observaba como perdía sangre a cantidades enromes, rápidamente trató de recomponerse y volver a controlar la soga para acabar el trabajo, pero fue sorprendido cuando Platón apareció al lado suya y le propició un puñetazo en la zona donde el colmillo impactó, atravesando el órgano por completo y provocando que Ganesha caiga al suelo definitivamente.

"De esto es capaz la filosofía, dios Ganesha, si no me hubiera planteado dudas que cualquiera consideraría absurdas sobre ti, nunca hubiera podido ganar" Le dijo el filósofo al dios elefante, el cual observaba con sus últimos segundos de vida a su oponente.

Ganesha podría tratar de pensar y darle órdenes a la soga durante esos últimos segundos, pero no serían suficientes, en lugar de intentar un absurdo e insensato intento desesperado, dio una breve sonrisa ante la información de Platón, admitiendo su derrota y reflexionando sobre la filosofía hasta dar su último aliento.

"¡Ganesha!" Gritó Shiva llorando como loco mientras lágrimas se derramaban en sus ojos, iba a bajar a la arena para tratar de ayudarlo, pero fue agarrado por Rudra para evitar que hiciera alguna locura.

"¡Ahora sí que está muerto! Después de un combate de infarto lleno de sorpresas, ¡El ganador de la octava ronda es el humano Platón!"

Los humanos gritaron con furor mientras los dioses parecían palidecer ante eso, incluso el propio Heimdall temblaba mientras daba el veredicto, la humanidad había logrado ponerse por delante con una diferencia de dos victorias.

Duración de la Batalla: 14 min y 50 según.

Golpe Final: Estocada en el corazón.

Ganador: Platón 3-5

En el balcón de las valkirias, Goll saltó de su asiento de la felicidad, se sentía tan confiada y feliz con el resultado, dos victorias más y habrían ganado.

"Parece que los humanos aparte de raros son fuertes, al menos la minoría que he visto pelear" Fue lo que dijo Nut mientras notaba que era abrazada por Goll ya que ésta quería gastar su euforia feliz con alguien, cosa que hizo sonreír de oreja a oreja a la diosa.

Todos los balcones de dioses estaban muy silenciosos, unos temerosos y otros frustrados o desesperados a excepción del balcón hindú, donde Shiva seguía llorando la muerte de su hijo, abrazado por Pavarti, quien también estaba llorando, Rudra miró a otro lado con tristeza mientras se esforzaba por no llorar también.

El balcón hindú estaba llorando por la pérdida de su querido Ganesha, pero el resto de panteones ya estaban replanteando sus opciones, la próxima ronda no la debían perder sea como sea, o sino la diferencia podría ser demasiado grande, y eso lo sabían todos.


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Bueno, hasta aquí la octava ronda, ¿Cómo os ha parecido? Si quereís podéis dejar vuestra opinión en los comentarios, espero que os haya gustado, ahora sin nada más que decir adiós.  

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