Cuarta Ronda: Parte 1
En el balcón griego, Ares estaba totalmente enfurecido debido a la elección de que Atlas fuera el siguiente peleador, miró también a su padre Zeus con desconcierto. "Padre, ¿Por qué lo elegiste para participar en el Ragnarok? Él te odia y también se alegró de la muerte de Hércules" Dijo el dios de la guerra mientras recordaba que fue justo en la cuarta ronda donde el héroe griego perdió la vida a manos de Jack.
"Todo eso es cierto, pero aún así lo necesitamos, aunque tú no habías nacido, yo pude ver el poder de Atlas durante de Titanomaquia, además, él también está peleando por su supervivencia, lo quiera o no pertenece a nuestro panteón" Dijo el padre del cosmos mientras volvía su mirada hacia la arena, Hermes por su parte, miró detenidamente como Ares parecía estar todavía sin convencer.
En la arena, Atlas sonrió mientras recordaba la muerte de Hércules, justo en la misma ronda, iba a disfrutar su pelea muchísimo. Por su parte, Gilgamesh terminó de crujir sus nudillos para empezar a acercarse a su adversario, Heimdall ya había dado la señal, al fin y al cabo.
Atlas compartió una sonrisa con Gilgamesh mientras ambos se acercaban lentamente, durante esto hubo un detalle que sorprendió al titán. "Oye humano, ¿Y tu arma divina?" Preguntó al no notar ningún tipo de armamento, el héroe mesopotámico empezó a reír mientras continuaba caminando. "Aquí la tienes" dijo Gilgamesh con voz grave para que, junto al resto del público, todos se den cuenta de que su arma divina eran simplemente unos pequeños guantes que únicamente protegen sus manos y, evidentemente, hacen que sus puñetazos puedan dañar al dios.
Los humanos de las gradad confiaban en Gilgamesh mientras los dioses parecían desconcertados, pensando que se trataría de una gran maza o algo así debido al musculoso cuerpo que tiene.
"Debes de estar bromeando" Contestó Atlas mientras acababan uno a unos pocos metros del otro, fue en ese momento que Gilgamesh deshizo su sonrisa para ser reemplazada por una cara totalmente seria.
"Con esto me basta y sobra para acabar con cualquier dios, disfrutaré mientras golpeo tu cuerpo gigante" Dijo mientras recordaba su pasado, él tenía cuentas pendientes con los dioses por maldecir a su ser más querido en el mundo, y Atlas sería la demostración.
El titán griego empezó a pensar en lo que los dioses le hicieron para comportarse así, hasta que recibió un puñetazo en el etómago por parte del héroe, que lo mandó hacia el otro extremo de la arena, aunque pudo frenar el golpe y así no chocarse con la pared.
"¡Gilgamesh ha asestado un primer golpe muy feroz sobre Atlas!"
Todos los humanos rugieron de furor mientras Atlas comprobaba que únicamente le había dejado una marca, pero nada grave, se había confiado demás. "Eso no me lo esperaba, supongo que me toca a mí"
Dijo mientras usaba sus cinco metros para tratar de meter miedo a su rival, pero no surgió efecto, por lo que el titán se lanzó hacia Gilgamesh con la intención de devolverle el golpe, pero su poca rapidez lo hizo predecible, por lo que Gilgamesh se cubrió el golpe con sus brazos, retrocediendo un par de metros.
Atlas no pareció hablar más, sino que empezó otra vez a tratar de golpear al héroe de Mesopotamia, esta vez trataba de ir más deprisa, pero no hubo mucha diferencia. Gilgamesh recibió el puñetazo que iba a su cara a propósito para poder él darle un golpe desprevenido, aguantaría el golpe.
"No me andaré con piedad, ¡Toro de Ishtar!"
Gritó mientras a su puño se volvía rojo y golpeaba con una fuerza descomunal el abdomen de Atlas, quién salió volando hacia la pared para hacer un agujero allí de lo fuerte que fue el puñetazo.
"¡Gilgamesh se ha dejado golpear para mandar a Atlas contra la pared con una de sus técnicas!"
Todos los humanos estaban eufóricos, mientras en el balcón mesopotámico, la mismísima Ishtar no parecía muy contenta con el nombre de la técnica, pero se callaría, ese ingrato héroe que la rechazó merece el sufrimiento que vivió.
Atlas se recuperaba del golpe mientras escupía sangre de varios ataques de tos, luego miró a Gilgamesh quién se estaba recuperando de la técnica usada tomando aire, ese golpe que le dio fue formidable, llevaba tanto tiempo sosteniendo el mundo que nunca llegó a saber que los humanos de verdad son tan poderosos, eso lo hizo sonreír con confianza, entonces podía pelear sin contenerse.
"¡Mi turno! Es hora de dejar el calentamiento y enseñarte la razón por la que los titanes gobernábamos antes de Zeus" Dijo mientras un aura azul lo rodeaba. "¡Regulación!"
Dijo para de repente ver cómo Atas empezaba a encoger hasta un tamaño comparable a una garrapata.
"¡Atlas se ha encogido! No veo donde está"
Gilgamesh se puso en guardia, preparado para recibir y contraatacar los golpes que recibiría, pero eso se complicaba ya que ahora no podía ver a su contrincante.
"¡Toma esto!" Gritó una voz proveniente de un pequeño punto ubicado delante de la cara del héroe, quien no tuvo tiempo de reaccionar antes de ver como el puño de Atlas aumentaba de tamaño a una velocidad sorprendente y lo golpeaba en la cara, haciéndolo retroceder, pero ni siquiera arrodillarse.
Aunque lo hizo escupir sangre y un diente por el duro golpe, pero hacía falta más golpes para hacerlo siquiera caer de rodillas o al suelo.
De repente el puño de Atlas volvió a encogerse, Gilgamesh estuvo alerta en la zona de su cara, esperando una repetición de su jugada, pero al final lo que aumentó de tamaño fue una pierna, que lo hizo tambalearse, cosa que aprovechó para aumentar su puño para golpearlo en el estómago, cosa que Gilgamesh se vio venir y que pudo amortiguar usando sus manos, haciéndolo retroceder de nuevo, pero sin ser suficiente.
"¡Atlas está jugando con su adversario provechando su capacidad de modificar su tamaño!"
Todo eso sorprendió a todos los dioses, quiénes parecieron recuperar las ganas de animar a su representante, mientras que Ares no daba crédito a esa capacidad de Atlas. "¿Cómo es capaz de eso?"
Zeus respondió mientras recordaba los viejos tiempos. "Atlas puede cambiar su tamaño, sus capacidades varían dependiendo de su tamaño, cuanto más pequeño, más rápido y más débil, pero cuanto más grande, más poderoso y lento" explicó mientras incluso Hermes y Atenea miraron a su padre mostrando también asombro, sobre todo por poder aumentar únicamente una parte de su cuerpo a voluntad.
En las gradas humanas, un hombre con rasgos de todo miraba a Gilgamesh con confianza, sabía que eso no era nada para él. "¡Vamos Gilgamesh!" Gritó, llamando la atención de muchos espectadores cercanos, los cuales parecieron sorprenderse, se trataba de Enkidu.
Volviendo a la arena, Gilgamesh no paraba de recibir golpes, cada uno iba a un lugar impredecible, lo único que podía intentar era bloquearlos, no quedaba otra que intentar una jugada inesperada cuando Atlas buscaba engañarlo por su tamaño.
Aunque golpeaba en zonas distintas, los segundos que tardaba eran similares, era como un patrón, por lo que justo cuando sabía que agrandaría una parte de su cuerpo, retrocedió para esquivarlo, y notando que aumentó su pierna, rápidamente agarró esa pierna y lanzó a Atlas de nuevo hacia la esquiva donde antes se estrelló.
"Gilgamesh ha logrado evitar los golpes cambiantes de Atlas"
El titán volvió a su tamaño normal mientras se recuperaba de la energía gastada con tanto cambio de tamaño, parecía ciertamente frustrado, no quería ser humillado otra vez, como ocurrió en la titanomaquia o cuando Hércules lo engañó, tenía que demostrar que era algo más que el tipo que sostiene el mundo.
"Eso no es suficiente, veremos si puedes lidiar contra esto" Dijo y de repente empezó a aumentar de tamaño, tanto amentó que Heimdall tuvo que subirse a las gradas para evitar salir herido, Gilgamesh estaba preparado para lo que iba a pasar.
"¡Atlas ha aumentado de tamaño!"
Dijo mientras todos notaban como ahora medía más de veinte metros. "¡Toma esto!" dijo mientras usaba su pie con la intención de aplastar a Gilgamesh el cual vio que era muy difícil esquivarlo, por lo que se preparó para confrontarlo.
"Esto no es rival para mí" dijo el héroe mientras miraba como ese gigantesco pie iba hacia él. "¡Cuernos de Enkidu!"
Usó la técnica con el nombre de su ser más querido, llamando la atención de éste, todos observaban como de repente un aura roja envolvió sus manos y de sus muñecas salieron dos cuernos de gran longitud.
"¿Sabes una cosa? La planta del pie es extremadamente sensible" Dijo mientras aprovechaba que estaba descalzo para clavar los cuernos de sus muñecas en ese pie, funcionando ya que Atlas retiró el pie mientras se agarraba la pierna.
Todos estaban muy sorprendidos por la astucia que tenía Gilgamesh, eso se trataba de todos los conocimientos que adquirió cuando finalizó su largo viaje, volviéndose un hombre muy sabio. "¡Maldito!" Gruñó Atlas con una voz mucho más grave por su tamaño colosal, pero al instante volvió a sus cinco metros, se mostraba totalmente enfurecido.
"Vamos señor titán, me estoy durmiendo" Se burló Gilgamesh, eso era algo que nunca cambiaría en él, siempre se confiaba y las cosas se complicaban, incluso Enkidu lo sabía.
Esa frase paralizó a Atlas, mientras recordaba que los dioses le dijeron lo mismo cuando fue derrotado en la titanomaquia. "Los humanos sois iguales que ellos" dijo el titán con furia en sus ojos, con la esperanza de tener un combate en el que no le vacilaran, estaba arto de eso.
"¡Os demostraré que no soy un inútil!" Dijo Atlas y de repente la tierra de la arena empezó a temblar, todos vieron como una esfera gigantesca hecha de rocas se formó ante ellos, sacada del mismo suelo de la arena, dejando un agujero a modo de precipicio en mitad de la arena.
"¿¡Qué!? Atlas a arrancado tierra de la arena de combate y ha creado una esfera gigante con ella"
Todos estaban estupefactos, Zeus estaba con la mano sobre su barba mientras pensaba. "Parece que Atlas ha entrenado mucho más de lo que esperaba, nunca llegué a pensar que aprendería control sobre el planeta" Dijo en voz algo más alta de lo que deseaba, haciendo que el resto de los dioses griegos parezcan sacar sus ojos de las órbitas por esa información, el tiempo en el que estuvo sosteniendo La Tierra lo ha hecho desarrollar un vínculo con esta.
Gilgamesh vio que la roca era imposible de esquivar, por lo que preparó. Atlas aumentó de tamaño para poder levantarla. "¡Muere aplastado por el peso de La Tierra! ¡Impacto Planetario!"
Gritó mientras usaba su fuerza y su gran tamaño para lanzarla contra Gilgamesh, quién notó que también haría destrozos en las gradas de la humanidad, por lo que preparó su puño, tenía pensado romperla de una de sus técnicas. "¡Toro de Ishtar!"
Gritó él también, haciendo que una vez más su brazo esté de color rojo y golpeó la roca con toda la fuerza posible mientras gritaba por romperla.
"¡Gilgamesh pretende Romper el Impacto Planetario de Atlas! ¿Podrá lograrlo?"
"¡Me volveréis a tomar en serio de una ves por todas!" Gritó Atlas mientras notaba como Gilgamesh lo único que pudo hacer fue desviar la roca un poco para evitar que dé a las gradas, pero él recibió el golpe de lleno, dejando incluso a Heimdall totalmente mudo al respecto.
"¡Gilgamesh!" Gritó Enkidu desde las gradas, pero nadie más había salido del trance, sobre todo la zona donde casi impacta la roca.
Atlas sonrió brevemente, pero esta desapareció cuendo notó que la roca, ya en el suelo, empezó a agrietarse, para ver al héroe de Mesopotamia saliendo de allí bastante herido, tenía todo el cuerpo sangrando, pero estaba vivo, lo más destacable fue que el brazo con el que golpeó la roca estaba totalmente roto.
"¡Ha sobrevivido!"
Gilgamesh, al contrario de lo pensaría cualquiera, sonrió ante eso. "No está mal, parece que te subestimé" dijo haciendo que Atlas quede parado durante unos segundos para devolver una sonrisa de confianza. "Pareces muy feliz para hacer recibido más heridas de las que tengo yo" Dijo Atlas mientras notaba que el mesopotámico se recuperaba un poco del golpe.
"Te respeto Atlas, eres un rival digno, yo siempredisfruto pelear contra gente así, continuemos, ¡Ven a por mí, pero deja a lasgradas en paz!" Gritó mientras se preparaba para continuar, Atlas parecióemocionarse por dentro, desde el reinado de Cronos no había recibido talespalabras. "¡Está bien humano, Continuemos!"
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