- Tócate para mí Steve - Pedí al ver al rubio que estaba con su pecho pegado al colchón, sabía que no le quedaba mucho para correrse y quería que lo hiciéramos juntos. La imagen era demasiado erótica, Steve tenía su espalda arqueada para hacer que su trasero quedará más respingado, logrando una posición perfecta para embestirlo de forma más placentera.

El rubio llevo su mano a su propia erección y comenzó a bombearla. Continúe con las embestidas lentas pero firmes, tenía mis manos en su perfecto trasero. Era tan bonito y redondo, el más lindo que había visto en un hombre. Sus jadeos me hacían querer ir más profundo en el.

Estaba teniendo el mejor sexo de la vida, Steve estaba tan estrecho, moví mis manos a su cintura para que las embestidas fueran más rápidas y duras, me sentía tan cerca, sentía que estaba a punto de tener esa maravillosa descarga de semen, el clímax estaba a punto de llegar, pero fui interrumpido.

- Señor Stark - Escuché a lo lejos la voz de Jarvis - La señorita Potts espera en la línea.- Hablo esta vez más cerca.

Me removí y un golpe me terminó de despertar. Me había caído de la silla, me había quedado dormido en una silla frente a la mesa del taller.

- Maldición Jarvis, estaba a punto de correme. - Alegé enfurruñado sintiendo mi adolorida erección empujar contra mis pantalones mientras me levantaba del suelo.

- Hola Tony - La alegre voz de Pepper lleno la habitación. Me tuve que contener de regañar a Jarvis por aceptar la llamada sin que yo se lo ordenara. - Dime que dormiste hasta tarde, prefiero que me digas eso a que me digas que no has dormido y espero no te estés saltando las comidas otra vez. - Dijo ante mi silencio. - ¿Cuántas noches llevas sin dormir? ¿Jarvis, hace cuanto no duerme Tony en su habitación?

- El señor tomó una siesta de dos horas y diez minutos después de haber estado despierto por casi treinta horas pero fue sobre la mesa, el señor Stark no va a su habitación desde hacer dos semanas, prefiere dormir en el sillón del taller.

- Dios Tony, ¿Cómo puedes ser tan descuidado con tu salud? - Reclamó la pelirroja. - Ve a hablar con Steve, arreglen las cosas, no seas tan complicado.

- Si no fuera complicado no sería yo.

- Tony ya llevan casi dos meses de huir mutuamente, uno de los dos debe dar el primer paso para arreglar su relación.

¿Dos meses? El tiempo pasaba volando cuando estaba en el taller, tenía tantas ideas en mi mente para futuras creaciones, las dejaba fluir para no pensar en como había metido la pata con Steve. Esa parte no se la había contado a Pepper, sólo le conté que entre en celo y casi lo beso mientras el también estaba en celo. No le conté que lo acorralé en el ascensor y vi temor en sus ojos, tampoco le conté lo que me dijo, las palabras que desencadenaron mis fantasías eróticas en mi estro y ahora en mis sueños. ¿Cómo podría verlo a la cara luego de esos sueños húmedos? Steve tampoco me podía ver a la cara, las pocas veces que habíamos coincidido ninguno de los dos se vio el rostro, hacíamos todo lo posible por ver hacia otro lado apenas entrábamos al mismo espacio.

El estro de Steve había durado cinco días algo inusual en un alfa, por lo general en un alfa prime duraba tres días como mucho y en un alfa de rango bajo sólo duraba un día. Atribuí el alargamiento de su celo a el tiempo que había estado sin tener uno. Mientras el dormía aproveché para entrar a su habitación y dejarle agua y comida, lo hice en mi traje para no sentir sus feromonas.

- Espero que hoy hables con el, así terminan este innecesario sufrimiento que se traen los dos. - Finalizó la pelirroja cortando la llamada, sin darme tiempo para despedirme.

- Jarvis dame un reporte de la actividad de Steve.

- El Capitán Rogers ha sufrido de insomnio desde la culminación de su celo, duerme algunas horas el día, en las dos últimas semanas a preferido quedarse en su cama la mayor parte de su día, ya no sale a correr por las mañanas y rara vez va al gimnasio, también a distorsionado su horario de comida, desde que usted me pidió decirle que no le prepara comida.

Steve estaba igual o más jodido que yo. Debía hablar con el lo más pronto posible pero ¿Qué debía decirle? Ya había aceptado que le atraía el rubio, nadie en su sano juicio piensa en su amigo durante su celo y había comprobado que Steve también tenía una atracción por mi. Pero eran alfas y Steve estaba chapado a la antigua, no aceptaría así como así una relación con él. Ahora me arrepentía de mi reputación. Algún día el mundo se daría cuenta que el Capitán América estaba vivo y las críticas se los comerían vivos. El tesoro nacional fue corrompido por el playboy Anthony Stark. Ya imagino todo lo que hablarían de Steve, lo hundirían en las críticas. No quería eso para una persona tan pura y dulce como lo es ese hombre.

- Jarvis, ¿Qué debería hacer?

- Debería comer y dormir.

- Eso ya lo sé, ¿Qué debería hacer con Steve?

- No estoy programado para ese tipo de preguntas, aún no me ha programado para saber como llevar una relación romántica.

Ni yo mismo lo sabía. Aunque creo que nadie sabe como llevar las riendas de una relación, no había un manual escrito, las relaciones son un terreno nuevo para mí. Nunca mantuve una relación por más de una noche. Y con Pepper, bueno, ella llevaba las riendas. Estoy seguro que Steve tampoco sabe como manejar una relación, nunca estuvo en una relación por mucho tiempo.

Comprarle unas rosas no creo que sea adecuado, el no es una chica, pero ahora que lo pensaba sería lindo darle un ramo de rosas, para ver sus lindas mejillas sonrojarse por el inesperado detalle.

Ya eran las dos de la tarde, tomaría un baño para dormir unas cuantas horas y luego iría a hablar con Steve. No sé que le diré pero ya se me ocurriría algo cuando esté frente a su puerta. Iré a hablar con el luego de dormir, para tener la mente fresca.

Debería comer algo antes de bañarme pensé mientras me dirigía a mi habitación.

- ¿Qué hace Steve?

- Aún está despierto en su cama. - Contesto la IA, casi pude sentir el pesar en su voz, si no supiera que Jarvis no tenía emociones pensaría que se sentía mal por Steve.

También me siento mal por el, está deprimido, es obvio, despertar en una época que no era suya sin el amor de su vida debía ser doloroso. Y debía sentirse peor por no tener a nadie con quien hablar, su único amigo era yo, debía hacer que el se relacionara con más gente, pero yo tampoco tengo amigos, ¿Cómo le iba presentar a mis amigos si yo sólo tengo a Pepper y Rhodey? No creo que quiera tener como amigos a mis amigos. Debía llevarlo a conocer gente, pero ¿Quiénes?

La duda se respondió cuando salí del baño. Podía llevarlo a S.H.I.E.L.D ahí encontraría personas con las que se podía relacionar más fácilmente y tal vez encajaría en esa iniciativa que Fury me mencionó.

Me vestí rápidamente para ir a preparar algo de comer para ambos pues sabía que Steve no había ingerido nada en todo el día.

Pero cuando salí de mi habitación escuché sonidos raros en la habitación de Steve, me acerqué y vi que la puerta estaba entrecerrada por eso podía escuchar los sonidos dentro de la habitación.

Tomé el pomo de la puerta para abrirla y una ola de feromonas me recibió, habían muchas emociones en su aroma, tristeza, ansiedad y miedo. Estaba en su cama removiendose debido a una pesadilla. Me le acerque rápidamente por instinto y me subí sobre el para tomarlo por los hombros y moverlo suavemente.

- Steve - Lo llamé en un tono no tan alto para asustarlo pero si lo suficientemente alto para despertarlo - Steve es un sueño, despierta - agregué para despertarlo pues veía que estaban saliendo lágrimas de sus ojos cerrados.

Steve abrió los ojos aún asustado por su reciente pesadilla, no dude ni un segundo, lo tome entre mis brazos para abrazarlo. Sentí como la camisa que llevaba se iba humedeciendo en mi pecho y unos pequeños sollozos llegaron a mis oídos, sollozos que cada vez se hicieron más fuertes. Me partía el corazon escuchar su desgarrador llanto. El dolor emocional es mucho peor que cualquier otro dolor, porque ese muchas veces es incurable.

Deslicé mi mano por su espalda en un intento de calmar su desconsuelo y deje salir mis feromonas para tranquilizarlo. Sus sollozos fueron bajando hasta que sólo se escuchaba su respiración en la habitación, sus brazos me dejaron de abrazar pero yo no lo solté.

- No necesito que hagas esto por mí, no soy un desvalido, no sientas lástima por mí - Dijo con molestia empujandome débilmente para alejarse de mi. Hice lo que el quería lo solté, pero me acosté a su lado.

- Jamás te he visto así, siempre voy a cuidarte no porque seas un desvalido, sino porque me importas. - Respondí suavemente para no molestarlo, acerqué mi mano a la suya pero el la apartó cruzandose de brazos.

- ¿Por qué te sigues acercando si no me quieres cerca? - Preguntó, intenté responder pero me corto antes de que pudiera decir algo - No digas nada porque es mentira, me has ignorado por semanas, tu hiciste que estas pesadillas volvieran, no las tenía los días que me quedaba contigo. Me hiciste sentir abandonado, como cuando me estrellé contra el hielo, me trajiste de vuelta ese sentimiento, el sentimiento de vacío. - Despotricó Steve molesto hacía mí, sus ojos conectaron con los míos en un momento y noté como sus ojos nuevamente se llenaban de lágrimas.

- Tienes razón te dejé sólo. Se que no es fácil aceptarlo, pedir ayuda y exponer tu vulnerabilidad, pero no sigas sufriendo en silencio, no lo hagan más. Cuando abres tu boca y pides ayuda, puedes empezar a sanar. Eres tan fuerte. Desde la primera vez que me hablaste, pude ver el valor que hay dentro de ti. Eres una persona muy fuerte y valiente. -La habitación aún tenía un olor amargo por el arrebato de Steve - Aguantar el infierno que viviste no es de cobardes. Tener el valor de enfrentar la vida que te tocó requiere mucha fuerza de voluntad. No hablar de ello y aun así seguir soportándolo, seguir viviendo, eso no lo hace cualquiera. Todos tenemos un límite. Un momento donde ya no hay más motivo o razón para seguir soportando todo. Y tú llegaste al tuyo. - El aroma de Steve comenzó a cambiar a uno más neutro, aún estaba sentado con los brazos cruzados, aún seguía molesto y tenía razón de estarlo, la única persona a la que conocía lo había abandonado - Estas roto, lo entiendo y lo lamento, pero sé lo que necesitas, un abrazo, esa es la mejor terapia, ven, ven a mis brazos. - Pedí extendiendo mis brazos hacia el y sonriendo ligeramente.

Dudo unos segundos antes de abrazarme tímidamente. Se arrecostó en mi pecho y dejó salir un suspiro de gustó, su aroma había cambiado ahora olía otra vez a alegría, más dulce que su olor normal, dándome a entender que estaba a gusto con la posición en la que estábamos.

- Se que te haces el duro, pero en el fondo eres frágil, eso no es malo, no tienes que sentirte mal por ello. A veces ciertas situaciones nos hacen hundirnos en la profundidad de la oscuridad, pero sufrir mucho o durante mucho tiempo puede causarnos emocional y hasta físico. - Le hable mientras le acariciaba su suave cabellera.

- Ojalá fuera fácil para mi poder deshacerme de la tensión emocional que hace que tenga pensamientos negativos, esos sentimientos que me huden cada vez más.

- El dolor es una emoción compleja y como sabes funciona bajo sus términos, pero no debes tener miedo, estoy aquí y voy acompañarte en cada paso que des, te ayudaré, te cuidaré. Eres un alfa fuerte, te pasó algo horrible y aun así, aquí estás. - El estómago de Steve interrumpió los segundos de silencio que teníamos, solté una risita por el sonido. - Bien. Te dejaré solo, iré por algo de comer. Volveré en unos momentos y hablaremos quieras o no.

Me levanté de la cama para dirigirme a la cocina. Cuando llegué encontré encontré dos recipientes con sopa de pollo, de un restaurante que Pepper acostumbraba a visitar. Había una nota sobre la mesa, la abrí y decía: "Si aceptas mis disculpas llevame el otro vasito". Tenía que aceptar que la idea de Pepper era muy buena, si no hubiera ido a la habitación de Steve seguro esto habría funcionado. Y la sopa nos caía perfectamente con el hambre que teníamos.

- Mira lo que trajo el viento - Dije extendiéndole un recipiente de sopa a Steve y me senté en un puff de baúl que había en la habitación. - Steve... - Dije cuando ya casi me había terminado mi sopa. - Tenemos que hablar seríamenre de algo y creo que ya sabes lo que es.

Steve ya se había terminado su sopa y ahora jugaba con dedos mientras mantenía la mirada gacha. No sabía por donde empezar. Nunca había dudado en coquetear con alguien, no importaba su casta ni su género, yo coqueteaba sin pensar, pero ahora era diferente, no estaba seguro de si Steve quería tener algo conmigo, esto era nuevo para mí, que sabía que a cualquiera que le coqueteara caería rendido a mis pies, pero Steve no era cualquiera.

- ¿Recuerdas lo que pasó cuando entraste en celo?

- Si lo recuerdo, lo siento mucho, no quiero que pienses que soy un pervertido por... por decirte lo que dije.

- Claro que no pienso eso, en todo caso yo también lo sería - Bromeé para aligerar un poco el ambiente.

- Pensé que por eso me evitabas, porque sentías asco por mí.

- Como pudiste pensar eso, fui yo el que casi te besa, no tú. - chillé ofendido por lo que Steve pensaba. - Te evitaba porque... pues porque... ¿En serio quieres saber por qué?

No estaba seguro de si lo que iba a decir era bueno decirlo tan pronto, nos conocíamos hace apenas tres meses, era algo apresurado revelarle mis sentimientos.

- Si quiero - fue la corta respuesta de Steve.

- ¿Por qué es tan difícil? - Me pregunté en un susurro - Megustas - Dije entredientes. Steve no respondió y yo estaba tan apenado que no levanté mi cabeza para ver su expresión, comencé a mover mis pies nerviosamente. - Sólo piénsalo, no tienes que responderme hoy. - Ya había inundado la habitación con mi aroma a nervios así que levanté mi mirada y me encontré con un sorprendido Steve.

- Dios, Tony - Respondió después de varios segundos de silencio - ¿No crees que es muy pronto? Apenas nos conocimos hace tres meses.

- El tiempo no importa, desde que te conocí sentí que te necesitaba, eres lo que buscaba y ni siquiera sabía que lo buscaba, le has puesto sentido a mi existencia, en este poco tiempo que hemos convivido, me has hecho feliz.

- No creo que pueda estar ahora en una relación.

Mis esperanzas se fueron a pique cuando dijo eso. No esperaba esa respuesta, yo le gustaba a todo el mundo y justo la persona que me gustaba no me correspondía.

- Tengo miedo de lastimarte, la última vez que intente llevar una relación amorosa quedé congelado antes de mi primera cita. - Agregó.

- Entiendo que tengas miedo, pero vale la pena que lo intentemos. Necesitas tiempo para volver a construir la persona que eras y yo te lo daré. No tengas miedo a fallar. - Dije levantándome para sentarme a su lado en la cama. -Ya lloraste, ya sufriste, ya te deprimiste, ahora te toca volver a ser feliz, sonreír y está vez con alguien a tu lado - Agregué con usa sonrisa. - Descansa hoy, pero mañana levantate conmigo, ya no estás sólo, yo me quedaré contigo. - Concluí llevando mi mano a su mejilla y acariciandole suavemente - Me he vuelto bueno dando discursos motivacionales - Bromeé ganandome una sonrisa de Steve, lo atraje hacía mí y el se arrecostó sobre mí lo más que pudo - En cuanto a lo anterior no espero que hoy nos hagamos pareja, te daré un cortejo como el que hacían en tus tiempos, claro no como si fueras un omega, porque eso sería raro para ti, pero si tendremos citas, mientras tanto usemos a nuestro favor lo que ya somos. - Expresé con mi boca cerca de su sien y luego dejé un beso sobre ella.

- Tony antes tengo que contarte algo.

- Lamento interrumpir su charla, pero la señorita Potts quiere hablar con usted en la sala Señor.

- ¿Qué me ibas a decir? - Dije restandole importancia a la visita de Pepper.

- Te lo cuento luego, ve a hablar con Pepper.

- Ven conmigo - Pedí poniéndome de pie y ofreciéndole mi mano para bajar juntos.

30 de Junio 2020

Un final feliz para alegrar nuestros triste corazones.

Esta semana escribí dos capítulos pensaba subirlos juntos para celebrar los 100 votos de la historia pero cambié de opinión, mejor lo subiré el 4 de julio para celebrar el cumpleaños de Steve.

Gracias por leer ♡♡♡