Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7. Indirectas y peligro

Íbamos rumbo a Brooklyn, un día domingo, una semana después del día que que yo había planeado. El sábado de la semana anterior no pudimos ir debido a que nos quedamos dormidos, parece que no podíamos volver a dormir juntos porque todas las veces que lo habíamos hecho parecía que caímos en coma, no nos dábamos cuenta del tiempo que pasaba si estábamos abrazados en la misma cama.

Ayer nos despertamos a las 11 de la mañana y fue porque Jarvis abrió las cortinas, para que le molestara a Steve al dormir, así que me terminó despertando al intentar soltarse de mis brazos, ni siquiera recuerdo el momento en que nos quedamos dormidos, lo último que recuerdo es haber estado viendo la televisión.

Aprovechamos la tarde entrenando con Steve, me enseñó algunas de sus técnicas en combate y al final se dio cuenta que yo no estaba en tan mala forma, no pudo disimular el haberse quedado viéndome cuando me quite la camisa, hasta olvidé el feo reactor que tenía en el pecho. Yo sabía que no estaba en mal porque practicaba regularmente con Happy, además de que al pelear recordaba rápidamente los movimientos que Jarvis me decía que hiciera.

Por la noche salimos a la azotea para que Steve pudiera pintar la ciudad de noche, le quedó una pintura preciosa y le prometí algún día llevarlo lejos de la ciudad para que pintara algún matorral con el cielo estrellado de fondo, el quedó fascinado con la idea.

La noche anterior no habíamos dormido juntos, para evitar futuras decepciones para Steve al no poder ir por ser muy tarde.

Tenía planeado que tuviéramos un picnic-almuerzo en Prospect Park y después daríamos unas vueltas por el parque, luego Happy nos conduciría hasta el Bridge Park y veríamos el puente de Brooklyn que conecta con Manhattan. No lo cruzarimos obviamente pero aprovechariamos para tomarnos fotos y si nos quedaba tiempo caminariamos hasta llegar a Brooklyn Heights para ver las glamorosas casas de ese antiguo barrio, me hubiera gustado que fuéramos a más lugares, pero Brooklyn era muy grande y no nos ajustaría el tiempo para ir a más lugares. Todo saldría perfecto, bueno eso esperaba, sino todo lo que había planeado se iría por el caño y quería que el rubio lo gozara, no quería arruinarle su salida.

-Tony - escuche que me llamaban a lo lejos, pero yo seguía hundido en mis pensamientos - TONY - gritó está vez Steve.

- Dime, cariño - Le respondí despegando mi mirada de la ventana.

- Hueles a ansiedad - reveló Steve preocupado - Me estás preocupando.

- ¿Qué? - Pregunté aunque había escuchado todo claramente, sólo necesitaba unos segundos para procesarlo y al parecer Steve lo sabía ya que no dijo nada - Lo hice sin querer - Declaré.

Creí que había dejado esa costumbre de dejar salir mis emociones mediante las feromonas. Hasta había tomado inhibidores de aroma, luego de mi primer celo para poder controlarlo y así evitar que se aprovecharán de mí. Todos aprendían a contralarlas en la secundaria, pero yo no, por mi tardía presentación, por eso tuve que recurrir a otros medios para poder sobrellevar esos problemas.

- ¿Qué tienes? - Preguntó cautelosamente.

- Sólo pensaba. - Respondí suavemente conectando mi mirada con la de él - Perdón por preocuparte - Agregué al ver en sus ojos la consternación.

Sentí la mirada de Happy a través del retrovisor, la cambio rápidamente al chocar con mi mirada. Sólo así me percaté de la disculpa que había ofrecido a Steve. Algo que yo nunca acostumbraba a hacer, no me disculpaba o agradecía con frecuencia, por eso el beta se sorprendió.

Steve liberó un poco de sus dulces feromonas para tranquilizarme, hoy se sentían más dulces, instintivamente me fui acercando a el hasta terminar arrecostado en su hombro, él se acomodó mejor para que yo estuviera más cómodo y justo cuando sentí que me podía quedar dormido el auto se detuvo, abrí los ojos y pude ver que ya estábamos cerca del parque, desde mi ventanilla podía ver el Arco de Triunfo.

Steve salió del auto sin esperarme y se dirigió al maletero del auto para sacar la canasta de picnic, pero yo me le adelanté y la tomé antes que el.

- Yo la puedo cargar, Tony - Dijo Steve intentando quitarmela - Tu la preparaste, es lo menos que puedo hacer. - Finalizó cuando no me la pudo quitar porque yo me apresuré a caminar hacia las puertas del parque.

Happy se iba a quedar hasta que terminaremos nuestro picnic en el parque para llevarnos a el otro parque.

- No la preparé yo - Declaré mientras bajaba la velocidad de mi caminata para que caminaramos uno al lado del otro. - Pepper estaba emocionada con nuestro paseo, así que ella metió todo en esta canasta.

Seguimos caminado pero llegó a mi nariz el olor a molestia de Steve. Fue raro porque las veces que la pelirroja había ido a nuestro piso se habían llevado muy bien, creí que hasta se habían hecho amigos.

- Olvidé decirle a Happy que viniera para que nos tomé una foto en el Arco. - Dije deteniendome para sacar mi teléfono y enviarle un texto.

- No es necesario que nos tomemos fotografías. - Respondió Steve deteniendose unos pasos más adelante de mi al ver que yo no continuaba.

- Claro que sí, ese es el Arco de Triunfo, uno de los monumentos más fotografiados que existe en Brooklyn, no puede venir a esta plaza y no tomarte una foto. - Repliqué fingiendo estar ofendido.

- Es cierto Capitán, todos tienen una foto en el Arco del triunfo. - Acotó Happy con tono agitado por haber caminado a paso rápido.

Le pasé mi teléfono y nos tomo varias fotos en diferentes poses, hasta tomó una foto mientras yo le daba un beso en la mejilla y el sonreía a la cámara. Happy me devolvió el teléfono antes de irse y yo aproveché para ver las fotos.

- Debería ser un pecado que exista alguien tan perfecto - Dije mientras le mostraba una foto.

Me dio una pequeña sonrisa como respuesta y se acomodó los lentes que se había quitado para la fotografía. Seguirnos caminando hasta detenernos en una pradera perfecta para extender nuestra manta para picnic.

Cuando ya estábamos sentados sobre la manta Steve saco un cuaderno de dibujo de la canasta y dentro había una caja de carboncillos.

- Yo los guardé - confesé al notar la intriga en el rostro de Steve - Pensé que te gustaría dibujar algo de aquí. - Agregué señalando los árboles - O podemos ir a la laguna si prefieres.

- No, aquí está perfecto - Se apresuró a responder el rubio. - Voy a pintar la pradera con los árboles de fondo. - Continúo diciendo mientras abría el cuaderno para comenzar su dibujo.

Mientras Steve comenzaba a dibujar yo me dediqué a revisar lo que Pepper había empacado. Habían dos jugos en botellas de vidrio, servilletas y cuatro hamburguesas, ¿Pepper creía que no íbamos a volver? Y por último varios táper con galletas y otros con frutas, los saque para inspeccionarlos.

- Moritas - Celebré como niño y abrí el táper para comer algunas. - ¿Quieres? - Pregunté poniéndole una frente a su boca.

El la tomó con sus dientes, y seguí haciendo lo mismo comía una y le daba otra hasta que me aburrí y la comencé a tirar hacía arriba y las atrapaba con la boca. Steve me veía de reojo y sonreía divertido. Al final se acabaron las moritas del táper y yo me hundí en mis pensamientos.

- ¿En qué piensas? - Inquirió sacándome de mis pensamientos.

- En cuando fue la última vez que salí a un parque- Respondí e intente ver su dibujo pero el cambio de posición a propósito para que no viera el dibujo - Técnicamente la última vez que salí con a un parque fue contigo, pero intentaba recordar mis salidas antes de conocerte.

- Jarvis me dijo que antes de ser Iron Man nunca estabas en casa. - Hablo Steve con su mirada en el cuaderno.

- Me la pasaba de fiesta en fiesta, no salía a parques por placer - Respondí.

- Suena triste. - Dijo finalmente Steve con tono bajo sin levantar la vista.

Me quedé en silencio meditando su respuesta.

- En realidad lo hacía porque sabía que no tenía a nadie en casa esperando por mí. Sabes, es mejor sentirse solo rodeado de personas que sentirse sólo en una gran casa -Respondí con sinceridad- Es irónico, estar en una ciudad tan llena de personas y al mismo tiempo sentirte tan sólo. - Agregué con una risa fingida. - Pero, ahora ya no me siento así, tú has llenado ese vacío dentro de mi sin qué lo supiera.

Realmente es horrible que no seas de utilidad para nadie, saber que en este mundo nadie espera por ti. Llegar a casa y que no haya nadie para recibirte, es de las peores sensaciones en el mundo, es algo que no le deseo a nadie.

- Me estoy poniendo cursi, Rapunzel. - Bromeé acostandome sobre la manta con mis brazos tras mi cabeza.

- Me gusta escuchar tu voz. - Respondió Steve cerrando su cuaderno.

- ¿Terminaste?

- Faltan algunos detalles - Respondió arrecostandose a mi lado.

- ¿Me dejaras verlo?

- Tal vez - Contesto alargando las palabras con tono picarezco.

Hice un puchero por su respuesta.

- Ahora te toca hablar a ti.

- No hay mucho que hablar. Mi niñez la pasé enfermo. Mi mamá era enfermera y hacía varios turnos para poder pagar mis medicinas. - Mientras hablaba se fue acurrucando más cerca de mi - Eramos unos inmigrantes pobres, lo eran mis padres porque yo nací aquí. - Aclaró ya arrecostado sobre mi brazo.

- Howard me habló de tu amigo Barnes. - Cuando dije su nombre Steve se tenso y luego se levantó de golpe.

- Su familia me acogió en su casa cuando mi madre murió, tenía 18 y bueno yo casi vivía en su casa desde que murió mi padre, la señora Barnes cuidaba de mí mientras mamá trabajaba, ella me quería mucho y yo también la quería mucho, además me llevaba muy bien con sus otros hijos pero Bucky era mi - cortó de golpe su historia y se quedó callado.

- ¿Tu novio? - Inquirí curioso por el nuevo dato y por el cambio de aroma de Steve paso de uno neutro a uno nervioso.

- ¡No! - Respondió sorprendiendome por su tono alto - El era mi amigo - arreglo rápidamente por su sobresalto anterior - Para el era como su hermano. - nuevamente su aroma cambió, pero ahora a uno triste.

Aquello me sonó raro, pero no dije nada, Howard siempre me dijo que eran los mejores amigos, que parecían hermanos. Aunque ahora lo dudaba por como Steve no se incluyó en lo que dijo.

- Deberíamos comer. - Sugerí para cambiar el ambiente tenso que se había formado entre nosotros.

Comenzamos a comer en silencio cuando recordé que celebre mis ocho años en este parque.

- Sabes aquí celebré mis 8 años - Comenté emocionado. - Vine con una amiga de la escuela, se llama Whitney era hija de uno de los socios de papá. - Dije sonriendo al recordar la rubia omega - ella tuvo la idea de que lo celebraremos en el parque, aún no se como consiguieron el permiso de papá, pero terminé obligado a Jarvis y Anna para que la fiesta fuera aquí y lo cumplieron.

- ¿A Jarvis? - Preguntó confundido.

- Edwin Jarvis era nuestro mayordomo y Ana era su esposa.

- No puedo creer que hicieras eso - Respondió divertido Steve.

- Jarvis fue como el padre que nunca tuve, lo hice en honor a el - Dije seriamente.

- No puedes decir eso. Si tuviste un padre - Me regañó Steve.

- Claro que puedo. - Espeté - El fue un padre ausente y mi madre también, ¿sabes quienes me acompañaron en mi cumpleaños número 8? Ana, Jarvis y Whitney. Esperé a papá y a mamá, pero nunca llegaron. - Dije molesto. - Claro no podía esperar mucho de dos Alfas. - Ironicé - Jarvis y Ana eran dos omegas y me dieron todo el amor que pudieron, fui el hijo que nunca pudieron tener. Ellos me criaron, me enseñaron todo. -Relaté -Jarvis me enseñó a andar en bicicleta, me enseñó a conducir, me enseñó a cocinar y Ana me enseñó a hornear. Ambos iban a ver mis proyectos escolares. Ellos secaron mis lágrimas de tristeza cuando mis padres no aparecían para ver mis logros. A ellos les debo lo que soy. - Finalice amargamente.

- ¿Qué pasó con ellos? - investigó el rubio.

- Ana murió de cáncer y a los pocos días Jarvis la acompañó, la amaba tanto que murió de tristeza. - Dije tristemente - Por ellos creo en el amor, se amaban tanto, ojalá los hubiera conocido. - Dije con melancolía.

- Me alegra que tuvieras su ejemplo. - Aprobó Steve.

Y nuevamente sentí su aroma más dulce de lo normal llegar a mis fosas nasales, era extraño, el tenía un aroma dulce pero hoy se sentía aún más dulce.

Luego de comer fuimos a dejar la canasta al auto y regresamos al parque para caminar y continuar platicando. Yo le conté historias de como Jarvis se ponía nervioso cuando yo aceleraba al momento que el me enseñaba a conducir, de como era su consenido y de otras anécdotas que iba recordando. Mientras que Steve me habló de como el se metía en pelea y su amigo lo terminaba defendiendo. También me contó que su amigo Bucky era un don Juan, salía con chicas omegas antes de unirse al ejército y ya estando en el ejército coqueteaba con los alfas del campo, aunque nunca llegó a nada con ellos. Al ser un beta con hormonas de omega, tenía la oportunidad de coquetear con cualquiera. Hasta me contó de su romance fallido con Peggy. No le conté que era como mi tía, algún día se lo contaría.

Steve se emocionó cuando vió que algunos cerezos aún tenían flores, no estaban como yo imaginaba. Por eso le prometí volver en la primavera del año siguiente para verlos en su punto.

Cuando ya era tarde regresamos al auto para dirigirnos al Bridge Park. Estaríamos poco tiempo porque Steve dijo en el auto que extrañamente se sentía cansado. Sonaba raro ya que el tenía el suero de supersoldado. Yo no me sentía cansado, quizá Steve no había dormido bien.

- ¿Estas seguro que quieres ir? - Consulté al rubio dándole una mirada de reojo al estar arrecostado sobre mi hombro. El asintió enderezandose y abrió la puerta de su lado para salir rápidamente.

- Llevanos unos frappuccinos de fruta - Dije pasándole mi tarjeta a Happy antes de salir del auto y acompañar a Steve.

Alcance a Steve que se dirigía hacia una banca, caminamos en silencio hasta que el se dejó caer en la banca dejando salir un suspiro.

- Steve, no tienes que hacerte el fuerte. Si te sientes mal nos podemos ir - Dije tomando asiento a su lado.

- Sólo me siento extraño, no sé que me pasa, siento la sensación de haberme sentido así antes pero no recuerdo el porqué - Admitió.

- No creo que sea posible que te enfermes, pero podemos volver para que descanses.

- No, no quiero volver tan rápido.

Cuando iba a responder llegó Happy con dos bebidas y mi tarjeta. Di una mirada a nuestro alrededor, había poca gente a nuestro alrededor, así que no sospechaba que alguien nos reconociera, por el momento.

Steve tomó de su bebida y todo había vuelto a la normalidad, parecía que había recargado baterías.

- Me hubiera gustado quedarme hasta ver el atardecer - comentó Steve con la mirada fija en el puente.

- También a mí, pero será en otra ocasión, tenemos toda una vida para visitar todos los parques de Nueva York.

- ¿Tenemos? -Cuestionó incrédulo.

- Claro o ¿Piensas abandonarme? - Dije ofendido.

- No creo que quieras que este toda la vida contigo.

- Si tu quieres quedarte yo estaré feliz

- No dirás eso cuando encuentres una omega y te cases con ella.

- ¿Quién dijo que yo quiero una omega? - Respondí divertido haciendo énfasis en una omega y otra vez sentí su dulce aroma - Te quiero a ti en la Torre y si no te quieres ir te voy a encerrar, serás como Rapunzel.

Steve se rió sonrojado y siguió tomando de su bebida. Cada uno se metió en sus pensamientos. Yo me puse a pensar en lo que acababa de decirle, era raro que un alfa le dijera eso a otro alfa, pero fue una respuesta automática. Siempre hablaba lo primero que pasaba por mi mente, pero ahora sentía que era raro.

- ¿Nos vamos?- pregunto Steve.

Le di un asentimiento con la cabeza y tomamos rumbo hacia el auto. El camino no fue tan rápido, pero fue silencioso. Pepper me había llenado el teléfono con mensajes, no le contesté porque sabía que ya le había sacado las respuestas que quería a Happy.

- ¿Quieres cenar? - Pregunté cuando ya estamos cerca de la Torre.

- No sólo quiero llegar a dormir. - Respondió Steve bostezando.

Happy nos llevó directamente al estacionamiento subterráneo por lo que nos dirigimos libremente al ascensor.

Dentro del ascensor sentí una nube de dulzura que provenía del rubio, mi alfa se inquieto y me hizo acorralar a Steve entre la pared de metal y mi cuerpo.

- ¿Qué haces, Tony? - Preguntó Steve con un deje de temor en su voz.

- Hueles muy bien- respondí dejando salir mi aroma de satisfacción.

Metí mi cabeza entre su cuello y hombro para sentir mejor su aroma. Steve paso sus brazos por mi cintura y mi alfa saltó de alegría al verse correspondido. Saqué mi cabeza de su cuello para verlo a los ojos, unos centímetros más abajo que yo, la altura perfecta para ver que sus pupilas estaban dilatadas, una señal de excitación, mis ojos se deberían de ver igual. Steve despegó sus ojos de los míos para ver mis labios. Entendí lo que me pedía, quería que lo besara, me acerqué lentamente a sus labios.

- Señores sus cuerpos han alcanzado un nivel muy alto de temperatura - interrumpió Jarvis - Están apunto de entrar de lleno en celo, lo mejor es que entren a sus habitaciones hasta que puedan pensar nuevamente con coherencia.

Las palabras de Jarvis me hicieron alejarme rápidamente de Steve, las puestas del ascensor estaban abiertas, por lo que salí lo más rápido que pude de ahí.

- Te necesito - Dijo Steve, haciéndo que me parase en seco. Mi alfa se estremeció con las palabras que dijo y comenzó a luchar para tomar el poder de mi cuerpo.

- Es el celo quien habla no eres tú. - Respondí luchando por mantener mi conciencia. Steve me siguió pero yo fui más rápido y me encerré en la habitación - Jarvis cierra la habitación hasta que la temperatura de mi cuerpo regrese a la normalidad. No la abras por más que te lo pida y has lo mismo en la habitación de Steve cuando el entre.

24 de Junio 2020

¿Por qué siempre actualizo tan tarde? *inserte meme de por qué eres así*

Gracias por leer, votar y comentar. Los amo demasiado por eso 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro