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48. Conviviendo con el enemigo

- Si sabes que Francis no va a recordar nada de esto. - Comenté a la beta que estaba dirigiendo al fotógrafo que le tomaba fotos de diferentes ángulos al bebé que estaba celebrando su primer cumpleaños.

- No seas aguafiestas. - Reprochó y movió el jarrón de flores de Steve para que Bruce y Clint estuvieran en las fotografías.

Me alejé para escribir un mensaje a Steve que aún no había llegado, últimamente siempre estaba saliendo con Sam y cuando ambos estaban juntos Steve ignoraba completamente mis mensajes, por si fuera poco algunos días se volvía distante conmigo, sin embargo lo dejé pasar pensando que eran imaginaciones mías. De igual forma ahora el moreno vivía con su alfa y ambos se habían mudado con nosotros para pertenecer a una manada y que mejor que la nuestra.

Así que como todos eramos una manada no esperaba que Sam intentará separarlo de mi y menos si el pensaba que los dos éramos alfas.

Me sorprendia que todos creían que Steve era el alfa de la manada, aunque yo al comienzo no noté que era un omega, pero con un poco más de tiempo lo habría hecho.

Yo los dejaba creer que Steve era el lider, ya que en realidad los dos éramos los líderes e inconcientemente todos debían saberlo, pero nadie lo aceptaba abiertamente, sólo su parte animal lo sabía.

Cuando dejé de ver mi teléfono choqué mi mirada con la de Wanda, la chica aún tenía cierta molestia hacía mí, pero me toleraba por su hermano, él le hizo ver que éramos buenas personas, también le recordaba todo lo que hicimos para cuidarlos y que pudimos dejarlos a su suerte en el estado en que estaban, pero más bien procuramos mantenerlos a salvo y nunca les hicimos daño, además le dijo que necesitaban una manada y debido a todo eso Pietro y yo nos llevábamos bien, nuestra amistad hacía que Wanda y yo evitaramos los enfrentamientos de alfas, que eran comunes entre los adolescentes alfa y los alfa prime. Aunque ella siempre encontraba razones para alegar en mi contra y uno de los motivos es que protestaba diciendo que ahora sus primeros recuerdos eran horribles gracias a mí, pero a Pietro le parecían divertidos y a mi también. Siempre que me subía la voz yo le respondía que me debía respeto, pues le había cambiado los pañales, eso causaba más enojo en la chica, pero su hermano y yo nos morimos de risa.

Me fui a la cocina debido a la insistente mirada de la pequeña alfa, por momentos sentía que iba a descubrir el secreto que Steve y yo teníamos, por loco que pareciera la pelirroja no lo sabía, lo que causó sorpresa en mí y mi esposo, pues ella leía mentes, pero lo más parecido a lo nuestro que encontró en mi cabeza fue algo que le comunicó inmeditamente a Steve y era que yo tenía unos sentimientos raros por él, mencionó que aún no los lograba descifrar, pero lo haría y aún no lo ha hecho, aunque en realidad a mi no me molestaría que lo hiciera, estaría bastante aliviado si alguien lo descubriera y lo divulgara para darle fin a nuestra misteriosa relación.

Mientras me servía jugo aproveché para llamar a Steve y cuando no me contestó me regañé mentalmente por comportarme como un obsesivo.

- Él es tu nueva razón para vivir, él llenó tu vacio corazón y se que si lo pierdes ya nada será igual para ti. - Habló la única beta de la manada que no sé en qué momento entró - Acabo de ver que revisabas constantemente tu teléfono, anhelas sus mensajes. - Aclaró ante mi perplejidad.

- ¿De dónde te sacas ideas tan extrañas?

- Te conozco mejor de lo que crees. - Respondió con suficiencia y yo la volteé a ver con una ceja arriba. - Eso y que hace un tiempo vi juguetes sexuales en tu habitación.

- ¿Y?

- Se que es un chico porque no había ningún masajeador de clítoris.

- ¿Ahora eres espía?

- Ya que tu no me cuentas nada, tomé iniciativa propia. - Se defendió. - ¿Cuándo lo vamos a conocer?

- Cuando el me lo diga.

- Alguien logró hacer que dejes de pensar en ti, ya me cayó bien. - Dijo con emoción.

- ¿Me estás llamando egocéntrico? Bueno lo soy, a mucha honra, pero este egocéntrico se dio cuenta que dejaste de cuidarte.

- ¿Qué? ¿Pero cómo?

- Tu alarma siempre suena a las ocho, luego de la cena y ayer no sonó.

- Vaya no creí que estuvieras pendiente de algo, es lindo. - Expresó y me abrazó. - Gracias.

Con eso dimos por terminada nuestra plática y regresamos a la sala, nuevamente me quedé sólo pues Pepper se fue a él sofá en el que estaban Natasha y Pietro, se notaba que el chico aún no había superado a la espía y por momentos me hacía pensar que también estaba enamorado de Pepper, eso era tan raro que evitaba pensar en ello.

- Pagué tanto por un fotógrafo que no estuvo ni una hora. - Refunfuñé cuando me percaté que el hombre ya se había marchado.

- Pagaste un precio exagerado. - Respondió Bruce.

- Sólo es dinero.

- Yo no podría pagarlo. - Expresó Wanda con molestia.

-¿Debo sentirme culpable por nacer en una familia rica?

- Uno no tiene que morirse de hambre para ser buena persona. - Intervino Pepper cuando notó que Wanda y yo nos estábamos matando con la mirada.

La chica se volteó con palpable molestia hacia el gran patio verde que se extendía a través de las puertas de vidrio. Hace un tiempo habíamos dejado la Torre, ahora vivíamos en el complejo de los Vengadores, un mejor lugar para criar un bebé, nos mudamos apenas se terminaron los detalles, la construcción ya llevaba un buen tiempo, era algo que necesitábamos. No sentía que la Torre fuese segura para un bebé, además de que no tenía un área verde natural. Otra desventaja es que podía ser el centro de ataques, era demasiado peligroso para la manada y no quería que personas que caminaban por las calles de Nueva York se vieran afectadas en caso de que alguien planeara un atentado contra nosotros.

Y otro detalle es que yo tenía un leve miedo de vivir en la Torre, ya que aún no controlaba en su totalidad la gema y me daba temor que un día me volviera inmaterial y me cayera de la Torre o que hiciera cosas raras mientras dormía, ya antes había asustado a Steve con mi armadura, no quería volverlo a hacer.

Rhodey estaba a mi lado e inició una conversación conmigo, al comienzo le preste atención, me habló sobre lo feliz que estaba por haber marcado a su omega y que su madre estaba contenta por ello, también alardeó sobre ser el yerno favorito de su suegra, pero poco a poco mi mente dejó de poner cuidado a lo que me contaba.

Mis pensamientos acabaron en la nueva armadura que había diseñado, tenía algunas partes de nanotecnología, había logrado terminar esos fragmentos en todo el tiempo que Steve estaba lejos de mi, cuando el se encontraba cerca no podía trabajar, siempre estaba pensado en andar cerca de él, me distraía de mis proyectos, hubiese terminado toda la armadura hecha de nanotecnología si no fuese por la sensación de estar enamorado, casi se había vuelto una carga para mi, mis ideas constantemente se desviaban a él, a tal punto que terminé pintando mi armadura con los colores del traje de Steve, cuando me vi en el espejo con ella me pareció ridículo, pero luego medité en lo cursi que era y eso le encantaría a mi esposo, aún no había reflexionado en lo que diría la manada o el mundo, aunque eso me daría igual.

Planeaba mostrarsela el próximo mes, en nuestro primer aniversario, casi una semana antes era su cumpleaños y aún no me decidía como me lo iba a robar de la manada una semana completa para celebrarlo solo nosotros dos. Aún no organizaría nada, esperaría a Steve para que decidiremos juntos el lugar para vacacionar, no quería parecer un alfa mandón.

Cuando salí de mis pensamientos Rhodey aún continuaba hablando sin darse cuenta que yo había tenido un viaje entre mis ideas y pensamientos. Volteé a ver a la manada y vi a Wanda cargando a Francis, lo que me hizo recordar la batalla que tuvieron con ese nombre. Solo faltaba un mes para el nacimiento y aún no conseguían un nombre así que decidieron pedirnos ayuda a toda la manada. La dinámica era que buscaramos un nombre que nos gustara y lo escribieramos en un papel para que luego ellos los juntaran todos y el que sacarán sería el nombre decisivo, pero antes de todo Natasha les hizo jurar que no se echarían para atrás, parecía que ella estaba segura de que su nombre sería el elegido.

Lamentablemente, no pasó así, el ganador fue el nombre que yo escogí, Francis. El nombre surgió ha colación unos meses antes, cuando Bruce le llamó la atención a su marido usando sus dos nombres y yo no pude evitar burlarme, eso me llevó a escribir el primer nombre del arquero en el papel. Al galeno le gustaba el nombre, pero a Clint no, sin embargo lo tuvo que aceptar pues habían prometido hacerlo. Finalmente al pequeño lo nombraron como Francis Nathaniel, pero debido a mi todos lo llamaban por su primer nombre.

Mi teléfono sonó y vi que era un mensaje de mi amado rubio, me estaba avisando que estaba a punto de llegar, una sonrisa de idiota se dibujo en mi cara al ver que se había tomado el tiempo de contestarme.

- Alerta de amor. - Dijo Pietro y fue cuando caí en cuenta de que estaba llenando la sala de feromonas dulces, como un omega enamorado.

- ¿Quién es la afortunada? - Preguntó Rhodey que estaba a mi lado intentando ver mi teléfono, pero yo lo oculté.

Nat me veía con una ceja arqueada, como si no pudiese creerse que yo me estaba comportando de esa forma y se dieron una mirada cómplice con Clint, ¿Qué se traerían entre manos esos dos?

Un momento después la puerta se abrió dejando ver a mi esposo y Sam, saludaron a todos, hasta que Steve me dedicó una pequeña sonrisa, que fue correspondida al instante.

Disimuladamente me escurrí a la cocina y Steve captó la indirecta, pues a los segundos llegó para arrojarse a mis brazos, se puso de puntitas y unió sus labios con los míos, mis manos de desplazaron a su cintura y sus brazos rodearon mi cuello. Nunca dejaríamos de extrañarnos, ni de tenernos ganas, cuando estábamos juntos no podíamos tener las manos apartadas del otro, éramos como el imán y el hierro, nos atraiamos, y apesar de tener un lazo incompleto, nos sentíamos conectados y realizados.

Aprendí a aceptar sus decisiones y al final le encontré el gusto a escondernos del equipo, la excitación y la adrenalina de ser descubiertos era suficiente para mantenernos animados, ya no me molestaba el tema, era gracioso que hace un tiempo me hacía sentir mal, pero ahora me divertía viendo a Steve inventando excusas del porque estaba despeinado cuando salía de la cocina o porque estaba tan agitado si el nunca se cansaba, eso me hacía gozar esas situaciones y todos le creían las tontas historias que inventaba, todo por ser el Capitán América.

Podría decir que estábamos en nuestra mejor etapa, hace meses al fin reconocí que hiciera lo que hiciera el lazo con Steve no se formaría totalmente y por lo menos yo podía comunicarme con mi omega, así que había dejado de pensar que sería un gran problema. Pensándolo bien la mayoría sólo sentía emociones mediante el lazo y los betas no sentían nada, por lo tanto yo era afortunado por tener un medio lazo mental.

-Tú haces que la frase: "Quiero vivir en un mundo perfecto" sea real, tu lo haces posible. - comuniqué con la voz agitada después del profundo beso que nos habíamos dado.

- Me fascinas. - Respondió dejando un cariñoso beso en mi mejilla.

Luego de eso yo fui el primero en volver a la sala y escuché que Rhodey le contaba a Natasha que el y Sam también querían tener un bebé, vaya todos querían tener bebés, quizás ver a Bruce y su hijo les había despertado el deseo, pero conmigo y Steve fue lo contrario, ambos veíamos un hijo como una responsabilidad demasiado grande, no era algo que podíamos cambiar como cuando cuidamos a Pietro y Wanda por un tiempo, era algo serio y al parecer ambos le teníamos miedo al compromiso.

Cuando llegó la hora de los regalos Clint era el único emocionado, Francis no entendía nada pero aplaudía entre sonrisas cuando su papá se alegraba, era un lindo cachorro.

Justo en el momento que yo le daría mi regalo que era un juego de pinturas lavables un mareo me desestabilizó.

- Dios, ¿Qué les pasó? - Preguntó consternada la beta.

La pregunta en plural me hizo ver a mi alrededor y la respuesta fue que le pasó lo mismo a Steve que estaba poniendo a un lado su regalo que se trataba de una pizarra doble de mesa con caballete, sí, ambos complementabamos nuestros presentes.

- Experimenté algunas cosas conmigo y con Steve.

- ¿Cómo pudiste ser tan descuidado? - Dijo como regaño la beta.

- Hoy descubrí algo, los mareos se deben al lazo y vienen de mi, por la mañana finalmente investigué la razón de ellos y son provocados por usar las inyecciones antipreñantes sin un programa establecido. - Comuniqué mediante el lazo.

Vi como su expresión iba cambiando de una confundida a una furiosa y todos lo notaron, al parecer comprendieron que Steve no sabía nada de lo que estaba pasando.

- A la habitación. - Demandó saliendo de la sala y esperando que yo lo siguiera.

- ¿Quién tiene vaselina? - Molesto Rhodey. - Tony la necesitará.

Antes de seguir a Steve le mostré mi dedo medio y escuché a Bruce decir que no frente a su bebé, pero yo estaba lejos para disculparme. Si Rhodey supiera que era Steve el que la necesitaría.

En la habitación me encontré a Steve tocándose el entrecejo para intentar calmarse, en la habitación había una mezcla de tantas feromonas que no logre descifrar sus emociones.

- Me hice una prueba de embarazo. - Soltó sin más tomándome por sorpresa. - Si me hubiese comunicado que tu también los tenías, no hubiese pasado el ridículo de ir a comprarla, recordé los mareos de Bruce y me asusté.

- Creí que lo sabías... por el lazo.

- Tú sabías de mis mareos y no dijiste nada.

- Intenté llevarte con un doctor y te negaste, así que asumí que eran por diferentes razones.

- Eso es lo que pasa en esta relación, siempre asumimos cosas sin preguntarnos.

- Tu nunca me comunicas nada, ¿Por qué tendría que hacerlo yo?

- Cambias las cosas para que sean mi culpa.

- ¿Yo? Tu eres un jodido egoísta, no tienes idea de lo que es vivir contigo, siempre estás viendo que hago mal para recriminarmelo, y yo como el puto enamorado que soy te concedo todo, en cada momento estoy pensado, ¿Le alegrará esto a Steve? ¿Qué debería haber para no molestarlo? Y me digo: Dejaré de hacer esto para que este contento, dejó de lado mis intereses por ti, siempre estoy girando a tu alrededor, eres como mi maldito sol.

- No sabía que era una pesadilla para ti vivir conmigo, si era así no te hubieras casado conmigo.

- Eso no era lo que quería decir y lo sabes.

- No, no lo sé, explícamelo.

- Te metes en mi cabeza de tal forma que sólo puedo pensar en ti, abandonó mi criterio propio cuando se trata de ti y tu no agradeces que deje todo de lado por ti. - Expresé recalcando el "ti" en cada momento.

- Me encanta que lo hagas. - Manifestó cambiando totalmente su tono, ya no era de discusión, era insinuante.

- ¿Sabes que no podemos evadir siempre nuestras discusiones de esta forma? - Pregunté al recordar que en los últimos meses todas nuestras discusiones terminaban así.

- ¿Por qué no? - Dijo antes de colgar sus brazos en mi cuello.

Esto no nos haría terminar nada bien.

7 de Febrero 2020

Al fin se conoció el origen de los mareos xD

P.D Francis es el hijo de Clint en Nuevos Vengadores: Héroes del mañana

P.D. 2 El multimedia describe como me imagino a Steve cuando escribo que se paró de puntitas.

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