46. Ahora yo también
- Nunca salimos, estoy aburrido de ver a través de los vidrios sólo edificios y nubes. - Declaró Pietro lanzando su tableta al sofá y luego se tumbó en la alfombra en la que estaban sentado Steve junto a Johnny pintando en un libro para colorear.
Yo estaba cargando a Wanda mientras Nat le preparaba un biberón, ya todos teníamos una rutina de cuidado con los tres niños que teníamos bajo nuestra protección, hasta Susan se había sorprendido de que aprendieramos a arreglarnosla con tres pequeños, pero poco a poco lo habíamos logrado.
Valeria y Franklin estaban felices de jugar con más niños en las varias ocasiones que vinieron. Ya teníamos un mes así. Y debido a todos mis intentos fallidos de volver a todos a la normalidad había sido vetado de mi taller, ahora mi vida era ser el guardián de niños. Me la pasaba cambiando pañales, o era el de Wanda o el de Johnny. Al menos Bruce me suplía cuando yo no quería hacerlo, al parecer quería adaptarse a su nueva vida. Ya tenía dos meses, aún no se notaba nada, pero su dulce olor nos daba calma y una especie de felicidad por ser el primer bebé nacido de la manada.
- Por la noche saldremos a pedir dulces. - Animó Natasha al omega cuando se sentó a mi lado para cargar a la bebé y alimentarla.
No pasó desapercibida para mi la mirada de adoración del pequeño sobre la alfa, tenía un flechazo por ella. La espía se hacía la desentendida, pero todos lo notabamos, Pietro ponía excusas para estar cerca de ella y la más reciente era que tenía pesadillas debido a eso se quedaba en la habitación de Pepper y Natasha. La beta lo trataba como si fuera su hijo y se notaba el lazo de amistad que habían formado los dos en poco tiempo.
- ¿Cómo están mis niñeras favoritas? - Dijo con alegría Clint cuando las puertas del ascensor se abrieron, en sus manos traía las bolsas de frutas que había ido a comprar a última hora, pues a Bruce se le había metido en la cabeza hacer smoothies para todos y su alfa le cumpliría el capricho.
- Priviet (Hola) - Reprochamos todos los presentes.
Ahora la manada intentaba aprender palabras simples en ruso con la esperanza de que Wanda aprendiera a hablar. Los recuerdos que poseía eran en ruso y todos hablábamos inglés, por eso pensamos que eso le podría retrasar el habla. No escuchar su lengua natal la detendría para comunicarse con nosotros y no es que la criariamos nuevamente, sólo intentaríamos tenerla lo más ambientada posible a su anterior infancia.
- Estaba pensando que podríamos ir a Krispy Kreme, hace unos meses un local aquí cerca abrió sus puertas y escuche que preparan las mejores donas.
- Se me hacía extraño que quisieras salir, pero ahora que veo la razón, no me sorprende. - Expresó la rusa. - Iré a buscar una toallita para sacarle los gases. - Dijo y pasó la bebé a mis brazos.
- Si ese lugar me sacará de este encierro, yo voy. - Manifestó Pietro con su marcado acento ruso.
Había tomado a la pequeña de forma automática para comenzar a darle palmadas en la espalda y comprendí mi error hasta que sentí algo tibio bajar por mi camisa, estaba tan acostumbrado a hacerlo, pero siempre olvidaba algo, el vómito.
- Por una razón subí por esto. - Informó Natasha divertida y Pietro se comenzó a reír cuando vió lo que me había pasado.
Me quite la camisa que tenía sobre otra camisa de mangas largas y tiré la camisa hecha una bolita al suelo y justo cuando Steve me iba a regañar apareció Clint con una bandeja llena de vasos, el arquero le dió a todos un vaso, pero a mi me ignoró, así que estaba dispuesto a protestar, pero Bruce llegó con dos vasos y se sentó a mi lado después de dármelo.
- Spaciba (Gracias) - Expresé con alegría revolviendole su rulos.
-Ne za shto (De nada) - respondió con timidez y se arregló sus lentes.
- ¿Quieres un poco? - Preguntó Pietro a su hermanita acercándole la pajilla de su vaso a la boca.
- Niet (No) -Negué -Luego me toca a mi cambiar pañales apestosos.
- Da ( Si) - Balbuceó la pequeña alfa. - Da, da, da.
- Habló. - Celebró Natasha con un brillo especial en sus ojos y se iguió del sofá para hacer un extraño baile con la bebé, causando carcajadas en la pequeña y en nosotros. - Dilo otra vez, Da, daaa. - Animó la espía.
- Daaa. - concedió la pequeña y levantó brazo para tocar el mentón de la alfa.
- ¿Jarvis, lo grabaste? - Consultó el arquero viendo con afecto la alegría que desprendía Natasha.
- Cada momento, Señor.
Un rato después Natasha se sentó algo apenada por su comportamiento anterior, casi nunca mostraba ese lado risueño y relajado, pero le sentaba bien verse así. Se notaba que quería ser madre y sabía que sería una muy buena.
- Creo que deberíamos prepararnos ahora si queremos ir a ese lugar que mencionó Tony y luego pedir dulces. - Decidió Natasha. - Llamaré a mi fresita. - Agregó poniéndose a Wanda en la cintura. Ambas se la vivían poniéndose apodos demasiado cursis para mi gusto, pero eran tan felices juntas que lo hacían sin darse cuenta que tenían público.
Yo fui el siguiente en abandonar la sala, necesitaba tomar un baño después de haber sido vomitado.
- Johnny ya está listo. - Avisó mi omega sentado en su lado de la cama cuando salí del baño.
Deje caer la toalla que me cubría la cintura y me paseé desnudo por la habitación hasta mi guardarropa, salí con un cambio de ropa casual en mis manos y Steve aparto la mirada rápidamente de mi cuerpo cuando se percató de que no me había vestido, me gustaba ponerlo nervioso cuando me cambiaba frente a él.
- Sabes que Wanda lee mentes, ¿Verdad? - Consulté poniéndome la ropa interior. - Y... eso será un problema para nosotros cuando vuelva a la normalidad.
- Un problema a la vez, Tony.- Respondió y yo detuve mis movimientos para verlo desconcertado. - Aún no puedes convertirlos a como eran, no te estreses por eso.
- Voy a fingir que eso no me ofende. - Dije y continúe vistiendome. - A lo que quería llegar es que deberíamos contarle a la manada sobre nuestra relación antes de que Wanda lo haga.
- Yo no...
- Ni siquiera tenemos que decirles que eres omega, sólo podemos contarles que somos pareja.
- ¿Podríamos esperar un poco más?
- ¿Esperar que? - Espeté sintiendo que me estaba comenzando a molestar. - ¿Te avergüenzas de mi? - Pregunté sin poder ocultar lo herido que me sentía al revelar esa inseguridad que me consumía desde hacía meses.
-Tony, eres mejor que me pasó, pero yo pienso que nos tenemos los dos, somos lo único que necesitamos, no requerimos de nadie más, ambos nos complementamos.
Dijo todo menos que no se avergüenza de mi, repetí en mi mente para lastimarme más.
- Pero, ¿Vale la pena que sigamos ocultandonos?
-No te hagas más daño con esos mismo miedos. - Contestó leyendo mis sentimientos mediante el lazo.
- Es tan malditamente injusto que yo sea un libro abierto para ti y yo de ti no sepa nada, no sé si me tomas en serio, o si sólo soy tu pasatiempo y por eso no quieres que nos presentemos formalmente, ni siquiera se si te casaste por la emoción del momento o porque me amas como yo te amo a ti.
Ya está, lo había dicho, le conté todas mis inseguridades, dejé mi alma desnuda frente a él, aunque el ya conocía mis pesares, el lazo se los transmitía, pero el nunca dijo nada al respecto para aclarar o calmar mi incertidumbre.
-Tony tengo tu marca, esa es la mayor prueba de que te amo y soy tuyo, tu eres para mí, no hay nada mejor y si lo hubiera, no lo quiero, sólo te quiero a ti.
Mi mente gritaba que sólo eran palabras, que no estaba demostrandome nada, que el amor debía expresarse ante todos, no ocultarlo, no dejarlo sólo para nuestra habitación, debíamos vivirlo a lo grande sin pensar en el que dirán.
-Sabes yo me aburro de todo y de todos siempre he sido así, cuando algo no es como yo quiero lo desecho, sin embargo nunca me aburro de ti, nunca he pensado seriamente en dejarte, más bien siempre estoy dispuesto a sacrificar mi felicidad por la tuya, pero ¿Tú estas dispuesto a hacer lo mismo?
No le di tiempo para que me respondiera pues me metí en el baño, tenía que recortar mi baba y secar mi cabello, concentrarme en esas tareas me quitaría ese sentimiento tan raro en mi corazón.
Cuando me encontré listo bajé y me encontré a toda la manada reunida en la sala, Pepper y Natasha conversaban felizmente con Pietro, Bruce cargaba a Wanda y Clint le hacía caras raras para hacerla reír y finalmente Johnny estaba siendo cargado por Steve.
- ¿Nos vamos? - Dispuso Pepper cuando captó mi presencia.
Johnny se bajó de los brazos de su tío para tomar mi mano y me atrajo hasta Steve para ir de la mano de ambos, fue raro en el ascensor, pero nadie dijo nada y al parecer todos ya estaban notando la tensión que había entre el rubio y yo. No nos dirigimos miradas en ningún momento. El ascensor se detuvo en el vestíbulo, aparentemente todos acordaron ir caminando.
- Te pudiste haber quedado si vendrías con esa cara.
- ¿Desde cuándo te convertiste en mi madre? - Murmuré quedandome un poco atrás para que nadie escuchara lo que decíamos, aunque era imposible debido a la ruidosa ciudad. - Primero, esta es la única cara que tengo. - Dije señalando mi rostro. - Segundo, no me hubiesen dejado quedarme porque yo fui quien dio la idea y tercero no tiene caso que me quede si no puedo entrar a mi taller.
- Esta bien, pero podrías dejar de verte de mal humor.
- ¿Debo fingir que no me duele que mi esposo sienta vergüenza de con quién se casó? Claro es muy fácil, soy una persona sin sentimientos.
- El Capitán América y Tony Stark. - Exclamó una imponente alfa rubia bloqueandonos el paso. - ¿Me puedo tomar una foto con ustedes?- Steve asintió cortésmente. - Soy Serena. - Se presentó y detallando su rostro percibí un parecido a alguien en mis recuerdos- Dan, ¿Nos la tomarías?- Consultó aunque ya le había pasado su teléfono a un omega que estaba detrás de ella. - ¿Y este pequeño cómo se llama? - Preguntó cargando con total confianza al omega.
- Johnny. - Respondió el pequeño viendo embelezado el rostro de la alfa.
- ¿Eres la hija de Lily?- Curioseé uniendo cabos en mi mente.
- Si. - Contesté emocionada y los tres sonreimos a la cámara.
- Hace un tiempo hicimos negocios. - Agregué recordando que habíamos hecho más que eso.
- Soy su fan, leo todos los artículos que hablan sobre ustedes. - Expresó bajando a Johnny para entrar en modo fan y me abrazó para despedirse, pero luego hizo lo mismo con Steve que nos veía con molestia.
La chica se alejó tomada de la mano del omega y nosotros continuamos nuestro camino. Johnny caminaba agarrado de nuestras manos pero intentando ver por el lugar que se había ido la rubia, otro enamoramiento infantil.
- ¿Por qué le coqueteabas?
- Yo no le coquetebaba.
- Lo hacías, tú nunca recuerdas a nadie, hasta la dejaste abrazarte.
- Yo recuerdo todo, que finja que no recuerdo a cualquier idiota que me habla es otra cosa y te abrazó a ti también.
- ¿Entonces cuándo llegas tarde?
- Ese es otro tema, no vivo al pendiente del reloj, se que tengo que hacer algo a una hora establecida, pero se me pasa el tiempo sin darme cuenta.
Gracias al cielo llegamos al establecimiento de donas, ya habíamos discutido suficiente frente a nuestro pequeño sobrino, porque ya éramos oficialmente familia ¿Verdad? Yo legalmente estaba casado con su tio, eso me convertía automáticamente en tío. Vaya, nunca había pensado en sobrinos, al ser hijo único y no tener familia cercana.
- Problemas con fans. - Aclaré cuando Pepper se acercó.
- Como un niño en una dulceria. -Dijo Clint con burla notado lo encantado que estaba con el lugar.
- ¿No es un niño en una juguetería?- Preguntó Bruce.
- Cambia según la película. - Dijo Pietro y Natasha pellizco un poco su mejilla con una sonrisa, causando que el niño se sonrojara.
Me acerqué al mostrador para pedir varias cajas de donas y una chica al reconocerme dijo que haría un pedido especial de donas decoradas para nuestro equipo, no se lo mencioné a nadie, quería ver la sorpresa en su rostro cuando las vieran. A medida fuimos probando los manjares dulces se desvaneció el ambiente tenso que creí que predominaría, todos estábamos conviviendo como una manada, como viejos amigos, tomándonos fotografías graciosas, retratando lo felices que éramos juntos. Como grupo podíamos hacernos olvidar por unas horas todas las penas que guardaba nuestro corazón.
Cuando regresamos, cada uno se fue a su habitación para ponerse su disfraz, Steve estaba contento con el disfraz de osito cariñosito de Wanda que decidió ponérselo inmediatamente. Yo me vestiría de Sherlock y Steve de Watson, lo habíamos planeado para tener disfraces de pareja, aunque por el momento no lo parecíamos.
Cuando bajé me encontré a Steve estaba en la sala y tenía a Wanda en su regazo moviéndole los pies, yo llegué y me senté en silencio frente a él.
- ¿Esta listo Johnny?- Steve asintió sin dejar de ver a la niña que tenía sobre sus piernas.
A los segundos llegaron dos ruidosos omegas Pietro que estaba vestido de Dash y Johnny que estaba vestido de el mismo, la antorcha humana. Al rato llegaron Luigi y Mario, que eran la pareja de la Torre.
- No es sorpresa que falten las chicas. - Manifestó Clint sentándose en el sofá.
- ¿De qué se disfrazaron?- Curioseo Bruce inspeccionando mi ropa.
- Sherlock y Watson. - Respondió Steve.
- Nunca lo habría adivinado. - Expresó Natasha que venía con Pepper.
Natasha iba vestida de Elastigirl y le quedaba muy bien, en cambio Pepper estaba vestida de Mérida. No tenían que usar peluca pues son pelirrojas y se veían bien juntas.
- Es hora de las fotos. - Chilló Pepper emocionada.
Puso su teléfono en la mesa sostenido con un libro para capturar la foto, aunque Jarvis bien podría tomar la fotografía la deje vivir el momento de salir corriendo después de poner el temporizador de la cámara. En algunas fotografías no pude evitar rodear la cintura de Steve, pero nadie se percató de eso.
-Es una mutante- Gritó sorprendido Johnny cuando la pequeña comenzó a flotar fuera de los brazos de su tío.
- Es como papá. - Declaró Pietro igual de sorprendido.
-Johnny, tienes calmarte. - Pedí acercándome a él cuando vi los rayos naranaja sobresaliendo en su piel.
- El también es mutante. - Exclamó Pietro y eso hizo que el traje del pequeño se comenzara a consumir las llamas que salían de su cuerpo. Y justo cuando iba a hablarle a Johnny para tranquilizarlo algo chocó contra mi. - Yo también soy mutante. - Agregó el peliplata que acababa de hacer uso de su poder de supervelocidad y me empujó un poco debido a que no pudo detenerse a tiempo.
- Ahora somos niñeras de superniños. - comentó Clint.
- Tony arregla esto. - Me gritó Pepper con histeria.
- Deja de gritar. - Le grite de vuelta viendo a Johnny intentar detener el fuego de su cuerpo.
Natasha me gruñó por gritarle a su pareja y yo le gruñí de vuelta por intentar reprender a alguien de un rango superior a él suyo.
- Calmense o tendremos un código verde.- Manifestó Clint.
- Johnny todo está bien, después podemos arreglar tu ropa.- Expresó con voz tranquila Steve y causó efecto en el niño.
- Tony, tienes que devolver todo a la normalidad, fue divertido por unos días cuidar niños, pero ya no y menos si son niños con poderes. - Reprochó Pepper y yo le lancé una mala mirada.
- ¿Cómo que me van a devolver a la normalidad? - Preguntó Pietro que no sabía nada de lo que le había pasado. Le habíamos dicho que sus padres lo habían dejado al cuidado de una antigua amiga que era Natasha y cuando la alfa le habló en ruso el sólo lo acepto.
- Anda Pepper, respondele.
- Responde tú, la culpa no es de nadie más que tuya. - Defendió Natasha acercándose a mi.
- Yo no me metí sólo esa maldita gema la cabeza.
-No habría pasado si no hubiese querido manejar cosas que van más allá de tu compresión. - Me recriminó mi esposo.
- Lo hice para intentar protegerlos.- Bramé sorprendiendo a todos.
Cerré mis ojos para intentar concentrarme para devolver a los pequeños a la normalidad, pero mi cabeza me comenzó a doler más de lo que podía soportar, así que dejé de intentarlo, cuando abrí los ojos, la sorpresa estaba pintada en los ojos de todos los presentes, Pietro estaba igual, sólo que con la mandíbula desencajada por el asombro. Y mayor fue mi impresión al ver que había vuelto gigantes a todos.
- Santa Mier... - Corté mis palabras al sentir diferente mi tono de voz y segundos después lo comprendí, extendí mis manos frente a mí y no eran mis manos, las cubría la ropa que llevaba puesta, ya no me quedaba a la medida como hacía un rato.
En el momento que entré en sentido común de lo que acababa de hacer sentí que todo a mi alrededor comenzaba a girar y poco a poco la conciencia se fue de mi cuerpo, pero antes de que todo se oscureciera pude ver a Natasha muy cerca de mi para evitar mi caída.
24 de Enero 2021
Gracias por leer y votar 💞💞💞
P.D. Esta vez escribí los nombres correctamente 😂
P.D.2 Subí tarde el capítulo porque no tenía electricidad 😭😭
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro