41. Demasiada diversión terminaría mal
Casi me ponía duro de sólo pensar que ese hombre que todos creían que era el alfa más varonil y dominante era un omega y no sólo eso, era mi pareja, mi esposo y yo me lo follaba. Cuando estaba conmigo esa voz ronca se iba y sólo quedaban unos gemidos agudos, lo intimidante y firme se quedaba en el olvido al momento que ibamos a la cama, se había vuelto alguien manejable a mi antojo, era tan sumiso, un omega en toda la regla.
— Entonces ¿Estamos claros?— Preguntó Steve a todos los que estábamos reunidos alrededor de la mesa y me sacó de mis pensamientos.
Eché un vistazo a todos los que estábamos en la sala y todos estaban con sus tabletas en las manos, hasta Thor, aunque el curioseaba todas las opciones que esta tenía. La risa de Natasha llenó el lugar haciendo que los demás levantaran la cabeza y se unieran a las risas.
— Tony, eres el rey de las bromas. — Alabó Thor entre carcajadas.
—¿Qué pasa? — Preguntó Steve totalmente confundido.
— Parece que ya tiene dueño, Capitán. — Manifestó Clint mientras se acomodaba en su silla para cubrirse la boca y así ocultar mejor su risa. — ¿Le dices tu? ¿O le digo yo? — Preguntó apenas Clint a Natasha.
Yo seguía riendome de mi hazaña, al comienzo creí que Steve lo notaría mientras se ponía el traje, pero no, cayó redondito en mi broma.
— Steve da media vuelta. — Pidió la alfa con lágrimas en los ojos de tanto reír. Y cuando Steve lo hizo le tomó una fotografía con su tableta. Mientras el rubio se rascaba la cabeza confundido. Cuando le mostró la imagen que mostraba la leyenda: "Propiedad de Stark Industries", sus mejillas se colorearon de un intenso tono rosado al leer lo que decia y ver la ubicación, lo que hizo que las carcajadas de Thor llenarán de nuevo el lugar.
— No es gracioso, Tony. — Rugió el omega, mientras caminaba de espaldas para que no continuaramos viendo mi obra maestra.
— Siempre mira al frente. — Dije a Steve cuando ví que estaba cerca de chocar contra la pared, pero justo cuando se giró ya era muy tarde, terminó chocando contra la pared.
— Son unos tontos— Proclamó cuando se detuvo en la puerta mientras se tocaba la frente después del golpe que se había dado.
— Creo que te pasaste un poco con la broma. — Expresó Bruce con algo de pesar.
— ¿Un poco? — Dijo con sarcasmo Clint.
Antes de que alguien dijera algo más tomé mi chaqueta y salí rápidamente para dirigirme a la habitación del rubio, justo estaba por abrir la puerta cuando lo alcancé
— No te me acerques. — Rechistó el rubio cuando me sintió cerca y yo me me mantuve en silencio, sólo le puse la chaqueta sobre los hombros.
— Sólo era una pequeña broma, no esperaba que te terminaras golpeando la cabeza. — Expresé metiéndome a la habitación antes de que pudiera cerrar la puerta y dejarme fuera en el pasillo.
— Tus bromas son infantiles.
— Tienes razón y a veces no son divertidas, pero lo que no puedes negar es que esto es mío. — Manifesté acercándome a su cuerpo para meter mis manos debajo de la chaqueta y poner mis manos sobre su trasero.
— Tony... — Dijo con tono de advertencia y yo alejé mis manos, pero me quedé cerca para darle un beso y luego ayudarle a meter los brazos en las mangas que hasta el momento reposaban en sus hombros.
— Señores, en unos minutos estaremos aterrizando en la zona más cercana para el ataque. — Anunció Jarvis.
Steve salió con mi prenda puesta y mi alfa se regocijó al ver que el omega no rechazaba llevar mi aroma sobre él. Steve siempre ocultaba nuestro aroma mezclado o cualquier parte de mis feromonas que quedará impregnada en él, y aunque yo no quisiera tolerarlo, por momentos me entristecia tener que ocultarnos, pero este pequeño gesto me había devuelto la alegría, creo que hasta mi humor había mejorado notablemente pues Bruce me vio con cara extrañada por regresar tan alegre.
— Recuerden que vamos a comenzar con un frente unido — Dijo Steve caminado hacia la rampa de salida y colgando mi chaqueta cerca de la puerta.
A los pocos minutos de caminar por nieve los soldados de Hydra notaron nuestra presencia, así comenzó nuestra lucha. Yo tenía el trabajo de dejarle la entrada libre a todos, así que iba evadiendo todos los ataques para informale a la manada cuando podían entrar. Hasta que choqué contra algo invisible.
— Idiota. — Exclamé después del golpe que me di.
— Lenguaje. — Regañó Steve después de lo que dije. — Jarvis, ¿Qué es lo que se ve por arriba?
— El edificio central está protegido por una especia de escudo de energía.
Todos continuaron hablando por los intercomunicadores pero mi mente continuaba pensando en el mini regaño de Steve.
— Un segundo, ¿Qué nadie notó que hace un minuto el Steve me dijo lenguaje?
— Ya sé — Dijo con la voz entrecortada, recordándome a cuando intentaba hablar durante el sexo. — Retiro mis palabras.
— No cariño, ya no se puede. — Respondí con tono de broma.
Mientras desplegaba los centinelas para que protegieran a los civiles, escuché a Natasha informar que habían herido a Clint y segundos después Steve estaba demandando la entrada al complejo y gracias al cielo logré hacerlo en tiempo récord.
Steve y Thor estaban teniendo una plática mientras yo escuchaba por el intercomunicador, así que decidí meterme a molestar un poco.
— Y por lo que más quieras, cuida tu lenguaje.
— Ya nunca dejará que lo olvide. — Proclamó mi rubio con voz derrotada. Me conoce tan bien.
Entre por una ventana al edificio y fui recibido con múltiples balas, pero rápidamente me deshice de todos. Continúe investigando el lugar hasta que me encontré una figura con uno de los chitauri que salió del agujero de gusano, continué revisando el alrededor hasta que divisé el Cetro de Loki y le avisé a Thor, pero justo cuando iba a tomarlo sentí un movimiento detrás de mi y me volteé para encontrarme con el Chitauri flotando sobre mi, haciéndome tener una imagen clara de todos los integrantes de la manada golpeados y tirados en la tierra. Con el corazón acelerando y mi cuerpo lleno de desesperación me acerqué corriendo a mi omega que estaba junto a su escudo quebrado, con angustia coloqué su mano sobre su cuello para verificar su pulso, esto no podía estar pasando, pero antes de que lo hiciera el se movió.
— ¿Por qué no hiciste más? — Dijo como último suspiro. Dejándome con un sabor amargo en la boca.
Antes de salir de mi ensoñación lo último que vi fueron los chitauri acechando la tierra. La imagen me hizo correr un frío intenso por todo mi cuerpo, era como cuando la ansiedad atacaba mi cuerpo, pero más fuerte, el sentimiento de miedo, junto con la impotencia de no poder hacer más por la persona que amas. Antes de seguir hundiéndome en ese mar de sentimientos negativos y alertar a mi pareja mediante el lazo tome el cetro, salí de ese oscuro lugar.
— ¿Estas bien? — Preguntó mi rubio cuando aterricé frente a la puerta de la nave y le entregué el Cetro a Thor sin decir nada.
Yo sólo asentí y me adentré en el jet para salir totalmente del traje. Tomé el control para irme de ese lugar cuanto antes de ese maldito lugar y a Natasha no le importó, pues se fue a consolar a Bruce que estaba triste por no haber podido proteger a su alfa.
La doctora Cho venía en camino para ayudar a nuestro amigo y todos se veían tranquilos, excepto yo, que no podía dejar de pensar en el mensaje subliminal que mi mente me había enviado para buscar la forma de proteger a lo único que le daba sentido a mi existencia.
Sabía que tarde o temprano Steve notaría la tensión que se reflejaba en mi, pero esperaba que fuera más tarde que temprano. Aterricé perfectamente el jet en la plataforma de la Torre y Clint fue llevado rápidamente para ver a la doctora.
— Estas raro. — Expresó el rubio cuando fuimos los únicos que nos quedamos en la nave. Lo ignoré mientras movía cosas sin importancia en el panel de control, pero el insistió. — Nuestra conexión se siente vacía.
— Estaba pensado que quiero que me esperes en nuestra habitación de rodillas en la cama, para quitarte el traje que dice que eres mi propiedad. — Susurré acercándome a él y pude apreciar su nuez de Adán bajar por el nerviosismo, pero no pude terminar de acercarme a su cuerpo porque escuché unos tacones resonando así que me alejé disimuladamente poco a poco.
— El laboratorio está listo jefe. — Informó María.
— De hecho, el es el jefe, yo sólo pago por todo y hago que todo por aquí para que se vean cool. — Hablé y María se fue con Steve al ascensor.
Esperaba que Steve estuviera como le pedí cuando llegara a la habitación, pero no fue así, cuando llegué estaba vacía y ni siquiera estaba en su habitación, pero Jarvis me aviso que estaba en la sala leyendo la información que María le dio sobre los alterados o mutantes que habíamos encontrado, como sabía que no llegaríamos a nada por hoy me fui a mi taller para averiguar todo lo que podía sobre el Cetro y ver si podía crear con ella algo que me ayudara a cuidar a Steve, necesitaba encontrar la forma de mantenerlo a salvo y no sólo a el, también a la manada, que ya se había ganado gran parte de espacio en mi vacío corazón. Tenía que encontrar la forma de evitar que sufrieran ese horrible destino que había visto.
Fue impresionante lo que Jarvis encontró en el Cetro, había algo en su interior que podía pensar por si solo, era el futuro de las inteligencias artificiales, algo que nos adelantaría a pasos agigantados de todos los avances tecnológicos que ya existían en el mundo, así que llamé a mi buen amigo, necesitaba compartir con alguien mi idea.
— Y ¿Ahora que pasa? — Preguntó Bruce cuando prácticamente lo arrastré de al lado de su alfa.
— El cetro, queríamos saber que hizo a Strucker tan creativo así que estuve analizando la linternita del destino en su interior y tal vez reconozcas esto — Dije mostrándole la matriz de Jarvis. — Cuando lo creé, Jarvis era una interfaz de lenguaje natural, ahora dirige la legión de hierro y controla gran parte de la empresa, además de Pepper y ve lo más avanzado.
— Sospecho que no por mucho tiempo. — Comentó la IA.
— Mira la competencia. — Pedí ahora mostrando la matriz del báculo.
— Es bellísimo. — Declaró extasiado el omega.
— Si tuvieras que adivinar, ¿Qué dirías que está haciendo?
— Esta pensado, hasta podría ser similar a una mente humana, parecen neuronas enviando señales.
— En el laboratorio vi varios proyectos avanzados de robótica, Strucker eliminó sus hallazgos, pero creo que se enfocó en un tema muy en específico.
— Inteligencia artificial — Concluyó el galeno.
— Tal vez sea la clave, la oportunidad de crear a Ultrón.
— Creí que Ultrón era una fantasía.
— Ayer lo era, si puedo controlar este poder y aplicarlo a mi protocolo de la legión de hierro...
— Suponiendo que sirva.
— Nuestro trabajo es suponer. Imagina que bebes margaritas en una soleada playa bronceadote en vez de ponerte verde, sin el constante miedo a Verónica, si el mundo se hallara a salvo, si los próximos extraterrestres que tocaran a la puerta ya no pudieran pasar.
— ¿La única amenaza a nuestro planeta sería su pueblo?
— Quiero adaptar esto al programa Ultrón, pero Jarvis no puede descargar un diagrama tan denso, sólo con el Cetro aquí podremos terminarlo, son tres días.
— ¿Quieres que creemos inteligencia artificial y no quieres decirle a la manada?
— Así es, sólo piensa en el debate moral que se formará, no quiero que me vengan a cantar que el hombre no debe intervenir. —Expresé convencido de que no me apoyarían —Sólo quiero una armadura que cubra al mundo.
— Pero sería un mundo frío.
— Hay peores cosas.
— ¿Escuchas lo descabellado que suena eso? — Preguntó con tono ácido una voz detrás de mi.
— Este bello y vulnerable mundo azul, necesita a Ultrón.— Concluí antes de voltearme para encarar a mi alma gemela.
— Tony, no puedes hacer eso, un robot no va a proteger la tierra.
— Me dijiste que no le habías dicho a nadie. — Recriminó Bruce después de escuchar lo que dijo Steve.
Hasta yo estaba sorprendido ya que yo no le había dicho nada, pero segundos después recordé nuestro lazo, tal vez no se lo había dicho con palabras, pero el lo había visto en mi mente. Por más que intentara guardar sólo para mi algunos pensamientos, terminaba enviandolos por nuestro enlace mental.
— Olvidé que le hablé un poco a Steve sobre mi idea. — Inventé para cubrirnos.
— Bruce, podrías dejarme hablar un rato con Tony.
El mal amigo salió rápidamente del taller y puso una cara de compasión hacía mí cuando quedó fuera del alcance visual del rubio.
— Tony, no puedes meterte con cosas que no entiendes.
— ¿Y qué haremos cuándo venga otro ejército de extraterrestres asesinos?¿Cómo planeamos vencer eso?
— Juntos.
—Nos vencerán.
— Nos vencerán juntos.
— ¡No viste lo que yo! — Exclamé mostrándole por el lazo lo que había visto.
— Tony, eso sólo fue un sueño.
— No, no lo fue, es un tipo de visión sobre lo que nos espera.
— ¿Ahora crees en revelaciones?
— Si tu estas en peligro, sí.
— No, Tony, no puedes crear nada con el Cetro de Loki, es demasiado peligroso, ¿Olvidas lo que pasó apenas el año pasado? Nadie debería tener acceso a él. Aunque tu tengas las mejores intenciones no puedes controlar algo que no conoces, buscas ganar una guerra que no ha comenzado.
— No pienso perderte. — Expresé dispuesto a tomar el Cetro que reposaba sobre la mesa, pero Steve fue más rápido y me empujó antes de que pudiera tomarlo.
— Los Vengadores somos diferentes. — Manifestó cuando iba a cerrar la caja en la que se guardaba el objeto.
— Steve no quiero pelear contigo. — Destaqué poniendo las manos sobre la caja. — Así que dame el Cetro.
— Estas perdiendo el juicio con esto cerca. — Comentó dándose vuelta para salir de mi taller con el maletín.
— Jarvis, cierra todo y oscurece las paredes de cristal. — Eso sólo lo hacía cuando quería extrema privacidad, pero no podía dejar ir mi oportunidad.
— Sabes que voy a defender el Cetro como a mi vida.
— Nunca hemos peleado a golpes y no voy a hacerlo ahora. — Comuniqué dejando salir mis feromonas para amedrentarlo.
Le arrebaté la caja mientras estaba un poco débil por mis feromonas, pero sabía que no duraría mucho. Saque el báculo y lo puse en una base para comenzar la descarga de datos, pero antes de que lo conectara Steve también tomó el bastón y cada uno comenzó a tirar de su lado. Con mi pie tiré de su pierna para desequilibrarlo, sabía que funcionaba pues siempre que quería lanzarlo a la cama o hacía y el terminaba de espalda a ella.
— Sabes que vas a perder. — Proclamó desde el suelo.
— Mira quién lo dice. — Contesté.
Hice que parte de mi traje cubriera sus muñecas para tenerlo inmóvil en el suelo. Lo había hecho que terminara de rodillas con las muñecas pegadas a la cerámica sólo para molestarlo.
— ¿Y piensas tenerme así hasta que termines tu plan?
— Sólo hasta hacerte cambiar de opinión. — Aclaré acariciando su suave cabellera.
Grave error fue el haberme acercado pues el se había librado de mis improvisadas esposas y quien sabe como me hizo quedar acostado en el suelo y el sobre mi.
— No tenemos que hacer esto, sólo rindete. — Susurró con sus grandes ojos azules suplicando hacia los míos. Cuando deje de luchar contra el agarre que tenía en mis muñecas me soltó.
Pasé mi mano sobre su mejilla para que creyera que aceptaba su pedido y confundirlo, pero cuando el dejó de estar en guardia lo dejé bajo mi cuerpo y llame mi traje. Tal vez no le ganará en un combate cuerpo a cuerpo, pero si con mi traje. Cuando el guante cubrió mi mano iba a tomar el Cetro y pero nuevamente Steve lo tomó antes de mi.
— Sueltalo — Ordené molesto e impaciente apuntandole con mi guante.
— Se que no lo harás. — Afirmó tomando una postura de defensa con el báculo.
Y eso era totalmente cierto, nunca lo lastimaría a propósito, sólo quería intimidarlo, pero si no me daba el bastón por las buenas me lo daría cuando usará la voz de alfa.
— Me estoy aguantando de usar mi voz de mando, nunca había pensado usarla en ti, pero no me estás dejando opción. — Repliqué saliendo de mi traje y extendiendo mi mano para que me lo diera.
Lo que no me esperaba es que Steve me golpeara con el mismo bastón en la cabeza, lo que me hizo terminar de rodillas en el suelo y sosteniendome la cabeza. Diablos, dolía como si tuviera una contusión, mi cabeza palpitaba, hasta unas terribles ganas de vomitar habían llegado a mi cuerpo.
—Dios, Tony, ¿Estas bien? — Logré escuchar que preguntaba con preocupación.
— Mierda, no, casi me matas. — Respondí y sentí que de mi mano resbalaba algo, entre el mareo logré ver mi mano y había sangre en ella.
— ¡Por los cielos! — Gritó Bruce, al parecer Jarvis había abierto la puerta.
— ¿Qué pasó aquí? — Preguntó Thor.
— Thor, llevate el Cetro y no le digas a nadie en donde está. — Exigió Steve con voz dolida. Y fue cuando noté que el también se sostenía la cabeza, el lazo estaba haciendo de las suyas y le estaba provocando el mismo dolor que a mi.
Me puse de pie tomándome de la mesa y me subí en ella para sentarme y sostener mi cabeza, el dolor se había vuelto insoportable.
— ¿Cómo se golpearon? — Preguntó sorprendida Romanoff.
— Steve me golpeó con el maldito Cetro. — Contesté.
— Es una larga historia. — Agregó el rubio y luego dejé salir un bajo quejido cuando la alfa comenzó a limpiar la herida.
— Tony, es apenas un rasguño, no seas exagerado. — Molestó la alfa.
Vi a Thor guardar el Cetro en su estuche, pero este ya no brillaba, yo no le puse mucha importancia pues aún me sentía mareado y si Thor no vio problema, así que yo tampoco.
27 de Diciembre 2020
Terminé escribiendo parte de la película xD
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