40. Segundos angustiosos
Necesito café. Fue el primer pensamiento coherente que pasó por mi mente cuando despegué mi cara de la mesa del taller en la que me había quedado dormido. Estaba trabajando en flechas para Clint y armas para Natasha, no podía perder el tiempo pues en unas pocas semanas tendríamos que unirnos para otra misión, por eso necesitaba una deliciosa taza de café para continuar trabajando.
Comencé a caminar como si fuera un zombie hasta la cocina, subí escaleras y caminé por varios pasillos con mis ojos aún cerrados hasta que llegué a la cafetera, me sabía los pasos de memoria, así que no corría riesgo de golpearme contra una pared. Apenas di el primer sorbo a mi maravilloso manjar abrí los ojos y me sorprendí, ya era de día, había dormido más de lo que creí en esa mesa o había pasado demasiado tiempo trabajando.
Salí de la cocina con mi taza de café y fue cuando noté que había público en el comedor. Natasha estaba viéndome divertida, Bruce estaba agachado, podría decir que hasta avergonzado y Clint comía como si no hubiera mañana.
— Gracias por el exhibicionismo, Tony. — Dijo con malicia la alfa, destacando mi falta de ropa, no recordaba en que momento de la noche me la quité pues ahora sólo llevaba mi ajustada ropa interior roja.
Me había acostumbrado a ser sólo Steve y yo, por eso no me importaba cuanta ropa llevaba, aunque en realidad me sigue sin importar, pero prefería no incomodar a Bruce que se ponía nervioso al verme con poca ropa.
— Por nada Nat, deberían sentirse honrados de ver tal majestuosidad como ser mi cuerpo. — Contesté acercándome a la mesa para robarle una de las tostadas que ya tenían mermelada a Clint.
— Ve a ponerte ropa y deja mi comida. — Gruño Clint.
— Es mi comida, yo la pago. — Respondí tomando asiento al lado de la pelirroja. — ¿Ya desayuno, Steve?— Cuestioné al no verlo en el comedor.
— Aún no se levanta. — Informó la alfa.
— Le llevaré un vaso de jugo. — Declaré dirigiéndome a la cocina para servirlo.
— Dale un beso de buenos días. — Pulló Natasha cuando pasé nuevamente por el comedor con mi taza y un vaso de jugo.
Lo que me hizo regresar con una sonrisa hacia ellos y deje un beso lleno de baba en la frente de cada uno. Natasha se quitaba con asco mi saliva con la ayuda de una servilleta y Clint se restregó la frente con su antebrazo, mientras que Bruce sólo me veía con una media sonrisa.
— Imaginen en donde será mi próximo beso de buenos días. — Agregué con una sonrisa burlona antes de marcharme.
— ¿Por qué te desquitas con nosotros? Fue ella la que comenzó. — Exclamó el alfa, pero yo ya iba lo suficientemente lejos como para responder.
Demostrar cariño mediante bromas era la mejor táctica que tenemos los alfas, siempre queremos aparentar ser fríos con los otros alfas, pero no lo somos y sabía que aunque ellos se habían mostrado molestos, no lo estaban en realidad. Bruce se veía alegre y eso nos ayudaría a unir más nuestros lazos de manada. Mantener felices a los dos omegas del grupo nos ayudaba a evitar los roces de alfas, aunque ellos no estuvieran conscientes de ello, Steve y Bruce nos mantenían calmados.
Por otra parte, estoy seguro que dentro de poco Pepper se nos uniría oficialmente a la manada, pues sus visitas a Natasha se habían hecho constantes, varias veces al día Jarvis me había notificado que estaban en la cocina, en el comedor o en la habitación de Natasha. Solo espero que dejarán todo limpio y en su lugar si es que hacían cochinadas en mi casa. Se habían perdonado de una forma realmente rápida, o puede ser que no hablarán, quizá sólo encajaron sus cuerpos en un momento de pasión. Sea como fuere ahora las dos estaban juntas y felices, así que eso era lo que importaba.
Llegué a mi habitación y Steve aún estaba dormido. Rápidamente busqué mi tableta y le tomé una fotografía con todas las almohadas a su alrededor, era su primer nido, estaba tan alegre que tenía ganas de meterme en el, la mayoría de omegas hacen un nido después del enlace, pero Steve lo hizo hasta que me extrañó, sonaba tan tierno.
No veía un nido en mi cama desde que me fui al internado, cuando Ana o Jarvis los hacían para mí, amaba que dejarán su aroma a omega en ellos, me tranquilizaba y ahora con el aroma de Steve sería lo mismo, con la única diferencia es que ahora sería con alguien mucho más cercano, con mi pareja definitiva.
Me pregunto si mi padre alguna vez sintió el deseo de encontrar un nido en su cama, pues al ser mi madre también una alfa no anidaba como hacen los omegas, por eso ella nunca hizo uno para mi, así que siempre que yo sentía el deseo de dormir en un nido Ana y Jarvis me complacian haciendo uno. Con esos pensamientos terminé mi taza de café mientras apreciaba la figura de mi esposo en la cama.
Salí del baño luego de cepillar mis dientes y hacer mis necesidades, encontrándome a mi rubio sentado en la cama con sus manos en el rostro.
— ¿Puedo entrar? — Consulté parado a la orilla de la cama. El dio un pequeño respingo y quito de golpe las manos de la cara, no había notado mi esencia porque estábamos rodeados de ella, estaba totalmente impregnada en la habitación.
Steve asintió antes de decir: — No pude dormir casi nada.
— ¿Me extrañabas? — Consulté acercándole a mi cuando me acomodé a su lado.
— Tus pensamientos no me dejaban dormir. — Comentó restregando su suave rostro en la piel de mi pecho. — Luego me sentí tan ansioso que terminé anidando, nunca me había pasado
— Lo siento, aún no se como controlarlo, creí que lo tenía bajo control. — Expresé haciéndole caricias en el cabello. — Me hubiese gustado verte haciendo nuestro nido.
— No sé porque lo hice, mi celo no está cerca, ni el tuyo. — Comunicó con confusión — ¿Por qué estabas ansioso? Estuve a punto de ir a revisar que estuvieras bien.
— No estuve ansioso en ningun momento. — Aclaré después de hacer memoria por un rato de todo lo que había hecho. — Quizá fueron tus emociones.
— No, no fueron mías.
— ¿Entonces qué? ¿Tienes un lazo con otra persona? — Bromeé y Steve se mantuvo en silencio. — Bueno, puede ser que me molestara al ver que los avances de una nueva construcción que planeó no van como me gustaría. — Agregué y cuando comenzaba seguir hablando la puerta de la habitación se abrió de golpe sobresaltandonos a ambos.
— ¡Amigos midgardianos! — Saludo Thor sonriendo y tirándose sobre la cama para llevarnos a ambos a su pecho para abrazarnos. — Es bueno saber que ya formalizaron su relación. — Exclamó mientras nos tenía apretujados contra el.
— Thor, ya sueltanos— Protesté intentando alejarme de él. — Cielos, ¿Qué tomaste?
— Un poco de bebida asgardiana. — Respondió poniéndose de pie.
— Si, se nota.— Dije molesto porque el alfa había desordenado nuestro nido.
— ¿Y desde hace cuánto se enlazaron?
— Poco más de un mes. — Respondí tomando el vaso de jugo que estaba en la mesita de noche para dárselo a Steve.
— ¿Desde cuándo lo sabías?
— Siempre lo supe, pero me di cuenta de tus sentimientos cuando te pusiste celoso porque Tony estaba hablando con Coulson. — Declaró el rubio causando que Steve por poco se atragantara con el jugo. — Y luego me lo confirmaron cuando te emocionante porque Steve te dio respiración boca a boca.
— ¿Estabas celoso de Coulson? — Cuestioné sorprendido.
— Y de Banner también. — Acotó Thor.
— Traías impregnado el aroma de Coulson. — Se defendió Steve.
— No lo recuerdo . — Expresé pensativo. — Y ¿Por qué no mencionaste el rango de Steve?
— Loki es omega y disfruta haciéndose pasar por beta, pensé que Steve también. — Contó. — ¿Su manada no lo sabe?— Cuestionó y ambos negamos con la cabeza. — Deberían contarlo antes de debilitar sus lazos. — Agregó con seriedad. — Iré a desayunar. — Dijo como despedida.
— Yo voy a ducharme y luego bajaré a desayunar, ¿Me acompañas? — Invitó y yo asentí.
Ambos entramos al baño, pero el rubio abrió el acceso a su habitación y yo me quedé para ducharme. Durante el tiempo que me duchaba recordé que hace unos días había mordido nuevamente a mi omega y así habíamos terminado de formar el lazo con Steve, pero yo continúa sin poder conectarme con él, quizá era un problema conmigo. ¿No lo amaba lo suficiente como para sentirlo? O ¿Simplemente el destino había hecho una mala jugada conmigo y no me había enlazado con él?
— El Capitan lo espera en el comedor. — Informó la IA interrumpiendo mis pensamientos.
Como desearía que el agua de la ducha arrastrara todas esas dudas. Pensé mientras salía del cubículo.
Cuando llegué Steve y Thor ya estaban desayunando. Yo no acostumbraba a desayunar, pero si Steve me lo pedía yo no podía negarme.
— ¿Y cuándo llegaste? — Cuestioné a el alfa que estaba bebiendo una taza de café tan rápido, como si alguien quisiera arrebatarsela.
— Llegué hace algunas semanas, me estuve quedando con Jane.
— Es bueno saber que en nos recordaste en tu segunda visita decidiste visitarnos.
— Esta sería la cuarta y en mi visita anterior tenía que hacer algo importante con Jane así que no tuve tiempo.
— Nos tuvimos que enterar por los noticieros. — Refunfuñé y el alfa sólo movió sus hombros.
— ¿Ya te contacto Fury? — Consultó Steve.
— Si, el llamó a Jane y ella me obligó a venir, según me dijo creen que ya encontraron la ubicación del cetro de mi hermano.
— Así es, y también nos desharemos de la última base de Hydra.
— Pero primero vamos a enviar uno de mis drones para reconocer un poco la zona.
— ¿No corremos el riesgo de que nos descubran?
— Es mi tecnología, obviamente son indetectables.
— ¿Y si los notan? — Indagó el alfa.
— Vamos a atacar antes de que tengan tiempo de prepararse.
— Me gusta ese plan. — Reconoció el rubio alfa.
Continuamos comiendo en silencio, pero yo no podía dejar de pensar en el porque yo no podía conectar mi mente con la de Steve, me parecía demasiado injusto que yo fuera transparente para el y que yo no supiera nada de él.
— No es tu culpa. — Expresó con voz suave y tranquila mi pareja poniendo su mano sobre la mía. Fue así que salí del cúmulo de pensamientos que estaba acumulando en mi cabeza y me percaté de que Thor ya se había marchado y Steve ya había terminado su desayuno, mientras que el mío se había quedado a la mitad.
El sonido de algo quebrandose se escuchó en la sala seguido del grito sorprendido de Pepper. ¿En qué momento había llegado? Me pregunté mientras me dirigía con Steve al lugar del desastre.
— Tony los va a matar. — Presagió Natasha, pero yo no sabía porque, ella estaba en mi línea de visión, sólo sabía que Clint se estaba levantando y Thor continuaba acostado en el suelo.
A medida me fui acercando me fije que mi planta estaba en el suelo, con su maceta completamente quebrada, la tierra regada en el piso y el tallo de la flor quebrado, además de la mesa destruida sobre la que reposaba hasta hace unos minutos la orquídea que le había regalado hacía ya un año a Steve.
— Ustedes... par de... inútiles... zampabollos... cerebros de pollo... tarados... retrasados... no hay suficientes insultos para describirlos a ambos. — Despotriqué hasta que termine arrodillandome frente a él desastre de piezas rotas.
Pepper se acercó a mi con un pequeño jarrón que adornaba otra mesa y se puso en cuclillas frente a mí para ayudarme a recoger la tierra y la planta quebrada. Cuándo la acomodé dentro del nuevo recipiente el tallo doblado era evidente, posiblemente esa parte moriría en unos días, así que la corte y la coloqué sobre la tierra. Esperaba que la orquídea sobreviviera.
Cuándo consideré que ya todo estaba en su lugar levanté la vista y reparé en que todos se sentían mal por mis feromonas molestas en toda la sala, Bruce y Steve estaban casi pegados a la pared más alejada de mi y Natasha junto con Clint tenían sus cabezas agachadas aceptando que yo era de un rango superior a ellos, mientras que Thor me veía a mi pero sin hacer contacto visual, tenía su mirada fija en la planta, que estaba en mis manos, la única que estaba igual que siempre era Pepper, pues ella no percibía nada de lo que flotaba en el ambiente.
— Y... ¿Quién quiere hacer una reunión en la piscina? — Preguntó la beta cuando nos pusimos de pie cortando el silencio y alivianando el ambiente tenso que se había creado.
— Yo — Chilló Natasha al mismo tiempo que Thor. — A menos que alguien diga que me quedan feos los trajes de baño. — Expresó con tono de broma girando hacia Steve.
— Aún sigues con eso Pepp. — Manifesté recordando que hacía unos meses había tenido la misma idea. La beta sólo sonrió y puso la planta en una repisa.
— ¿Por qué estabas tan molesto?— Curioseó la pelirroja cuando todos se habían marchado de la sala.
— Compré esta planta como muestra de responsabilidad, por eso la he cuidado y mantenido lo mejor que puedo.
— Vaya. — Dijo sorprendida. —Creí que cuando decidieras tener una planta sería un cactus.
— Yo también lo creí. — Respondí bromeando.
— Voy a llamar a James, para que venga junto con su novio.— Informó la beta yéndose de la sala.
— Jarvis, que alguien limpie esto. — Pedí marchándome al taller para ver que todo estuviera en orden para la próxima misión.
— ¿Y el traje de baño?— Vociferó Rhodey que estaba dentro del agua cuando entre al área de la piscina con unos jeans y una playera. Saludé a Sam con un movimiento de la cabeza y me acerqué a las chicas.
— Hoy sólo seré espectador de los que entren al agua. — Declaré sentándome en una silla reclinada de madera. — Seré su guardavida.
— Entonces, terminarás entrando en ropa interior. — Molestó Pepper después de tomar de su bebida.
—Fue suficiente exhibicionismo en la mañana. — Reconocí y toda plática quedó indefinida para mis oídos cuando vi entrar a Steve con unas bermudas azules con estampado playero y nada más que eso.
— Si, ya lo pedimos. — Habló Natasha con un tono más alto para traerme de regreso a la plática. Giré mi cabeza hacia ellas y las dos pelirrojas sonreían de una manera que daba miedo.
— Ustedes son malévolas. — Comenté fingiendo un escalofrío y ellas se vieron la una a la otra para reírse a carcajadas y terminaron besándose.
Cuando ellas continuaron en su plática giré mi cabeza nuevamente en dirección a mi omega que estaba hablando con Sam que estaba sentado en la orilla de agua y Rhodey nada cerca. Bruce estaba sentado en la orilla del otro lado mientras veía a Thor y Clint hundirse mutuamente en el agua, ese par nunca aprendería, siempre comportandose como niños.
— Creí que no entrarías. — Destaqué cuando Steve empujó una silla para sentarse más cerca de mí.
— No lo haré, sólo es para entrar en ambiente.
— No me puse bañador para apoyarte, para que no fueras el único con ropa normal. — Informe mediante nuestro enlace mental.
— Puedes cambiarte si quieres. — Respondió Steve.
— Perdería mi estilo. — Mencioné. — ¿Quieres tomar algo? — Pregunté cambiando de tema y el asintió.
Me dirigí a la cocina, pues sabía que todo lo que había en el minibar de ahí contenía alcohol. Llegué con las bebidas he intente divisar a Steve, pero no lo vi por ninguna parte, en el agua sólo estaba Rhodey chapoteandole agua a Sam. Mientras que Clint y Bruce platicaban alegremente sentados en el suelo con Pepper y Natasha.
Me enteré de lo que pasaba hasta que vi a Thor emerger del agua y riendo por lo que había hecho. Así que me lancé al agua aún con mi ropa para sacar a Steve. Los segundos se hicieron eternos hasta que lo encontré, nadé hacía el lo más rápido que pude y cuando salimos a la superficie nadé hacía las gradas, Steve no daba señales de respirar y la desesperación estaba llenando mi cuerpo, sentía que todo estaba pasando muy lento, no podía avanzar más rápido y me estaba desesperado, tanto así que podía escuchar mi corazón palpitando en mis oídos. No vi a nadie cuando lo tomé en brazos y los acosté mientras hacía movimientos de RCP pero anda pasaba.
Thor se acercó pero yo me mostré mis colmillos y seguido de eso le gruñí, así que mantuvo la distancia. Mi alfa estaba molesto por lo que le había hecho a mi omega, por eso no pude evitar comportarme de esa forma con el, no podía razonar que Thor no sabía que Steve no había aprendido a nadar.
Tomé una gran bocanada de aire y solté el aire en su boca mientras tapaba su nariz, a los seguros sentí el movimiento en su cuerpo así que me alejé y lo ayude a sentarse mientras el agua salía de su boca. Cuando me asegure de que mi omega estuviera bien me senté en el suelo y me pase la mano por el cabello para quitarme el exceso de agua. Todos estaban alrededor de nosotros y estaban llenando de feromonas el lugar.
— Dispersense un poco, no puedo respirar oliendo tanta preocupación.
— El olor que predomina es a desesperación y es el tuyo. — Replicó Rhodey.
— No se si eres realmente valiente o tonto. — Expresó Natasha, por el reto que le había presentado a Thor cuando le gruñí, sabiendo que en un enfrentamiento de alfas yo iba a perder.
— Lo siento amigo Steve, no sabía que no puedes nadar.
— No fue tu culpa, debí decirlo antes. — Respondió con voz ronca mi omega.
— Fury dijo que fortalecieramos nuestros lazos, pero yo no pienso besar a Tony. — Bromeó Clint.
Luego de ese angustioso momento las risas predominaron entre nosotros y como dijo Pepper terminé en ropa interior dentro de la piscina.
20 de Diciembre 2020
Gracias por leer 💕 y perdonen mis errores
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro