37. Matrimonio Stark-Rogers
— Steve recuérdame otra vez porque estamos viajando en clase pobre en lugar de primera clase.— Pregunté cuando alguien que iba pasando me empujó.
— Es clase turista y es para llamar menos la atención.
—¿Cómo pretendes que no llame la atención?
— Se que puedes lograrlo. — Dijo con una sonrisa maliciosa.
— Tu estas feliz porque estas en la ventana, mientras que yo tengo que soportar a todo el que pasa.
— Ven arrecuestate en mi. — ofreció y yo lo hice sin dudarlo, pero a los minutos dijeron que todos nos sentaramos bien en los asientos y abrocharamos nuestros cinturones de seguridad, haciéndome gruñir frustrado.
— Tres horas de camino — Dije un rato después del despegue. Cuándo notificaron que ya podíamos quitarnos el cinturón. Me puse de pie y saqué de mi maleta de mano dos libros.
— Te traje un libro — Informé pasandoselo y quedandome uno.
— Gracias — Agradeció feliz. — ¿Qué vas a leer? — Preguntó curioso al ver el título en español.
— El principito, una lectura fácil para practicar mi español.
— ¿Sabes español?
— No habría buscado un país del cual no sé su idioma.
— No lo había pensado. — Declaró — ¿Ya lo leíste? — Cuestionó luego de leer el prólogo de su libro.
— No, fue una sugerencia de Jarvis según los libros que compraste en los últimos meses.— Expuse y el omega se centro en el libro. — No me olvides, suena algo que yo te diría — agregué viendo la portada del libro.
— No creo que sea un libro de romance, es sobre alguien que trabaja en un lugar para enfermos terminales y no conozco a la escritora.
— Yo tampoco — Declaré — Cheryl Lanham— Leí en la portada de su libro — Cuando regresemos la puedes investigar.
Durante el vuelo me dediqué a recordar frases que podría necesitar y a gozar de la lectura, recordé momentos de mi niñez cuando aprendí el idioma, cuando vivía de maestro en maestro porque mi padre quería que fuera un verdadero genio y ambos nos centramos tanto en la lectura que no notamos que estábamos a punto de llegar.
— Que feo aterrizaje para ser en un aeropuerto. — Reconocí viendo por la ventana la pequeña pista en la que nos encontrabamos. — ¿Steve, estas seguro de esto? — Pregunté mientras esperábamos sentados para poder salir del avión.
— Claro que sí, el mejor futuro que puedo tener es a tu lado. — Confesó tomando mi mano. Las inseguridades que sentí antes de llegar al aeropuerto se fueron y fueron reemplazadas por alegría pura. Dejé un beso en cada uno de sus nudillos y por último besé su anillo, sin querer solté mi aroma alegre y sentí que varias personas se voltearon hacía nosotros, pero no iban a reconocerlos, porque justo antes de subir activamos nuestros inductores faciales, para pasar totalmente desapercibidos.
Esperamos hasta que la cabina se había vaciado casi completamente para salir sin prisa, disfrutando de el tiempo que pasaríamos juntos en nuestras mini vacaciones, salimos tomados de la mano hasta el momento de tomar nuestro equipaje.
— Yo las llevaré — Decreté cuando Steve intento tomar su maleta. — Hoy tendrás todos los privilegios de un omega común. — Agregué caminado a la salida y dirigiéndome hacia el estacionamiento.
— ¿A dónde iremos primero? — Preguntó cuando me detuve a buscar con mi vista el Audi a8 negro que debería estarnos esperando.
— A buscar el auto que alquilé y luego a la Embajada.
— ¿Nos casaremos justo ahora? — Cuestionó sorprendido y siguiendome de cerca pues yo estaba caminado hacia el auto que había logrado divisar.
— Primero iremos a preguntar sobre el papeleo y luego nos trasladaremos al hotel para cambiarnos, no tendría caso traer los trajes si no los íbamos a usar.
— Debí preguntar todo esto antes. — Dijo en un murmuró el omega cuando nos acercamos a un hombre que estaba parado frente al Audi.
— ¿Señor Rogers? — Preguntó el beta que sostenía las llaves del auto.
— Si — Respondimos ambos al mismo tiempo y Steve me dirigió una mirada confundida. — Gracias por hacer una excepción.— Agregué, pues cuando hice el trámite en línea pedí que el auto me fuera entregado lo más cerca que se pudiera de la salida del lugar, no quería perder tiempo yendo a buscarlo yo mismo.
— Un placer — Contestó el hombre y me dio las llaves del automóvil, para marcharse del estacionamiento.
Con ellas abrí el baúl del auto y guardé nuestras maletas, Steve ya estaba dentro del auto cuando saque mi teléfono para que Jarvis nos guiará.
— Es bueno volver a estar juntos — Manifestó la IA cuando desactivé el modo avión de mi teléfono. — ¿A la embajada Americana, Señor?
— Claro que sí. — Expresé alegre mientras tamborileaba mis dedos sobre el volante. — ¿Estas nervioso?
— Extrañamente no, siento que estamos haciendo lo correcto y sólo estamos tu y yo, por eso me siento en paz.
— Me llena de emoción pensar que ahora serás Steve Stark — Comuniqué con mi alfa saltando en mi interior. — Aunque por el momento sólo sea para mi. — Agregué al no recibir respuesta. — O puedes quedarte con tu apellido. — Continúe al ver que el omega continuaba en silencio.
— Me encantaría tener tu apellido — Dijo acercándose a mi para dejar un beso en mi mejilla y yo lo vi esperando que me dijera el porqué de su silencio. — Sólo pensaba en la gran metamorfosis que es cambiar de apellido, cuando era adolescente creí que nunca tendría un alfa, y hoy estoy a punto de tener uno oficialmente, es... es maravilloso, me siento en las nubes.
— Mi alfa interior siente que puede morir de alegría justo en este momento.
— Mi omega no se siente muy diferente.
— Tendré al mejor omega del mundo.
— Y yo el mejor alfa.
— A veces siento que no te merezco.
— Tú te mereces más.
— Por supuesto que no Steve. — Respondí estacionadome cerca del edificio al que Jarvis nos dirigió. — Eres más de lo que cualquier alfa podría pedir, por eso no te puedo dejar ir, vamos a llenar los papeles.
Ambos salimos del auto,subimos las gradas para entrar a la delegación y un omega nos abrió la puerta, el lugar estaba casi vacío, hasta ese momento me percaté que era la hora del almuerzo.
— Buenas tardes — Saludé a una beta que estaba detrás de un escritorio que decía información
— ¿Qué necesitan? — Preguntó de forma tosca la mujer dejando de usar su teléfono.
— ¿A qué ventanilla debemos ir si queremos casarnos?
La mujer no respondió, sólo busco en su escrito un papel y luego me lo pasó, sin decir palabra y yo lo comencé a leer.
Documentos Requeridos:
• Fotocopia de pasaporte o salvoconducto en su caso.
• Certificado de Estado Civil. (Constancia de soltería o Certificado de divorcio anterior)
• Constancia de parentesco, para comprobar que no comparten lazos consanguineos.
• Declaración jurada en la que especifica el régimen patrimonial con el que contraerán matrimonio. (Bienes separados, bienes mancomunados o sociedad ganancial.)
• Certificados de nacimiento.
• Fotocopia de la tarjeta de identidad de ambos contrayentes.
• Certificado prenupcial que diga que ambos contrayentes están sanos y aptos para contraer matrimonio. Debe incluir: Resultados de VIH, con nombres completos y sello médico.
• Fotocopia de la fecha con que ingresa al país por la oficina de Migración anexa al pasaporte al ingresar a Honduras.
• Traer antecedentes penales de su país de origen apostillado o autenticados (ambos) en la Representación de Honduras más cercano y si están en otro idioma traducirlos al español y apostillar y si tienen un año de residir en Honduras se solicitan en los Juzgados de la Granja, si solo vienen autenticados de la Representación de Honduras llevarlos al Ministerio de Interior y Población y Relaciones Exteriores.
Nota:
Si la soltería y los antecedentes penales está en Inglés o cualquier otro idioma que no sea el español, Traducirla y autenticar o apostillar la misma (ambas en el País que fue otorgada).
Cuando los testigos son extranjeros
Traer fotocopia del pasaporte.
Nota: La Ley no permite la autorización del matrimonio civil de un menor que no haya cumplido los 18 años o de una mujer que no haya cumplido los 16 años.
—¿Qué es apostillar? — Pregunté al no reconocer esa palabra y la excéntrica mujer me paso un panfleto en inglés. — Gracias, esto era lo que necesitaba desde un principio, porque se nota que hablo perfectamente el español. — Dije con ironía.
— Los trámites debieron comenzarlos a hacer hace quince días. — Informó con una sonrisa condescendiente.
— Los traeremos en unas horas. — Respondí suficiencia y tomé la mano de Steve para salir del lugar.
— ¿Qué te dijo?
— Que las películas hacen parecer que casarse es fácil y rápido.
— ¿Eso te dijo?
— En pocas palabras si.
— Jarvis busca un lugar al que vayamos a comer.
— A dos cuadras hay una plaza con restaurantes de diferentes tipos. — Contestó con su típica eficiencia la IA.
— Mientras tanto Jarvis recolecta estos documentos. — Pedí poniendo mi teléfono frente a la hoja de requisitos.
— Enseguida, señor.
Puse el auto en marcha a la direcciones que la IA dictaba y nos detuvimos frente a un gran muro blanco con flores de bungambilia, con un letrero que decía Plaza entre Barcas Tguz.
— Y Jarvis no busques a mis abogados, no quiero que informen a Pepper. — Recordé cuando estaba apagando el auto.
—Ya me contacte con Hogarth, Chao y Benowitz. La señorita Jeryn Hogarth, aceptó el contrato de confidencialidad sin ninguna remuneración a cambio y en unos minutos el señor Franklyn Nelson uno de sus empleados le hará llegar la declaración.
—Me suena su nombre.
—Fue la encargada de validar el convenio anónimo entre su padre, el Señor Stark y Empresas Rand.
— Entonces tiene buen historial de confiabilidad.
— Creo que debí investigar los requisitos antes de tomar el primer avión con asientos disponibles. — Confesé cuando nos sentamos en una mesa libre. — Soy un genio, pero cometo los errores más estúpidos.
— Aunque actúes por impulso siempre encuentras una solución inteligente para remediar las cosas.
— Si sigues alabandome te comeré la boca.
— Eso será por la noche.
— Que lujurioso se está volviendo, Capitán.
— Buenas tardes, mi nombre es Daniela y seré su mesera — Dijo una beta en inglés y se quedó un rato viendo mi rostro. — Les traje menús de varios puestos de comida, los dejaré un rato para que decidan que desean comer y si me ven pasar y ya saben lo que quieren pedir me pueden llamar por mi nombre. — Agregó con una sonrisa amable.
— ¿Cuál es la comida típica de aquí? — Preguntó mi omega y la chica levantó su mirada de sobre mi para ahora quedarse viendo al rubio, cuando éste levantó su ceja ante su silencio ella pareció salir de su trance y respondió.
— Un anafre de frijoles con chorizo sería una perfecta entrada, unas bebidas de horchata... ¿Les gusta la sopa? — Preguntó y al ver la duda en mi rostro continuó hablando — No se preocupen, traeré pollo chuco y de postre unas macheteadas. — Agregó sonriente y tomando los menús que no habíamos tocado.
— ¿Entendiste algo de lo que dijo?
— No, parece que tienen otros términos para la comida. — Respondí riendome al darme cuenta que la chica había decidido todo por si sola y Steve también se rió de ello.
Al final comimos mientras Steve me contaba detalles del informe que Natasha le había envíado en la mañana sobre como sobrevivirá S.H.I.E.L.D desde las sombras. Cuando terminamos Jarvis me notificó que ya había reunido los documentos y que venían en camino. Luego pagamos la cuenta y dejé una generosa propina a la amable mesera que nos atendió.
— ¿Está muy lejos el hotel? — Pregunté a la IA cuando comencé a seguir sus direcciones.
— En menos de 20 minutos llegarán a su destino.
— Es un alivio—Reconocí — No quiero que regresemos tarde y me nieguen el poder ser tu alfa.
— Ya lo eres Tony.
— Oficialmente no. — Precisé. — No tenemos un acta de matrimonio y no llevas mi marca, pero hoy daremos uno de esos pasos o quizás los dos.
— Si tu quieres dar el segundo pasó, yo lo acepto.
— ¿Lo dices en serio? — Formulé sorprendido, cuando el asintió me lancé sobre el para abrazarlo y comenzar un beso desesperado.
— ¡Tony el volante!— Gritó Steve empujandome a mi asiento.
— Jarvis está conduciendo.
— ¿Y por qué tomabas el volante?
— Para que fuera como en las películas románticas que el alfa conduce para su omega.
— Eso no tiene sentido.
— Esta bien, yo tomo el control del vehículo cuando quiero.
Nos sorprendimos cuando Jarvis giró el auto de forma un poco brusca y entró en un camino de tierra con vegetación a los lados y un gran letrero que decía Santa Lucía Resort nos dio la bienvenida, el portón principal estaba abierto de par en par sin ningún tipo de vigilancia así que entramos sin ningún problema. La grama verde a los lados del camino de piedra a partir del portón le daba un ambiente acogedor, había pequeñas esculturas de barro de aspecto animado sobre el césped y a los lados del los árboles.
— Es un lindo lugar— Declaró mientras apreciaba el panorama que nos recibía.
A medida a andábamos vimos diferentes cabañas a los lados del camino y Jarvis se detuvo frente a una gran edificación que tenía un aire a una casa de montaña de hace años, pero se notaba que lo habían modificado para adaptarse a la época. La apariencia por dentro era totalmente diferente a la que vimos por fuera del recinto, tenía un piso de cerámica y los sillones de espera se veían costosos y justo arriba de la mesa de vidrio de centro había un candelabro colgante con cristalería tornasol.
— Buenas tardes, sean bienvenidos a el Hotel Santa Lucía, ¿Tienen reservación o desean ver las opciones? — Preguntó una omega que estaba detrás de un gran escritorio en el que casi podía esconderse por completo.
—Reserve la suite nupcial.— Respondí aún inspeccionado el lugar.
— Claro — Dijo poniéndose de pie la chica y buscando detrás de ella las llaves de la habitación. — Puede escribir su nombre completo, firmar aquí y escribir su número de pasaporte. En el papel ya estaba el número de mi tarjeta y mi nombre, pero de igual forma lo escribí, cuando terminó apareció un alfa que pregunto por nuestro equipaje y dijo que nos guiaría a nuestra habitación.
Cuando abrí la puerta nos encontramos con una pequeña sala y una puerta que supuse era el dormitorio el alfa dejó las maletas y cerró la puerta silenciosamente antes de que pudiera ofrecerle propina. Steve ya se estaba acercando a la ventana para ver la gran pradera verde que se extendía a nuestra vista. Me dirigí a el dormitorio y descubrí una cama king size con dos mesitas a los lados de esta, sobre ellas había dos lámparas y gavetero con un closet al lado. Frente a la cama había una puerta doble para salir a un balcón que tenía una agradable vista a un árbol y hacía el horizonte, un lugar perfecto para más tarde ver el atardecer.
— Que vista tan exclusiva — Proclamó el omega que pasó a mi lado y abrió las puertas para salir al balcón. Salí detrás de él y me encontré con una hamaca y una silla mecedora.
Recibí una notificación en mi teléfono que me avisaba que todos los documentos estaban a menos de una hora para llegar y todo estaba de acuerdo al plan.
— Jarvis ya recolecto todo el papeleo que necesitamos, deberíamos tomar una ducha. — Expresé tomando por la cintura al rubio que estaba apoyado sobre la baranda del balcón.
— Qué rápido lo hizo — Manifestó sorprendido y dándose vuelta entre mis brazos — Iré yo primero, si lo hacemos juntos no nos iremos nunca.
Se marchó y yo me senté en la silla mecedora mientras veía una pareja de aves que anidaban en una rama de un árbol frutal que había cerca. La vida de las aves se podía ver perfecta, pero no lo es, podría parecer que pueden volar y vivir libres, pero no lo son, tienen muchos depredadores, como el gato que caminaba tranquilamente por el gran patio del hotel. Habían diferentes peligros y todos vivimos rodeados de ellos.
Luego de un rato de meditación abrí las maletas para colocar en ganchos los trajes que Steve perfectamente había doblado para que al momento de sacarlos no tuvieran arrugas. Lleve el del rubio al baño y cuando abrí la puesta pude divisar a través del vidrio empañado como se tallaba su cuerpo y salí antes de perder el poco control que me quedaba cuando estaba cerca de él.
Momentos después el omega salió con un traje gris perla que le quedaba perfectamente, la tela abrazaba perfectamente sus curvas. Me había quedado embobado viéndolo hasta que el se aclaró la garganta nervioso y sonrojado.
— ¿Me veo bien?
— Te queda tan perfecto que quiero arrancartelo del cuerpo — Contesté con voz ronca, acercándome peligrosamente hasta él y lo tomé de la cintura para besarlo profundamente. — Te lo demotraré en la noche.
Luego de bañarme me puse un traje idéntico al de Steve sólo que de mi talla, los había comprado pensando que sería divertido ver la cara de Steve cuando se diera cuenta que el traje que le había regalado era el mismo que yo usaría en algún evento formal de los Vengadores. Pero ahora quedaría fascinado con que vivieramos igual el día de nuestro matrimonio.
—Significa mucho para mí — Dijo sonriendo el omega. Por lo general los omegas se vestían de blanco o gris y el alfa de negro, pero me gustaría romper esa tradición con Steve, ambos usariamos el mismo color para demostrar nuestra igualdad.
— Haría todo por ti. — Declaré dejando un suave beso en su frente. — ¿Te gustaría dar un paseo antes de irnos? — averigué mientras acariciaba su mejilla con mi mano y el lo afirmó con un movimiento de la cabeza. — ¿Jarvis hay un parque cerca?
— A unos cinco minutos de aquí hay un pequeño lago perfecto para que capturen sus recuerdos de boda.
— Todo está saliendo perfecto. — Celebré y nos encaminamos hacia el auto para llegar a el lugar que sugirió la IA.
Justo al lado de la carretera pudimos ver una laguna con una bonita fuente en el centro, tal vez por el día y la hora o por casualidad del destino el lugar estaba casi vacío, no habían autos transitando y sólo había una persona frente al estanque.
Estacionados frente a una banca de cemento y apreciamos el bello paisaje natural rodeado de árboles y vegetación. En el lugar reinaba el silencio y se respiraba pureza.
— Jarvis si que tiene buen gusto — Alabé — Las fotografías se verán perfectas.
Caminamos un poco por la orilla del agua y la única persona que estaba cerca nos siguió con su mirada.
—¿Crees que nos haya reconocido? — Preguntó Steve al percatarse de la penetrante mirada que teníamos sobre nosotros.
— No creo que en este pueblo vean las noticias. — Respondí quitándole importancia. — Y se nota que es apenas una niña.
— Deberíamos pedirle a ella que nos tome las fotografías — Sugirió Steve. Y caminamos hacia ella.
— Hola — Saludé en español y apesar de que estaba a unos metros de distancia pude percibir su penetrante aroma dulce de omega prime, me sorprendí porque en toda mi el camino no había detectado a ningún prime y ella parecía ser uno realmente puro. — ¿Serias tan amable de tomarnos unas fotografías? — Consulté y ella asintió poniéndose de pie, le extendí mi teléfono y la chica rubia lo tomó — Se tomarán automáticamente sólo tienes que sostenerlo.
— ¿Se van a casar o ya se casaron? — Preguntó con un acento entendible en inglés y una voz bastante aniñada.
— Vamos a casarnos.— Respondió Steve en inglés y ella asintió mientras mordía su labio.
— Pon tu mano sobre su pecho. — Mando y Steve frunció sus cejas confundido. — Para que se vea el anillo — Aclaró después. — Ahora comencé de la mano. — Dijo cambiando de posición mi teléfono. Al final la chica nos hizo casi una sesión de fotografía con todas las posturas que nos pidió hacer. — Espero su amor sea correspondido. — Agregó la chica devolviendome el teléfono y alejándose de nosotros con un aire misterioso.
Cuándo llevamos a la embajada volteé mi mirada hacia todos lados y los encontré, los sobrinos de mi omega estaban sentados en las sillas de espera y apenas me reconocieron se dirigieron hacía nosotros, Steve no pudo esconder su sorpresa al divisarlos y abrazo a ambos cuando estuvieron frente él.
— Ya tenemos nuestros testigos.— Declaré cuando Steve me vio con una interrogante silenciosa.
— Tío, espero sepas lo que estás haciendo. — Dijo Susan dándome una mala mirada.
— Yo estoy feliz de ser su padrino. — Dijo Johnny ignorando el comentario de su hermana.
— Ahora vamos a firmar. — Demandé.
Luego de presentar los papeles que me extendió Susan todo pasó muy rápido. Una sonriente omega los verificó y rápidamente trajo a otra persona que leyó el acta que estábamos a punto de firmar mientras Johnny tomaba fotografías, nos pasaron un lápiz, pero me negué a usarlos pues saque de mi bolsa un estuche que contenía dos lápices que había mandado ha hacer hace un tiempo especialmente para la ocasión. En ellos estaba grabado la leyenda:
"Stark-Rogers"
29 de Noviembre 2020
El final esta reducido porque nunca he ido a una boda civil y no tenía idea de cómo es el procedimiento, así que me lo salté xD pero lo recompensé con detalles exactos de mi país, por si alguien quiere venir a vacacionar aquí todo lo que mencione existe y tiene mi aprobación, aunque eso no significa que este cerca de mi casa *por si me querían venir a secuestrarme 😂*
Me disculpo por no haber publicado ayer, no tenía electricidad hasta hace unos minutos :c
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro