Este año ni Steve y yo celebrariamos nuestros cumpleaños. Mi cumpleaños lo pasé en una sala de hospital, y el de Steve posiblemente lo pasaríamos en la cama, esto sería porque su celo llegaría mañana cuatro de julio, mientras eso pasaba había huido de Steve que estaba más cariñoso que en otros días, pues me había acorralado luego del desayuno en la cocina con un candente beso, pero me había logrado zafar de sus brazos, no podía dejarme seducir, antes de eso tenía que colocarme una dosis de antipreñante, si, todavía no había intentado un nombre para mi anticonceptivo, pero no podía olvidarlo, no podía preñar a alguien que todos conocían como alfa, otra cosa es que ni siquiera habíamos hablado de hijos y yo no me sentía preparado aún para una responsabilidad tan grande.

Luego de ponermelo en el brazo, medite en los riesgos de usarlo dos semanas antes de la fecha que estaba estipulada, pero rápidamente me distraje con otras cosas que había olvidado hacer en el taller.

- Señor, la temperatura del cuerpo del Capitán Rogers está subiendo.

- Es el momento perfecto para tomar una ducha - Expresé saliendo del taller para dirigirme a mi habitación.

- No creo que sea lo más recomendable.

- Si Steve me necesita me buscará, ya olvídaste lo que pasó el mes pasado.- Refunfuñé desvistiendome en el baño.

- Fue usted el que olvidó tomar sus supresores.

- Y fue el que huyó cuando le contaste que estaba a punto de entrar en celo.

- El Capitán simplemente tuvo miedo de que usted lo marcara.

- He tenido muchas oportunidades para hacerlo y no lo he hecho. - Manifesté quitandome la ropa interior que era la última prenda que me cubría.

- Su situación ahora es más favorable con las vacaciones del Doctor Banner y el agente Barton.

- ¿Jarvis de que lado estás?

- Del suyo, señor.

- Pues me estás demostrando que rechazas a tu padre.

- Sólo le muestro los puntos a su favor, las heridas del Capitán Rogers ya están completamente sanas y no tendrán que mentirle a los otros miembros de la manada sobre el repentino celo conjunto.

Pensaba seguir debatiendo con Jarvis pero la puerta que había en el baño que conectaba con el baño de Steve se abrió dando paso a una nube de dulces feromonas, la agresiva cantidad de aroma casi me hace seder y arrojarme sobre el soldado, pero no lo hice, molestaría un poco al omega para desquitarme lo que me había hecho el mes pasado.

- Tony- Dijo el omega caminado rápidamente a mí, sólo llevaba ropa interior y su cabello estaba un poco despeinado señal de que había sacado rápidamente su camisa y en el proceso se había desordenado un poco.
- Tony - Volvió a decir colgando sus brazos en mi nuca para aspirar mi cuello.

- ¿Qué pasa capipaleta? - Pregunté fingiendo normalidad he intentando evitar que mi erección se hiciera presente.

- Mi celo. - Expresó con su rostro escondido entre mi cuello y pego su pene despierto a mi pierna, para luego frotar suavemente la tela en mi piel desnuda.

- Dime que necesitas. -Contesté tentandolo al hablarle al oído.

- Sabes lo que necesito.

- Sólo dilo y seré tuyo. - Respondí acariciando su nuca y sentí su leve escalofrío.

- Tony - Protestó al estar aún consciente, sabía que se volvería más manejable al estar en el punto máximo de su celo, pero cuando estuviera en esa etapa no recordaría lo que dijo he hizo, por eso quería que lo dijera ahora para que luego se acordara de ello y yo lo molestara con esa memoria.

- Pidelo - Presioné un poco dejando salir un poco de mis feromonas y llevé mi mano a su culo, por encima de la tela logré palpar la leve humedad que brotaba de su entrada.

- Te necesito - Lloriqueo y el olor de su lubricante se mezcló con el de sus feromonas, mi pequeño desprendimiento de feromonas estaba volviendo loco al más bajo y eso le provocaría más calambres en su vientre si no recibía a su alfa.

- No era tan difícil - Contesté triunfante y tiré del elástico de su boxer para bajarlo poco a poco mientras apreciaba por el espejo como la piel de sus torneadas nalgas quedaba al descubierto.

El rubio buscó mis labios y los unimos en una danza calmada, disfrutando de las sensaciones y de la nube de feromonas que estabamos desplegando en el baño, nuestros aromas se unían perfectamente y lo podía apreciar mejor porque Steve había dejado de aplicarse su colonia para ocultar su casta, no tenía caso que la usará cuando sólo nos encontrábamos los dos en el piso de la Torre, dentro de poco su inhibidor ya no tendría efecto, así que tendría a Steve enteramente como omega.

Nos separamos unos segundos para que Steve sacará sus pies de su ropa interior que estaba en el suelo y lo tome de la cintura para sentarlo en la cerámica del mueble frente al espejo, ubique en medio de sus piernas y continuamos basándonos con más profundidad al mismo tiempo que restregaba mi falo con el de Steve que estaba más duro que el mío.

- Vamos a la cama- pidió el omega cuando deje libre su boca para besar su cuello.

- Esperame allá - Dispuse dándole una nalgada cuando se bajó del mueble y lo vi irse desnudo a la cama. Mojé una toallita con agua y dejé otra mano para cuando tuviéramos lapsos de descanso pudiéramos limpiarnos un poco.

Me detuve en el umbral de la puerta al apreciar a Steve con las piernas ligeramente separadas y autosatisfaciendose con sus dedos mientras con la otra mano bombeaba su pene.

- Ya te adelantaste - Comenté con picadia haciendo que el omega abriera los ojos pues hasta el momento los tenía levemente apretados.

Puse la toallita en la mesita de noche, me subí a la cama y me me ubiqué entre las piernas de Steve, rápidamente fui aprisionado por ellas.

- Hazlo - Pidió el omega al recorrerlo otro calambre ante mi cercanía.

- ¿Qué quieres que haga? - Cuestioné recorriendo su cintura con mis manos. El omega se restregó contra mí no dispuesto a seder ante mi. - ¿No lo dirás? - Seguí torturandolo y esta vez ubiqué mi miembro cerca de su entrada y me restregué un poco.

- Follame - Pidió moviéndose para recibir mejor mi contacto.

- Tienes que pedirlo con las palabras mágicas.

- Por favor Tony follame - Suplicó y yo sonreí contento, mi alfa se sintió en las noches al ver cumplidos su antojos y tener al omega retorciendose por mí.

- Date vuelta - Demandé dándole espacio para hacerlo, pero nada pasó, Steve estaba sorprendido por mi petición.

- Tony ya sedí a tus caprichos, déjame quedarme así. - Protestó, creí que el efecto del inhibidor de impulsos se había ido, pero no, si ya no lo tuviera en la sangre habría sedido fácilmente ante mis orden.

- En nuestra primera vez no pensabas así - Me mofé mientras le acariciaba un pie recordando lo sumiso que estaba ese día - Hazlo para tu alfa. - Solicite con voz juguetona. Al rememorar en mi mente que a Steve no le gustaba estar en esa posición, en todo nuestro tiempo juntos sólo lo había logrado tenerle así en dos ocasiones y eso pasó porque el nivel de excitación que teníamos era muy alto, cuando se lo había pedido se había negado y yo simplemente lo había aceptado, pero esta vez quería que fuera diferente - Se un omega obediente. - Expresé y tanteé con mis dos dedos la entrada de Steve para simular que los metería. Un nuevo golpe de calor recorrió a Steve trayendo consigo otra descarga de feromonas y un gimoteo salió de sus labios, no sólo el estaba desesperado yo necesitaba enterrarme en el, mi polla dolía por estar dentro del omega y mi alfa también estaba exasperandose asi que cuando vi que estaba por reclamar otra vez lo hice darse vuelta yo mismo y el no puso resistencia, al final se puso de rodillas dejando su rostro contra la almohada. -Abre un poco más las piernas - Solicite poniendo mi mano en su muslo interno y a medida lo fue haciendo lleve mi mano a sus testículos para buscar sus escasos cabellos y tirar un poco de ellos.

Ahora si metí dos de mis dedos en su lubricado orificio y los lleve hasta el fondo haciendo gemir al omega que me había esperado durante ya bastante tiempo. Agregué otro dedo y continúe moviendo mis dedos con agilidad en su entrada que ya estaba bien dilatada, cuando encontré la próstata del omega comenzó a moverse contra mis dedos, pero yo detuve los movimientos, no quería que se corriera aún, quería que lo hiciera con mi pene en su culo.

- ¿Quieres que te de duro?- Pregunté poniendo mis miembro entre sus respingadas posaderas y sintiendo como brotaba más lubricante de su ano empapandome el tronco con su fluido.

- Si, por favor, hazlo duro - Admitió en un murmullo pues tenía la cara enterrada en la almohada.

Contento con mi pequeña revancha lo tomé de la cadera para hundirme en el, su entrada estaba ensanchada y lubricada para mi así que la penetración fue sin ninguna renuencia de su parte.

Cuando estuve completamente dentro Steve se puso sobres sus codos y yo lo empuje un poco más para asegurarme de que mi falo hubiera entrado completamente. Un jadeo salió y de su boca y yo libere más de mis feromonas para asegurarme de que llegara a la cúspide del celo.

Espere un poco en esa posición por si Steve necesitaba acostumbrarse y mientras eso pasaba dejé varias mordidas en su espalda unas más suaves que otras hasta que Steve se movió un poco en señal de gusto. Durante las penetraciones moví mi barba por la suave piel de sus hombros para causar más sensaciones a su cuerpo.

El choque húmedo de mis penetraciones en su húmeda entrada se escuchaba en toda la estancia, su entrada seguía produciendo más líquido, era tanto que estaba bajando por sus muslos.

-No tienes idea de cómo me gusta follarte así.

Mis manos magreaban con rudeza toda su carne, para seguir escuchando sus gemidos. Su zona íntima se sentía tan caliente y yo lo seguía jodiendo sin miramientos, quería hacernos acabar para comenzar de nuevo y volver a corrernos hasta que todo fluido de nuestros testículos fueran drenados por completo.

- Más rápido - indicó Steve con tono jadeante y yo abrí sus cachetes para que me recibiera mejor y también así podía ver perfectamente como mi pene se perdía entre sus dos trozos de carne.

-Di mi nombre. - Gruñí entre embestidas.

- Tony... por favor - Pidió el omega cuando me quedé quieto con miembro dentro suyo esperando que su voz saliera como música para mis oídos. Así que inmediatamente acate sus órdenes.

- Dilo otra vez - Mande tomando su hombro para que curvara más su espalda y así recibir mejor mi verga.

- Ahh... An... Anthony - Tartamudeo al fin

Mi nombre nunca se había escuchado también como ahora que salía de esos hinchados labios rosados.

- Amo con tanta intensidad el sonido de tu voz.- Expresé antes de dar una certera estocada que lo hizo terminar.

Continúe moviéndome y vi que Steve tenía las uñas blancas por apretar con todas sus fuerzas las sabana, después de un poco más de entrar y salir logré llegar al clímax, pero aún no me sentía satisfecho, necesitaba más, así que salí de él y me acosté al lado. Nuestras respiraciones estaban agitadas, pero nuestro libido seguía por las nubes, mi pene aún estaba duro y antes de que Steve se dejará caer en la cama pude palpar que el también estaba en el mismo estado.

- No Tony... ya no más... espera un poco. - Expresó indignado Steve al verse desplazado de la cama a mi pecho y finalmente terminar a horcadas sobre mí. No sé porque le parecía vergonzoso demostrar que deseaba que lo siguiera follando, lo sabía porque sus acciones contradecian sus palabras al dejarse dominar tan fácil por mí y eso me mostraba que el también lo quería. Por los cielos, era su celo, el momento en que todo nos volvemos insaciables, no importaba el letargo postorgasmo, me necesitaba otra vez.

- Tu también lo quieres - Declaré besando su cien y Steve se sentó mejor sobre mi y se echó a mis labios.

Esta vez el beso no fue delicado ni tierno, fue brutal y salvaje desde el comienzo, yo tiré de sus labios con mis dientes y luego metí mi lengua en su boca, Steve abrió más las boca y aproveché para succionar fuertemente su labio inferior hasta que los míos ardieron, el beso se había vuelto tan desordenado que chocamos los dientes, pero a ninguno de los dos le importó, estábamos hundidos en la lascivia del momento como para importarnos un poco de dolor. Mientras nos besabamos situé mi glande en su recto y me enterré en él.

- ¡Ah! - Gritó con dolor el omega cortando el beso. - ¡Tony! - Chilló otra vez el omega separando las piernas un poco más para intentar mitigar un poco el ardor de tenerme más adentro.

- ¿Fui muy brusco? - Consulté preocupado al salir del estupor que me había causado el dulce olor del celo del omega.

- No, es que... - Dijo levantando un poco su cadera para que mi miembro saliera un poco de su entrada - Nunca había estado así y se siente muy profundo.

- Lo siento - Musité con pesar sacando completamente mi miembro de su entrada - Estas bastante consciente para estar en celo. - Objeté al pensar que a la mayoría de omegas no les importaba lo que les hicieras mientras estaban consumidos por el celo.

- Creo que aún no lo estoy, los calores anteriores sólo fueron una señal de que estaba cerca de comenzar. - Informó Steve, tomando con su mano mi fallo y acomodandolo en su esfínter.

- Espero tener fuerzas para tu último día de celo. - Proclamé y volví a enterrar mi pene entre su anillo de músculos, pero está vez más lentamente sacándole un largo gemido al poder apreciar detalladamente como iba abriéndome pasó entre sus paredes y terminaciones nerviosas.

Mordí su cuello superficialmente mientras el seguía montandome y con mis manos pellizcaba sus pezones erectos. Sus caderas chocaban cada vez más rápido con mi pelvis y aproveché para manosear sus nalgas durante el vaivén de su cadera.

Poco a poco fuimos perdiendo la cordura, la habitación ya no estaba llena sólo de jadeos, ahora se escuchaban gritos y chapoteos, hasta el momento que mi nudo se formó y el silencio decayó en la habitación que estaba inundada de feromonas.

18 de Noviembre 2020

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