32. ¿Separación?
Con cada embestida arremetía con más fuerza contra su entrada alcanzando su próstata, sabía que nuestra culminación estaba cerca, por eso no pensaba detenerme hasta que terminaramos. Steve hacia su cadera hacía atrás con cada embestida, para recibirme completamente. Estaba seguro de que tendría marcas en las caderas por el fuerte agarre al que lo tenía sometido.
Mis testículos sonaban al chocar fuertemente contra sus nalgas, pero el sonido se perdía entre los jadeos que Steve dejaba salir, amaba cuando no se contenía, o quizá yo provocaba que no se pudiera contener.
Tenía una vista magnífica de su musculosa espalda así que me incliné para morderla fuertemente, sabía que uno o dos días después las marcas estarían totalmente desvaneciadas y por el momento el no me había reclamado nada así que lo seguía haciendo con gusto.
El omega terminó con un gemido ahogado porque su rostro estaba enterrado contra el sofá, sí, estábamos haciéndolo en la sala, la excitación de hacerlo en este espacio me había ganado y Steve no opuso mucho resistencia, así que aquí estábamos, el rubio en la orilla del sofá recibiendo mis fuertes penetraciones.
Me terminé corriendo fuertemente dentro de él, pero continúe moviendo hasta que me vacié por completo y sentí que mi nudo estaba creciendo. Steve intentó alejarse antes de que el nudo se expandiera, pero yo lo tomé de la cintura para evitar que se fuera, era la segunda vez que mi nudo decidía hincharse dentro de él, así que decidí anudarlo, no pensaba perder esta oportunidad ni aunque estuviéramos en la sala con la posibilidad de ser descubiertos, aunque eso nos ahorraría muchos problemas al momento de ocultar lo nuestro.
Un quejido de dolor se le escapó cuando mi nudo se terminó de hinchar dentro de su apretada entrada, quizá no había tenido suficiente preparación para aguantar mi nudo, pero ahora ya no podía hacer nada. Por varios segundos el único sonido que reinó en la pieza fueron nuestras respiraciones un poco agotadas.
-Lo siento, lo siento. - Susurré acercando mi rostro al suyo cuando el finalmente dejó de tensar los músculos de su espalda a causa del dolor.
-No, no lo sientes.- Respondió dándole una rápida mirada para evitar que viera sus ojos empañados por las lágrimas.
-Tienes razón, me encanta anudarte y estoy seguro de que con unas cuantas veces no te dolerá.
- No creo que me acostumbre nunca.
- Con un poco más de preparación y ... - El sonido del ascensor abriendo detuvo mis palabras en seco, intente alejarme rápidamente, pero el nudo me devolvió a mi posición anterior, el lamento de Steve me hizo sentir mal, pues hasta a mí me había dolido al intentar forzar la separación, estaba seguro de que ha él le había dolido más.
- No puede ser cierto - Dijo el hombre que acababa de salir del ascensor, pero yo no tenía idea de quién era.
- ¿Johnny?- Preguntó Steve confundido al reconocer la voz.
- El mismo - Respondió pasando la mano
por su rostro para quitarse el inductor facial y sonreirnos con picardía.
- Creo que deberías esperarnos en la cocina. - Indiqué al verlo quedarse parado en la sala.
- Este es el momento más vergonzoso de mi vida - Se lamentó Steve.
- Al menos no escucho tus gritos. - Respondí y Steve resopló con molestia.
Había sido una mala idea hacerlo en la sala, pero el calor del momento nos había ganado, Steve llegó temprano de la agencia y lo primero que hizo cuando me encontró sentado en la sala fue subirse a mi regazo y besarme.
La calentura ni siquiera nos dió tiempo para quitarnos la ropa, los pantalones de ambos reposaban en nuestros tobillos, yo aún tenía mi camisa puesta, a diferencia de rubio, pues le había quitado su chaqueta que ahora estaba tirada a mitad de la sala y su camisa que estaba debajo de Steve.
Steve estaba de rodillas en la orilla del sillón y yo estaba parado detrás de él, era casi imposible que pudiera darse vuelta ya que aún tenía puesto el pantalón, de igual forma yo aún tenía mis pantalones y no podría caminar con ellos enredados en mis pies.
- Intenta sacarlo- Decidió después de varios minutos de silencio.
- Terminar en el hospital contigo debido a un desgarre anal por intentar esconder que somos pareja sólo para que al final todos se den cuenta no está en mis planes y sería muy vergonzoso para ti, sin contar que sería la primera plana en los noticieros.
- Estaré bien.
- Tony Stark le provoca un desgarre anal a un omega y resulta que es el gran Capitán América.
- Tony - Reprochó el más bajo - Estoy seguro que le pagarías a todos los del hospital para que se mantengan en silencio.
- Lo haría, pero las burlas de nuestros compañeros no se detendrían nunca.
Steve dejó salir un sonido derrotado y yo me dediqué a hacerle un masaje en la espalda mientras dejaba besos sobre las mordidas que le había hecho antes.
- ¿Cómo pudimos ser tan descuidados? Recuérdame nunca dejar que me anudes otra vez.
- No lo prometo - Respondí y sentí que mi nudo casi había vuelto a la normalidad. - Relájate, voy a sacarlo.- Informé y poco a poco fui saliendo. Steve soltó un gemido lastimero y dejó caer su cuerpo en el sillón. Yo que aún estaba de pie subí mis pantalones, luego me acerqué a revisar que no hubiera hecho ningún daño a Steve. Cuando abrí sus voluptuosas nalgas para ver su entrada llevo su mano para cubrirse, aunque ya era tarde su entrada estaba expuesta por mis dos manos, se veía bastante roja, pero gracias al cielo no había sangre y cuando puse mis dedos sobre ella estaba bastante caliente, más de lo normal, estaba irritada.
- No puedo más - Se quejó el omega ahora cubriendose con ambas manos.
- Sólo revisaba que no tuvieras un daño grave. - Aclaré subiendo sus pantalones y - Y aunque quisiera hacertelo otra vez tu sobrino está en la cocina. - Bromeé esperando que se pudiera de pie, lo hizo lentamente e hizo una mueca mientras cerraba su pantalón - ¿Podrás caminar? - Cuestioné recogiendo viendo que el tomaba su camisa que tenía algo de semen ya que el la había usado para no marchar el sofá con su corrida.
- Estuve en la guerra, esto no es la gran cosa - Contesto dando un paso pero pareció desestabilizarse así que lo tomé de la cintura y seguidamente lo cargué en volandas.
- Para no herir tu orgullo, un nudo es algo de lo que ningún omega sale caminando. - Manifesté y el se quedó callado. - Jarvis abre la llave de la bañera en la habitación de Steve - Pedí -Estaba pensando que hoy podríamos cenar y anunciar nuestra relación a el equipo, la comida ya está encargada.
- ¿Tomaste esa decisión sin consultarmelo? -Preguntó con enfado - Tony, no es sólo tú secreto, no puedes decidir lo que yo hago o no hago - Agregó dejando salir feromonas molestas mientras yo lo dejaba sobre sus pies pues estábamos frente a la bañera de su habitación.
- Somos casi una manada, Se que lo van a aceptar ¿Qué te impide que lo contemos?
- Tú no has vivido lo que yo y no lo entiendes porque para ti todo es más fácil, eres un alfa.
- Ayúdame a entenderlo.
- No puedo - Dijo dándome la espalda - No puedo ofrecerte más que esto, es tu decisión aceptarlo o dejarlo.
-No quiero una relación a medias- Respondí y ante su silencio salí del su habitación para ir a la mía a tomar un baño. ¿Está mal que quiera tener una relación pública? Me pregunté mientras me quitaba la ropa con rudeza para meterme a la ducha con el agua fría pues no le había dado tiempo para calentar.
No estoy seguro de estar haciendo lo correcto, ¿Vale la pena tener una relación a escondidas? Sopesé, pero luego recordé los buenos momentos que tuvimos, cuando es Steve, creo que lo vale y no sería así toda la vida, él sólo necesita tiempo y yo estoy dispuesto a dárselo, por la noche se lo haría saber, no puedo dejarlo, el ha sido el único que me ha completado la existencia, pensé mientras me vestía rápidamente para ver que Johnny no estuviera haciendo travesuras.
Cuando pasé por la sala revisé que no hubiera ningún tipo de aroma en el lugar, pero Jarvis ya se había ocupado de limpiar el ambiente, la única evidencia era la chaqueta en el suelo, la levanté y la puse sobre el sofá.
- ¿Quién eres? - Escuché la escalofriante voz de Natasha.
- Llamas a...
- Nadie va a destrozar mi cocina, ¿Creen que soy millonario para reconstruir cada vez que se les ocurre estropear algo?- Bromeé y me reí ante su cara de incredulidad -Bueno si lo soy, pero ese no es el punto.- Agregué- Arañita suelta a Johnny - Demandé - Me sorprende no te reconozca - Dije viendo al hombre que aún permanecía con la cara apoyada en la mesa, pues la alfa no había aflojado el agarre sobre el omega. - Es la antorcha humana. - Aclaré para que la pelirroja lo soltara y lo hizo lentamente. - Y es el sobrino de Steve.
- ¿Sobrino?
- Me sorprende que una espía de tu calibre no lo investigara.
- Ni siquiera lo recordaba, no tenía porque unirlos.
- Estoy aquí - se quejó el omega tomando asiento nuevamente y tomando un lápiz para continuar dibujando en una servilleta.
- Perdiste el respeto cuando me coqueteaste.
- La arañita ya está amarrada Johnny.
- ¿Cómo está Steve? - Me pregunto la agente.
- Está en su habitación, ¿Le pasaba algo?
-Salió temprano porque sufrió un mareo parecido al que tuvo cuando perdió a su... Bueno, supongo que el te lo va a contar. - Reveló la alfa - Me tengo que ir, mañana tendré una importante misión y sólo quería comprobar que Steve había llegado bien a casa. - Agregó sacando una botella del refrigerador y saliendo rumbo al elevador, dejándome con la duda de porque mi pareja no me había dicho nada.
- Así que desfloraste a mi tío y ni siquiera tuviste la decencia de hacerlo en una cama. - Dijo Johnny viendo su dibujo.
- No lo desfloré.
- Mis ojos dicen lo contrario.
- Bueno si lo desfloré, pero fue hace meses. - Respondí y el omega levantó su rostro para verme con sorpresa.
- ¿Son pareja?
- Sí, lo somos. - Respondí alegremente con una sonrisa boba en mi rostro.
- Nunca creí ver tu estúpida cara de amor. - Dijo fingiendo un escalofrío.
- El amor sienta bien - Contesté sonriente. - ¿Cómo entraste?
- Con mi huella digital, al parecer nunca la borraste.
- Hubo un tiempo que guardaba la esperanza de que volvieras.
- Si lo hubieses querido me podrías haber encontrado rápidamente con tus avanzados sistemas.
- Creí que te habías ido y no querías que te buscara.
- Tenía la pequeña ilusión de que me buscarías y luego de un año perdí la fe. De igual modo ahora ya no importa, sales con mi tío.
- Hablando de steve ya se tardó en bajar.
- No creo que pueda bajar, la primera noche que me anudaste no pude sentarme durante todo el día siguiente, ni caminar con tranquilidad.
- Steve tiene el suero de supersoldado.
- Y yo puedo reponerme más rápido que un humano común.
- Voy a subir a ver como esta. - Me excusé para zafarme de la extraña conversación que estábamos desarrollando y también porque quería que Steve me aclarara lo que había dicho la espía, pero antes pasé por mi habitación para tomar una pomada que guardaba en mi mesita de noche.
- Johnny y yo te esperamos - Hable desde la puerta del baño que estaba abierta.
- Ya casi termino - Contestó mientras se peinaba frente al espejo.
- Traje algo - Dije mostrándole el tubito que traía en la mano - Es un... gel refrescante - informé leyendo el envase al ver la interrogante en su rostro.
- Ponlo en la cama.
- Puedo ponertelo sin problemas.
- No gracias.
- Yo soy el culpable, déjame compensarte. - Argumenté y Steve suspiró resignado. Caminó con una leve cojera fuera del baño, eso me pareció un poco gracioso, pero no dije nada, no quería ser sacado a patadas de la habitación.
- Ponte de rodillas en la cama.- Pedí y el omega hizo lo que le pedí aunque vi la duda en su rostro.
Bajé su pantalón y vi las marcas que tenía en las caderas, mis dedos se veían claramente marcados en esa zona, creo que me había pasado un poco. Abrí el recipiente y puse un poco en dos de mis dedos, con mi otra mano abrí sus cachetes y posé suavemente mis dedos en su entrada que se veía bastante roja e irritada. Steve respingo cuando el gel frío lo toco pero se mantuvo en su lugar mientras yo masajeaba un poco la zona, no tuve el valor de introducir él líquido en su entrada por miedo a causarle más dolor, sólo apliqué superficialmente.
- Deberías tomar unos analgésicos ya que mañana tienes una importante misión.
- ¿Natasha te lo dijo? - Cuestionó poniéndose de pie y subiendo su pantalón.
Asentí y agregué - También me dijo que tuviste un mareo. - Respondí tomando asiento en la cama.
- ¿Sólo eso te dijo?
- Mencionó que tenías algo que contarme. - Dije y el omega se sentó junto a mí para después hacer una mueca de dolor. - ¿Por qué no me contaste que te sentías mal?
- No me siento mal, sólo fue algo leve.
-Steve quiero saber todo de ti, no porque me lo contaron o porque lo escuché por ahí.
- Fue un detalle insignificante para mí.
- Natasha dijo que ya antes habías sufrido algo parecido.
-Eso es parte del pasado.
-Yo quiero saber tu pasado.
-Y yo no quiero hablar de él.
-Soy tu novio, tengo que saber de tu pasado, presente y futuro.
-Creí que ya no eramos nada.
-Steve no estoy contigo por diversión, vine aquí porque quiero que arreglemos las cosas y que me cuentes lo que te pasa.
-Hay cosas de las que no quieres saber.
-¡Si quiero saber!- Exclamé, pero Steve no parecía dispuesto a contarme nada y eso me enfadó - Quiero estar con alguien estable mentalmente, que no dude si mañana desea tenerte a su lado o no, que no justifique sus actos con trancas de su pasado, que no me haga dormir enojado, triste o sin ganas de seguir y que me ame pero parece que fue mucho perdir para ti.
- Tal parece que no soy el indicado y no puedes pedirle a tu pareja atributos que ni siquiera tu tienes.
- ¿Sabes? No quiero pelear, no quiero decirte más cosas que luego lamentaré así que mejor recuestate, descansa para la misión que tendrás mañana y cuando regreses hablaremos con calma.
Eso no había salido como esperaba, pensé mientras regresaba a la cocina, pero Johnny ya se había marchado. Me devolví a mi habitación y me dejé caer en mi cama.
No lo quiero dejar ir, debí dejárselo claro desde el primer momento, pensaba mientras me arrecostaba en su almohada y con su olor me deje caer en los brazos de Morfeo.
- Señor, el Capitán Rogers acaba de abandonar la Torre. - Anunció la IA.
- ¿Por qué no me despertaste antes? - Cuestioné sentándome en la cama, mientras restregaba mis ojos.
- Se lo comuniqué cuando comenzó a hacer las maletas, pero no logré despertarlo.
Esta bien, tu ganas, miremonos a escondidas, en rincones oscuros, donde tu quieras, pero no me dejes. Por favor.
Escribí en un mensaje de texto y se lo envié. Fui a su habitación y revisé su closet, la mayoría de ropa estaba ahí y muchas de las cosas que le había comprado. Pero en la mesita de noche estaba la laptop tableta y teléfono que le había regalado, la pantalla de este último estaba encendida, mostrando el mensaje que le acababa de enviar. ¿Sólo voy a dejar que se vaya? ¿No lo voy a buscar? Reflexioné sentándome en su cama.
27 de Octubre 2020
Justo aquí Steve comienza a vivir todos los eventos del la película Capitán América y el Soldado del Invierno. Recuerden que la película transcurre en tres días.
Me adelanté con las fechas porque ya tenía mucho relleno 😅
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