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3. Comportamientos extraños


Salí a pasos largos de la oficina de Pepper sin importarme las miradas poco discretas que me daban todos y me introduje en el ascensor rápidamente.

- El señor Rogers despertará en aproximadamente dos minutos según sus niveles de melatonina.

Apenas las puestas del elevador se abrieron salí corriendo hacia las gradas que conducían a mi habitación. Diablos, no había planeado nada para decirle, no pensé que despertará tan de pronto, pensé que tendría tiempo para escribir un discurso para darle. Pero ¿Qué se supone que le diría? Hola, no estás muerto, mucho gusto estamos en 2011. No caray, que clase de bienvenida era esa. Tuve toda la noche para planear que decirle y la malgasté pensando en tristes recuerdos de mi infancia.

- Señor, tome aire antes de entrar a su habitación o a asustará a el Capitán.

Tomé unas respiraciones profundas y me quite los zapatos y los tomé con una mano antes de abrir la puerta de mi cuarto para no hacer ruido con mis pisadas, abrí lentamente y entre haciendo el menor ruido que pude. Cuando cerré la puerta pude ver como el rubio comenzaba a abrir sus ojos, poco a poco y luego parpadeando varias veces para poder adaptar su vista a la semioscuridad que reinaba en la habitación, a los segundos se puso en guardia al no reconocer el entorno en el que se encontraba, se levantó de un tirón.

- Oye, con cuidado, Que te puede hacer daño - Advertí sin poder evitarlo por su brusco movimiento, el hombre había pasado décadas sin moverse, no creía que fuera sano para sus músculos hacer ese tipo de cosas de forma tan repentina.

Lo que dije empeoró todo pues el se tiró de la cama, tomó mi lámpara y me apuntó con ella, me recordó a Rapunzel con su sartén, pero no podía reirme frente a el ante ese pensamiento.

- ¿Stark? - Cuestionó el confundido rubio.

- Algo así muchacho - Reconocí - Jarvis abre las persianas. - El movimiento sorprendió a el rubio, inmediatamente desvió su vista a la ventana, soprendiendose al verse el edificio más alto de New York.

- ¿Qué es esto? Tu no eres Howard, ¿Trabajas con Hydra?

- Mira es una larga historia mejor, toma asiento. - Sugerí mientras ponía mis zapatos en el suelo y tomaba asiento una de las sillas que Pepper había traído a mi habitación, pero el hombre asustado lanzó la lámpara a la ventana, haciéndome respingar por la sorpresa. Obviamente no se rompió, el vidrio de esa ventana era tan fuerte como el acero. - No te pongas violento, no te enseñaron que la violencia no se arregla con violencia. - Reproché molesto al ver mi lámpara hecha añicos. - ¿Sabes cuanto vale esa lámpara? Te quedarás aquí hasta que la pagues.- El hombre me vio sorprendido. A cualquiera le sorprendería que un desconocido le dijera eso, así que gocé de su miedo. - Rubiales, no hagas nada contra las ventanas, o tendrás una muy fea caída, anda acercate a la ventana y velo por ti mismo - Agregué y el rubio hizo lo que pedí.

El anciano no había dejado salir ningún olor, así que aún no identificaba de que rango era su casta, pero estaba seguro que era un prime. Pero me resultó extraño que no me intentara atacar. En mi habitación era dónde más concentrado estaba mi olor, no me habría sorprendido que el hombre me intentara golpear al sentirse amenazado por mis feromonas, pero no lo hizo, parecía que estaba en shock, quizá por eso no le molestaba mi olor. Gracias a mi tardía presentación como alfa yo no contaba con esa agresividad que tenían los otros alfa prime, yo no actuaba por instinto, podía ser impulsivo pero no dejaba que mi lado alfa tomara el control de mis acciones.

- Terminaste con la guerra, - anuncié a el hombre que aún estaba viendo por la ventana, lo que hizo que se volteara inmediatamente. - Ganamos- Mencioné irónico -Mira no hay forma bonita de decir esto - Agregué- Estuviste dormido por casi 70 años, es mucho para procesar, estamos en 2011. Bienvenido Capitán.

- Y... yo... mmm...- Titubeó el hombre. - Yo tenía una cita- aclaró el hombre.

- Lo lamento, Capitán.

- Señor, en el ascensor hay una caja con el pedido de ropa para el Capitán.

- ¿Hay un hombre en el techo?- Pregunto asustado el rubio.

- No es una intelig-Me Interrumpí al darme cuenta que no entendería- Es como un mayordomo, no es una persona, está en todo el edificio, pero sólo me responde a mí y ahora a ti. Jarvis capitán, capitán Jarvis - Presente rápidamente y vi que el hombre ya no mostraba sorpresa. - Iré a traer tu ropa. - antes de salir vi al Capitán sonrojandose, algo muy raro, debía ser debido a que en sus tiempos eran más conservadores. Fui al ascensor y tomé la caja, no era tan liviana como imaginé, Jarvis pidió más ropa de la necesaria - Jarvis, ahora el Capitán tendrá el mismo dominio que yo - Significaba que si el Capitán lo necesitaba el estaría disponible en cualquier parte del edificio.

- Como ordene Señor.

-Aquí está tu ropa, puedes escoger la que quieras y si no te gusta podemos ir a comprar más o podemos hacer un pedido- informé a el rubio que estaba frente a la ventana. - Puedes cambiarte aquí o en el baño yo me pondré ropa más informal en el vestidor. - Dios porque estoy narrando todo, me reprendí mentalmente cuando estaba dentro del vestidor, no sabía cómo comportarme frente al hombre, no quería hacerlo sentir mal con mis típicos comentarios, pero no quería comportarse de la forma extraña que lo estaba haciendo, ¿Por qué quería caerle bien a un completo desconocido? ¿Lástima? No. Debía ser porque era su heroe de la infancia, sí, por eso era.

Rápidamente me puse una camisa anaranjada con unos pantalones azul marino y tenis color negro.

Me quedé maravillado cuando vi hombre en mi habitación, estaba vestido con un suéter beige, unos jeans claros y tenis blancos, parecía un modelo. Estaba tan guapo que se me secó la garganta. Rogers tenía en sus manos una foto enmarcada. Pepper y yo sonriendo a la cámara.

- ¿Es su esposa, Señor Stark? - inquirió con un deje de tristeza en su voz.

- No - Aclaré rápidamente. - Era mi novia, pero ya no - Agregué unos segundos después. No sé lo que me surgió la necesidad de aclararle que no tenía pareja. - Y puedes tratarme de tu, llamame Tony.

- Es una linda omega, Tony. - Musitó.

- Es una beta. - Pepper es una beta pura, sin ningún tipo de inclinación hormonal y eso me gustaba, no tenía ningún tipo de olor, así no me volvía adicto a su fragancia, además que algunos omegas tenían un olor demasiado dulce, que empalagaba, por eso prefería tenerlos sólo una noche y ya pero todo cambió cuando comenzó su relación con Pepper. Un gruñido me sacó de mis pensamientos, el estómago de Rogers estaba protestando por comida, claro el hombre no había comido en casi 70 años.

- Que mal anfitrion soy - Bromeé dirigiendo mi mirada a su rostro y vi la cosa mas tierna que había visto en mi vida, su bello rostro sonrojado, sus orejas también se estaban tiñendo de rojo y tenía la mirada gacha por la vergüenza, casi parecía un lindo omega, si no fuera por ese cuerpo musculoso diría que lo es. - No te apenes, vamos a la cocina te prepararé algo de comida - Dije animadamente caminando a la puerta y sonsteniendola para que el Capitán saliera y lo guíe a la cocina.

- Sientese Capitán - Indiqué alegremente un asiento frente a la barra.

-... Steve - Masculló el rubio.

- Puedes repetirlo.

- Llámame Steve.- Dijo esta vez un poco más alto.

- Stiff - Dije enfatizado el sonido de la v por diversión.

El me dedicó una tímida sonrisa y con eso me dispuse a poner unas rodajas de pan en la tostadora, saqué una salsa que había preparado el día anterior, huevos y un aguacate.

- Sabes cocinar - Puntualizó sorprendido Steve.

- Uno de mis muchos talentos.- Bromeé.

- Pensé que tendría un cocinero, ¿Te enseñó tú madre? - Indagó.

- No, mi madre era una alfa muy ocupada, me enseñó Jarvis, nuestro mayordomo. - Dije sonriendo al recordar las tantas veces que incendié sartenes y cacerolas, también el rostro de Jarvis cuando comía mis primeras recetas, no entiendo como no murió intoxicado.

- Me alegra que Howard se casará... ¿Se casó con una alfa? - Exclamó sorprendido luego de procesar lo que dije.

- Sí, el creía que los omegas eran débiles, por eso el muy egocéntrico se casó con una alfa prime, para no tener hijos omegas - Refunfuñé. - Pero por poco y le arruino el plan- musité para mí.

- ¿Por qué? - Dijo interesado.

- Había olvidado tu oído super desarrollado - Manifesté. - La mayoría tiene su presentación a los 12 algunos la tienen antes y como máximo a los 15 pero yo no tuve mi presentación hasta los 18 y pues el y mamá creyeron que yo era un beta sin ningún tipo de inclinación. - Y murieron sin saberlo dije esta vez para mis adentros. - Y algo peor para Howard era un beta con un alfa, por eso quería que encontrara un omega y no uno cualquiera, quería uno prime, pero los omegas prime buscan alfas prime por eso según el yo no tendría oportunidades. - Mientras hablaba había terminado de preparar el desayuno para Steve, así que corté el tema porque estaba hablando de más y sobre temas que no acostumbraba hablar con nadie.

- Sale una orden de tostadas untadas con aguacate y huevos estrellados con salsa artesanal y vaso de jugo de naranja. - Recité como en las cafeterías, lo que le sacó una sonrisa a Steve, con eso el tema anterior quedó olvidado. - No creo que la comida haya cambiado mucho con el tiempo.

- Ésta está muy buena, en la guerra no era como si sirvieran comida deliciosa y mi mamá no tenía dinero para que comeremos tan variado.

- Entonces yo seré tu guía gastronómico, y estamos en Nueva York el lugar en donde encontrarás todo tipo de comidas y de todas las culturas que pienses, tienes que probar el Shawarma y la comida Latina tienen baleadas, pupusas, Sopes y otros que ya no recuerdo, pero son una delicia - Relaté maravillado.

- Podemos salir cuando termines de comer - Dije luego de unos minutos de silencio. Diablos, eso sonó mal - Digo si tu deseas - Agregué intentando arreglar lo dicho antes - Para que no te aburras aquí encerrado o te puedo dar un tour de toda la Torre - Continué divagando. Si Rhodey me viera ahora estaría gozando. Divagaba cuando estaba nervioso y el junto con Pepper lo sabían.

- Salir está bien- Respondió un muy tranquilo Steve.

- Jarvis, hazle un análisis completo - Pedí, antes de salir, quería estar seguro de que no tuviera ningún problema luego de pasar tantos años congelado.

- Análisis completo - Respondió la IA luego de unos segundos - No hay señal de ninguna anomalía, el Capitán Rogers está en perfectas condiciones para ser un om...

- Wow - Interrumpió Steve sorprendido por lo que podía hacer la IA - ¿Ya no existen los doctores?

- Existen, Sólo yo poseo una Inteligencia Artificial como Jarvis, claro porque yo la creé - Alardeé de mi creación. - Ese es el lavavajillas, pon tu plato ahí, ya luego Jarvis lo activará- Señalé, caminamos de regreso s mi habitación, tomé una sudadera, una gorra y dos pares de lentes oscuros. Le pasé la gorra y un par de lentes a Steve. Y el los tomó extrañado. - Es para pasar desapercibidos de los que me conocen, aunque es casi imposible que yo pase desapercibido- Bromeé - Ahora que lo recuerdo te encontraron con una mochila, vamos a tu nueva habitación.-

Steve me siguió en silencio a la habitación de al lado, sobre la cama estaba la mochila, ya había sacado el traje de ella y sólo había una caja de metal y una brújula. Lo vi tomar la mochila y tomó una fuerte bocanada de aire antes de abrirla, no sabía si irme, así que me quedé unos segundos más. Lo primero que saco fue la brújula y la abrió, dentro estaba la foto de su gran amor, mi tía Peggy, no esperaba que tuviera su foto dentro, la tía Peggy no me había contado ese detalle, aunque me contaba muchas historias de ellos juntos. La única alfa en el ejército, cuando no era común que nacieran chicas alfa, no era alfa prime, pero era rango alto.

- Teníamos una cita, pero nunca llegué. - Mencionó con tono triste.

- Será mejor que... te dejo unos segundo, te espero en la sala de estar.- Dije antes de decirle una idiotez intentando consolarlo.

- Señor no creo que sea bueno que deje a el Capitán sólo.

- Ya lo sé Jarv, pero no sé que decirle. No quiero decirle una babosada que lo haga sentir peor. - Dije tomando haciendo en medio de la sala perdiéndome nuevamente en mis pensamientos.

A los minutos mi olfato detectó una deliciosa fragancia que venía acercándose, el olor imponente de un alfa prime, me pareció extraño que el olor no me pareciera desagradable, por lo general los alfas no soportabamos entre nosotros nuestras feromonas, a menos que fuéramos de una misma manada, y los alfa prime teníamos un olfato más sensible por lo esas feromonas causaban dos cosas o que nos alejaramos como si el olor fuese repelente o una pelea de dominios. Mi olor era muy fuerte, por lo que no necesitaba armar una pelea para marcar dominios y todos lo sabían. Además que yo no buscaba ese tipo de peleas.

- Hueles delicioso - Que extraño, antes no sentí olor a nada y ahora sí - A ¿donas? - Pregunté confundido - Nunca había sentido ese olor tan dulce en alfas - Si no fuera porque es tan fuerte diría que es un omega- Pero huele el dominio prime.

-Nunca me habían dicho que huelo a donas, siempre dijeron que huelo a limones y menta - Respondió Steve extrañado - Tu hueles a... - Steve comenzó a olfatear - ¿Fondue? - Vi la total sorpresa en sus ojos, algo extraño.

- ¿Qué? Yo huelo a eucalipto con hierva buena. - Contesté divertido con nuestros olfatos. - No te asustes creo que es normal sentir diferentes aromas.

- No es eso - Replicó Steve - Un amigo tenía un olor demasiado parecido a el que siento en ti y no lo había notado hasta ahora.

- Oh, no creo que sea tan extraño, hay olores parecidos. - Sólo lo decía para calmarlo porque no estaba seguro de que eso pasara en personas que no eran familia, quizás conoció uno de mis familiares en la guerra, aunque eso era muy poco posible - No le des tantas vueltas al asunto vamos al Central Park, imagino a cambiado mucho desde tus tiempos.

- Nunca lo escuché, supongo que no se había fundado - Respondió mientras yo pensaba el botón para ir al estacionamiento. Mi cabeza volteó como resorte a verlo sorprendido.

- Jarvis, ¿Cuándo se fundó el Cantral Park?

- El 23 de mayo de 1963, Señor.

- Increíble, eres más antiguo que el parque más conocido del país, eres toda una reliquia - Ironicé. Por eso Howard nunca dejó de buscarlo pensé.

Lo guíe a el auto más cercano al ascensor y salimos hacia el parque. Steve miraba por la ventanilla todo con gran asombro, como los niños cuando iban a lugares nuevos, sin ocultar sus expresiones como acostumbarbamos todos para que no nos tacharan de ignorantes. Yo conducía viéndolo de reojo, maravillandome de sus expresiones. Estacioné mi auto lo más cerca que pude y me puse el gorro de la sudadera.

- Creo que nos vemos más sospechosos con esto - Comentó Steve mientras se ponía los lentes y se arreglaba la gorra. Quizás tenía razón, pero no quería arruinarle su primera tarde despierto.

- Puede ser, pero no me arriesgaré. - Contesté abriendo la puerta. - Vamos. - Dije saliendo del auto, el me imitó y caminamos a las puertas del parque - Tengo que hacer algo antes esperame aquí - Dije cuando íbamos caminando hacia el lago. Steve se quedó confundido y yo rápidamente me dirigí a un puestecito de helados, compré un helado de pistacho con salsa de dulce de leche y otro de crema de galleta oreo con jarabe de fresa.

-No puede ser es Tony Stark - Reveló un chico que supuse era el hijo del dueño cuando iba a pagar.

- No puede ser Tony Stark compró en nuestro puesto. - Dijo ahora el dueño.

- Les agradecería que no hicieran un escándalo- Dije cuando vi que iban a comenzar a gritar. - Quedese con el cambio dije cuando me extendió unos billetes.

- Se tomaría una foto con nuestro puesto. - Dijo emocionado el chico.

- Sólo si me dejan ir sin gritar.- Cedí al no encontrar otra alternativa. El chico tomo una foto primero con el puesto y el dueño y luego una selfie de los tres. Y yo me fui rápidamente para al fin encontrarme con Steve.

Divisé a Steve sentado en el pasto cerca del lago, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no me notó hasta que estaba cerca y me senté a su lado.

- Compre dos tipos de helados - Extendí los dos para que tomará el que quisiera, un sonrojo cubrió su rostro al no saber cual tomar. - Prueba los dos y quédate con el que te guste más - Hablé al ver su conflicto. La imagen que vi a continuación fue lo más sexi y tierno que pude haber visto en mi vida. Steve acercó su boca al helado que yo le estaba sostenido y chupo la punta de helado con su rostro aún sonrojado. Ese comportamiento me trajo ideas eróticas a la mente, pero las deseché inmediatamente al ver que el esperaba que yo le extendiera el otro helado.

- Me quedo con éste - Dijo tomando el de pistacho.

- Buena elección- contesté dirigiendo mi vista a el lago frente a nosotros.

Ni siquiera recordaba hacía cuánto tiempo no tenía un día libre, siempre se la pasaba en el taller, pero hoy podría disfrutar de una bella mañana al aire libre con una buena compañía.

29 de Mayo 2020

Mil gracias por leer, comentar y votar 💕💕

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