Hacía dos semanas había sido el incidente con Bruce y todos intentábamos cooperar con la situación, siempre procurabamos que Bruce y Clint no terminarán sólos en la misma sala, para evitar incomodidad en el pelinegro. Lo que si había sido un problema era el problema para dormir de Bruce, pues no se podía dormir si no sentía mi aroma cerca, los primeros días me quedaba con el y velaba su sueño, hasta que Jarvis me aviso que las pesadillas de Steve habían vuelto, así que me decidí por dejar impregnada una almohada con mi aroma y me iba apenas Bruce se dormía, me sentía mal por dejar sólo a Bruce, pero no me parecía justo dejar a mi omega aislado. Y yo no podía dividirme tanto.

Bruce tendría que irlo afrontando poco a poco. Ninguno de los dos había mencionado nada de romper su lazo, al parecer el pelinegro quería mantenerlo y algo me decía que Bruce había aceptado su ayuda para el celo, pero no contaba con que Clint lo marcaría. Yo también estaría molesto si alguien excediera así mi confianza, por eso me negué a ver las grabaciones de vídeo de ese día. Aunque cuando se lo sugerí el me respondió que ya las había visto, quizá eso fue lo que lo llevó a cambiar un poco su actitud con el rubio.

Hoy Bruce y Clint iban a tener una cita por la tarde, lo que significaba que yo podría tener un tarde libre con mi rubio omega, casi no habíamos gozado de tiempo juntos, entre su trabajo con S.H.I.E.L.D, mi servicio de niñera con Bruce y mis ideas para cambios en la empresa se nos consumía el tiempo.

Otra cosa era la investigación que estaba llevando a cabo, mi mente no había dejado de pensar en ese tema hasta que me adentré en él. Era un tema tan delicado que hasta había ido a la Biblioteca Nacional para buscar las partidas de nacimiento de los familiares de Steve, mis ojos no daban crédito a lo que Jarvis había investigado, así que tuve que ir personalmente y ver los impresos de papel, para estar totalmente seguro de la bomba que le iba a soltar.

— Jarvis pídele a Steve que baje a mi taller. — Dije mientras me tallaba los ojos con mis dedos luego de leer y releer los hologramas que tenía frente a mi ojos.

Me dejé caer en un sillón y cerré los ojos, el inconfundible aroma de Steve se hizo presente en la sala, sonreí de gusto por su cercanía, pero me tomó desprevenido que se sentara en mis piernas y comenzar un beso, lleve mis manos a su cintura y las fui bajando hasta llegar a sus grandes nalgas para apretarlas hasta me Steve gimió en mis labios.

— Alguien me extraño — Me regodeé cuando nos separamos. — Este es un nuevo récord, me extrañaste después de una hora.

— Pensé que me llamabas para algo más.— Susurró cerca de mi oído.

— Dios, he creado un monstruo.— Dije con un fingido tono de miedo.

Yo mejor que nadie sabía que cuando te llegabas a  adentrar en el placer del sexo se volvía una necesidad y nosotros no habíamos podido probar nuevamente ese deleite desde que lo habíamos hecho en la mansión.

— Entonces, ¿Para qué me llamabas?— Interrogó levantándose de mi regazo y se sentaba a mi lado.

— Hablemos primero — Dije entrelazando mis dedos con los suyos. — ¿Te dieron el día libre?

— No, quería estar contigo, pero me ignoraste toda la mañana.

— No lo hice.

— Lo hiciste, cuando bajé a dejarte una taza de café sólo dijiste ponla en la la mesa y cuando bajé con tu almuerzo sólo me diste un beso y dijiste que comerías luego.

— No lo hice con intención.— Aclaré dejando un beso en cada uno de sus nudillos de la mano que tenía entrelazada con la mía. — Estaba investigando algo muy importante. — Dije poniéndome de pie y caminando con el hasta una pantalla para explicar todo el embrollo que había descubierto.

Frente a nosotros había un certificado de defunción, este pertenecía a Joseph Rogers. El documento pactaba que el hombre había nacido en 1892 y había fallecido en 1980 a la edad de 88 años.

— No puede ser mi padre, el murió en la guerra, en 1918.

Cambié de documento en la pantalla, ahora mostraba un certificado de matrimonio, en el que se hacía constar que el matrimonio anterior de Joseph con Sarah Campbell quedaba anulado, por haber encontrado a su destinada. En 1925 decidieron contraer matrimonio.

— Esto quiere decir que el pudo buscar a mi madre, pero no lo hizo.

— Creo que si lo hizo — Afirmé señalando la firma de Sarah en un costado de la hoja, haciendo constar que estaba de acuerdo con la nueva unión del que fue su esposo.

— Nunca me dijo nada — Dijo con la voz temblorosa.

— Te quería evitar un momento doloroso.

— Yo tenía derecho a saberlo y el nunca se volvió a aparecer en mi vida. — Dijo con voz molesta. — ¿Por qué me muestras todo esto?

— Quería que supieras que aún tienes familia. — Respondí con duda, estaba comenzando a sentirme mal por lo que le estaba mostrando, quizá era mejor que no se diera cuenta de nada, tal y como había querido su madre — Mira.

En la pantalla había un certificado de nacimiento de Mary, en el cual se demostraba que Joseph y su esposa habían tenido una hija.

— Tengo una hermana.

— Bueno — Dije pasándome las manos por el cabello — Si la tuviste, pero ella sufrió un accidente y lamentablemente perdió la vida y su omega murió al no poder soportar la pérdida, pero tienes dos sobrinos y adivina qué, eran superhéroes, al parecer algo les heredaste. — Anuncié mostrándole una fotografía de ambos. — Mira Johnny es idéntico a ti, hace unas semanas te lo dije.

— No, nos parecemos — Rebatió y yo rodé los ojos. — Soy más rubio y el se ve más bajo que yo.

— En eso tienes razón y no tiene tanto músculo como tú, pero ambos son omegas.

— ¿Lo conoces?

—Si — Dije seguido de un carraspeo — Te lo diré antes de que alguien más lo haga, el y yo fuimos algo como pareja, antes de que yo fuera Iron Man, pero no fue nada serio, sólo era sexo sin sentimientos.— Cuando lo dije Steve se quedó callado y no dijo nada en varios minutos — ¿Estas molesto?

— Sólo intento procesar que te acostabas con mi sobrino.

— Pero ya está en el pasado.

— Lo sé, pero eso no le quita lo raro, se de tu antigua faceta y lo acepto, sólo déjame cavilar esto.

— Está bien — Dije mientras abría más datos sobre la familia Storm —Sue tienen 35 y Johnny 29, vaya, tienen la misma edad mental. — Relaté pasando la información en la pantalla. — Sue se casó en 2007 con Reed y bueno, ella me odia, pero los podríamos ir a visitar, viven en las afueras de Nueva York, según investigué, los cuatro fantásticos se mudaron apenas ellos se casaron y no volvieron a mostrarse en público.

— Espera, ¿Por qué Susan te odia?

— A ella no le hizo gracia que saliera con su omega en el pasado y luego saliera con su hermano.

— Ya veo que los periódicos no mentían al decir que salías con todo el que se te pasara por el frente.

— Mi reputación me precede, pero pienso dejarla en el pasado. — Manifesté cerrando todas las ventanas de la pantalla y tome su rostro para besarlo cariñosamente, transmitiendole mis sinceros sentimientos.— ¿Nos vamos?

— Es de mala educación llegar sin avisar.

— Esto es algo importante. — Señalé — Al menos intentemoslo — Sugerí cuando percibí la duda en sus ojos — Son tus sobrinos y Susan es muy inteligente, podría darse cuenta y sentirse herida porque su tio no los busco.

Con eso último logré persuadirlo, aunque yo sólo quería una excusa para visitarlos, tenía curiosidad de porque se habían mudado con tanta rapidez y también quería saber porque salieron del ojo público, tanto así que Johnny no volvió a visitarme y nunca volvió a aparecer en revistas, ni siquiera se contacto conmigo luego de mi secuestro.

Cuando llegamos, fue Reed el que contesto el interfono y al saber que era yo nos dejó pasar sin complicaciones. Fuimos recibidos por el holograma de su IA que no recordaba el nombre. Cuando íbamos caminando a la sala vimos bajar por las escaleras a Reed con una pequeña niña rubia en brazos.

— Tony — Saludo poniendo a la niña sobre sus pies para abrazarme.

— Es idéntico a Johnny — Afirmó una voz desde las escaleras y cuando me separé de Reed choqué la mirada con la alfa que me estaba dedicando una mirada furibunda. — Stark, ¿Quién te dejó entrar? Y peor aún, ¿Por qué clonaste a mi hermano? — Objeto la alfa tomando entre sus brazos a la bebé que estaba extendiendo los brazos hacia Steve.

— Mi amor — Dijo con reproché el omega pelinegro a la alfa.

— Tony — Dijo Johnny llegando a la sala con un niño pelinegro en sus brazos, que pasó a los brazos de Reed para poder rodearme con sus brazos.

— Ya sueltalo Johnny.— Demandó la alfa.

— No estés tan árisca Sue, se que me extrañaste, ven a abrazarme. — Molesté abriendo mis brazos hacia ella luego de soltar a Johnny.

— No entiendo como les gustaste. — Expresó poniendo sus ojos en blanco.

— Le gusto a todos.

—Si fuera así ya tendrías pareja.

— Ya la tengo y ahora sólo me gusta esa persona.

— No puede ser, ¿Me clonaste?

— ¿Por qué creen eso? — Pregunté y recibí miradas de incredulidad — Se que soy un genio, pero no. El es el Capitán América.

— ¿Por qué el Capitán América se parece a mi hermano?

— Porque es su tio.

— ¿Cómo puedes soltar esa información con tanta tranquilidad? — Preguntó Reed siendo el primero en salir del aturdimiento del momento por la nueva información.

— ¿Pero cómo es posible? —Preguntó Sue.

Saqué mi teléfono y les mostré tres documentos, el certificado de matrimonio de Joseph y el certificado de nacimiento de Steve y Mary.

—Mi madre me contó que nuestra abuela tenía 21 cuando fue a servir de enfermera para el ejército, ahí se encontró un hombre que había sido dado por muerto y pero aún seguía vivo, con la ayuda de un amigo doctor lo salvaron, porque era su destinado— Relató Susan —Mi abuela quedó embarazada siendo mayor, pero resistió el parto y dió a luz a una fuerte alfa.

— Nuestra madre se casó con un omega y bueno aquí estamos — Continuo Johnny.

— ¿Por qué no llevan el apellido Rogers?— Cuestionó Steve.

— Es nuestro segundo apellido, casi nunca lo usamos — Respondió la alfa — Pero no tengo idea de porque mi madre decidió que su apellido quedará en segundo lugar si ella era la alfa.

— ¿Por estos pequeños adelantaron la boda? — Pregunté para terminar con él raro silencio que se había formado.

— Si, debíamos ir a un lugar seguro para protegerlos — Respondió Reed.— Ahora los presentó oficialmente, ellos son los mellizos Franklin y Valeria.

— Que buena puntería Sue. — Bromeé haciendo que Reed se sonrojara y Susan sonrió con suficiencia.

— ¿Que edad tienen? — Indagó Steve.

— El próximo mes cumplirán 5 años.

— Parece que todos los chicos de la familia son omegas — Dije al ver como el pequeño se escondía detrás del omega cuando fue puesto en el suelo.

— ¿Eres omega? — Preguntó Reed sorprendido hacía Steve y el rubio me dió una mala mirada antes de asentir — No me lo puedo creer, debiste pasar por mucha discriminación en tu época. — Agregó, aunque por la expresión de sus ojos sabía que estaba conteniendose de preguntar como alternaba su aroma.

— Así fue, pero estoy alegre de que las cosas ahora hayan cambiado y me anima saber que aún tengo familia.

— A nosotros también nos alegra — Dijo cortésmente la alfa con una cálida sonrisa.

— Nunca he tenido un tío omega — Puntualizó Johnny.

— ¿ Y Ben?

— Salió con Alicia. — Respondió Reed mientras nos dirigiamos a la sala.

— Extrañe tanto molestar a ese beta.—

— Yo extrañe molestarlo contigo.— Dijo Johnny.

— No es que quiera remover cosas del pasado, ¿Pero por qué rechazabas mis llamadas.

— Cuando mi hermana preñó a su omega entró en modo alfa controlador y nos trajo aquí para que fuéramos una manada y no quería que la prensa se diera cuenta de los bebés, así que para evitar los riesgos cortamos todo lazo con personas que no fueran de la manada.

— Muy maduro de tu parte. — Manifesté con sarcasmo.

— El si actuó con madurez, no como otra persona que nunca logró convertirse en adulto.

— Fingir madurez no va con mi personalidad.

— ¿Cómo pueden estar tan serenos después de darse cuenta de que el es su tio? — interrogó el omega pelinegro.

— Yo estoy sereno después de saber que me perdí de verte embarazado — Bromeé y Johnny me paso una fotografía enmarcada que reposaba sobre una mesa, en ella estaban los líderes de la manada, Susan estaba arrodillado dejando un beso sobre la gran barriga que tenía su omega. — Si deciden tener otro bebé quiero estar al tanto del desarrollo. — Dije pasándole la fotografía a Steve. — Y no lo podrás negar Susan, vendré con tú tío. — Agregué al ver que estaba lista para negarlo.

— ¿Y la prensa no dijo nada del parecido que tengo con mi tío?

— No, es como si la prensa los hubiese olvidado. ¿No ven las noticias?

— Sólo las cosas importantes, no vemos los programas de chismes. — Contestó la alfa.

— ¿Y ustedes no notaron el parecido?

—Su traje no le deja ver el rostro.

— Si hubiesen buscado un poco más habrían encontrado fotografías que dejan ver su rostro.— Argumenté al recordar las imágenes que los paparazzi nos tomaron juntos.

La niña que estaba siendo cargada por la alfa comenzó a removerse hasta que su madre la puso en el suelo y la niña hizo un ademán para ser cargada por Steve.

— ¿Cómo te llamas?— Preguntó con sus grandes ojos azules cargados de curiosidad, cuando el rubio la sentó en su regazo.

— Steve.

— Te pareces mucho a mi tío, pero hueles diferente— Dijo tomando el rostro del omega con sus pequeñas manos y luego se acercó al cuello de Steve para aspirar profundamente.

Me sacó una sonrisa el rostro de sorpresa de Steve por las palabras de la pequeña niña que hablaba con tanta autonomía, se notaba lo inteligente que era.

— Val el es tú...

— ¿Abuelo?— terminé al ver que ella estaba indecisa sobre lo que podía decir.

— Tío. — Decretó Steve.

— Sería su tio abuelo. — Destacó Johnny.

— Es muy joven para que lo llamen abuelo. — Secundó Reed.

— Tenemos abuelo. — Gritó emocionada la pequeña a Franklin que sólo se dedicaba a ver por la ventana desde el regazo de su padre y a mi se me escapó una carcajada por el razonamiento de la futura alfa.

— Tío Ben — anunció el pequeño antes de que la puerta fuera abierta y dejara ver a dos betas tomados de la mano.

— ¿Cómo se atreven a tener una reunión sin mí? — Demandó la inconfundible voz de Ben — ¿Tony? — Preguntó el sujeto que sólo tenía la voz de Ben.

—¿Ben? — Cuestioné confundido.

—El mismo.

— Pero, ¿Cómo? — Consulté abrazandolo.

—Reed creo algo como una cura, ahora puedo controlar como me veo.

— ¿Y tú rostro?

— Es una tecnología para espías, hace que puedas cambiar tus rasgos faciales con sólo pensar en el rostro que quieres tener. — Dijo pasando la mano por su rostro para dejar ver su antiguo rostro y su esposa hizo lo mismo.

— ¿Para espías? — Indagué, dándole unas palmadas en la espalda a la beta que se había mantenido callada, nunca había interactuando mucho con ella, quizá ni me recordaba.

— La creó para S.H.I.E.L.D. — Concluyó el rubio omega.

— De alguna manera tenía que contribuir a que el mundo no estuviera en caos y como no podía hacerlo de forma física me decidí por ayudar a esa agencia.

— Tienes que darme algunas.

— Claro, yo la cree, por eso me quedé con varios modelos para nuestro uso, así podemos salir libremente sin ser vistos.

— Ingenioso, aunque no sería algo bueno en manos ajenas.

— Por eso casi nadie sabe de ello.

En ese momento mi teléfono recibió una notificación, Jarvis estaba avisando que Bruce y Clint acababan de llegar a la Torre, así que lo mejor era que llegáramos a ver como les había ido.

— Steve creo que tendremos que irnos. — Informe pasándole mi teléfono para que leyera la notificación.

— ¿Vas a volver abuelo?

— Prometo venir lo más que pueda. — Decretó el rubio con los ojos puestos en la pequeña e inmediatamente ella rodeó su cuello con sus brazos.

— ¿Abuelo?— Consultó sorprendido el beta.

— Es una larga historia.— Afirme al momento en que Steve y yo nos despedimos de todos. — Tu manada te contará todo — Agregué — Volveremos pronto. — Finalice mientras Steve se despedía nuevamente de los pequeños pero esta vez con su mano.

— Jarvis, ¿Qué estás tan haciendo Bruce y Clint? — Consultó Steve cuando nos estábamos encarrilando en la autopista.

— Están en la habitación del Doctor Banner, ellos están... apareandose. — Respondió finalmente Jarvis luego de casi dudar de sus palabras.

— Me lo hubieses notificado antes, pudimos quedarnos más tiempo en la casa Storm — Me quejé — Ya no necesitan que los cuidemos — Afirmé dándole un vistazo a Steve — Ahora tendremos tiempo para nosotros dos. — Dije lo último con voz seductora.

7 de Octubre 2020

Quería unir a los 4 Fantásticos, ya había dejado pistas, ¿Las notaron? Otra cosa, ¿Notan que la historia es puro relleno? 😂 eso significa que el drama será corto.

Gracias por leer, votar y comentar.